EVANGELIO DE JUAN

Autor, fecha y lugar: No existe acuerdos sobre quién es el autor del evangelio, sin embargo, la tradición
atribuye su autoría a Juan, hijo de Zebedeo y que por lo tanto este era el discípulo amado. Aún hoy existen
discrepancias respecto de su autoría, pero es algo común para los evangelios debido a que ninguno
menciona abiertamente a su autor.

La mayoría de los estudios sostienen que este evangelio fue escrito hacia fines del siglo I, después de los
evangelios sinópticos, debido a que poseen información diferente de aquellos pero al mismo tiempo se
escribe con la convicción de que sus lectores ya conocían estos elementos.

Al parecer la ciudad de Éfeso, la provincia romana más importante de Asia parece el lugar donde fue escrito
el evangelio.

El tema: Muchos estudiosos sostienen que el versículo principal del evangelio es 20,31 “Pero estas (cosas)
se han escrito para creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su
nombre”. Así mismo, podemos destacar el amor de Dios en el evangelio y al mismo tiempo en la carta de
1 Juan atribuida al mismo autor, es decir los temas principales como la revelación de Jesús como Hijo de
Dios, Salvador y Cordero de Dios se repiten como temas en las cartas del autor tanto Apocalipsis como 1,
2 y 3 de Juan y el propio evangelio.

Finalmente, es necesario mencionar la dificultad del trabajo debido a la profundidad temática del evangelio,
el cual es de una riqueza teológica abrumadora y por lo tanto compleja en su desarrollo y comprensión.

Notas preliminares a Juan:

1. El tema:
Se reitera Juan 20:30-31 como el corazón del libro debido a que el autor claramente especifica para qué
fue escrito el libro. Podemos inferir que en el siglo I empezaban algunas doctrinas nósticas aparecer debido
a la deidad de Jesucristo la cual era puesta en duda por grupos separatistas.
Esta cuestión tuvo su punto más álgido siglos después en la herejía Arriana la cual sostenía la
subordinación de Cristo al Padre; el cual era de semejante naturaleza más no igual naturaleza, es decir, la
consustancialidad de Dios al Padre “Homousios” de la misma naturaleza y “Homoiusios” semejante
naturaleza. Podemos argumentar que el cántico del capítulo 1 de Juan echa por tierra los argumentos
heréticos al incluir en su versículo 1 la naturaleza eterna del verbo.
2. Relación con los demás evangelios:
Los evangelios sinópticos se les denomina así debido a su significa: “Ver juntos”, tanto Mateo, Marcos y
Lucas ven a Cristo tras de una perspectiva única.
 Mateo presenta a Cristo como el Rey, heredero de un linaje la raíz de David y el verdadero Rey
de Israel.
 Marcos presenta a Cristo como el Siervo, aquel “Ebet” (Esclavo) prometido en Isaías 52:53.
 Lucas presenta a Cristo como el Hijo del Hombre recordando a Daniel 7:13.
 Juan presenta a Cristo como Dios e Hijo de Dios.

En tanto que los primeros tres evangelios presentan los hechos de la vida de Cristo, Juan se refiere a su
significado espiritual, por lo que a estos hechos también se les denomina “Señales”.

3. Las Señales en Juan:

En este evangelio Juan hace hincapié en siete señales que muestran un cuadro panorámico de la salvación,
las primeras tres son:
1. Agua en vino (Juan 2:1-11) a salvación es por la palabra.
2. Sana al hijo de un noble (Juan 4:46-54) la salvación es por fe.
3. Sana al paralítico (Juan 5:1-9) la salvación es por gracia.

Las últimas cuatro señales muestran los resultados de la salvación.

4. Alimenta a cinco mil (Juan 6:1-14) la salvación trae satisfacción.
5. Calma la tormenta (Juan 6:16-21) la salvación trae paz.
6. Sana al ciego (Juan 9:1-7) la salvación trae luz.
7. Resucita a Lázaro (Juan 11:38-45) la salvación trae vida.

Es necesario mencionar la necesidad de señales por parte de los judíos (1 Corintios 1:22) y lo que estas
originan al cumplir el ministerio del Mesías (Isaías 35:5-6, Lucas 7: 22). Así mismo estas señales dan origen
a diferentes encuentros y situaciones tanto con los judíos como con los gentiles, Juan 3:2, Lucas 23:8

4. La Deidad de Cristo en el evangelio de Juan:

Las declaraciones de Cristo al decir “Yo Soy” evidentemente apuntan a su deidad, las siete declaraciones
registradas son:
 Yo soy el pan de vida Juan 6, 35, 41, 48, 51
 Yo soy la luz del mundo Juan 8:12; 9:5.
 Yo soy la puerta de la ovejas Juan 10: 7, 9.
 Yo soy el buen pastor Juan 10:11,14.
  Yo soy la resurrección y la vida Juan 11:25.
 Yo soy el camino, y la verdad y la vida Juan 14:6.
 Yo soy la vid verdadera Juan 15:1,5.

Por último es necesario mencionar la dualidad del contenido en el evangelio de Juan, al hacer un paralelo
entre el conflicto de la fe y la incredulidad, la luz y las tinieblas y la vida y la muerte.

Capítulo 1:
El Verbo: Juan presenta el verbo de Dios, la sabiduría de Dios (Proverbios 8:22-31) Manifiesta es su deidad,
su eternidad, su poder de creación, (Colosenses 1:15), Él es la luz (Juan 1:4-13), es el Hijo de Dios (Juan
1:18), es el Cristo (Juan 1:19-28), es el Cordero de Dios (Juan 1:29, 35-36), es el Rey de Israel (Juan 1,43-
49), es el Hijo del Hombre (Juan 1:50,51).
También es necesario mencionar a Juan el Bautista quien presenta a Cristo como el Cordero de Dios en
respuesta a Génesis 22:7 ¿Dónde está el cordero para el holocausto?, el cordero de Éxodo 12 y el cordero
de Isaías 53 apuntan hacia Cristo.

Capítulo 2:
El evangelio nos muestra la necesidad del cumplimiento del plan de Dios y la disposición plena del tiempo
Juan 2:4 Mi hora aún no ha llegado. El primer milagro de Jesús al convertir el agua en vino nos da testimonio
de la conversión de un pecador, la sed de la multitud, es decir, la necesidad. Las tinajas vacías representan
el corazón humano vacío, la necesidad de la llenura de la palabra, la conversión del agua en vino.
En el versículo 18 vemos la necesidad de señales por parte de los judíos y como en el versículo 23 se pone
énfasis al decir que muchos creyeron en su nombre al ver esas señales pero Cristo no se fiaba de ellos.

Capítulo 3:
El encuentro con Nicodemo nos enseña la obra del Espíritu Santo de manera perfecta, Jesús ilustra la obra
del Espíritu y el nuevo nacimiento y su manifestación invisible.
Los judíos en sus formas lingüísticas utilizan la repetición para señalar la importancia de un tema, es
necesario mostrar como Jesús responde esta conversación al decir “De cierto, de cierto te digo…” Jesús al
conversar con un maestro de la ley utilizaba un lenguaje figurativo y sutil que al enseñar a gente del pueblo.
En el versículo 8 nos muestra la manifestación invisible del Espíritu, no hubo experiencias místicas ni fuera
de control, ni risas o llantos, por el contrario Jesús enfatiza su invisibilidad.
Por último llama la atención la humildad de Juan el Bautista en el versículo 30.

Capítulo 4:
El capítulo 4 nos muestra el encuentro con la samaritana y la necesidad de las personas de tener el agua
viva y es necesario mencionar que esta agua es símbolo del Espíritu Santo (Juan 7:38-39). También es
necesario reconocer el carácter evangelístico de la samaritana, pues en el versículo 39 se dice que muchos
creyeron por la palabra de ella.

Capítulo 5:
En el capítulo 5 vemos la sanación del paralítico y también vemos una ilustración del pecador, el cual al
igual que el paralítico es imposible que se salve por sí mismo, antes es necesario que oiga el mensaje del
evangelio y las palabras de Jesús mismo.
Este hombre dio aviso a los judíos por lo cual estos quisieron prenderle y procuraban matarle, aquí se
enfatiza el conflicto que va a dar lugar al desenlace fatal de Jesús.

Capítulo 6:
Este capítulo es importante porque hemos confirmado el ministerio de Jesús, las sanidades, los milagros y
las señales; aquí un muchacho tiene cinco panes de cebada y dos pececillos, pero también existe una
multitud de cinco mil hombres por alimentar y Jesús de manera milagrosa alimenta a los cinco mil; las
personas al ver estas señales creyeron en Él e intentaron hacerle rey, pero Jesús se retiró al monte. Luego
sus discípulos cruzaron al mar hacia Capernaum, sin embargo Jesús no fue con ellos y Él los alcanzó
andando sobre el agua.
Al día siguiente las mimas personas que quisieron hacerle rey le preguntaron Rabí, ¿Cuándo llegaste acá?
y Jesús les respondió que los siguen por las señales y porque habían comido de manera copiosa, es decir,
no buscaban a Jesús por quien era, sino por lo que les podía dar. Muchas iglesias y cristianos hoy en día
hacen lo mismo, buscan a Jesús por sus milagros y sanidades y prosperidad pero no lo quieren a Él.
En el versículo 44 (versículo 65) Jesús ilustra la incapacidad del hombre de salvarse así mismo (Efesios
2:5).

Capítulo 7:
Aquí enfatizamos que tampoco había llegado el tiempo (versículo 6) y vemos un conflicto áspero en el
versículo 19 y 20 porque los judíos pretendían matar a Jesús y lo acusaban de endemoniado. Así mismo
en el versículo 27 vemos que estos argumentan cuando Jesús afirmaba ser el Cristo y decía no sabemos
de dónde vendrá el Cristo, pero en otra parte Juan 40:42 dicen que vendrá de Belén del linaje de David y
por último versículo 31 aún enfatizan las señales que Jesús hace.

Capítulo 8:
Encontramos la historia de la mujer adúltera y a Jesús quien podía acusarla pero no la acusó, sin embargo
le dijo: Vete y no peques más yo no te condeno, pero hay que tratar de explicar que Jesús no condenó pero
tampoco acusó a los que juzgaban, es decir es necesario establecer una diferencia entre juzgar y condenar.
A menudo oímos decir “no juzgues para que no seas juzgado” pero la palabra no sostiene eso, al contrario
dice “Juzgar con justo juicio” (Juan 7:24) sólo Dios puede condenar pero todos debemos juzgar.
En el versículo 33, vemos a los judíos defenderse al decir “Linaje de Abraham somos, jamás hemos sido
esclavos de nadie”, pero esto era una mentira pues el pueblo judío fue esclavo de Egipto llevado cautivo a
Babilonia y de los Asirios. Y en ese mismo momento eran controlados por los romanos. Pero además Jesús
no estaba hablando de una libertar física para hacer lo que uno desea, por el contrario estaba hablando de
la libertad del pecado (versículo 34).
Finalmente en el versículo 44 vemos la paternidad de estos judíos, no era Abraham su padre, sino el diablo
y el versículo 58 les dice: “Antes que Abraham fuese Yo soy”.

Capítulo 9:
 Aquí vemos el sexto de los siete milagros especiales de Jesús registrados en Juan, vemos la
curación del ciego y asimismo vemos una ilustración de la salvación y condición del pecador.
Estaba ciego
 Estaba mendigando
 Era impotente
 Vemos como Jesús lo salva
 Se acercó por gracia al hombre
 Irritó al hombre: Un poco de tierra irrita el ojo, pero un cataplasma es mucho peor, así el mensaje
del evangelio irrita a aquellos que lo oyen y son confrontados con su pecado.
 Glorificó a Dios porque todas las conversiones glorifican al Padre únicamente.
 Fue notaria a otros: Cuando un pecador se convierte es clara y evidente su nuevo nacimiento, en
este caso sus padres y vecinos vieron su cambio.
También vemos su confesión. Este hombre:
 Versículo 11 todo lo que sabía era que lo curó un hombre llamado Jesús.
 Versículo 17 es un profeta de Dios.
 Versículo 31-33 es un varón de Dios.
 Versículo 35-38 es el Hijo de Dios, la confesión final del ciego y su expulsión de la sinagoga.

Capítulo 10:
Es conocido el sermón de Cristo sobre el Pastor y las ovejas y cómo antes de su venida las ovejas morían
por el pastor, sin embargo es ahora el Pastor quien muere por las ovejas. Así mismo es la puerta del redil
y el que por Él entrare es salvo. En el versículo 10 vemos un verso usado en aplicación al demonio “Hurtar
y matar y destruir” pero esto según el contexto es aplicado a los líderes religiosos y aquellos falsos mesías
y profetas que se levantaron. Es cierto que el diablo es homicida desde el principio, pero una comprensión
cabal del pasaje no ilustra esta afirmación.
En el versículo 30 vemos una afirmación de la deidad de Cristo “Yo y el Padre uno somos”.
Capítulo 11:
La historia de Lázaro nos muestra la salvación del pecador y el poder de Jesús sobre la vida y la muerte,
aquí Jesús dice: “Yo soy la resurrección y la vida” (Juan 11:25). Vemos la incapacidad de Lázaro de
levantarse. Estaba muerto, así también las personas que no conocen a Dios están muertos en sus delitos
y pecados (Efesios 2:1, Colosenses 2:13), pero es Jesús quien llama al pecador y le da vida.
En el verso 53 vemos como oficialmente los judíos se ponen de acuerdo para matarlo, ya no se trata de
solamente la efusividad natural de las personas sino esto es un acuerdo técnico y una planificación
anticipada de la muerte de un inocente.

Capítulo 12:
Versículo 23 finalmente vemos la manifestación del tiempo: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre
sea glorificado”, anteriormente veíamos que Jesús decía que aún no había llegado la hora pero aquí es
explicito el cumplimiento del tiempo Jesús anuncia su muerte (versículo 27 y 28) Dios es glorificado en la
muerte del hijo.
Los hombres serán juzgados por la palabra de Dios (verso 48)

Capítulo 13:
Este pasaje nos muestra el lavamiento de pies que Jesús hizo a sus discípulos, vemos su humildad y
además es ejemplificada la vida del creyente, Jesús claramente les explica que ellos están limpios y no es
necesario que se laven todos, sino más bien solo la cabeza, las manos y los pies; Pedro entiende que es
necesario un lavamiento en el sentido espiritual, es decir, una confesión de pecados diaria tanto de
pensamiento, acción o de palabra.
En el versículo 31 vemos que Dios es glorificado y el Hijo es glorificado. Debemos enfatizar que Cristo
siempre busca la gloria del Padre, siempre dirige la vista de sus discípulos hacia Él y sus enseñanzas son
tomadas del Padre. En el versículo 24 vemos el nuevo mandamiento el cual es una cita de Levítico 19:18.
Finalmente el versículo 37 nos habla de la confianza de Pedro en sí mismo, al decirle a Cristo que moriría
por Él, pero Cristo le dice que lo negará tres veces antes que cante el gallo.

Capítulo 14:
Este es el discurso de despedida de Jesús, los discípulos quedan turbados, pero Jesús los consuela.
 Porque preparará un lugar para ellos (Juan 14:1-6)
 Para revelarles al Padre (Juan 14:7-11)
 Para concederles el privilegio de orar (Juan 14:12-14)
 Para enviar al Espíritu Santo (Juan 14:15-26)
 Para darles su paz (Juan 14:27-31)
Es necesario explicar el versículo 12, muchos sostienen que obras mayores que las que hizo Cristo
podremos hacer, basándose en este versículo, sin embargo, es necesario considerar dos puntos:
El primer punto que cuando pedimos al Padre en el nombre de Cristo debemos pedir lo que Cristo pediría.
Los judíos consideraban el nombre de una persona como la persona misma, es decir, decir a una persona
o tomar el nombre de una persona era como tomar a la misma persona. Cuando nosotros oramos en el
nombre de Cristo debemos entender que nuestras oraciones y peticiones deben ser acordes a lo que Cristo
pediría; debemos entender que el propósito de la oración es glorificar a Dios. Martyn Lloyd – Jones escribe:
“Es la actividad más sublime del alma, y por lo tanto la prueba máxima de la verdadera condición
espiritual del hombre. No hay nada que diga tanto la verdad sobre nosotros como cristianos que
nuestra vida de oración.”
Charles Haddon Spurgeon dice: “Un cristiano debe llevar el arma de la oración como una espada
desenvainada en su mano, nunca debemos detener nuestras súplicas. Que nuestros corazones
nunca sean como una pistola de poco uso, sino como un cañón cargado y preparado requiriendo
solo el fuego para poder disparar”
Por último, debemos evitar las oraciones que son como listas de marcado y pedir según sea la voluntad de
Dios (Santiago 5:4-3).
Volviendo al tema, debemos considerar el ministerio de Jesús y su alcance Galileo, es decir,
geográficamente nuestro Señor ministró en un área reducida de la Palestina antigua y su ministerio tuvo
una duración de tres años, sin embargo nosotros tenemos acceso a un área mucho mayor y a recursos
mucho mayores, estudio y predicación, es ese el sentido del que cosas mayores haremos.
En el versículo 16 se promete el envío del Espíritu Santo, el consolador, cuyo ministerio principalmente es
recordar las cosas que Jesús dijo (verso 26).

Capítulo 15:
El capítulo 15 trata del fruto del verdadero discípulo. Hoy en día evangelizamos con una especie de fórmula
mágica una oración y aquel que la hace lo consideramos salvo aunque su vida no haya cambiado, sin
embargo este capítulo nos muestra sólo aquellos que llevan fruto y son limpiados y permanecen glorifican
al Padre.
El versículo 18 habla de que el mundo nos aborrecerá pero que debemos estar tranquilos porque antes
aborreció a Jesús. Debemos considerar nuestro cristianismo a la luz de estas palabras ¿El mundo nos
aborrece o quiere ser nuestro amigo? Porque no existe una diferencia entre el cristianismo actual y el
mundo.

Capítulo 16:
Versículo 2 “Aún seremos matados y expulsados de las sinagogas o de nuestro entorno y las personas
pensarán que rinden servicio a Dios”.
En el versículo 7 vemos la importancia del Espíritu Santo, pues Cristo mismo afirma que conviene que el
se vaya para que el consolador venga y este convencerá al mundo de:
 De pecado (Juan 16:9) el pecado que condena es la incredulidad, es decir, el rechazo de Cristo.
  De justicia (Juan 16:10) la prueba de que Cristo era quien dijo ser es la venida del Espíritu Santo.
 De juicio (Juan 16:11) el juicio a satanás (Colosenses 2:15) porque Cristo venció en la cruz al
resucitar a aquel que tenía el imperio de la muerte (Hebreos 2:14).
En el versículo 14, vemos que también el Espíritu glorifica al Hijo y por lo tanto al Padre, pues toma lo de
Cristo y lo hace saber.
Finalmente el versículo 24 indica cómo debemos pedir, en el nombre de Jesús y de acuerdo a lo que Él
pediría.

Capítulo 17:
La oración de Jesús de este capítulo, podemos dividirla en:
 La oración por sí mismo (Juan 17:1-5) versículo 1 “Glorifica a tu hijo para que también tu hijo te
glorifique a ti”, vemos que la intención de Cristo en la cruz siempre fue glorificar al Padre (Gálatas
6:14), también que le dé nuevamente la gloria que Él dejó cuando vino a la tierra (Filipenses 2:1-
12).
 La oración por sus discípulos (Juan 17: 6-19), la clave es la santificación, verso 17 santifícalos en
tu verdad, verso 19 yo me santifico a mí mismo.
 La oración por su iglesia (Juan 17: 20-26), la clave aquí es la glorificación, verso 22 la gloria que
me diste.
Finalmente la unidad de la iglesia, versos 22 y 23.

Capítulo 18:
El juicio de Jesús: En el verso 3, una compañía de soldados va al huerto donde Jesús se encontraba, en el
verso 11 Jesús dice: “La copa que el Padre me ha dado ¿no la he de beber?”. Debemos explicar el
significado de la copa (Jeremías 25:15-38, Apocalipsis 16), los judíos conocían las referencias a la ira de
Dios derramada por la copa, Joel, Sofonías, hablan del día de la ira del Señor; también el versículo 27
vemos la consumación de la negación de Pedro.
El verso 15 Jesús está ante el sumo sacerdote Ananías quien lo interrogó acerca de su doctrina, después
Jesús es llevado ante el sumo sacerdote Caifás, Juan no registra el interrogatorio de Caifás; pero Mateo,
Marcos y Lucas sí lo hacen (Mt. 26:57-68, Mc. 14:53-65, Lc. 22:66-71).
Jesús es llevado ante Pilato (versículo 28), el cual al enterarse que era galileo lo envía ante Herodes, Juan
tampoco menciona el interrogatorio; sin embargo los otros evangelios si lo hacen (Lc. 23:6-12), Herodes
escarnece a Jesús y sus soldados lo visten con púrpura y colocan una corona de espinas en su cabeza y
lo envían de regreso ante Pilato, quien finalmente interroga a Jesús y le pregunta si es el rey de los judíos
y Jesús le dice “Mi reino no es de este mundo”.
Capítulo 19:
En el verso 1, Pilato ordena azotar a Jesús, en el verso 7, los judíos argumentan que según su ley debe
morir, finalmente en el verso 16 Jesús es entregado a los judíos, quienes lo crucificaron.
Los versos 36 y 37 hablan del cumplimiento de las escrituras (Éxodo 12:46, Números 9:12, Zacarías 12:10
y Apocalipsis 1:7).
En el verso 39 vemos a Nicodemo nuevamente, quien ahora ya abiertamente profesaba su fe en Cristo.
Tanto José de Arimatea como Nicodemo eran discípulos de Cristo, José de Arimatea compró la tumba
cerca al calvario para cuidar del cuerpo de Jesús y Nicodemo tenía preparadas el compuesto de mirra y
aloe para ungir su cuerpo. También debemos mencionar que ambos tocaron a Jesús y ceremonialmente
se contaminaron para la Pascua pero no les importó porque llegaron a confiar en que Jesús era el mismo
Cordero de Dios.

Capítulo 20:
Este capítulo relata la resurrección de Cristo, su aparición a María Magdalena y a sus discípulos, la
incredulidad de Tomás y el objetivo del libro.
En el verso 7 llama la atención el sudario de Cristo que no estaba puesto con los demás lienzos sino
enrollado y puesto a parte. No fue la escena de un robo, pues si el cuerpo hubiera sido robado, los lienzos
estarían rotos y la tumba desordenada, Jesús regresó a la vida con poder y gloria.
El verso 9 nos habla del Salmo 16:10.
Los versículos 15 al 17 hablan del amor y la ternura de María Magdalena. Uno se imagina la escena,
preguntado desesperadamente por el cuerpo de su maestro y Cristo la llamó por su nombre (Juan 10:3-4,
Isaías 43:1) y ellos conocen su voz.
Los versos 19 al 22 se detalla el encuentro de Jesús con sus discípulos y cabe resaltar aquí el versículo 22
donde Jesús sopla el Espíritu sobre ellos, lo cual nos recuerda Génesis 2:7. Nótese que aquí tampoco hay
manifestaciones particulares del Espíritu de Dios.
El verso 28 habla de la confesión de Tomás “¡Señor mío y Dios mío!”. Un verdadero encuentro con Jesús
implica reconocer el señorío de Cristo.
Los versos 30 y 31 hablan del propósito del libro, claramente es el reconocimiento de Jesús como el Cristo,
el Hijo de Dios y para que creyendo en Él tengamos vida en su nombre.

Capítulo 21:
El versículo 7, vemos el encuentro desesperado de Pedro con Jesús. Pedro estaba en la barca pescando
y después de una noche infructuosa Jesús les habla desde la orilla, y el discípulo amado le dice a Pedro
¡Es el Señor! y Pedro se lanza al mar porque necesitaba ser restaurado, Pedro negó a Cristo tres veces,
por lo que tres veces Cristo le pregunta a Pedro ¿Me amas? Y Pedro responde Sí Señor, tu sabes que te
amo y Jesús le responde.- Apacienta mis corderos. (1 Pedro 5:2-4).
Por último, el evangelio termina que muchas cosas más hizo Jesús pero que no cabrían en el mundo.
 CONCLUSIÓN

El énfasis del evangelio de Juan, es la Cristología, la manifestación mesiánica de Jesús su obra redentora
como el Cordero de Dios. Es un evangelio muy profundo contiene verdades que los otros evangelios
vislumbran pero no manifiestan. La condición de Cristo como hijo de Dios, su unidad con el Padre, el servicio
a los discípulos y la glorificación a Dios son elementos centrales del libro. También la promesa y envío del
Espíritu Santo son plenamente cumplidos en este evangelio. Vemos una especia de biografía del origen
divino de Cristo, su existencia preminente y eterna, su manifestación gloriosa y su resurrección. Es cierto
que no contienen los milagros o discursos textuales de otros evangelios, pero debemos recordar que ese
no es el objetivo del autor, por el contrario ensalzar las virtudes de Jesús como mesías.
Es evidente que es escrito y dirigido a cristianos que tenían conocimiento de las costumbres judaicas y
posiblemente de los otros evangelios por lo que este pasa por alto detalles que otros si mencionan, pero
finalmente nos entrega pasajes hermosos y profundos de la relación de Jesús con el pueblo judío, líderes
religiosos, sus antagonistas, el llamado de sus discípulos, la comunión con el Padre e incluso menciona el
ministerio de las mujeres alrededor de Cristo. Nos muestra al Mesías como Dios pero también como un ser
humano que sufre por la muerte de su amigo, que tiene hambre, duerme, come y se cansa, es un retrato
directo de alguien que conoció a Jesús y que tuvo una experiencia cercana al Hijo de Dios. Es necesario
estudiar más a profundidad las verdades que en este evangelio se describen, pero más aún es importante
poner en práctica el servicio a Dios, la glorificación de su nombre en cada una de nuestras acciones y el
rechazo del que podemos ser víctimas por hacer su voluntad.

REFERENCIAS
 Biblia de estudio esquematizada Reina Valera de 1960 (2007).
 Bosquejos expositivos de la Biblia de Warren W. Wiersbe (2002).
 Historia Universal: El auge del cristianismo Tomo 8 (2005).
 Diccionario de Jesús y los evangelios (2016).
 A solas con Dios de John Macarthur (2008).