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CULPABILIDAD:

La culpabilidad de Juan en este caso puede ser argumentada de varias maneras:


1. Conocimiento pleno de la ilegalidad de sus acciones: El hecho de que Juan esté
consciente de que los objetos que comercializa son robados implica que actúa con
pleno conocimiento de la ilegalidad de sus acciones. Esta conciencia de la ilegalidad
refuerza su culpabilidad, ya que no puede afirmar ignorancia sobre la procedencia
ilícita de los objetos.
2. Comercialización habitual de objetos robados: El texto indica que Juan se dedica
habitualmente a la comercialización de objetos robados. Esta constancia en su
actividad delictiva muestra una intención deliberada y continua de infringir la ley, lo
que agrava su culpabilidad. No se trata de un acto aislado, sino de una práctica
recurrente.
3. Magnitud del delito: El valor intrínseco del lote de joyas robadas es enormemente
alto, superando quinientas veces el salario mínimo. Esta magnitud resalta la
gravedad del delito cometido por Juan. No se trata de un simple robo, sino de un
acto que involucra una cantidad significativa de bienes de alto valor, lo que aumenta
la gravedad de su culpabilidad.
4. Lucro como motivación: Juan continúa con esta actividad lucrativa a pesar de
conocer la ilegalidad de sus acciones. Su motivación principal parece ser el
beneficio económico que obtiene de la comercialización de objetos robados. Esta
búsqueda de lucro a expensas de la ley demuestra una falta de escrúpulos morales y
refuerza su culpabilidad.
En resumen, Juan puede ser considerado culpable de acuerdo con el artículo 368 Ter por
comerciar habitualmente con objetos robados, siendo consciente de su origen ilícito y el
alto valor de los mismos. Su conocimiento pleno de la ilegalidad de sus acciones, la
habitualidad de su actividad delictiva, la magnitud del delito cometido y su motivación
lucrativa son factores que sustentan su culpabilidad y justifican una sanción legal.

INOCENCIA:
1. Presunción de Inocencia: Aunque Juan es conocido en el mercado negro y se
dedica habitualmente a la comercialización de objetos robados, la ley establece que
toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. En este caso, se debe
demostrar fehacientemente que Juan es culpable de los cargos que se le imputan.
2. Ausencia de Pruebas Directas: Aunque se afirma que Juan tiene pleno
conocimiento de que los artículos que vende han sido obtenidos ilegalmente, no se
mencionan pruebas concretas que respalden esta afirmación. No hay evidencia
directa de que Juan esté al tanto de la procedencia ilegal de los objetos que
comercializa.
3. Intervención de Terceros: Es posible que Juan haya adquirido el lote de joyas
robadas sin conocer su origen ilícito. Podría haber sido engañado por terceros que le
proporcionaron las joyas, sin revelarle su procedencia ilegal. En este caso, su
detención podría ser injusta, ya que no habría actuado con pleno conocimiento de la
ilegalidad de sus acciones.
4. Circunstancias Atenuantes: Juan podría argumentar que se vio obligado a
participar en el mercado negro debido a circunstancias económicas adversas o falta
de oportunidades legítimas de empleo. Si puede demostrar que se vio presionado
por circunstancias externas, esto podría atenuar su culpabilidad y justificar una
sentencia más leve.
En conclusión, la falta de pruebas directas que demuestren el pleno conocimiento de Juan
sobre la ilegalidad de sus acciones, la posibilidad de haber sido engañado por terceros y la
presencia de circunstancias atenuantes podrían argumentarse en contra de su culpabilidad y
justificar una revisión más detallada del caso antes de imponer una sentencia.

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