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Para alguna ciudad “buenos atributos” querrá decir recursos humanos muy
calificados, muchas veces logrados por una alta densidad de escuelas técnicas
y universidades en la ciudad; recursos humanos que tienen resueltos sus
medios de reproducción básicos, es decir los de vivienda, salud y servicios
urbanos. Para esa ciudad “precio accesible” puede querer decir precios bajos
del suelo.
Para otra ciudad “buenos atributos” querrá decir conectividad, vía inter-net
telefonía, carreteras y/o aeropuertos; o líneas de energía, como gasoductos,
oleoductos y líneas de alta tensión. Para esa ciudad “precio accesible” puede
querer decir tasas bajas del impuesto predial.
1
El presente ensayo forma parte de una investigación más amplia denominada “La renta del
suelo, las finanzas urbanas y el municipio mexicano” que el autor lleva a cabo en la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
2
Secretario Académico del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) y
profesor de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM. Participación Auspiciada por el
Lincoln Institute of Land Policy (LILP).
3
Ver entre otros a Borja y Castells (1997), Sassen (2002) y Marcusen y Van Kempen (2000).
1
Desde luego que otras ciudades más, se encontrarán en algún lugar intermedio
entre estos dos puntos. No obstante, el entorno de competencia entre
ciudades creado por la globalización ha hecho que las ciudades se inclinen por
estrategias que parece ubicarlas más cerca de la segunda que de la primera
ciudad. En efecto, el énfasis parece ser el de reforzar los atributos que
alimentan la infraestructura física de la producción reduciendo los costos
operativos de radicar en la ciudad, en lugar de invertir en la infraestructura
social de la producción, es decir los recursos humanos reduciendo los costos
iniciales de instalarse en la ciudad.
Por un lado, está la ciudad que decide competir invirtiendo en capital humano,
pensemos simplificadamente en buenos servicios urbanos para las familias
trabajadoras y buenas escuelas para que los niños de dichas familias tengan
cada vez un futuro mejor, un atributo que muchas empresas de computación
buscan al decidir su instalación en una ciudad; conforme más empresas se
automatizan este es un atributo que más empresas buscan.
Para que la ciudad sea más tractiva, el precio del terreno para instalarse debe
ser bajo; pero eso no depende de la ciudad a menos que esta entienda como
funciona el mecanismo de formación del precio del suelo y actúen en
consecuencia. Regresaremos a este punto más adelante. Por lo pronto,
mencionemos dos de las prácticas usuales que las ciudades adoptan para
hacer que el precio de terrenos para las empresas sea bajo, o aparentemente
bajo:
2
regalarle al propietario capital social y “plusvalías” que ella misma
generó.
3
operación de la ciudad, en nuestro caso un impuesto predial bajo. Veamos los
efectos.
4
¿Habrá alguna manera de bajar el precio del suelo sin distraer
recursos públicos, y que además permita incrementar los recursos
de la ciudad que se puedan invertir en infraestructura social
productiva que no resulte en incremento en los precios de acceso
al suelo para las empresas?
5
compartir con el propietario del suelo para que éste le permita el uso del
mismo; la sobre-ganancia con que obtenga cada uno dependerá de la fuerza
relativa que cada uno tenga al enfrentar la negociación, y estará condicionada
por la información con que cuenten y el entorno cultural, jurídico y político en el
que se desenvuelva la operación.
Es así que el precio del suelo se forma a partir del tirón de la demanda y tiene
un carácter residual, es decir que a partir del precio del inmueble completo, el
suelo surge de descontar el capital invertido en él, incluyendo la ganancia
ordinaria de dicho capital.
6
demasiado libremente al capital) pueden estimularse o inhibirse ya sea si se
gravan poco o mucho.
Esta conexión entre la renta del suelo y el precio de venta, a través de la tasa
media de ganancia de los capitales, que se convierte en una tasa
capitalización, fue reconocida de tiempo atrás por los economistas de diversas
escuelas de pensamiento y constituye de hecho la base de la técnica de
capitalización de rentas ampliamente reconocida en la práctica valuatoria.
Ahora bien, supongamos que la única diferencia entre cada uno de los dos
terrenos de este ejemplo es que se encuentran en municipalidades diferentes;
situación que no es poco frecuente en las ciudades actuales, por consiguiente
cada uno de los terrenos está sujeto a un impuesto predial a una tasa anual
diferente.
4
Ver Andelson (2000) y Bird y Slck (2002).
5
Ver caso de Mexicali y otros en Baja California Norte reportados por Perló (2000).
7
El segundo terreno, se encuentra en otro municipio donde la tasa del impuesto
predial es alta, digamos de 0.8% anual, luego entonces, el impuesto sería de
$20,000 anuales; en este caso, el propietario recibiría una renta anual neta por
$80,000, que capitalizada al 4% anual resulta en un precio de venta de sólo
$2,000,000 a razón de $400 m2.
El efecto del impuesto predial en el precio del suelo es uno de las posibles
explicaciones de porqué como lo señala Smolka este es más alto en países
subdesarrollados que en países desarrollados, a pesar de que en estos últimos
la capacidad de ingresos es superior que en los primeros8.
El efecto que el impuesto predial tiene sobre el precio del suelo, lo hace un
impuesto diferente a cualquier otro que grava al capital o al trabajo sea vía la
producción o el consumo, donde generalmente el impuesto es trasladado hacia
el consumidor final o en su caso es compartido con el productor que sacrifica
parcialmente su utilidad dependiendo de la interacción de la elasticidad de la
oferta y demanda de las mercancías en juego. Sin embargo, en el caso del
suelo el propietario no encuentra más remedio que absorber el impuesto, por
6
La relación entre el impuesto anual y el valor en el mercado del inmueble.
7
El impuesto en el caso de Ecatepec resultaría en $6,460.99 anuales de conformidad con el
Art. 109 del Código Financiero del Estado de México y el valor unitario capitalizado de la
renta neta resultaría en $467.70 m2. El impuesto en el caso de Gustavo A. Madero resultaría
en $21,921.62 anuales de conformidad con el Art. 152 del Código Financiero del Distrito
Federal y el valor unitario capitalizado de la renta neta resultaría en $390.39 m2.
8
Ver Smolka (2003).
9
Según Minnesota Taxpayer Association (1999), citado por Bird y Slack (2002).
10
Ver Bird y Slack (2002).
11
Ver Morales (2001), caso más alto DF base renta y caso más bajo en Mérida base valor,
promedio para los cinco cajones de vivienda de interés social.
8
que la naturaleza monopólica del suelo, explicada arriba, hace que el precio
exigido ya se encuentre al tope de lo que el usuario pagaría, es decir que está
dedicado al “máximo y mejor” uso. Como ello va en detrimento de los ingresos
periódicos que puede obtener del suelo, es decir la renta, el precio que podrá
obtener en el mercado disminuirá en proporción inversa al aumento del
impuesto predial.
A partir de lo que hemos señalado, una mayor tasa del impuesto redundará en
ingresos mayores para la ciudad. Desde luego que no ignoramos la
importancia de contar con padrones actualizados, valores catastrales que
reflejen el 100% del valor de mercado, y de una recaudación efectiva y a bajo
costo, sino que estamos centrando nuestra discusión en aquel componente
importante del impuesto que es la tasa del mismo. Además estamos hablando
desde luego de una tasa efectiva alta, es decir de la relación entre la tasa del
impuesto y el valor de mercado del inmueble, una vez hechas las correcciones
por distorsiones por descuentos a la base, al impuesto o a cualquier exención
que acostumbren contener los códigos financieros.
Del mismo estudio, con información sobre diversos países hemos graficado la
posición que México guarda respecto del ingreso por impuestos a la propiedad
de los gobiernos del nivel subnacional con relación al PIB comparado con el
PIB per cápita del país. También hemos graficado el mismo indicador
comparándolo con el nivel de urbanización. En la primera gráfica14 se observa
como México se encuentra entre los países con los más bajos ingresos por
impuestos a la propiedad, 0.31% del PIB, a menos de un tercio de la media de
0.99% de los 15 países estudiados, aun y cuando su producto interno per
cápita era de 9,100 usd en 2000 apenas 23% inferior a la media de 11,780 usd
de dichos países. A simple vista se puede observar que México se encuentra
alejado y por debajo de la línea de tendencia dibujada en la gráfica.
12
Que recogen de un estudio realizado por Bahl (2001)
13
En transición de economía de planificación central a economía de mercado.
14
Ver gráfica A.
15
Ver gráfica B.
9
campo. No obstante lo anterior, México desaprovecha dicha base gravable de
manera notoria, a simple vista se puede ver que es el país que se encuentra
más alejado de la línea de tendencia dibujada en la gráfica.
Gráfica A:
Porcentaje de
4.5 impuestos a la
propiedad del nivel
Canada
4.0 subnacional
respecto del
3.5 producto interno
bruto, versus
3.0
ingreso per cápita
Australia (usd anuales).
2.5
Elaboración propia
2.0
con base en Bird y
Slack (2002).
1.5 Reino Unido
Rusia Alemania
Polonia
1.0
Argentina
Sudáfrica Chile
0.5 Indonesi Hungría
a México
India Tailandia Nicaragu
0.0
0 5,000 10,000 15,000 20,000 25,000 30,000
Gráfica B:
Porcentaje de
4.5 impuestos a la
propiedad del nivel
Canada
4.0 subnacional
respecto del
3.5
producto interno
bruto, versus
3.0
población urbana.
Australia Elaboración propia
2.5
con base en Bird y
Slack (2002).
2.0
Reino Unido
1.5
Rusia
Po lonia
Alemania
1.0
Sudáfrica
Chile Argentina
0.5 Indonesia
Hungría
Tailandia India Nicaragua M éxico
0.0
0 20 40 60 80 100
10
La inversión en infraestructura productiva social.
El incremento de los recursos por vía del impuesto predial en todo caso debe
regresarse a la ciudad pero en inversión productiva social, es decir de apoyo a
las familias trabajadores en servicios urbanos y educación que les permiten
reproducir su fuerza de trabajo de una manera provechosa para ellas mismas.
La reinversión de este tipo genera una derrama en los habitantes de la ciudad
más que en los inmuebles mismos, o si lo hace en los inmuebles como
indudablemente sucede con el incremento en la calidad de los servicios
urbanos, esta impacta en el patrimonio de las familias trabajadoras. Las
propiedades dedicadas a actividades productivas pueden encontrar en el sector
privado la fuente de su financiamiento para la infraestructura en lugar de
distraer fondos públicos.
11
propietarios impongan un precio monopólico por sus tierras. Con esta acción
se cierra por este otro lado el círculo vicioso de pocos recursos para servir
tierras que implica tierra servida escasa, que a su vez redunda en precios altos
del suelo, que sólo beneficia a los propietarios de la tierra.
Contestando la pregunta.
Advertencia final.
16
Ver Sedesol (2003)
12
en áreas metropolitanas formadas por diversos municipios y estos
cuentan con la posibilidad de proponer su propia tasa del impuesto,
como de hecho se los garantiza la Constitución17, podemos encontrarnos
con una competencia encarnecida entre jurisdicciones de una misma
ciudad que puede desembocar en la polarización entre zonas ricas y
pobres de la ciudad. Por ello se requiere concebir esquemas de
solidaridad y cooperación metropolitana que impidan que esto suceda.
17
Artículo 115.
18
En los municipios de Playas de Rosarito, Baja California (ver Tribunal Colegiado de Circuito
A), de Apodaca, Escobedo, Guadalupe, Monterrey, San Nicolás de los Garza, San Pedro
Garza García, y Santa Catarina en Nuevo León (ver Tribunal Colegiado de Circuito B) y José
Azueta en Guerrero (ver Tribunal Colegiado de Circuito D).
13
mientras que gravar las construcciones tenderá a ahuyentarlas,
entonces la estrategia recomendable es la de introducir de una vez por
todas un impuesto predial basado sólo en el valor del suelo.
Hemos querido cerrar nuestro ensayo destacando el impacto que puede tener
la jurisprudencia en el DF porque este caso puede generar un entorno de
declinación de la importancia que el impuesto predial había alcanzado en uno
de los pocos gobiernos locales donde este tributo era realmente significativo.
Es importante no encontrar desánimo en ello, sino en todo caso inspiración
para aprender de los errores y adoptar estratégicas de largo alcance para
fortalecer al impuesto predial como una de las recursos de política tributaria
fundamentales para la competencia sana de las ciudades en un entrono
globalizado.
Por ello repetiremos nuestra tesis para concluir puntualmente. Las ciudades
deben buscar la manera de bajar los costos de instalación de empresas para
atraerlas y la mejor manera de hacerlo no será sacrificando sus fuentes fiscales
19
Ver Tribunal Colegiado de Circuito (C).
20
Ver Morales Schechinger (2002).
21
Ver Suprema Corte de Justicia (2003).
14
sino aplicándolas sabiamente para que baje el precio de los factores clave de la
producción como es el caso del suelo.
Reiteramos que un impuesto predial alto tiene como efecto una baja en los
precios del suelo, con el efecto virtuoso de que con ello los ingresos de la
ciudad aumentarán con base en una fuente de riqueza que fue creada por la
misma colectividad, la ciudad, es decir el valor del suelo. Esos recursos
deberán dirigirse a la colectividad aumentando los servicios urbanos y
educativos que se traduzcan en inversión productiva social, en recursos
humanos que resultan uno de los principales atractivos que busquen las
empresas para establecerse.
Referencias
Andelson, Robert, ed., (2000), Land-value taxation around the world, tercer edición, ed.
Blackwell Publishers, Oxford.
Bird, Richard y Slack, Enid (2002), Land and property taxation around the world: A review” en
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Borja, Jordi y Castells, Manuel (1997) Local y global, la gestión de las ciudades en la era de la
información, ed. Taurus, México, D.F.
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-----Código Financiero del Estado de México (2003), ed. Ediciones Fiscales ISEF,
Nezahualcoyotl.
Jaramillo, Samuel (1994), Hacia una teoría de la renta del suelo urbano, ed. Ediciones
Uniandes e Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Santafé de Bogotá.
Marcuse, Peter y Van Kempen Ronald (2000), Globalizing cities: A new social order?, ed.
Blackwell Publishers, Oxford.
Minnesota Taxpayers Association (1999), 50 State property tax comparison study, sin ed., sin
lugar.
Morales Schechinger, Carlos (2002), “La base renta en el impuesto predial del Distrito Federal”
en Hacienda Municipal, no. 78, junio 2002 del Instituto de Desarrollo Técnico de las
Haciendas Públicas (Indetec), Guadalajara.
Morales Schechinger, Carlos (2001) “El impuesto predial y la vivienda de interés social en
México”, presentación en el Seminario sobre Vivienda de Asalariados, septiembre
2001, Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), México, Distrito Federal.
Perló, Manuel (2000) “México” en Andelson, Robert, ed., (2000), Land-value taxation around
the world, tercer edición, pp. 129-136, ed. Blackwell Publishers, Oxford.
15
Sassen, Saskia, ed. (2002), Global Netwoks: Linked Cities, ed. Routledge, Nueva York y
Londres.
Tribunal Colegiado de Circuito (A), Novena Epoca, Tomo XII, Diciembre 2000 Tesis: 1a,
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Tribunal Colegiado de Circuito (B), Novena Epoca, Tomo XVII, Enero 2003 Tesis: IV.2º.A.36A,
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Tribunal Colegiado de Circuito (C), Novena Epoca, Tomo XVII, Marzo 2003 Tesis: I.1º.A.J/12,
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Tribunal Colegiado de Circuito (D), Novena Epoca, Tomo XVII, Mayo 2003 Tesis: XXI.3º.12A
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Ventolo, William y Williams, Martha (1997), Técnicas de avalúo inmobiliario, ed. Real Estate
Education Company, Chicago.
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