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Psicomotricidad y sus trastornos.

Resumen Almonte.

Introducción
El término psicomotricidad, hace referencia a las funciones del movimiento corporal que son
procesadas psíquicamente. Integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y
sensoriomotrices en la capacidad de ser y expresarse en un contexto psicosocial.
Desempeña un papel fundamental en el desarrollo armónico de la persona.
Lebovici se refiere a la psicomotricidad como una globalidad corporal y psíquica
indisociable, en que interaccionan aspectos neurológicos, sensoriales, simbólicos,
relacionales, cognitivos, sociales, emocionales y afectivos.
En el concepto de la psicomotricidad es posible distinguir tres dimensiones: la motriz
referida al movimiento y ejecución propiamente tal; la cognitiva que permite acceder a la
representación mental de la experiencia motriz y a la progresiva internalización del mundo
externo, procesos que se inicia en la etapa de la inteligencia sensoriomotriz; y la afectiva
que se relaciona con la manera en que organizamos una actividad motriz, dependiendo de
variables personales del individuo, de la manera en que se relaciona este con las personas
y el medio donde se desenvuelve.
La actividad motriz implica la integración de tres niveles anatómicos: uno inferior (médula
espinal), uno intermedio (tronco encefálico y cerebelo) y uno superior (corteza cerebral). Los
dos primeros permiten que se mantenga la postura y el tono muscular, que al comienzo de
la vida posibilitan y sistema el resto de la actividad motriz. El tercer nivel es el encargado de
las acciones controladas y representaciones mentales que se relacionan con la actividad
motriz. A medida que avanza el desarrollo del niño los primeros 2 niveles se automatizan
para que el tercer nivel realice su función incorporando procesos cognitivos superiores
(aprendizaje).
Cuando los primeros niveles no logran generar una adecuada postura y tono muscular, se
hace necesaria la intervención del nivel superior; la cual entra en acción para mantener la
tonicidad y el control postural derivando en una disminución de la disposición al aprendizaje.
El desarrollo psicomotor está regido por las siguientes leyes según Arnold Gesell:
● Ley o gradiente cefalocaudal. Se refiere a que el desarrollo sigue un patrón regular
en la adquisición de las habilidades motrices y sensoperceptivas, conforme al cual
las partes superiores del cuerpo (cabeza y tren superior) comienzan a activarse
antes que las inferiores (extremidades inferiores).
● Ley o gradiente próximo distal. Las funciones motrices tienden a madurar primero en
las zonas más cercanas a la línea media del cuerpo, seguido de un segundo
momento por la maduración de las zonas más alejadas de la misma.
● Ley o gradiente general-específico. Los movimientos globales o generales aparecen
antes que los más localizados, precisos y coordinados.
● Es ordenado y predecible. Se conocen las destrezas que deben adquirirse en cada
edad de desarrollo.
● Es secuencial y acumulativo. Requiere de una conducta previa para adquirir o
aprender otra de nivel superior en complejidad.
● El ritmo puede variar en cada niñx. Por ejemplo, no todxs lxs niñxs logran la posición
sedante al mismo tiempo, pero se sabe que sucederá en el rango de 6 a 8 meses.
● Las áreas del desarrollo psicomotor (lenguaje, motricidad, cognición, conducta
adaptativa, socioemocional) avanzan en sentido ascendente, pero no
necesariamente a la misma velocidad, pueden aparecer retrocesos, detenciones o
desarmonías entre ellas.

Desarrollo psicomotor
Antes del nacimiento y en el primer año de vida lxs niñxs presentan formas de
actividad motriz que son heredadas, ya establecidas y que se desarrollan
progresivamente, estos son los llamados reflejos, es decir, una respuesta automática
e innata a la estimulación o acciones involuntarias desencadenadas por estímulos
externos de diferentes tipos. Están controlados por el tronco encefálico, por ejemplo,
le permiten al bebe descender por el canal del parto o succionar.
Algunas características de los reflejos son:
● Están controlados por los centros ubicados en el tronco encefálico cuya
función, entre otras, es regular la respiración y la frecuencia cardiaca.
● Son importantes en la estimulación del desarrollo temprano del sistema
nervioso central y los músculos.
● Son sustituidos más adelante por los movimientos voluntarios (control motor).
● Muchos de los reflejos en la infancia desaparecen a medida que el niñx
madura, aunque algunos se conservan durante toda la edad adulta, ya que
cumplen una función de protección.

Desarrollo motor grueso y fino desde el


nacimiento hasta los 12 años.
La motricidad gruesa está constituida por movimientos de conjunto, que permiten la
coordinación de grandes grupos musculares, en que intervienen los mecanismos de control
postural, equilibrio y desplazamientos. Los patrones locomotores de movimiento primarios
son la marcha, la carrera y el salto, sobre los cuales se basa el resto de los movimientos
locomotores: salto sobre un pie, salto de obstáculos, brincos trepar, habilidades con pelotas
(patear, atrapar, arrojar).
La motricidad fina o habilidades manipulativas se definen como patrones manuales que
incluyen:alcanzar asistir, agarrar, transportar, habilidades manipulativas dentro de las
manos, habilidades manuales bilaterales y movimientos finos de dedos. Tienen como base
los sistemas propioceptivo-táctil en ocasión con la información visual precisa. La
información y retroalimentación proveniente del sistema somato-sensorial juega un rol
fundamental en el desarrollo de las destrezas motoras finas, principalmente para los
movimientos en conjunto y por separado de los dedos y del pulgar. Son de gran importancia
para la interacción con el medio ambiente en general, por ejemplo, el uso de herramientas y
actividades de la vida diaria.
Funciones psicomotrices
Función tónica. Como base del movimiento tenemos al tono muscular cumpliendo tres
funciones fundamentales:
● Función motriz: mantiene la postura y facilita el movimiento gracias a un estado de
tensión constante de los músculos estriados.
● Función cognitiva: relaciona el acto motor con la situación interna o externa que lo
motiva.
● Función afectiva: modula las emociones debido a que la tensión o distensión
muscular se encuentran directamente relacionada con la expresión de la emotividad
mientras nos movemos.

Sistema postural. Constituido por el conjunto de información proporcionado por la postura


(sistema propioceptivo) y el equilibrio (sistema vestibular). Este integra todas las
informaciones corporales y espaciales necesarias para el sostén, comunicación y
aprendizajes humanos.
La postura es la posición que adopta el cuerpo en situación de comunicación - gesto
expresivo - y/o de aprendizaje. Se sustenta sobre el tono postural de base del individuo y
está influenciado por factores genéticos y los intercambios emocionales con el adulto.
El equilibrio corporal son las modificaciones tónicas que los músculos y articulaciones
elaboran con el fin de garantizar la relación estable entre el eje corporal y el eje de
gravedad, es decir, el trabajo coordinado de tensiones y distensiones, realizado en torno al
eje corporal, como referencia de estabilidad.

Organización espacio - temporal. La noción de espacio o espacialidad evoluciona desde el


conocimiento del espacio donde se encuentra el propio cuerpo, por ejemplo lx niñx es capaz
de reconocer las partes de su cuerpo y la gestualidad desplegada en el mismo. Luego pasa
a la etapa de espacio ambiental, referido al espacio circundante o próximo al cuerpo, donde
lx niñx accede a través de la exploración del ambiente y, por último, pasa a la etapa del
espacio simbólico relacionado con el mundo de las significaciones (representación mental).
La noción temporal surge del acto que se constituye por medio de la sucesión de
movimientos que están organizados secuencialmente.

Esquema corporal. El esquema corporal se define como la toma de conciencia global del
cuerpo que permite simultáneamente el uso de determinadas partes de él, así como
conservar su unidad en múltiples acciones que puede ejecutar. A medida que lx niñx se
desarrolla, logra la conciencia de su propio cuerpo y su adecuado reconocimiento, control y
manejo del mismo. Todas las experiencias tempranas del lactante van adquiriendo un
sentido, constituyéndose de esta manera en un conocimiento de su corporalidad; de cómo y
donde su cuerpo se mueve en el espacio y como lo hace con una determinada secuencia
temporal, parámetros que resultan también fundamentales en la construcción del esquema
corporal.
El esquema corporal se enriquece con nuestras experiencias cotidianas de manera que no
puede considerarse un dato inmutable una vez construido, sino maleable dentro de una
relativa permanencia. Unido al concepto de esquema corporal se construye la noción de
imagen corporal referida a la percepción subjetiva que tiene el individuo respecto de su
propio cuerpo y los sentimientos que emanan de dicha percepción. La imagen corporal es
producto de las sensaciones propioceptivas e interoceptivas junto con la impresión que una
persona tiene de sí misma; esta impresión depende del tono emocional y de su experiencia
con otros. Se estudia a través de la representación gráfica en el dibujo de la figura humana.
El concepto de esquema corporal se estudia desde la perspectiva del neurodesarrollo
(neurológico) a diferencia del concepto de imagen corporal que tiene sus bases desde el
psicoanálisis.
El desarrollo de la noción del esquema corporal depende mucho de la maduración y pasa
por varias etapas:
● Primeros años de vida: se limita a la relación del cuerpo con los objetos. Se
desarrollan acorde a leyes céfalo-caudal y próximo-distal.
● Hasta los 4 años, los elementos motores y cenestésicos prevalecen sobre los
visuales.
● Desde los 5 a 7 años, se integra la noción corporal de forma gruesa, y se logra la
transposición de sí mismo hacia los demás. Se desarrollan vínculos entre las
sensaciones cenestésicas y los campos sensoriales.
● Desarrollo de movimientos segmentarios pequeños, de corta extensión.
● conciencia de movimiento y de postura, alrededor de los 11 o 12 años de edad.

Lateralidad. La lateralidad se refiere a diferentes funciones de ejecución y control motriz por


parte de cada hemisferio cerebral. La lateralidad se define entre los 4 y 5 años de edad, y
es un hito madurativo esencial. Existen dos tipos de lateralidad corporal: morfológica
expresada en los movimientos involuntarios y en la gestualidad; y la funcional, expresada en
la habilidad motriz dominante adquirida por uno u otra extremidad (ojo-mano-pie) en los
aprendizajes sociales.

El sistema práxico. Constituido por el conjunto de informaciones espacio-temporal, son


propioceptivas, posturales, tónicas e intencionales, cuyo objetivo es la ejecución del acto
motor voluntario. Para esto, el individuo requiere de la coordinación de varios aspectos: un
deseo o intencionalidad, una organización postural adecuada que posibilite el movimiento,
una integración del espacio en el que se va a producir el acto motor y, por último, un plan
que estructure y organice el movimiento.

TRASTORNO EN LA ESFERA DE LA
PSICOMOTRICIDAD
Es importante mencionar que los trastornos psicomotores no responden a una lesión del
sistema nervioso central como los síndromes neurológicos. Pueden ser variables en su
expresión clínica, ya que están relacionados con factores emocionales, sociales, del
individuo y del contexto. Muchas veces no tienen las características de una patología
orgánica concreta, pues son la expresión de la conjunción de lo somático con lo emocional
que se expresan en una conducta final común,

Inestabilidad motriz /paratonia


Es una alteración de la ejecución motriz que consiste en un aumento y fluctuación del tono
muscular, que pueden generar contracturas musculares, sincinesias y movimientos
asociados, lo cual dificulta la realización de un acto motor coordinado. No puede
considerarse patológica en los primeros años de vida del niñx, ya que forma parte de la
evolución fisiológica y del desarrollo neuromotor normal. Pueden aparecer paratonías
patológicas producto de una situación (pasajera), y de paratonias patológicas en el contexto
de un retraso del desarrollo psicomotor o de un trastorno de la coordinación motora.

Trastorno de la coordinación motora o dispraxia.


Se refiere a la alteración en la producción coordinada de movimientos voluntarios y/o
dificultades para el aprendizaje de movimientos nuevos y complejos sin que exista un déficit
neuromotor o sensorial de base. Es una alteración de la organización de las praxias durante
su adquisición y desarrollo en la infancia y de las funciones cognitivas superiores en su
aspecto instrumental o de ejecución. Según esto último, podemos decir que, al igual que las
dislexias y disgrafías, este trastorno incluye un componente de procesamiento cognitivo por
lo que para algunos especialistas también podría formar parte de las dificultades de
aprendizaje. Lxs niñxs con dispraxia del desarrollo pueden presentar déficit en la
secuenciación motora, inhabilidad para manejar adecuadamente cada parte del cuerpo, hay
quienes muestran dificultades en el equilibrio, la coordinación y la ejecución gestual y
existen aquellos con defectos serios en múltiples habilidades motoras. Asimismo, puede
haber fallas en la integración del esquema corporal o en el reconocimiento y ubicación
espacial donde se despliegan las acciones motrices, En el caso de adultxs con problemas
de organización motora no hablamos de dispraxia sino de apraxia, ya que se asume que las
praxias han sido adquiridas durante el desarrollo evolutivo infantil; a diferencia de lxs niñxs
quienes están en proceso de adquirir estas habilidades. Apraxia significa la pérdida de
movimientos adquiridos y automatizados.

Características de niñxs con trastorno de la coordinación motora o dispraxia:


● Presenta dificultad o incapacidad para organizar adecuadamente cada movimientos,
pues no tiene bien integrado su esquema corporal, ni el conocimiento del espacio
donde va a desarrollar su acción.
● Presenta retrasos significativos en aprendizajes motores elaborados (andar en
bicicleta, aprender a patinar, trepar un árbol).
● El aprendizaje de habilidades motrices en estxs niñxs requiere de un tiempo y
entrenamiento mayor al de lxs niñxs sin dificultades.
● Su rendimiento académico en general es normal. Al contrario de otros trastornos del
aprendizaje, no es una causa frecuente de consulta médica, psicológica o
terapéutica.
● La torpeza motriz tiende a mejorar con el transcurso del tiempo, aunque nunca llega
a una ejecución completamente óptima.
● Es común que lxs niñxs con dispraxia del desarrollo presentan un coeficiente de
inteligencia verbal superior al coeficiente de inteligencia de ejecución en pruebas
estándares de inteligencia.
● Pueden tener algunas dificultades en pruebas de lenguaje receptivo y lectura,
aunque en general los defectos en la actividad motora son independientes del
rendimiento académico.
● Niñxs con dificultades en la coordinación motora suelen tener también alteraciones
muy significativas en la caligrafía, lo cual con el tiempo quizás se convierta en un
problema académico importante.
● A veces pueden demostrar mayores niveles de frustración que otros niñxs, o tienden
a evitar las actividades de juego o académicas que impliquen el despliegue de las
destrezas motoras o de planificación/secuenciación del movimiento.
● Pueden mostrar una conducta más desorganizada en tareas de la vida diaria,
desorden en sus materiales y pertenencias, lentitud en la ejecución de tareas.
● Suelen preferir hablar de fútbol más que jugar fútbol, ejemplificando así su reticencia
a hacer las acciones, prefiriendo comentarlas, usar canales verbales de expresión,
manipular la situación o desviar la atención hacia otra tarea.

En el primer año de vida no se puede hablar de dispraxia propiamente como tal, pues no
están integradas las praxias; sin embargo, puede aparecer la dispraxia oro bucolingual
afectando la deglución y dificultando la alimentación del lactante. En el periodo preescolar (2
a 5 años) pueden aparecer dificultades evidentes que comienzan a impactar el ámbito
académico, la autonomía personal en las actividades de la vida diaria y el desempeño
social. Por ejemplo, aparecen las manifestaciones de la dispraxia constructiva constructiva
al armar figuras a partir de las partes (puzzles) o dificultades de seriación (ordenar
elementos, de mayor a menor tamaño o viceversa, a pesar de tener claro el concepto de
seriar); dificultades para representar gráficamente lo imaginado o tropezar en el uso de
herramientas o actividades de artes plásticas. Desde el punto de vista emocional, hay niñxs
que pueden presentar importantes trastornos y dificultades para establecer contacto social
con otros y un relativo aislamiento.

Al igual que las apraxias las dispraxias se clasifican en:


Ideomotora. Se caracteriza por un déficit en el programa motor que se precisa para la
realización del gesto(la persona sabe que tiene que hacer, pero no sabe cómo hacerlo). Los
principales errores que pueden evidenciarse mediante la observación clínica son: dificultad
en la ejecución a nivel temporal (por ejemplo, velocidad y/o ritmo inadecuados para ejecutar
una tarea que pueden dar lugar a movimientos fragmentados, sin continuidad) y dificultad a
nivel espacial (por ejemplo, orientación y desplazamiento de las manos y los dedos
incorrectos respecto al objeto a utilizar); utilización de una parte del cuerpo como si fuera un
objeto, previo a una correcta asociación objeto-función-acción(como utilizar el dedo indice
en la boca como cepillo de dientes) y realce gestual (como un movimiento exagerado o
desproporcionado en relación con el gesto que se demanda).

Ideatoria. Se caracteriza por una alteración en el plan ideacional de la acción. Se produce


una pérdida del concepto del gesto, así como de las secuencias de movimientos y el orden
de los pasos que se precisan para la actividad por lo que la persona no sabe que tiene que
hacer. Los principales errores que pueden evidenciarse en la observación clínica son:
realización de una acción reconocible, pero inapropiada para el objeto presentado y errores
en la secuencia.

Orofacia verbal. Se caracteriza porque lxs niñxs presentan un habla poco inteligible, errores
en los sonidos del habla, errores en la articulación de las vocales, se suele apreciar
esfuerzo, tanteos o titubeos en la producción de algunos o incluso todos los fonemas,
dificultad para producir voluntariamente fonemas aislados o secuencias de fonemas que
han sido producidos correctamente en otras ocasiones, fallos en la ejecución, en aislar y
secuenciar movimientos orales. No se observan problemas estructurales ni neurológicos en
los mecanismos orales que justifiquen la ausencia de inteligibilidad.
Postural. Dificultad para realizar movimientos amplios coordinados en una tarea compleja
entrenada o no habitual, lo que se evidencia en la ejecución de movimientos lentos, torpes y
sin un orden inadecuado para llevar a cabo una acción motriz.

Construccional. Dificultad para ensamblar, dibujar, articular o unir partes para formar una
estructura unitaria simple.

Del vestir. Dificultad para ajustar o adecuar la correcta colocación de una prenda de vestir.
Dificultad para aplicar una adecuada prensión manual respecto al tipo de prenda a usar. Se
valora la alteración o no de habilidades perceptivas, como la orientación de la prenda en
relación con el propio cuerpo o en el espacio y que forman parte de una misma actividad.
Además, la dificultad en el gesto de abotonar/desabotonar los botones de una camisa.

Disgrafia
Se refiere a los errores que afectan a la escritura en cuanto a la realización y trazado de
letras que puede afectar su lectura o significado. En niñxs con disgrafía se observa una
lenta velocidad de ejecución de la escritura y de manera ilegible, situación que retrasa o
interfiere su desempeño escolar.
Puede aparecer como síndrome único o en conjunto con otras dificultades de aprendizaje.
El diagnóstico se realiza en niñxs mayores de 7 años de edad y con adecuada escolaridad.
Lx niñx debe presentar una mala caligrafía, letra de tamaño desproporcionado a las líneas
del cuaderno, mezclar en una misma palabra letras mayusculas con minusculas o tambien
letra imprenta con cursiva, márgenes irregulares en los cuadernos, líneas torcidas o
pegadas unas con otras, trazo inseguro e irregular, borrens e ilegibilidad total o parcial.
Estos rasgos pueden observarse en la etapa inicial de la escritura (escritura precaligráfica) y
pueden ser totalmente independientes de los errores en la lectura y ortografía. Estas
manifestaciones en la escritura también se pueden esperar durante la adquisición de la
lectoescritura o cuando lx niñx empieza a personalizar su letra, la que a veces se hace
ilegible. Para alcanzar el momento de la personalización de la letra, lx niñx tiene que
interiorizar primero los grafemas y las grafías:
La disgrafía se puede producir por:
● Un desorden en la organización motriz del niñx: motricidad inestable y/o perturbación
del equilibrio cinético y tónico.
● Desórdenes de la organización del gesto y del espacio: trastorno en la
representación, utilización del cuerpo y trastorno de la representación del espacio.

Inhibición psicomotriz
Este concepto se refiere a la alteración que pueden presentar algunxs niñxs y adolescentes
en el estado tónico de su cuerpo, es decir, a la presencia de un tono postural y cantidad de
movimiento/gestualidad más bien descendido según lo esperado a la situación. Este puede
formar parte de la personalidad del individuo o constituirse como un signo de algún cuadro
psicopatológico.
El estado tónico está ligado a factores biológicos, hereditarios y emocionales del individuo y
traduce la multiplicidad de fenómenos neurofisiológicos y psicológicos que se involucran en
la iniciativa motora; mediante esta, es posible exteriorizar conflictos intrapsíquicos,
intenciones de relacionarse socialmente, estilos motrices según la personalidad, entre otros.
Lxs niñxs/adolescentes reducen la cantidad de movimientos o persisten en actitudes o
posturas motrices por bastante tiempo sin fatiga aparente, lo que podría indicar una
reducción de la posibilidad de relacionarse con el mundo externo y una falla de los medios
para reconocer la propia corporalidad.

Alteraciones del esquema corporal / lateralidad


Un esquema corporal mal estructurado representa un déficit en la relación sujeto/mundo, lo
que podría manifestarse con problemas en distintos planos:
● En el plano de la percepción: Es posible observar dificultad para la ubicación de su
cuerpo en el espacio, dificultad para moverse según indicaciones (arriba,abajo,atrás
adelante); dificultad para seguir ritmos y secuencias de movimientos.
● En el plano de la motricidad: es decir, torpeza y descoordinación motriz, en que los
individuos muestran un mal ajuste postural por dificultad en la toma de conciencia
acerca de cómo está dispuesto su cuerpo y acerca de cómo mover los segmentos o
extremidades a la velocidad y con la anticipación necesaria para realizar un acto
motor.
● En el plano de la relación con los demás: lo que podría relacionarse más con el
concepto de imagen corporal y de la percepción de nuestro cuerpo en relación a
otras personas. Pueden surgir entonces sentimientos de inseguridad, incomodidad
personal, proximidad o lejanía con los otros o dificultades relacionales.

Evaluacion e intervencion
Se han desarrollado varios instrumentos gold estándar para la identificación de niñxs con
rezagos del desarrollo, los cuales incluyen:
● los dominios definidos por Gesell, y la combinación con subescalas de los mismos.
● la escala Bayley de desarrollo infantil-III para niñxs de uno a cuarenta y dos meses
de edad;
● el Denver Developmental Screening Test II para tamizaje de niñxs de hasta 6 años
de edad;
● y el inventario de desarrollo Batelle destinado a niñx de entre uno y ocho años de
edad.

Destaca la compilación de varias pruebas en el examen psicomotor de PICQ y VAYER para


la primera y segunda infancia (2 a 13 años de edad); este consiste en seis pruebas de
psicomotricidad y seis pruebas complementarias, graduadas en edad y en que se compara
la ejecución cualitativa de lxs niñxs con pautas de desempeño que se consideran normales.
La intervención se basa en la reeducación psicomotriz o terapia psicomotora. Esta pretende
readaptar al niñx a la actividad mental que precede a la elaboración del movimiento,
buscando mejorar las estructuras psíquicas responsables de la transmisión, ejecución y
control del movimiento, a través de un mejor reconocimiento espacio-temporal basado en
una mayor disponibilidad corporal.

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