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Eduardo Suárez fue nombrado Jefe de área hace 6 meses y se encuentra completamente
confundido, porque a pesar de todos sus esfuerzos, las cosas no han sucedido como
esperaba. Es por eso que se ha acercado a ti, la persona en la que más confía y quien ha
salido adelante dentro de la empresa sin importar las situaciones adversas.

Durante la charla él te relata lo siguiente:

Hace 6 meses me dieron la oportunidad de ser Jefe de área y creí que tenía todo para ser
el mejor, pero no fue así. Traté de comportarme como tú, ya que eso es garantía de éxito.
Obviamente estaba muy estresado y mis colaboradores también, esperando mis primeras
instrucciones. Primero los invité a desayunar y les dije lo que esperaba de cada uno de ellos
con base en mis expectativas y pensé: “Todo está listo para triunfar”.

Al pasar el primer mes todo iba mal, estaban molestos y no hacían lo que les pedía, solo
había pretextos y excusas, además de que las ventas cayeron, por lo que un fuerte regaño
de mi Gerente que muy molesto me dijo: “Esperaba más de ti”.

Sentía cómo el coraje y la frustración me recorrían. Durante todo el mes llegué tarde a casa,
ni siquiera salí a comer por revisar y buscar la mejor forma de lograr los objetivos.

Sé que soy un buen líder, responsable y muy trabajador, planifico y verifico cada actividad
de mí área, y aunque la situación no es muy buena, busco tener actitud positiva.

“¿Qué está sucediendo? ¿Será que mis colaboradores quieren sabotearme? He


puesto todo mi empeño en lograr mis objetivos”.

Decidí entonces cambiar de estrategia. Hablé con el equipo muy seriamente, los regañé,
les di los nuevos lineamientos y les dije “O hacen lo que les pido o se van”.

Dime, ¿qué hice mal? Han pasado 6 meses y la situación ha empeorado, actúan con miedo
y prácticamente no me hablan. Entre ellos la situación es muy tensa, y además de bajar las
ventas, ha traído quejas de los clientes porque no estamos dando el servicio que se espera.

¡Ayúdame!

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