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LA FORMACIÓN DE EUROPA

CONQUISTA, COLONIZACIÓN
Y CAMBIO CULTURAL, 950-1350

Robert Bartlett

Traducción de Ana Rodríguez López

' •1

UNIVERSITAT DE VALENCIA
UNIVERSIDAD DE GRANADA
2003
Para Penelope

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Títol original: The Making ofEurope. Cunquest, Colonization and Cultural Change, 950-1350

Primera edició: Allen Lane, 1993


Segona edició: Penguin Books, 1994

© Robert Bartlett, 1993


© D'aquesta edició: Universitat de Valencia, 2003
Universidad de Granada, 2003
© De la traducció: Ana Rodríguez López, 2003

Fotocomposició i maquetació: Inmaculada Mesa


Disseny de la coberta: Celso Hemández de la Figuera

ISBN: 978-84-370-5691-3
Diposit legal: SE-1659-2009

Impressió: Publidisa
ROBERT BARTLETT
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mover las corrientes de numerario a través de la cristiandad. La transacción


gana en significado cuando recordamos que este Enrique de Mecklemburgo
era descendiente de los príncipes eslavos paganos que a mediados del siglo
XII no habían sido cruzados sino, por el contrario, el objetivo de los cruzados.
Sus antepasados podrían quizás haber encontrado algo extraña la predicción XI. LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA
de que su descendiente caería en manos de los sarracenos mientras llevaba
la cruz. Estos ejemplos muestran cómo se había producido en este período
un despliegue masivo de hombres y recursos, que conducía a los pueblos y Evitamos inconvenientes muy grandes cuando perpetuamos los
a las riquezas desde lugares paganos remotos hasta los núcleos centrales de hechos de nuestro tiempo a través del poder de la escritura.'
la cristiandad latina. Hacia 1219, por ejemplo, el clero de Riga, una provincia
de la Iglesia latina que no existía una generación antes, hacía contribuciones
para la campaña contra Damietta. La escena internacional sobre la que el
papado y la Iglesia latina se movían se encontraba en un proceso continuo
de ampliación entre los siglos XI y xm, lo que había provocado que se pusieran
La frase «la europeización de Europa» puede sonar en principio paradó-
en contacto, de forma inesperada, regiones que previamente estaban bastante
jica. Un instante de reflexión, sin embargo, aclara que esta frase sirve para
aisladas las unas de las otras: la financiación de una campaña contra Egipto
llamar la atención sobre una variedad de complejos procesos. Si se toman en
a partir de los beneficios del comercio y la agricultura de Livonia fue una de
cuenta las connotaciones de «americanización», un término paralelo aplicado
estas conexiones.
a la Europa de la posguerra, se hace evidente el alcance de la interrelación
entre el impacto de la ocupación militar, nítido aunque limitado, el proceso
de imitación cultural y social más difuso pero también más global y la cuestión
general del desarrollo convergente. Además, y esto también emerge de la
analogía, conceptos como «americanización» y «europeización» no siempre
implican que detrás de este proceso hay una «América» o una «Europa» es-
trictamente localizables. La «América» en el término «americanización» no
es una realidad geográfica; es un constructo. Del mismo modo, «Europa» es
un constructo, una imagen de un conjunto de sociedades que se considera
que tienen algo en común. La frase «la europeización de Europa» trata de
resaltar el hecho de que, en el curso de los siglos centrales de la Edad Media,
se produjo un cambio radical en lo que se compartía y en su alcance.
Al decir que Europa es un constructo no estamos diciendo que se trate
puramente de una creación metafórica. La europeización de Europa, en la
medida en que constituyó una expansión de una cultura particular mediante
conquistas e influencias, tuvo su núcleo central en una zona del continente,
es decir, Francia, Alemania, el oeste del Elba y el norte de Italia, regiones
que tenían una historia común como paite del Imperio franco de Carlomagno .
La homogeneización cultural de Europa estuvo así, en parte, en función de
la hegemonía militar franca que se ha descrito en los capítulos iniciales de
este libro. Desde esta parte de la Europa occidental salieron en todas direc-,
ciones las expediciones de expansión, y hacia 1300 estas guerras habían

1
Helbig & Weinrich, 1, núm . 68, p. 274 (Borwin de Mecklemburgo para Gadebusch).
ROBERT BARTLETT LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA
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creado una anillo de estados de conquista en las periferias de la cristiandad «de dar a los niños el nombre de los santos en cuyos días habían venido al
latina. Sería fácil fijar la atención exclusivamente en el componente militar mundo». 5 De esta forma, coincidían con frecuencia las variaciones geográ-
de este movimiento de expansión, pero tan importante como éste fue el pro- ficas y cronológicas de la popularidad de los santos y de la frecuencia de los
ceso de cambio cultural que se entretejió -y no fue meramente uno de sus nombres.
resultados- con el más puramente militar. En la Alta Edad Media la mayoría de las regiones de Europa tenían re-
En realidad, es sorprendente que los historiadores de la Edad Media ha- pertorios de nombres muy localizados. Es fácil, con unos cuantos nombres
yan utilizado el término «europeización» especialmente al referirse a aque- de persona, adivinar de qué región o de qué grupo étnico se está hablando.
llas regiones en las que se había producido un cambio cultural y social en la Entre los germanos aristócratas se puede hacer incluso una suposición bas-
Plena Edad Media sin la presión de la invasión extranjera o de la conquista. tante plausible sobre la familia, tan distintos y particulares eran los patrones
El historiador húngaro Fügedi escribe: «Afirmamos que Hungría fue onomásticos. Quienes se andaban desplazando de un mundo cultural o lin-
europeizada (europdisiert) en el curso de los siglos XII y XIIT». 2 Alfonso VI güístico a otro podían sentirse presionados para adoptar un nuevo nombre,
de León y Castilla, un activo gobernante de otro flanco de la Europa poscaro- como una táctica destinada a evitar el sentimiento de un cierto extrañamiento.
lingia, la Península Ibérica, se ha caracterizado como «deseoso de europeizar A su llegada a Normandía en 1085, por ejemplo, el niño oblato Orderico re-
sus tierras», al llevar a cabo un programa uno de cuyos objetivos era la «eu- cibió un nuevo nombre: «Se me dio el nombre de Vitalis eri lugar de mi
ropeización de la liturgia» .3 El término irrumpe también en el debate sobre nombre inglés, que sonaba áspero a los oídos de los normandos». 6 Cuando
los reyes «modernizadores» de Irlanda en el siglo XII.4 Su uso es,por supuesto, las mujeres nobles se casaban con miembros de familias regias extranjeras
incorrecto, por no decir un sinsentido, desde un punto de vista estrictamente que hablaban una lengua diferente, no era extraño que adoptaran un nuevo
geográfico, puesto que Irlanda, España o Hungría forman parte del continente nombre. Las princesas bohemias Swatawa y Marketa se convirtieron, res-
de Europa, definido geográficamente. Su significado radica más bien en la pectivamente, en la condesa germana Liutgarda y la reina Dagmar de Dina-
asunción de que existía una cultura o una sociedad (quizás en este nivel de marca.7 La esposa de Enrique 1 de lnglate1Ta era «Matilde, antes llamada
generalización la distinción entre ambos conceptos no importe demasiado) Edith».8 El estrecho vínculo entre el nombre y el grupo étnico o local explica
cuyo corazón se encontraba en las antiguas tierras francas, era latina y cris- la presión diplomática para que se cambiaran los nombres.
tiana pero no era un sinónimo de la cristiandad latina, estaba marcada por El mismo regionalismo intenso es cierto en el caso de los santos. Sus
ciertos rasgos sociales y culturales y estaba inmersa en un proceso de expan- cultos tenían por lo general uno o dos centros capitales, donde se encontraban
sión a expensas de las regiones circundantes durante la Plena Edad Media y las principales reliquias, rodeados por una zona de relativa densidad de culto
de transformación a medida que se producía dicha expansión. Algunos de donde se podían encontrar iglesias con esa advocación, quizás reliquias
estos rasgos sociales y culturales constituyen el tema de este capítulo. subsidiarias y gentes que se llamaban como el santo; es decir, una zona que
solapaba con los cultos de otros santos locales adyacentes. Si nos topamos
con una ciudad cuyas iglesias están dedicadas a los santos Chad, María y
SANTOS Y NOMBRES Alcmondo, sabemos que estamos en las Midlands inglesas (el ejemplo es
Shrewsbury).9 Esta concentración regional es característica incluso de los
Los santos y los nombres son dos aspectos que guardan una estrecha cultos que gozaron de mayor éxito. Por ejemplo, aunque había más de 700
relación. Los padres o los responsables de elegir el nombre de un niño a me- iglesias dedicadas a san Remi, el 80 por ciento de ellas estaban situadas
nudo daban preferencia a los nombres de los santos que significaban algo en
particular. Al parecer, existía entre los bohemios medievales la costumbre
5
Pedro de Zittau: Chronicon Aula e Reg iae, 6, J. Emler (ed .) , Fontes rerum Bohemicarum,
4, Praga, 1884, pp. 1-337, en p. 12.
6
2
Erik Fügedi: «Das mittelalterliche Konigreich Ungarn als Gastland», en Walter Schlesin- Orderico Vitalis: Historia Ecclesiastica, 13.45, Marjorie Chibnall (trad. y ed.), 6 vols.,
ger (ed .): Die deutsche Ostsiedlung als Problem der europiiischen Geschichte (Vortriige und Oxford, 1968-1980, vol. 6, p . 554.
7
Forschungen, 18), Sigmaringen, 1975, pp. 471-507 ,en p.494; ej. p. 480: «die Europaisierung Heinz Zatschek: «Namensanderungen und Doppelnamen in Bohmen und Miihren im
Ungarns». hohen Mittelalter», Zeitschrift jür Sudetendeutsche Geschichte, 3 (1939), pp. 1-11, en
3 Derek W. Lomax: La Reconquista, Barcelona, 1984, pp. 78 y 87 . pp. 3-4.
4 Marie Therese Flanagan: Monastic Charters jrom lrish Kings oj the Twelfth and 8 Orderico Vitalis: Historia ecclesiastica, 8.22, Chibnall (ed.), 4, p. 272.
9
Thirteenth Centuries (memoria inédita), Dublín, University College, 1972, p. 213. Victoria County History oj Shropshire, 2 , Londres, 1973 , p. 5.
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dentro de un radio de 300 kilómetros de centro principal en Reims .10 El his- más de 600 hombres: tres cuartas partes de ellos tienen un repertorio bastante
toriador Charles Higounet cartografió los lugares cuyos nombres procedían limitado de nombres, quince de los cuales eran los más populares con
de los santos de la Aquitania merovingia y descubrió que los ríos Loira, diferencia. De este grupo, de nuevo tres cuartas partes tenían nombres de
Ródano y Gironda constituían el límite de su difusión. 11 origen normando. Había 86 Guillermos y 59 Robertos. Menos del seis por
En los siglos XI y xn comenzó a transformarse este mundo tan comparti- ciento tenían nombres de origen anglosajón o angloescandinavo. 14
mentado. Empezaron a circular los nombres y los santos a través del sistema. Los santos ingleses se mostraron más adaptables que los nombres ingleses,
En ocasiones, esto fue el resultado de la conquista. Inglaterra proporciona y su historia en el período posterior a la conquista ofrece una buena contrapo-
un claro ejemplo de un cambio de estas características. En 1066 el país fue sición a la historia de la nomenclatura. Justo después de 1066, los normandos
conquistado por un ejército de francoparlantes procedentes del norte de al parecer comenzaron a burlarse de los santos locales y los pusieron bajo
Francia. En el período de unos pocos años, ese ejército se había transformado sospecha. La conquista les había trasladado desde un entorno propio de un
en una aristocracia terrateniente, una aristocracia cuya lengua era el francés conjunto de santos, que les eran familiares, a otro entorno diferente, compues-
que gobernaba a un campesinado que sólo hablaba inglés. No sólo los dos to por santos extranjeros e inquietantes que teriían nombres extraños. Lan-
grupos hablaban lenguas diferentes, también tenían nombres diferentes. franco, el primer arzobispo normando de Canterbury, escribió: «Estos ingleses
Aunque ambas nomenclaturas, la normanda y la anglosajona, eran germánicas entre los que vivimos han elegido ciertos santos a los que veneran. Pero a
en origen, en las dos regiones se habían confeccionado repertorios de nombres veces, cuando doy vueltas en mi mente a los relatos de sus vidas, no puedo
bastante diferentes. Los Ethelredos,Alfredos y Eduardos ingleses se enfren- evitar tener dudas acerca de la calidad de su santidad» .15 Lanfranco actuó
taban a los Guíllermos, Enriques y Robertos normandos. En el siglo XI la según le dictaron esas dudas eliminando a san Elpigio y a san Dunstan de la
distinción es bastante hermética, por lo que un nombre puede considerarse liturgia de Canterbury. 16 En la abadía de St.Albans, su primer abad normando
un indicador fiable de origen étnico. La situación había cambiado radical- ordenó la destrucción total de los sepulcros de los santos anteriores a la
mente en el siglo XII. Es evidente que los nombres se encuentran entre los conquista ya que consideraba a sus predecesores anglosajones rudes et idiotas,
elementos más maleables de la cultura lingüística al ofrecer una reiterada es decir, «groseros e iletrados». 17 Los resultados de la tensión provocada por
posibilidad de elección; pronto, al parecer, la población nativa de Inglaterra esta competencia entre cultos se ponen de manifiesto de forma vívida en la
optó por adoptar los nombres de sus conquistadores. El tipo de presión que siguiente historia, procedente de un relato de la vida y milagros del santo
entraba en juego se revela en la historia de un joven, nacido en el área de anglosajón Ethelberto:
Whitby hacia 1110, cuyos padres le bautizaron inicialmente como Tostig,
Vivía en la vecindad del lugar donde se había construido la iglesia del
pero «cuando sus jóvenes compañeros se burlaban del nombre» se lo cambió
mártir [Ethelberto] un hombre llamado Vitalis, que era de origen
por el respetable nombre normando Guillermo. 12 Este proceso se inició entre
normando. Debido al gran odio innato entre ingleses y normandos,
el alto clero y la gente de las ciudades. De los aproximadamente treinta ca- juzgaba que nuestro mártir no merecía honor ni reverencia. El día en
nónigos de San Pablo en Londres, por ejemplo, sólo uno o dos tienen nombres que su esposa debía acudir al culto, le hizo ir a otra iglesia para que
ingleses a partir del comienzo del siglo xn. 13 El campesinado también se realizara allí los solemnes ritos de purificación. Ella acabó el servicio
apuntó a la moda. Una lista de tenentes campesinos del obispo de Lincoln y volvió. Sucedió entonces que Vitalis entró en la casa de un cierto
en 1225, un siglo y medio después de la conquista normanda, muestra cómo
la clase baja rural había adoptado los nombres de sus señores. Se enumeran 14
Gillian Fellows Jensen : «The Names of the Lincolnshire Tenants of the Bishop of
Lincoln c. 1225», en Otium et negotium: Studies in Onomatology and Library Science
presented to Olofvon Feilitzen (Acta Bibliothecae Regiae Stockholmiensis, 16), Estocolmo,
10
Una excelente presentación gráfica del culto de san Remigio en Grosser historischer 1973, pp. 86-95.
Weitatlas, 2: Mittelalter, Bayerisch Schulbuch-Verlag (ed.) (ed. rev.), Munich, 1979, mapa 15
Eadmer: Lije of St Anselm, R. W. Southern (trad. y ed.), Londres, etc., 1962, p. 51;
68a: «Die Verehrung des Hl. Remigius». para un punto de vista diferente sobre las actitudes normandas hacia los santos anglosajones,
11
Charles Higounet: «Les saints merovingiens d'Aquitaine dans la toponymie», en su véase Susan Ridyard: «Condigna veneratio: Post-Conquest Altitudes to the Saints of the
Paysages et villages neufs du Moyen Age, Burdeos, 1975, pp. 67-75 . Anglo-Saxons», en Anglo-Norman Studies, 9 (1986), R. Allen Brown (ed.), pp. 179-206;
12
Godofredo de Durham: Vita Bartholomaei Farnensis, 1, en Symeonis monachi opera David Rollason: Saints and Re/ics in Anglo-Saxon England, Oxford, 1989, pp. 217-238.
omnia, Thomas Amold (ed.), 2 vols., RS, 1882-1885, pp. 295-325, en p. 296. 16
Margaret Gibson: Lanft·anc of Bec, Oxford, 1978, pp. 170-172.
13 17
Christopher Brooke: «The Composition of the Chapter of St Paul's, 1086-1163», Gesta abbatum monasterii sancti Albani, Henry T. Riley (ed .), 3 vol s., RS, 1867-1869,
Cambridge Historical Journal, 10 (1951), pp. 111-132. vol. 1, p. 62 .
358 ROBERT BARTLETT LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 359

caballero de gran virtud llamado Godiscalco, y la señora de la casa, forma particularmente intensa. Por una parte, los cruzados fueron haciéndose
Lecelma, le criticó por atreverse a tratar a la iglesia de San Ethelberto con las reliquias que encontraban en sus viajes. El conde Roberto de Flandes,
con tal desprecio. Vitalis, sin embargo, llevado por la enfermedad del de paso por Apulia para unirse a la Primera Cruzada, consiguió «algunos de
espíritu y medio loco, dijo: «Preferiría que mi mujer rezara al pesebre los cabellos de la santa Madre de Dios[ ...] y reliquias del apóstol san Mateo
de mis vacas antes que al que llamas Ethelberto». Cuando dijo esto, y de Nicolás, el confesor de Cristo, cuyos cuerpos, no hay duda, están en
el hombre cayó fulminado al suelo y murió miserablemente delante Apulia», que envió a su esposa a Flandes. Más de tres años después, a su
de todos ellos. 18
vuelta de Jerusalén, «trajo consigo el brazo de san Jorge el mártir, que envió
a la iglesia de Anchin» .20 El saqueo de Constantinopla de 1204 hizo estallar
Pero los conquistadores no siempre estaban tan cegados por las pasiones
una bomba de reliquias cuyos fragmentos se repartieron por todos los confines
del culto. Las grandes iglesias, que habían hecho grandes inversiones en sus
de Europa en los años siguientes. Los cruzados, además, llevaron santos
santos, sobrevivieron. Gradualmente, la aristocracia de nueva planta se con-
occidentales a Oriente. En la década de 1190 las poblaciones franca y armenia
virtió en una aristocracia local. A finales del siglo XII se congregaban a rezar
de Antioquía llegaron a las manos en la discusión sobre si debía dedicarse
ante los sepulcros de los santos antiguos gentes de origen tanto inglés como
una capilla al armenio san Sarquis o a san Hilario de Poitiers, evidentemente
normando. Durante el reinado de Enrique III se produjo un clímax simbólico.
un santo galo importado. 21 Una generación más tarde, con objeto de honrar
A pesar de ser descendiente de aristócratas franceses y de que dejara claro el papel de los ingleses en la captura de Damietta en 1219, se convirtieron
que su corazón debería enterrarse en Fontevrault, en el valle del Loira, Enrique en iglesias dos mezquitas de la ciudad y se dedicaron a sus santos nacionales,
era un ardiente partidario de san Eduardo el Confesor, muerto en 1066 y el Edmundo el Mártir y Tomás Becket.22 La erección de una capilla dedicada a
último del linaje de los reyes de Wessex. No sólo invirtió miles de libras pa- un santo de Suffolk en una gran ciudad portuaria egipcia ilustra de forma
ra dar a este santo anglosajón un acomodo apropiado en la abadía de West- contundente el nuevo internacionalismo de los santos.
minster, ahora reconstruida según el nuevo estilo francés, sino que su pri- Sin embargo, otro factor complica aún más el panorama, ya que el trasvase
mogénito fue bautizado en 1239 con el nombre de Eduardo. Fue el primer de nombres y de santos de unas regiones a otras de Europa -gracias a las
rey desde la conquista normanda que dio a sus hijos nombres anglosajones, conquistas o a otros factores- no era el proceso más importante que se produjo
y este caso ilustra cómo se produjo el movimiento pendular desde un extremo, a lo largo de los siglos XII y XIII. Simultáneamente, se estaba transformando
el de la «normandización» de la nomenclatura inglesa, hasta el contrario, el el modelo mismo de la antroponimia y del culto a los santos en la cristiandad
de la adopción de los cultos de los santos nativos por los dinastas y los aris- latina. Por todas partes se difundían cada vez más los santos universales y
tócratas franceses que habían atravesado el Canal. los cultos dominicales. Los santos apostólicos, en particular, Pedro y Juan,
Como se comprueba en el caso inglés, la conquista difundió un elemento la Madre de Dios, la Trinidad, San Salvador o el Corpus Christi, acabarían
de la cultura lingüística de los conquistadores, la nomenclatura, mientras de por eclipsar los santuarios locales y los cultos de la Europa altomedieval. En
forma simultánea exponía a estos a la influencia de cultos que les resultaban el siglo XII, por ejemplo, las iglesias de Gales adoptaron santos universales,
extraños. La migración y las nuevas conquistas de los siglos centrales de la como María y Pedro, como patrones que se añadían para reforzar a sus
Edad Media hicieron que esta situación se volviera familiar. Cuando los desconocidos santos locales.23 En el siglo XIII, tras la llegada de los mendi-
ingleses y los galeses se establecieron en Irlanda llevaron consigo sus santos,
de tal forma que la fiesta de San Eduardo el Confesor se celebraba en Dublín 2º Edmond de Coussemaker (ed .): Documents relatifs ala Flandre maritime, Lille, 1860,

en el siglo xm con 800 velas, mientras que el día de San David señalaba el pp. 65-66; texto también en Heinrich Hagenmeyer, Chronologie de la premiere croisade
plazo de vencimiento de los contratos de arrendamiento en Munster a co- 1094-JJOO, reimp. en 1 vol., Hildesheim y Nueva York, 1973, p. 50, núm. 103; y Continuatio
Aquicinctina of Sigebert of Gembloux, Ludwig Bethmann (ed .) , MG H, SS, 6, Hannover, 1844,
mienzos del siglo XIV. 19 Las cruzadas estimularon esta suerte de injertos de pp. 268-474, en p. 395.
21 L'estoire d'Eracles empereur et la conqueste de la terre d'Outremer, RHC, Occ., 2,

pp. 1-481, en p . 209, variante; también conocida como La continuation de Guillaume de Tyr
18
Gerardo de Gales (Giraldus Cambrensis): Vita Ethelberti, Montague R. James (ed.), ( 1189-1297) 155, Margaret R. Margan (ed.) (Documents rélatifs a l'histoire des croisades,
«Two Lives of St. Ethelbert, King and Martyr», English Historical Review, 32 (1917), pp. 14), París, 1982, p. 169 (véase también p. 168).
222-236, en pp. 235-236. 22 Walter de Coventry: Memoria/e, William Stubbs (ed.), 2 vols., RS, 1872-1823, vol. 2,
19
Cfose Rolls ofthe Reign ofHenry 1lI (1237-42), Londres, 1911, p. 227 (1240) (Eduardo); p. 242 (la «Crónica de Bamwell»).
23 Rees Davies: Conquest, Coexistence and Change : Wales 1063-1425, Oxford, 1987,
Red Book of Or111u11d Newport B. White (ed.) (lrish Manuscripts Commission), Dublín,
1932, p. 48 (David). pp. 181-182, 207; Wendy Davies: The LlandaffCharters,Aberystwyth, 1979, p. 20.
360 ROBERT BARTLETT LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 361

cantes, «comenzaron a arraigar con fuerza en las tierras británicas los cultos
de los santos universales y sus reliquias». 24 Por último, los patrones onomás-
ticos europeos comenzaron a homogeneizarse a medida que padres, parientes
y clérigos llamaron a los niños con los nombres de estos santos universales.
Los repertorios de nombres muy locales de la Alta Edad Media fueron susti-
tuidos por un modelo más estándar en el que los santos universales eran
cada vez más comunes.
Transformación y convergencia, estos son los dos términos que describen
los modelos de la antroponimia en Europa durante en período medieval. Se
pueden tomar dos ejemplos procedentes de familias específicas para ilustrar
estos procesos (véanse los árboles genealógicos de las figuras 5 y 6). El pri-
mero es el de la dinastía de los reyes escoceses, el segundo el de los gober-
nantes de Mecklemburgo (quienes previamente habían sido los reyes de los
obodritas eslavos paganos).25 Para el primer ejemplo contamos con una
genealogía detallada que se retrotrae hasta los primeros tiempos medievales;
para el segundo nos tenemos que conformar con un ancestro que vivió hacia
mediados del siglo XII (su conexión con los reyes obodritas previos es plau- ]
sible pero no se puede probar). La cronología absoluta de las dos genealogías
es , por tanto, diferente, pero la cronología relativa es sorprendentemente si-
milar. Las generaciones más tempranas portan de forma incontestable
-
""
V>

nombres regionales. Los de Duncan , Malcolm y Donald, por ejemplo, sólo


se encuentran en Escocia en el siglo XI. De forma similar, Niklot, Pribislaw "'O
y Wartislaw identifican a sus portadores inequívocamente como eslavos. Sin ·~
Q
embargo , en estas dos dinastías se llega a un punto, a fines del siglo XI en el
caso escocés, cien años más tarde en el de Mecklemburgo, en el que se pro-
duce una gran transformación en la onomástica. Los escoceses sufren un
breve paroxismo anglosajón y luego adoptan un modelo muy sincrético en "'O
·;;:
el que los nombres gaélicos son poco frecuentes. Cinco generaciones después Q""
de Duncan I, sólo dos de un total de doce nombres son gaélicos (y el único
ejemplo varón se encuentra en una rama disidente y excluida). El cambio es
igual de evidente en el caso de los gobernantes de Mecklemburgo. A partir
de 1200 sus nombres han sufrido la gran influencia de los nuevos aportes
germanos. La generación de finales del siglo XIII sólo tiene un nombre eslavo
de un total de 16.

24
Juli a Smith: «Oral and Written : Saints, Miracles and Relics in Brittany, c. 850-1 250»,
Speculum , 65 (1990), pp. 309-343, en pp. 336-337.
25
La genealogía regia escoc a se basa en A. A. M. Duncru1: otltmd: The Making of
the Kingdom , Edimburgo, 1975 pp. 628-629 completada por Handbook of Bri1ish Clironology,
E . B . Fryde el al. (eds.), 3" ed. Lo ndres, 1986, pp. 56-58, 500-501 , 503, y, para lo
descendie ntes de Matad , conde de Atho ll : liber vitae ecclesiae Dunelmensis A . Hamilton
Thompson (ed .) (ed. facsímil, Surtees Society, 136), 1923, fol. 60; para Ja elucidación del
«Kelehathoni» del Liber vitae como «Gille-Eithne, véase Geoffrey Barrow: The Anglo-Norman
Era in Scottish History, Oxford, 1980, p. 159, n . 80; la genealogía de Mecklenburgo procede
de Manfred Hamann: Mecklenburgische Geschichte (MF, 51), Colonia, 1968 .

1
ROBERT BARTLETT LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 363
362

El cambio, tanto en Escocia como en Mecklemburgo, se produjo en parte


debido a la emulación cultural de un vecino poderoso. Los escoceses sella-
maban Guillermo y Enrique, los nombres de los reyes normandos de Inglate-
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:J .
rra; los eslavos adoptaron Enrique y Hedwig, los nombres de gobernantes
.o
¡:: germanos y de santos importantes. Al mismo tiempo, puesto que la tradición
"';p. normanda y germana del nombre Enrique tenía un origen común en los hábi-
o= tos onomásticos de la aristocracia tardocarolingia, se puede volver a compro-
"'::1.o
bar en este pequeño ejemplo el impacto de la esfera cultural carolingia en
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las tierras y familias de las periferias, a las que habían arrastrado lentamente
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de los santos universales es igualmente importante en las genealogías de
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¡:;· Escocia y de Mecklemburgo. Los nombres Juan y Margarita, desconocidos
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¡;;: en las generaciones anteriores, comienzan a aparecer en torno a 1200 en am-
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::i bas dinastías. La hija del rey Guillermo el León, nacida entre 1186 y 1195,
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o. o'"O - fue la primera del linaje real escocés bautizada como Margarita (una línea
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así probablemente en recuerdo de su antecesora regia, la mujer de Malcolm
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"'3 patrones principales de denominación familiar mediante la introducción de


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"' nombres de santos universales. El primer Juan de la casa de Mecklemburgo
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nació hacia 1211. Exactamente en el mismo período, las poblaciones inglesa
y germana estaban también adoptando los nombres de estos santos: aquí se
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encuentra otra de las vías que les hacían converger con sus vecinos. El
o. ::i.
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"' completamente diferentes en Escocia y Mecklemburgo de la primera época,
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hasta una comunidad de nombres que se solapaban en ambos casos con los
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de los pueblos vecinos. Hasta fines del siglo XII los gobernantes de Escocia
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germánicos como Enrique, en otras, nombres de santos como Juan y Margarita.
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nominales había llegado muy lejos. Entre los consejeros urbanos de Dresde
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en el siglo xrv, p(')r ejemplo, más del 30 por ciento se llamaba Juan, casi el
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no se trate de nombres germánicos sino de nombres de santos apostólicos o
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universalmente populares, muestra la creciente uniformidad cultural de este
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26
Wolfgang Fleischer: Die deutschen Personennamen, Berlín, 1964, p. 51; idem: «Die
Namen der Dresdener Ratsmitglieder bis 1500», Beitrage zur Namenforschung, 12 (1961),
pp. 44-87.

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364 ROBERT BARTLETT
t LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 365

período. En todas partes se constata la existencia de una fisura en la historia manera que tenían los inmigrantes de disminuir la diferencia cultural sin lle-
de los nombres familiares, abierta en el momento en que los nuevos nombres gar a imitar completamente a la población local. Los nobles estirios que en-
cristianos se introdujeron en las prácticas locales. En la época posterior a la traron al servicio del rey de Hungría en el siglo XII, por ejemplo, y que se
reconquista de Toledo, se encuentran en los documentos hombres llamados conocían como la dinastía Hahót, tenían, por supuesto, nombres germanos. 31
Domingo o Juan que son nietos de un tal Suleimán; en Gales en el siglo XII Con el paso de las generaciones esto cambió (véase tabla 4). Los tres miem-
se hace referencia a «el hijo de Cadwgan ap Bleddyn, que había nacido de bros varones de las dos primeras generaciones Hahót llevaban nombres ger-
una mujer francesa y se llamaba Enrique»; en Mecklemburgo muchos de los manos; en torno a la mitad de los miembros de la tercera generación también,
que tenían un nombre tan sonoramente germánico como Enrique eran hijos lo mismo que la cuarta parte de los miembros de la cuarta generación; mientras
de Pribislaw o de Plochimir. 27 En ocasiones, al menos durante un tiempo, las que en la quinta generación sólo uno de los once miembros varones de la fa-
dos tendencias de la nomenclatura habían conseguido llegar a un delicado milia tenía un nombre germano. Sin embargo, el nivel de magiarización de
equilibrio, como en el caso de los dos hijos de los condes de Bar, llamados este repertorio nominal fue bastante superficial; en las generaciones más jó-
Enrique-Jaime y Teobaldo-Juan: «así llevaban por una parte sus nombres venes sólo cinco varones de un total de 43 (11,6 por ciento) tenían nombres
como nobles y por otra como cristianos» .2 8 húngaros. Predominaban entre ellos los nombres cristianos más comunes,
La evidencia a veces es ambigua, como se refleja en ciertos ejemplos de como Juan o Nicolás. La elección de estos nombres era una solilción para no
denominaciones religiosas. Los checos Radim y Milic, en el momento en ser ni demasiado extranjero ni demasiado nativo.
que accedieron respectivamente a las sedes episcopales de Gniezno (1000)
y de Praga (1197), adoptaron los nombres de Gaudencio y Daniel. En este TABLA4
caso, la adopción de un nombre bíblico en el momento de la consagración Patrones onomásticos de la familia Hahót
tiene una explicación evidente .29 Más difícil de entender es el caso del obispo
de Olomouc (Olmütz), consagrado en 1126: «Zdik se ordenó, y cuando fue Generación lª 2ª 3ª 4ª 5ª
ordenado, se quitó su nombre bárbaro y se llamó Enrique». 3º Aquí, aunque Número de varones 1 2 12 20 11
el nuevo nombre no es bíblico, puede argumentarse que es un nombre de Número de nombres germanos 1 2 7 5 1
santo; lo que está claro, sin embargo, es que el «nombre bárbaro» fue susti-
Número de nombres magiares o o 2 2 1
tuido por uno germánico. La expansión de los nombres de grupos dominantes
particulares y el ascenso simultáneo de ciertos nombres de santos son dos
procesos no siempre fáciles de separar.
La contracción del repertorio nominal por una parte y la rápida difusión
Nombres como María, Catalina, Juan o Nicolás, que encontramos en las
de los nombres y santos pancristianos, por otra, se observa en su forma ex-
últimas generaciones de las dinastías de Escocia y de Mecklemburgo,jugaron
trema en las regiones de Europa que fueron conquistadas durante este período
su papel en el proceso de integración étnica. La adopción de nombres bíblicos
a los musulmanes o a los paganos. En estas zonas, donde era muy débil o no
comunes o de santos frente a los étnicamente distintivos se convirtió en la
existía un sistema troncal de santos locales, los santos universales se encon-
traron con el campo libre. A medida que los cristianos fueron conquistando
27
Julio González: Repoblación de Castilla la Nueva, 2 vols., Madrid, 1975-1976, vol. 2, lentamente los te~itorios paganos de Prusia y Livonia, la Virgen María, la
pp. 78-85 (Toledo); Brut y Tywysogyon or The Chronicle of the Princes: Red Book ofHergest menos «territorial» de todos los santos, fue adoptada por los cristianos como
Version, Thomas Jones (ed.), Cardiff, 1955, p. 65 (s. a. 1110) (Cadwgan ap Bleddyn); Dmitrii patrona de las tierras recién cristianizadas. El análisis de las advocaciones
Jegorov: Die Kolonisation Mecklenburgs im 13. Jahrhundert (trad. alemana), 2 vols., Breslau,
1930, vol. 1, p. 286, n. 16 (Mecklemburgo). de las iglesias y de las capillas prusianas anteriores a 1350 muestra que más
28
Michel Parisse: «La conscience chrétienne des nobles aux x1e et xne siecles», en La del 56 por ciento del total eran marianas, dominicales o apostólicas. 32 El 43
cristianita dei secoti x1 e x11 in occidente: Coscienza e strutture di una societa (Miscellanea por ciento restante estaba dedicado a santos como Nicolás, Jorge, Catalina y
del Centro di studi medioevali, 10), Milán, 1983, pp. 259-280, en p. 263.
29
Radim!Gaudentius: Cosme de Praga, Chronica Boemorum, 1.34, Berthold Bretholz
31
(ed.) (SRG, n. S)., Berlín, 1923, p. 60; Milic/Daniel: Gerlach de Mühlhausen, Chronicon, Fügedi: «Das mittelalterliche Konigreich Ungarn», p. 497, n. 78.
32 Erika Tidick: «Beitriige zur Geschichte der Kirchenpatrozinien im Deutsch-Ordensland
Wilhelm Wattenbach (ed.), MGH, SS 17, Hannover, 1861, pp. 683-710, en p. 708.
3
° Canonici Wissegradensis continuatio (de Cosme de Praga), Rudolf Kopke (ed.), MGH, Preussen bis 1525», Zeitschrift far die Geschichte und Altertumskunde Ermlands, 22 (1926),
SS 9, Hannover, 1851, pp. 132-148, en p. 133. pp. 343-464 (cifras procedentes de los datos de pp. 437-55, excluida Pomerelia).
366 ROBERT BARTLETT
• LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 367

Lorenzo, santos populares y muy extendidos geográficamente. Muy pocas es absolutamente exclusivo de un área particular y la mayoría de ellos se
de las advocaciones tienen un carácter local. Es cierto que el número relati- podían encontrar por todo lo largo de Europa. La transformación del culto y
vamente abundante de dedicaciones a san Nicolás (8 de un total de 83) es un la nomenclatura entre los siglos x y XIII no fue simplemente una cuestión de
rasgo característico del litoral báltico, y que algunos santos tenían vínculos difusión de ciertos nombres y santos a raíz de la conquista y la colonización.
particulares con Prusia, como Adalberto, martirizado allí en el siglo x, y Bár- Esto sucedió sin duda, pero se produjo en paralelo y siguiendo el compás de
bara, cuya cabeza formaba parte de las posesiones de los caballeros teutónicos la otra tendencia, la de un desplazamiento hacia una nomenclatura y un culto
desde el siglo xm. Pero, en conjunto, los santos titulares de los establecimien- universalistas que significaban algo más que un simple localismo que tuvo
tos eclesiásticos de Prusia carecían de peculiaridades regionales. Los mismos éxito a gran escala. Al igual que los campesinos ingleses de los siglos xn y
topónimos de Prusia -Marienwerder, Marienburg, Christburg- daban testi- XIII adoptaron los nombres de sus señores, la población europea, cuando
monio de que una cristiandad nueva y menos particularista estaba borrando elegía los nombres de sus hijos, prefería los de María y los apóstoles, la aris-
de sus periferias los últimos restos del mundo pagano. tocracia del santoral.
En la España de la Reconquista, la Virgen María tampoco tuvo competen-
cia. Llevaban su nombre no sólo las catedrales de las grandes ciudades
reconquistadas, sino también docenas de iglesias situadas en aldeas recién MONEDAS Y DOCUMENTOS
pobladas. Las órdenes militares y los cistercienses fueron campeones activos
de este «triunfo completo del culto de Santa María». 33 De forma similar, los Si dejamos por el momento el santoral y la onomástica y nos paramos a
apóstoles y otros santos universales florecieron en la Península Ibérica, con- analizar las monedas y los diplomas, otros dos rasgos distintivos del conjunto
denando al olvido a los santos mártires visigodos. En Valencia, que cayó en cultural que llegó a constituir Europa, emerge un panorama difusionista más
manos cristianas en 1238, las primeras diez iglesias que se establecieron te- obvio, en el que la importancia de la conquista militar fue incluso menor. Se
nían las siguientes advocaciones: San Salvador, San Esteban, Santo Tomás, trata, es evidente, de cosas que se hacían, no de cosas que se decían, y por
San Andrés, San Martín, Santa Catalina, San Nicolás, San Bartolomé, San esta razón su expansión no podía ser tan rápida ni tan libre como las de los
Lorenzo, San Pedro.34 No hay nada distintivamente hispano en ello. Tampoco nombres o las plegarias. Su manufactura requiere técnicas y estas técnicas
lo hay si consideramos los nombres de los primeros rectores de esas diez tienen que aprenderse. Pero lo importante es que pueden aprenderse, y entre
iglesias: tres Pedros, dos Juanes, dos Guillermos, un Tomás, un Domingo y 950 y 1350 aumentó el número de quienes habían adquirido la capacidad de
un Ramón, éste último algo más característico de la zona. hacerlas y, como consecuencia, cada vez había más gente familiarizada con
La homogeneización cultural de los patrones onomásticos y de los cultos los peniques y los pergaminos.
de los santos que se produjo en la Plena Edad Media no fue absoluta. En el La técnica de acuñación de monedas de plata se extendió lentamente a
siglo xrv aún se podían identificar patrones distintivos en los nombres y en través de Europa. 36 No se descubrió de forma independiente en distintos
los santos de las diferentes regiones. En una ciudad alemana del Báltico, lugares, sino que tenía un origen identificable y se podía rastrear la historia
mayoritariamente los hombres se llamarían Juan, Enrique, Hermann y Nico- de su difusión. La producción de peniques de plata, la moneda estándar que
lás, y en una ciudad del sur de Francia, Pedro, Juan, Guillermo y Ramón. pesaba en torno a 1,7 gramos emitida por Carlomagno y rápidamente imitada
Los nombres Hermann y Nicolás evocan el norte de Alemania; el nombre por los reyes anglosajones, fue adoptada en momentos diversos por pueblos
Ramón evoca el sur de Francia.35 A pesar de todo, ninguno de estos nombres diferentes. Por ejemplo, antes del año 900 no había cecas al este del Rin;
poco después, sin embargo, se emprendió en Sajonia la acuñación de peniques
33
González: Repoblación, 2, p. 253.
34
Robert l. Burns: The Crusader Kingdom of Valencia: Reconstruction on a Thirteenth- 36
Arthur Suhle: Deutsche Münz- und Geldgeschichte von den Anfiingen bis zum 15.
Century Frontier, 2 vols., Cambridge (Mass.), 1967, vol. l, pp. 92-97 (existe traducción al Jahrhundert, 2" ed., Berlín, 1964 (con un útil mapa en el interior); Stanislaw Suchodolski:
catalán de este libro: El Regne croat de Valencia: un país de .frontera al seg/e x111, Valencia , Poczatki mennictwa w Europie srodkowej, wschodniej i pólnocnej, Breslau, 1971 (resumen
1993). inglés, pp. 249-257); idem: Mennictwo Polskie w x1 i x11 wieku, Breslau, etc., 1973 (resumen
35
Theodor Penners: Untersuchungen über die Herkunft der Stadtbewohner im Deutsch- inglés, pp. 144-152); Kirsten Bendixen: Denmark's Money, Copenhague, 1967, pp. 7-22;
Ordensland Preussen bis in die Zeit um 1400, Leipzig, 1942, p. 11; en el sur de Francia: Anna Peter Spufford: Dinero y moneda en la Europa medieval, Barcelona, 1991, esp. caps. 4 y 8;
Rutkowska-Plachcinska: «Les prénoms dans le sud de la France aux xm< et x1vº siecles», Rolf Sprandel: Das mittelalterliche :zahtungssystem nach Hansisch-Nordischen Quellen des
Acta Poloniae Historica, 49 (1984), pp. 5-42, en p. 7. 13.-15. Jahrhunderts, Stuttgart, 1975, mapa 1ypp.163-193.
368 ROBERT BARTLETT LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 369

a gran escala. Desde mediados del siglo x al menos, los duques de Bohemia establecimiento definitivo de la acuñación en Irlanda. 38 Es posible que los
acuñaron peniques de plata (ahora de 1,2 gramos) que sacaron directamente reyes de Connacht o de Leinster emitieran algunas bracteas (monedas finas
de modelos ingleses. Poco después, quizás en tomo a 980, los duques polacos de una sola cara) en torno a mediados del siglo XII, pero en general se puede
hicieron lo mismo. El hecho de que la acuñación de monedas se produjera decir que los gobernantes nativos de Gales y de Irlanda no llegaron a de-
poco después de la conversión al cristianismo hace pensar que podía tratarse sarrollar nunca sus propias cecas, y sus vasallos y súbditos dependían de la
de una secuencia lógica. El establecimiento de la primera jerarquía cristiana moneda de plata producida por los pobladores anglonormandos o por el
en Hungría y los comienzos del monedaje húngaro datan ambos de 1000- reino de Inglaterra.
1001. En Dinamarca, aunque había existido una ligera acuñación monetaria En Escocia la historia fue bastante diferente, si bien su situación a co-
en el centro mercantil de Hedeby en los siglos IX y x, al parecer la primera mienzos del siglo XII era comparable a la de Irlanda o Gales puesto que en
moneda en curso de la realeza escandinava fue emitida por Harald Dienteazul, esa época no existía moneda nativa y todas las transacciones monetarizadas
(muerto hacia 985), el rey que, en sus propias palabras, «ganó para sí toda implicaban el uso de la moneda inglesa importada.39 En torno a 1140, sin
Dinamarca y Noruega y convirtió a los daneses al cristianismo» ,37 y la primera embargo, David 1 de Escocia comenzó a acuñar sus propios peniques de
acuñación de peniques pesados en Dinamarca fue la de su hijo Sweyn Barba- plata. Aunque se vivía una época en la que diversos señores feudales estaban
partida (hacia 985-1O14). Contemporáneas a la acuñación nativa en plata de erosionando el monopolio regio inglés de emitir moneda, sólo los reyes de
Sweyn Barbapartida son la de OlafTryggvason de Noruega y Olaf Skottko- Escocia mantuvieron sus propias emisiones después de que se reestableciera
nung de Suecia. El milenio asiste así a un frenesí en Ja actividad de las la autoridad de la corona inglesa en la década de 1150. A partir de entonces
nuevas cecas desde el Danubio medio hasta las costas del Báltico y del Mar existió una acuñación de plata que llevaba el nombre de los reyes de los es-
del Norte. coceses, a pesar de que las monedas inglesas siguieran siendo objetos coti-
No todos estos sistemas monetarios de los nuevos príncipes cristianos dianos al norte de la frontera y el penique escocés naciera como una clara
perduraron . En Polonia se produjo un hiato de medio siglo (1020-1070) hasta imitación del inglés.
que Boleslao II reinstauró las cecas nativas, y en Suecia la moneda se eclipsó A este respecto, y a otros, los procesos en Escocia no fueron como los de
durante un período aún mayor ya que la acuñación nativa cesó durante más otras tierras de tradición total o parcialmente celta. Están más cercanos, en
de un siglo a partir de 1030 . En otras regiones, sin embargo, la revolución realidad, a los que se produjeron en las regiones eslavas occidentales entre
del siglo x fue definitiva. Canuto el Grande acuñó gran cantidad de peniques el Elba y el Oder, cuyos gobernantes, también de forma consciente, reforzaron
en cinco cecas danesas , Lund en especial, algunos de los cuales tienen leyen- sus políticas en los siglos xn y XIII alentando la presencia de inmigrantes
das cristianas. Incluso en el caso de Polonia, con su largo vacío del siglo XI, extranjeros , dando feudos a caballeros procedentes de otras tierras y remode-
la acuñación se reanudó con vigor. Boleslao II emitió alrededor de 2 millones lando drásticamente sus instituciones (lo que, en el caso eslavo occidental,
de peniques de plata (en tomo a 0,8 gramos de peso) en la década de 1070. supuso también la adopción del cristianismo). En tomo a mediados del siglo
Irlanda, en tomo al año 1000, entró de forma igualmente errática en el XII estas tribus eslavas occidentales, los vendos, como se conocen de forma
mundo de la acuñación. En 997 los reyes escandinavos de Dublín iniciaron genérica, no poseían un sistema monetario propio. El cronista Helmoldo
la acuñación de plata imitando modelos ingleses e incluso utilizando algunos observó que los rani, que vivían en la isla de Rügen, «no tienen dinero ni tie-
sellos de acuñación ingleses robados. Los gobernantes de la isla de Man si- nen la costumbre de usar moneda en sus compraventas , sino que lo que uno
guieron su ejemplo en la década de 1030. No obstante, esta tradición no fue quiera comprar en el mercado lo paga con tejidos de lino» .40 Este uso de
importante ni duradera, y la introducción definitiva de la ceca en el mundo telas de un tamaño estándar como un medio de intercambio entre los eslavos
céltico fue una consecuencia de la expansión anglonormanda de finales del occidentales había sido señalado por el mercader judío lbrahim ibn Jacub en
siglo XI y del XII. En Gales , los conquistadores normandos establecieron
hacia 1087 cecas en Rhuddlan, Cardiff y posiblemente en St. David, y luego
otras las siguieron. El año 1185, cuando se emitieron medios peniques de 38 William O' Sullivan: The Earliest Ang lo-Irish Coinage , Dublín, 1964; Michael Dolley:

plata a nombre de Juan, señor de Irlanda, hijo del rey Enrique 11, marca el Medieval Anglo-lrish Coins , Londres, 1972, pp. 1-5.
39
D.M . Metcalf (ed.): Coinage in Medieval Scotland ( 1100-1600) (British Archaeological
Reports, 45) , Oxford, 1977.
40
Helrnoldo de Bosau: Chronica Slavorum , l .38, Heinz Stoob (ed.) (AQI, 19) , Darmstadt,
37
Gwyn Jones: A History ofthe Vikings, Oxford, 1968, p. 117. ed. rev., 1973, p. 158 .
,
370 ROBERT BARTLETI LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 371

el siglo X. 41 En el segundo cuarto del siglo XII, como en el caso de los escoce- los patrones onomásticos, la transformación implicó también la convergencia,
ses, los eslavos al este del Elba comenzaron a acuñar plata. Los príncipes es- puesto que los sistemas de monedas de la Europa del norte y oriental estaban
lavos occidentales de la antigua Lübeck, Brandenburgo y Kopenick acuñaron hechos a imagen de los de Inglaterra y Alemania, los cuales a su vez procedían
monedas siguiendo el modelo de las germanas o de las de Bohemia (véanse de su ancestro carolingio, formando así el monedaje de plata de la Europa
las monedas de Enrique Pribislav de Brandenburgo y Jaeza de Kopenick de no mediterránea una familia fácilmente identificable. Como artefactos físicos,
la ilustración 10). Desde 1170, más o menos, los príncipes de Pomerania, Meck- por ejemplo, los peniques de Escocia, Escandinavia y Europa oriental a comien-
lemburgo y Rügen empezaron a emitir sus propias monedas en las ciuda- zos del xn eran parientes cercanos. Incluso a partir de la década de 1140 se
des a lo largo de la costa meridional del Báltico. Por último, en el siglo XIII, acuñó moneda de plata al estilo franco en los estados cruzados, un tipo mo-
el establecimiento de los centros coloniales germanos en el Báltico sudorienta! netario «que era bastante excepcional en esa parte del mundo» y sólo podía
y oriental llevó la tecnología y la ideología de la acuñación al todo el litoral entenderse en el contexto de la expansión colonial occidental .44
báltico.42 Simultáneamente a la difusión de esta oleada de peniques de plata a través
de Europa, otro artefacto recorrió el mismo camino. Era el diploma, la conce-
sión formal escrita, generalmente sobre pergamino y sellada. Aunque tenía
diversos antecedentes, el más importante era de nuevo el carolingio. El docu-
mento, como la moneda, se expandió de forma gradual por el norte y el este
de Europa.
La secuencia diplomática en una región recién documentada sigue una
pauta bastante regular:
1) El material documental más temprano sobre la zona en cuestión con-
siste generalmente en concesiones de tierra o derechos dentro del área por
las autoridades que se encuentran fuera de ella. Las bulas papales son un
ejemplo común.
2) Más tarde hay concesiones de tierras o derechos dentro de la zona
hechas por eclesiásticos locales.
3) En un estadio más tardío, las concesiones se hacen en nombre de los
gobernantes laicos locales, pero los mismos documentos están preparados
por los receptores, invariablemente iglesias, órdenes o monasterios.
4) Por último, se asiste al nacimiento de cancillerías laicas nativas, que
Ilustración 10. Las primeras monedas vendas. Cortesía del Staatliche
Museen zu Berlin (Münzkabinett). emprenden la rutina de emitir documentos procedentes de la casa del
gobernante o del magnate.
La secuencia se ejemplifica bien en el principado eslavo de Pomerania.45
Una vez que comenzó, la monetarización pudo desarrollarse con enorme
En este caso, la fase 1 se alcanzó en la década de 1130, cuando los papas y
rapidez. Escocia no tenía cecas en 1100. Hacia 1300 el monedaje escocés
tenía un volumen de 40 millones de peniques de plata.43 Como en el caso de
44 John Porteous: «Crusader Coinage with Latin or Greek Inscriptions», en Kenneth M.

Setton (ed.): A History of the Crusades, Philadelphia y Madison, 6 vols., 1955-1989, vol. 6:
The Impact of the Crusades on Europe, Harry W. Hazard (ed.), pp. 354-420, en p. 370.
41 45 Hubo un falso surgimiento a mediados del siglo x, cuando Otón I anexionó partes de
G. Jacob (ed.): Arabische Berichte von Gesandten an germanische Fürstenhofe aus
dem 9. und JO. Jahrhundert, Berlín y Leipzig, 1927, p. 13. Pomerania situadas al oeste del Oder a sus obispados recién fundados y concedió algunos de
42
Joachim Herrmann (ed.): Die Slawen in Deutschland: Ein Handbuch (nueva ed., Berlín, los tributos de los pueblos eslavos que vivían en esa zona a San Mauricio de Magdeburgo:
1985), pp. 132-134 e il. 49. Pommersches UB, 1: 786-1253, Klaus Conrad (ed.), 2ª ed., Colonia y Viena, 1970, núms.
43
Ian Stewart: «The Volume of the Early Scottish Coinage», en D.M. Metcalf (ed.): 11-13, 15-16, pp. 12-15, 16-18. Esta fue una fase muy transitoria, sin embargo, y luego
Coinage in Medieval Scotland (1100-1600) (British Archaeological Reports, 45), Oxford, Pomerania se desliza de nuevo fuera del registro documental durante más de 150 años. Sobre
1977,pp.65-72. los documentos de la década de 1130, ibid., núms. 23, 27, pp. 23-25, 28-29; de 1140: núm.
$
372 ROBERT BARTLETT LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 373

los emperadores comenzaron a hacer reclamaciones sobre Pomerania o alguna de la minoría. Lo más probable es que estos documentos fueran escritos por
de sus partes. Un momento crucial fue la fundación de un obispado indepen- el receptor, como sabemos explícitamente en el caso de un diploma de su tío
diente pomeranio en 1140, que permitió la transición a la segunda fase, la Casimiro a favor del monasterio de Kolbacz que incluye esta cláusula: «Estos
emisión de un documento por un eclesiástico nativo. El obispo Adalberto, el se hicieron por la mano del señor abad Eberardo» (Per manum domini Eve-
primer ocupante de la sede, fue quien ordenó que se redactara ese documento rardi abbatisfacta sunt hec).46 La cancillería ducal (fase 4) parece que vio la
en algún momento entre 1155 y 1164. Se trataba de la confirmación escrita luz durante el reinado de Wartislaw III (muerto en 1264).
de la dotación del monasterio benedictino de Stolpe en el Peene, fundado Entre comienzos del siglo xrr y las décadas finales del XIII, en Pomerania
por monjes de Berg, cerca de Magdeburgo: «In nomine sancte et individue se llevó a cabo la transición desde una región iletrada y sin documentos has-
Trinitatis. Adalberto Dei gratia primus Pomeranorum episcopus», comienza, ta el mundo de la cancillería. Sus prácticas oficiales se habían rediseñado de
proclamando así, en forma, lenguaje y contenido, una nueva era en la historia acuerdo con los modelos de la cultura escrita latina, el pensamiento documen-
de Pomerania y el nacimiento de una nueva forma de evidencia de esa historia. tal y la organización burocrática que prevalecían entre sus poderosos vecinos
Los monjes germanos que actúan como testigos en el documento estarían occidentales. Pero la experiencia pomerania a este respecto no fue única. En
familiarizado con tales procedimientos, pero el rasguido del cálamo, el rollo Silesia, aunque la región se había cristianizado mucho antes que Pornerania,
del pergamino y el olor de la cera caliente probablemente constituyeron una el primer documento indígena data de 1139, el primer diploma laico de 117 5,
experiencia mucho menos rutinaria para los «nobles laicos Panteyen y Do- y la cancillería, de los años posteriores a 1240.47 En las regiones célticas
mazlau» que también testifican en él. existía una tradición altomedieval de registro escrito, pero a finales del siglo
Durante las décadas de 1150 y 1160 se sucedieron los documentos papales XI y en el XII se produjo la introducción de nuevos modelos carolingios y un
e imperiales concernientes a Pomerania, además de algunos emitidos por aumento de la producción documental.48 En tomo a 1100 los reyes escoceses
los obispos de Pomerania. El documento de 1159 del obispoAdalberto, cuyo empezaron a componer «un escrito sellado, un documento latino de origen
original se conservó al menos hasta la Segunda Guerra Mundial, es el docu- anglosajón, adaptado y desarrollado en la Inglatena normanda y ahora trans-
mento más antiguo conservado que se redactó en Pomerania. Algunos años ferido a Escocia», con la imagen del rey en majestad que pendía de él.49 De
más tarde, en 1174, se alcanzó la fase 3, iniciada por el diploma del duque los documentos emitidos por el conde David de Huntingdon (1152-1219),el
Casimiro I destinado al monasterio cisterciense de Dargun. En él, habla por hermano del rey Guillermo el León, se ha dicho que «es imposible decir, por
primera vez un príncipe de Pomerania aunque, por supuesto, con acentos sus características físicas, si se trata de un acta redactada en Escocia o en In-
prestados: «Ego Cazimarun Diminensium et Pomeranorum prínceps» («Yo glaterra» .so En Irlanda, los primeros documentos de tipo continental fueron
Casimiro, príncipe de los hombres de Demrnin y de los pomeranios»). U nido emitidos por los reyes nativos en las décadas centrales del siglo x11.s 1 El más
a este diploma se encuentra el sello más antiguo que se conserva de un duque temprano diploma original que se conserva es una concesión realizada por
de Pomerania. A partir de la década de 1170, la producción de diplomas en
nombre de los duques de Pomerania es regular, lo mismo que la emisión 46
/bid., núms. 106, 126, 140-141, 146, 156-157, 162-163, 170, 181, 188, 195-196, pp.
continua de documentos por papas, emperadores y obispos de Pomerania. Se 136-138, 167- 168, 179-1780, 184-186, 195-197, 202-204, 211-212, 225-226, 232-233,
conservan, por ejemplo, documentos de Bogislaw II (muerto en 1220) desde 241-243; Casimiro a Kolbacz: núm. 68, pp. 87-88 (Helbig & Weinrich, 1), núm. 80, p. 312
1187, entre 1191-1194 (ambos durante su minoría), entre 1200 y 1208 (dos), (1176).
47
Josef Joachim. Menzel: Die schlesischen Lokationsurkunden des 13. Jahrhunderts,
1208, 1212-1213 (dos), 1214 (dos), 1216, 1218 (dos) y 1219 (dos). Esto ha-
Würzburg, 1977, pp. 127-135 .
ce un total de doce diplomas en la veintena de años de su gobierno al margen 48
Wendy Davies: «The Latin Charter Tradition in Western Britain, Brittany and Ireland
in the Early Medieval Period», en Dorothy Whitelock et al. (eds .): Ireland in Early Medieval
Europe,Cambridge, 1982, pp. 258-280.
49
30,pp. 32-34; El primer diploma deAdalberto: núm.43,p.478; diploma de 1159 deAdalberto: Duncan: Scotland, p. 126.
núm. 48, pp. 51-53; Casimiro I a Dargun; núm. 62, p . 7781: el diploma se conserva en dos °5
K. J. Stringer: «The Charters of David, Earl of Huntingdon and Lord of Garioch: A
originales en el Landeshauptarchiv Schwerin, 1. Kloster Dargun Nr. 2; hay una ilustración en Study in Anglo-Scottish Diplomatic», en idem (ed .): Essays on the Nobility of Medieval
M. Gumowski: «Pieczecie ksiazat pomorskich», 'Zapiski Towarzystwo naukowe w Toruniu, Scotland, Edimburgo, 1985, pp. 72-101, en p. 79.
14 (1950), pp. 23-66 (e ils. I-XXI), il. I; hay dudas sobre la autenticidad del documento; 51
Flanagan: «Monastic Charters from Irish Kings», p. 213; el diploma de MacMurrough
véanse las notas del editor en el Pommersches UB. Un sello de Casimiro I aparentemente se encuentra en Dublín, National Library oflreland, D 1, y está reproducido en Facsimiles of
genuino se encuentra también unido a un documento falso atribuido a 1170, ibid., núm. 54, National Manuscripts oflrelan.d, John T. Gilbert (ed.), 4 partes en 5 vol s., Dublín, 1874-1884,
pp . 63-67. vol. 2, il. lxiii.

b
374

Dermot MacMurrough, rey de Leinster, a comienzos de la década de 1160.


ROBERT BARTLETT
' LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA

charro o una herramienta. Su poder reside, por el contrario, en la manera en


375

Este es el mismo gobernante que fue responsable de la introducción de las ar- la que objetivizan las relaciones humanas.
mas anglonormandas en Irlanda, y uno de los argumentos que se ha esgrimido El dinero puede ser una convención desde muy distintos puntos de vista.
para explicar la adopción por estos príncipes de la tradición documental la- Si se decide que el término «dinero» se aplique al ganado a través del cual se
tina continental era que en realidad formaba parte de un proceso más amplio mide el poder o las obligaciones en algunas sociedades altomedievales, enton-
de «modernización y europeización». ces existe aquí un medio de intercambio que puede comerse. Y, en algunas
La expansión del registro documental en las periferias coloniales coincidió circunstancias, la única cuestión relevante que se podía preguntar sobre la
con un gran aumento del volumen escrito en las regiones centrales de la Eu- riqueza era si se podía comer. En el otro extremo, el papel moneda moderno
ropa poscarolingia; este movimiento se ha descrito como el «desplazamiento no sólo no puede comerse sino que tampoco puede usarse para ningún pro-
desde el escrito sagrado a la cultura escrita de la práctica».52 En Picardía la pósito útil, ni siquiera para escribir en él, puesto que el Estado ya se nos ha
documentación del siglo XII empequeñece la de todos los siglos anteriores, y adelantado en este punto. El monedaje de plata del período posterior a las
la del siglo xrn es cuatro veces mayor que la del xu.53 En este mismo período vacas y anterior a los billetes de banco configuró una etapa intermedia: aunque
se estaba llevando a cabo la organización de las cancillerías a través de no tenía utilidad intrínseca, el material del que estaba hecho, la plata, tenía
Europa, cancillerías de tipo común puesto que era «la cancillería carolingia un elevado valor de intercambio al margen de la forma en que lo estamparan
[que] apadrinó todas las cancillerías de la Europa medieval» .54 Cada vez las autoridades.
más, los hombres de los ducados de Polonia, así como de los valles del Sena No obstante, el estampado por parte de las autoridades marcaba la diferen-
o del Rin, consideraban «que era necesario que un asunto merecedor de me- cia. Las monedas no eran simplemente una masa de metal precioso (aunque
moria se confirmase por escrito, de tal manera que los hechos de hace mucho algunas veces podían considerarse como tales) . Más bien eran, o trataban de
tiempo puedan renovarse repetidamente» .55 ser, prendas de un medio universal de intercambio cuyo valor predecible era
La moneda de plata y el documento poscarolingio pueden servir como autentificado por los poderes. Como tal, sirvió tanto para el mercado cam-
indicios o indicadores , cuyas vías de difusión nos alertan de cambios más pesino como para el señor y su monedero. Las transacciones económicas y
amplios y menos visibles. La composición de los primeros documentos y la la contabilidad se facilitaron al mismo tiempo que los reyes se sentían recom-
acuñación de los primeros peniques por los reyes escoceses desde finales pensados al ver cómo su imagen y su nombre llegaban en millones de copias
del xr y a lo largo del XII, o por las dinastías eslavas entre el Elba y el Oder a todos los rincones de sus reinos y a otros lugares; porque, como señaló
desde mediados a finales del siglo XII, reflejan la incorporación completa y Ptolomeo de Lucca,
profunda de Escocia y de las tierras transelbianas al mundo latino y franco. la moneda propia es ornamento del Rey y de su Reino, y de cualquier
Pero sin embargo, no sólo como indicios tienen importancia el penique y el otro gobierno, porque en ella se esculpe la imagen del Rey[ ...]; por lo
documento. No son simples artefactos, como cacharros de un cierto estilo o cual por ninguna cosa que toque al Rey, o a cualquier Señor, puede
instrumentos con una forma específica, cuya difusión puede constituir una ser tan clara su memoria; siendo así que ninguna cosa traen los hom-
evidencia de migraciones, comercios o influencias . Aunque las monedas y bres más ordinariamente entre las manos. 56
los documentos son, por supuesto, artefactos, son artefactos de un tipo muy
especial y esta es la razón de que adopten un significado particular. Su poder Entre los siglos x y XIII las autoridades gozaron en un área cada vez más
no reside en una eficacia puramente material. Un pequeño disco de metal o amplia de la recompensa regaliana de su propia moneda acuñada.
un trozo de piel de oveja tienen poca utilidad intrínseca, al revés que un ca- El diploma escrito compartía algunas de las características, pero no todas,
de la moneda acuñada. Al contrario que las piezas de plata, los documentos
no tenían un valor al margen del que se le atribuía mediante una convención.
52
Michael Clanchy: From Memory to Written Record: England 1066-1307, Londres y Si se elimina la forma redonda y el nombre del rey de un penique de plata se
Cambridge (Mass.), 1979, p. 263.
53
Robert Fossier: w terre et les hommes en Picardie jusqu 'a la fin de xwe siecle, 2 vols.,
56 De regimine principum, 2. 13, Pierre Mandonnet (ed .), en Tomás de Aquino: Opuscula
París y Lovaina, 1968, vol. 1, p. 263 ; vol. 2, p. 570, n. l.
54 omnia, 1, París, 1927, pp. 312-487, en p. 370 (la obra fue comenzada por Tomás y acabada
David Ganz y Walter Goffart: «Charters Earlier than 800 from French Collections»,
Speculum, 65 (1990), pp. 906-932, en p. 921. por Ptolemeo) (trad. esp.: Santo Tomás de Aquino, Del gobierno de los príncipes, trad . de
55 Alonso Ordóñez das Seyjas y Tobar, edición e introducción del R. P. Ismael Quiles, Buenos
Codex diplomaticus Maioris Poloniae, Ignacy Zakrzewski y Franciszek Piekosinski
(eds .), 5 vols., Poznan, 1877-1908, vol. 1, núm . 381 , pp. 337-338 (1259). Aires, 1964,p. 87) .
376 ROBERT BARTLETT LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 377

obtiene un valioso pedazo de aleación de plata. Sin embargo, si se borran las LA UNIVERSIDAD
palabras de un diploma, desaparece su significado social. No obstante, el
documento y la moneda tenían en común el hecho de ser objetivaciones con- La europeización no significó únicamente la expansión de ciertos ele-
vencionales de significados sociales. El documento registraba al principio y mentos de la cultura lingüística y religiosa o la diseminación por todas partes
más tarde en realidad efectuaba una transferencia de riqueza o de autoridad de nuevos artefactos de poder. Supuso también el desarrollo de nuevos agentes
que generaba nuevos tipos de relaciones. Su posesión, como la posesión de institucionales de cambio cultural. La ciudad legalmente constituida y las
una moneda, otorgaba un poder que no nacía de la fuerza física o del control órdenes religiosas internacionales son dos ejemplos que se han discutido en
inmediato de bienes materiales. Los documentos y las monedas encarnaban los capítulos previos. Otro agente fundamental de integración fue la uni-
el aspecto más abstracto de las relaciones sociales; daban así una forma versidad.
tangible a los derechos y a las reivindicaciones, que siempre fueron, evidente- La universidad constituyó uno de los instrumentos más poderosos de
mente, mucho menos tangibles que la hierba y la carne de vaca. homogeneidad cultural que surgieron en la Plena Edad Media. A lo largo de
Esta tangibilidad hizo que los documentos y las monedas fueran manipu- un proceso gradual de crecimiento a partir de las escuelas de lógica, derecho
lables; su forma convencional, objetos pequeños y duraderos, implicó que y teología de los siglos XI y xn, estos centros internacionales de saber y
su manipulación podía ser extremadamente elástica y factible. Eran portátiles, educación habían adquirido, hacia el siglo xm, lo más parecido a su forma
podían almacenarse. El poder podía concentrarse en las tesorerías y en los moderna: instituciones corporativas que concedían grados, gobernadas por
archivos, cuyos diversos contenidos-peniques o concesiones- representaban profesores que enseñaban, disciplinaban y examinaban a estudiantes. Su
en ambos casos promesas de pago. La pérdida de un furgón del equipaje re- distribución geográfica era muy dispar. Francia e Italia iban a la cabeza en el
gio, como le sucedió a Felipe Augusto en la derrota de Fréteval de 1194,era número de universidades y en el prestigio de albergar los centros académi-
un catástrofe de Estado no sólo porque se evaporaran arcas llenas de mone- cos más sobresalientes de la Edad Media -París en artes y teología, Bolonia
das sino también por la desaparición del sello del rey, los registros de finan- en derecho-. Los reinos ibéricos e Inglaterra tuvieron también universidades
zas y otros documentos. 57 Cuando Eduardo 1 de Inglaterra quiso que se diera en el siglo XIII, pero eran mucho menos importantes que las de Francia o Ita-
el mayor realce a la destrucción de las regalías de los príncipes galeses de lia. Más allá de esta zona --que podría grosso modo formar un triángulo cu-
Gwynned a finales del siglo xrn, no sólo les desposeyó de sus bienes y les yos vértices se encontrarían en Cambridge, Sevilla y Salemo- no se fundaron
persiguió, sino que hizo que se fundieran las matrices de metal de sus sellos universidades antes de 1350. En el siglo XIII y a comienzos del XIV, por lo
para hacer un cáliz destinado a su abadía favorita. 58 En los siglos XII y xrn, tanto, cualquiera que procediera de fuera de este triángulo, es decir, de Ale-
los poderes que gobernaban las regiones de Europa fueron lo suficientemente mania, Escandinavia, Europa oriental o las tierras célticas, que deseara ad-
prudentes para empezar a conservar los documentos en cajas y las monedas quirir una educación superior, tenía que viajar, ir de Dublín a Oxford, de
en toneles. Noruega a París, de Baviera a Bolonia. Como ya se ha visto en el capítulo 9,
La acuñación de monedas y la escritura de órdenes y de disposiciones Esteban de Lexington, tras su visita a los monasterios cistercienses de Irlanda
cambiaron la cultura política de las sociedades en que estas nuevas prácticas en 1228, se lamentaba de la preponderancia de los irlandeses monolingües
surgieron. La difusión de estas formas en nuevas zonas de la Europa noroc- entre los monjes y «les advirtió que si en adelante querían que un irlandés
cidental, septentrional y oriental entre los siglos x y el xrn pone de relieve, fuera recibido en la orden, tenían que asegurarse de que se le enviaba a París
por tanto, no sólo la dinámica expansiva de las noblezas y de los mercaderes o a Oxford o a alguna otra ciudad de renombre para aprender letras y elo-
francos, sino que también mide la adaptabilidad a las nuevas fuentes de cuencia» .59 Se había establecido una especie de dominación cultural metro-
poder de estos regímenes no francos. politana.

57 Roger de Howden: Chronica, William Stubbs (ed .), 4 vols.,RS, 1868-1871 , vol. 3, pp. 59
Registrum epistolarum, 37, P. Bruno Griesser (ed .), Analecta sacri ordinis Cisterciensis ,
255-256; Guillermo el Bretón: Gesta Philippi Augusti, H.-F. Delaborde (ed.), Oeuvres de 2 (1946), pp. 1-118, en p. 47; ej.: «Los problemas creados por las escasas facilidades para
Rigord et de Guillaume le Breton, 2 vols ., París, 1882-1885, vol. 1, pp. 168-333, en pp. llevar a cabo estudios superiores en Irlanda se ponen de relieve con un considerable detalle
196-197; idem: Philippidos, 4, versos 530-48, Delaborde (ed.), ibid., vol. 2, pp. 118-119; en una petición dirigida al papa Clemente V cuando el arzobispo Juan Lech de Dublín asistió
comentarios de John Baldwin: The Government of Philip Augustus, Berkeley y Los Ángeles, al Concilio de Vienne en 1311-1312; como resultado, este pontífice emitió una bula el 13 de
1986, pp . 405-412. julio de 1312 autorizando el establecimiento de una universidad en Dublín», Katherine Walsh:
58 Davies: Conquest, Coexistence and Change, pp. 355-356. A Fourteenth-Century Scholar and Primate: Richard FitzRalph in Oxford, Avignon and
378 ROBERT BARTLETT LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA
379

La mayor parte de estos estudiantes itinerantes volvieron a casa, y los de Lund entre 1201 y 1224. Danés de alta cuna destinado a la Iglesia, dio por
que tuvieron más éxito alcanzaron altas posiciones eclesiásticas y políticas supuesto que era necesaria una estancia de estudio fuera de su tierra; antes
en sus sociedades nativas. Hacia 1300, de esta forma, la elite no militar del del siglo XII un plan de estas características habría sido poco corriente.
Occidente latino se empezaba a configurar en base a una experiencia educa- Sunesen estudió en los mejores centros académicos, visitó Francia, Italia e
tiva estándar. Había una uniformidad en su lenguaje técnico, sus hábitos inte- Inglaterra y adquirió un conjunto de conocimientos teológicos y legales muy
lectuales, expectativas pedagógicas y recuerdos juveniles. Los grandes pre- respetables .61 La enseñanza que recibió, combinada con su cuna aristocrática,
lados que compartieron el gobierno de Europa tenían, hacia el siglo XIII, un le confirió obviamente un enorme atractivo para futuros patrones tanto en
trasfondo académico común en las salas de lectura de París y Bolonia. los establecimientos laicos como eclesiásticos de su país nativo, y al volver
El ejemplo de Dinamarca muestra en detalle cómo funcionó este proceso. a Dinamarca fue nombrado canciller del rey y rector de la catedral de Roskil-
En la época vikinga, los siglos IX, x y XI, los daneses habían sido paganos de. La ampliación previa de la administración regia y la creación y dotación
iletrados, comerciantes e invasores de otras tierras, cuyos ataques periódicos de una Iglesia habían proporcionado un nicho adecuado para un hombre de
produjeron terror en los reinos cristianos de Occidente. Durante los últimos tal nivel de educación.
años del siglo x y a lo largo del XI, un proceso muy gradual de conversión, Sunesen se había marchado a buscar el saber contemporáneo del que no
apoyado por los reyes de Dinamarca, comenzó a incorporar a los daneses a disponía en su propia tierra, y de retorno a Dinamarca intentó asegurarse de
la Iglesia cristiana. En torno a 1100 existían ocho obispados en Dinamarca, que esas enseñanzas fueran más accesibles allí. Escribió dos obras en latín.
y en 1104 uno de ellos, Lund, se erigió en sede arzobispal, completando así La primera es su Hexaemeron, un compendio en verso de la doctrina cristiana
la institucionalización de la jerarquía eclesiástica en esta región de Escandi- muy influido por los teólogos parisinos del siglo xn y que se puede describir
navia. La introducción del ritual cristiano y el establecimiento de las institu- como una obra de alta vulgarización, que presentaba de forma simplificada
ciones de la Iglesia fueron las condiciones previas a una incorporación cul- las ideas más innovadoras que había escuchado en París. La otra obra que se
tural más profunda de Dinamarca que se produjo desde el siglo XII en adelante. conserva supone una interacción más compleja entre lo nativo y lo foráneo.
Un observador perspicaz que escribió hacia 1200, el cronista germano Ar- Es una versión latina de las costumbres de Escania, región que en aquella
noldo de Lübeck, percibió la manera en que los daneses «Se habían adaptado época formaba parte de Dinamarca. Actualmente, estas leyes también se
a otras naciones». Entre otras cosas, tales como la adopción de la vestimenta conservan en lengua vernácula y de esta forma es posible comparar esta ver-
germana y el arte de la guerra a caballo característica de la Europa feudal, sión con la versión latina de Sunesen. La comparación muestra que esta tra-
señaló sus peregrinaciones intelectuales: ducción latina de las leyes nativas es muy libre y que se han incrustado en
ella muchas intrusiones de lo que Sunesen había aprendido de derecho ro-
También se distinguen por su conocimiento de las letras ya que los
nobles mandan a sus hijos a París, no sólo para asegurarles la mano. Las normas de la herencia, que en el texto vernáculo simplemente se
promoción en la Iglesia, sino también para instruirles en asuntos enuncian, se encuentran «ordenadas por la equidad natural» en el de Sunesen.
seculares. Se han convertido en peritos tanto en letras como en las La versión de Sunesen comparte características de las dos culturas. Se basa
lenguas vernáculas locales y sobresalen en las artes liberales y en en las leyes nativas tradicionales, consuetudinarias en origen, de transmisión
teología. De hecho, debido a su facilidad natural con la lengua, no oral, pero al verterlas a la lengua universal del saber, el latín, adoptan un
sólo son lógicos sutiles sino también excelentes legistas canónicos y tono clásico y se romanizan.
civiles cuando se tratan los negocios eclesiásticos.60 Las actividades de Sunesen no estaban limitadas a lo puramente literario
o cultural. Fue también, durante toda una generación, la cabeza de la Iglesia
Un aristócrata danés que adquirió con la enseñanza del Occidente latino
danesa, y fue una cabeza activa e innovadora. Hizo campaña contra el
una familiaridad como la que señalaArnoldo, fueAnders Sunesen, arzobispo
matrimonio de los clérigos, convocó concilios reformadores y, en 1223, fundó

61
Sobre la educación de Sunesen: Saxo Grammaticus, Gesta Danorum, pref., 1.2, J.
Armagh, Oxford, 1981, p. 11, citandoASV, Reg. Vat. 59, fol. 196v, «inadecuadamente editado» Olrik y H. Raeder (eds.), 2 vols., Copenhague, 1931-1957, vol. 1, p. 3; Hexaemeron: Sten
en W. H. Monck Masan: The History and Antiquities of the Collegiate and Cathedral Church Ebbesen y L. B. Mortensen (eds.), 2 vol s., Copenhague, 1985-1988; Ley de Escania: Antique
of St. Patrick, Dublín, 1820, ap., pp. ix-x. le ges Scanie, 14, en Danmarksgamle lmulskabslove, 1, J. Brondum-Nielsen (ed.), Copenhague,
60
Amoldo de Lubeck: Chronica Slavorum, 3.5, Johann Martín Lappenberg (ed.) (SRG), 1920-1933, pp. 467-667, «ordenado por la equidad natural» en p. 480; cf.,Skanske lov - texto
Hannover, 1868,p. 77. 1111. 33, ibid., pp. 265-466, en p. 288.
380 ROBERT BARTLETT LA EUROPEIZACIÓN DE EUROPA 381

la primera casa dominica de Dinamarca. Además, se sentía profundamente Esto se explica en parte por las características organizativas de los dominicos,
implicado en la tarea del establecimiento de una Iglesia misionera en el Bál- tales como su capacidad de sobrevivir sin las dotaciones masivas que enrique-
tico oriental, las tierras de los paganos estonios y livones. En 1206-1207 cieron al monacato anterior pero, en cualquier caso, éste es un aspecto extraor-
predicó y participó en una cruzada contra los estonios, pasó el invierno instru- dinario propio de la Plena Edad Medía en comparación con los siglos previos:
yendo en teología a los misioneros y en la primavera, «después de tomar los mecanismos de comunicación y de transmisión eran mucho más rápidos
como rehenes a los hijos de la aristocracia livona, envió clérigos para que y estaban mejor engrasados. Uno de los resultados de todo ello fue la yuxta-
predicaran». Más tarde, en 1219-1220, quedó a cargo de la fortaleza de Reval posición de dos mundos cada vez más dispares, como se ve en el hecho de
(Tallin) tras la conquista de los daneses, aguantó el asedio de los paganos y que la evangelización de los paganos de Estonia fuera organizada por un hom-
continuó la evangelización. Se concentró en los símbolos esenciales: se bre que había estudiado en las aulas de Francia e Italia.
erigieron cruces de madera en las villas paganas y se organizaron equipos
para distribuir agua bendita.62 Hacia 1300 Europa existía como una entidad cultural identificable. Aun-
Anders Sunesen fue, al mismo tiempo, un agente y un beneficiario o re- que podía describirse de diversas maneras, algunos de los rasgos comunes
ceptor del proceso de europeización. En París tuvo la posibilidad de apren- de su vertiente cultural son los santos, los nombres, las monedas, los docu-
der de hombres que tenían tras ellos generaciones de discurso escolástico y mentos y las prácticas educativas que se han tratado en este capítulo. En el
de participar en la vida cultural de un centro académico de enorme relieve, período bajomedieval los nombres y los cultos de Europa eran más uniformes
donde estaban empezando a circular las nuevas traducciones del griego y de lo que habían sido nunca; en todas partes los gobernantes europeos acu-
del árabe y donde se estaban configurando las estructuras formales de la ñaban moneda y dependían de sus cancillerías; los burócratas de Europa
universidad. En sus contactos con los estonios hizo frente a un pueblo finés, compartían una experiencia común de alto nivel de educación. En todo eso
sin tradición escrita y politeísta cuya distancia cultural y social de la cris- consiste la europeización de Europa.
tiandad latina era enorme. Dinamarca ejercía de punto intermedio. Por una
parte, sus instituciones eclesiásticas eran jóvenes en comparación con las
regiones tradicionalmente cristianas y su cultura latina aún superficial. Tenía
una gran necesidad de los manuales simplificados de Sunesen. Por otra, se
convirtió en un centro importante para la cristianización y la transformación
cultural de los estonios. Dinamarca fue un transmisor de formas y modelos
religiosos y culturales antes incluso de que los hubiera asimilado del todo.
En contraste con la Alta Edad Media, el ritmo de cambio cultural en los
siglos xn y XIII fue mucho más enérgico. Mientras que, por ejemplo, el mo-
nacato benedictino de la época más temprana había tardado cinco siglos en
difundirse desde su cuna italiana hasta Escandinavia, Sunesen creó una ca-
sa domínica en Lund sólo siete años después de la fundación oficial de la or-
den dominica y, de hecho, mientras que el mismo Santo Domingo vivía aún.

62
El papel reformador de Sunesen se pone de relieve en buJas papales como las de Ino-
cencio III, 17 de diciembre de 1203, Ad nostram noveritis, Po . 2060, y 19 de enero de 1206,
Benedictus Deus a, Po. 2664; Registrum sive epistolae , 6. 198 y 8. 196, PL 214-16, en 215,
cols. 223, 774; sobre los dominicos en Lund: De Ordine Praedicatorum de Tolosa in Dacia,
M.C. Gertz (ed.), Scriptores minores historiae Danicae, 2 vols., Copenhague, 1917-1922, 2/
1, pp. 369-374; Jarl Gallen: La province de Dacie de!' ordre desfreres precheurs, Helsingfors,
1946,pp. 1-11; hay que señalar que el mismo Domingo había visitado Dinamarca en 1204-1205
como miembro de una embajada castellana: ibid., pp . 196-216; con respecto a las activida-
des de Sunesen en Estonia: Enrique de Livonia: Chronicon Livoniae, 10.13-14; 23.2; 24.2;
25 .1, Leonid Arbusow y Albert Bauer (eds .) (AQ, 24), Darmstadt, 1959, pp. 60-64 , 230-232,
256-258, 268.

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