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La Imagen Mítica
Los descubrimientos arqueológicos han sacado a la luz muchas civilizaciones olvidadas. En Europa la
imágenes que se tenía de estas sociedades eran de carácter mítico, absoluto y preconcebido, en vez de
histórico y documentado. El principal canal de una memoria de oriente es el Antiguo Testamento, pero muy
homogeneizado por la intención ideológica de sus recopiladores y redactores. Por otra parte, es una gran
fuente que debe tomarse de forma precavida. La arqueología, en un inicio busca el “ambiente histórico del
Antiguo testamento, para argumentar que “la biblia tenía razón”, por lo que estas primeras investigaciones
eran imparciales. Otra fuente importante sobre estas sociedades son los autores clásicos, como Heródoto,
aunque nuevamente con una mirada sesgada, y en oposición a la sociedad “occidental”, que representaban el
“ideal” de sociedad. Con el tiempo surgieron posturas que planteaban a la sociedad “oriental” como la
“cuna” de la sociedad moderna., lo cual también es cuestionable, ya que la historia no surge de una vez, sino
que se adaptan a las estructuras de la sociedad en la que se producen. Oriente no es el Eslabón originarios”,
porque estuvo precedido por fases previas o protohistóricas, escandales para el desarrollo, pero es un objeto
importante por su colocación histórica, como umbral de importantes procesos que forman parte de nuestra
cultura.
El Problema Cronológico
Acerca de la cronología antigua existen dos tipos de dataciones. Una datación arqueológica, caracterizada
por cifras redondas (c. 3700-3300 a.C.) y una datación más propiamente histórica con cifras precisas (704-
681 a.C.). El procedimiento arqueológico tiene caracteres objetivos y científicos, y tiende a reconstruir la
ubicación cronológica de los hallazgos antiguos unos con respecto a otros, y respecto al presente. El
procedimiento histórico es de carácter cultural, y tiende a reconstruir los antiguos sistemas de datación y las
antiguas secuencias cronológicas, para relacionarlos después con nuestro sistema y nuestra secuencia.
Para ambos procedimientos, el primer paso consiste en ubicar los elementos a datar en una relación
recíproca de anterioridad y posterioridad o también de contemporaneidad (cronología relativa); un segundo
paso es anclar la secuencia de relaciones así obtenida en uno o varios puntos fijos, transformándolo en una
secuencia de fechas (cronología absoluta).
En Mesopotamia se identifican los años de tres maneras: Con un funcionamiento epónimo (héroe o persona
que da nombre a un pueblo); Con un “nombre de año” (por ejemplo, “año en que se construyeron las
murallas de Sippar”); Con el número de orden a partir del año de coronación.
PARRA ORTIZ, José Miguel, 2009, introducción, En: Parra Ortiz, J.M. El Antiguo Egipto, sociedad,
economía y política. Madrid. Marcial Pons, pp 15 – 36
Introducción:
“Egipto es un don del Nilo”
Las peculiaridades del caudal fluvial del Nilo fueron muy importantes a la hora de definir la técnica agrícola
de los egipcios. Estos comprendieron que el modo más fácil para cultivar la tierra era reforzando diques
naturales y complementarlos con otros, para crear así estanques artificiales de poca profundidad, que se
llenaban por si solos con las crecidas del Nilo. De esta forma los campesinos se apresuraban a labrar la tierra
y sembrarla antes que el calor la endureciera.
La inundación coincidía de forma aproximada con un suceso astronómico importante (el orto heliaco de la
estrella sirio). A partir de este fenómeno y de la crecida que llegaba, los egipcios crearon un calendario solar
llamado “civil”. El año administrativo para ellos comenzaba con la estación de akhet (la inundación), a la
que seguía la de peret (la salida, época de siembra) y la de shemu (la sequía, época de cosecha). Cada
estación estaba compuesta por cuatro meses de 30 días cada uno. Este total de 360 días, generaba un desfase
de 5 días, y a pesar de ser conscientes del mismo, durante la época faraónica no hicieron nada para
corregirlo.
Conscientes de su propia historia los egipcios recogían en sus archivos listados con los nombres, años,
meses y días de reinado de cada soberano, en ocasiones con alguna referencia a algún acontecimiento
destacado de cada año, además de la mención a la crecida del Nilo.
Manetón fue un sacerdote egipcio durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo (309-246 a.c.), que escribió un
texto acerca de las dinastías egipcias.
La principal influencia de Manetón en la egiptología moderna es su división de los soberanos del valle del
Nilo en dinastías numeradas que, aun siendo un sistema ajeno al modo de pensar egipcio, se ha convertido
en estándar para todos los egiptólogos. a pesar de falsear partes de la historia egipcia, las dinastías resultan
cómodas de manejar.
Siguiendo la división cronológica de Manetón, el desarrollo del Egipto Faraónico se divide en 30 dinastías,
desde Menes, fundador del estado y primer faraón, hasta Nectanebo, ultimo soberano egipcio.
Los especialistas modernos han agrupado el conjunto en periodos: Tinta (I y II Dinastías), Reino Antiguo
(III y IV Dinastías), Primer Periodo Intermedio (VIII-X Dinastías), Reino Medio (XI-XIII Dinastías),
Segundo Periodo Intermedio (XIV-XVII Dinastías), Reino Nuevo (XVIII-XX Dinastías), Tercer Periodo
Intermedio (XXI-XXIV Dinastías), Baja Época (XXV-XXX Dinastías).
De este modo la historiografía occidental considera a la Historia faraónica como formada por tres periodos
durante los cuales el poder del estado se dejaba sentir a todo lo largo del Valle del Nilo (Reino Antiguo,
Medio y Nuevo), entre los que se intercalaban tres periodos intermedios de decadencia generalizada,
originada por la ausencia del faraón. En la actualidad, esta imagen está cambiando, y los periodos
intermedios se ven más como momentos de cambio, y no de hundimiento económico y cultural. El texto de
Manetón contiene datos históricamente correctos, aun así, tiene deficiencias al plantear un desarrollo
histórico lineal, con las dinastías sucediéndose una tras otras, cuando realmente durante periodos
intermedios hubo dinastías contemporáneas.
La cuestión de los nombres de los faraones tiene su importancia, porque los soberanos egipcios terminarían
teniendo una titulatura compuesta por cinco diferentes. En la titulatura el monarca expresaba los elementos
que conformarían su política o las cualidades que deseaba demostrar le adoraban. Por este motivo era
anunciada a sus súbditos durante la ceremonia de la coronación y luego comunicada a los funcionarios
mediante despachos oficiales.
Diferentes estudios, a partir del interés europeo por Egipto, brindo conocimientos tales como que la lengua
egipcia forma parte del tronco lingüístico afroasiático (camito-semita) y que durante más de cinco mil años
de historia documentada sufrió diversos cambios. En principio se pueden distinguir dos grandes divisiones:
el egipcio temprano (3000-1300 A.C., pero que continúo usándose en textos religiosos formales hasta el
siglo III D.C.) y el egipcio tardío (1300 A.C. 1300 D.C.). El egipcio temprano se divide en egipcio antiguo
(lengua del Reino Antiguo y el Primer Periodo Intermedio), egipcio medio (la lengua del Reino Medio y
hasta finales de la XVIII Dinastía) y egipcio medio tardío o egipcio de tradición (la lengua de los textos
religiosos desde el Reino Nuevo hasta el final de la época faraónica). La lengua es algo vivo que evoluciona,
pero en una sociedad sin alfabetizar la capacidad de escribir es un elemento de poder y, como tal, muy
conservador. En consecuencia, a finales del Reino Medio, la lengua escrita y la lengua hablada eran
distintas.
El Jeroglífico era utilizado para los monumentos, el Jeroglífico Cursivo para textos formales y religiosos en
papiros, el Hierático era la escritura cursiva con muchas ligaduras utilizada en para los textos cotidianos en
ostraca y papiro, el Demótico era una escritura muy cursiva utilizada para todo y casi por completo alejada
de los jeroglíficos, su origen está relacionado con el hierático, y el Copto era una lengua egipcia con
caracteres alfabéticos y vocablos.
Parte del interés en la historia por el antiguo Egipto ha contribuido a que se conozca con cierta profundidad
y con ella la importancia que tuvo en el desarrollo histórico de la cultura occidental, aunque solo sea por su
influencia sobre los comienzos de la cultura griega y la que posteriormente tuvo esta sobre la romana. Las
visitas de los griegos a Egipto para formarse fueron frecuentes, destacan Platón y Heródoto.
Asimismo, hay una gran impronta del judeocristianismo en occidente y, por medio de su influencia en el
mundo sirio-cananeo, también en ella dejaron su impronta los egipcios, como sabemos desde siempre por la
biblia, así como también por los registros arqueológicos. La religión Judía siempre ha sido considerada la
precursora del monoteísmo, hasta que egiptólogos descubrieron la reforma religiosa llevada a cabo por el
Faraón Akhenaton, quien prohibió el culto a todos los dioses egipcios excepto Atón, el disco solar.
Muchas son las influencias que perduran de Egipto, lingüísticas, religiosas, culturales, etc.
NAVAJAS JIMENEZ, Ana Isabel, 2009. La prehistoria. Del paleolítico a la época de Nagada II. En:
Parra Ortiz, J.M. El Antiguo Egipto, sociedad, economía y política. Madrid. Marcial Pons, pp 37 -63
El Neolítico:
La llegada del sistema productivo Neolítico a Egipto no se tradujo en una sedentarización completa de las
poblaciones ni en la aparición de núcleos de población comparables a los que se desarrollaron en
Mesopotamia por esas mismas fechas. La agricultura se convirtió en una práctica económica
complementaria de la ganadería y el aprovechamiento de recursos del rio. La ganadería imprimió un carácter
nómada a estas poblaciones, que durante el año se iban desplazando en busca de los mejores pastos. Los
asentamientos Neolíticos que se han constatados eran sobre todo estacionales, algunos utilizados durante
largas temporadas a lo largo del año y reutilizados a lo largo del tiempo.
En los estratos de ocupación más modernos aparecieron las primeras estatuillas de arcillas con forma de
bóvido y antropomorfas, además de un rostro humano modelado también en arcilla. La escasez de ajuar
funerario es una constante a lo largo de todo el periodo predinástico en las tumbas del Delta del Egipto
(norte), opuestas a las tumbas del Alto Egipto (Sur).
Poco se sabe del sistema de organización y de creencias de estas poblaciones neolíticas. Desde el punto de
vista social, es posible que estuvieran agrupadas en bandas y grupos familiares relacionados por lazos de
sangre que, a juzgar por los restos arqueológicos conservados, compartían los recursos de la comunidad.
El Calcolítico: las culturas Badariense y Tasiense.
Hacia el 4.500 A.C. aparece en Egipto Medio la cultura Badariense, se extiende en el tiempo hasta el 3.900
A.C., coetánea con el inicio de Nagada I.
Se desconoce la procedencia de esta población, porque sus conexiones con grupos del desierto occidental no
están claras y parece probable que procedieran del Próximo Oriente. Los principales yacimientos Badariense
se encuentran en la orilla oriental del Nilo, extendidos a lo largo de 30km, y su cultura se conoce gracias a
su necrópolis, en donde los muertos parecen haber tenido un mayor cuidado que en el Neolítico, y se puede
divisar una diferencia en calidad y cantidad entre los diferentes restos, lo que demostraría un cierto grado de
jerarquización. La cultura material Badariense refleja que se había llegado a alcanzar una técnica de trabajo
muy elaborada. La cultura Tasiense también aparece muy extendida en la zona, aunque en un inicio se creyó
que le precedía a la Badariense, aunque se descubrió que la Tasiense es un fenómeno propio del del desierto,
a diferencia de la Badariense.
El Periodo Predinástico:
En el Norte surgió la cultura del Bajo Egipto mientras que en el sur la cultura del Alto Egipto conocida
como Nagada.
Aunque ambas regiones tenían formas de vida similares, un hecho característico y diferenciador entre ambas
son las necrópolis. La riqueza desplegada en las tumbas del sur no se encuentra en el norte, o son más
escazas y similares a los enterramientos del neolítico. Con los lugares de hábitat ocurre lo opuesto.
CERVELLO AUTUORI, Josep, 2009, La aparición del estado y la época tinita. En: Parra Ortiz, J.M.
El Antiguo Egipto, sociedad, economía y política. Madrid. Marcial Pons, pp. 64 -124
Capítulo 2
La Aparición del Estado y la Época Tinita
KEMP, Barry, 2016, El antiguo Egipto, tres mil años de historia, Crítica, Barcelona. Cap. 1
Capítulo I:
¿Por qué estudiar el Antiguo Egipto?
Una Sociedad Solvente Desde Cualquier Punto de Vista.
El antiguo Egipto es una representación de soluciones a una vida comunitaria de larga duración. Este éxito
se construyó en base a una visión del Estado apoyado en creencias abstractas, en donde los gobernantes
justificaban y actuaban según el mandato de los dioses, los cuales los legitimaban, y garantizaban esta
jerarquía para con toda la sociedad. Estos valores e instituciones permitieron mantener la unidad en el país,
superando las vicisitudes externas e internas. Es por esto que al Estado egipcio se lo puede considerar
solvente.
KEMP, Barry, 2004, El Antiguo Egipto, Anatomía de una civilización, Crítica, Barcelona. Cap. 1
PARRA ORTIZ, José Miguel, 2009, El reino antiguo, En: Parra Ortiz, J.M. El Antiguo Egipto,
sociedad, economía y política. Madrid. Marcial Pons, pp 125 – 179
La III Dinastía.
Nuevo faraón de las dos tierras, Netjerkhet. Cuando recibió la corona, Egipto ya era un estado unificado,
aunque dependía del viaje bianual del monarca por todo el país para recaudar impuestos. Para cuando su
propio sucesor lo sustituyo como soberano, la monarquía egipcia ya se había asentado en Menfis, y había
puesto las bases para la construcción de los monumentos más increíbles del Reino Antiguo, Las Pirámides.
“La historia de las pirámides es la historia del Reino Antiguo”. Cuando Netjerkhet comenzó a gobernar
Egipto lo hizo con la intención de continuar con la tradición recibida, lo cual se refleja en las primeras etapas
de su complejo funerario, con tumbas discretas (mastaba cuadrada de pocos metros de altura acompañada
por el recinto ceremonial rectangular del palacio funerario). Pero una vez establecido el asentamiento en la
capital, planeo un recinto fúnebre propio del poderío estatal egipcio (pirámide escalonada). Se cambiaron los
materiales de construcción, del adobe se pasó a la piedra caliza, la cual requería más artesanos en la
extracción de la piedra. Esto implicó un aumento en el número de empleados de la corona, todo esto sumado
a los gastos administrativos para el mantenimiento de la corte, que centralizo su recaudación en la capital.
Además, a cargo del faraón estaba un reducido grupo familiar, y personas de la elite (miembros del Pat), y el
primer cargo administrativo en importancia era el del “Visir”, quien controlaba los cuerpos administrativos.
El más distinguido de los personajes en relación a este faraón era Imhotep, arquitecto de la pirámide, y
canciller del rey. Los cambios administrativos de Netjerkhet supusieron un cambio notable en la escritura
egipcia. Siempre restringida a la elite, la escritura se hizo más evidente y comenzó a aparecer en las estelas
biográficas de miembros destacados de la administración. Los distintos avances en la administración, y
control de recursos fueron quizás los responsables de que se pudieran organizar expediciones mineras a
regiones lejanas. La pirámide es un elemento que busca conseguir la vida eterna del faraón mediante el
acceso a las estrellas, todo esto por la relación entre el Dios Horus (deidad estelar) y el soberano egipcio. La
pirámide escalonada es entonces un dispositivo de ascenso, donde subiendo los escalones, el soberano llega
al firmamento. El sucesor de Netjerkhet, Sekhemkhet, continuo la tradición del su predecesor, y comenzó la
construcción de la pirámide cerca de él, aunque quedo inconclusa. Khaba, su sucesor, abandono la
necrópolis de Saqqara (donde se encontraban los dos anteriores), y decidido trasladar su complejo funerario
a Zawiet el-Aryan, aunque mantuvo la idea del primero, este tampoco pudo concluir su pirámide, el
posterior sucesor ni siquiera dejo tumba y el reinado está muy poco documentado. Huni fue el predecesor de
este momento, del cual hay más registros, entre los que se encuentran seis pequeñas pirámides de igual
tamaño, construidas en el sur de Menfis, una en el Egipto Medio y las otras cinco en el Alto Egipto, la
última de ellas en Elefantina, ciudad donde construyo varios edificios administrativos. La elección de una
necrópolis alejada de la capital puede ser con fines económicos (nuevos recursos, tierras fértiles).
La IV Dinastía
El nuevo faraón va a ser Esnefru, quien continua la explotación de las minas del Wadi Maghara, y además
hay incursiones a Nubia y Libia, por otra parte, se construyen grandes barcos y se importa madera de cedro
desde el Líbano. Su política va a buscar incrementar los recursos del estado. Hay una gran explotación
agrícola en el Delta. Abandono el lugar donde se encontraban los restos funerarios de su predecesor, y
comenzó la realización de pirámides de cara lisa. Las innovaciones ideológicas de la IV dinastía se reflejan
en la propia pirámide romboidal de Esnefru, que no solo es de paredes lisas, sino que también posee un
perfil con ángulos.
Se dan diferentes cambios ideológicos, como la aparición del Dios Ra, del cual el soberano depende para
alcanzar el más allá, a su vez la sociedad depende del rey para alcanzar lo mismo. Durante la IV dinastía las
tumbas de la elite se aproximan a las del faraón, como buscando cobijo, demostrando la dependencia al
mismo.
El hijo de Esnefru, Khufu, decidió acercar su tumba a la capital, en Guiza. Esta decisión se da en buena
medida con su culto al dios solar (Ra). Las grandes pirámides, de revestimiento de piedra caliza debía brillar
con la luz del sol al amanecer y al anochecer. La principal característica de la administración de la IV
dinastía es que el cargo del Visir queda reservado para hijos reales. Los constructores de las pirámides de
Guiza se encontraban en las cercanías, al sur de la necrópolis, los restos humanos denotan gran desgaste
físico, sobre todo en la columna y rodillas, por otra parte, los restos indican la presencia de un cuerpo
médico que atendía las necesidades de los mismos. Los recursos para la construcción del complejo funerario
procedían del circuito económico general del país. A lo largo del valle del Nilo, los campesinos cultivaban
terrenos cuyas cosechas eran sometidas a tasación. Los enviados del faraón recogían la parte que les
correspondía de las cosechas y los productos se acumulaban en los almacenes del soberano distribuidos por
todo Egipto. Tras el largo reinado de Khufu, su hijo Djedefre se encarga de ocupar su puesto como soberano
de las Dos Tierras. Duro ocho años, aun así, pudo construir su tumba en Abu Rowash, alejado de la de su
padre. El sucesor de Djedefre no fue su hijo, sino su hermano Khaefre, quien estuvo poco tiempo
gobernando, hasta su muerte. Tras la muerte de este último, el hijo de Djedefre continuo con el poder, Baka,
quien estuvo pocos años hasta que lo sucedió el hijo de Khaefre, Menkauere. Este retorno la necrópolis a
Guiza, construyendo una pirámide pequeña. Shepseskaf, sucesor de este va a echar por tierra el culto a Ra, y
además va a construir una mastaba y no una pirámide, lo que va a diferenciarlo de sus predecesores. En esta
dinastía compleja, destaca hacia el final la figura de una mujer, la reina Khentkaus, la cual pudo haber sido
una regente casada con el primer faraón de la V dinastía, esta fue una mujer sin duda tuvo gran relevancia
política.
La V Dinastía
La V Dinastía egipcia quedo señalada como un momento de gran importancia del culto solar. Userkaf va a
ser el primer monarca de esta dinastía, el cual busco legitimidad (su origen es confuso) posicionando su
complejo funerario cerca de Netjerkhet (III Dinastía). También construyo un templo solar a su lado, lo cual
va a ser replicado por los sucesivos faraones de la V Dinastía. Durante el reinado de Userkaf, y sus
sucesores, la administración y la económica del país sufrieron importantes cambios, con el fin de aumentar
el control del país por parte del soberano. Si durante la IV Dinastía se incorporó el Delta como región
productora, ahora se ocuparon del Medio Egipto. Su lejanía implico que el soberano enviase administradores
permanentes a las distintas provincias, para tener un mejor control. Esto llevo a un crecimiento en la
administración. Así mismo los príncipes (hijos del rey), perdieron importancia en los cargos políticos, y
cobraron más relevancia en el ámbito ideológico y religioso. En la construcción de las pirámides también se
va a diferenciar de la IV Dinastía, donde van a abaratarse los costos en construcción, ya que había más
edificios institucionales que construir, como el templo solar. Además, se tenían que instalar a los nomarcas
en sus capitales, y debían ostentar lujo, ya que representaban al soberano. La mayoría de los faraones de la V
dinastía se instalaron en Abusir, unos kilómetros al norte de Saqqara, el lugar era importante para unos
faraones que hicieron del culto solar un elemento destacado en su ideología, porque se trata del punto más
meridional desde el que se puede ver Heliópolis.
No se sabe dónde se emplazó el templo solar de Sahure, aun así, su complejo funerario es de los mejores
conservados. Sahure realizo el complejo funerario que serviría como modelo para los posteriores.
En este momento es innegable que los templos bajos son puertos cuyas rampas de atraque penetran en una
masa de agua que los rodea. En el templo se observa una característica común del complejo, el juego de
colores con los materiales constructivos: el suelo es de basalto negro (símbolo de la tierra negra, húmeda y
fértil, de la que renace la vida), el zócalo de las paredes es de granito rojo (color del sol) y el resto de los
elementos parietales de amarillenta caliza de calidad. También destaca la decoración del techo, estrellas
amarillas de cinco puntas pintadas sobre un fondo azul oscuro. El objetivo del templo bajo y el de la calzada
de acceso es acoger y hacer llegar al templo alto, asegurándose que nada malo podría penetrar en él, de ahí
las imágenes de la derrota de los enemigos. Además de la pirámide, el otro elemento del complejo funerario
de Sahure es la pirámide satélite. Un muro rodeaba la pirámide principal, la pirámide satélite y el templo
interior, aislando la tumba del soberano del resto del mundo, pero sin impedir verla.
En el antiguo Egipto solo existía un sacerdote: el faraón. Era el único capacitado para poner en contacto y
hacer de intermediario entre el mundo de los dioses y el de los hombres.: Por lo tanto, nadie más podía
oficiar en los cultos de todos los templos de todo el país. Aun así, el monarca delegaba tareas de culto a
funcionarios, esto era posible porque la religión egipcia no era una religión revelada, además no se trataba
de sacerdotes a tiempo completo, que aparecerán en el Reino Nuevo.
Los miembros de la administración que trabajaban oficiando de sacerdotes estaban organizados en cinco
filés, donde cada parte de las mismas servía en los templos durante un mes de cada diez. El salario que
recibían los que trabajaban en los templos provenían de las ofrendas. El objetivo del sistema de filés era
repartir la generosidad del faraón lo más ampliamente posible, de tal modo que el mayor número de
personas recibiera una muestra de ella. Esto era importante, no solo ideológicamente sino también
físicamente, porque las ofrendas eran de abundante carne, algo a lo que la mayoría de la población egipcia
no tenía acceso, o muy escaso. Durante este periodo aumentan considerablemente el número de
autobiografías y referencias a los faraones, a diferencia de la dinastía previa. El soberano es el eje entorno al
que se articula todo en Egipto y su yo administrativo (la Residencia, el Palacio) ha de aparecer en todos los
organigramas, por más que ello suponga en ocasiones una pérdida de efectividad. Lo importante de todo esto
es la razón ideológica, pues de esta forma, todos los que reciben bienes lo hacen directamente del monarca.
Menkauhor Ikauhor, fue el hijo de Niuserre, y faraón sucesor del mismo. En el gobierno de este destaca el
cambio en el teóforo (Nombre de un dios que forma parte del nombre del faraón) de Ra, por el de Horus,
indicando el inicio de un cambio en la relevancia del Dios Ra.
Los textos de las pirámides contienen gran cantidad de menciones y referencias teológicas, religiosas y
mitológicas. El origen del contenido particular de cada formula o recitación se escalona a lo largo del
tiempo, e incluso aparecen antes del surgimiento de las pirámides. Son textos para ser leídos y el encargado
de hacerlo es el sucesor del soberano, Horus, el príncipe heredero, quien tiene como oyente principal al
monarca difunto, Osiris.
La historia de estos dioses trata de que Osiris, rey de Egipto, es asesinado por su hermano Seth, quien lo
descuartiza y reparte sus pedazos. Isis, esposa y hermana de Osiris, recoge los fragmentos, los embalsama y
consigue resucitar su cuerpo lo suficiente como para quedarse preñada de su esposo y dar a luz a Horus.
Este, heredero al trono, se enfrentará a su tío Seth, y lo vencerá. Esta historia se convertirá en el sostén
ideológico de la monarquía egipcia, en donde el rey se identifica con Horus. El rey difunto se convertiría en
Osiris al ser momificado.
La IV Dinastía
Unis fue el último faraón de la V Dinastía, y muchos lo consideran parte de la VI. Teti fue el primer faraón
de esta dinastía, aunque se desconoce su filiación con Unis, se cree que es su relación con Iput, hija de Unis,
la que le da legitimidad dinástica. El complejo funerario de Teti además de encontrarse en la cercanía de los
últimos faraones de la V Dinastía (Como buscando legitimidad), va a ser el modelo de que seguirán el resto
de los soberanos de la dinastía (amontonamiento de piedras recubiertos de una capa de caliza de calidad, con
unas dimensiones de 150 codos de base cuadrada por 100 codos de altura.
Ideológicamente, que los cuatro complejos funerarios construidos durante la IV dinastía tengan pirámides de
idénticas dimensiones y la misma distribución de elementos en su templo de culto es muy importante. Nos
está hablando de que el Estado ésta ya plenamente asentada en Egipto, hasta el punto de que los soberanos
no tienen necesidad de lucirse en sus complejos funerarios, cuya construcción ha dejado ya de ser el
principal eje económico del país. Es como si la ideología de la monarquía hubiera quedado establecida.
Durante este periodo, los monarcas ordenan construir capillas destinadas a su culto por toda la extensión de
sus dominios. El objetivo de esto era hacer más visibles a sus súbditos la existencia del soberano, hacerlos
más conscientes de su existencia, pues no olvidemos que muy pocos era los egipcios que llegaban a ver el
complejo funerario del faraón. Al participar de este modo en el culto al monarca, los altos funcionarios
provinciales dejaban ver a sus administrados su estrecha relación con el soberano y extendían el control del
monarca y su administración. Todo formaba parte de la política de la corona destinada a controlar
finalmente todos los recursos del país.
La explotación del sur y resto del país se realizó mediante el uso de los hwt y los templos provinciales. Los
hwt eran centros administrativos de la corona, que los dotaba de tierras, ganado y personal propios. Por otro
lado, se encargaban de almacenar la producción de sus terrenos agropecuarios. Los hwt están por todo
Egipto. Otro elemento básico propio del mundo rural egipcio eran los niwt, que eran localidades que no
dependían directamente de la corona, pues sus alcaldes no eran funcionarios nombrados por el faraón.
Teti fue asesinado por sus guardias. Pepi I fue el sucesor, que previo estos intentos de asesinatos, y ningún
funcionario de él se enterró cerca. Así mismo sufrió dos intentos de asesinato.
En la VI Dinastía el Estado llegara a estar plenamente consolidado, manteniendo siempre el faraón el control
del país.
Merenre fue el hijo mayor de Pepi I, y su sucesor, de este se sabe muy poco, su complejo funeral se
encuentra al lado del de su padre. Pepi II lo sucedió siendo un niño y estuvo supuestamente noventa y seis
años de reinado. El de Pepi II fue el último complejo funeral con pirámide construido en el Reino Antiguo.
Tras su longevo reinado, las fuentes se vuelven opacas y sus sucesores no se reconocen con certeza.
El punto final del Reino Antiguo lo puso una oscura dinastía, que en las listas manetonianas aparece
duplicada de forma errónea como la VII y VIII Dinastías. Está compuesta por un numero impreciso de
soberanos, que fueron el preludio del Primer Periodo Intermedio.
El Reino Antiguo fue un periodo de constante cambio, con una sociedad relativamente estática.
Desencadenando el proceso evolutivo debido a la construcción de primer complejo funerario real con
pirámide, con el paso de las diferentes dinastías los recursos del país fueron explotados de forma cada vez
más eficiente, comenzando por la región del Delta (IV Dinastía), la zona del Medio Egipto (V Dinastía), y el
Alto Egipto y los oasis (VI Dinastía). Así mismo, el control aumento el tamaño de la administración y
durante el reinado de Pepi II la corona poseía y controlaba los centros de poder distribuidos a todo lo largo
de Egipto. La desaparición del Reino Antiguo es llamativa, pues se produjo en momento en que la
monarquía se encontraba más asentada. En el proceso tuvieron que ver tanto el cambio climático como las
tensiones internas inherentes a cualquier sociedad, en este caso, la mengua en las crecidas y las subsiguiente
disminución de las cosechas, sometidas pese a ello al afán recaudador del Estado, terminaron por
incrementar hasta el punto de ruptura las tensiones sociales existentes y fragmentar el país, convirtiendo en
políticamente autónomas algunas divisiones provinciales creadas por la corona para controlar mejor el valle
del Nilo.
Mesopotamia en el IV Milenio
LIVERANI, Mario, 1995, El Antiguo Oriente. Historia, Sociedad y Economía, Crítica, Barcelona,
caps. 2, 4.
La Población
La variedad de paisajes que caracteriza a Oriente Próximo se traduce en un poblamiento humano de
acentuada discontinuidad espacial. Por lo general, la población se concentra en las llanuras aluvionales y en
los nichos entre montañas más favorecidos.
A la discontinuidad espacial se suma una discontinuidad diacrónica del desarrollo demográfico. La historia
de cada asentamiento es una sucesión de fases de construcción y destrucción, de ocupación y abandono. En
la historia demográfica regional, hubo una alternancia de fases de desarrollo, en las que prevaleció una
influencia de factores positivos (de producción y reproducción), y fases regresivas.
A veces las crisis se deben a hechos naturales contra los que no hay defensa posible, como terremotos,
sequías, inundaciones e incendios. Pero además existen factores propiamente humano: El primer factor es
cuantitativo y está relacionado con las dimensiones poblacionales de cada población y sus posibilidades de
sobrevivir a una crisis. El segundo factor es propiamente estratégico, de elección entre dos posibles modelos.
Hay un modelo de desarrollo más lento, pero más seguro, que tiende a conservar lo que ya existe, más que al
incremento cuantitativo o a la mejora cualitativa, arraigado sobre todo en pequeñas comunidades
agropecuarias. Por el contrario, hay un modelo de desarrollo más acelerado, adoptado sobre todo en las
ciudades que tiene como rasgos característicos la concentración de los excedentes y la concentración laboral.
También forma parte de este segundo modelo la guerra entendida como la forma extrema de hacerse con
recursos y ampliar el ámbito de control político.
El Desarrollo Tecnológico
No existe una tecnología unitaria en el antiguo Oriente sino más bien una variedad regional, una penetración
y disponibilidad diferenciadas con arreglo a las franjas socioeconómicas. Pese a las crisis y a las caídas en
picado que tienen lugar en varios lugares y períodos, la tendencia de fondo es la puesta a punto de técnicas
cada vez más adecuadas para dominar el medio circundante y a sacar provecho de los escasos recursos
disponibles. La variable tecnológica no es unívoca ni independiente, y se debe referir a las otras variables;
pero es de primordial importancia para apreciar en términos reales los acontecimientos políticos y militares,
los sistemas económicos y las relaciones sociales dominantes.
El Modo De Producción
En lo que se refiere al modo de producción hay que recordar que el análisis marxista, en realidad, se refiere
sólo a la economía capitalista limitándose para las economías antiguas a unas pocas menciones funcionales,
que no profundizan y además varían de unos textos a otros.
En cambio, todavía es válido el propio concepto de “modo de producción”, el cual mantiene su validez para
situaciones sencillas. En particular, sigue siendo fundamental la determinación de los tipos de propiedad de
los medios de producción (sobre todo de la tierra); de la relación entre los medios de producción y fuerzas
productivas; de la entidad de las unidades productivas; y de los modos de centralización de los excedentes.
La combinación de estos factores básicos es lo que caracteriza a la “formación económica de las
sociedades”: en cuyo interior se descubren varios modos de producción, varios sistemas de intercambio, y
varias formas de consumo. Los modos de producción y los sistemas de intercambio, son más bien “tipos
ideales”, instrumentos analíticos, mientras que la formación económica de la sociedad es una reconstrucción
histórica, concreta y variable en el tiempo y en el espacio.
Los modos de producción que prevalecen en el antiguo Oriente son el “palatino” y el “doméstico”. El
primero es el resultado de la revolución urbana, y se caracteriza por la concentración de los medios de
producción en manos de las llamadas “grandes organizaciones” del palacio y el templo; por la condición
servil de los productores ante los detentadores del poder político administrativo; por la fuerte y orgánica
especialización en el trabajo; por un flujo centrípeto y redistributivo de los bienes y la disposición
jerarquizada de los factores productivos. En cambio, el modo “doméstico” es un residuo de la situación de
tipo neolítico y se caracteriza por la coincidencia de fuerzas productivas y posesores de medios de
producción; por una red de intercambios multidireccional y recíproca, por la falta de especialización a
tiempo completo, y por unas unidades productivas y sectores productivos paritarios.
De la Calidad a la Cantidad
Las grandes organizaciones de los templos y los palacios fueron enormes aparatos redistributivos. Los
excedentes, las retribuciones, los servicios y las mercancías se entrecruzan y compensan a unos niveles de
complejidad que dejan muy atrás a las modestas transferencias de radios familiar y aldea. Con las nuevas
innovaciones se generalizaron los sistemas de pesos y medidas, de numeración, de cómputo y comparación.
Las necesidades administrativas de las grandes organizaciones crearon un mundo agrario sexagesimal, una
división sexagesimal del tiempo, y un sistema fijo de cómputo de los valores y las retribuciones. En suma,
convierten una realidad caracterizada por infinitas variantes individuales en un mundo computable y
programable, despersonalizado y racional.
KUHURT, Amélie (2000) El oriente próximo en la Antigüedad I. c 3000-330 a.C. Barcelona: Crítica,
Primera Parte: págs. 33 a 61.
Los pantanos han constituido siempre un factor importante en la historia de la Mesopotamia, pues debido a e
lo difícil que resulta su control, han proporcionado con frecuencia refugio a los rebeldes. Representan
además una importante fuente de recursos: cañas, juntos aptos para la fabricación de techos y productos de
mimbre, alimento como pescados, aves y jabalíes. Además, la palmera datilera, cuyas hojas pueden ser
utilizadas para la construcción, aunque lo más valioso es su fruto. Cabe destacar la ausencia de otras
materias primas necesarias que debían ser importadas. En el sur de Mesopotamia no hay ni metales, ni
árboles que produzcan madera apta para la construcción de grandes edificios y existe poca cantidad de
piedras. Las princípiales actividades comerciales e imperialistas de la Mesopotamia, es la adquisición de
estos bienes. El curso de los ríos que bañan la llanura baja de la Mesopotamia meridional no es siempre
estable, lo que hace que su aprovechamiento para el regadío se convierta en una tarea difícil. Además, se le
suma como problema la salinización del suelo.
LIVERANI, Mario (2014) Imaginar Babel. Dos siglos de estudios sobre la ciudad oriental antigua.
Barcelona, Ediciones Bellaterra, cap. 3 y 5.
El Imperio de Akkad
LIVERANI, Mario, 1995, El Antiguo Oriente. Historia, Sociedad y Economía, Crítica, Barcelona, cap.
8.
Ebla
PETTINATO, Giovanni, 2000, Ebla, una ciudad olvidada, Trotta, Barcelona, cap. 4, 11 y 12. (Ver
textos)
LIVERANI, Mario, 1995, El Antiguo Oriente. Historia, Sociedad y Economía, Crítica, Barcelona, cap.
7
La Cultura Protosiria
El palacio de Ebla gira en torno a un gran escenario, el patio de audiencias, abierto por un lado a la ciudad y
comunicado por el otro con el interior del palacio, tanto de forma ceremonial como funcional. Si bien el
palacio se parece a los modelos mesopotámicos por la complejidad de sus funciones y la articulación
espacial, resulta muy innovador en sus técnicas de construcción y en la ideología que revela, con poder más
accesible a la sociedad. El templo sirio es la residencia del dios y el punto de referencia de unas ceremonias
celebradas al aire libre. El sacrificio y la fiesta no son episodios de un culto cerrado, realizado por
sacerdotes, sino episodios del gran proceso redistributivo que implican a toda la población. Los dioses son
locales, semíticos occidentales.
Hay una gran actividad intelectual y artesanal que da lugar a una cultura siria inconfundible, poniendo a su
servicio los materiales preciosos que llegan desde distancias enormes, y los modelos mesopotámicos
aprovechables. Hasta la cerámica, que obviamente es de tradición local, posee los dos caracteres típicos de
las fábricas palatinas: el buen gusto y la normalización. Un elemento central de la cultura palatina eblaíta es
la utilización de la escritura cuneiforme como instrumento avanzado de administración y comunicación.
Ebla forma parte del horizonte escriturario de la Mesopotamia central, la tradición de Kish, con la comparte
el empleo de la escritura originalmente sumeria, expresando con ella la lengua local. La necesidad de
enseñar a los escribas, y adaptar la escritura y los instrumentos de aprendizaje al nuevo ambiente lingüístico
local, dieron lugar a los textos escolásticos.
MORENO GARCIA, Juan Carlos, 2009, “El primer período intermedio en Egipto”, en: JOSÉ
MIGUEL PARRA ORTIZ (coord.) EL ANTIGUO EGIPTO Sociedad, Economía, Política, Madrid,
Marcial Pons.
Capítulo 4:
ESPINEL, Andrés, 2009, El Reino Medio en: JOSÉ MIGUEL PARRA ORTIZ (coord.) EL
ANTIGUO EGIPTO Sociedad, Economía, Política, Madrid, Marcial Pons. Cap. V.
Capítulo 5:
El Reino Medio.
La Política Exterior
La política exterior de un país es un reflejo o consecuencia de la política interior. El historiador suele
reconstruir la política exterior a través de documentos concretos, como por ejemplo la Aegyptiaca (Libro de
Manetón), lo cual es un riesgo, pero estos documentos presentan cuestiones como campañas militares, entre
otros aspectos, aun así, conviene constatar esta información con el registro arqueológico.
Política exterior en Egipto:
Nubia:
La política egipcia en la Baja Nubia durante el Reino Medio, puede resumirse en tres etapas: Conquista,
ocupación y abandono. Recién en los últimos años de Amenemhat I, y durante el reinado de Senusert I
tuvieron éxito las iniciativas egipcias de
conquista, en donde los egipcios lograron
apoderarse de la región en dos campañas
militares, donde posteriormente se construirán
diferentes fortalezas en el territorio, para
asegurar su control de lo que era un sitio
estratégico en lo económico como oro, y
minerales, por otro lado significo la puerta de
acceso a las riquezas exóticas africanas como el
marfil, el ébano (madera), y otros animales
salvajes.
Sumados a los objetivos económicos, en el
plano político y militar también se hicieron
presentes, que con castillos protegían a Egipto y
sus conquistas de las poblaciones de la Alta
Nubia. Kush era un estado en donde se
encuentra hoy Kerma, y significo un gran rival a
partir de esta época para Egipto, hasta mediados
de la XVIII Dinastía. Los egipcios tenían bien
estudiados y controlados a estos enemigos. Tras
la muerte de Senusert I, los sucesores
incrementaron las fortalezas debido a la
amenaza kushita. Con Senusert III, esto se
transformaría en una guerra abierta. La
centralidad del estado para esta campaña fue
fundamental para concentrar recursos para anular la amenaza.
El establecimiento en esta región fue un choque cultural importante, donde las poblaciones de la región de la
Baja Nubia, rechazaban a los invasores. Lo cierto es que a partir de este contacto se empieza a conocer más
a esta gente “Pan-Grave” y “medjaiu”, que fueron importantes intermediarios de los egipcios con el resto de
África. Los egipcios mantuvieron un gran control sobre estas gentes, y la población nubia en general. Los
contactos con Kush durante la parte final de la XII Dinastía, pese a estar marcados por la guerra y el
conflicto, debieron basarse en gran medida en la diplomacia y el comercio.
Asia
Con el término “Asia” se entiende el sitio ente el extremo oriental del Delta del Nilo y el norte de Siria. Los
contactos egipcios con este territorio fueron variando. El único lugar donde pudo haber habido una
ocupación permanente fue en el Sinaí, que era el área donde los faraones tenían más contacto. Se cree que
durante el reinado de Mentuhetep II se retomó la explotación de las minas de Turquesa y Cobre de la región.
A partir de la XII Dinastía se encuentran
claras evidencias de las actividades egipcias
en la zona, especialmente Sherabit el-
Khadim y Wadi Maghara. Bajo Amenemhat
III y IV las visitas a la península aumentaron,
y posterior a este ultimo la intensidad de
actividades egipcias en la zona, caen
drásticamente. Los contactos con zonas más
al norte son escasos.
En el Delta (Norte) como en Nubia (Sur), una
de las principales preocupaciones de los
egipcios debió ser regular y evitar la entrada
masiva de población extranjera dentro de sus
fronteras. Inicialmente se llevaron diferentes
campañas de militares a la zona además de
controles. Aunque esto parece no haber
tenido efecto, porque el aumento de asiáticos
en el Valle del Nilo en la segunda mitad de la
XII Dinastía creció.
Así mismo la entrada de asiáticos a Egipto
llevo a una suerte de egiptizacion de la
cultura del levante, que se puede ver
reflejada por ejemplo en la aparición de la
“Escritura Protosinaítica”, una apropiación
local de signos jeroglíficos egipcios. Por otra
parte, también se dieron sincretismos
religiosos, donde las diosas locales se
identificaron con la egipcia Hathor.
Los contactos egipcios con el Levante durante la XII Dinastía, exceptuando Sinaí, se centraron
principalmente en la zona Libanesa, y no en Palestina (que lógicamente estaba más cerca). Esta preferencia
por el Líbano puede estar asociada al deseo egipcio de contactar con determinadas redes comerciales y
acceder a productos (como aceites, madera, lapislázuli o plata) que los centros urbanos de Palestina quizás
no eran capaces de ofrecer en grandes cantidades. Tampoco que fue ignorada, sino que no fue la más
importante. La presencia egipcia en los puertos libaneses fue importante. Los objetos egipcios parecen haber
sido muy valorados, ya que los reyes del área siro-palestina adoptaron con frecuencia motivos de la
iconografía real y religiosa egipcias.
Durante la XIII Dinastía los contactos con Levante aumentan aún más. La creciente apropiación asiática del
lugar no solo permitió la entrada en Egipto de un amplio número de extranjeros, sino también de sus
productos. Esto se ve reflejado en la gran cantidad de cerámicas cananeas.
Punt
El conocimiento de los contactos entre Egipto y Punt es limitado. Se sabe que comercializaban productos
exóticos. Los contactos comerciales entre Egipto y este sitio dependieron en gran medida de la capacidad del
Estado egipcio para transportar naces desmontadas, volver a ensamblarlas y fletarlas. Lo que es una
operación costosa, solo ejecutada en momentos de prosperidad. A partir de Senusert I y a lo largo de toda la
XII Dinastía hay constancia del envió desde la rada de Mersa Gawasis de misiones a Punt y al Sinaí. Punt
era un importante actor comercial en el ámbito afro-árabe. Las relaciones entre Egipto y Punt son
marginales, aunque influyeron en la cultura de la elite egipcia. Punt fue un lugar de fascinación y de
atracción para el imaginario egipcio de este periodo.
CALLENDER, GAE, 2010, El renacimiento del reino medio, en: SHAW, Ian, 2010, Historia del
Antiguo Egipto, Madrid, La Esfera de los Libros, Caps. 7, Págs. 197 – 240
Mentuhotep III y IV
El reinado de Mentuhotep III se caracterizó por un cierto número de innovaciones arquitectónicas. Su
templo que construyo en Tot contenía un santuario triple y es el primero en incorporar los pilones. La
escultura en relieve alcanzó su cenit en el reino medio en este periodo y el tallado de la piedra es
extremadamente delicado. Fue el primer de primer Soberano del Reino Medio en enviar una expedición a la
tierra de Punt (áfrica oriental) para conseguir incienso. Intento proteger la frontera noroeste construyendo
fortificaciones en el delta oriental. Tras la muerte de III en 1992ac accede al trono Mentuhotep IV. Lo más
reconocido de su reinado son las expediciones mineras. El acontecimiento más importante de su reinado fue
él envió de una expedición minera de Wadi Hammamat se convertiría en el primer rey de la XII Dinastía. Al
igual que todos los funcionarios de la XI Dinastía, habría ocupado varios cargos relevantes. El trono pudo
haber pasado al visir como consecuencia de la debilidad del rey y la ausencia de un heredero varón
adecuado.
XII Dinastía
Amenemhat I: durante su reinado se realizaron las primeras campañas militares del Reino Medio en Oriente
Próximo. Una de las principales decisiones de este Rey fue trasladar la capital de Egipto desde Tebas hasta
una nueva ciudad: Amenemhat- itj-tawy en la región de Fayum. Esta ciudad debe de haber sido elegida
porque estaba más cerca del origen de las incursiones asiáticas que Tebas. Fundar una nueva capital fue una
inteligente decisión política, ya que la misma indicaba que se trataba de un nuevo comienzo. Esta dinastía
buscaba sus modelos en el Reino Antiguo. Además de promover el culto al soberano, se produjo un lento
retorno hacia un gobierno más centralizado, acompañado de un aumento de la burocracia, se observa un
incremento de la riqueza minera del rey y aumento en la calidad de vida de la clase media, se utilizaron los
ejércitos feudales contra los asiáticos en el delta y se reforzó la región con los “muros del soberano”. La
política en cuanto a Nubia se convirtió en una nueva estrategia de conquista y colonización, con la intención
sobre todo de conseguir materias primas, en especial oro. Se recoge una campaña contra los libios y al
finalizar muere Amenemhat.
Senusert I SINUHÉ
Envió una expedición a Nubia en su décimo año de reinado. 8años después otra que llego hasta la segunda
catarata. Fue Buhen lo que se convirtió en la nueva frontera meridional egipcia, construyo un fuerte
trasformando así la baja Nubia en una provincia de Egipto. Kush (alto nubio) era explotado por su oro,
turquesa, cobre y gemas para joyas y en el norte se intercambió cedro y marfil con Siria. Demostrando todo
lo que había cambiado la política exterior egipcia entre la XI y la XII dinastía. Debido al largo reinado de
Senusert, el estilo regio llego a las distintas regiones con la fuerza suficiente como para hacer retroceder los
estilos regionales. Fue el primer rey en contar con un programa constructivo a partir del cual se edificaron
monumentos en cada uno de los lugares de culto, se produjo un florecimiento de las creencias y practicas
osiánicas. Fueron pocas las mujeres alfabetizadas en el Reino Medio.
Amenemhat II: La paz entre Asía y Egipto era solo selectivo a través del tratado con distintas ciudades. Se
mantenía un comercio constante con el puerto de Biblos, con la ciudad siria de Tuper, mientras que otros
contactos habían sido más bien bélicos. Se produjeron campañas a Kush y Punt. Había grandes cantidades
de esclavos asiáticos, cautivos trabajando en Tebas.
Senusert II: Su reinado fue una época de paz y prosperidad durante el cual se acrecentó el comercio con
Oriente Próximo. No hay registros de campañas militares y su principal logro fue la inauguración del
sistema de irrigación del Fayum. Se erigió un dique y canales que conectaban Fayum con la concentro de
agua de Bohryurse. A partir de este momento se utilizaron diversos lugares de Fayum para construir
complejos reales con pirámides, lo que remarca la importancia que trajo el sistema de irrigación en la zona.
Su reinado quizá merece ser considerado como una de las fases más importante del retrato humano en la
historia del arte Egipto, ya que se amplió la individualidad.
Senusert III: Quizá sea el monarca más visible de Reino Medio. Guerreó en Nubia en 4 ocasiones y de forma
brutal matando a los monarcas nubios, esclavizando a las mujeres y niños, quemando sus campos y
envenenando sus pozos. Esta región fronteriza quedo sellada al reforzarse el inmenso fuerte y mediante la
presencia de guardias todo el día. Estas enfatizan el inestable control de Egipto sobre Nubia. Llevo a cabo
una campaña en Palestina, sus intentos por conseguir que Egipto regresara a una forma de gobierno más
centralizada supusieron un importante reajuste político y social, y su reinado se considera un punto de
inflexión crucial del Reino Medio.
Amenemhat III: Egipto alcanzo su sima cultural. Reforzó las fronteras de Semna y amplio algunas de los
fuertes; se construyeron numerosos templos y santuarios. Actividad minera en la región del Sinaí. Toda esta
actividad industrial es un símbolo de la prosperidad que disfruto Egipto en este periodo, pero también
pudieron haber agotado la economía, si a esta le unimos unas series de malas crecidas del Nilo a finales del
reinado, el resultado fue el declive político y económico. La gran cantidad de esclavos asiáticos a su vez
habían animado al asentamiento de los llamados “Hyksos” en el delta, que terminaron por conseguir el
colapso final del gobierno nativo egipcio. La importancia de Neferuptoh (hermano de Amenemhat III)
sugiere que durante la XIII dinastía las mujeres de la realeza gozaron de una mayor categoría en los grandes
privilegios que obtuvo.
Amenemhat IV
Sobeknefru: fue el rey de Egipto por solo 4 años y se caracterizó por aparecer retocado con características
masculinas intentando quizás colmar las críticas contra un soberano masculino.
XIII Dinastía
Los soberano de esta dinastía continuaron la política de los de la dinastía anteriores y utilizando Itj-tawy
como capital. La burocracia siguió funcionando como lo hacía en la dinastía XII seguía controlando el torno
de la segunda catarata, se midió la crecida del Nilo y continuaron construyendo monumentos regios. Hubo
una continuidad cultural. Durante el reinado de Sobekhotep IV aparecieron síntomas de relieve en Nubia,
que terminaría por escapar del control Egipto y pasar a ser gobernado por un linaje de reyes nubios
asentados en Kerma. Por entonces Egipto se había roto en esferas de influencias que formaron la base del
gobierno del segundo periodo intermedio.
Comercio Exterior
Existió una red mediterránea de intercambios artísticos e iconográficos, se importó madera, aceite, vino,
plata y marfil de Siria-Palestina. Se estableció contacto con Chipre y babilonia a través de Siria y hubo
estrechos contactos con la zona sur de Egipto (Nubia, Punt).
Religión y Funerales
La principal novedad es el culto a Osiris, que trajo consigo el acceso de la “gente” común a privilegios
funerarios que antes fueron reales. Se empezaron a decorar los ataúdes. Crece la idea de que todas las
personas poseían un “ba” o fuerza espiritual. No solo el rey. Acceso a la piedad personal. Se inauguró el
complejo de templos de komok. Mejoras en los ataúdes de los nomarcas. se extendió la momificación, pero
no era efectiva por la baja calidad que hacía que no se conserve el cuerpo. Introducción del Shobti de acero,
arcilla madera piedra y cerámica.
Logros Culturales:
Aumento de la escritura y escribas, nuevos informes, costos y tablillas de cuentas, se benefició a Egipto por
el intercambio con Nubia, Asia y El Egeo. Gran precisión en pequeños objetos cotidianos
Mesopotamia Desintegración Fin del III Milenio e Inicio del II Milenio a.C.
KUHRT, AMELIE (2000) El Oriente Próximo en la Antigüedad I c. 3000 -330a-C., Crítica, Barcelona,
páginas 75 a 140.
El período comprendido entre el final de Ur III y la caía de la primera Dinastia de Babilonia (1595 a.C.)
recibe el nombre de Paleobabilónico. En realidad, se refiere a una cuestión lingüística (el acadio que se
desarrolló en esa época en la baja Mesopotamia). En el norte, por el contrario. Los primeros documentos en
dialecto asirio (otra variedad de acadio) son de este mismo período.
El sistema político dominante en esta época es el de una multitud de ciudades-estado independientes que
forman alianzas, intentan atraer a su órbita a otras más pequeñas y compiten entre sí por la hegemonía.
Mari y su Mundo
La ciudad de Mari se encuentra situada a orillas de Éufrates a poca distancia rio debajo de su confluencia
con el Khabur). Se trataba de una importante potencia política entre 1820-1770. La lengua era el semita
emparentada con el acadio. Debido a su situación estratégica en el paso de importantes rutas comerciales,
desempeñaba un papel fundamental como centro de distribución del comercio internacional. Mari era el
principal proveedor de estaño que provenía de oriente.
En Mari había un gran palacio real. Se sabe que los reyes de Mari emprendieron la construcción de sistemas
de regadío para incrementar la producción agrícola y que una de las industrias palaciegas más importantes,
dirigida con la participación activa de la reina, era el tejido.
Había terratenientes ricos, mercaderes, pequeños labradores y colonos y aparceros pobres. Funcionaba un
sistema de raciones y dádivas mediante el cual se remuneraba a los oficiales reales y que constituía una
fuente de ingresos adicional para sus recursos personales. La riqueza del estado procedía de las tasas de
impuestos al tráfico comercial, de los aranceles y peajes, de los derechos de paso y de los gravámenes que
comportaban las concesiones de tierras. Los regalos diplomáticos constituían otra de las fuentes de la
riqueza del rey.
Florecieron además grandes redes comerciales privadas que constituían un sector fundamental de la
economía. Había una estrecha interacción entre los pastores que vivían en las zonas marginales de las tierras
y las comunidades urbanas. Existían distintos grupos dedicados al pastoreo que vivían en determinadas
regiones dentro de las cuales se movían normalmente con sus rebaños en un régimen de trashumancia.
Dentro de Mari había profetas que están por fuera de la institución religiosa.
Para conocer los designios de los dioses se examinaba el hígado de las ovejas, los fenómenos naturales, el
encuentro con animales en lugares insólitos, el movimiento de los planetas, los sueños, etc.
LIVERANI, MARIO (1995), El Antiguo Oriente. Historia, Sociedad y Economía, Crítica, Barcelona,
capítulos 9 a 13.
El Renacimiento Sumerio
Con la decadencia del poder acadio y luego durante el dominio Guti, las ciudades del sur sumerio (desde
Uruk hasta Ur y Lagash) mantuvieron un considerable grado de independencia. La relajación del poder
central debió ser beneficiosa en el aspecto económico. En el norte el control Guti pudo ser más concreto, al
haber reemplazado a los reyes de Akkad y heredado presumiblemente su estructura administrativa.
En el sur existieron Dinastías de ensi locales que recuperaron la tradición de las ciudades-estado. La lista
real destaca entre todas ellas la cuarta Dinastía de Uruk, pero la documentación epigráfica y monumental de
que disponemos coloca en primer término a la Dinastía de Lagash, conocida sobre todo por la secuencia de
Ur-Baba, Gudea y Ur-Ningirsu.
Esta relativa libertad de acción de las ciudades estado puede explicar el hecho de que el dominio Guti se
mantuviera durante cerca de un siglo. Su fin se debió a un episodio bélico singular, y no planteo dificultades
especiales. Un rey de Uruk, Utu-Hegal movilizo moral y militarmente a sus súbditos, se enfrentó en campo
en campo abierto con el ejercito que había enviado a su encuentro el rey Guti Tirigan y lo derroto.
La Administración y la Economía
Durante la III Dinastía de Ur la llanura bajo mesopotámica comprendida entre el muro del país y el golfo
pérsico disfruto de un periodo de gran prosperidad, que probablemente había empezado ya con la
semiautonomía de las ciudades sumerias bajo los Guti.
El aumento demográfico y la ordenación urbanística se apoyan en la producción agrícola del país. Lo más
innovador de la III Dinastía de Ur es un evidente afán de racionalización y unificación de la gestión
administrativa de la economía. Además del aumento cuantitativo, hay un aumento cualitativo en el afán por
logran que cuadren la previsión y el resultado, el trabajo empleado y el producto obtenido, mediante el uso
sistemático de parámetros fijos.
Los reyes de Ur pretenden gestionar directamente los recursos de todo el Imperio, que ya no está dividido en
reinos ciudadanos tributarios, sino en simples provincias. A la cabeza de cada provincia hay un gobernador
nombrado por el rey, que se apoya en una burocracia homogénea. Dicha burocracia se mantiene unida
gracias a un intenso ir y venir de mensajeros reales.
La administración conoce las medidas de cada parcela. La calidad del suelo, la incidencia de la salinización,
la distancia entre los surcos, la intensidad de la siembra y la relación entre sedimento y cosecha son datos
que la administración fija y calcula para obtener un estrecho control de la producción. La ganadería ovina se
destina sobre todo a la producción de lana.
El Bronce Medio
La Realeza Paleobabilónica
La realeza Paleobabilonica utiliza recursos que ya eran propios de la edad Neosumeria, pero introduciendo
nuevos acentos y matices. La función real se expresa ante la sociedad por medio de unos instrumentos
ideológicos tradicionales: los himnos reales, las inscripciones celebrativas, los códigos y los decretos de
amnistía tiene un claro origen Neosumerio, lo mismo que la práctica de la deificación, que persiste sobre
todo en el sur, aunque limitada a algunos reyes más prestigiosos u osados.
El rey Neosumerio se presentaba a si mimo como un buen administrador, el rey Paleobabilónico aparece
más bien como el buen pastor de su pueblo. De esta forma, no solo adopta una imaginería pastoral de cara a
la nueva población amorrita, sino sobre todo una actitud de desvelo y preocupación por las necesidades de
las capas más pobres de la población, vista como un rebaño que sin la guía y las atenciones del pastor no
sería capaz de sobrevivir.
El rey aparece con una imagen paternalista: padre y madre de los huérfanos, sostén de la viuda, es el que
devuelve el hijo a su madre, la libertad a los esclavizados, el que perdona las deudas, y en general el que
restituye el equilibrio natural al orden social. El principal instrumento de esta política es el edicto de
remisión de las deudas y la consiguiente liberación de los deudores reducidos a servidumbre. El poder
carece de instrumentos adecuados para incidir sobre las causas de la disfunción socioeconómica, y lo único
que puede hacer es incidir sobre las consecuencias.
El rey se presenta como justo con una formulación más orgánica, mediante la publicación de un código de
leyes, siguiendo una tradición inaugurada por Ur-Nammu de Ur, que en ese momento estaba más extendida.
Tanto en el código de Ur-Namm como en el de Eshnunna se incluye una tabla de precios. Estos precios
justos pueden haber influido en las transacciones económicas. El rey interviene entonces restableciendo el
sistema de precios justos y procurando que sean también corrientes.
La Cultura Paleobabilónica
En el periodo Paleobabilónico la escuela sigue siendo el centro impulsor de la cultura mesopotámica. Muy
conservadora, sigue trasmitiendo los mismos instrumentos de trabajo y puntos de referencia y concebidos en
el III milenio. La escuela tiene que ser consciente de los nuevos problemas, el más importante d los cuales es
el paso definitivo del sumerio al acadio como lengua escrita.
Los escribas, en vistas de la muerte del sumerio como lengua hablada, se las ingeniaban para recuperar y
traducir el patrimonio cultural sumerio. Se hacían traducciones, se recopilaban y escribían las grandes obras
de la literatura sumeria, pero era imprescindible para todo escriba que se precie.
Si los periodos acadio y Neosumerio se había caracterizado por el concepto de fundación mítica de lo
existente, el periodo neobabilonico desarrolla el concepto de fundación histórica. Se puede aventurar la
hipótesis de que este desarrollo es más o menos paralelo a la generalización de la transmisión hereditaria, y
también financiera, de los medios de producción, que requiere una demostración histórica de los derechos de
propiedad. Este interés historiográfico produce tres bloques principales de resultados. El primero son las
listas reales, con dos ramas que difieren entre sí. Hay una rama sumeria, expresión de las concepciones
tradicionales y meridionales, representada por la lista real sumeria. Establece una línea única para la realeza,
legitimando así la herencia imperial de Isin. Hay otra rama que podríamos llamar amorrita, que busca los
orígenes de las nuevas monarquías en unas listas de antepasados tribales más o menos legendarios. El
segundo bloque son las colecciones historiográficas de las inscripciones de los reyes de Akkad y Ur III, y de
las cartas reales de Ur III. El tercer bloque, que en parte procede del segundo, es la literatura
pseudohistorica.
Dentro del periodo Paleobabilónico comienza la práctica adivinatoria más extendida eran los presagios. El
esquema del presagio (si… entonces…) se convierte en algo típico de la cultura mesopotámica.
El Comercio Paleoasirio
El comercio Paleoasirio se desarrolló en Anatolia con formas complejas y un volumen impresionante, y está
documentado detalladamente por miles de tablillas encontradas en Kanish. El comercio entre Assur y
Kanish es una ocasión única para conocer las modalidades y los fines del comercio a larga distancia, sin que
necesariamente se trate de un caso único.
La intensidad y el volumen del comercio llevo a la superación de la fase de simple ir y venir de caravanas,
pasando a la presencia fija de mercaderes asirios en Kanish y las otras ciudades anatólicas.
El karum (literalmente puerto) es una organización y un asentamiento situado en el exterior de la ciudad
indígena anatólicas. El karum tiene su propia organización y una función reconocida tanto por la ciudad de
Assur como por el reino indígena. Función de garantías de operaciones, y judicial en los pleitos comerciales
entre mercaderes o entre estos y los indígenas. Por último, función de compensación financiera por el pago
de las tasa.
El comercio Paleoasirio en Anatolia es muy claro y sencillo: los asirios exportan a Anatolia tejidos y estaño
a cambio de plata, es decir, lo que hoy llamaríamos dinero constante. Por lao general las ganancias son
reinvertidas en las mismas mercancías para continuar el ciclo.
Shamshi-Adad
En la Alta Mesopotamia, donde hasta finales del siglo XIX se produce un intenso fraccionamiento, surgen
varias iniciativas de conquista y expansión que desembocan en una breve unificación con Shamshi-Adad. En
estas iniciativas de unificación se advierte una evidente movilidad e improvisación, propias de los jefes
amorritas, dotados de una apreciación de los grandes espacios libres que les diferencia de los dinastas
ciudadanos sumerios y acadios, vinculados al control de un espacio agrícola y administrativo preciso y
limitado.
Shamshi-Adad va a conquistar Mari, e instala a su hijo (Yasmakh-Addu) ahí. Administrativamente no hay
cambios, pero el haber sometido a Mari es un hecho importante. Las relaciones y exigencias del rey asirio
sobre Mari van a llevar a gran tensión entre padre e hijo. Shamshi-Adad tiene mucho empeño político y
militar, en el ámbito ideológico asume los títulos de “Rey Fuerte” y “Rey de Akkad”. Así mismo va a
trasladar cierta influencia babilónica a Asiria.
VERDERAME, Lorenzo, 2013, ¿Un pueblo imaginario? La creación de la identidad amorrea en los
estudios asiriológicos. En Di Bennardis, C., Ravenna, E. y Milevski, I. (eds.). Diversidad de
formaciones políticas en Mesopotamia y el Cercano Oriente. Organización interna y relaciones
interregionales en la Edad del Bronce, Universidad de Barcelona, Barcelona, pp. 41-55.
Conclusiones
Todas las construcciones de la identidad amorrea en el III milenio se basan en la idea de la transmisión
inmutable de un único termino a lo largo de casi un milenio. El termino mar-tu ha sido acríticamente tomado
como un distintivo étnico. Las descripciones de mar-tu en los textos literarios se han tomado como realidad
histórica, a pesar de su documentación tardía y circunscrita a un único periodo.
Del análisis de las referencias resulta claro que, si en verdad existe una “identidad” o un grupo social, no se
trataría de un grupo que se autodefine como tal, sino de una categoría determinada desde el exterior, ya que
son los Mesopotámicos los que crean tanto el termino como la definición de mar-tu, siendo estas, variables
que se adaptan a los puntos de vista del observador (los mesopotámicos). Las referencias nos muestran los
diferentes usos de mar-tu según el periodo y el tipo de documentación. Deberíamos entonces preguntarnos
quienes eran para los Mesopotámicos estos mar-tu, por lo que los mar-tu están presentes únicamente en su
concepción del mundo y sus documentos. No estaríamos hablando, por tanto, de identidad, sino de la
creación y definición del “otro” o de los “otros” por parte de una comunidad que no desea crear identidades,
sino negarlas.
Liverani, Mario, 1995, El Antiguo Oriente. Historia, Sociedad y Economía, Crítica, Barcelona,
capítulo 10 (Ta arriba)
Legislación Mesopotámica
LAFONT, Sophie, 2008 “Il periodo paleobabilonese: diritto di proprietà, testamenti e vendite di
terre” en LIVERANI, M. y C. MORA (ed.) I diritti nel mondo cuneiforme (Mesopotamia e regioni
adiacenti, ca.2500 - 500 a.C.), Pavia, pp. 209-245 (traducción)
Es difícil definir la propiedad en las fuentes cuneiformes, ya que no hay términos acadios ni términos
sumerios que designen el concepto de propiedad. La incertidumbre sobre el concepto de propiedad se refleja
en el estatuto de los bienes inmuebles. Para los bienes muebles, la cuestión es menos evidente, a cauda de la
asimilación natural entre posesión y propiedad. El caso del esclavo es mas delicado, por que no todos los
esclavos son tratados como objeto. El vinculo por deudas es condicional y temporario, y los derechos del
acreedor son limitados por la ley. El esclavo puede ser considerado como un bien mueble según el derecho
civil.
En la época Paleobabilonica hay problemas en la representación de la propiedad privada respecto del
patrimonio público, resulta difícil distinguir las superficies que dependen de la corona de aquellas que
constituyen la propiedad familiar independiente.
Las distintas restricciones tienen como objetivo impedir al titular de actuar libremente con el bien que le ha
sido concedido y recuerdan que el palacio tiene un tipo de dominio eminente sobre las tierras. El rey actúa
en calidad de señor eminente interesado en recuperar la tierra no ocupada. Así, el campo abandonado o libre
a cauda de la muerte del detentor retorna a la corona.
La tierra de servicio se convierte en parte integrante del patrimonio de su titular, hecho que es confirmado
mediante la transmisibilidad hereditaria de la tenencia. La trasmisión hereditaria es practicada y tolerada por
que resulta funcional a los intereses del rey.
La propiedad privada se ha formado a partir del modelo de las concesiones de tierras públicas, precarias de
origen, luego de manera duradera como patrimonio de los poseedores. La hipótesis de un proceso evolutivo
que va de un sistema puramente estatal a la emergencia de un sector privado, no esta confirmado por las
fuentes, que parecen mostrar un movimiento inverso.
La autora plantea que se debe renunciar a distinguir las diversas formas de pertenencia del suelo, ya que los
mesopotámicos no lo hacen, ya que incluso el termino propiedad son concepciones europeas continentales,
que evocan al modelo romano.
Así mismo el termino propietario es generalmente utilizado en singular, aunque existen casos de formas
colectivas de propiedad, publica o privada. La idea de propiedad individual es anacrónica.
SERI, Andrea (2011) Esclavas domésticas durante el período Paleobabilónico en L. Culbertson (ed.),
Slaves and Households in the Near East. Chicago: The Oriental Institute pp. 49-70. (no lo encontré)
MORENO GARCIA, Juan Carlos, El segundo período intermedio, en JOSÉ MIGUEL PARRA
ORTIZ (coord.) EL ANTIGUO EGIPTO Sociedad, Economía, Política, Madrid, Marcial Pons. cap.
VI
BOURRRIAU, JANINE, 2010, El segundo periodo intermedio (c, 1659 -1550 a.C.) en SHAW, Ian,
2010, Historia del Antiguo Egipto, Madrid, La Esfera de los Libros, Caps. 8, pp. 241 – 287
El Territorio de Avaris
El término de Hyksos se utilizaba para mencionar a los “soberanos de países extranjeros” y se aplicó solo a
los gobernantes de los asiáticos, denoto una categoría inferior a lo de los reyes egipcio, mientras que los
habitantes de Siria- Palestina se los denomina “Aamu”. En Tell el Daba se han encontrado pruebas de que a
comienzos de la XIII ya existía allí la comunidad de asiáticos muy egipteolizados. El carácter no egipcio de
la comunidad se refleja por la disposición de las casas y por el hecho de que las tumbas estaban integrados a
la zona de los vivos más que un cementerio fuera de los asentamientos. El origen de estos asiáticos es muy
difícil de determinar porque su cultura, su ceremonia y la administración se regio por el modelo egipcio. Su
cultura no era estática y no tarda en desarrollarse, adquirir características nuevas y deshacerse de los
antiguos. La expansión inicial de Teel el Daba se vio frenado por una epidemia. Butok ha encontrado dos
fases comunes donde se enterraron muchos cuerpos sin ninguna ceremonia, por lo que a partir de allí el
patrón de asentamiento y cementerios sugiere una sociedad menos igualitaria que antes, haciendo así
evidente su relación con Amoris, la capital de los Hyksos. Se hace referencia al dios Seth, que demuestra
que su culto ya estaba establecido y que era el Dios local de Avaris del mismo modo que Amón era la
deidad titular de Tebas. Nehesy aparece en el grupo que se idéntica como la XIV Dinastía. Fue un alto
funcionario que durante escaso tiempo asumió categoría de Rey de Avaris. Tuvo el reinado de Soberhohep
IV (último rey de la dinastía XIII) es probable que la unidad de poco comenzara a romperse y un evidente
candidato a convertirse en un reinado independiente era la rica y poderosa ciudad de Avaris. La autoridad
del rey Nehesy se extendió por el delta oriental desde Tell el Muqdam hasta Teel el Habua. En Avaris se
conservaba la estructura burocrática egipcia. Según Bietak Nehesy encajo en la cronología relativo de Tell el
Daba, correspondiente a finales de la XIII dinastía. A partir de entonces ningún rey volvió a controlar todo
Egipto hasta la conquista de Avaris. La XIV y XV dinastía tenían su base en el delta oriental y su capital era
Avaris, mientras que las XVI y XVII estuvieron centrados en Tebas, en el Alto Egipto según Ryholt. Bietak
asocia el final de la fase Hyksos en Tell el Daba a la XV dinastía de Manetón, “gobernados extranjeros que
gobiernan 108 años”. Toda la documentación sugiere que la autoridad de esos soberanos era mucho mayor
que la de sus precedentes. Lo sucedieron de padre a hijo y el reinado de 40 años, al menos nos indica que
Avaris estaba gobernado por una autentica dinastía. El cenit del pecado Hyksos fue le reinado de Aauserra A
pesar de que los reyes tebanos lanzaran campaña contra él. Se aprecian signos de renacimiento consciente de
las tradiciones egipcias relativas a los escribas, indispensable para gobernar al modo egipcio. Como
fenómeno cultural los Hyksos han sido descriptos como peculiarmente egipcios. La riqueza de Avaris
procedió del comercio de Palestina, el levante y con Chipre. Comerciaban carros, caballos, barcos, madera,
oro, lapislázuli, plata, turquesa, bronce, aceite grasas, miel. El Avaris afirmaba ser rey del Alto y Bajo
Egipto.
El Reino de Bush:
Rey de Bush= soberano con capital en karma.
La gente de terma no produjo documentos escritos. Su poder se ubica durante el 2do periodo intermedio
hasta que fue conquistado durante la XVIII dinastía. Hasta mediados de la XIII dinastía el rey de Kermo
comercio con los Egipto, comercio administrado mediante las fuertes de los cataratas. Eran criadores de
ganado y guerreros. Es posible que los nubios de Kerma fueran una federación de tribus de la cuales no
todos aceptan la autoridad del rey de Kerma ni la enemistas hacia los reyes tebanos, durante el 2 periodo
intermedio, el comercio floreció entre Karma y Tebas.
Hititas
El Rey
En los primeros tiempos la muerte de un rey causaba, en general, una crisis constitucional que el juicioso
monarca había tratado de evitar mediante la designación publica de sus sucesor. Esto ha sido interpretado
como un indicio de que la monarquía hitita fue, en sus orígenes, electiva. La inseguridad de la monarquía en
los primeros tiempos puede ser a causa de un conflicto entre los nobles, con sus derechos ancestrales y el
rey, en lucha por establecer el principio de sucesión hereditaria. Lo más plausible es que los reyes hititas se
hayan enfrentado a un sistema matrilineal.
La sucesión real fue por fin regulada por Telepini en el edicto, en el cual se proponía que el primer rey, seria
hijo de una esposa de primer rango, sino un príncipe de segunda rango, y en caso de que no hubiese
príncipe, se tomaría como rey al esposo de una hija de primer rango. Se cree que antes de este edicto el
reinado era víctima de crisis reiteradas, pero después de este hubo garantía de estabilidad, ya que los nobles
ambiciosos no volvieron a desafiar la autoridad del rey.
Los reyes del Viejo Reinado se autodenominaban a sí mismo “gran rey”, con la pretensión del rey hitita de
figurar entre los grandes potencias de la época. En el Imperio posterior Gran rey o tabarna, es reemplazado
por el título de Mi Sol, lo que seguramente se tomó de los reinos de Mitanni y Egipto. El rey hitita no fue
nunca divinizado en vida, pero había un culto instituido a los espíritus de los reyes pasados. El rey era
comandante supremo del ejército, la suprema autoridad judicial y el sumo sacerdote. Como jefe del estado,
era el responsable de todos los tratos diplomáticos con potencias extranjeros. Los deberes militares y
religiosos debía ejercerlos personalmente, pero los deberes judiciales podía delegarlos a subordinados. A
pesar de esto, hay casos en los que campañas militares se dejaban en manos de los generales porque el rey
tenía que estar presente en el espiral para celebrar algún festival.
Las actividades religiosas obligaban al rey a estar presente en todos los centros de culto del reino.
La reina
Heredaba su título solo a la muerte de su predecesora, ya que, mientras viviera la reina madre, la esposa del
monarca solo era la “esposa del rey”. Tenían una personalidad fuerte y poco amigable.
Clases Sociales:
Los parientes del rey, “la Gran Familia” gozaban de privilegios especiales de los cuales abusaban
constantemente, se les reservaban los puestos más altos del estado, como, por ejemplo, “jefe de la guardia
personal”, “jefe de los cortinarios”, jefe de los tesoreros y “jefe de los portadores de centro”.
Los departamentos palaciegos tenían su propia personal, a los cuales Telepinu se refiere como “artesanos,
coperos, guardia personal, cocineros, etc.” refiriéndose a todo el grupo como “pankus”, que puede significar
en este contexto, comunidad entera.
Telepinu ordenó que a futuro los pankus se asegurarse que quien cometieses un crimen, sufriese castigo en
su propia persona, así sea un dignatario de alto rango o el mismo rey. La nobleza fue y siguió siendo siempre
una clase aparte. Mucho de ellos parecen territorios conferidos por el rey y eran ellos quienes suministraban
los carros de combate al ejército hitita. La gente común, en su mayoría era campesina, y existía una clase de
artesanos que trabajaban en las ciudades, como los constructores, tejedores, ceramistas y herreros. Los
ciudadanos eran libres, pero podían ser llamados al trabajo forzado, y como mínimo las personas
pertenecientes al sector artesanal poseían parecían tierras y otros bienes. En cuanto a los sirvientes, el amo
tenía sobre estos derechos limitados, y se les imponen castigos que podían irruir la mutilación corporal en
caso de cometer faltar a pesar de estos, tenían derechos y deberes jurídicos propiedades.
El Gobierno
La organización civil tradicional del país era esencialmente parroquial: Todos las ciudades y comunidades
de valle tenían su propia consejo local de ancianos, los cuales se ocupaban de la administración local y de os
disputas. Solo los grandes centros religiosos dependían enteramente de los templos.
La administración de una provincia incluía deberes tales como los mantenimientos de caminos, edificios,
públicos y templo, el nombramiento de sacerdotes, la celebración de ceremonias religiosas y la
administración de justicia, pero este sistema se volvió imperante cuando el Imperio se expandió y se
empezaron a poner medio y nombrar gobernadores más permanentes e independientes vinculados al
soberano de tratado de lealtad.
Algunos reinos de siria y el Líbano, como los amuni, fueron atraídos hacia el Imperio hitita y se los
consideró reinos vasallos, ya que esos pequeños reinos se venían en posición precaria comparable con Hatti
y Egipto.
Esos nuevos “provincias “del Imperio tenían diferentes status, ya que aquellos en posiciones clave como
Alepo, fueron reservados, para príncipes reales que los gobernaban como vasallos de categorías intima. En
el otro extremo, estaban los “protectorados”, que eran reinos que habían gozado de un prestigio en una
época anterior y se consideraba a necesario conciliarse mediante una independencia similar.
La mayor parte de esos reinos sometidos eran gobernados por vasallos naturales del mismo país, pero que
pasaban a ser vasallos del gran señor hitita. A este se le daba libertad para gobernar su territorio, pero no
podían entablar relaciones con potencias extranjeras mi atraer a su corte a embajadores extranjeros.
Proporcionaba gente para el ejército hitita, debía devolver todos los refugiados de Hatti, pero no podía pedir
que Hatti devuelva los suyos. Como recompensa el rey hitita le garantizaba la protección necesaria contra
enemigos y la sucesión de sus herederos legítimos. Anualmente, el vasallo hacia entrega de un tributo que
reflejaba la relación de poder entre el señor y el vasallo. Los hititas, al desconfiar de la palabra del hombre,
recurrían a la ayuda de los dioses como testigos y guardianes del contrato por medio de juramento.
La Política Exterior
Fuera de sus fronteras, los hititas de los primeros tiempos solo veían enemigos. En el tiempo de
Shuppiluliuma, se había llegado a un alto grado de concentración bajo el control de tres grandes potencias:
Egipto, Babilonia y Mitanni. Esas potencias habían logrado una situación de equilibrio.
En los tratados entre dos grandes reyes, siempre existía igualdad y se establecía una relación de hermandad
que remarcaba la imposibilidad de guerrear entre ambos, y se proponían ayuda tanto ofensiva como
defensiva en caso de guerra. También comprometían a que, en caso de muerte de alguno de los 2 reyes, el
otro asegurase la correcta sucesión. También se propone la extradición de fugitivos. Los soberanos aliados
pueden establecer libremente relaciones diplomáticas con terceros.
Vida y Economía
La gente se dedicaba a la agricultura. El código de la Lery, es le principal fuente sobre la naturaleza de la
sociedad hitita, y este indica que imperaba aquí una economía agraria. Las principales cosechas eran la
cebada y la enconada usada para hacer pan, harina y cerveza. El vino era originario de Anatolia y era
intensamente explotado por los hititas. Había higos, manzanas, alboroques y vísperas, frutos, lino, cobre,
plomo, plata, bronce y hierro (dominaba técnicas algunos artesanos que vendían sus productos a alto
precios). El cobre era la principal exportación de los comerciantes asirios y la plata, que era en abundancia
se utilizaba para las monedas. Anatolia era la región con una gran explotación de minerales, los metales más
comunes en circulación eran el cobre y el bronce que se usaban con frecuencia para las armas y utensilios.
El medio de intercambio en todo oriente Próximo era la plata en barros o anillos y medida por el peso.
Explotaban sus metoles a cambio de tejidos y estaño mesiánicos.
LIVERANI, M. 2006, Mito y política en la historiografía del Próximo Oriente Antiguo, Bellaterra,
Barcelona, pág. 47 – 51. (TP 2)
Introducción
El tema que nos convoca es la transcendencia histórica de la cultura Uruk, representada por el
emplazamiento arqueológico de Warka en la Baja Mesopotamia -en el actual territorio iraquí- durante el
proceso de la Primera urbanización en el 4to milenio a.C. La selección bibliográfica, para la propuesta de
actividad práctica, consta de un artículo de Guillermo Algaze (2001) La prehistoria del imperialismo: el caso
de Mesopotamia en el período Uruk y un capítulo de la obra de Mario Liverani (2006) Uruk. La primera
ciudad.
Se acentuarán algunos aspectos del tema por lo que algunas categorías e información conexa podrán ser
retomados en las futuras clases, al igual que situaciones comparativas con otras regiones y tiempos
históricos. En primer lugar, realizaré una caracterización de la cultura Uruk, para luego enfocarme en el
comercio regional en el que tal cultura estuvo involucrada para establecer las diferencias entre los enfoques
interpretativos de Liverani y Algaze. Finalmente, realizaré una mención a las posibles continuidades del
tema en relación con el espacio egipcio y presentaré la propuesta práctica para el trabajo áulico del tema.
Caracterización de la cultura Uruk
El período analizado corresponde al Calcolítico (Edad del Cobre) según la periodización arqueológica. La
cultura Uruk se desarrolló en la segunda parte del 4to milenio a.C. y se reconocen en ella dos fases: Uruk
antiguo -3500-3200 a.C.- y Uruk tardío – 3200-3000 a.C.- (Liverani 1995). En el cénit de su desarrollo, la
cultura Uruk tardía comprendía un territorio interior que abarcaba la Baja Mesopotamia y Khuzistan
(sudoeste iraní), un centro urbano preminente: la propia Uruk (con una extensión de alrededor de 100 has),
una zona de semiperiferia (la Alta Mesopotamia) y los puestos comerciales en la zona de las tierras altas
anatólicas e iranias. La ciudad de Uruk es la más representativa del período, sustancialmente porque ha sido
extensamente explorada durante el siglo XX. En función de ello y de la variada información conocida,
iconográfica y arqueológica, se pueden identificar los siguientes desarrollos durante el período Uruk en la
baja Mesopotamia.
Existencia de gobernantes institucionalizados con roles religiosos, políticos y militares.
El rol central estatal en la recopilación y distribución de productos estratégicos.
Una especialización social y ocupacional en el período.
Cierto control estatal sobre la mano de obra dependiente.
Nuevas formas de manifestaciones simbólicas de los cambios de naturaleza económica y
sociopolítica.
La interacción o control, en términos de intercambios desiguales, de rutas comerciales que
posibilitaron la consolidación de una elite dirigente y una economía redistributiva.
Las características señaladas son indicativas del proceso de transición a sociedades históricas, en términos
de Liverani (2006 [1998]) de la aparición de la primera sociedad urbana, compleja y estatizada del Antiguo
Oriente. Independientemente de la categoría utilizada para denominar tal proceso -entre otras: Revolución
urbana; aparición del estado arcaico; origen de la complejidad e inicio de la historia- lo cierto es que tal
proceso maduró y se aceleró durante el período Uruk Tardío distinguido por importantes concentraciones
urbanas (entre otras la propia Uruk), una arquitectura religiosa imponente y el inicio de la escritura.
Enfoques de Liverani y Algaze sobre las derivaciones del comercio de larga distancia
La obra de Liverani pretende clarificar, en base a la información disponible, el proceso de formación de la
ciudad y el estado. Para esto, hace hincapié en el factor de la gestión económica, que parece anterior a los
demás factores sociales, políticos e ideológicos. Para ello parte de la teoría sobre el origen del estado
desarrollada por Gordon Childe, para proponer que en la Baja Mesopotamia el factor que impulsó la serie de
transformaciones que condujeron a la estatalidad radicó, esencialmente, en una serie de innovaciones
técnicas del período Uruk antiguo. Éstas hicieron posible la acumulación de excedentes alimentarios y el
despliegue urbanístico y organizativo de la fase Uruk tardío.
Un concepto central en la matriz explicativa de Childe, inspirada en el marxismo, es la idea de que para que
se produzca un salto cualitativo en el modo de producción, es preciso que la sociedad sea capaz de producir
excedentes, vehiculizarlos en la creación de infraestructura y mantener a los especialistas y dirigentes que
dirijan la revolución. En el sur mesopotámico, tal excedente fue proporcionado por la alta fertilidad de las
tierras bajas aluviales. Estos excedentes fueron almacenados y distribuidos por quienes se presentaban como
substitutos de los dioses en la tierra, mediante la administración de los bienes y la dirección de los trabajos
colectivos. En la base de este crecimiento existió un progreso tecnológico (canalización de los ríos,
explotación agrícola organizada en campos largos, arado de tracción animal- arado de sembradera, trilla) que
produjo grandes excedentes de alimentos, posibilitando la acumulación originaria que permitió el despegue.
El templo administró esta revolución, otorgando legitimidad ideológica a la operación de sustracción de
excedentes para destinarlo al uso común.
Uno de los ejes comparativos entre los postulados de Algaze y Liverani radica en cómo analizan ambos
autores el modo en que la emergencia de la civilización temprana en la baja Mesopotamia afectó a las áreas
de contacto que rodean la región.
Algaze se enfoca en demostrar como la emergencia de una civilización temprana en las tierras bajas, afectó
áreas que rodean el núcleo mesopotámico. Para ello parte del enfoque del antropólogo Stanley Diamond
quien postuló que los casos de estados prístinos o primarios – estados que se desarrollan en forma
independiente de influencia exterior- incluyen procesos expansivos externos que suelen ser asimilados como
casos tempranos de imperialismo económico.
En su desarrollo, argumenta que la necesidad de productos inexistentes en la región llevó a procesos de
expansión externa, al establecimiento de avanzadas comerciales -enclaves coloniales o instalaciones
comerciales pequeñas dentro de asentamientos preexistentes- que actuaron como concentradoras de
productos regionales y puntos de distribución de manufacturas procedentes de la región central.
Su tesitura más fuerte es que dichas avanzadas pueden ser caracterizadas como casos de imperialismo
económico. ¿Dónde se para conceptualmente Algaze al referirse al imperialismo? Sigue a los historiadores
ingleses Ronal Gallagher y Jack Robinson quienes ven a las relaciones asimétricas de dependencia como la
raíz de los fenómenos imperiales, independientemente de que impliquen o no relaciones de dominación
política. Para ilustrar su posicionamiento da como referencias casos documentados de imperialismo de la era
moderna, en los que se desarrollaron procesos colonizadores o intrusivos de naturaleza económica, con
avanzadas implantadas en áreas periféricas ricas en recursos. El autor sostiene que la fundación de
avanzadas coloniales -emplazadas geoestratégicamente sobre las intersecciones de rutas y sobre áreas de
concentración de recursos - no son exclusivas de la era moderna, si no que fueron una estrategia utilizada
por los estados prístinos para obtener recursos externos. Algaze reconoce dos tipos de avanzadas:
Localizadas en áreas de asentamiento preexistente cuya población explotaba los recursos deseados o
controlaba el acceso a tales recursos. Estas avanzadas tendían a ser pequeñas y situadas en el medio
del asentamiento. Ejemplos de estas avanzadas son Hacinebi Tepe (sobre el Éufrates en Turquía) y
Godin Tepe (sobre la ruta del Khorasan en los Montes Zagros, Irán).
Localizadas en áreas donde no se reconoce una ocupación preexistente, la avanzada Uruk podía
convertirse en una implantación urbana como fue el sitio fue Habuba Kabira (sobre el Éufrates, en
Siria, cerca de Meskene). Evaluaciones recientes del sitio fundado en un espacio sin asentamientos
previos, denotan que el mismo creció durante el periodo Uruk Tardío, desde unas 6 has de extensión
hasta llegar a ocupar un área de 22 has. Entre otros caracteres que han llevado a identificar el sitio y
su población como mesopotámico meridional, se encuentran el plano arquitectónico, las técnicas de
construcción, las cerámicas diagnósticas, procedimientos de producción de cerámicas, prácticas
glípticas (grabados sobre piedras duras, finas o preciosas), iconografías características y un sistema
de contabilidad y registro.
Una cuestión que me parece necesario resaltar del trabajo de Algaze, refiere a la necesidad de revisar
postulados anteriores a la luz de la información aportada por la interpretación de nuevos hallazgos
arqueológicos en la región. De hecho, Algaze reconsidera algunas de sus postulaciones realizadas en sus
obras anteriores tales como:
Su interpretación anterior acerca de la presencia Uruk a lo largo del alto Éufrates en enclaves de
tamaño urbano y grupos asociados de aldeas agrícolas de sustento situados solo cerca de vados
importantes. Nuevas excavaciones muestran una densidad mayor de sitios de la cultura Uruk en la
región, por lo que sostiene que hubo una verdadera colonización de algunas partes de la cuenca del
alto Éufrates por colonos de Mesopotamia meridional.
Modifica su interpretación acerca de la importancia del modelo de contacto mediante pequeños
enclaves Uruk dentro de centros preexistentes más grandes. Sostiene que el modelo de interacción
más generalizado era el de Godin o Hacinebi, en tanto que el modelo Habuba Kabira era menos
representativo, a diferencia de lo que había planteado con anterioridad.
Influencia de los factores sociales y económicos internos en Uruk y en las regiones de expansión a la
hora de explicar las interacciones. Algaze, destaca como un factor importante el patrón de
intercambio asimétrico, en tanto que involucraba el intercambio de productos sin procesar de la
periferia, por productos procesados o semiprocesados del aluvión. Ello habría tenido un impacto
multiplicador en las entidades Uruk en términos de empleo de mano de obra y en la expansión de las
estructuras burocráticas preexistentes por la necesidad de supervisar y mantener al conjunto de
trabajadores semi y dependientes involucrados en el procesamiento de productos exportables (por
ejemplo, los textiles), el abastecimiento a los talleres, el registro y distribución de los productos para
el consumo local y los excedentes. El reforzamiento de las estructuras burocráticas fue de la mano de
la monopolización de la elite de los beneficios del sistema y utilizados para consolidar alianzas,
competir con sus pares y legitimar su poder para imponer condiciones de exigencia hacia la
producción excedentaria de campesinos y otros trabajadores. Asimismo, el proceso de contacto con
culturas exóticas se cargó se sentido ritual como demostración de la capacidad de liderazgo de los
gobernantes.
Respecto al contexto en las sociedades periféricas, la existencia de murallas en muchos de los sitios
intrusivos (Habuba Kabira) sugiere que la coerción fue un elemento central a la hora de implantar tales
colonias. Sin embargo, su sobrevivencia se explica, por cierta cooperación de los locales. Esto responde,
según Algaze, a una falta de previsibilidad de lo perjudicial que resultarían los términos de intercambio
desiguales desde el punto de vista local. En el corto plazo se produjeron procesos de fortalecimiento del
prestigio de los líderes locales dentro de su sociedad, en coincidencia con lo sostenido por Liverani.
Por otro lado, Liverani analiza la relación establecida entre las diversas comunidades en contacto, durante el
período Uruk, esgrimiendo la categoría sistema regional, derivada de la noción sistema mundo desarrollada
por Wallerstein (1979) para comprender el período de expansión colonial europea en la modernidad, desde
un enfoque que abreva en las tradiciones marxistas. Liverani sostiene que son dos los problemas emergentes
que plantea la aplicabilidad del sistema-mundo. El primero es conocer si las interacciones fueron de tal
magnitud, durante el periodo Uruk, como para condicionar el proceso de complejización en curso en la Baja
Mesopotamia. El segundo, es conocer si en la Baja Mesopotamia el desarrollo del centro estuvo
acompañado de un subdesarrollo de la periferia.
Para desarrollar su enfoque parte de la característica diversidad ecológica y especialización económica de las
regiones del Cercano Oriente, señalando la complementariedad entre las zonas de aluvión -donde se
concentra la población y la producción de alimentos- y las zonas montañosas ricas en madera, metales y
piedras.
Durante el período Uruk la aparición del campo largo y el riego planificado implica un nuevo paisaje
económico en el delta pero que en principio no altera las relaciones entre regiones. Lo que si genera una
modificación en tales relaciones son las grandes aglomeraciones urbanas y las necesidades que crean. De allí
sostiene que el motor principal de la urbanización y la estatalidad son los recursos específicos del delta y la
formación a su alrededor de un sistema regional según recursos adicionales. Los recursos que se producían
localmente -cebada, dátil, arcilla, betún, caña, pescado- se complementaban con otros producidos en las
inmediaciones -el pastoreo de ovejas y cabras. En tanto, otros productos requerían intermediaciones a larga
distancia. Allí interviene la 2da cuestión planteada anteriormente que radica en conocer si el desarrollo
proto-estatal de Uruk condicionó un subdesarrollo de la periferia. Según la información existente, Liverani
sostiene que las regiones periféricas experimentaron un desarrollo fomentado por los intercambios con Uruk.
Aunque, en términos organizativos siguieron sendas diferentes, como sociedades de jefaturas y no del estado
al final del período Uruk tardío. Según la interpretación de Liverani ello se debió a condiciones de partida
diferentes y no a las relaciones interregionales. De hecho, plantea que la unión política y organizativa se ve
favorecida, sin perjuicio de la economía local.
Por otro lado, sostiene que en la época que nos ocupa los intercambios involucraron productos que no eran
bienes de consumo primario, de modo que no afectaron al nivel de vida de la población. Explicación que no
satisface, si analizamos la situación desde la perspectiva actual en la que las sociedades periféricas se ven
condicionadas a la pobreza y endeudamiento permanente ante relaciones de intercambio fuertemente
favorables al capital concentrado o la competencia desigual entre productos manufacturados. Sin embargo,
admite que el intercambio regional acentuó la estratificación socioeconómica local fortaleciendo a las
minorías dirigentes (en términos económicos y simbólicos agrego). Este no es un dato menor, desde mi
perspectiva, y en términos comparativos con el presente, puesto que es posible preguntarse ¿de qué modo
habrá afectado a los habitantes locales, la demanda creciente de metales desde el centro Uruk? ¿Habrá
implicado una mayor tensión sobre el tiempo dedicado para la producción para el consumo local y de
subsistencia?
En relación con la complejidad interna en la Baja Mesopotamia, Liverani confronta con la tesitura de Adams
respecto a la coexistencia de variados componentes en la explotación de los recursos locales (agricultura,
horticultura, pastoreo, pesca, volatería) como el factor decisivo para la aparición de las agencias
redistributivas. Liverani, por el contrario, propone que la interrelación de estos componentes podía lograrse
a nivel de intercambio local, sin necesidad de que existieran mecanismos redistributivos (como en la
sociedad igualitaria de la cultura Ubaid en la zona). Continúa, aseverando que fue la aparición del sistema
agrícola del campo largo con riego planificado, lo que determinó la necesidad de una mediación,
movilización laboral y control administrativo en el acceso a los recursos y toma de decisiones.
En relación con la caracterización entre estados primarios o secundarios, ambos autores conceptualizan la
experiencia de Uruk por su carácter primario, ya que por ser la más antigua no pudo inspirarse en otros
procesos anteriores. Mientras que los secundarios son aquellos que se desarrollaron bajo la influencia de
modelos preexistentes o contemporáneos según el modelo difusionista. Liverani propone, ante las
limitaciones comprensivas de los mecanismos originales del proceso de tal modelo, una reconceptualización
de estados primarios y secundarios: primarias serían las experiencias de urbanización y estatización basadas,
sustancialmente, en recursos internos -Uruk- y secundarias las que aprovecharon la acumulación producida
en otro lugar gracias a la complementariedad de recursos. Para Liverani, los casos típicos de difusión de
organizaciones proto estatales son las colonias del Uruk tardío en la Alta Mesopotamia, las colonias
auténticas (Habuba Kebira), avanzadas o puestos comerciales (Godin Tepe) y centros locales con una
organización influida por el modelo Uruk tardío (Arslantepe). En esta línea, caracteriza a Egipto como un
estado primario, más allá de la influencia que la región mesopotámica pueda haber ejercido. El estado
faraónico, asevera Liverani, como también el de Harappa (Valle del rio Indo) tenían sus propios recursos
básicos, se desarrollaron y funcionaron de un modo autónomo.
De hecho, luego de la crisis de la cultura Uruk, sobreviene un periodo de aparente reorganización del
espacio, con pérdida de la centralidad de Uruk y una fragmentación del espacio bajo mesopotámico en
ciudades-estado.
Finalmente, es interesante trazar un paralelo con el desarrollo del estado arcaico en el Valle del Río Nilo,
durante la última fase del 4to milenio a.C., en el territorio del noreste africano. Este proceso también se
caracterizó por la existencia de múltiples centros dinámicos o protoreinos que compitieron entre sí hasta que
finalmente se unifica toda la región en torno al 3000 a.C.
Imperio Egipcio
Galán Allue, José Manuel, El reino nuevo, la construcción de un Imperio. en: JOSÉ MIGUEL
PARRA ORTIZ (coord.) EL ANTIGUO EGIPTO Sociedad, Economía, Política, Madrid, Marcial
Pons. Cap. VII
Hatshepsut
El único hijo varón de Tutmosis II, debido a su corta edad, se estableció que su madrasta ejerciera de
regente. Que era a su vez hija de Tutmosis I y Ahmes (dios
que quilombo). Que la madre fuera regente fue algo común
durante la primera mitad de la XVIII Dinastía. En el séptimo
año del reinado del joven Tutmosis III, Hatshepsut era la
representada como hombre y como el rey de Egipto. La figura
de esta fue representada con la imagen de su padre Tutmosis I,
y se crearon varios mitos a su alrededor, como que el Dios
Atum en persona fue quien la corono como rey de Egipto
delante de Amón. El padre de Hatshepsut, Tutmosis I, es
esencia a la hora de la legitimación del poder de esta. Su
esposo Tutmosis II era totalmente relegado a un segundo
plano. Ella construyo un gran templo funerario para remarcar su posición como monarca. La ubicación
estaba pensada como una clara proclamación política al levantar de al lado del templo funerario de
Mentuhetep Nebhepetre, el gran monarca tebano de la XI Dinastía que unifico el país tras el PPI y estableció
la capital en Tebas, en torno al 2030 A.C. Hatshepsut pretendía que la relacionaran con la línea real más
tebana y tradicional. Las distintas victorias egipcias sobre Nubia desde comienzos de la XVIII Dinastía, y el
consiguiente reordenamiento político y social de la religión, llevaron a una interiorización de lo egipcio en la
región. No se conocen expediciones por Siria-Palestina en los años de gobierno de Hatshepsut, aun así, los
contactos con Egipto no cesaron, prueba de esto es los distintos artículos de procedencia norteña. Así mismo
en las fuentes egipcias comienzan a aparecer nombrados grupos de gente de Creta. Los cretenses estaban
junto con los representantes de las ciudades de Siria-Palestina, y traían consigo caballos, carros, armas y
también vasijas y productos exóticos. Las inscripciones del templo de Hatshepsut indican una clara
sofisticación intelectual que la corte de Tebas alcanzo bajo su reinado. Este desarrollo intelectual y creativo
no solo se hizo patente en los monumentos reales, niño también los privados, en las tumbas, estatuas e
inscripciones de altos dignatarios de la época. Se conocen diferentes construcciones y reconstrucción de
Hatshepsut en diferentes lugares de Egipto, Nubia y la península del Sinaí. Pero es en Tebas donde se
llevaron a cabo las obras arquitectónicas de mayor importancia, esto con el fin de convertir a Tebas en el
principal centro religioso, económico y político de Egipto. Las procesiones eran un aspecto importante en
las prácticas religiosas de la época, pies acercaban al pueblo con la divinidad, generalmente oculta e
inaccesible dentro del templo. La estatua del dios (Amón) viajaba en una capilla portátil, que unos hombres
purificados o sacerdotes transportaban. Durante los 15 años de gobierno compartido de Hatshepsut y
Tutmosis III no hay prueba de rivalidades y tensiones. En los monumentos suelen figurar juntos, aunque ella
marchando delante de él. Después de su muerte el nombre inscrito de la reina y la mayoría de sus imágenes,
comenzaron a ser dañados luego de 20 años de gobierno de Tutmosis III, lo cual llama la atención, porque
no se trata de una venganza, el nombre de ella fue borrado incluso de los monumentos de sus súbditos
(damnatio memoriae). El fenómeno “Damnatio” en monumentos privados de esta época no sigue un patrón
consistente y probablemente responda a razones diversas de tipo más personal, familiar o local.
Tutmosis III
Según los “Anales de Tutmosis III”, nos informa de que dos meses y medio después de la desaparición de
Hatshepsut, Tutmosis III pasaba con su tropa por la fortaleza principal que custodiaba la frontera oriental del
Delta, en dirección a Palestina y Siria en su primera campana de victoria. El objetivo principal de la
campaña era extender las fronteras de Egipto, aunque la motivación que inicio esto fue que unos territorios
de habían revelado. La acción militar se trata de justificar argumentando legítima defensa, como respuesta a
una traición previa. Quizás lo que buscaba el monarca era legitimarse, tras tantos años de corregencia, y
ganarse el apoyo de la clase militar, y el clero de Amón. Aunque seguramente las razones han sido
múltiples, un argumento central de las campañas al exterior, son económicas, y el botín que estas implican.
Durante su gobierno, y tal como deja claro en sus anales, se sucedieron diferentes hechos significativos,
como “la captura de Megiddo” que significo un golpe importante, y donde reafirmo su poder, tal es así que
es considerada la hazaña más importante del reinado. En las fuentes se deja ver que había una suerte de
reciprocidad con los jefes de las ciudades, a través de ofrendas. Las alianzas con sus vasallos de Siria-
Palestina se reforzaban mediante matrimonios y los gobernantes le enviaban sus hijas al rey de Egipto para
que formen parte de su harén 1. Los anales de Tutmosis III indican que en las sucesivas campañas se
capturaron gran número de prisioneros, a los que se sumaron los sirvientes que se le enviaron al rey como
tributo o regalo. La mayoría de estos provenientes de Siria-Palestina. Tebas va a ser el principal destino de
esta mano de obra extranjera, que poco a poco se fue integrando en la sociedad egipcia, sin poder distinguir
su procedencia, incluso algunos de los extranjeros llegaron a ocupar puestos de relevancia en la
Administración.
El dominio de Egipto sobre Nubia siguió siendo efectivo, recaudándose el tributo de forma anual sin
problemas. La estabilidad política y económica se ve reflejada en la ampliación de templos y el
embellecimiento de los mismos. Durante sus 32 años de reinado en solitario, Tutmosis III llevo a cabo una
gran labor constructiva en los principales centros de culto de Egipto y Nubia. Y también se desmantelaron
varias de las capillas de Hatshepsut. No se sabe si Tutmosis III se casó o no con la hija de Hatshepsut,
Neferura. Y si lo hizo fue al final de la corregencia.
Amenhotep II
Tutmosis III tuvo varios hijos, por lo que en vida eligió a su heredero. Amenhotep II, que estuvo como
corregente unos dos años antes de la muerte de este. Aun así, le hecho de que un rey fuera sucedido en el
trono por su hijo no convertía a la monarquía egipcia en hereditaria sin más. En las inscripciones reales de
Amenhotep II se ve la necesidad del monarca de legitimarse como el rey idóneo. El rey aparece como un
“primus inter pares”, destacando por su fortaleza física, su habilidad en el uso de las armas, su valentía en la
batalla, su buen gobierno y su estrecha relación con la divinidad. Amenhotep II aparece como un
continuador de la política y acciones de su padre, llegando incluso a superar las hazañas de su predecesor.
Según sus inscripciones, sus “campañas de victoria” tenían el objetivo de “extender sus fronteras y dar cosas
a los que le eran leales”. Va a castigar y destituir a los gobernantes que le desobedecían, y proteger y
premiar a los leales. Hubo un gran número de prisioneros de guerra y cautivos extranjeros traídos por la
tropa del rey, quienes fueron un factor importante como mano de obra para el desarrollo de la economía y de
1
lugar donde las mujeres recibían visitas, practicaban artesanías, tejían telas para el faraón y se educaban a las jóvenes
muchachas
las obras publicas de la XVIII Dinastía. Menfis siguió siendo el punto de partida y de llegada de las
campañas. Muchos de los altos cargos de la administración de Amenhotep II comenzaron su carrera bajo
Tutmosis III. Amenhotep II reino al menos 26 años. Su madre, Meritra, desempeño el papel de “gran esposa
real” y “esposa del Dios Amón”, relegando a un segundo plano a las esposas del rey. En los últimos años de
su reinado, cuando el futuro rey Tutmosis IV resulto elegido príncipe heredero, pasó a considerarse a la
madre de este, Tiaa, como la esposa principal del rey. Quizás en un intento de evitar que se repitiera la
situación que había llevado a Hatshepsut a ocupar el trono. A partir de ahora los reyes elegirían a sus
esposas por fuera de su familia real (al fin, basta de incesto).
Tutmosis IV
Hijo mayor del rey. Su tutor Heqareshu, quien aparece representado en la tumba de su hijo con el príncipe
Tutmosis sentado sobre sus piernas, se convirtió en un miembro importante de la corte, acompañando al rey
en todo momento y recibiendo el titulo honorifico de “padre del dios”. Se cree que este tutor, por su nombre,
pueda ser de origen extranjero. En el primer año de reinado, Tutmosis IV levantó una estela de granito entre
las patas de la esfinge de Guiza, en la que relata cómo, siendo príncipe, se le anuncio en un sueño que él
sería rey de Egipto. En el año 8 de su reinado, Tutmosis IV emprende una campaña militar en Nubia para
sofocar una revuelta ente la primera y la segunda catarata. Se expresa en la inscripción que fue un éxito la
expedición. El rey había sido informado de la rebelión cuando estaba en Templo de Karnak entregando unas
ofrendas a Amón. Antes de pasar a la acción, el rey consulta a la divinidad sobre la conveniencia de la
expedición y Amón le anuncia el triunfo que ocurriría. Tutmosis acaba derrotando al enemigo en solitario,
solo con un asistente (¿?). El dios guerrero Montu, según las inscripciones en el brazalete de marfil de
Tutmosis IV, le dice al rey “Toma para ti la espada, buen dios, para que puedas golpear las cabezas de todas
las tierras extranjeras”. Es el primer testimonio donde la divinidad toma parte activa en el castigo infligido a
los jefes extranjeros, la propia divinidad incita a la “guerra santa” y proporciona materialmente el arma para
el castigo, convirtiendo al re en un mero instrumento del dios. En cuando la actividad en Siria-Palestina la
autoridad egipcia continúo siendo efectiva en los territorios del norte, desde Nahariana (Mitani), al norte,
hasta la cuarta catarata en Nubia. Según distintas inscripciones se cree que existieron campamentos de
prisioneros de guerra, tanto al norte como al sur, capturados por Tutmosis IV y que fueron utilizados como
mano de obra en el templo. Tutmosis IV se compara con Montu, el dios guerrero tebano, pero también
compara su destreza sobre el carro de batallas con la de la diosa semítica Ashtarté. Y también se ha
comparado con el dios semita Rashpu cuando vadeó el rio Orontes durante su campaña del año 7 por Siria-
Palestina. Los antiguos egipcios no despreciaban a los dioses extranjeros, al contrario, los adoptaban y
esperaban atraerse en su favor las cualidades y poderes de estos, sobre todo cuando se encontraban en sus
dominios. Tutmosis IV debo de reinar 10 o 12 años. Su madre, Tiaa, adopto el título de “esposa del dios
Amón”. Se le conocen cuatro esposas, la “hija del rey” Iaret, Nefertiri, Mutemuia y la princesa de Mitani.
Mutemuia, la madre del futuro rey Amenhotep III, nunca fue reconocida como esposa principal.
Amenhotep III
Hijo del rey Tutmosis IV y una esposa secundaria, Mutemuia, aunque él dice ser hijo carnal del propio dios
Amón-Ra, quien adopto la apariencia del rey Tutmosis y se metió en la pieza de la reina para fecundarla
(¿¿??). Debió tener diez o doce años cuando fue coronado rey. Amenhotep III contrajo matrimonio con
Teye, hija de Yuya y Tuya, una pareja de provincias de poca relevancia. A diferencia de las esposas de los
anteriores reyes, Teye fue representada en numerosas ocasiones. Se convirtió en el complemento femenino
del rey divinizado. El rey incluso le construyo un templo en Nubia. Tuvieron cuatro hijas, que tuvieron un
importante papel en la concepción religiosa e ideológica de la monarquía. Dos de ellas ostentaron el título de
“gran esposa real”. Los hijos varones en cambio no aparecen representados ni mencionados. Teye fue la
madre del sucesor en el trono, Amenhotep IV. Siguiendo la política iniciada por su padre, Amenhotep III se
casó con dos princesas de Mitani. Amenhotep III se casó con varias princesas de todo el reino, y extranjeras,
esto para lograr aliados. Si bien los reyes egipcios estaban dispuestos a aceptar princesas extranjeras en su
harén, se negaban a enviar princesas egipcias a cortes extranjeras ni siquiera para sellar alianzas de
hermandad. En su quinto año de reinado, Amenhotep III llevo a cabo su única campaña militar en Nubia,
con el objetivo de sofocar una rebelión, la cual lograron apaciguar. Años después el “virrey de Nubia”,
Merimose, llevo una expedición en castigo a una región que se negaba a pagar tributo al rey. Este virrey lo
fue durante la mayor parte del reinado de Amenhotep III, siendo fundaméntela en la obtención de oro de
Nubia. La importancia para Egipto de Nubia había crecido en gran manera, no solo en lo económico, sino
también en lo religioso. Amenhotep III reino 38 años. Celebro tres fiestas “Sed”, una celebración de los
comienzos de la monarquía egipcia, que buscaba darle fuerza y autoridad al rey después de haber cumplido
30 años gobernando.
Amenhotep III llevo un intenso programa constructivo en los
principales centros religiosos de Egipto y Nubia, levantando
grandes edificios y estatuas colosales. Se agrando el templo de
Luxor (iniciado por Hatshepsut). Los rituales y las estatuas a los
dioses tenían gran importancia. Tal es así que los vínculos e
interdependencia entre el monarca y la divinidad solar Amón-
Ra se escenificaban de una forma clara. La religión solar se
había desarrollado de forma intensa en el reinado de Hatshepsut
y Tutmosis III. El monarca toma ahora el protagonismo y se
representa a sí mismo como el hijo del sol. El templo de
Amenhotep III fue el más grande que cualquier rey haya
construido, pero ahora solo aparecen los “colosos de Memnon”
en su entrada.
El personaje más importante de la administración real fue Amenhotep, hijo de Hapu. Fue el responsable de
la explotación a gran escala de la cantera de cuarcita en Gebel Ahmar, en el Delta. Incluso las inscripciones
grabas en las bases de sus monumentos invitan a los visitantes a dirigirle las suplicas a él, en vez de a la
divinidad, ya que llegarían de una forma más efectiva a esta. AL final de su carrera sería nombrado
“mayordomo de la princesa y gran esposa real, Setamon” y “portador del abanico a la derecha del rey”.
Además, obtuvo el privilegio de construir su porpio templo funerario junto al monarca.
Los egiptólogos se debaten el si en los últimos años de Amenhotep III hubo una corregencia con su hijo y
sucesor Amenhotep IV.
Amenhotep IV/Akhenaton
Hijo de Amenhotep III y Teye. Su esposa fue la famosa Nefertiti. Nefertiti tuvo un papel esencial en la
ideología de la monarquía. Esta lo acompañó en todas las apariciones públicas, y repitió todas las acciones
que el realizaba, tanto en lo religioso, haciendo ofrendas a la divinidad, como en lo política, premiando a los
subordinados leales, como esposas de altos mandatarios. Se conoce la existencia de al menos seis princesas,
frecuentemente representadas en los monumentos reales, donde se señala a Nefertiti como la madre. En la
XVIII Dinastía no es común que los reyes se representen con sus
hijos varones, y aunque no aparezcan, no significa que no existieron.
Los primeros 5 años de gobierno de Amenhotep IV fueron una
continuación del reinado de su padre, en política interior como
exterior. Se mantuvo la concepción ideológica de la monarquía y su
relación directa con el sol, principalmente en la forma del dios
Amón-Ra y el disco solar Atón. La religión solar se convierte en el
epicentro religioso y político de Amenhotep IV desde los primeros
momentos de su reinado. Ahora se hace hincapié en el aspecto
luminoso de la divinidad (shu), sin representación antropomorfa,
omnipresente y adorado en espacios abiertos. Las ofrendas pasan a
realizarse en amplios patios, contrastando con el sincretismo y
carácter restringido de Amón (“el oculto”). Las figuras del rey y de la
familia real muestran desde el inicio un estilo muy particular, tanto
en el relieve como en la escultura. El cuerpo se estiliza, sobre todo
brazos y las manos, se exageran las curvas de las caderas y el vientre, así como la parte trasera del cráneo.
En el año 5 de reinado Amenhotep IV cambia su nombre oficial, por uno que lo asocie directamente con el
dios Amón: Akh-en-Atón, que significa Espíritu de Atón. Otra drástica decisión fue abandonar Tebas (y
Menfis), para fijar su residencia en el Egipto Medio, en un lugar deshabitado que el llamo Akhetaton
“Horizonte de Atón” (hoy es el-Amarna). Elige este lugar para no ofender a nadie, ni hombres, ni dioses. La
inscripción de la fundación de ese lugar no está fechada en el año 5 del reinado de Akhenaton, sino en el año
5 del reinado conjunto de la triada formada por Atón, Akhenaton y Nefertiti. No se sabe con exactitud por
qué ocurrió el traslado de Tebas (y Menfis) a el-Amarna, por un lado, se plantea que fue porque el clero de
Amón era cada vez más poderoso. Por otro lado, se cree que se pudieron haber trasladado por motivos de
salud pública (peste cananea). Aunque la realidad es que no hay fuentes que corroboren esto.
El abandono de la ciudad después de la muerte de Akhenaton permitió una reconstrucción de la ciudad de
una forma muy precisa por los investigadores, así como también estimar su población entre los 20 mil y 50
mil habitantes. También se encontró aquí la icónica imagen de Nefertiti. Las ideas religiosas que se expresan
acerca de Atón ya habían sido expresadas en épocas anteriores, con himnos a la divinidad solar Amón-Ra.
Por otro lado, la concepción de un solo dios creador de rodas las cosas, padre de todo, origen de la luz, etc.,
formaba parte de la teología egipcia desde prácticamente los comienzos de su historia. Si bien ahora el
interés político y personal del monarca hace énfasis en la existencia de un único dios creador por encima de
las demás manifestaciones divinas, el “monoteísmo” de la época Amarna debe percibirse como el extremo
del desarrollo de una concepción religiosa tradicional y bien antigua. El rey es el único que puede entrar en
contacto directo con el dios Atón y, por tanto, el único que le conoce. Así mismo, solo él, la reina Nefertiti y
sus hijas, son los únicos capacitados en realizar ofrendas al dios, por lo que los demás solo pueden adorar a
la familia real. Durante los primeros años el culto a los demás dioses se realizó con normalidad. Pero una
vez instalado el rey en la nueva ciudad, comenzó una política de hostigamiento contra Amón y su consorte,
la diosa Mut. Se destruyeron sus representaciones, monumentos públicos y privados. En el plano político las
tumbas de Huya y de Meryra II incluyen información importante. Ambos fueron supervisor del tesoro y el
de supervisor del harén. En las paredes se representan escenas en donde se observa la recepción del tributo
extranjero en el año 12. Delegaciones del norte y del sur son representadas ante el rey y la reina,
acompañadas de sus hijas. La representación de nubios cautivos tal vez refleje un castigo llevado a cabo por
las tropas de Akhenaton en la región de Ikayta. El virrey Tutmosis fue responsable de esta intervención,
cuyo objetivo era terminar con los robos de la cosecha. Tutu, alto dignatario del rey, fue intermediario con
las delegaciones de Siria-Palestina. Aziru, gobernante de la regio siria de Amurru, escribió a este para que
intercediera por el ante el rey. El principal rival de Aziru era el gobernante de Biblos, quien escribió al rey
egipcio también, con otro intermediario. Estas cartas que escribían para que el rey intercediera, son un claro
ejemplo de el poder de Egipto por sobre la región. Liverani, plantea según los documentos, que, aunque se
creía que estaba desgastada la relación para esta época, la autoridad egipcia seguía siendo respetada e
influyente. Sumado a esa inestabilidad interna, dentro de Siria-Palestina, los hititas presionaban por el norte,
para incluir en su zona de influencia a las ciudades más cercanas. La situación política era inestable. El
monarca egipcio, como en el pasado, tenía la capacidad de influir en estas ciudades-estado y nombrar jefes.
A partir del año 12 Nefertiti adquiere el rol de corregente de Akhenaton. Posiblemente hubo una
transformación en el nombre de la reina. Su hija es elevada a la categoría de “gran esposa real”, rol que
poseía antes Nefertiti. Los cambios constantes de nombres generan confusión en las fuentes. Akhenaton
muere en el año 17 de su mandato. La reina se negaba a casarse con uno de sus súbditos, por lo que solicita
al rey hitita, Supiluliuma, que envíe uno de sus hijos para desposarse con ella. Lo cual es completamente
raro, ya que nunca había sucedido que un príncipe extranjero se convierta en rey de Egipto. Envían a
Zananza, pero este nunca llego, pues fue asesinado en el camino.
Tutankhamon, Ay y Horemheb
Poco se sabe de los orígenes del joven Tutankhamon, pues no es mencionado por las fuentes antes de ser
coronado rey del alto y bajo Egipto, a los 9 años de edad. No se sabe quiénes fueron sus padres, aunque se
cree que fuera hijo de Akhenaton, pero no de Nefertiti.
La ciudad de el-Amarna fue abandonada por la familia real, y desapareció. Al tercer o cuarto año de reinado,
el joven rey público un decreto para volver al estatus quo anterior a lo que había proclamado Akhenaton, en
cuanto a la religión. El decreto buscaba devolver a los dioses su dignidad pasada, restaurar su clero, sus
rituales, sus ofrendas y sus ingresos. Imágenes de los dioses empezaron a ser esculpidas de nuevo. Durante
el reinado de Tutankhamon la influencia egipcia en el exterior siguió proporcionando beneficios a la corona
y provocando la llegada de extranjeros a Egipto. Hay un gran grado de penetración y aceptación de la
cultura egipcia por parte de la elite nubia. Tebas volvió a ser el centro principal, y Amón recupero su papel
como divinidad principal, y los templos de Karnak y Luxor volvieron a ver nuevas construcciones en
marcha. El breve reinado de Tutankhamon, que duro 9 años, ha pasado a la historia sobre todo por el
hallazgo de su tumba. Ay y Horemheb fueron los personajes más influyentes en el entorno del joven rey.
Cuando Tutankhamon murió tenía unos dieciocho años, y no dejo dependencia. Ay conseguido la corona del
Alto y Bajo Egipto. Fue el hombre de confianza de Tutankhamon y quien soluciono las diferencias con el
clero de Amón y con la ciudad de Tebas. Tras el corto reinado de cuatro años de Ay, otro comandante de
tropa logro hacerse con el trono de Egipto. Horemheb, el general del ejército egipcio asociado al norte del
país bajo Akhenaton y Tutankhamon. Horemheb gobernó Egipto durante 28 años. Bajo su reinado se llevó a
cabo la revancha del dios Amón contra su rival Atón, ordenando que su nombre fuera borrado de todas las
inscripciones y monumentos. Busco devolver el orden y la legalidad a la sociedad civil a través de normas y
leyes. Durante su reinado se reorganizo la comunidad de trabajadores de la necrópolis real, situada a las
orillas occidental de Tebas.
Luego de su muerte, el sucesor fue elegido por tercera vez consecutiva por los generales del ejército egipcio.
Este fue Paramessu, más conocido como Ramsés I, considerado fundador de la XIX Dinastía e iniciador de
la denominada “época Ramésida”. Durante la XVIII Dinastía (siglos XV-XIV A.C.) Egipto desarrollo una
intensa actividad internacional, contactando e interactuando con otros pueblos del Próximo Oriente y África.
La cultura egipcia se expandió fuera de sus fronteras, y al mismo tiempo Egipto recibía influencia de
culturas foráneas, lo cual se reflejó en la lengua, las artes, la religió y costumbres. La sociedad faraónica, y
los grupos más pudientes, alcanzaron su grado más alto de complejidad y sofisticación, “La edad de Oro”.
Entre 1550 y 1500 A.c., Tebas paso a ser la capital del reino, con vasallos que tributaban a miles de
kilómetros al norte. Y el intercambio entre todo el reino fue algo muy común, teniendo en cuenta lo
precarios de los medios para trasladarse. Los reyes se representan en la entrada de los templos. Los altos
cargos de la Administración pretenden ganar categoría al representarse en su tumba realizando actividades
como los contactos con grupos extranjeros, recaudando tributos, contabilizando, etc. El gran territorio bajo
autoridad real obligo a aumentar los funcionarios. La construcción del Imperio produjo un incremento en la
milicia, su presencia e influencia, a hacer carrera militar era la forma más rápida para enriquecerse y
prosperar. Salvo excepciones, las mujeres no tuvieron un papel preponderante en la sociedad de la época.
Aunque la reina madre aparece como una figura significaría en la ideología de la monarquía, o que la esposa
real pudo tener un papel importante en la sucesión al trono, una mujer no era considerada apropiada para
ejercer de Rey del Alto y el Bajo Egipto. Ejemplo de esto es Hatshepsut y la “damnatio memoriae” que
sufrió luego de su muerte. En cuanto a las clases más bajas, vivieron un importante aumento de la población
extranjera. Algunos llegaban como inmigrantes “ilegales” y otros de forma “legal”, como mercenarios,
cautivos de guerra o como tributo. La construcción del Imperio no pudo llevarse acaba sin un significativo
aumento de población que sirviera de mano de obra para atender las crecientes necesidades de cada sector
social y económico. Los extranjeros que inmigraron a Egipto contribuyeron de forma significativa al
aumento poblacional y de mano de obra requerida, permitiendo así el auge político, económico, social y
cultural de Egipto en los siglos XV al XIII A.C.
SHAW, Ian, 2010, Historia del Antiguo Egipto, Madrid, La Esfera de los Libros, Caps. 11, Págs. 411 –
341
Biblos
La ciudad de Biblos, está situada en la costa de Canaán. Posee una larga historia que se extiende desde el
Neolítico hasta el Bronce Final, cuando parece que su población se trasladó a un emplazamiento cercano, en
la actualidad enterrado bajo un poblado moderno. La importancia de Biblos reside en su función como
puerto y en que desde aproximadamente el momento de la unificación los egipcios la utilizaron como fuente
de madera. La cultura egipcia del Reino Medio tuvo una influencia especialmente fuerte en la corte de los
soberanos de la Biblos del Bronce Medio y entre los objetos encontrados en las tumbas reales de esta época
hay varios con los nombres de Amenemhat III y IV. Durante el Reino Nuevo, la ciudad aparece destacada en
las Cartas de Amarna, puesto que su soberano, Ribbadi, pidió ayuda militar al soberano egipcio. En esta
ocasión Biblos cayó en manos enemigas, pero fue reconquistada después. Las pruebas arqueológicas
sugieren que el cénit de los contactos Egipto-Biblos se produjo durante la XIX Dinastía, seguido por un
declive durante la XX y la XXI Dinastías, con un resurgimiento de los lazos durante la XXII y la XXIII
Dinastías. Tras el Tercer Período Intermedio, la importancia de Biblos parece haber declinado gradualmente
en favor de los puertos vecinos.
Conclusión
Las relaciones de Egipto con el mundo exterior se basan principalmente en el poder y el prestigio. El motivo
fundamental de los primeros contactos comerciales entre los egipcios y sus vecinos de África y Oriente
Próximo parece que fue conseguir materias escasas o exóticas y productos que pudieran servir para reforzar
la base de poder de los individuos o grupos afectados. Durante los Reinos Medio y Nuevo, había grandes
sectores de la burocracia regia y del poder militar dedicados exclusivamente al proceso de obtener impuestos
y azofra de las provincias de Egipto. Tanto ideológica como económicamente, los actos de conquista y
gobierno eran inseparables de la idea de inyectar nuevas riquezas a las heredades del rey y a los principales
cultos religiosos. No obstante, no era sólo cuestión de importar materias y bienes a Egipto. También parece
haber existido un constante flujo de gentes y de influencias lingüísticas y culturales que condujeron a la
creación de una sociedad característicamente cosmopolita y multicultural desde al menos el Reino Nuevo.
LULL GARCIA, José. El reino nuevo II: la época de los ramésidas, En: JOSÉ MIGUEL PARRA
ORTIZ (coord.) EL ANTIGUO EGIPTO Sociedad, Economía, Política, Madrid, Marcial Pons. cap.
VIII
GESTOSO SINGER (2008), Graciela El intercambio de bienes entre Egipto y Asia Anterior: desde el
reinado de Tutmosis III hasta el de Akhenaton [en línea]. Ancient Near East Monographs =
Monografías sobre el Antiguo Cercano Oriente 2. Buenos Aires: Society of Biblical Literature; Centro
de Estudios de Historia del Antiguo Oriente, Universidad Católica Argentina, 2008.
Economía
En las posesiones asiáticas se creó un sistema de dominio, que ofrecía a Egipto mayores ventajas políticas y
económicas. Los Anales de Tutmosis III y las cartas de El Amarna son fuentes importantes para el análisis
de los factores económicos, estas fuentes nos proveen datos sobre la obtención de botines, regalos, tributos y
comercio.
Las listas de botín y tributo, mencionan que se recogían en Siria y Palestina tributos en especie. En primer
lugar, entregaban productos agrícolas, como los cereales, ganado, vino y aceite; y en segundo lugar materias
primas, de las que se destacan la madera del Líbano, metales dentro de los cuales se encuentras el oro, la
plata, el cobre y el bronce; y, por último, productos manufactureros, carros decorados en oro, plata o
multicoloreados, flagelos, vasijas y copas de oro y plata. También se mencionan los esclavos, pero estos
eran en un número más reducido.
Cisma Amarniense
KEMP, Barry, 1993, El antiguo Egipto, anatomía de una civilización, Crítica, Barcelona, cap.7 “Un
universo en miniatura: la ciudad de El-Amarna”.
Capítulo 7:
Vida Suburbana
Casi toda la población fija de El-Amarna vivía en dos grandes zonas residenciales situadas al norte y sur de
la ciudad central; el barrio norte y la ciudad principal. Aparte del corredor de edificios reales, la
planificación era inexistente, en vez de un grandioso diseño unitario, se encuentran pocas calles amplias,
distan bastante de ser rectas y comunican los barrios al centro. Esto produce la impresión de un grupo de
aldeas unidas. Los ricos vivían al lado de los pobres. Apenas había un concepto de situación privilegiada.
Las casas eran uniformes y la decoración mínima. Las casa de ricos y pobres se diferenciaban más por
tamaño que por diseño.
Alta Mesopotamia
Kuhrt, Amélie (2000) El oriente próximo en la Antigüedad II c 3000-330 a.C., cap. 9, Barcelona:
Crítica
El Imperio Neoasirio (934-610)
Las historia del Oriente Próximo comprendida entre 934 y 610 se halla dominada por la recuperación y
luego la expansión del estado Asirio. Se denomina a esta fase “Neoasirio”.
Hacia el siglo VII Asiria dominaba toda la zona del creciente fértil, y Ugarit, Frigia y luego Lidia, mantenían
relaciones diplomáticas con él.
La formación del Imperio suele dividirse en dos grandes fases desarrollo:
Primera: (934 – 745) los asirios empiezan a reclamar los territorios de la Alta Mesopotamia. Los
estados más pequeños aceptaron el domino asirio y forman una alianza político y comercial con
ellos.
Segunda: (745-610) expansión enorme del Imperio, incorporación y reorganización en calidad de
provincias a los territorios anexados (dominan desde el golfo pérsico hasta Turquía). En el 610 se da
el hundimiento del Imperio.
Caída de Asiria
En el 612, producto de una alianza entre los babilonios y los medos, Nimrud y Nínive fueron destruidas.
Hacia 605, la mayor parte del Imperio asirio estaba en manos de una nueva Dinastia babilónica.
LIVERANI, Mario, 1995, El Antiguo Oriente. Historia, Sociedad y Economía, Crítica, Barcelona, cap.
19 y 22
Demografía y Asentamientos
Entre el Bronce Medio y el tardío hay una total continuidad en los asentamientos siriopalestinos. No se
conocen casos destacados de asentamientos nuevos, las ciudades siguen utilizando el mismo trazado urbano,
defendidas por las mismas murallas. Dentro de los muros, los edificios públicos son ampliados y
enriquecidos, ganando terreno a los barrios de viviendas privadas. Los templos siguen siendo bastante
pequeños, de tipo longitudinal tripartito o de tipo torre.
Hay un retroceso en los asentamientos, y aumenta el comportamiento nómada pastoral, con una reducción
del número de habitantes. Las tendencias demográficas debieron ser bajas, dado que la población global
disminuyó, no solo entre el Bronce Medio y el Tardío, sino en este último periodo entre los siglos XV y XIV
al XIII. Se considera que la causa principal fue la actividad bélica, tanto exterior como interior. También
influyeron los factores socioeconómicos, como un excesivo gravamen laboral y fiscal, los endeudamientos
seguidos de la perdida de la libertad, con las consiguientes fugas, y los abandonos de aldeas enteras. Había
diferencia entre las familias palatinas, las cuales eran polígamas y numerosas, en contra posición de las
familias campesinas que eran monógamas y con pocos hijos, por esta razón había una gran presión fiscal
sobre estos últimos.
PÉREZ LARGACHA, Antonio 2003, El Mediterráneo Oriental ante la llegada de los Pueblos del
Mar, en: Gerión 2003, Nro. 1, pp. 27-49
Israel Finkelstein y Neil a. Silberman (2003). La Biblia Desenterrada. Madrid: Siglo Veintiuno.
Introducción “La arqueología y la Biblia”, págs. 23 a 42.
Introducción
La Arqueología y la Biblia
Israel era una un sitio con ciudades y poblaciones minúsculas al lado de sus Imperios vecinos (Egipto y
Mesopotamia), aun así, se convirtió en la cuna de la obra maestra de la literatura. La arqueología junto con
la biblia ha ayudado a distinguir entre relatos bíblicos y los acontecimientos de la historia antigua del
Oriente Próximo.
¿Qué es la Biblia?
Es una recopilación de textos legendarios, legales, poéticos, filosóficos e históricos escrita casi por completo
en hebreo. La biblia hebrea es la escritura fundamental del judaísmo, la primera parte del canon cristiano y
una abundante fuente de alusiones y enseñanzas éticas del Islam trasmitidas a través del texto del Corán.
Finkelstein va a analizar las principales obras históricas en la biblia, comparando con los datos
arqueológicos.
Del Edén a Sión
La Biblia esta cimentada en una historia terrenal, en donde el pueblo de Israel es una actor fundamental en
esta obra. La narración bíblica comienza en el jardín del Edén, y luego se centrará en la vida de una única
familia, la de Abraham, elegido por Dios para convertirse en el padre de una gran nación. Este tendrá un hijo
con Sara, Isaac, que heredará las promesas dadas antes por Dios a Abraham. Jacob, hijo de Isaac, será el
padre de 12 tribus diferenciadas. Jacob va a fundar por todo el país altares, y combatirá con un ángel, esto le
dará el nombre de Israel, nombre por el que se conocerían a todos sus descendientes. La biblia relata como
los doce hijos de Jacob trabajaron juntos, lucharon entres si y dejaron su país natal para buscar refugio en
Egipto en las épocas de grandes hambrunas. El Dios de Israel demostrara su poder en contra el faraón de
Egipto. Esto se narra en el éxodo, el Levítico y los Números. El Dios de Israel saco de Egipto a los hijos de
su pueblo y los condujo al yermo con señales y milagros. A los grandes triunfos de la conquista israelita de
Canaán, la fundación de un gran Imperios por el Rey David y la construcción del Templo de Jerusalén por
salomón les siguieron el cisma, caídas en la idolatría y el exilio. La Biblia relata cómo después de la muerte
de Salomón, las diez tribus del norte al verse bajo el poder de los reyes davídicos de Jerusalén, forzaron a la
creación de dos reinos rivales, el de Israel al norte u el de Judá en el Sur. Ante esta situación, Dios enviara
invasores extranjeros (arameos, asirios y babilónicos). Tras esto el Dios de Israel fue visto como de
insuperable poder, al usar a extranjeros con el fin de castigar al pueblo de Israel por su infidelidad. La fuerza
de la Biblia hará de Israel una comunidad religiosa guiada por la ley divina.
¿Quién Escribió el Pentateuco?
Los religiosos habían dado por sentado que los cinco libros de moisés (pentateuco), había sido escrito por
moisés. Aunque en la edad moderna se puso en cuestión si había sido así. Los estudiosos finalmente van a
llegar a la conclusión de que los primeros cinco libros de la Biblia eran el resultado de un complejo proceso
editorial en el que las cuatro principales fuentes documentales habían sido combinadas por escribas
compiladores.
Dos Versiones de la Historia Posterior de Israel
El quinto libro, a diferencia de los primeros cuatro libros, presenta una terminología característica, y
contiene una condena del culto a otros dioses, y la prohibición de ofrecer sacrificios fuera del Templo de
Jerusalén. La arqueología ha proporcionado pruebas suficientes en apoyo de la nueva hipótesis de que el
núcleo histórico del Pentateuco y la Historia Deuteronomista tomo forma en el siglo VII a.c. Así el
pentateuco aparece como una creación de la monarquía tardía en defensa de la ideología y las necesidades
del reino de Judá y que está vinculado a la Historia Deuteronomista.
¿Es Historia o no lo es?
Aunque el texto bíblico es posterior a los sucesos descriptos en él, se debió basar en un cuerpo importante de
recuerdos conservados fielmente.
Identificaciones Geográficas
A pesar de que algunos escenarios de la historia bíblica, como Jerusalén, Hebrón, Jafa, Basan y Gaza, no
han sido olvidados, se desconocían muchos lugares mencionados en la biblia. Gracias a la información
geográfica dentro de la biblia, Robinson (ministro de la Iglesia congregacionista norteamericana) descubrió
que era posible reconocer en docenas de antiguos tells y ruinas emplazamientos bíblicos ya olvidados.
Monumentos y Archivos de Egipto y Mesopotamia
Para comprobar la cronología de los sucesos bíblicos se recurrió a dos civilizaciones, Egipto, con sus
grandes monumentos y tesoros de inscripciones jeroglíficas, y por otro lado Mesopotamia, en las extensas
llanuras rodeadas por el Tigris y el Éufrates, lugares como Nínive y Babilonia fueron contemplados primero
en la biblia y luego como las capitales de unos Imperios poderosos, en donde sus escribas documentaron las
campañas militares y acontecimientos políticos.
Excavaciones de Yacimientos Bíblicos
Al finalizar el siglo XX, la arqueología ha demostrado que los hallazgos de restos materiales en Israel y
Oriente Próximo, y el mundo descrito por la Biblia son demasiados como para pensar que las Sagradas
Escrituras fueron literatura sacerdotal, tardía y fantasiosa, escrita sin ninguna base histórica. Pero, por otra
parte, existían demasiadas contradicciones en los descubrimientos arqueológicos y los relatos Bíblicos como
para creer que la biblia proporcionaba una descripción precisa de los que había sucedido realmente.
De la Ilustración Bíblica a la Antropología del Antiguo Israel
Adoptando métodos utilizados por arqueólogos y antropólogos en otras regiones, un número importante de
estudiosos intentó comprender como influyo en el desarrollo de sistemas sociales, religión y legado
espiritual tan singulares de los israelitas la interacción humana con el entorno natural complejo y
fragmentado de la tierra de Israel.
Una Nueva Visión de la Historia Bíblica
En la actualidad podemos ver que la Biblia es una obra humana característica que nos proporciona
información sobre la sociedad en la que fue producida.
Crítica Bíblica
VARO, Francisco. El marco histórico del Antiguo Testamento perspectivas actuales. SCRIPTA
THEOLOGICA 27 (1995/3) 751-788
El Monoteísmo Hebreo
LIVERANI, Mario (2005), Más allá de La Biblia. Historia antigua de Israel. Barcelona: Crítica. Cap.
8 “Pausa entre dos Imperios (ca. 640-610 a. C)” (págs. 197-217) y Cap. 18 “La autoidentificación: la
invención de la ley” (págs. 411-433).
2
El Imperio babilónico llevó a los judíos al cautiverio en el año 586 a. C. o 597 a. C. (primera deportación), lo cual implicaría una
duración de cincuenta años o sesenta años de exilio. Dado que Jeremías indica una duración de setenta años, algunos autores
fijan su comienzo en 608 a. C. y otros ven su fin en el año 516 a. C., con la reconstrucción del primer templo de Jerusalén.
certeza. (Básicamente los de oriente describen el presente, y los israelitas describen un futuro que creen que
llegara).
La Fundación Mística: Moisés y el Sinaí
La figura fundacional es la de Moisés, el personaje que conduce al pueblo desde Egipto hasta los confines de
Palestina. La historia personal de Moisés tiene un tono propio en gran medida del cuento popular: su
nacimiento y su muerte fallida. Los estudiosos han visto en Moisés una figura de enlace entre las leyendas
patriarcales y el gran tema de la conquista de la tierra prometida. Ese enlace, se realiza, desde el punto de
vista narrativo, a través del llamado Éxodo, y a través del punto de vista temático el enlace se realice a través
de la Ley: por medio de la idea de que en el origen de un pueblo tiene que haber una reglamentación de las
normas de convivencia y por la figura del legislador. Moisés va a ser una especie de Decálogo.
La Estratificación Legislativa
A lo largo de su cronología, el corpus legislativo va a ser manipulado una y otra vez, para añadir o corregir
algún detalle, lo cual choca con la idea de que la Ley divina se da de una vez por todas. En el corpus que
llego hasta nuestros días sigue habiendo un predominio estadístico absoluto de las disposiciones legislativas
y rituales tardías, posteriores a la Cautividad.
La Legislación Social
Las disposiciones sociales tienen que ver con la esfera de la justicia, en el sentido del mantenimiento de los
justos equilibrios dentro de la comunidad y de la salvaguardia del estatus personal. El endeudamiento era un
problema común en el oriente antiguo, por esta razón las legislaciones bíblicas van a prohibir los préstamos
con interés, liberar a los deudores esclavizados, y devolverles las tierras a las familias que habían perdido
sus tierras. Aunque el problema de esta utópica realidad, que plantean las legislaciones bíblicas, es que se
combaten los efectos de los problemas económicos y no las causas. En el periodo posterior a la Cautividad,
esta legislación utópica se va a presentar nuevamente y a escala mayor, donde se invertía dinero en rescatar
a los hebreos que habían sido convertidos en esclavos. Esta realidad se va a hacer presente en ciertas
ocasiones en donde había crisis agudas.
La Legislación Matrimonial
El matrimonio por fuera de la sociedad israelitas no era bien visto, preferían casarse con primas antes que
con un/a forastero. Después de la Cautividad, la identidad étnica creció, pero se vio afectada por el
asentamiento en un territorio multiétnico, donde el matrimonio mixto era común. Es así que en la legislación
el matrimonio mixto va a ser visto como contaminante, e inaceptable para su fe religiosa, además de ser
inmoral y pervertido. Aun, en la práctica, va a continuar esta mixtura, por lo que los dirigentes sacerdotales
tomaron la decisión final de repudiar todos las esposas extranjeras, así como hijos nacidos de esas uniones.
Los culpables procedieron a echar a sus mujeres e hijos con tal de seguir perteneciendo a la comunidad.
La Identificación por las Normas de Conducta
Los pueblos que eran sometidos, como el caso de los judíos/israelitas durante la Cautividad, eran
representados con ciertos rasgos distintivos. Aun así, los rasgos que más los identificaban a estos eran sus
hábitos culinarios, circuncisión, observancia del sábado y particularidades del culto religioso y funerario.
Todos estos elementos adquirieron mayor importancia durante la Cautividad, como identificatorio nacional.
Pureza y Contaminación
Principios o ideas rigen las normas de pureza, no solo en el terreno alimentario (cortes, y formas de
cocción), sino también en el fisiológico (contacto con líquidos internos del cuerpo, esperma, sangre, saliva).
Entre todos los líquidos solo el agua no solo no contamina, sino que purifica. Hay algunas cuestiones que
son prohibiciones para los hombres, pero puede tener una connotación positiva para la divinidad, está
prohibido beber sangre, pero la sangre es derramada en el altar, está prohibido comer sebo, pero la grasa es
quemad en el altar, por lo cual hay una separación entre la esfera humana y la divina.
Proselitismo o Exclusivismo
Era preciso llevar una purificación generalizada por medio de la guerra santa, todos los pueblos extranjeros
debían ser eliminados, todos los cultos erradicados. Eras eliminación radical se aplicó a pueblos
“imaginarios”, los reales subsistieron junto a la comunidad judía. La asimilación de residentes dentro del
territorio va a ser una problemática importante, si bien, por ejemplo, los mercaderes fenicios
económicamente fuertes eran bienvenidos, siempre y cuando no contaminen con prácticas ajenas. Los
forasteros que también eran integrados eran socialmente marginados y económicamente subordinados, pero
de su trabajo no se podía prescindir. Esta problemática es similar a la de los matrimonios mixtos, que
llevaban a un enfrentamiento dentro de la comunidad, donde se debatía entre la clausura total o la
asimilación, y entre religión exclusiva o proselitismo.
GARBINI, Giovanni (2006), “Origen y desarrollo del Yahvismo” En: Historia e Ideología en el Israel
Antiguo, Bellaterra, págs. 75-89.
PÉREZ, Antonio, 2009, Contexto, antecedentes y consecuencias del tratado de paz entre Hattusili III
y Ramsés II. La perspectiva egipcia. En: HISTORIAE 6 (2009): 53-85
Contexto, Antecedentes y Consecuencias del Tratado de Paz Entre Hattusili III y Ramsés II.
A lo largo del conflicto entre Egipto y Hatti ninguno de ellos podía derrotar totalmente al otro, durante
décadas ambos estados utilizaron los poderes intermedios para reforzar su posición, pero ambos por razones
diferentes. Por un lado Hatti tenía que mirar constantemente a otros poderes y evitar, en la medida de lo
posible, su expansión, en especial de Asiria, mientras que Egipto debía asegurarse unos puertos de entrada y
salida al comercio que se desarrollaba en el Mediterráneo oriental, siendo al respecto la posterior historia de
Wenamun un reflejo de lo que interesaba a Egipto pero, en un momento posterior, a Egipto también le
beneficiaba una paz para concentrar sus esfuerzos en otros problemas que comenzaban a aparecer en su
entorno más próximo. En este contexto, la actitud de reinos y ciudades intermedias fue el lógico según iban
teniendo lugar los acontecimientos, pensando en sus propios intereses, por lo que su actitud a veces descrita
peyorativamente por Egipto o Hatti debe entenderse desde la perspectiva del que emite esos comentarios.56
En los años en que Egipto y Hatti firmaron la paz, ambos reinos pudieron concentrarse en sus respectivos
problemas o necesidades, no debiendo olvidar que Egipto comenzaba a dar signos de agotamiento que se
plasmaran en tiempos de Merneptah y Ramsés III. Igualmente, la estabilidad de las relaciones también
beneficio a todos los poderes intermedios que durante décadas se habían visto afectados por la belicosidad,
recelo o ambiciones de los grandes reinos que les rodeaban, debiendo por ello para entender todo el proceso
y el período tener también en consideración la historia y dinámica de Chipre, Ugarit, Hazor, Megiddo…,
cuyo conocimiento permite obtener una visión más global y objetiva que la que emiten Egipto o Hatti.
Fenicia
LIVERANI, Mario, 1995, El Antiguo Oriente. Historia, Sociedad y Economía, Crítica, Barcelona,
Cap. 24, Págs. 539-554
Comercio y Artesanía
En Fenicia, a diferencia de otras ciudades de Oriente, las ciudades tenían más importancia que el campo. La
economía fenicia se basaba en la elaboración y comercialización de productos originarios de otras zonas,
para la cual contaba con una posición ventajosa entre los grandes mercados (Mesopotamia, Egipto, Anatolia
y Siria) y el occidente mediterráneo con sus recursos mineros y agrícolas que pronto descubrirían y
explotarían.
Con la caída de la población y la desaparición del sistema de responsabilidades y protecciones regionales,
los mercaderes fenicios se vieron obligados a trabajar con un escaso apoyo organizativo y financiero, a
buscar mercados desperdigados y a resguardarse cada vez más de la piratería. A raíz de la crisis del siglo XII
que envuelve a Egipto, los naves de los fenicios se manejaban sin obstáculos y amplían sus espacio de
comercio marítimo.
Con un ritmo trienal sin escalas intermedias y evitando costosos intermediarios, los fenicios llegaban a las
regiones mineras del sur de España donde hacían acuerdos para cambiar metales por objetos valiosos como
armas, joyas o incluso simples cuentas de pasta de vidrio. Durante los siglos posteriores, del IX al VII, la
presencia fenicia en el Mediterráneo es más intensa. En lo comercial, como luego en lo colonial, hay una
cierta competencia con los griegos. Esta competencia comercial se ve en las artesanías y sobre todo en la
metalurgia que aparece en la zona. Esta “moda” oriental se extiende por todo el mediterráneo incluso
Grecia. En los talleres fenicios se ve una gran frecuencia iconografía egipcia, y en menos medida asirios y
urateos. Tiro era quizá el máximo importados de materias, donde entraban cereales, vino, aceite y miel de
Judá e Israel, caballos, cabras y ovejas desde el Éufrates y Arabia, y desde el sur Arabia llegaban plata,
estaño, oro, ébano y marfil. El comercio marítimo fenicio llevo a las costas mediterráneas a procesos
interactivos rápidos y complejos. Aun así, el comercio terrestre era más importante que el marítimo hacia el
mediterráneo, que aparecía como secundario.
La Expansión Colonial
Chipre es la única tierra colonizada por los fenicios con asentamientos fijos y consistentes, mientras que en
el resto del mediterráneo actuaba como mercaderes sin bases de apoyo consistentes y sin provocar ningún
flujo migratorio entre los siglos X y XI. Mientras que en el resto del Mediterráneo actuaban como
mercaderes sin influir en gran manera. Ya en el siglo VIII, en varias zonas del mediterráneo empiezan
colonias fenicias, paralelamente a la colonización griega. Estos dos se van a repartir las costas y zonas de
influencia en la cuenca central y occidental del Mediterráneo.
La aparición de las colonias señalaba el paso de un estadio en el que se demandan sobre todo metales, a otro
en el que se aparecían más los recursos productivos agropastorales y la disponibilidad local de recursos,
tierra y mano de obra. Las relaciones con los grandes Imperios mesopotámicos se mantienen en un buen
nivel, ya que los Imperios saben que, por ejemplo, los fenicios, les proporcionan beneficios y no
funcionarían igual con una gestión propia y directa. En definitiva, no parece que las presiones internas
(socioeconómicas) y externas (imperiales) expliquen por si solas el movimiento colonial fenicio, que fue
más bien una nueva forma de presencia y explotación de la cuenca mediterránea.
Serrano Delgado, J.M. (2009). “La Baja Época”. En Parra Ortiz, J.M. El antiguo Egipto, pp.479-493
(Cap. 10).
La Dinastía Saita
Psamético I (664-610 a.c.) fue quien inauguro este periodo, hijo de Nekao I, un dinasta del Delta. Nekao I
habría llegado al poder gracias al apoyo de los asirios, en busca de reclamar su título como faraón.
Psamético I sucederá a su padre, y con él se consolidará la dinastía Saíta. Su reinado de medio siglo lo
ayudara en la consolidación de su familia en el trono. Este va a saber actuar frente a los caudillos del Delta y
a los gobernantes de la zona estratégica situada en Menfis y El Fayum, que lo veían inicialmente como un
rival, al cual no querían sumirse. El controlar los principales centros de poder y comunicación, como
Heracleópolis Magna, al sur de El Fayum, próxima a Beni Suef. Psamético I no dudo en usar la fuerza
cuando fue necesario, recurriendo a mercenarios griegos para expulsar a los príncipes que no lo
reconociesen. La situación con Tebas era complicada, pues llevaba muchísimo tiempo independiente del
norte del país, que estaba bajo la autoridad de la “esposa del dios” Shepenupet II. Esta mujer había adoptado
como heredera a otra princesa nubia, Amenirdis II, hermana de Tanutamon, rival de los saitas y responsable
de la muerte de Nekao I. Por tanto, es sorprendente que Psamético I acudiera a la heredera de forma
diplomática, lo que se trató de un acontecimiento muy importante. Se deja en claro que se respetaran los
derechos de las princesas Kushitas, y para asegurarse de la buena voluntad de los Tebanos, Nitocris recibió
una espléndida dote (muchos tierras y rentas a lo largo de Egipto). La adopción de Nicrotis que llevo
consigo el afianzamiento Saíta en el sur, se dio en buena medida gracias a Montuemhat, un sacerdote muy
importante, considerado por mucho como gobernador de Tebas. Para asegurar esta unión, Psamético I debía
afianzar la situación internacional de Egipto. Para esto fortifico las fronteras, y manteniendo relaciones
diplomáticas con Siria y Palestina, volviendo a situar a Egipto como potencia. Con la caída de Asiria iban a
surgir nuevos poderes que amenazaran a Egipto, por lo que este posicionamiento era fundamental. Los
mercenarios (griegos, carios, sirios, fenicios y hebreos) se van a convertir en una identidad del ejercito
egipcio de la época Saíta. Este faraón fue también un gran constructor, que le dejo a su hijo Nekao II (610-
595 a.c.) un Egipto prospero, renacido y fuerte. Este va a continuar el afianzamiento de la influencia política
de Egipto en Siria y Palestina, donde su competidor ahora era la Babilonia caldea. Donde tendrán diferentes
enfrentamientos, donde los Saitas perderán cierto poder, y donde se verá en peligro el Delta, aun así, lo
conservan junto con la franja de Gaza. Estos fracasos serán compensados por la extraordinaria actividad
naval, en buena medida con el apoyo de sus mercenarios griegos, carios y fenicios. Esta gran empresa va a
dotar de la fuerza para repeler a los Babilonios de las costas. Incluso se hablaba de la construcción de un
canal, que al final no sería construido hasta muchísimo después, el canal de Suez. A Nekao II le sucede
Psamético II (595- 589 a.c.), cuyo breve reinado va a estar marcado por importantes sucesos en la política
exterior Egipcia. Incluso lo equiparan con su padre. En Siria y Palestina, donde dominaba Babilonia con
Nabucodonosor, va a optar por una actitud de conciliación. Esto en buena medida también se va a dar por la
preocupación de babilonia por los pueblos medos y persas en el norte y oeste de Mesopotamia. Así mismo
organizara una gran expedición a la consta fenicia, a Biblos, un enclave egipcio en la zona. En cuanto a la
frontera sur la actitud fue distinta, donde realizo una gran expedición militar que ataco el reino de Kush, la
cual el propio faraón lideró, donde las tropas se adentraron de lleno en el territorio nubio, quebrando al
ejercito kushita. El ejercito era en parte mercenarios y en parte Egipto. A este triunfo le sigue una
persecución sistemática de la memoria de los soberanos Kushitas de Egipto, borrando sus nombres e
imágenes de la historia egipcia. Con el sucesor, Apries (589-570 a.c.) comienza el declive Saíta. Donde va a
confrontar a los caldeos, animado por los avances de medos y persas. Se atrajo nuevamente la fidelidad de
Jerusalén y el reino de Judá, sumado a la potente flota va a tener presencia en las costas. Aun así,
Nabucodonosor va a forzar la retirada egipcia, asedia la ciudad de Tiro, y deja debilitado a los Saitas. Y por
último asedia e invade Jerusalén, lo que va a llevar a la llegada masiva de exiliados y fugitivos hebreos, se
van a establecer en todo el valle del Nilo. Apries también va a fallar en el intento de intervenir Cirene una
colonia doria, tras la derrota el mismo ejercito egipcio se le revela, y proclaman a Amasis como nuevo
soberano, bajo el nombre de Ahmose II. Parecía el fin de esta dinastía, pero Amasis era originario de Sais, y
trato con respeto la memoria de Apries. Por lo que se convirtió para la población en el verdadero sucesor.
Amasis (570-526 a.c.) fue para muchos el último gran soberano que tuvo Egipto independiente. Fue un
gobierno largo lleno de logros. Fue un gran gobernador, diplomático, buen administrador y gran constructor,
que dejo un país firme y próspero. Rechazo intentos de invasiones de los caldeos, y restableció la posición
de Egipto en el Mediterráneo oriental, especialmente con el control de Chipre y estableciendo relaciones
más intensas con el mundo Griego. Su filohelenismo es claro e indiscutible. Eso explica que aparezca en las
fuentes griegas de Heródoto retratado de una forma bastante positiva. Esto es paradójico, por que llego al
poder gracias al ejercito que renegaba de la presencia de mercenarios griegos en el ejército. Amasis va a
lograr conciliar estos dos frentes, reordenando las tropas. Para los griegos y demás extranjeros establecido la
metrópolis de Naucratis, que abrió un periodo de gran prosperidad. Esta ciudad era vista como cosmopolita,
rica, y llena de vida. Según Heródoto era un santuario panhelénico. Naucratis se convirtió en foco de fusión
de culturas. Dando un giro importante, en cuanto a su sucesor, estableció relaciones con Cirene. Amasis
sabía que la principal amenaza ahora era Persia, por lo que estableció relaciones con los Estados enfrentados
a esta. Mantendrá lazos con Babilonia, el reino de Lidia. Mas allá de todos los esfuerzos, el final de la
dinastía era inminente. Un año después de su muerte, su sucesor Psamético III, se enfrentó a los persas. Fue
derrotado en la batalla de Pelusio, teniendo que entregar el país a los nuevos señores.
Evolución Histórica del Egipto Persa. La Primera Dominación Persa (525 a.c.- 404 a.c.)
Hacia mediados del siglo VI a.c., el persa Ciro se anexiona el Estado y pueblo hermano de los medos,
derrotando a Astiajes. Fue el primer hito de este en su voluntad de construir un “Estado Universal” que
abarcara todo Oriente Medio. van cayendo las naciones rivales, en el 549 a.c., el reino de Elam, luego
Anatolia, en el 539 a.c. Ciro entra en Babilonia, al año siguiente está en Siria y Palestina. Y finalmente,
luego de retrasos por la muerte de Ciro, y los conflictos que siempre trae la sucesión, Cambises va a ganar la
batalla de Pelusio, el bastión del Delta oriental. Luego avanzará hacia Menfis, donde recibirá la rendición de
Psamético III. De esta forma comienza la dominación persa en Egipto. El reinado de Cambises fue breve,
aunque con intensa actividad en el país y sumado también el intento fallido de anexionarse Cirene. Así
mismo realizo todo el ritual de entronizado y el protocolo faraónico. El soberano persa que mostro más
interés a Egipto fue Darío I. Restauro templos, se ganó a la clase sacerdotal (enemistada con Cambieses), y
llevo a cabo una actividad intensa edilicia y de obras públicas. Termino el canal que conectaba Egipto con el
mar Rojo y que no pudo concretar Nekao II. Claramente las intenciones de este emperador tenían que ver
con las intenciones de control de la zona de Egipto, Baja Mesopotamia y Elam, el centro del Imperio
Aqueménida. También realizo diferentes leyes, en donde llamo a los gobernadores de las provincias
(sátrapas), para realizar un derecho del país. Tras su muerte, la capacidad de los reyes de mantener la
autoridad en Egipto se vio afectada por las GUERRAS MEDICAS, y los consiguientes intentos de los
egipcios, por recuperar su independencia y libertad. Así hacia el 404 a.c., tras la muerte de Darío II, un
nuevo príncipe de Sais, Amirteo, lograra restablecer, por última vez, el estado faraónico.
BEAULIEU, Paul-Alain “World hegemony 900-300 BCE” en: SNELL, Daniel, (Ed.) A companion to
the ancient Near East, Blackwell, Oxford, 2005, pp. 48-61. (traducción)
El Imperio Asirio
Asiria, alrededor del siglo X a.c. se estaba consolidando. El renacimiento de Asiria culminaría en el siglo IX
con Asurnasirpal II (883-859 a.c.) y su hijo. A partir de aquí el rey construiría una nueva capital, lo que fue
una decisión trascendental para el futuro de la monarquía Asiria. Esto hará que aumente la lejanía del rey,
que se encontrara en un inmenso palacio e inaccesible para la mayoría de asirios. Estos reyes se van a
centrar en mostrarse como héroes y la encarnación del Estado asirio.
Las políticas por consolidarse en la región extendiendo el sistema provincial de regiones al este del Éufrates,
va a ser consolidada por Shalmanezer III, hijo de Asurnasirpal II. Este nuevo sistema provincial tendía a
mezclar y Asirianizar las tierras conquistadas, y haciendo una administración imperial más eficiente, dando
pie al intervencionismo. Esta Asirianización se va a lograr de dos formas, destituyendo de la parte superior
de los ex grupos gobernantes y el nombramiento de asirios para administrar la provincia, y reubicando a la
población en distintos centros de producción.
Estos dos reyes iniciaron el proceso de homogeneización, y Asiria se vio sometida a una grave crisis antes
de que la expansión territorial y la consolidación continuaran. Estas crisis se debieron a que la antigua
nobleza se intentó revelar de estos nuevos gobernantes. Luego de la supresión de la rebelión, aumento la
influencia del comandante en jefe del ejército, cuyo poder siempre estuvo en las sombras del rey. La
extensión territorial real fue a veces muy limitada, ya que algunos gobernadores provinciales actuaban como
monarcas independientes.
Muchos ven a Tiglat-Pileser III, como el fundador del Imperio asirio, ya que consolido el mismo, y además
reformo el sistema provincial, dividiendo las grandes provincias, para poder quitarle poder a los monarcas
provinciales. Así mismo este inicio una gran fase imperial, agrandando las fronteras en gran manera. Por
otra parte, junto con esta faceta imperial, se aumentaron las deportaciones y los asentamientos forzosos.
Estas deportaciones afectaron a todos, desde reyes hasta trabajadores subalternos. Hubo áreas muy
despobladas como Israel y áreas que crecieron fuertemente.
En la religión hubo cambios importantes, sobre todo bajo Sennacherib, quien inicio campañas de destrucción
de Babilonia, e impuso numerosas reformas religiosas, que buscaban cooptar la teología de Marduk, creada
por las elites intelectuales de Babilona en las centurias previas hacia una teología imperial exaltando al dios
Assur. Su hijo y sucesor, Esarhaddon, tomo una actitud más conciliadora, sobre todo con Babilonia, aun así,
estos conflictos ideológicos solo serían resueltos tras la caída de Asiria, y el remplazo por un Imperio
dominado desde babilonia.
Luego de la caída de Nineveh, Asiria y su extensión al norte de siria parece haber perdido todo el
dinamismo. Este gran Imperio declino rápidamente. Este colapso era inevitable
El Imperio Babilónico
A diferencia de Asiria, Babilonia era un conglomerado de ciudades con tradiciones muy antiguas, construida
en torno a templos grandes y ricos, donde los dioses y diosas reinaros como monarcas terrenales y dueños de
la tierra.
El centro de la vida cósmica va a estar puesto en la propia ciudad, y no en la residencia real como en Asiria.
Babilonia no fue la única ciudad en el centro del Imperio. Sippar, Borsippa, Nippur, Ur, Uruk, Kutha, y
varias otras clamaron por sus antiguas tradiciones y los reyes neobabilonico reconocieron su santidad.
En general parece que las políticas de Babilonia fueron modeladas sobre las practicas Asirias,
particularmente en relación con la reestructuración de las regiones conquistadas. Babilonia al igual que
Asiria imperial, aumento el número de extranjeros, aumentando la diversidad de la población. Babilonia
debió haberse convertido en una realmente cosmopolita Babel. Por otra parte, fueron más brutales que sus
predecesores, destruyendo algunas de las ciudades que conquistaban, como por ejemplo Judá y su capital. Se
cree que puede haber sido porque no tenían tantos recursos para llevar una asimilación e integración de estos
nuevos pueblos conquistados.
A diferencia de Asiria, el fin del Imperio Babilónico no causo la desaparición del núcleo urbano de
babilonia. Las ciudades de babilonia continuaron su camino bajo la monarquía persa y posteriormente
helenísticas.
El Imperio Persa
Los Persas, liderados por la familia gobernante llamada los Aqueménidas, eran muy listos para cooptar la
administración y la estructura de los reinos que ellos conquistaban, y esto debe explicar en buena medida su
éxito. Las fuentes egipcias y babilónicas revelan que la transición al dominio Persa fueron leves, incluso de
mantuvieron las estructuras administrativas, al menos por un tiempo.
Con los persas los pueblos conquistados fueron reconocidos como completamente distintos, y dejados
tranquilos, siempre y cuando reconocieran su estatus de vasallos dentro del imperio. No hay una gran
restructuración como sucedió en los imperios previos.
Lo que diferenciaba al Imperio Aqueménida del resto es que la ausencia de poderes competidores, permitió
a la elite dirigente ejercer su hegemonía mucho más efectivamente, a la vez usando mucho menos fuerza y
represión que cualquier otro estado imperial previo.
El imperio de los Aqueménidas se desmorono cuando se enfrentó con el ataque de Alejandro Magno. El fin
del imperio persa debería buscarse, al igual que el babilónico, en los recursos superiores y en la organización
de sus enemigos,
ORRIOLS I LLONCH, Marc (2007), “La traición a la Maat. La violencia contra las mujeres en el
Antiguo Egipto”, En: MOLAS FONT, María Dolors (ed.) Violencia deliberada. Las raíces de la
violencia patriarcal, Barcelona, Icaria, pp. 57-70.
La Violencia Verbal
Dentro de las directrices que debía respetar todo hombre para seguir el camino de la Maat, el respeto hacia
su mujer era una cuestión importante, aunque esto no siempre era así. Hay distintos ejemplos donde se ve
esto, como en un caso donde un hombre amenaza a su mujer con expulsarla del poblado, obligándola a
volver a la zona del valle.
La Violencia Física
La mayoría de los casos, los textos se refieren a los maltratos físicos. Están documentados diferentes hechos
que indican que el maltrato físico hacia la mujer, si bien era condenado por la justicia de una forma no tan
severa, era algo común.
La Violencia Sexual
La violación aparece documentada también, aunque es más difícil advertirla, aunque hay ejemplos claros de
que esta sucedía.
Conclusión
Los antiguos egipcios tenían una concepción clara de los diferentes abusos que se podían ejercer contra una
mujer.
En cuanto a la justicia, no hay tanta información como para saber cómo actuaba en estos casos. Lo que si
queda claro es que los abusos podían ser denunciados y que la ley intervenía en algunas ocasiones, aunque
de manera superficial.
LERNER, Gerda, 1990, La creación del patriarcado, Crítica, Barcelona, cap. 9.
La Alianza
En cuanto a las preguntas “¿Quién creo la vida?” y “¿Quién habla con Dios?” la respuesta a ambas en el
Antiguo Testamento reafirma el poder de los hombres sobre las mujeres. En cuanto a la cuestión “¿Quién
trajo el mal y la muerte al mundo?”, el Genesis responde: la mujer en su alianza con la serpiente, que
representa la libre sexualidad femenina. Según esto se debería excluir a las mujeres de la participación activa
en la comunidad de la alianza, y además que el símbolo de esa comunidad y de ese pacto con Dios deberá
ser un símbolo masculino.
El desarrollo del monoteísmo en el Libro del Genesis supuso un paso enorme de los seres humanos hacia el
pensamiento abstracto y la definición de los símbolos con carácter universal. Es un trágico accidente de la
historia que este avance se produjera en una sociedad y bajo unas circunstancias que reforzaron y
reafirmaron el patriarcado. Así es que el proceso de creación de símbolos ocurrió de tal modo que margino a
las mujeres. Para estas, el libro del Genesis represento su definición como beneficiosa y redentora, solo
dentro de los límites fijados por el dominio patriarcal, y por último el reconocimiento de estar excluidas de
representar de forma directa el principio divino. El peso de la narración bíblica parece decretar que por
deseo de Dios las mujeres estaban incluidas en la alianza de Él solo gracias a la mediación de los hombres,
este es el momento histórico en donde muere la diosa-madre y se la sustituye por el Dios padre y la madre
metafórica bajo el patriarcado.
La Meseta de Irán
LIVERANI, Mario, 1995, El Antiguo Oriente. Historia, Sociedad y Economía, Crítica, Barcelona, cap.
32, págs. 700- 719.
Capítulo 32:
Los Medos y la Unificación Persa
Persas
BRIANT, Pierre, (1982) Forces productives, dépendance rurale et idéologies religieuses dans l'empire
achéménide” en: BRIANT, Pierre Rois, tributs et paysans. Etudes sur les formations tributaires du
Moyen-Orient ancien, Paris, Annales littéraires de l'Université de Besançon, pp. 432-473. (traducción)
PISA SANCHEZ, Jorge, (2011) Breve historia de los persas, Madrid, Ediciones Nowtilus, cap. 4
La Dinastia Meda
Kashtaritu/Fraortes se lo ha identificado como el rey fundador de los medos. Hijo de Deioces, noble elegido
rey por los medos en una asamblea, debido a la necesidad de establecer una defensa contra los ataques que
sufrían por los pueblos vecinos, principalmente los asirios.
Este fue el verdadero unificador y fundador del reino medio, continuo lo que había iniciado su padre. En el
año 672 a.c., realizaría la revuelta, con éxito, contra los Asirios.
Muchos investigadores plantean que fue durante el reinado del sucesor de Fraortes, Ciaxares, cuando se
llevó a cabo la dominación sobre los persas, así como también cuando se alcanzó la máxima expansión
territorial de Media.
Ciaxares reformo el ejercito medo, y lo hizo adaptando tanto elementos asirios como escitas, innovaciones
que heredo más tarde el ejercito persa. Así pues, el ejercito medo paso a estar compuesto por una bien
entrenada fuerza de jinetes a caballo, la que se le sumaban contingentes de arqueros y de lanceros, e incluso
algún contingente de ingenieros y máquinas de asedio.
Con el ejercito reformado Ciaxares se dirigió hacia Asiria, que estaba débil por la muerte de Asurbanipal, su
último gran monarca. Sumado a estos estaban los Babilonios, quienes también llevaron acabó una
expedición hacia Asiria. Ambos enemigos de Asiria pactaron una alianza entre ellos que fue sellada con la
hija de Ciaxares y Nabucodonosor. Esta alianza permitió a los medios y babilonios dar el golpe de gracia al
poder asirio con la toma en el año 612 a.c., de su capital, Nínive. Se crearía un nuevo equilibrio de fuerzas,
que perduraría hasta la creación del imperio persa de Ciro II, y que incluía a cuatro poderosos estados:
Egipto, Babilonia, Media y Lidia.
CAMPOS MÉNDEZ, Israel (2006), “La razón de Estado en la política religiosa de los reyes
Aqueménidas: ¿tolerancia o intolerancia religiosa?” En: Gerión, 24, núm. 1, págs. 111 a 117
LIVERANI, Mario, (1995) El Antiguo Oriente. Historia, Sociedad y Economía, Crítica, Barcelona,
cap. 32, págs. 700- 719. (esta arriba)
Flammini, Roxana, (2011) De la teoría al análisis de los sistemas – mundo: consideraciones sobre la
interacción entre Egipto, Kerma y Biblos (c. 1985 -1640 a.C.) En: Cuadernos del Centro de Historia
Antiguo Oriente vol. 9, UCA, Buenos Aires
Introducción:
Hay un cierto consenso académico en atribuir el origen de los contactos comerciales en el Cercano Oriente
Antiguo, a la necesidad de intercambiar bienes de “prestigio” (metales preciosas, meterías primas escasas
maderas de calidad, etc.), que tienen gran valor por su escases, y son pequeños por lo tanto fácil de
transportar. Estos bienes poseían un significado social importante, que daban cierto estatus dentro de las
relaciones sociales externas o internas.
Precisiones Conceptuales
El Sistema-Mundo Nilótico-Levantino
Un Sistema-Mundo es una red de relaciones donde diferentes sociedades interactúan. La cualidad
sistemática tiene lugar en una red de relaciones intersocietarias (un sistema-mundo) cuando se cumplen las
siguientes condiciones:
Directos, es decir, que no se detecten terceros intermediarios en la relación
Regulares, en tanto la misma se desarrolle en un lapso de tiempo prolongado, que no sea puntual o
esporádica
Recíprocos, que haya un ida y vuelta en la relación, ya sea de bienes, de personas, de prácticas de
diverso orden o de otros elementos culturales.
Las relaciones de Egipto con otras sociedades tuvieron lugar desde tiempos predinásticos. La evidencia
material demuestra que las élites Alto Egiptas de Nagada, Hieracompolis y Abydos, y las de Buto,
mantuvieron estrecha relación con grupos sociales Nubios y Cananeos. El eje principal de los contactos
sociales y económicos era el Nilo. De este modo, un Sistema-Mundo Nilótico-Levantino puede ser
delineado por lo menos hasta la mitad del II Milenio a.c. En cuanto hay que tener cuidado al poner a Egipto
como el centro de estas interrelaciones.
Zingarelli, Andrea, 2019., “Modo de producción asiático: consideraciones sobre el Egipto antiguo”.
Rihao 20, Buenos Aires, 77-122. http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/rihao/article/view/7111
La lógica en el modo de producción asiático es preeminente y la relación con las aldeas se caracteriza por
formas extractivas y explorativas.
En las “formen” se destaca que el estado aparezca como propietario superior o el único propietario,
haciéndose acreedor del plustrabajo de las aldeas (aunque cada familia campesina pueda cultivar su propia
parcela) y del trabajo común que deben realizar para exaltar al déspota real o a la divinidad.
Aquí se ven en las propiedades de las aldeas una fuerte identidad local y una economía autosuficiente
gracias a la propiedad compartida, así también se ve el requerimiento de las instituciones estatales de
proveer trabajo directo o entregar plustrabajo. La intervención estatal es creciente creando se instalaciones
agrícolas en distintas zonas desde el Reino Antiguo y adquiriendo importancia los templos hasta el Reino
Nuevo, cuando se convierten en los mayores propietarios de tierras, en particular los localizados en los
centros políticos administrativos. La propiedad aparente del estado se transforma en una propiedad real y
efectiva. De este modo las propiedades de las aldeas terminan en algunas regiones yuxtaponiéndose a estas
tierras institucionales.
Estas comunidades pese a los cambios siguen basándose en la producción agrícola y la manufactura, más
allá de la diferenciación y jerarquización entre jefes de aldeas, elites locales e instituciones funerarias con
sus lógicas de funcionamiento.
Hay un estado que mantiene su forma política y sus mecanismos de explotación y dominación y es
correspondiente al modo de producción dominante. El no colapso del estado faraónico que se sostiene ha
hecho que estas sociedades sean caracterizadas como estancadas. Y aunque hay cambios políticos,
económicos y sociales, no se socaba el modo dominante de apropiación y los mecanismos explotativos del
estado.
Los Periodos Intermedios ponen en manifiesto las luchas entre elites regionales y permiten identificar
categorías sociales intermedias y contradicciones de clase, aunque también expresiones de estatus que se
manifiestan en crisis políticas y económicas que dan cuenta de una cierta fragmentación social. Tales
procesos no acaban con las relaciones dominantes de producción.
De acuerdo a las “Formen”, el individuo esta carente de propiedad o parece estar mediado por medio de una
concesión de la unidad total. Desde el Reino Antiguo se ve que los altos funcionarios del Rey reciben, en
compensación por sus funciones, tierras. Y muchas de estas se superponen con tierras de familias
campesinas.
La documentación en el Egipto faraónico da cuenta de trabajos de irrigación ligada a su política de
fiscalidad. Asimismo, los habitantes de las aldeas podían ser convocados para realizar distintos trabajos para
el faraón tal como la construcción de un templo o un canal o formar parte del ejército o de una expedición a
las minas.
En cuanto a las formas de intercambios derivadas de acumulación individual y de procesos de circulación de
transacciones en protodinero, debemos fijarnos en la disponibilidad de excedentes de las clases dominantes.
También en este periodo se descubren intercambios de pequeñas parcelas de tierras y esclavos por valores
bajos, en los que intervienen los altos funcionarios. Los ingresos del imperio derivados a templos y donados
a altos funcionarios generaron una mayor disponibilidad de excedentes en las clases dominantes.
Pfoh, E., “Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío”, XXXIVe
Colloque internacional du GIREA, 2013, pp. 71-90. https://www.persee.fr/doc/girea_0000-
0000_2013_act_34_1_1116
El Escenario Político
Los acontecimientos políticos en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío están ciertamente
vinculados en gran medida a las incursiones y presencias extranjeras de los grandes poderes de la región. A
comienzos del siglo XVI a.c., la expansión militar de Mitanni hacia el oeste produjo el repliegue de los
hititas en Siria Septentrional. En este momento algunos centros urbanos como Alepo y Qades, dominaban a
la periferia menor. Esta fase marco la transición de un sistema de coaliciones locales dirigidas por reinos, a
un sistema de sujeción a un rey único, poderoso y exterior a Siria-Palestina.
A inicios del siglo XV llegan los faraones egipcios a Siria-Palestina, adentrándose en gran medida en el
territorio, sin un gran dominio.
La vida política de los reinos locales de Siria-Palestina en este periodo estuvo marcada por la intervención y
el dominio de poderes extranjeros. Hasta que la crisis del siglo XII hizo desaparecer no solo el dominio
exterior de la región sino también la articulación sociopolítica interna de los reinos o principados locales.
El Reino de Hatti se caracterizó por su lógica “feudal”. Los reyes súbditos a la esfera de control imperial
hitita procedían a partid de vínculos personales de relación sociopolítica, creando lazos de fidelidad personal
a partir de vínculos de parentesco político.
La presencia de Egipto en Siria-Palestina data de la época de Tutmosis III y estaba organizada con tres
ciudades que funcionaban como centros administrativos egipcios para tres grandes zonas territoriales: Gaza,
sobre la palestina meridional, era el centro de la zona de Canaán, Cisjordania, en el valle de Beqa, era el
centro de la zona de Ube/Upe, y Summur, sobre la costa siria, conformaba el centro para la zona de Amurru,
ósea la Siria costera. En cada uno de esos centros residía un comisionado, con un pequeño palacio y una
guarnición militar. Existían por otro lado zonas menores de guarniciones egipcias, y zonas de explotación
económica directa por parte de Egipto, como una zona de producción agrícola cerca de Megiddo. Aun así, la
económica Siria-Palestina no estaba integrada estructuralmente en la economía egipcia.