TEMA 4: AMBITO DE APLICACIÓN DE LA NORMATIVA DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES

Cabría preguntarse si la normativa sobre salud y seguridad laboral solo es aplicable al colectivo de trabajadores en sentido
estricto o se le ha querido otorgar un carácter de aplicación universal.
Cualquiera de las dos opciones hubiera sido posible, pues solo habría que buscar una justificación razonable para ello.
Sin embargo, también es cierto que la seguridad y salud en el trabajo debería ser independiente del tipo de relación
(laboral, funcionarial, estatutaria o civil) que vincule a la persona que realiza una actividad profesional para otro, pues los
riesgos son propios del trabajo y, por consiguiente, debe protegerse el trabajo saludable y no solo un tipo o subtipo de
trabajo seguro, como hubiese ocurrido si la LPRL solo fuera de aplicación a los trabajadores en sentido estricto.

En otras palabras, un electricista puede estar contratado por una empresa como trabajador, puede ser independiente y
trabajar como autónomo o puede ser funcionario de la Administración pública o prestar servicios en un hospital público.
Sin embargo, los riesgos de su profesión serán similares independientemente del tipo de relación jurídica que tenga con
respecto a quien presta los servicios. De ahí que aun siendo política y jurídicamente posible, hubiese sido muy discutible
que la LPRL no se aplicase más que a un colectivo de profesionales, los trabajadores en sentido estricto.

En definitiva, cabe afirmar, que con ser los trabajadores el colectivo fundamental en el que se ha fijado el legislador para
desarrollar una normativa sobre salud y seguridad en el trabajo, en realidad tal normativa nace con vocación de aplicación
universal, esto es siendo aplicable siempre que se trabaje para otro, ya sea público o privado, e independientemente de
que esté sometido o no a una relación laboral.
Obviamente observaremos cómo ese carácter de universalidad, se matiza en ocasiones de manera muy importante, pues
nos encontramos con colectivos de profesionales excluidos de su ámbito de aplicación u otros incluidos, pero a los que
solo cabe aplicar algún apartado muy concreto de esta normativa prevencionista.
Por ello, para conocer el verdadero ámbito subjetivo de aplicación de la normativa sobre salud y seguridad en el trabajo
hemos decidido diferenciar tres grupos de actividades profesionales. En primer lugar, inclusiones generales, en segundo
lugar, inclusiones matizadas y en último lugar, las actividades excluidas del ámbito de aplicación de la LPRL.

INCLUSIONES
El artículo 3 de la LPRL pretende dejar clara y perfectamente detallado cual es el ámbito de aplicación de la Ley, ámbito
que trasciende el plano de las relaciones jurídico-privadas de carácter laboral para proyectarse sobre la función pública.

Según dicho artículo, la Ley de Prevención y sus normas de desarrollo serán aplicables tanto en el ámbito de las relaciones
laborales reguladas en el Estatuto de los Trabajadores, como en el de las relaciones de carácter administrativo o
estatutario del personal civil al servicio de las administraciones públicas, con las peculiaridades que en este caso se
contemplan en la LPRL o en sus normas de desarrollo.
Todo ello sin perjuicio de las obligaciones específicas que se establecen para fabricantes, importadores y suministradores,
y de los derechos y obligaciones que se puedan establecer para los trabajadores autónomos.
Además, serán aplicables a las sociedades cooperativas. En los centros y establecimientos militares será de aplicación lo
dispuesto en la LPRL, con las particularidades previstas en su normativa específica. En los establecimientos penitenciarios,
se adaptarán a la Ley aquellas actividades cuyas características justifiquen una regulación especial, lo que se llevará a
efecto en los términos señalados en la Ley 7/1990, de 19 de julio, sobre negociación colectiva y participación en la
determinación de las condiciones de trabajo de los empleados públicos
Teniendo en cuenta este artículo diferenciamos entre: - Inclusiones generales
- Inclusiones matizadas
En cuanto a las inclusiones generales, hemos de referirnos en primer lugar a todas aquellas personas que prestan sus
servicios en régimen laboral, ya sea en la empresa privada o en la Administración pública, en otras palabras, las relaciones
laborales reguladas en el Estatuto de los Trabajadores. En segundo lugar, también tiene general aplicación en las
relaciones de carácter administrativo (principalmente funcionarios públicos) o estatutario del personal civil al servicio de
las administraciones públicas. Con todo el propio artículo 3 LPRL indica que deberá dictarse una norma que adapte las
previsiones de la LPRL a las peculiaridades de la Administración Pública, pensando básicamente en el diferente tipo de
representatividad de los trabajadores y funcionarios públicos en la administración. Dicha adaptación se lleva a cabo a
través de Real Decreto 67/2010, de 29 de enero, de adaptación de la legislación de Prevención de Riesgos Laborales a la
Administración General del Estado

Por último, también hemos de incluir en este apartado a las sociedades cooperativas de trabajadores que no cuenten con
asalariados. Esto es, agrupaciones de personas que aportan capital y trabajo y que se asocian entre sí constituyendo una
cooperativa de trabajadores. No cabe afirmar que estamos ante trabajadores en sentido estricto, pues es un colectivo
cuyos miembros trabajan para sí mismos, son independientes y asumen el riesgo del negocio. Se trata de un grupo
asociado de trabajadores autónomos. La matización de que no cuenten con asalariados ha de entenderse en el sentido
de que una cooperativa de trabajadores no es más que una forma de sociedad mercantil, diferente a otras como la
sociedad anónima o la sociedad de responsabilidad limitada. Es decir, es un tipo de empresa sin más, que por consiguiente
puede contratar a trabajadores para que presten servicios en ella y entonces se les aplicaría la normativa de prevención
por cuanto estaríamos ante el primero de los supuestos de inclusión general. En otras palabras, las sociedades
cooperativas de trabajadores están afectadas por la normativa prevencionista tengan o no asalariados a su cargo (ver Ley
de Cooperativas).

En cuanto a las inclusiones matizadas, se trata de aquellos colectivos a los que se aplican solo unas determinadas y
específicas previsiones normativas y no la normativa prevencionista en general, como sucedía con los anteriores
colectivos. En primer lugar, hemos de referirnos a los fabricantes, suministradores e importadores de maquinaria,
equipos, productos y útiles de trabajo a los que solamente les será de aplicación el art 41 LPRL referido a ellos, por el que
se establecen una serie de previsiones con el fin de asegurar que aquellos no constituyan fuentes de riesgo para el
trabajador que los utilice o manipule.

También matizada hemos de considerar la aplicación de la LPRL a los centros o establecimientos militares y a los
establecimientos penitenciarios (ver normativa).

Para finalizar hay que hacer referencia al trabajador autónomo que son sujetos afectados por la normativa de prevención
en aquellos derechos y deberes que sean de aplicación, por lo tanto habrá que ir precepto por precepto de la LPRL para
ver cuáles son aplicables a los autónomos (véase Real Decreto 171/2004 de coordinación de actividades empresariales y
el Estatuto del Trabajador Autónomo de 2007).En concreto la LPRL se preocupa de ellos, cuando en su prestación de
servicios y en el mismo lugar de trabajo, coincidan con trabajadores de otras empresas. En tales supuestos se exige al
trabajador autónomo que coopere con los empresarios concurrentes con relación al cumplimiento de la normativa de
prevención, obligación cuyo incumplimiento puede comportarles importantes responsabilidades. Además, la figura del
trabajador autónomo ha sido objeto de especial atención en el RD 1627/1997 de salud y seguridad en las obras de
construcción

EXCLUSIONES
Según artículo 3 LPRL, la presente ley no será aplicable en aquellas actividades cuyas particularidades lo impidan en el
ámbito de la función pública de:
• Policías, seguridad y resguardo aduanero
• Servicios operativos de protección civil y peritaje forense en los casos de grave riesgo catástrofe y calamidad pública
• Fuerzas Armadas y actividades militares de la Guardia Civil
No obstante, esta normativa inspirará dichos ámbitos

La presente ley tampoco será aplicable a la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar.
No obstante, lo anterior, el titular del hogar familiar está obligado a cuidar de que el trabajo de sus empleados se realice
en las debidas condiciones de seguridad e higiene.

La relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar está definida en el art 1.2 del Real Decreto
1620/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar
de la siguiente manera:
“Se considera relación laboral especial al servicio del hogar familiar la que conciertan el titular del mismo, como
empleador, y el empleado que dependientemente y por cuenta de aquel, presta servicios retribuidos en el ámbito del hogar
familiar.”

En principio parece lógica esta exclusión porque muchas partes de la LPRL no se podrían aplicar p.ej. derecho de
participación, comités ect... no obstante si recogemos el último inciso de la LPRL relativo a estos empleados, no estaríamos
ante una exclusión absoluta de su aplicación. Sin embargo, la Directiva marco excluye absolutamente a estos empleados.
En este tema ver:
• RD 179/2005, 18 de febrero, sobre prevención de riesgos laborales en la Guardia Civil
• RD 2/2006, 16 de enero, por el que se establecen normas sobre prevención de riesgos laborales en la actividad de los
funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía
• RD 1755/2007, 28 de diciembre, de PRL del Personal Militar de las Fuerzas Armadas y de la organización de los servicios
de prevención del Ministerio de Defensa (modificado por Real Decreto 640/2011, de 9 de mayo)