El proyecto educativo regional y el proyecto educativo nacional representan dos componentes
interdependientes e indisociables del sistema educativo de cualquier país. Mientras que el proyecto educativo nacional establece los lineamientos generales y los objetivos a nivel macro, el proyecto educativo regional desciende a la escala local para adaptar esas directrices a las necesidades específicas y particularidades de cada región. Esta relación entre lo nacional y lo regional crea un tejido cohesionado que busca garantizar una educación integral y equitativa para todos los ciudadanos, sin importar su ubicación geográfica. En esta introducción, exploraremos cómo la articulación entre el proyecto educativo regional y el nacional fortalece el sistema educativo en su conjunto, promoviendo la diversidad, la inclusión y el desarrollo sostenible en todas las comunidades. El desarrollo educativo en cualquier región es fundamental para impulsar el progreso social, económico y cultural. En este contexto, el proyecto educativo regional emerge como un faro guía, trazando una hoja de ruta que amalgama las necesidades locales con los objetivos globales de aprendizaje y desarrollo. Al articular políticas, programas y recursos, este proyecto se erige como un instrumento estratégico para potenciar las capacidades individuales y colectivas, fomentar la inclusión y la equidad, y propiciar un ambiente propicio para la innovación y la excelencia académica. En esta introducción, exploraremos los pilares fundamentales, los objetivos y la importancia del proyecto educativo regional como un catalizador de cambio y progreso en la comunidad educativa y más allá.