IMPORTANCIA DE LA FONETICA EN LA PEDAGOGFIA DE LA
LENGUA Y LA LITERATURA
Los niños y niñas pequeños tienen
una conciencia escasa de los
sonidos del lenguaje. Oyen,
perciben una secuencia continua de
sonidos, pero no son conscientes de
que estos se pueden dividir en
palabras, (conciencia léxica), estas
en sílabas (conciencia silábica), y
que estas últimas pueden estar
formadas por uno o varios sonidos
(conciencia fonémica). Por
conciencia fonológica entendemos
tanto la toma de conocimiento de
los componentes silábicos y
fonémicos del lenguaje oral (sílaba
/ fonema inicial, final, medios),
como la adquisición de diversos
procesos que pueden efectuarse
sobre el lenguaje oral, como:
reconocer semejanzas y diferencias
fonológicas, segmentar las
palabras, pronunciarlas omitiendo
sílabas o fonemas o agregándoles
otros, articularlas a partir de
secuencias fonémicas, efectuar
inversión de secuencias silábicas /
fonémicas, manipular
deliberadamente estos
componentes sonoros para formar
nuevas palabras. En un aula
comunicativa de fonética, los
profesores son facilitadores y están
dispuestos a soltar el lugar
tradicional de autoridad para ser
modelos y guías. El equipo de
aprendizaje está conformado por
docentes y alumnos. En ese
espacio, se llevan a cabo tareas de
descubrimiento, exploración de
contenidos, deducción de usos y
reglas. Los alumnos entre ellos, son
partícipes de su nota, hacen
presentaciones, enseñan, trabajan
en equipo y en parejas, están en
comunicación con los profesores a
través de redes sociales –lo que
facilita la organización de las
tareas–, participan de la producción
de los exámenes; y hasta hay un
espacio para lo lúdico. Los
alumnos experimentan, no solo son
receptores pasivos y repetidores de
información que luego no saben
cómo transferir a sus aulas. Al
trabajar en parejas y en equipo, su
filtro afectivo está bajo, ya que
desarrollar una actividad o pensar
las reglas y contextos en un
ambiente reducido y cuidado los
prepara para después compartir sus
ideas con el grupo entero. Con esta
modalidad de trabajo, los alumnos
se saben parte de un todo, llegan a
forjar lazos de compañerismo que
salen del aula: todos trabajan para
el progreso de todos y ese
aprendizaje trasciende paredes.
Si bien no se habla de ser un
experto si es necesario conocer lo
fundamental con la intención
corregir y apoyar al estudiante,
porque si éste nota, como lo fue en
mi caso, que su dominio del tema
es paupérrimo perderá el interés y
dudará en continuar.
El papel de un profesor de
lenguaje, incluso de cualquier
asignatura, es tan importante que
puede hacer que un alumno ame o
deteste la lengua que intenta
aprender, en ello radica la
importancia de estar bien
preparados como docentes y no
dejar fuera tanto al estudiar como
al enseñar. En un aula
comunicativa de fonética, el rol del
docente es de facilitador, de guía,
de modelo. Es en los momentos de
trabajos en pareja o equipos que el
docente puede observar el
desempeño y evolución de sus
alumnos con más detenimiento,
hacer preguntas que generen
discusiones entre ellos, que lleven a
razonamientos que luego pueden
compartir con los otros grupos. La
fonética y la fonología son de gran
importancia porque complementan
la formación de un profesor que
debe entender los sonidos y sus
representaciones para poder
transmitir ese conocimiento y
confianza a sus alumnos. Si un
maestro comprende la fonética
puede realizar actividades de
contraste entre la lengua materna y
la extranjera que ayuden a mejorar
la pronunciación de sus
estudiantes, junto con la
explicación del enseñante lograrán
comprender el sonido en abstracto
y tratarán de producirlo.