Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
© Otero
Dereito Vol. 20,Parga Mediación
n.º 2: 131-160 escolar.
(2011) • ISSNA1132-9947
propósito de la ley 4/2011 131
SUMARIO
1. Introducción. 2. Descripción de la situación. Exposición de los hechos. 3. Valoración
de la situación. Necesidad de cambio. 4. (Medidas a implementar para evitar la vio-
lencia en las aulas.) La ley 4/2011 de 30 de junio de Convivencia y Participación de la
Comunidad Educativa (Comunidad Autónoma Gallega). 5. La Mediación Escolar en la
Comunidad Autónoma de Galicia. 6. Recapitulación
Resumen
Estamos viviendo en una época de rápidos y profundos cambios. Los jóvenes presen-
tan comportamientos que hace un tiempo parecerían incomprensibles y desde luego in-
admisibles. Es necesario cambiar muchas cosas en la educación. Los profesores deberían
poder hacerlo pero en muchas ocasiones tienen problemas cuando quieren imponer su
autoridad. Es preciso encontrar nuevas formas de relacionarse. Conscientes de esa ne-
cesidad el Parlamento de Galicia ha elaborado un ley (Ley 4/2011 de 30 de julio) en la
cual la mediación aparece como una forma de resolver conflictos poco graves entre los
alumnos y sus maestros. Esta es la primera ley en España que propone este método y por
eso es especialmente importante.
Palabras clave: Mediación Escolar. Acoso Escolar. Legislación Gallega (Ley 4/2011 de 30
de julio). Educación escolar.
Abstract
We are living in a society in which the values are always changing. Young people have be-
haviours that some years ago will be inadmissible. It is necessary to change lots of things
about education. But the professors have also problems when they want to impose their´s
authority. So we need new forms of relationships. Concerning that, Galicia´n Parlament
have worked in a new law (4/2011 of july 30) in which mediation appears like a forum
to improve relationships between the professors and their pupils. This is the first law in
Spain which propose this method, so is especially important
Keywords: School Mediation. School pursue. Gallician Legislation (Law 4/2011 30 Th
july). School education.
1. Introducción
Vivimos tiempos nuevos y convulsos. Las reglas de conducta y trato
social que muchos de nosotros aprendimos cuando fuimos niños o jóve-
nes han cambiado. El concepto de autoridad se ha relajado. Los niños
y los jóvenes viven una cultura permisiva en la que no existen apenas
reglas de obligado cumplimiento. La libertad ya no es entendida como
el derecho a hacer lo que cada uno quiere dentro de lo que las leyes per-
miten1. La libertad se dice ahora, consiste en hacer en cada momento lo
que uno quiere, lo permitan o no las leyes2. Las leyes positivas tienden a
regular e incluso prohibir aspectos de la vida de los seres humanos en los
que no deberían entrar3 y sin embargo se desocupan de otros cruciales
para el buen funcionamiento de la sociedad. El concepto de responsabi-
1
Ch Montesquieu, afirmaba que “en una sociedad en la que hay leyes, la libertad solo
puede consistir en poder hacer lo que se debe querer y no en estar obligado a hacer
lo que no se debe querer”. La libertad continuaba diciendo el mismo autor, “es el de-
recho de hacer todo lo que las leyes permiten, de modo que si un ciudadano pudiera
hacer lo que las leyes prohíben, ya no habría libertad, pues los demás tendrían igual-
mente esta facultad”. Espíritu de las Leyes, Libro XI, Capt. III. Cito por la edición de
Tecnos, Madrid, 1987, p. 106.
2
Milagros Otero Parga, Valores Constitucionales, 2ª ed., Universidad Autónoma del
Estado de México, México, 2001.
3
Esto sucede con numerosas reglas de derecho de familia por ejemplo que plantean
problemas que deberían ser resueltos por los interesados y no por el Estado. Si así se
hiciese, si las leyes respetasen una parcela de autonomía de la voluntad, quizá mejo-
raría el gran colapso que padecen los juzgados y con ello se combatiría el menos en
alguna medida la demora judicial.
Milagros Otero Parga Mediación escolar. A propósito de la ley 4/2011 133
lidad se contempla como una figura arcaica que cargó la vida y las con-
ciencias de los antepasados, pero que hoy está felizmente superada4. En
suma, los valores sociales han cambiado y hay que situarse frente a los
nuevos retos que la sociedad plantea. La Jurisprudencia entendida como
el conocimiento prudencial de lo justo y lo injusto debe asumir nuevos
problemas y aportar soluciones5. Debe avanzar al ritmo de la sociedad
para proporcionar su necesario servicio a favor del bien común y del
bienestar social.
Los cambios de paradigmas se refieren a todos los grupos sociales sin
excepción, pero afectan especialmente a los más desprotegidos. Uno de
ellos es a mi juicio el de los niños y los adolescentes. Ellos son el futuro
de la sociedad y precisan disponer de una formación integral que los con-
vierta en seres humanos dignos, responsables y capaces para ejercitar sus
derechos y sus deberes. Sin embargo conceptos como deberes, responsa-
bilidad, o formación integral son bastante ajenos a la mentalidad actual
de muchos de nuestros jóvenes y no siempre por su culpa, sino porque
no han recibido una educación que les facilite el desarrollo de este tipo
de conductas6. Los modelos sociales imperantes todavía dificultan más el
proceso porque la cultura del respeto o del esfuerzo no está de moda7.
El presente artículo propone el estudio de uno de los problemas que
se derivan de esta situación. Me refiero a la violencia en las aulas, conce-
bida como falta de entendimiento de profesores y alumnos, y de alumnos
4
Nuestra sociedad occidental “ha perdido el respeto al derecho, a los derechos, a la
justicia, a la ley, a la jurisprudencia, e incluso a los propios juristas”. Francisco Puy,
“Hacia una jurisprudencia afirmativa”, discurso leído con motivo de la imposición
de la gran Medalla Académica de la Universidad Católica del Uruguay, publicado en
el nº 4 de la revista Estudios Jurídicos, 2007, p. 48.
5
Tomo esta definición de Ulpiano, Digesto 1.1.1.
6
Dice Mª. A. Aiello de Almeida, Mediación: Formación y algunos aspectos claves,
Editorial Porrúa, México, 2001, pp. 7 ss., que “no podemos desconocer el inestima-
ble valor de introducir a los niños y jóvenes en la dimensión de la educación para
la paz, adaptada a la respectiva situación y edad pero, en todos los casos dirigida a
formar la convicción de que un mundo mejor es posible”.
7
Precisamente por eso, porque no está de moda, es importante retomar la obliga-
ción de los padres y educadores de educar a sus hijos y pupilos en valores. Vid: A
Moreno González, & Mª. P Soler Villalobos, (dirs), De la educación socioemo-
cional a la educación en valores, Instituto Superior de Formación del profesorado,
Madrid, 2008.
134 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
8
Emilio, Calatayud Reflexiones de un juez de Menores, Dauro ediciones, 2007. Mis
sentencias ejemplares, La esfera de los libros, 2008; y La educación de los jóvenes
una tarea social compartida, Fundación ECOEM, 2009.
9
Desconocen en este caso el concepto de Derecho de Kant que define el derecho como
el conjunto de las condiciones bajo las cuales es posible la coexistencia del arbitrio
de uno con el arbitrio de los demás, bajo una regla general de libertad. Metafísica de
las costumbres, Primera parte introducción a la doctrina del Derecho & B. Cito por
la edición de Tecnos, Madrid, 1989, p. 39.
Milagros Otero Parga Mediación escolar. A propósito de la ley 4/2011 135
10
Según la Fiscalía General del Estado desde el año 2000 se ha incrementado el número
de hijos que maltratan a sus padres hasta seis veces. El problema se conoce con el
nombre de “síndrome del emperador”.
11
De acuerdo con los datos oficiales extraídos de la Memoria de la Fiscalía General del
Estado en 2007 se abrieron 2.683 casos de violencia domestica referidos a relacio-
nes entre padres, hijos y violencia de género. En 2008 el número ascendió de forma
espectacular a 4.211 y en 2009 siguió su incremento hasta 5.201. La progresión es
ciertamente alarmante.
12
Datos expresamente mencionados en las Memorias de las Fiscalías de las Comunida-
des Autónomas de Galicia (Lugo), Aragón (Teruel), Cataluña (Barcelona) y Valencia
(Valencia).
13
Sobre estos temas son interesantes los trabajos de: B Río Martínez, Estudio de las ór-
denes de protección en Santiago de Compostela durante el año 2008, en Justicia Penal
y delincuencia en Galicia, Santiago de Compostela, Servicio de Publicaciones e inter-
cambio científico, 2009, pp. 38-52 , R. Castillejo Manzanares “La tutela judicial en
la Ley Gallega para la prevención y el tratamiento integral de la violencia”, Revista de
Derecho Penal, 24, 2008, pp. 43-71 y, Moisés Blanco Piñeiro, Violencia de xénero
na comuniodade galega, en Justicia penal y delincuencia en Galicia, Santiago de Com-
postela, Servicio de publicaciones e intercambio científico, 2009, pp. 471-478.
14
Por el contrario, la escuela se ha vuelto un lugar en el que los adolescentes hacen lo
que les parece. Los profesores no tiene autoridad para frenarnos ni para imponerles
136 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
permanente les deben dar todo lo que pueden cuando están con ellos.
Esta situación se hace especialmente presente en las madres y es particu-
larmente perjudicial para los hijos que pronto aprenden a “abusar” de
“su poder”, convirtiéndose incluso en personas violentas, en personas
acostumbradas a conseguir lo que quieren con la coacción, el engaño, la
amenaza e incluso la agresión física19. Las consecuencias llegan muchas
veces al extremo de que los padres dejan de tener cualquier tipo de con-
trol sobre sus hijos. Surge entonces la duda ¿qué se puede hacer? ¿Cómo
ejercer la patria potestad? ¿Dónde está el límite que marca la diferencia
entre el maltrato y una corrección razonable y moderada hacia los hijos?
¿Hasta dónde llega el deber de los hijos de obedecer a sus padres?
Hace algunos años esa situación estaba resuelta por ley ya que el
Código Civil contenía un artículo que regulaba el derecho de corrección
que asistía a los padres en relación con sus hijos. Ese artículo ha des-
aparecido y en su defecto ahora suele aplicarse aunque con un sentido
completamente diferente el art. 153 del Código Penal que regula el de-
lito de violencia doméstica20. Resulta claro a mi juicio que no deben ser
permitidos los malos tratos de los padres hacia los hijos, nunca se debe
permitir que el fuerte abuse del débil y mas cuando tiene hacia él un de-
ber de tutela21. Eso no obstante en la actualidad está empezando a surgir
una casuística diferente, la del hijo que maltrata física y psíquicamente a
sus padres negándose a admitir cualquier deber de obediencia hacia ellos
y omitiendo la práctica de las más elementales normas de convivencia.
Las tornas han cambiado y ahora el menor es el fuerte frente a unos pa-
dres que no saben cómo actuar. ¿Dónde está el límite? ¿Dónde se sitúa
el punto medio entre el deber de corrección que tienen los padres hacia
sus hijos, el deber de obediencia de éstos hacia aquellos, y los abusos de
cualesquiera de ellos que den lugar a malos tratos?
Lo cierto es que es difícil situar tales límites. Prueba de ello es el caso
que recoge la Memoria de la Fiscalía Provincial de Ciudad Real22. Los
hechos que se presentan en este caso se refieren a una madre que pega a
su hija causándole una lesión en la nariz y diversos daños en la mejilla....
Sentadas esas bases dice la sentencia que “el simple hecho de golpear a la
niña, descendiente de la agresora, desde un punto de vista objetivo incar-
dina la conducta de la acusada en el tipo penal de violencia doméstica.
En igual sentido el Auto 8 de mayo de 2005 del Tribunal Supremo señala
que la agresión consistente en golpear a su hija con tal fuerza que la hizo
caer al suelo ocasionándole diversas heridas... se subsume sin esfuerzo
en el tipo penal recogido en el art. 153 del Código Penal español”. “No
puede discutirse, continua diciendo la sentencia, la existencia de dolo,
pues es claro que los actos de la acusada al darle al menos dos bofetadas
en la cara que le produjeron contusión nasal y en mejilla... fueron in-
tencionados y no imprudentes o derivados de un quebranto de un deber
objetivo de cuidado, por más que su objetivo fuera tratar de reprender a
la niña, y que ésta recapacitara y pidiera perdón”...
a la potestad, tutela, curatela o guarda de hecho de uno u otro, será castigado con
la pena de prisión de seis meses a tres años sin perjuicio de las penas que pudieran
corresponder por el resultado que en cada caso se causare”.
21
No deben permitirse no sólo porque son indignas e injustas en sí mismas sino además
porque los niños que ha sufrido malos tratos son mucho más proclives a causárselos
a los demás. Vid. I. S FullerNiños ofensores/niños ofendidos en Violencia Escolar,
coordinado por Atilio Álvarez, Ed. Pasco, Argentina, 2005, pp. 169 y ss.
22
Que recoge la Sentencia de 26 de febrero de 2009, dictada en el Rollo de Apelación
29/2009 por la Audiencia Provincial de Ciudad Real, Sección Segunda.
Milagros Otero Parga Mediación escolar. A propósito de la ley 4/2011 139
Que los padres no deben pegar a sus hijos está claro y es evidente
pero también lo es a mi juicio que los progenitores tienen el deber de
corregir a los menores sujetos a su tutela, y deben además hacerlo de
forma que éstos entiendan los motivos de la corrección y la necesidad
de la misma...23 ¿Es lógico pensar que un padre o una madre se puedan
encontrar sentados en el banquillo de los acusados por el hecho de haber
proporcionado un cachete a su hijo? Parece que sí, si nos atenemos a
los hechos que acabo de recordar. Pero si nos atenemos a la razón, esta
realidad merece reflexión.
La Memoria de 2010 de la Fiscalía General del Estado Español aclara
el asunto apostillando que es parecer casi unánime de las Audiencias
“que el derecho de corrección, que incluso ha sido suprimido como tal
derecho del Código Civil, no autoriza ni alcanza la utilización del cas-
tigo físico, sin que contravenga lo expuesto el hecho de que, en algunos
supuestos de insignificancia de la acción, como un cachete o un simple
azote que por su levedad no ocasionen un resultado lesivo, por algunas
Audiencias Provinciales se considere que no merece reproche penal, en
base al principio de intervención mínima”. Esta puntualización parece
más racional. Pese a todo el problema no está resuelto. Una vez más es
difícil encontrar el punto medio entre el ejercicio de derechos y deberes.
En este caso entre el derecho y deber de corrección y enseñanza de los
padres y el derecho de los hijos a ser corregidos respetando su dignidad
de seres humanos sin que se produzcan abusos en la necesaria labor de
corrección: algo que compete a los padres no sólo como un derecho sino
también como un deber ligado a su derecho al ejercicio de la paternidad
responsable.
23
Los hijos sufren mucho con los problemas de los padres y esto genera en ellos sensa-
ción de vulnerabilidad y de inseguridad que se traduce en percepción de angustia. El
conjunto de todas estas circunstancias unidas produce en ocasiones comportamien-
tos violentos y de permanente tensión. El niño “estira de la cuerda” para saber hasta
donde puede llegar. Por eso es esencial que durante la niñez y adolescencia de los
seres humanos los padres mantengan pautas de conducta que sienten las bases fijas
y ciertas en torno a las que deben moverse los comportamientos sociales y educa-
cionales de los menores. Vid. Lisa Parkinson, Mediación familiar: Teoría y práctica:
principios y estrategias operativas, Gedisa Editorial, Barcelona 2005, pp. 182 ss.
140 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
24
Pues ésta es, según la Constitución Española vigente en la actualidad, la edad en la
que se alcanza la mayoría de edad en España y con ella la plena responsabilidad legal
por las consecuencias de los actos. Art. 12. “Los españoles son mayores de edad a los
18 años”.
25
Estos datos han sido extraídos de un estudio llevado a cabo por el British Council
26
Sobre este tema vid. R. M Kowalski, Cyber bullying: el acoso escolar en la era digital,
Desclée de Brouwer, Bilbao, 2010, y, F., Barri ViteroSOS Bullyig: prevenir el acoso
escolar y mejorar la convivencia, Wolters Kluwer, Madrid, 2010.
27
Evitar esta situación es tarea harto difícil. Coincido con Claudio García Pintos cuan-
do advierte de la importancia de “comprender que la violencia es un comportamiento
Milagros Otero Parga Mediación escolar. A propósito de la ley 4/2011 141
31
Es preciso educar para la convivencia. F., Morandillo Morandillo, Adolescentes y
educación para la convivencia: de la violencia y el acoso a la convivencia y sus retos,
CCS, Madrid, 2008.
32
Esta idea se manifiesta con claridad en:, J. C., Torrego Seijo, Convivencia y discipli-
na en la escuela: el aprendizaje de la democracia, Alianza Editorial, Madrid, 2003.
Milagros Otero Parga Mediación escolar. A propósito de la ley 4/2011 143
33
La misma muestra de estudiantes afirmó que ese comportamiento violento se debe
en el 87% de las ocasiones al consumo de drogas y alcohol y el 81% confesó haber
sufrido violencia con anterioridad y trasladarla en su propia conducta por un efecto
de imitación.
34
Estos datos han sido obtenidos del estudio aportado por la Fundación Pfizer, sobre
Violencia en las aulas, realizado por TNS Demoscopia. La muestra fue obtenida de
800 adolescentes entre 12 y 18 años procedentes de todo el territorio español, com-
pletada con la opinión de 200 profesores de idéntica procedencia.
144 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
38
El proyecto de ley inició su trámite parlamentario el 28.04.2011. Fue definitivamente
aprobada el 30 de junio de 2011 y publicada en el BOE un mes después.
39
Estatuto de Autonomía de Galicia, Ley Orgánica 1/1981 de 6 de abril. Art. 31. Es de
competencia plena de la Comunidad Autónoma Gallega la regulación y administra-
ción de la enseñanza en toda su extensión, niveles y grados, modalidades o especia-
lidades, en el ámbito de sus competencias, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 27
de la Constitución y en las leyes orgánicas que de acuerdo con el apartado primero
del art. 81 de la misma lo desarrollen, de las facultades que le atribuye el Estado en
el numero 30 del apartado 1 del art. 149 de la Constitución y de la alta inspección
precisa para su cumplimiento y garantía.
Constitución española Diciembre de 1978. Art. 27. 1. Todos tienen derecho a la edu-
cación. Se reconoce la libertad de enseñanza. 2. La educación tendrá por objeto el ple-
no desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos
de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales. 3. Los poderes públicos
garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación
religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. 4. La enseñanza
básica es obligatoria y gratuita. 5. Los poderes públicos garantizarán el derecho de
todos a la educación mediante una programación general de la enseñanza, con partici-
pación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes. 6. Se
reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes,
dentro del respeto a los principios constitucionales. 7. Los profesores, los padres, y en
su caso los alumnos, intervendrán en el control y gestión de todos los centros sosteni-
dos por la Administración con fondos públicos, en los términos que le ley establezca.
8. Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para ga-
rantizar el cumplimiento de las leyes. 9. Los poderes públicos ayudarán a los centros
docentes que reúnan los requisitos que la ley establezca. 10. Se reconoce la autonomía
de las Universidades en los términos que la ley establezca.
146 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
40
Ley 4/2011 de 30 de junio de Convivencia y participación de la Comunidad Educa-
tiva. Exposición de motivos. I. Párrafo 3.
41
Ibid Ley 4/2011 de 30 de junio. Exposición de motivos I, párrafo 1.
42
Art. 3.e) de la Ley 4/2011 de 30 de junio establece la “corresponsabilidad de las ma-
dres y de los padres, o de las tutoras o tutores en el mantenimiento de la convivencia
en los centros docentes como uno de los principales deberes que les corresponden en
relación con la educación de sus hijos o hijas, pupilos o pupilas”.
Milagros Otero Parga Mediación escolar. A propósito de la ley 4/2011 147
43
Art. 3.d) de la Ley 4/2011. establece la necesidad del “reconocimiento del profeso-
rado, en especial de los miembros de los equipos directivos de los centros docentes,
de las facultades precisas para prevenir y corregir las conductas contrarias a la con-
vivencia, así como de la protección jurídica adecuada a sus funciones”.
44
Técnicamente es posible distinguir entre la dignidad ontológica y la ética. La digni-
dad ontológica es la que iguala a todos los seres humanos por su propia naturaleza.
Mientras que la dignidad ética es la que distingue a cada uno en función de aquello
de lo que se haya hecho deudor o merecedor. Más información en: Puy, Francisco,
Derecho a la dignidad en Derechos Humanos, t. 1, Santiago de Compostela, Impren-
ta Paredes, 1985, pp. 83-93. Milagros, Otero Parga, Dignidad y Solidaridad. Dos
derechos fundamentales, México, Porrúa, 2006, pp. 25-40.
45
Art 3.g) de la Ley 4/2011 de 30 de junio establece como fines y principios informado-
res de las normas sobre convivencia en los centros docentes: “avanzar en el respeto
entre todos los miembros de la comunidad educativa y en la mejora de la convivencia
escolar”.
46
Art 4. c) de la Ley 4/2011 establece la necesidad de asegurar “la mejora en la comuni-
cación entre el profesorado y las madres y los padres o las tutoras y los tutores, para
facilitar a los mismos el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de los deberes
que les corresponden en relación con la educación de sus hijos o hijas o pupilos o
pupilas”.
47
Dice la exposición de motivos de esta norma que es precisa la participación de todos
los sectores afectados en la programación general de la enseñanza por los poderes pú-
blicos que garantiza el apartado 5 del artículo 27 de la Constitución Española, y que
ofrece una base constitucional sólida y jurídicamente incontestable a la regulación
por la ley de procedimientos de consulta y participación directa de las familias en la
enseñanza.... Es preciso mejorar la comunicación entre el profesorado y las madres y
padres, a fin de facilitar a los mismos el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de
los deberes que les corresponden en relación con la educación de sus hijos o hijas.
148 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
48
Art. 6.2.b) de la Ley 4/2011 de 30 de junio establece como deberes de padres, ma-
dres, tutores o tutoras en su condición de primeros responsables de la educación de
sus hijos o hijas o pupilos o pupilas “conocer las normas establecidas por los centros
docentes, respetarlas y hacerlas respetar, así como respetar y hacer respetar la auto-
ridad y las indicaciones u orientaciones educativas del profesorado en el ejercicio de
sus competencias”.
49
El Art 3. b) de la Ley 4/2011 de 30 de junio establece como uno de los fines y princi-
pios informadores de las normas sobre convivencia en los centros docentes asegurar
“la educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad
de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y en la igualdad de trato y no
discriminación entre las personas”.
Milagros Otero Parga Mediación escolar. A propósito de la ley 4/2011 149
aunque pueda ser esporádico y como tal deba ser atajado y vigilado en
los casos concretos en que se produzca.
Defiendo la necesidad de que los padres y los profesores ejerzan auto-
ridad sobre los niños y adolescentes y para ello reclamo la existencia de
normas que los protejan en este sentido; al menos, hasta que la tendencia
actual cambie50. No obstante lo dicho llamo la atención igualmente so-
bre el hecho de que las leyes por sí solas no serán suficientes en ningún
caso si los educadores (padres y profesores) no son capaces de ganarse
el respeto y la autoridad frente a los educandos (niños y adolescentes).
Quizá sea preciso un esfuerzo legislativo en este momento ya que el sis-
tema está bastante degradado, pero lo verdaderamente imprescindible es
que quien educa obtenga autoridad no sólo por miedo al castigo, sino
también por respeto a sus conocimientos y a su pautas de conducta.
Quiero llamar la atención sobre la consideración que la ley 4/2011 de
la Comunidad Autónoma de Galicia da al profesor calificándolo como
“autoridad pública”51. Dicha calificación no añade simplemente un ca-
lificativo sino que dota al enseñante de una protección especial que le
permite gozar de presunción de veracidad y poder requisar sustancias y
productos peligrosos prohibidos por las normas del Colegio. Además las
acciones que se cometan contra ellos podrán ser perseguidas a instancia
de oficio y no solo de parte, y serán especialmente castigadas de acuerdo
con lo establecido en los artículos 550 a 553 del Código Penal52. De esta
50
Art 6.1 de la Ley 4/2011 de 30 de junio dice que Las madres y padres o las tutoras
o tutores en relación con la educación de sus hijos o hijas o pupilos o pupilas son
titulares de los siguientes derechos: a) A ser respetados y recibir un trato adecuado
por el resto de la comunidad educativa”.
51
El Art 11 de la le 4/2011 de la Comunidad Autónoma de Galicia establece que “en
el ejercicio de las funciones directivas y organizativas, docentes y de corrección dis-
ciplinaria, el profesorado ostenta la condición de autoridad publica y disfruta de la
protección reconocida a tal condición por el ordenamiento jurídico”.
52
Art. 550. del Código Penal español: “Son reos de atentado los que acometan a la
autoridad, a sus agentes o funcionarios públicos, o empleen fuerza contra ellos, los
intimiden gravemente o les hagan resistencia activa, cuando se hallen ejecutando las
funciones de sus cargos o con ocasión de ellas”. Art. 551. “Los atentados compren-
didos en el artículo anterior serán castigados con las penas de prisión de dos a cuatro
años y multa de tres a seis meses si el atentado fuera contra autoridad y de prisión de
uno a tres años en los demás casos”.
150 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
53
Art. 11.2 de la Ley 4/2011 de 30 de junio.
54
Art. 13. “Los alumnos quedan obligados a reparar los daños que causen, individual
o colectivamente, de forma intencionada o por negligencia, a las instalaciones, a los
materiales del centro docente, incluidos los equipos informáticos y el software, y a
los bienes de otros miembros de la comunidad educativa o a hacerse cargo del coste
económico de su reparación. Asimismo estarán obligados a restituir en su caso lo
sustraído o si no fuese posible a indemnizar su valor. Las madres y padres o las tu-
toras o tutores serán responsables civiles en los términos previstos por la legislación
vigente”.
55
Art. 13.2 de la Ley 4/2011 de 30 de junio.
Milagros Otero Parga Mediación escolar. A propósito de la ley 4/2011 151
recorrido que ahora está siendo paulatinamente asumido por otras co-
munidades. La siguiente en aprobar una normativa similar fue Valencia,
que lo hizo por Ley 15/2010 de 3 de diciembre de Autoridad del Profeso-
rado56. Esta norma dice en su exposición de motivos que su finalidad es
“potenciar la función docente y reafirmar la figura del profesorado como
pilar fundamental del sistema educativo, reconociendo su condición de
autoridad pública”. Asimismo posibilita una protección especial para la
figura del docente instando a “reforzar y prestigiar la figura del profesor,
con el objetivo prioritario de elevar la calidad y mejorar los resultados
del sistema educativo actual”. Después vinieron ya en 2011 normas aná-
logas de La Rioja y de Extremadura.
La Comunidad Autónoma de Galicia ha seguido la estela de estas
otras comunidades autónomas que fueron conscientes de la necesidad
de atajar los problemas de violencia en las aulas estableciendo una nor-
mativa ad hoc que asegurase una convivencia digna en las escuelas y que
a la vez ayudase a formar a los alumnos en las materias educaciones a
las que tienen derecho y también muy especialmente que les ayudasen
a convertirse en seres humanos dignos y responsables ante sí mismos y
ante la sociedad. En este intento la Comunidad Autónoma de Galicia no
ha sido la primera, pero ha desarrollado un papel importante de acom-
pañamiento. En lo que sí fue pionera, y es el aspecto que me gustaría
resaltar ahora, fue en el establecimiento de la mediación escolar como
medio de resolución de conflictos en el ámbito de las escuelas, así como
en el tratamiento de las situaciones de acoso escolar. Me ocuparé funda-
mentalmente de la primera de las medidas. Quede señalada sin embargo
también la segunda, a la cual aludiré más brevemente.
56
Publicada en el Boletín Oficial del Estado de 29 de diciembre de 2010.
152 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
57
Artículos 14-27. En la Sección 1ª del Capítulo II se recogen lasa conductas contrarias
a la convivencia (arts. 14 a 18); en la Sección 2ª las medidas correctoras (arts. 18-24)
y en la Sección 3ª los procedimientos para la imposición de las medidas correctoras
(arts. 25-27).
58
Art 28. “A los efectos de la presente ley, se considera acoso escolar cualquier forma
de vejación o malos tratos continuados en el tiempo de un alumno o alumna por otro,
154 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
61
Art. 10. “El proyecto educativo de cada centro docente incluirá un plan de conviven-
cia que recoja y desarrolle los fines y principios establecidos en el art. 3 de esta ley y
los regulados en las leyes orgánicas sobre la materia. Dicho plan integrará el princi-
pio de igualdad entre mujeres y hombres y establecerá, sobre la base de un diagnós-
tico previo, las necesidades, los objetivos, las directrices básicas de convivencia, las
actuaciones, incluyendo la mediación en la gestión de conflictos, y contendrá actua-
ciones preventivas reductoras y correctoras. El plan de convivencia será elaborado
por una comisión de convivencia o, cuando esta no esté constituida, por la dirección
y aprobada por el consejo escolar del centro”
62
Vid: A Aguirre, et alterum, La mediación escolar: una estrategia para abordar el
conflicto, Graó, Barcelona, 2009. También E., Tartar-Goddet, Prevenir y tratar la
violencia en la escuela, Mensajero, Bilbao, 2008.
156 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
63
En virtud de un convenio de colaboración entre la Xunta, la Fiscalía Superior de
Galicia y los Colegios Profesionales de Psicología y de abogados.
158 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)
6. Recapitulación
Llegados a este punto sólo resta hacer una recapitulación a modo de
conclusión. La sociedad actual acredita un grado de conflictividad cre-
ciente que dificulta las relaciones de convivencia. El problema, presente
en los diferentes grupos sociales, debe ser combatido a fin de que pueda
ser erradicado. Pese al reconocimiento de este hecho, la realidad social
muestra que lejos de estar en vías de solución o control de la situación lo
cierto es que la conflictividad social no solo va en aumento sino que ade-
más se extiende hacia sectores sociales y personas en las que hace unos
años tenía mucha menor incidencia. Es preciso realizar una ardua tarea
de modificación de conductas sociales. Es preciso reeducar a la sociedad
dotándola de valores de respeto y convivencia que sustituyan a los ahora
establecidos de lucha, griterío y violencia.
Debemos fomentar una cultura nueva de paz y respeto64. Una cul-
tura que proteja pero que no disgregue; una cultura que devuelva a los
individuos el lugar que por su propia dignidad les corresponde. En esa
misión debemos implicarnos todos, pero corresponde principalmente a
los poderes públicos y debe aplicarse a mi juicio preferentemente hacia
los niños y adolescentes, pues son ellos los que construirán el futuro. Es
preciso educar a los adolescentes en la tolerancia y en el respeto a los
demás. Es importante enseñarles conocimientos técnicos, pero también
y quizá especialmente hay que formarlos en valores de convivencia. Esa
tarea corresponde a mi juicio preferentemente a los padres y a la familia
64
El Art. 30.5 de la Ley 4/2011 de 30 de junio está incluido dentro del capítulo III de
esta ley que se refiere a la Prevención y tratamiento de las situaciones de acoso esco-
lar. El articulo citado dice que: “el departamento competente en materia educativa,
en coordinación con los restantes departamentos de la Xunta de Galicia, pondrá en
marcha campañas de información y sensibilización para incentivar la cultura de la
paz y prevenir el acoso escolar. Igualmente la Xunta de Galicia velará para que en
los medios de comunicación de Galicia se ofrezca un tratamiento adecuado sobre las
noticias del acoso escolar”.
Milagros Otero Parga Mediación escolar. A propósito de la ley 4/2011 159
65
A fin de asegurar esta finalidad la Ley 4/2011 de 30 de junio establece en su Art 31.1
que “para hacer efectiva la corresponsabilidad entre el profesorado y las familias en
la educación de sus hijos e hijas y garantizar la colaboración efectiva entre la familia
y la escuela, la Administración educativa podrá establecer procedimientos de consul-
ta y participación directa de las familias. Estos procedimientos podrán extenderse a
otros miembros de la comunidad educativa. En ningún caso podrá ser objeto de con-
sulta los aspectos de la programación general de la enseñanza regulados directamente
por normas con rango de ley o que hayan de ser reglados por la ley por disposición
constitucional (Art. 31-1).
66
Esta ley fue publicada en el DOG, 136, el 15 de julio de 2011. En su disposición
derradeira segunda se establecía su entrada en vigor el día siguiente a su publicación
160 ESTUDOS Dereito Vol. 20, n.º 2: 131-160 (2011)