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¿SIEMPRE ES MEJOR EN EQUIPO?

Intentar avanzar en un proyecto o pretender mejorar los estándares en


nuestras empresas puede resultar en tareas dantescas e incluso en grandes
fracasos si nos limitamos a pensar que siempre es mejor en equipo.
En Centroamérica, como en la República Dominicana, los líderes
empresariales han tenido que tomar rápidas e incómodas decisiones, tanto
para sus colaboradores como para sí mismos, y es posible que por un largo
tiempo necesiten mantener este ritmo.
Sucede que la región, como el mundo, está cambiando y hay que subirse al
bote y seguir remando con esfuerzo estratégico, máxime cuando la historia
indica que las cosas son a veces un poco más complejas en estas latitudes que
en el Viejo Mundo o en el país del norte, por ejemplo.
Es innegable que hemos asistido a uno de los años más turbulentos de los
últimos tiempos. En el mejor de los casos las proyecciones perdieron sentido y
los resultados esperados cambiaron con el pasar de los días.
El arrollador escenario nos ha obligado a pensar más en las urgencias que en
lo verdaderamente importante, poniendo en jaque la idea de que todo proyecto
siempre es mejor en equipo, debido a la necesidad de tomar decisiones ágiles
y de manera arbitraria.
MAYOR EFECTIVIDAD
Crisis, cambio y riesgo son las palabras que resuenan incesantemente en
cualquier reunión de directorio. Quienes lideran están intentando sostener sus
empresas y contener a sus colaboradores con el objetivo de llegar, aunque
más no sea, sanos y salvos a la otra orilla.
Ahora bien, es necesario pensar que los momentos críticos son un buen tiempo
para reconsiderar las actividades de esos empleados y articular la mejor
combinación en torno a la formación de los equipos y sus metodologías de
trabajo.
Tenga en cuenta que no siempre el trabajo conjunto será la mejor estrategia
para la organización, sobre todo en periodos en los que necesita tomar rápidas
y complejas decisiones y actuar con mayor agilidad que la que podría obtener
en equipo.
Ocurre que integrar las actitudes y comportamientos individuales de quienes
conforman un equipo, suele tornarse incómodo y poco productivo para aquellos
que alcanzan mayor efectividad trabajando de manera individual, sobre todo en
ciclos de gran incertidumbre, los cuales implican cambios sustanciales.
A veces, esos individuos son los mismos líderes que buscan concentrar “per
saecula saeculorum” la toma de decisiones y dejar de lado cualquier atisbo de
iniciativas democráticas; pero esa es otra cuestión que merece una columna
aparte.
LAS FORTALEZAS INDIVIDUALES
A nivel global, diferentes empresas y emprendedores seriales tienen ganado su
lugar dentro de la ya archiconocida cuarta revolución industrial (4IR), porque
supieron anticiparse o porque aceleraron a tiempo.
Esta ventaja competitiva que posee como característica principal el saber leer
los tiempos, suele constituirse por medio de decisiones ágiles por parte de
quienes están al mando, lo que muchas veces deja relegado al equipo a una
suerte de autocracia, acatando sin más las medidas ya dispuestas.
El hecho es que esas decisiones deben ser tomadas, cueste lo que cueste; y
muchas veces a expensas de los tiempos y sentimientos de aquellos que
forman parte del conjunto.
Quienes tienen en su ADN talentos como visionario, logrador, activador,
liderazgo, actitud positiva, responsabilidad, autoconfianza y análisis,
nomenclatura propuesta por Donald Cliffton para identificar los talentos
naturales, tendrían mayor autonomía y poder de resolución ante decisiones
complejas.
Estas fortalezas les confieren autonomía, autodeterminación y poder de
decisión para hacer que las cosas sucedan sin tener que esperar a que un
equipo esté a la par revisando, validando o, en cierta forma, reteniendo el
avance, lo que en ocasiones ralentiza los procesos.
Finalmente, es necesario que el equipo juzgue como oportuno y adecuado este
funcionamiento en periodos críticos. Y no sólo esto, sino que también se
espera que “traccione” a la par de quien está liderando, suministrando soporte
y cubriendo todos los flancos, con el fin de alcanzar el éxito.
Obtener ventajas significativas en periodos críticos dependerá, entre otros
factores, de los talentos y fortalezas individuales que poseamos como líderes, y
del compromiso, entusiasmo y colaboración de nuestro equipo.

Gabriel Nuñez es fundador y CEO de TRENOR Leadership Training.


Experto en Leadership Branding. Conferencista internacional, entrenador
y consultor en temas de liderazgo.

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