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LA OPERACIÓN “CHAVIN DE HUÁNTAR” COMO ESTRATEGIA POLITICA

DEL PRESIDENTE ALBERTO FUJIMORI.


SECCION 1: Identificación y evaluación de fuentes.

A las tres y veintitrés de la tarde del 22 de abril de 1997, el entonces presidente

Alberto Fujimori dio la orden para que iniciara la operación de rescate “Chavín

de Huántar”. Este plan tenía como objetivo, liberar a los rehenes que habían

sido capturados en la residencia del Embajador japonés Morihisa Aoki, por los

integrantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

En este ensayo, se proyecta responder a la siguiente cuestión: ¿Hasta qué

punto la operación “Chavín de Huántar” fue una estrategia política

(populista) de Fujimori en 1997?, mediante la discusión de varias fuentes que

presentaran su propia postura frente al hecho; finalmente, se llegara a una sola

conclusión consolidando todo lo expuesto.

A. Potestá, O. (2016). FUJIMORI, LA CRISIS DE LOS REHENES DEL

MRTA Y LA DISTINCIÓN AMIGO- ENEMIGO. LIMA, PERÚ.

Este capítulo de tesis, fue realizado en la facultad de ciencias políticas y

gobierno en 2016, cuyo valor radica en el estrecho vínculo con el gobierno del

ex mandatario Alberto Fujimori durante la crisis de los rehenes. Además, fue

realizada 19 años después del hecho, lo cual permite analizar un hecho de

manera más objetivas. Sin embargo, es necesario apelar a la importancia de la

memoria, ya que el hecho puede no analizarse fielmente a los hechos producto

del paso del tiempo. En contraste, la fuente cita a varios personajes que

presenciaron y fueron protagonistas del hecho, lo que descarta cualquier

posibilidad de distorsión.

En consecuencia, la fuente pretende convencer que la operación “Chavín de

Huántar”, fue consecuencia de la rivalidad de Fujimori contra los miembros


emerretistas. Asimismo, la fuente profundiza y presenta una firme postura de

que la operación Chavín de Huántar tuvo como fin principal demostrar y

recuperar la imagen de líder de Alberto Fujimori frente al terrorismo. No

obstante, la fuente no muestra datos concretos de cuán eficaz fue la operación

“Chavín de Huántar” para el populismo de Fujimori; lo que limita el estudio de

su impacto, además de presentar una perspectiva política de derecha al

colocar al atentado como perjudicial para el gobierno fujimorista, obviando los

motivos de la subversión.

B. Vásquez Ríos, A. A., Garcés Manyari, A. J., & Lechuga Pino, E. (2015).

EL RESCATE DE LOS REHENES. LIMA: R&F Publicaciones y Servicios

S.A.C.

El presente informe, es una fuente oficial pública realizada por los Ministerios

de justicia y derechos humanos en 2015. Posee alto valor histórico por tratarse

de instituciones nacionales con acceso directo a los documentos del estado

referidos a la crisis de los rehenes.

La fuente procura convencer que el principal objetivo de la operación “Chavín

de Huántar” fue la protección de la vida de los rehenes. Incluso, hace hincapié

en que el gobierno insistió en tomar medidas pacíficas y que, en vista de su

frustración, recién se optó por la medida violenta. Asimismo, la fuente permite

contrastar la postura de que la política Chavín de Huántar tuvo fines populistas.

Sin embargo, la fuente presenta una perspectiva de derecha al colocar el

atentado a la embajada japonesa como un hecho inmoral que perjudico al

gobierno fujimorista.
SECCION 2: Investigación.

La noche del 17 de diciembre de 1996, catorce terroristas del Movimiento

Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) liderados por Néstor Cerpa Cartolini,

ingresaron a la casa del embajador japonés Morihisa Aoki, cuando celebraban

el cumpleaños del Emperador japonés Akihito. Como rehenes tomaron a

funcionarios del estado, militares, e incluso familiares de Fujimori. Esta

operación terrorista tenía como objetivo principal extorsionar al estado para

excarcelar a 465 emerretistas, manejar el estado, cambiar la política económica

y forzar un pago de “impuesto de guerra”.

En vista de que el estado no podía dar concesiones al MRTA, las

negociaciones se estancaron; y ante toda la presión nacional e internacional

arraigada, el gobierno fujimorista puso en marcha la operación “Chavín de

Huántar”, cuyo propósito era “capturar o eliminar a los terroristas del MRTA y

rescatar a los rehenes, a fin de establecer el estado de derecho y contribuir a la

consolidación de la pacificación nacional” (Plan Nipón 96, 1997).

El impacto de la operación fue totalmente positivo para el populismo de

Fujimori. Empero, algunos consideran que la operación fue una estrategia

política (populista) de Fujimori en 1997; en contraste, otros afirman que el

populismo desatado por la operación fue un beneficio colateral no intencionado

por Fujimori. Así, ¿hasta qué punto la operación “Chavín de Huántar” fue

una estrategia política (populista) de Fujimori en 1997?

Ante esto, Potesta (2016) afirma que Fujimori siempre considero a los

emerretistas como un enemigo; muestra el testimonio de Montero (2013): “Para


Fujimori, la acción del MRTA es la peor de todas sus pesadillas. (…) porque la

decisión de los terroristas había dejado en ridículo a sus fuerzas de seguridad y

a sus hombres de inteligencia” (p. 11). Pues, el hecho originó un contexto

político de riesgo para el poder de Fujimori en el Gobierno, ya que este fue

calificado como ineficaz por la sociedad peruana. Según Potesta, gracias a

este riesgo es que se dan indicios de la predominancia de una salida violenta

ante una pacífica mediante la distinción amigo- enemigo. De ahí que Fujimori

supusiera que, con un último golpe de fuerza dejaría en ridículo a la

subversión, consolidando así su liderazgo. Por lo tanto, la operación Chavín de

Huántar fue la única alternativa que tuvo el estado peruano para demostrar el

liderazgo de su gobierno, mostrando más fortaleza que la subversión.

Además, si la crisis significaba ya un problema para Fujimori, esto empeoro con

los problemas económicos y judiciales que venían proliferando. Primero, la

condición económica del Perú estaba “echada por la borda”: el PBI en 1994

ascendió al 12%, en 1995 bajó al 6% y en 1996, era de solo 2%. Con el PBI a

un nivel tan bajo, los niveles de desempleo serian extremadamente altos como

consecuencia de la baja productividad en el país, además del aumento de

hambruna y delincuencia. Ante la percepción de la ineficacia del régimen por

dichas condiciones objetivas, los peruanos pudieran haberse unido a la

oposición, y finalmente sacar a Fujimori del poder. Es por ello que, al sumarse

la crisis de los rehenes a la crisis económica, verdaderamente asfixiaba al

régimen, por lo que la toma de la residencia fue un “balón de oxígeno para el

Gobierno” (González, 2004. p. 251). Y es que, como discurre Degregori (1997)

“el MRTA consiguió lo que los estrategas del gobierno no habían logrado en

todo 1996” (p.6): popularidad. Sin duda, Fujimori vislumbro el éxito de la


operación antes de ejecutarla, considerando como beneficio el alza de su

popularidad. No obstante, a pesar de que cambiaría la percepción de ineficacia

del gobierno, Fujimori tenía mucho que perder en caso del fracaso de la

operación: el poder, enjuiciamientos, etc.; por lo que tomar una medida tal solo

por fines populares era completamente arriesgado.

Por su parte, la operación Chavín de Huántar constituyo una “cortina de humo”

para los problemas judiciales del Gobierno. Al resultar exitosa la operación, la

popularidad del régimen mejoro considerablemente por primera vez en el año.

según la encuesta de APOYO S.A., esta ascendió de 38% al 67%. En

consecuencia, las denuncias al Servicio de Inteligencia pudieron desviar la

atención nacional, pero por un corto tiempo, pues en Junio Contrapunto revelo

la existencia de 197 casos de intervención telefónica efectuada por el SIN.

Además, Burt (2002) afirma que el régimen de Fujimori “aprovechó el miedo de

la sociedad a otros tipos de violencia”, especialmente en el control de los

medios de comunicación, pues el único diario autorizado fue El Chino,

comprado por el gobierno. Se trataba de problemas que atentaban a los

derechos humanos, en tanto a la privacidad y la libertad de los ciudadanos, los

cuales no se habrían ocultado con tanta facilidad de no haber tenido la

operación un gran impacto nacional. Es por ello que, al margen de los

beneficios garantizados para el fujimorismo, es inevitable considerar que el

propósito de la operación fue recuperar la popularidad.

En contraste con esta perspectiva, un informe titulado “El rescate de los

rehenes. El caso Chavín de Huántar” elaborado por los Ministerios de Justicia y

Derechos Humanos (2015) respalda que el objetivo principal de la Operación

Chavín de Huántar fue “rescatar a los rehenes que permanecían cautivos”, mas
no con el fin de consolidar la figura de liderazgo del presidente peruano,

actuando de manera vengativa o tapando los problemas que asfixiaban al Perú.

Esto significa que con la operación el estado debía elegir entre la solidez de su

autoridad, el mal precedente y la supremacía de la vida de los rehenes

cautivos, priorizando lo último. Al tratarse de la perdida de la vida de los

rehenes, el presidente atentaba a dicho derecho humano en caso del fracaso

de la operación, lo que originaría una pésima imagen tanto a nivel nacional

como internacional. Así, según este informe, es la primacía de la vida “lo que

lleva al Estado a plantear un campo de negociaciones eficaces” (p. 19). Esto

significa que el estado estaba interesado en otras salidas que no recurrían al

uso de la fuerza, sino más bien en aras de la pacificación nacional. A fin de

cuentas, el éxito en las negociaciones también habría consolidado el liderazgo

de Fujimori, no obstante, para los peruanos, el éxito de la operación Chavín de

Huántar tuvo un significado más profundo, por demostrar la capacidad de

Fujimori de actuar de manera eficaz en situaciones de completa tensión

nacional como la que se suscitó al estancarse el dialogo y las negociaciones

con los subversivos.

Empero, Potesta se contrapone a la postura que avala la eficacia de las

negociaciones del estado fujimorista. Si bien Fujimori había encargado a una

comisión de garantes las negociaciones con los emerretistas, estas no habían

sido fructíferas intencionalmente, causando así el atascamiento de la solución

pacifica, que a fin de cuentas era el obstáculo esencial para que la operación

Chavín de Huántar se llevase a cabo. Sin embargo, el informe antes

mencionado afirma que Fujimori no tuvo interferencia alguna en dicho

entorpecimiento pues “un final de fuerza era previsible” (p.26). Aun así, incluso
Hermoza (1997) confirma la enemistad entre el gobierno fujimorista y el MRTA,

pues este último “había puesto en jaque al Estado con la toma de la Embajada”

(p.93), lo que respalda la postura de Potesta con respecto a la distinción amigo-

enemigo. He ahí que las negociaciones se entorpecieran intencionalmente con

el fin de aparentar que al estado no le quedaba más tiempo y la operación era

la única salida ante la crisis. Empero, el gobierno no podía arriesgarse a

interrumpir las negociaciones y no intentar una salida pacífica debido al

impacto negativo que el fracaso de la operación le podría traer, no solo a nivel

nacional sino también internacional.

Y es que, Milet (1997) afirma que la cuestión de que Fujimori haya puesto

como prioridad la supremacía de la vida, como lo expone el informe, es debido

a una presión internacional especialmente por parte de Japón, mas no por

propia iniciativa. La crisis de los rehenes fue “el principal desafío que ha debido

enfrentar la política exterior japonesa en América Latina” (p.27). Cuando la

crisis en el Perú estallo, Japón condiciono al Perú para que la solucionara de

manera pacífica y que no pusiera en riesgo la vida de los rehenes. He ahí que,

la participación de Japón en la crisis haya sido fundamental, pues

principalmente los mayores prestamos en el Perú eran concedidos por el

gobierno japonés, por lo que al Perú no le habría convenido romper relaciones

al margen de la crisis económica que estaba enfrentando. Además, la imagen

de Fujimori ya estaba en la mira internacional debido a la gran cantidad de

problemas que presentaba su gobierno, desde la oposición, déficit económico e

infracciones judiciales. Fujimori no se permitió perder esta imagen a nivel

internacional, por lo que tuvo que actuar con la mayor cautela al margen de la

advertencia japonesa.
En síntesis, a pesar de que la crisis acelerara el proceso de despopularización,

humillara al régimen, y este intentara consolidar su figura de líder mediante la

distinción amigo- enemigo, el objetivo directo de la operación Chavín de

Huántar no fue recuperar la popularidad del régimen fujimorista, sino

definitivamente, fue priorizar la vida de los rehenes cautivos en la residencia.

Fujimori tenía mucho que perder en caso la operación fracasara como para

aspirar a únicamente beneficios políticos. Se puede asegurar, entonces que el

gobierno no obstaculizo las negociaciones con el MRTA, pues priorizarse vidas

humanas, una solución pacifica era la mejor salida para no ponerlas en riesgo.

Empero, no puede descartarse la preferencia de una salida violenta ante la

crisis, ya que esta consolidaría el liderazgo de Fujimori por tratarse de una

medida eficaz ante situaciones difíciles. Sin embargo, el ideal de la operación,

estuvieron inmersos intereses políticos a pesar del riesgo nacional e

internacional. En un plano nacional, la solución se convierte en una “cortina de

humo” para los problemas económicos y judiciales que asfixiaban al gobierno.

Por su parte, la crisis económica ocasionaría condiciones objetivas que

contribuiría al aumento progresivo de la oposición. Por otro lado, la operación

tuvo tanta eficacia en el populismo de Fujimori que posibilitó ocultar los

problemas judiciales, los cuales eran de índole compleja por tratarse de

transgresiones a los derechos de libertad y privacidad de los ciudadanos. En un

plano internacional, fue gracias a la advertencia de Japón, principal acreedor

del Perú, lo que llevó al presidente a actuar con cautela en dicha operación.

Por ello, la operación Chavín de Huántar no fue una estrategia política

(populista) intencionada por Fujimori; la popularización y sus beneficios fueron

efectos colaterales a los que Fujimori no se mostró indiferente.


REFLEXION

(Teoría del conocimiento) Como los historiadores no pueden investigar todo el pasado, eligen

un enfoque particular para acotar sus indagaciones y rastrear una conexión entre los

acontecimientos y las ideas en el pasado. (p. 283)

Se necesitan pruebas históricas que nos demuestren un punto de vista.

Los historiadores basan sus relatos del pasado, es decir, sus descripciones y explicaciones

causales en hechos, tales como los hechos de diferentes tipos que enumeramos arriba. (p.

283).

¿De qué forma difieren los hechos históricos de los hechos de la biología y la física?

Desechar a lo que no contribuye con el desarrollo de la investigación.

Los cientcos pueden reproducir experimentos para repetir sus observaciones, pero los

historiadores no pueden reproducir el pasado para tomar notas mejores.

La historia se ocupa del pasado, y trata de averiguar lo que pas  en los ecos de sus vestigios.

(Pero los ecos s se repiten) .

El lenguaje es principal medio por el que se nos dejan pruebas históricas como un relato o un

informes, libros, …
Todos los registros necesitan interpretación, con el análisis de  Selecci n de la

inormacin  nasis en parte de la inormacin  Matices emocionales de palabras

y expresiones  Relacin entre partes: argumento lineal o yuxtaposici n  Marco de

contexto: encabezamientos interpretativos, propsito aparente (p.155). revisar 226.

Bibliografía
Burt, J. M. (2011). VIOLENCIA Y AUTORITARISMO EN EL PERÚ: bajo la sombra de sendero y la
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ANÁLISIS DE LA OPERACION DE RESCATE "CHAVÍN DE HUÁNTAR". Revista de
Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad., 43-68.

Vásquez Ríos, A. A., Garcés Manyari, A. J., & Lechuga Pino, E. (2015). EL RESCATE DE LOS
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