Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Árbol de Los Deseos-Arleth
El Árbol de Los Deseos-Arleth
En el pueblo de San Pedro de Buena Vista, había un árbol muy peculiar. Era un árbol grande y
frondoso que se encontraba justo en el centro de la plaza principal del pueblo. Todos los
habitantes de San Pedro de Buena Vista lo conocían como "El Árbol de los Deseos". Se decía
que, si uno pedía un deseo y tocaba el árbol con ambas manos, este se haría realidad.
Un día, una joven llamada María tuvo que probar la leyenda del Árbol de los Deseos. María
estaba enamorada de Juan, un joven guapo y trabajador que vivía en el pueblo. María anhelaba
que Juan se fijara en ella y le correspondiera el amor que ella sintió por él. Así que fue al Árbol
de los Deseos y pidió con todas sus fuerzas que Juan se enamorara de ella.
Para su sorpresa, al día siguiente, Juan la buscó y le confesó su amor. A partir de entonces,
María y Juan comenzaron una hermosa relación. Pero lo que María no sabía era que el Árbol de
Con el tiempo, el pueblo comenzó a sufrir extrañas desgracias. Las cosechas no crecían, las
casas se inundaban y los animales se enfermaban. La gente del pueblo comenzó a culpar al Árbol
de los Deseos ya decir que estaba maldito. Se corrió la voz de que el árbol estaba consumiendo la
María, que se había convertido en una figura importante del pueblo, descartó investigar lo que
estaba sucediendo. Se acercó al árbol y le preguntó si era cierto que estaba causando la desgracia
Es cierto que concedo deseos, pero es porque la gente necesita creer en algo. Yo no consumo
la energía del pueblo, sino que les doy la esperanza de que sus sueños se hagan realidad. Pero si
María entendió el mensaje del árbol y se convenció al pueblo de que el Árbol de los Deseos no
era una amenaza, sino una bendición. Poco a poco, la gente empezó a recuperar la fe en el árbol y
Y así, el Árbol de los Deseos se convirtió en una leyenda que unió al pueblo de San Pedro de
Buena Vista. Todos los habitantes del pueblo aprendieron a confiar en el árbol y a pedir sus
deseos con sabiduría y gratitud, sabiendo que su fe y su esperanza podrían hacer realidad los
Con el tiempo, el Árbol de los Deseos se convirtió en un lugar de encuentro para la gente del
pueblo. Los niños jugaban bajo sus ramas y los ancianos se sentaban a su sombra a contar
historias. El árbol se había convertido en una parte vital de la comunidad y todos lo cuidaban con
amor y respeto.
Un día, un extraño llegó al pueblo. Era un hombre alto y delgado, con una barba larga y ojos
brillantes. Nadie sabía de dónde venía ni qué buscaba en el pueblo, pero todos lo vieron como
Pero el hombre no pareció notar el miedo de la gente. En su lugar, se dirigió al Árbol de los
Deseos y lo tocó con ambos manos. Para sorpresa de todos, el árbol comenzó a brillar
La gente del pueblo se asustó aún más y comenzó a huir del lugar, temiendo que algo malo
estuviera sucediendo. Pero María, que había estado observando todo desde la distancia, se acercó
Cuando llegó, vio que el extraño estaba arrodillado ante el árbol, con lágrimas en los ojos. El
árbol había concedido su deseo más profundo, el de encontrar un hogar y una comunidad donde
pudiera sentirse querido y respetado. El extraño había estado vagando por el mundo durante años,
buscando un lugar al que pertenecer, y había encontrado su hogar en San Pedro de Buena Vista.
María se acercó al extraño y le tendió la mano. Juntos, caminaron hacia el pueblo, donde la
gente los recibió con los brazos abiertos. Desde ese día, el extraño se convirtió en un miembro
más de la comunidad y ayudó a hacer de San Pedro de Buena Vista un lugar aún mejor.
El Árbol de los Deseos seguía siendo el corazón del pueblo, pero ahora tenía un nuevo
significado. Ya no solo concedía deseos, sino que también atraía a la gente que necesitaba un
hogar y una comunidad. Y así, San Pedro de Buena Vista se convirtió en un lugar donde los
sueños podrían hacerse realidad, no solo gracias al Árbol de los Deseos, sino también gracias al