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INTEGRANTES
En el basurero de Cocula, según refirieron los indiciados Patricio Reyes Landa (a)
“El Pato” y Jonathan Osorio Cortez (a) “El Jona”, colocaron unas piedras en el
camino para evitar el paso de vehículos hacia la parte superior del citado basurero.
Los dos sujetos comenzaron a separar a los estudiantes que se encontraban con
vida por un lado y a los que ya habían fallecido en otro; siendo interrogados los
alumnos con vida por Patricio Reyes Landa (a) “El Pato” y Felipe Rodríguez Salgado
(a) “Terco y/o Cepillo”, quienes a su vez, los iban privando de la vida, a algunos de
ellos, a balazos.
Jonathan Osorio Cortez (a) “El Jona” y Agustín García Reyes (a) “Chereje”, en sus
declaraciones rendidas ante esta Procuraduría General de la República, el 28 de
octubre de 2014, refieren que uno de los estudiantes de nombre José Luis González
Parral manifestó que todo era culpa de Bernardo Flores Alcaraz (a) “El Cochiloco”,
pues era la persona que los había llevado a ese evento con conocimiento del
Director de la Escuela Normal Rural. Ello provocó que Patricio Reyes Landa (a) “El
Pato” y Felipe Rodríguez Salgado (a) “Terco y/o Cepillo” interrogaran a “El
Cochiloco”, quien no iba rapado a diferencia de la mayoría de los normalistas.
Minutos después, Felipe Rodríguez Salgado (a) “Terco y/o Cepillo”, llamó vía
telefónica a una “persona” para que fuera a recoger a Cruz Sotelo Salinas (a) “El
Wasa” y/o “Wasako” con el objetivo de que fueran por neumáticos, al tiempo que
ordenó a sus compañeros que hicieran una cama de piedras en el fondo del
basurero; poco tiempo después llegó el indiciado 22 a bordo de una camioneta pick
up color verde y se fue con Cruz Sotelo Salinas por las citadas llantas.
Enseguida, Jonathan Osorio Cortez (a) “El Jona”, Agustín García Reyes (a)
“Chereje”, “El Peluco”, “El Bimbo” y el indiciado 23 apilaron los cuerpos de los
estudiantes sin vida sobre la cama de piedra, formando una pila de
aproximadamente un metro con sesenta y cinco centímetros de altura; la cual fue
rociada con el combustible que había traído Patricio Reyes Landa (a) “El Pato”;
ordenando Felipe Rodríguez Salgado (a) “Terco y/o Cepillo”, que se quedaran a
cuidar el fuego; retirándose del lugar con dirección a Iguala, junto con “El Pelón” y
su gente, por instrucciones de Gildardo López Astudillo (a) “El Gil”.
Ahora bien, destaca la declaración ministerial de Salvador Reza Jacobo (a) “El
Lucas” de 28 de octubre de 2014, rendida ante la Representación Social de la
Federación: el día veintiséis de septiembre del año 2014 con los estudiantes
normalistas de Ayotzinapa Guerrero no me consta ya que solo fui halcón y estaba
bajo el mando del “Terco o Cepillo” Jefe Regional de Cocula, Gurrero que a su vez
este era sicario junto con otros en este caso era […], “Cheje”, “El Bimbo”, […], “El
Rimo”, “El Jona” y “El Pato”, a mí solo me dio la indicación el “El Pato” que se llama
Patricio Reyes Landa, para que me colocara cerca de la carretera para reportar todo
lo que pasara el día veintiséis de septiembre del año 2014 ya que se habían subido
a los normalistas sé que los quemaron casi toda un noche y después al día
siguiente volvieron a subir al basurero para recoger las ceniza y volverlas a quemar
y los restos los tiraron en el Rio San Juan es de aguas negras.
• Las imágenes satelitales del basurero de Cocula obtenidas por el EAAF y también
aquellas disponibles al público en Google Earth muestran que el área de fuego en la
superficie inferior del basurero Cocula que la PGR indicó como la utilizada para
quemar los restos de los 43 normalistas, ha sido utilizada en realidad en fuegos
anteriores al menos desde el año 2010.
• Por lo tanto, las fotos satelitales indicaron que interpretar evidencia recogida en la
zona baja del basurero por peritos de la PGR y del EAAF como un solo evento de
fuego ocurrido según PGR el 26 de septiembre de 2014, reflejó una lectura parcial
de la evidencia recolectada en dicho lugar.
• La investigación sobre Ayotzinapa no puede darse por concluida toda vez que aún
falta procesar una cantidad importante de evidencia tanto por los peritos de la PGR
como del EAAF. Se necesita mayor tiempo de análisis de los restos óseos y toda
evidencia asociada a ellos. Esta tarea llevará varios meses más de trabajo.
• Hasta el momento, se han analizado a profundidad cerca de 30 de las 137
cuadriculas que componen el área de investigación del basurero de Cocula. Los
peritos de ambas instituciones aún deben examinar más de100 cuadrículas
adicionales. • La evidencia física debe ser interpretada en todas sus posibilidades,
sin dar preferencia aquellas interpretaciones que incluyen una posible coincidencia
con los testimonios de los imputados.
CONCLUSIÓN
En conclusión, la participación activa de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos (CNDH) ha contribuido significativamente al esclarecimiento de los
eventos relacionados con la desaparición de los 43 normalistas. Sus análisis
exhaustivos han generado serias dudas sobre la identificación definitiva de los
restos encontrados, planteando interrogantes sobre la relación entre los restos del
Vertedero de Cocula y los del "Río San Juan". A través de recomendaciones y
propuestas detalladas, la CNDH ha insistido a la realización de análisis
especializados para dar una respuesta a las circunstancias que rodean los hechos y
para entender mejor los indicios encontrados en ambos sitios. Según todo lo
anteriormente planteado, los experimentos y correspondencia de elementos físicos,
químicos y biológicos entre el Vertedero y el Río hace que sea casi totalmente
imposible la versión de que los estudiantes fueron incinerados en el Vertedero de
Cocula. En última instancia, el compromiso continuo de la CNDH con la verdad, la
justicia y el respeto a los derechos humanos resalta la importancia de su rol en la
búsqueda de respuestas para las familias afectadas y en la promoción de una
investigación completa y transparente.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
file:///C:/Users/Usuario/Downloads/RecVG_015.pdf
file:///C:/Users/Usuario/Downloads/INFORME_CASO_IGUALA_2-JUNIO-
2016%20(1).pdf