Está en la página 1de 38

Índice

Gonzalo BRAVO y Raúl GONZÁLEZ SALINERO


Introducción............................................................................................................ 11

Retórica y política

José María BLÁZQUEZ


Antiguas y recientes propuestas sobre la decadencia del Imperio ro-
mano ......................................................................................................................... 21
Gonzalo BRAVO
El trasfondo del conflicto Senado-emperador a fines del siglo IV d.
C.: estrategias de propaganda y persuasión.................................................... 45
David NATAL VILLAZALA
Construir el asentimiento: el Panegírico II de Merobaudes a Aecio .......... 59
Carmen EGUILUZ MÉNDEZ
El Panegyricus regi Theodorico como instrumento de autolegitimación y
propaganda regia ................................................................................................... 71

De la República al Imperio

Estela GARCÍA FERNÁNDEZ


La concesión de la ciudadanía romana como instrumento de domi-
nio .............................................................................................................................. 81
Miguel Ángel NOVILLO LÓPEZ
Fines e ideales propagandísticos en la obra de Cayo Julio César ............ 91
ÍNDICE

Juan Luis POSADAS


Cleopatra en Roma: propaganda y libelos en época de Julio César ....... 103
Lucio BENEDETTI
Formas de propaganda en la época augustea: sobre el culto a Augusto
viviente en Perugia ................................................................................................ 119
Pilar FERNÁNDEZ URIEL y Aurora MOLINA MARTÍNEZ
Numismática y propaganda política en el año 68/69: propuestas para
una crisis .................................................................................................................. 133
Gustavo SANZ PALOMERA
Crisis alimentarias y propaganda en el Alto Imperio romano ................. 161
Jesús RODRÍGUEZ MORALES
Calzadas romanas, ¿propaganda o utilidad? .................................................. 177

Evergetismo y poder local

Mauricio PASTOR MUÑOZ


Propaganda electoral y ludi romani..................................................................... 213
Eva María MORALES RODRÍGUEZ
Propaganda política y espacios públicos de la Bética .................................. 231
Bruno P. CARCEDO DE ANDRÉS
Fenómenos evergéticos y promoción personal ........................................... 243
Alfonso LÓPEZ PULIDO
Evergetismo y liberalidades en el Oriente romano ..................................... 255

Cristianismo

Juana TORRES PRIETO


La retórica como arma de propaganda y persuasión en la literatura
polémica cristiana: el Discurso contra los griegos de Taciano ........................... 269

8
ÍNDICE

Raúl GONZÁLEZ SALINERO


Doctrina, disciplina y disuasión: la reacción eclesiástica ante la convi-
vencia con los judíos en la Elvira del siglo IV............................................... 279
Silvia ACERBI
Concilios y propaganda eclesiástica en el siglo V: estrategias de per-
suasión y adquisición del consenso al servicio del poder episcopal ....... 295

Guerra y ejército

Julio GÓMEZ SANTA CRUZ


El discurso de exhortación militar: recreación propagandística de un
locus al servicio de la auctoritas imperial ............................................................. 309
Fernando FERNÁNDEZ PALACIOS
Las placas legionarias de piedra del Muro de Antonino ............................ 325
Javier CABRERO
La marina militar romana como elemento de disuasión para la con-
quista.......................................................................................................................... 351

El poder de la imagen

Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA


El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos ..... 367
Francisco Javier GUZMÁN ARMARIO
Obeliscos para las urbes: una manifestación de propaganda política de
los emperadores tardorromanos ....................................................................... 401
Mercedes LÓPEZ PÉREZ
Autoritarismo, persuasión y didáctica de la medicina en la obra de
Galeno...................................................................................................................... 413
Elena CASTILLO RAMÍREZ
Metáforas poéticas, metáforas icónicas: la metaforización de las virtu-
des del buen gobernante como forma de propaganda política................ 423

9
ÍNDICE

COMUNICACIONES

Julián JIMÉNEZ ESCALONA


Basileus-Princeps: la propaganda numismática .................................................. 443
Pablo APARICIO RESCO
Los primeros pasos de la propaganda política de Augusto: Julio Cé-
sar, Venus Genetrix y el Sidus Iulium ................................................................... 459
Héctor VALIENTE GARCÍA DEL CARPIO y Santiago BELDA PUIG
De Judea a Britania: el «poder» de la palabra en la Roma imperial ......... 473
Marta BAILÓN GARCÍA
Publicidad de candidatos en la vida política de una comunidad: los
tituli picti pompeyanos vistos como cartel electoral ...................................... 485
Carlos CRESPO PÉREZ
La propaganda imperial en la numismática del emperador Decio.......... 497
Francisco Javier FUERTES MARTÍN
Los demonios como instrumentos de propaganda del Holy Man cris-
tiano en la hagiografía de la Antigüedad tardía: una aproximación......... 515
Lourdes OROZCO
Los viajes de la emperatriz Eudocia a los Santos Lugares: dos mani-
festaciones de propaganda del régimen político de Teodosio II ............. 527
Manuel PARADA LÓPEZ DE CORSELAS
Etimasía: el prestigio de un Imperio, la gloria de lo invisible. Reflexio-
nes sobre estética, cultura visual e imagen simbólica en el arte paleo-
cristiano y bizantino .............................................................................................. 541
Roberto QUIRÓS ROSADO
Máscara del poder, disuasión de privanzas: la imagen política de Elio
Seyano en la tratadística hispánica del reinado de Carlos II ...................... 559

10
El lenguaje coactivo en la magia
grecorromana y en los exorcismos

Sabino PEREA YÉBENES


Universidad de Murcia
Domingo SAURA ZORRILLA
Doctorando-Universidad de Murcia

Las prácticas mágicas se han constituido, desde sus orígenes, como una de las
formas aparentemente más efectivas para persuadir y modificar tanto el universo cir-
cundante como la voluntad de las personas. Uno de los elementos fundamentales que
constituyen el ritual mágico es la palabra, entendida ésta no sólo como una forma de
comunicación verbal, sino como un poderoso instrumento catalizador de las energías
«liberadas» en el ritual mágico, bien de forma escrita (papiros, gemas, amuletos, etc.) u
oral (por parte del mago).
Dada la naturaleza manipuladora de la magia, que pretende modificar el entorno
natural a través de medios sobrenaturales, encontramos numerosas formas de expresión
de tipo coactivo, que lejos de persuadir, ordenan y exigen el cumplimiento de un deseo
determinado. A través de los textos mágicos comprobamos que no sólo se influye en el
destino de un hombre, sino que se manipulan por igual espíritus, démones o los mismos
dioses, con el fin de doblegar su voluntad a la del mago.
Este estudio se encarga de analizar y comentar las expresiones de tipo coactivo
más comunes a través de las principales fuentes para el conocimiento de la magia gre-
corromana, como son los papiros griegos de magia (PGM), las tablillas de defixión y las
numerosas inscripciones de las gemas mágicas de época romana. También analiza-
remos el lenguaje coactivo del exorcista en los relatos literarios.
En español ―y también en griego y en latín― «el sujeto del imperativo no de-
signa la persona que emite la orden […] sino la que los recibe»1, de modo que «con las
oraciones de verbo en imperativo se solicitan típicamente comportamientos sujetos a la
voluntad de los individuos, es decir, acciones u omisiones sobre las que el referente del
sujeto del imperativo puede ejercer cierto control»2. En definitiva, el que habla en forma
imperativa domina al receptor de la orden, es decir, el sujeto, al cual, paradójicamente, se
le priva de la libertad, se coacciona su voluntad, convertido en nosujeto, es decir, en un

1
Nueva gramática española, Madrid, 2010, 42.2.2a.
2
Nueva gramática española, Madrid, 2010, 42.2.2e.
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

objeto. Esta acción coactiva del lenguaje se multiplica por dos circunstancias, que pue-
den percibirse claramente al ser oídos directamente, y pueden percibirse en menor grado
al ser leídas: el tono de voz y la rapidez de la palabra.
Pongamos un ejemplo: el deseo de que alguien se quede dormido plácidamente
puede alterarse si en lugar decir coloquialmente «Vamos, creo que debes dormir ya»,
gritamos: ¡Duérmete! ¡Duérmete ya! El tono y la urgencia hacen que un acto placen-
tero, como es dormir, se convierta en una amenaza. La palabra, por tanto, es un medio de
persuasión, pero también puede ser un medio de coacción, de agresión. Cuando se utiliza
con esta finalidad, la palabra no es solo palabra: es un arma, psicológica sí; pero un arma,
y peligrosa. Pensemos, por ejemplo, en una discusión de pareja, vejatoria para cualquiera
de las partes. Hay un dominador y un sujeto dominado. Un fuerte y un débil.
En cierto sentido, la magia funciona en este esquema bipolar. El que acude a un
mago ―de hecho como el que acude a un médico o ruega a una divinidad― se sitúa en
un grado de inferioridad, deliberadamente asumida, un estado de abandono que los cris-
tianos han transformado en la virtud de la «humildad».
Ahora bien, la posición del mago o del exorcista ―frecuentemente ambas figu-
ras coinciden―, es muy distinta: el mago-exorcista domina la situación; es, a la vez,
actor y director de la mise en scène. El mago-exorcista, pues, no obedece a nadie, al
contrario, ordena, ordena imperiosamente a las potencias divinas, inferiores y/o supe-
riores, instándoles a que actúen para su interés. Esta actuación divina inducida por el
mago puede re-dirigirse en varios sentidos:
1. En los actos de consulta mágica simple, donde un cliente pide protección es-
pecial a un mago ―es decir, le solicita un amuleto―, este convocará ceremonialmente a
las potencias que, una vez «atraídas», las «fija» en el amuleto. El objeto adquiere, por
simpatía, la potencia demónica (buena o mala) del espíritu invocado: la sympatheia se
consigue mediante la imagen, que se graba en el amuleto, en la gema, y por las voces
magicae que se inscriben en la misma. Este mecanismo se aprecia claramente en los
amuletos para procurar buena suerte o buena salud, que podemos calificar de «magia
positiva», blanca, o profiláctica.
2. En los actos de «magia negra», cuyo mejor ejemplo son las tabellae de-
fixionum, el mago (activamente) y el cliente (pasivamente) convocan a potencias para
actúen negativamente contra alguien. Suelen ser potencias chthónias, infernales.
3. En la magia exorcista, o en los exorcismos practicados abiertamente en un
espacio público, tal convocatoria de potencias (superiores, generalmente) no es el acto
central de la ceremonia, sino su prólogo. El exorcismo es una forma compleja de magia,
pues se convocan a cierto número de dioses o démones para que, combatiendo, comba-
tan y expulsen a otro demon, al demon que, alojado en su cuerpo y en su mente, está
atormentando a una persona.
Luego volveremos de nuevo sobre el concepto de «posesión demoníaca». Ahora
interesa indicar el hecho que en los tres modos indicados de actuación mágica, de teatro

368
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

mágico, el arma más poderosa del mago es la palabra3. Puede acompañarse de símbolos,
actuar a la sola luz de la luna, o manejar extraños instrumentos, pero sin la palabra no
hay acto mágico.
El mago no tiene respeto por los dioses y los démones. Los llama de tú, los nom-
bra familiarmente, los impele, los emplaza, los reclama, los requiere imperiosamente,
apela a ellos en voz alta, altaneramente; primero a uno, luego a otro, los convoca, los
reúne, los mezcla, los vuelve a llamar, por sus nombres reales o por sus apodos,
concentra sus fuerzas (la de las potencias praesentes y las suyas propias).
Por tanto, nada de lenguaje amable y coloquial. El mago, manda, su lenguaje es
reiteradamente imperativo. Como ya hemos apuntado, es el director de escena. Vere-
mos luego algunos ejemplos de gemas mágicas y de tabellae donde se aprecia clara-
mente esta acción autoritaria. En la magia, y particularmente en los exorcismos, la
acción del mago no sólo es imperativa, sino también imperiosa, es decir, «una orden
rápida» o una secuencia de órdenes dictadas a mucha velocidad.

I. PAPIROS MÁGICOS

Esta urgencia viene expresada, en numerosos textos, por un grupo de inter-


jecciones adverbiales, que suelen cerrar el acto de invocación mágica. Tales inter-
jecciones son:

ejktov" ejktov" (¡fuera!, ¡fuera!)


a[ge, a[ge (¡ea!, ¡ea!)4
a[rti a[rti (¡ya!, ¡ya!)5
h[dh h[dh (¡ahora!, ¡ahora!)6
tacu;, tacu; (¡rápido!, ¡rápido!)7.

Un repaso al catálogo de Papiros Griegos de Magia nos permite ilustrar estas


ideas profusamente. En la selección de textos siguiente se observan bien estas dos cir-
cunstancias: el tono imperativo de las palabras del mago, y la imperiosidad temporal
―la urgencia― expresada por las interjecciones temporales que, repetidas y yuxta-
puestas, conminan al demon (o démones o potencias invocadas) a que realicen sus peti-
ciones urgentemente.

3
Sobre la importancia de la palabra en la magia, cfr. Tambiah, 1968 y 1985; Kropp, 2010, 357-380.
4
PGM VII 330.
5
Suppl. Mag. I, 49, 82; 50, 70.
6
Suppl. Mag. I, 35.
7
Suppl. Mag. I, 35.

369
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

IMPERATIVOS Y ADVERBIOS CONMINATORIOS EN PAPIROS GRIEGOS MÁGICOS

PGM I 263 Práctica para ha- Poihvsate me, to;n dei'na, e[popton pa'sin ajnqrwvpoi" ejn th/' shvmeron
cerse invisible hJmevra/, h[dh, h[dh, tacu;, tacuv.
Hacedme a mí, fulano, visible para todos los hombres en el día de hoy, ya, ya,
pronto, pronto.
PGM III 35 Práctica maléfica …] moi to; pneu'ma... tov pou daivmona... kai; g[e]nhqhvtw moi to; [dei'na]
contra enemigos, p[ra'gma] h[dh, h[dh, tacu;, tacu; o{ti oJrkivzw se to;[n] tov pon[t]ou'ton, th;n
mediante la osiri- w{ran tauvthn kata; tou' ajpa[r]aithvtou qeou'... qacwca ein coucewc kai;
zación de un gato ka[t]a; tou megavlou cqonivou qeou'...
a mí el espíritu… demon del lugar.. . y realícese para mí la obra tal, ya, ya, pronto,
pronto; porque yo te conjuro, por este lugar, por este momento, por el dios
inexorable y por el gran dios subterráneo…
PGM III 85 Idem [e[ge]i[r]ovnmoi s[eautovn, aijl]ourop [rovsw]po" mevga", oi[aka kratw'n
[qeou'], poivhs[o]on to; dei'na[p]pa'gma (koinav) ajpo; th'" shvmero[n] hJmevra"
h[dh, h[dh, tacu;, tacuv.
despiértate para mí, dios grande de rostro de gato que gobiernas el timón del dios,
realiza la acción tal (lo que desees) desde el día de hoy, ya, ya, pronto, pronto.
PGM III Idem s]un[t]evlesovn moi kai; ajpoleson kai; ajnovmh[s]o[n] ejn th'/ ejsomevnh/
122-124 ajnatolh'/, kai; ge[n]evsqw aujtoi" to; dei'na pra'gma (koinav, o{sa qevlei"),
h[dh, h[dh, tacu;, tacu; [k]alhv sou katavdusi".
realiza mi deseo y destruye y obra contra ley en el amanecer que se acerca, y que
tengan ellos esto (expón cuanto quieras), ya, ya, pronto, pronto. Sea hermoso tu
ocaso.
PGM IV 973 práctica de licno- kai; dialamyavtw oJ e[swqen, oJ kuvrio" Bouel:... ... a[rti a[rti, h[dh, h[dh,
mancia (adivina- tacu;, tacuv.
ción con una lám- y que brille el que está dentro, el señor Bauel (voces magicae), ahora, ahora, ya, ya,
para) pronto, pronto.
PGM IV Encantamiento a[xon th;n dei'na th'" dei'na pro;" ejmev, to;n dei'na th'" dei'na, a[rti a[rti,
1594 amoroso h[dh, h[dh, tacu;, tacuv.
trae a fulana, hija de fulano, junto a mí, fulano, hijo de fulana, ya, ya, ahora, ahora,
pronto, pronto.
PGM IV Idem a[ge moi th;n dei'na th'" dei'na, ejmoiv, tw'/ dei'na, h[dh, h[dh, tacu;, tacuv.
1924 trae junto a mí, a fulana, hija de mengana, junto a mí, fulano, ya,
ya, pronto, pronto.
PGM IV Evocación de un ejxorkivzw se, nekuvdaimon, kata; tou' ijscurou' kai; ajparaithvtou qeou' kai;
2031-2038 muerto para po- kata; tw'n aJgivwn aujtou ojnomavtwn, parastaqh'naiv moi ejn th'/ ejrcomevnh/
nerlo al servicio nuktiv, oi{a/ ei\ce" morfh/', kai; crhmativsai moi, eij dunato;" ei\ ejpitelevsai
de un mago to; dei'na para'gma: h[dh, h[dh, tacu;, tacuv.
Te conjuro, demon de muerto, por el dios más poderoso e inexorable y por sus
sagrados nombres, a que te presentes junto a mí en la noche que viene, con el
aspecto que tenías, y me reveles si eres capaz de realizar completamente esta obra,
ya, ya, pronto, pronto.
PGM IV Idem Diatevlesovn moi to; dei'na pra'gma, h[dh, h[dh, tacu;, tacuv.
2099 llévame este asunto a su total cumplimiento, ya, ya, pronto, pronto.
PGM VII Práctica de licno- oJrk[ivzw se; kata;] tw'n b∆ ojmavtwn sou ∆Anouq... ejlqev, kuvrie, crhmavtisovn
247-249 mancia moi per[i;] tou' dei'na pravgmato" ajyeuvstw", ajskandr[a]livstw", h[dh, h[dh,
tacu;, tacuv.
te conjuro por tus dos nombres Anuth… ven, señor, profetízame sobre tal asunto,
sin engaño, sin censuras, ya, ya, pronto, pronto.
PGM VII Idem eja;n nai;, dei[xovn m]oi futo;n kai; u{dwr, eij de; mhvge, pu'r kai; sivdhron,
254 h[dh, h[dh, tacu;, tacuv.
Si fuere ‘sí’, muéstrame una planta y agua; y si es ‘no’, fuego y hierro, ya, ya,
pronto, pronto.
PGM VII Idem eij sumfevrei moi tou'to poih'sai, dei'xovn moi poih'sai, dei'xovn moi futo;n
258-259 kai; u{dwr, eij de; mhvge, pu'r kai; sivdhron, h[dh, h[dh, tacu;, tacuv.
Si me es de provecho hacer esto, muéstrame una planta y agua; y si no, fuego y
hierro, ya, ya, pronto, pronto.

370
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

PGM VII Prácticas para una Anoixovn mou ta; w\ta, i{na moi crhmativsh/", peri; w\n se a'xiw', i{na
330 visión directa de ajpokriqh'/" moi, a[[g]e, a[ge, h[dh, h[dh, tacu;, tacuv, kai; levge, peri; w\n se
Anubis ejxetavzw: Favnhq[iv] moi, kuvrie “Anoubi, ejpitavssw soi.
abre mis oídos para que me vaticines sobre lo que te pido, para que me des una
respuesta, ea, ea, ya, ya, pronto, pronto. Y responde a lo que te pregunte. Muéstrate
a mí, señor, Anubis, te lo ordeno.
PGM VII Fórmula apotro- Pro;" pa'n qhrivon kai; e[nudron kai; lh/stav" ejxavspedon tou' iJmativou sou
370 paica (amuleto) levge «(voces magicae y vocales), fulaxovn me, to;n dei'na ejn [t]h'/ a[rti w{ra,
h[dh, h[dh, tacu;, tacuv».
Contra todo animal de tierra y de agua y contra ladrones: ata una borla a tu manto y
di: «(voces magicae y vocales), guárdame a mí, fulano, en esta hora precisamente,
ya, ya, pronto, pronto».
PGM VII Práctica mágica Eavn tini ejqelh/" [ej]mfanh'nai dia; nukto;" ejn ojneivroi", levge pro;" to;n
408-410 para aparecerse en luvcnon to;n kaqhmerinovn, levge pollavki": «ceiamwyei erpebwq: ijdetw me
sueños hJ dei'na, h}n hJ dei'na, ejn toi" u{pnoi", h[dh, h[dh, tacu;, tacuv», kai; koinav,
o{" a]n bouvlh'/.
Si quieres aparecerte a alguien en sueños por la noche, di ante la lámpara que brilla
de día, di muchas veces: «cheiamopsei: erpeboth: que me vea fulana, hija de
mengana, en sus sueños, ya, ya, pronto, pronto» (y luego, lo que desees).
PGM VII Encantamiento «a[ge moi th;n dei'na, h} <n> dei'na, eJn th'/ shvmeron hJmevra/ ajpo; th'" a[rti
471-472 amoroso w{ra" kaiomevnhn th;n yuch;n kai; th;n kardivan, tacu; tacuv, h[dh, h[dh».
«Tráeme a fulana, hija de mengana, en este día de hoy y a partir de esta hora, con
su sexo y su corazón encendidos, ya, ya, pronto, pronto».
PGM VII Idem n]ai;, kuvrie Neqmomaw/ [”Hlive ei[sbhbi] th'" dei'na, h}[n] hJ dei'na, ejpi; th;n
990 [yuch;n kai; kau'son th;n kar]divan, ta; splag[cna, to; h\par, to; pneu'ma,
ta; ojsta'. K]alw'" mo[i tevlei tauvthn th;n ejpa]oidhvn, h[dh h[d[h, tacu;
tacuv].
sí, señor Nethmomao Helios: entra en el alma de fulana, hija de mengana y haz
arder su corazón, sus entrañas, su hígado, su pulmón, sus huesos. Da cumplimiento
feliz para mí a este ensalmo, ya, ya, pronto, pronto.
PGM VIII Práctica de Her- oi\dav se, ÔErmh', kai; su; ejmev. Ejgwv eij <mi> su; kai; su; ejgwv. kai; pra'xovn
50-52 mes para conse- moi pavnta kai; sunrevp<o>i" su;n ∆Agaqh'/ Tuvch/ kai; ∆Agaqw''/ Daivmoni, h[dh
guir favores h[dh, tacu; tacuv.
Te conozco, Hermes, y tú a mí. Yo soy tú y tú yo. Por tanto, házmelo todo y
acércate junto con la Buena Fortuna y el Buen Demon, ya, ya, pronto, pronto.
PGM VIII 63 Idem txev do;" tw'/ ejgrasthrivw/ th;n pra'xin, th;n cavrin, th;n eujporiv <a>n,
ejpafrodisivan, aujtw'/ tw/' dei'na kai; tw'/ ejgrasthrivw/ h[dh h[dh, tacu; tacuv.
Da al lugar de trabajo el éxito, el favor, la ayuda, encanto, a fulano y a su lugar de
trabajo, ya, ya, pronto, pronto.
PGM VIII 83 práctica dirigida a kuvrie, e[kpemyon to;n iJero;n daivmona ∆Anouvq: ∆Anouvq (voces magicae): h[dh
Besas-Helios- h[dh, tacu; tacuv: ejn th''/ nukti; tauvth/ ejlqev.
Acéfalo para con- señor, envía al sagrado demon Anut: Anut: (voces magicae): ya, ya, pronto,
seguir un oráculo pronto; ven esta misma noche.
en sueños
PGM XI Encantamiento to;n a{panta crovnon th'" zwh' aujth'" ejramevnh mou e[rwti aijwnivw/ h[[dh
11 amoroso h[dh, tacu; tacuv].
Que pase su vida enamorada de mí con un amor eterno, ya ya, pronto pronto.
PGM XII Práctica de so- kai; oJ kavnqaro" k[ata]bhvsetai, ew{" poihvse[i]" m[o]i p[av]n[t]a, o{sa gravfo
57 metimiento para h] levgw, ajparabavtw" h[dh h[dh, tacu; [t]a[c]uv.
hombres y muje- y el escarabajo descenderá hasta que tú me cumplas todo cuanto escribo o digo, de
res forma infalible, ya, ya, pronto, pronto.
PGM XII Idem Genevsqw tovde para'gma, h[dh h[dh.
88 que se realice esto, ya, ya
PGM XII Emisor de sueños dia; tou'to ejpavk[ous]ovn m[o]u h[de, h[de, tacu;, tacuv, i{na mh; ajnagkasqw'
143 de Zminis de Ten- tau'ta ejk deutevrou levgein.
tira escúchame, ya, ya, pronto, pronto, para no verme obligado a decir estas cosas por
segunda vez.

371
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

PGM XII Maleficio para Ajgrupneivtw hJ dei'na div o{lh" nuktov" te kai; hJmevra", e{w" qavnh/, h[de,
394 producir insomnio h[de, tacu;, tacuv.
Que pierda el sueño fulana, durante toda la noche y el día, hasta que muera, ya, ya,
pronto, pronto.
PGM XII Práctica con fin kau'kon th;n dei'na, e{w" [e[l]qh/ pro;" ejme; to;n dei'na, h[de, h[de, tacu;, tacuv.
485 maléfico ej[xo]rkivzw uJma'", [n]ekudaivmwn[a]", <kata;> nekuv[wn] kai; to[u' d]aivmwn[o]"
tou' Bal[savmou] kai; to[u'] qeou' ku[no]pr[o]swvpou kai; tw'n su;n aujtw'/
qew'[n...
haz que arda fulana hasta que venga a mí, fulana, ya, ya, pronto, pronto, Os conjuro
a vosotros, démones de muertos, por los muertos y por el demon Balsames y el
dios de rostro de perro y los dioses que están con él...
PGM XV 22 Encantamiento filh/' me Ni'lo" fivltron aijwvnion, h[de h[de tac[u; tacuv.
amoroso ¡Que me ame Nilo con un amor eterno! Ya, ya, pronto, pronto.

PGM XVII Conjuro amoroso Naiv, kuvrie, a[xon moi th;n Tithrou'n, h{n e[teken Sofiva, ejmoi; tw/' ÔErmeia/,
24 dirigido a Anubis o}n e[teken ÔErmiovnh, h[de, h[de, tacu;, tacuv, th'/ sh/' mavstigi ejlaunomevnhn.
Sí, señor, trae junto a mí a Titerús, hija de Sofía, junto a mí, Hermeas, hijo de
Hermíone, ya, ya, pronto, pronto, movida por tu aguijón.
PGM XVIII Dos amuletos A) Kuvrie Sabawvq, ajpovstreyon ajp∆ ejmou' [k]ovpon th'" kefal[h'"], aj[x]iw',
m[ou a[p]aron…
A) Señor Sabaot, aleja de mi el sufrimiento, enfermedad de la cabeza, te lo suplico,
aleja de mí...
B)
∆Exorkivzw uJma'" kata; tou' aJgivou ojnovmato" qerapeu'sai
Dionuvsion h[toi «Anu", o}n e[teken ÔHrakliva, ajpo;
pa[n]to;" rJivgou<"> kai; puretou' h] to[u]ka<q>hmerivou' h]
mivan para; mivan nukterinou' te kai; hJmeri<nou'> h]
tetr<a>d<iv>o<u>, <h[>de, tac[u;] tacuv.
B) [Matador de la Gorgona] Os conjuro por el sagrado Nombre a que curéis a
Dionisio alias Anis, hijo de Heraclia, de todo escalofrío y fiebre ya sea la diurna, o
la diaria nocturna o diurna, o la cuartana, ya, ya, pronto, pronto.
PGM XIX Evocación de un ajnevgeirev moi seautovn, nekudaivmwn, kai; mh; bia[sqeiv]h", ajlla; tevleson ta;
16 muerto ejngegrammevna kai; ejnteqeimevna ejn tw'/ stovmativ sou, h[de h[de, tacu;,
tacuv.
despierta para mí, demon de muerto, y no me trates con violencia; al contrario,
cúmpleme lo que está escrito y metido en tu boca, ya, ya, pronto, pronto.
PGM XIX, Idem … pleivsrtw<"> poqou[m]evnh pro;" th;n sunousivan tou' ∆Apalw'", o{n
53-54 ejteken Qeonivlla, ejn th''⁄ a[[rti w{]ra/ h[de h[de, tacu; tacuv.
…deseando más que nada la compañía de Apalós, hijo de Teonila, en esta hora
presente, ya, ya, pronto, pronto.
PGM XXXII Conjuro amoroso ∆Exorkivz[w] se, Eujavggele, kata; tou' ∆Anouvbi[do]" kai; tou' ÔErmou kai;
[t]w'n loi[pw'n] pantwn kavtw, a[xai kai; katadh'sai Sarapiavda, h{{n e[teken
ÔElevnh, ejp∆ auth;n ÔHraeivdan, h{n e[teken Qermouqatin, a[rti a[rti, tacu;,
tacuv… katavdhson yuch;n kai; kardivan Sarapiavdo"... [h[de, h[de, tacu;,
tacuv].
Te conjuro, Evángelo, por Anubis y Hermes y todos los demás dioses infernales,
para que te apoderes de Sarapíade, hija de Helena, y la ates a Herais, hija de
Termutarin, pronto, pronto, ya, ya… apodérate del alma y corazón de Sarapíade…
pronto, pronto, ya, ya.
PGM Idem Kaujson yuch;n kai; kardivan aujtou' ∆Amwneivou... a[rti, tacu;, tacuv.
XXXIIa 6-10 haz arder alma y corazón de Amonio, … pronto, pronto, ya, ya.
PGM Amuleto-conjuro pau'[so] th;n Tai>>da ajpo; panto;" rJivgou"... h[de h[de, tacu;, tacuv.
XXXIII al demon Kouk libra de todo escalofrío febril a Tais… ya, ya, pronto pronto.
Kouk Koul para
que cure unas fie-
bres

372
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

PGM Encantamiento e{o" a]n e[lqh/ filou'sa ejme; to;n dei'na kai; th;n qhlukh;n fuvsin th'/
XXXVI 90 amoroso ajrsenikh/' mou kollhvsh, h[de h[de, tacu;, tacuv.
Que venga por amor a mí, fulano, y una su sexo femenino con el mío masculino,
ya, ya, pronto, pronto.
PGM Apertura mágica Bouvlomai de; fugei'n to;n a[qeon Tufw'na, h[de h[de, tacu;, tacuv.
XXXVI 320 de una puerta quiero huir del impío Tifón, ya, ya, pronto, pronto.
PGM Encantamiento e{w" ejphdhvsasa e[lqh/ pro;" ejm[ev, to;n dei'na th'"] dei'na (koinav o{sa qevli"),
XXXVI 360 amoroso h[de h[de, tacu;, tacuv.
que salga corriendo hacia mí, fulano, hijo de fulana (añade lo que desees), ya, ya,
pronto, pronto.
PGM LVII Fórmula coactiva ... h[de, h[de, suntevleson, ejnt[o]" w{ra" th'/sde poivei, megalovdoxe
35 Provnoia...
(nombres de démones y voces mágicas), ya, ya, cúmplelo, actúa dentro de esta
hora, oh gloriosísima Providencia…

Por desgracia, la sintaxis de otros textos mágicos en soportes duros o semiduros


(las tabellae defixionum, de las lamellae filactéricas y de las gemas mágicas), es más po-
bre que la de los papiros, pero igualmente elocuente sobre el tono conminatorio de su
gramática mágica. Veamos algunos ejemplos.

II. TABELLAE DEFIXIONUM

Las «tablillas de defixión»8 son pequeñas láminas, generalmente de plomo, e


inscritas a punzón con textos de maleficio9 utilizados como forma de magia agresiva,
destructiva, para conseguir diversos fines. Estos podían ir desde la simple venganza, la
reclamación de un robo, la ligadura amorosa, el «sabotaje» de un evento deportivo, la
manipulación de un proceso judicial y cualquier otro deseo, afán o perjuicio ajeno que
buscara el cliente10. Para tales fines eran invocados todo tipo de seres sobrenaturales,
démones a divinidades, principalmente de tipo chthónio-infernal, como son Hécate,
Perséfone, Hermes Psicopompo, Démeter, Tifón, etc. A partir del sincretismo helenís-
tico, también aparecen divinidades procedentes de otros panteones, como los dioses
egipcios Seth, Osiris, Isis, etc., o las divinidades babilonias Baal y Ereshkigal. Estas ta-
blillas de maldición solían enterrarse en cementerios, preferiblemente junto a las tum-bas
de aquellos que habían muerto prematuramente ―a[wroi― o de forma violenta ―los
llamados bioqavnatoi―, los «muertos vivos», a los que se invocaba con especial

8
Sobre las defixiones remito a los corpora de Wünsch, 1897 (= DTA), Audollent, 1907 (= DT) y a
las actualizaciones de Jordan, 1988 (= SGD) y 2000. De forma más general vid. Faraone, 1991, pp. 3-32, Ga-
ger, 1992, y la edición en español de los textos de López Jimeno, 1991 y 2001 (= TGM), con amplia bibliogra-
fía.
9
Y luego preparadas a modo de cajita o cápsulas con dos valvas que pueden/suelen encerrar una
imagen tosca de la persona a quien se dirige el maleficio. Se han encontrado in situ hallazgos arqueológicos,
con esta preparación mágica, a la vez compleja y tosca.
10
Como indica Faraone (1991, p. 10), las defixiones con textos más profusos y discursivos pueden
agruparse en cuatro categorías principales: 1) comerciales; 2) contra atletas, eventos deportivos y otras mani-
festaciones públicas; 3) amorosas, con dos subtipos, de «separación» y «afrodisíacas»; y 4) judiciales.

373
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

profusión para «someterlos» y utilizarlos en el fin mágico11. También, y como conse-


cuencia del encuentro entre la magia griega y la egipcia, estas laminillas de maldición
eran situadas en lugares vinculados al agua, como pozos, cursos fluviales, etc.12, así
como en santuarios dedicados a divinidades chthónias13. Como forma de potenciar estos
katavdesmoi, o ataduras mágicas, se solía adjuntar oujsiva ―«substancia»― en forma de
trozos de tela que hubieran estado en contacto con la víctima, o mejor aún, restos de pelo
o uñas de la misma, ya que por los principios de la magia por contagio, aquello que una
vez estuvo en contacto lo seguiría estando después de su separación, independiente-
mente de la distancia y el tiempo transcurridos ―de tal forma que lo que se haga sobre
esa sustancia, se hace igualmente sobre la persona-víctima―. También era usual atra-
vesar la tablilla con uno o varios clavos, e incorporaban así mismo otros elementos pro-
pios de la magia, como signos y charakteres, cuyo principal fin era catalizar las energías
invocadas y liberadas por el mago.
Además de las usuales tablillas en plomo, también encontramos ejemplos en ar-
cilla o cera, en forma de pequeñas figuras humanas, al estilo de las «muñecas vudú», que
«reproducían» mágicamente a la víctima, cuyo funcionamiento se basaba en los princi-
pios de la magia simpática. Se les solía insertar clavos en puntos delicados del cuerpo
―corazón, garganta, genitales, etc.―, de tal forma que la víctima real sintiera igualmen-
te el dolor en esa zona14. Como observa Ogden, «las “muñecas vudú” intentan realizar a
través (fundamentalmente) de un medio plástico, lo que las tablillas de maldición inten-
tan hacer a través de un medio plástico-verbal»15.
Las tablillas de defixión abarcan un espacio temporal amplio, desde el siglo VI a.
C. hasta el IV-V d. C., y aunque su epicentro es el área griega del Ática, se han encon-
trado ejemplos por todo el Mediterráneo, como Sicilia, Dalmacia, Francia, Hispania,
Chipre, etcétera.
De la misma forma que en los papiros mágicos, los textos de las tablillas de

11
Según la tradición ambos tipos de seres eran «almas en pena», espectros que no habían cumplido
en vida el tiempo que el Destino les había asignado, por lo que debían pagar su cuita en ese limbo intermedio,
resentidos y resignados, y especialmente violentos, por lo cual eran requeridos. También cabe citar a los aga-
moi, o «muertos antes del matrimonio»; y los ataphoi, «los insepultos» o aquellos que no han recibido un en-
terramiento apropiado. Sobre estas categorías vid. Ogden, 2002, p. 146ss. Cfr. Virgilio, Aen. VI 325-330, 426-
443.
12
La importancia del agua como vehículo mágico en Egipto se muestra claramente en numerosos
aspectos del ritual mágico-religioso. Además de las propiedades profilácticas y curativas del agua del Nilo,
destaca su uso en el ritual de consagración de las estelas mágicas de Horus, con la «ingesta del agua mágica», o
el papel preponderante del líquido elemento en los ritos osiríacos. Como ejemplos de tablillas de defixión en-
contradas junto a pozos vid. Jordan, 1980, pp. 225-239.
13
Jordan, 1980, p. 231. Aunque no siempre se trata de divinidades chthónias, como señala Faraone,
1991, p. 22, n. 7.
14
Sobre las «muñecas vudú» o kolossoi, vid. Faraone, 1991 y Ogden, 2002, pp. 245-260. Además
de su función como «doble» de la víctima, también se utilizaban como cuerpos «receptores» de los espíritus y
potencias mágicas invocadas.
15
Ogden, 2002, p. 245.

374
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

defixión muestran el mismo comportamiento coactivo del mago y de la mecánica má-


gica, a través del tono imperativo y los adverbios conminatorios, así como por la impe-
riosidad temporal con la que se urge al demon a que efectúe el deseo prescrito de forma
inmediata. Es característico también que la maldición se haga extensible a las personas
allegadas a la víctima, como forma de hacer el mayor daño posible. En cuanto a las fór-
mulas lingüísticas utilizadas, destaca, por un lado, el uso de la primera persona del
singular, con expresiones del tipo «yo ato a N», donde el mago/cliente (A), actúa direc-
tamente sobre la víctima (B)16. Un segundo esquema presenta al mago/cliente (A), que
conmina al dios/demon (B), a que ejecute sus designios contra la víctima (C). La formas
verbales empleadas en este caso son la segunda persona de imperativo («Tifón, te
entrego a Eros») y la tercera persona de imperativo pasivo («Hécate celestial, ata a los
ladrones»).

IMPERATIVOS Y ADVERBIOS CONMINATORIOS EN TABLILLAS DE DEFIXIÓN

SGD 161 (= TGM Maldición amo- Katadesmeuvw sai, hJ Qeovdoti" Eu'", eJi" th;n ouJra;n tou' o{{few" kai;
482). Egipto, si- rosa eJ", to; stovma tou' korkodeivlou kai; toi'" kevrasi tou' kreiou' tw'/ iJw/'
glos II-III d. C.17 th'" ajspivdo" kai; tai'" qrixi; th'" eJlouvrou kai; tw'/ porquevmati tou'
qeou' i{na mh; dunhqh'/" eJtevrw/' ajndri; sunmigh'nai pwvpote mhvte
binhqh'nai mhvte pugisqh'nai mhvte lhkavzein mhde; kaq∆ hJdonh;n
<poihvsh/"> meq∆ eJtai;rw ajnqrwvpw eij mh; movno" eJfwv, oJ ∆Ammwnivwn
ÔErmitariv".
Yo te ato, Teodotis, hija de Éus, a la cola de la serpiente y a la boca del co-
codrilo y a los cuernos del carnero, y al veneno del áspid y a los pelos del
gato, y al pene del dios, para que no puedas nunca acostarte con otro hombre
ni puedas tener contacto sexual, ni vaginal ni analmente, ni hagas una
fellatio, ni obtengas placer alguno con otro hombre sino sólo con-migo,
Amonión, hijo de Hermitaris.
DT 51 (= TGM Atadura mágica, ...ejnballetepuretou;" cale[pou;" eij"] pavntata; mevlhGameth'" hn}
166). Atenas, probablemente de e[teken [Ugiva Makro]bivw, katakaivnete, katacqovni[oiv] te ka[i;...]fu-
fecha tardía tipo amoroso ch;n ke; th;n kardivanGameth'" h}n e[tekenUgiva [Makrobivw...]wq
(fragmento). ejnballetepuretou;" eij" pavntata; mevlh...]...desw...
Haced una atadura mágica a Gámeta, a quien parió Higía […] Enviadle unas
fiebres […] Aniquilad, destruid […] Enviad unas graves fiebres a todos los
miembros de Gámeta, a quien parió Higía, hija de Macrobio. Matadla,
Subterráneos, nublad [el pensamiento] de Gámeta […] el alma y el corazón
de Gámeta…
DT 22 (= TGM Ofrenda silencia- ke; ajfelesqe aujtou' th;n duvnaminke; th;n ajlkh;n ke; poih;sete aujto;n
273)18. Amatus dora a Aristón. fucro;n ke; a[fwnonke; ajpneuvmonan, fucro;n eiJ" ejme to;n Sothriano;n
(Chipre), siglos II- Maldición de tipo to;n ke; Li;mbapron.
III d. C. judicial (fragmen- […] privadle de capacidad y de fuerza, congeladlo, dejadlo mudo y sin
to) respiración, congeladlo en relación a mí, Soteriano, alias el ‘Limbaro’.

16
Sobre este tipo de formulación vid. Faraone, 1991, p. 5.
17
Suppl. Mag. I, 38.
18
Cfr. DT 24-37.

375
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

DT 239 (= TGM Maldición contra katavdhsonauvtoi'" tav" cei'ra", ejntuvl[i]xon auvtw'n tou;" mavsteiga"
438)19. Cartago, los aurigas rivales eijstav" hJniva", a[sele auvtw'n thv[n neivken] to;n ajpovbasinkaiv th;n
siglos II-III d. C. (fragmento) o[rasin i[namhv dunasqw'sin blevpeintou;" ijdivoi" ajntipavlou"
hJnicou'nte", ajllav ma'llon a[rpason aujtou;" ejk tw'n ijdivwn
avrparoukaiv strevfon ejpiv thvn gh'n i[na pesevtwsan pantiv tovpwtou'
ijppodrovmou, mavlista de; ejn toiv" kampth'rsin, su;n toi'" ijdivoi",
meta; blavbh" tou' swmato" kai; skelw'n katavgmato" h[de h[de, tacu;,
tacu; tacevw", katavdhson katavdhson katavdhson aujtou;".
Átales las manos, que se les enrede la fusta con las bridas, aparta de ellos la
victoria, la salida y la vista, para que no puedan ver a los aurigas rivales, es
más, derríbalos de sus propios carros, y tíralos al suelo, para que se cai-gan
con sus caballos, en cualquier lugar del hipódromo, especialmente en los
mojones, con daño de su cuerpo y fractura de sus piernas. Ya, ya, ya, rápido,
rápido, rapidísimo. Ata, ata, átalos.
SGD 155(= TGM Maldición amo- [Egeirev moiseauto;n [ajp]o; th's" ejcouvsh" se ajnapauvsew" kai; u{page
476)20. Oxyrrinco, rosa de Teodoro a eij" pa'n tov pon kai; eij" pa'n a[mfodon kai; eij" pa'san oijkivan [kai;
siglos III-IV d. C. Matrona (frag- <eij"> p]a'n kaphli'on kai; eij" pa'n a[mfodon [.] kai; eij" pa'san
mento) oijkivan [kai; <eij"> p]a'n kaphli'on kai; a[con, kata;dhson Matrwvnan,
[h}n e[t]e≥ken Tagevnh{"} […] mhv mouparakouvsh/", nekudevmwn, o{sti"
pot∆ ou\(n) [ei\, k]ai; e[geirev moiseautovn, o{ti ejxorkivzw se kata; th'"
kuriva" [ÔE]kavth" ∆Artevmido"...
Levántateme del reposo que te retiene y dirígete a todo lugar, a cada barrio, a
cada casa, a cada tugurio, y con una atadura mágica tráeme a Ma-trona, a la
que parió Tagena […] No me desobedezcas, espíritu de muerto, seas quien
seas, y levántateme, porque te conjuro en el nombre de la Señora Hécate, en
el nombre de Ártemis…

El aspecto intimidatorio y coercitivo no sólo se reduce a los textos mágicos, si no


que se ve potenciado por la propia «gestualidad» del ritual mágico, donde se incluiría el
atravesar las laminillas con clavos, o el retorcer y deformar la placa de plomo. Esta ges-
tualidad, que basa su mecánica en los principios de la fórmula similia similibus ―lo se-
mejante produce lo semejante― también tiene su contrapartida textual, en forma de ana-
logías entre la víctima y ciertos elementos utilizados en el ritual mágico que representan
aspectos negativos, como la escritura inversa, el plomo de las placas, o los propios
cadáveres junto a los que se enterraban las defixiones, con expresiones del tipo «así
como este plomo es frío e inútil, así sea n frío e inútil». Todo el ritual mágico empujaba
en la misma dirección: persuadir y coartar con el fin de forzar la voluntad o la conducta
de alguien, inhibiéndolo de su propia naturaleza.

ANALOGÍAS Y EXPRESIONES COERCITIVAS EN TABLILLAS DE DEFIXIÓN

DT 49 (=TGM 164). Maldición de ti- touvtou" a[[panta" latadw' ajfa [n]izwkat[o]ruvttwkatakappalew


Atenas, ca. siglo III po judicial (parte kai; ejp[i; d]ikasth[riv]ou kai para; diaithtei' [eja;n] ajntipoiw's[i]
a. C. B) mhqa[m]ou' faivnesqaimhvt[e] ej[nlov]gwimhvt[e] ej[nerg]w[i].
A todos éstos les hago una atadura, los elimino, claveteo abajo, y si me
ponen una denuncia ante el Tribunal y el Juez Arbitral, que no puedan
comparecer, ni de palabra, ni de obra.

19
Cfr. DT 234-238; 240-243.
20
Vid. Jordan, 1988, pp. 248-251; Suppl. Mag. 49; Gager, 1992, p. 29. Cfr. SGD 153, 155, 156.

376
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

DT 67(=TGM 182). Maldición de ti- […] tau'ta ejnantivon gevgraptai, ejnantival...o..." geivnesqaita"
Ática, (sin fecha) po judicial (frag- p[ra]xei"ta;[" uJ]pe;r M[evnw]no" kai; [f]ucra;["] ta;" paravxei"
mento) katadw' kat[evcw] pavsa".
(Así) como esto está escrito al contrario, así también contrarias e inútiles se
vuelvan las acciones en defensa de Menón. Les hago una atadura y las
retengo todas.

DT 68 (=TGM 183). Maldición de ti- [Kai; wJ"]ou[to" [oJ nekro"] aj[t]e[l]h;" k[ei'tai ou[tw"] ajtevlesta
Ática, ca. 350 a. C. po amoroso (par- e[i[]nai Qeodwvrai pavnt[a ka]i; e[th kai; e[rgata; pro;" Carivan kai;
te B) pro;" [tou;" a[] llou" ajnqrw[vp]ou".
Así como este cadáver yace aquí inútil, así también todo le sea inútil a
Teodora, tanto las palabras como las obras dirigidas a Carias y a las de-más
personas.

III. LAMELLAE

Otro soporte material que recibe inscripciones mágicas son las llamadas la-
mellae21. Son láminas de metal finísimo, muchas veces oro, donde se inscribe/escribe
con un punzón fino el texto. Una vez enrollada la lámina a modo de cigarrillo, el objeto
se convierte en un amuleto filactérico que el individuo ha de llevar colgado del cuello o
pegado a alguna parte de su cuerpo ―contactus augens― para que surta efecto22.
La principal diferencia con las láminas de defixión es que los textos inscritos en
estas filacterias están destinados a proteger y prevenir de todo mal al poseedor de la
misma, y especialmente sirven de remedios contra diversas dolencias y enfermedades
que supuestamente eran originadas por la influencia negativa de los démones y otros
seres intermedios. Las fuerzas mágicas desatadas con estos objetos no actúan pues sobre
una víctima, sino sobre uno mismo, de ahí que prevalezca su carácter amulético Se
trataría de magia «preventiva», a diferencia de la magia «agresiva» de las defixiones23.
Este hecho incide de forma decisiva sobre el material utilizado para realizar las láminas,
por lo que en vez de plomo, muy útil en las maldiciones por su pesadez y frialdad, se
usan metales, preciosos o no-preciosos, representativos de poder y de autoridad, de
efectos positivos, como el oro, la plata, el cobre o el bronce.
En cuanto a las expresiones mágicas utilizadas, se construyen generalmente por
una alocución directa en primera persona dirigida a la potencia mágica que se invoca en
busca de protección, empleando el mismo modo coactivo que en ejemplos anterio-res, y
la misma imperiosidad temporal.

21
Como introducción a las lamellae, vid. Kotansky, 1991, pp. 107-137, esp. pp. 114ss. Para un estu-
dio más específico, vid. Kotansky, 1994, con amplia bibliografía; y más recientemente, del mismo autor, 2001,
pp. 266-270 sobre las fórmulas.
22
También podían ser enterradas en tumbas como «pasaporte del muerto», como muestran los
ejemplos hallados en Palestina. Kotansky, 1991, p. 116, n. 56.
23
Faraone, 1991, pp. 3-4, sugiere, sin embargo, que las defixiones actúan como «preemptive
strikes» ―«golpes preventivos»― motivados por un contexto social agonal, y como forma de anticiparse a un
enemigo en una contingencia futura.

377
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

IMPERATIVOS Y ADVERBIOS CONMINATORIOS EN LAMELLAE MÁGICAS

GMA 4624. Protección con- luvsate th;n ∆Ioulianh;n ajpo; pavshs{h"} farmakiva" kai; panto;" pavqou"
Beroea (Siria), tra demonios y kai; pavsh" ejnergeiva" kai; fantasiva" daimonwvdou" nukta;" kai; hJras,
siglos II - III. hechizos h[dh h[dh tacu; tacuv, a[rti a[rti.
Lámina de pla- (Signos mágicos) Protege a Juliana de todo hechizo y de todo sufrimiento pa-
ta. sivo, y de toda influencia activa y aparición demoníaca por el día o por la no-che;
ahora, ahora; rápido, rápido; pronto, pronto, pronto.

GMA 5925. Amuleto contra ∆Epikalou'mev [s]e tw;n ejpi; ojkeanou' p≥neuvmati ∆Obac kai; kata; tou'
Oxyrrinco la fiebre Babarawan Baroc ∆Abraam Sabaraam, fuvlaxon to;n farou'ntav se ajpo;
(Egipto), siglo tou' puretou' kai; panto;" pragmavtou a]]n pureto;" ejpelavbhte ajpo; tou'
III d. C. Alea- puretou' kai; panto;" pragmavtou a]n pureto;" ejpelavbhte aujtou',
ción de plata. katasbevnoie≥ to; k≥aqa[tax].
Hago un llamamiento sobre ti, el único sobre el océano, en (el) espíritu de Obach,
y por Babarathan Baroch Abraham Sabaraam: protege de la fiebre y de
cualquier cosa al que te porta. Si la fiebre se apodera de él, extínguela de una vez
por todas.

IV. GEMAS MÁGICAS

El uso de las gemas como amuleto mágico26 no se produce hasta época tardía
―siglos II-IV d. C.― principalmente como consecuencia del sincretismo cultural y
religioso que se produce en este período27. La gema mágica se constituye en estos mo-
mentos como amuleto «ideal», pues integra, en un pequeño objeto fácil de transportar
―engastado en anillos o colgantes―, imagen y texto mágico, además de las propieda-
des médicas y apotropaicas que la tradición lapidaria y astrológica asignaba a cada tipo
de piedra. A esto habría que añadirle, además, las cualidades estéticas en los ejemplos
más sofisticados, representativos de un estatus social elevado. Funcionalmente servían
para diferentes propósitos, desde la simple protección piadosa de alguna divinidad, al
uso médico para diferentes afecciones y enfermedades, entre las que destacan las do-
lencias estomacales, oculares, o las hemorragias. De la misma manera, podían tener pro-
pósitos más agresivos, como sucede en las gemas mágicas de tipo amoroso, aunque lo
cierto es que este tipo de amuletos se caracterizan más por su carácter «defensivo» y
«preventivo»28.
La inscripción que acompañaba a la imagen solía realizarse en la parte anterior de
la gema, de tal forma que al engastarse en un anillo o colgante ―los soportes más

24
Kotansky, 1994, pp. 239-244.
25
Kotansky, 1994, pp. 347-351. Cfr. Suppl. Mag. 2.
26
Para un análisis general de las gemas mágicas remito a los estudios de Bonner, 1950 (= SMA),
Delatte y Derchain, 1964 y los trabajos recientes de Michel, 2001 (= MGBM) y 2004 (= MG), y Mastrocinque,
2004 (= SGG I) y 2006 (= SGG II), con amplia bibliografía.
27
Sobre el contexto histórico-religioso en el que se producen estos objetos, vid. Lancelloti, 2001, pp.
427-456.
28
SMA, 103ss.

378
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

comunes― el texto quedara oculto a la vista de los demás. Evidentemente no siempre


era así, y observamos en muchos casos cómo la inscripción cubre ambas caras de la pie-
dra e incluso el borde de la misma. Igualmente hay ejemplos en los que sólo aparece
texto y no imagen, aunque nunca al contrario, si lo que se pretende es una finalidad má-
gica29.
Las inscripciones que acompañan este tipo de apotropaia son de menor exten-
sión, si las comparamos con las de papiros y defixiones, dada la evidente falta de espa-
cio. En este sentido encontramos muy comúnmente gemas mágicas con inscripciones
breves, cortas y directas de una o pocas palabras, en las que por lo general el poseedor de
la piedra se dirige, imperativamente, y a través de numerosos epítetos, a un demon o
divinidad en busca de protección o influencia benéfica.
En las gemas mágicas de tipo médico las inscripciones se dirigen directamente a
la enfermedad en cuestión o al órgano o miembro del cuerpo para que funcione correcta-
mente. Típicos ejemplos de este género son las inscripciones «estomacales», para tener
una correcta digestión, o las inscripciones referidas a las dolencias de espalda30. En otros
casos, como las gemas de tipo «uterino», se persuade al órgano para que funcione
correctamente, es decir, que se dilate o contraiga en los tiempos establecidos, so pena de
verse influenciado por démones malignos, provocando hemorragias, abortos o embara-
zos indeseados. En la misma línea se sitúan las gemas mágicas en las que se nombra a
Tántalo ―«¿Tienes sed, Tántalo? ¡Bebe sangre!»―, donde se ofrece el excedente de
sangre producido por las menorragias a esta figura mítica característica por su sed.

Anv. → Pantheos.
Rev. → diafuvlaxon
Trad. → ¡Protege!

SMA 257

29
MGBM, 304ss. La fórmula textual es condición sine qua non del ritual mágico, ya que,
esencialmente, lo «graba» en la piedra. Las palabras recitadas por el mago catalizan las potencias mágicas
liberadas, dándoles un sentido y significado concretos, siendo los textos inscritos una reproducción permanente
―y activa― de esas fórmulas orales. El uso de los textos como amuletos era algo usual en la magia egipcia,
como vemos en los «decretos oraculares» o en el funcionamiento de las estatuas curativas muy en boga en el
siglo IV a. C. Sobre el particular existe una amplia bibliografía, aunque remitimos a la síntesis que realiza
Frankfurter, 1994.
30
La inscripción más común para las gemas destinadas a los dolores de ciática es CXIWN [→
ijscivwn] ―«para las caderas»―; las representaciones más usuales que acompañan este tipo de inscripción son
las de un campesino agachado, con una hoz en su mano mientras siega espigas de cereal. Vid. SMA 115-125,
pp. 71ss.; Delatte y Derchain, 1964, nos 263-269, MGBM, 425-429, pp. 265ss.

379
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

Anv. → Carros del Sol y de la Luna.


Rev. → Iaw Sabaoq Arasax oJ
w{n kuvrie parastavqeti
Iao, Sabaoth, Abrasax, que eres el
Señor, quédate conmigo.

MGBM 24431

Anv. → Hékate trimorfa.


Rev. → Figura humana de perfil +
ei{lew" e[so aijmoiv Proserivw,/ eij"
o} da;n ejpibavllomai poih'sai, ke;
ai[so moi ejpiteuktikovn
Sé favorable conmigo, Proserius,
respecto a cualquier cosa que em-
prenda, y sé para mí un promotor del
éxito.

MGBM 6832

Anv. → Figura humana de perfil.


Rev. → nika' oJ Sevrapi" to;n
fqovnon
Vence, Sérapis, al mal de ojo.

MGBM 3733

31
Brit. Mus. Inv. G 147, EA 56147. MGBM, 149-150.
32
Brit. Mus. Inv. G 600, 1979, 10-3, 4. MGBM, 45-46. Sobre la inscripción de esta piedra sigo la
interpretación de Daniel, 2003, p. 139.
33
Brit. Mus. Inv. G 161, EA 56161. MGBM, 23.

380
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

Anv. → Composición pantheica.


Rev. →stovmace pevpte
¡Digiere estómago!

MGBM 18034

Anv. → Ibis junto a un altar con


vasija y tres plantas36.
Rev. →pevsse pevsse pevsse
¡Digiere, digiere, digiere!

MGBM 18035

34
Brit. Mus. Inv. G 497, EA 56497. MGBM, 114-115.
35
Brit. Mus. Inv. G 497, EA 56497. MGBM, 114-115.
36
Se trata de uno de los tipos iconográficos más usuales para los amuletos de tipo digestivo, junto al
de Chnoubis, la serpiente leontocéfala con nimbo radiado. Por lo general el ibis aparece atado a la vasija de flo-
res ―que no es otra cosa que un trasunto del jeroglífico egipcio que representa los tallos de papiro―, sometido
―visualmente― a la voluntad del poseedor del amuleto para que devore el «veneno» ―la acidez― que im-
pedía una buena digestión. En este sentido el ibis era reconocido por sus cualidades como devorador de mu-
chas criaturas, y especialmente de las serpientes y sus venenos, que en muchos casos aparece representada en
las gemas, bien como presa en el pico del ibis, o bien a los lados de la gema. Sobre el análisis de esta tipología,
vid. Seyrig,1934, pp. 1-5; SMA, pp. 51-52; Barb, 1972, pp. 357ss.; Waegeman, 1987, pp. 71-77, y las referen-
cias de la nota anterior.

381
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

Anv. → Ouroboros encerrando el


símbolo uterino junto a cuatro divi-
nidades. Cinco vocales en el campo
superior y las dos restantes a los
lados de la matriz. Al exterior del
ouroboros fórmula Soroor38 y cua-
tro charakteres junto a los epítetos
aiw sa (bawq)
Rev→ Escarabajo alado hieracocé-
falo. Rodeando el diseño la inscrip-
ción orwriouq sabaoq stavlhti
mhvtra mhv se Tufw'n katalavbh.
SMA 14037 Ororiouth, Sabaoth, contráete ma-
triz, no sea que Tifón se apodere de
ti.

Rev. → Pterygon40 descendente con


la inscripción diya'/ Tavntal(e),
ai|ma pive. En la esquina inferior iz-
quierda un guerrero en pie y armado.
¿Tienes sed, Tántalo? ¡Bebe sangre!
Anv. → Matriz. Epítetos divinos y
combinaciones vocálicas.

MGBM 38339

37
Para una descripción completa de la gema, vid. SMA, p. 275. Sobre este tipo de representaciones
uterinas y sus funciones, vid. Delatte, 1914, pp. 75-88; Barb, 1953; SMA, pp. 84ss.; Delatte y Derchain, 1964,
pp. 252-253, nº 353-354; MGBM, 350-388, pp. 221ss. La finalidad de este tipo de gemas era devolver el útero
a su condición regular tras la dilatación sufrida por el embarazo o tras el ciclo menstrual. El término Ororiouth,
que aparece regularmente en este tipo de gemas, parece hacer referencia al demon que controla el útero, como
señala Delatte, 1914, p. 81 y Bonner en SMA, p. 199. Sobre la presencia de Seth-Tifón en este contexto, vid.
Ritner, 1984. Una gema mágica hispana menciona a este demon: Németh y Canós i Villena, 2000, 139-142.
38
La fórmula Soroor ―soroormerfergarbarmafriourigx―, es habitual para este tipo de gemas
uterinas, vid. SMA, p. 206; Brashear, 1995, p. 3599 y MG, p. 487. Cfr. PGM IV 1567, VII 172ss.
39
Brit. Mus. Inv. GR 1928, 5-20, 1. MGBM, p. 243. Cfr. Ibidem nº 382, 384-386; SMA 144, p. 276;
Festugière, 1961, Coll. Kofler (Lucerna), nº 1; Delatte y Derchain, 1964, nº 364. Bonner, SMA, p. 87, identifica
al guerrero con Ares, dadas las cualidades de los dioses y héroes guerreros como Hérakles o Perseo, para alejar
y remediar enfermedades. Sobre la tipología de Tántalo, vid. Seyrig, 1934, p. 1ss.; Barb, 1952; MG, 294-295;
Faraone, 2009, pp. 203-228; Perea Yébenes, 2011, pp. 273-322.
40
En todos estos formatos mágicos ―defixiones, lamellae y gemas―, así como en los papiros,
observamos cómo son de uso común los logoi ―combinaciones de palabras― voces magicae y charak-teres.
En cuanto al tema que nos ocupa ―el lenguaje persuasivo en la magia― estos signos y fórmulas eran posi-
blemente utilizados por el mago para persuadir de forma simbólica, en otro nivel de representación/comu-
nicación, podríamos decir, esóterico, en el sentido de que supuestamente es sólo legible para el propio mago y
para las potencias mágicas invocadas, que responden a ellas. En este sentido no parecen casuales las formas
triangulares de las pterygoma ―combinaciones vocálicas en forma de ala―, que algunos pretenden poner en

382
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

Las fórmulas eróticas y/o de separación, por último, siguen un patrón similar
―aunque de menor extensión― al de las defixiones, ya que se insta a una entidad inter-
media para que atraiga a la persona deseada, o bien para separarla de otra que se consi-
dera enemiga.

Anv. → cwri;sate Ôierakivwna


ejrakax o{n e[[teke Serhnivlla"
th'" e[teke Diduvmh.
Separa a Hierakion […]42 hijo de
Serenilla, de Serenilla, hija de
Didyme.
Rev. → ejpitavsi ga;r o; m[evga]"
qwo;" khtugcwcihfagiafut.
Por el gran dios (nombres mágicos)
hazlo.
Borde → berbereta"43.

MGBM 49741

Anv. → Isis-Hécate con látigo y


antorcha. Circunscribiendo la ima-
gen hasta tres veces, la inscripción,
a[xon ∆Aceilla'n o{n e[teken Se-
rapiav" Dionusiavti h[n e[token
Serapiav".
Trae a Achillas, hijo de Serapias, a
Dionysias, hija de Serapias.
Rev. → h[ a[xon h[ katavkleinon
¡Tráelo o átalo!

SMA 15644

relación con formas punzantes y afiladas, propicias para el acto mágico por su aspecto amenazante. Vid.
Frankfurter, 1994, p. 299ss.
41
Brit. Mus. Inv. G 505, EA 56505 (= SMA 150). Cfr. PGM XII 365.
42
Michel, MGBM, p. 304, interpreta «hijo de Erakaks?», mientras que Bonner, SMA, p. 277, lo deja
en blanco.
43
Voz mágica en relación con Bes, pues aparece generalmente acompañando la figura del genio
protector en compañía de Isis lactans, en algunos ejemplos de gemas mágicas. Vid. Brashear, 1995, p. 3600.
44
SMA, 151-152.

383
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

V. EXORCISMOS

Lo que comúnmente denominamos «posesión diabólica» es una enfermedad


mental. Igual que un virus o una bacteria atacan a un cuerpo debilitado, y se multiplican
en él, así el «diablo» se instala en una mente debilitada (por la abulia, el desorden, los
psicotrópicos, o por una enfermedad nerviosa ―la epilepsia― o una lesión cerebral). El
sueño es una fase delicada de la vida/mente humana; representa el no-gobierno de nues-
tros actos, el desorden de ideas, que no emanan de nuestra voluntad. El sueño priva al
hombre de su pensamiento racional ante lo irracional. El sueño es también una fase «cie-
ga» (física y psíquicamente: un individuo «no siente terror» ante un asesino situado a su
lado con una pistola en la mano. Si antes de despertar el asesino dispara sobre la cabeza
del durmiente, éste muere «terroríficamente», pero no hay miedo ni terror: la víctima
dormía plácidamente.
Dicho esto admitiremos que la enfermedad psíquica que denominamos «pose-
sión demoníaca» se produce en mentes enfermas o en estado de indefensión de la mente.
Un cerebro sano es capaz de reaccionar ante una agresión psicológica no deseada, por
ejemplo una pesadilla (despertándonos) o respondiendo a un insulto; pero la mente en-
ferma no tiene respuesta, engulle la pesadilla, la somatiza, la «hace real».
Los antiguos intentaron conocer todo sobre sus sueños, su significado, y sobre sus
agentes, los démones que entran y salen en los cuerpos y modifican la suerte, la salud o
el destino de las personas45. En el universo de la magia, estos démones son dibujados (en
los papiros y en las gemas mágicas), se les convoca, se les hace hablar... Y esto debe ha-
cerlo una persona que tenga poder, que sepa mandar, un técnico que domine las prác-
ticas, es decir, un mago.
Los médicos griegos eran capaces de curar ayudándose de la palabra, o mediante
la palabra, como estudió muy bien P. Laín Entralgo, poniendo en valor el valor tera-
péutico y psicológico de la voz escuchada46. El médico es un técnico, el mago también; e
igual que aquél el mago ―o el exorcista― puede restañar la psique de un «endemo-
niado» mediante la palabra. Un exorcista no puede apalear a un poseso para matar al dia-
blo que lo habita, pues mataría a la víctima y no al espíritu. Éste sólo puede ser vencido,
expulsado, por la fuerza de la palabra. Y no precisamente con palabras amables.

VI. EL PODER DE LA PALABRA: EL NUDO DEL RITUAL EXORCISTA (LA APOPOMPÉ Y LA


EPIPOMPÉ)

El orden y las órdenes asustan al diablo. El ritual exorcista no es otra cosa que una
secuencia ordenada, ceremonial, de la palabra que culmina con la apopompé, la orden de
expulsión, y la epipompé, la expulsión misma.

45
Es el universo de los amuletos protectores y positivos, bien estudiados por Waegeman, 1985; Pe-
rea Yébenes, 2010, pp. 91-143.
46
Laín Entralgo, 1987.

384
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

El exorcista, que es una especie de policía que tiene que echar a un «ocupa», no
puede ser condescendiente, porque no tiene asegurado el éxito, salvo Jesús, del que no se
conoce ningún exorcismo fallido. Quizás por eso, por su efectividad plena, gozara de
gran prestigio entre los magos posteriores47.
El éxito del exorcismo depende de la tensión que el exorcista es capaz de crear
mediante la palabra, delante de la víctima, que es recipiente del diablo (un nekydaimon),
y por tanto está contaminada, sucia, y que «habla a gritos como los locos», como leemos
en distintos pasajes evangélicos. De ahí que para combatir esta impureza, esta anagneia
del cuerpo del poseso, el enemigo, el exorcista tiene que presentarse puro, y poseer
«santidad» (cualidad que, por ejemplo, posee en grado supremo Jesús), o, en su defecto
una casi-santidad que el mago pagano reclama convocando a las potencias divinas y
démones48 que le van a ayudar en el acto. Esas potencias superiores, a su vez, son ayuda-
das o escoltadas por pavredroi, «supernatural assistants»49.
Hemos hablado insistentemente de la importancia del lenguaje imperativo en los
distintos escenarios mágicos. En la ceremonia exorcista el tono de voz va in cres-cendo.
Lo imperativo y lo imperioso (el mando y la prisa) se concentran en la palabra por exce-
lencia, que el exorcista ―como un déspota― lanza por su boca: e[xhlqe, exite (¡sal!)50.
Naturalmente, la orden se dirige al demon maligno que atormenta a una persona, al
endemoniado, que así desaloja el cuerpo.
La verdad es que, a propósito de los exorcismos en el siglo I d. C., pocos textos
son tan elocuentes como los evangelios. La frecuencia de las actuaciones de Jesús como
exorcista, y de sus discípulos, indica que estaba muy instalada la creencia de que los es-
píritus malignos o destructivos podían entrar en una persona y causar su ruina, atacando
a su cuerpo y a su mente. Posiblemente muchos de estos «encantamientos» fuesen crisis
epilépticas.
En los exorcismos, las palabras admonitorias corresponden a una fase concreta
del proceso de expulsión del demon: la llamada apopompé, ajpopomphv (recusatio,
«expulsión») que sigue a la ejecutada en primer lugar, la invocación de la autoridad di-
vina (o autoridades)51 en cuyo nombre se realiza el acto de expulsión diabólica52.

47
Como se lee en el texto PGM IV 3010, que luego analizaremos.
48
En el mundo pagano el término demon no lleva implícita la cualidad de «maligno» (connotación
que sí tiene el sustantivo diablo en la literatura y en las creencias cristianas), sino que también se refiere a «bue-
nos démones», como vemos en la llamada de auxilio que el mago hace a Hermes, a la Buena Fortuna, y al
Buen Demon: oi\dav se, ÔErmh... kai; sunrevp<o>i" su;n Agaqh/' Tuvch/ kai; ∆Agaqw/' Daivmoni (PGM VII 50-52).
49
Ciraolo, 2001.
50
PGM IV 1226-1249. Kotansky (2001, especialmente pp. 261-266) ha puesto el acento en la im-
portancia de las fórmulas imperativas para la eficacia del exorcismo.
51
Fernández Nieto, 2010, 575-580.
52
Kallendorf, 2005, habla de la «retórica del exorcismo», y establece varias fases del exorcismo, a
saber: exordium, narratio, divisio, refutatio, probatio, peroratio (vid. p. 216). El autor se refiere al exorcismo
católicos de época moderna. El autor demuestra una ignorancia supina al no citar, por comparación, las fases
del exorcismo antiguo, ni explica por qué las fases son distintas.

385
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

El siguiente cuadro nos ayudará a comprender esquemáticamente los pasos del


ceremonial exorcista, su orden y su significado:

EXORCISMO
(modelo explicativo)
1 2 3 4
PLEGARIAS ÓRDENES FASE CRÍTICA PLEGARIAS
Letanías Lenguaje vulgar Silencio Rezos
EPIKLERÍA APOPOMPÉ EPIPOMPÉ APOTROPÉ
ejpikleriva ajpopomphv ejpipomphv ajpotrophv
«Convocatoria» «Orden de «Impulsión o «Prevención»
expulsión» trasferencia»
1 2 3 4
ADVOCACIÓN ADMONICIÓN EXPULSIÓN PROFILAXIS
AMULÉTICA

El exorcista pide Órdenes imperati- El diablo abando- Imágenes de las


ayuda y autoridad a vas directas al na violentamente potencias invocadas
las potencias diablo para que el cuerpo exorci- en la fase 1, se colo-
superiores abandone el cuerpo zado y ocupa otro can sobre el cuerpo de
inmediatamente «cuerpo» físico, no la persona exor-
necesariamen-te cizada
humano +
Oraciones «de de-
fensa y protección»

Que fortalecen la Que debilitan al Que debilita Que fortalecen al


voluntad y la capa- diablo (expone) al exorcizado ante
cidad operativa del exorcista nuevos ataques
exorcista
Persona poseída por un demonio Persona liberada del demonio

En la literatura del Próximo Oriente Antiguo se conocen muchos casos de exor-


cismos53, y también en la Biblia hebrea54. En el Nuevo Testamento, la predicación de
Jesús y de sus Apóstoles está plagada de actos de curación exorcista55.
Los exorcismos de Jesús, contados sumariamente en los distintos Evangelios
sinópticos, tienen su momento central en el acto de la apopompé, de la expulsión. Du-
rante la predicación de Jesús en Cafarnaúm, vio «a un hombre poseído por un espíritu

53
Por ejemplo, sobre la magia en el mundo cananeo, Cunchillos, 2001, pp. 19-38, particularmente
pp. 31-32 sobre exorcismos y conjuros.
54
Sobre los exorcismos en el Antiguo Testamento y el mundo judío de después del Segundo Tem-
plo, vid. Bohak, 2008, pp. 88-114. Sobre la magia en el Antiguo Testamento, vid. Piñero, 2001, pp. 41-75. 
55
Sobre los exorcismos en el Nuevo Testamento, remitimos a la monografía de Sorensen, 2002,
passim. Sobre la «historicidad» de los milagros en los evangelios sinópticos, vid. Peláez, 2001, pp. 185-192.

386
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

inmundo, que se puso a gritar». Tras escucharlo, Jesús le conminó diciendo: «Cállate y
sal de él» (Mc 1, 25: Fimwvqhti kai; e[xelqe ejx aujtou'), y «agitándole violentamente, el
espíritu inmundo dio un fuerte grito, y salió de él» (Mc 1, 26: kai; sparavxan aujto;n to;
pneu'ma to; ajkavqarton kai; fwnh'san fwnh'/ megavlh/ ejxh'lqen ejx aujtou')56.
Para Jesús, la práctica exorcista57 formaba parte de su predicación mesiánica:
«Recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios» (Mc 1,
39: kai; h\lqen khruvsswn eij" ta;" sunagwga;" aujtw'n eij" o{lhn th;n Galilaivan
kai; ta; daimovnia ejkbavllwn). Los demonios gozan de libertad en la tierra para per-
petrar sus maldades mientras llega el día del Juicio Final (cfr. Ap 9, 5). En el mundo de
los evangelios, los endemoniados, además de enfermos, están asociados al pecado y a la
impureza, por eso los exorcismos de Jesús se presentan a menudo como «curaciones mi-
lagrosas», y como parte de la idea mesiánica de Jesús, que combate directamente a Sa-
tán, en sus diversas formas. Combatiendo a Satán, destruye su imperio.
Los fariseos, que también hacían exorcismos (cfr. Mt 12, 27)58 y recriminaban a
Jesús que «expulsase a los demonios invocando al Príncipe de los demonios» (Mt 9,
34)59, es decir, Beelzebul (Ou|to" oujk ejkballei ta; daimovnia eij mh; ejn tw'/
Beelzebou;l a[rconti tw'n daimonivwn (Mt 12, 22). Ante esas críticas, Jesús afirma po-
co después: «expulso a los demonios por el Espíritu de Dios» (Mt 12, 28: eij de; ejn
pneuvmati qeou' ejgw; ejkbavllw ta; daimovnia a[ra e[fqasen ejf∆ uJma'" hJ basileiva
tou' qeou').
Una segunda fase del acto de «expulsión demoníaca», que sigue inmediata-mente
a la apopompé, es la epipompé, ejpipomphv, la «impulsión» o «transferencia» del demon
a otra parte. Este mecanismo lo vemos narrado en el Evangelio de Mateo (8, 28), cuando
Jesús cura a dos endemoniados de la región de Gadara, «que salieron a su encuentro sa-
liendo de sus sepulcros, tan furiosos que nadie se atrevía a pasar por aquel camino» (duvo
daimonizovmenoi ejk tw'n mnhmeivwn ejxercovmenoi, calepoi; livan, w{ste mh; isjcuvein

56
Cfr. Mt 9, 32: «[…] le presentaron un mudo endemoniado. Y expulsando el demonio, rompió a
hablar el mudo».
57
Sobre los actos mágicos y teúrgicos de Jesús, por tanto de Jesús como mago, remito al hetero-
doxo pero inapelable (en sus tesis fundamentales) libro de Smith, 1977/1988, particularmente el extenso cap. 7.
Este libro es ignorado, incomprensiblemente, en trabajos posteriores centrados en el estudio de los milagros de
Jesús (por ejemplo la obra coordinada por Aguirre, 2002). Si apartamos del análisis textual e histórico la ter-
quedad de la fe cristiana actual y si comparamos los exorcismos del Nuevo Testamento con los Papiros Grie-
gos de Magia, nadie debería dudar de que en muchos milagros obrados por Jesús o sus discípulos sí hay ma-
gia, tal como la entendían los antiguos. De hecho, algunos papiros mágicos griegos (PGM IV 3020, que luego
comentaremos) invocan en la fase de epiclerética del exorcismo el nombre de Jesús, como se hace igualmente
por parte de los fariseos en tiempos de la predicación apostólica (Hch 19, 13). Sobre esta espinosa cuestión,
que en realidad debería estar meridianamente clara, recomendamos algunas lecturas: Kee, 1992; Idem, 2001,
pp. 217-235. Sobre los milagros de Jesús en particular y su relación con la magia griega, vid. Peláez, 2001, pp.
185-192; Bovon, 2001, pp. 263-287.
58
Una opinión crítica sobre el papel de los fariseos en los evangelios en Smith, 1977/1988, apéndice
A.
59
En el mismo sentido Hch 19, 13.

387
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

tina; parelqei'n dia; th'" oJdou' ejkeivnh"). Los endemoniados suplican a Jesús que,
cuando los libere de los malos espíritus que los atormentan, sean transferidos a una piara
de cerdos (Mt 8, 32). Y, en efecto, tras la orden de expulsión (Jesús dijo, simplemente,
pero en modo imperativo: «Id», ÔUpavgete); y enseguida «salieron los demonios y se fue-
ron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron
en las aguas» (Mt 8, 32: oiJ de; ejxelqovnte" ajph'lqon eij" tou;" coivrous: kai; ijdou;
w{rmhsen pa'sa hJ ajgevlh kata; tou' krhmnou' eij" th;n qavlassan, kai; ajpevqanon
ejn toi'" u{dasin).
Marcos (5, 8-9), aporta el detalle del corto diálogo admonitorio entre el demo-nio
y el exorcista:

―¡Espíritu inmundo, sal de ese hombre! (e[legen ga;r aujtw'/, “Exelqe


to; pveu'ma to; ajkavqarton ejk tou' ajnqrwvpou).
Y (Jesús) le preguntó:
―¿Cuál es tu nombre?
(El diablo) le contesta:
―Mi nombre es Legión, porque somos muchos (Legiw;n o[nomav moi,
o{ti polloiv ejsmen).

Tras el ruego por parte de los demonios de ser transferidos a la piara de cerdos,
«los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara ―unos dos mil―
se precipitó al mar» (Mc 5, 13:kai; ejxelqovnta ta; pneuvmata ta; ajkavqarta eijsh'lqon
eiJ" tou;" coivrou", kai; w{{rmhsen hJ ajgevlh kata; tou' krhmnou' eij" th;n qavlas-
san, wJ" discivlioi).
Lucas (8, 26-30) y Marcos (5, 1-20) sitúan el episodio del exorcismo en Gerasa60,
a más de 50 km de distancia del lago de Tiberíades, por tanto resulta «increíble» el relato
de los cerdos que se precipitan «al mar» o a un lago. Además, en Lucas y Marcos es uno
solo el endemoniado. Quizás se mezclan dos episodios, pero en cualquier caso, el relato
así transmitido muestra claramente la transición apopompé → epipompé, expulsión →
trasmisión (ejxelqovnta... → kai; w{rmhsen).
Jesús confirió a sus discípulos directos el poder de expulsar demonios (Mt 10, 1-
8), e hicieron uso, como es el caso de Pablo: «Dios obraba por medio de Pablo milagros
no comunes, de forma que bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o mandiles que
había usado (Jesús) y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos
(ta; te pneuvmata ta; ponhra; ejkporeuvesqai)» (Hch 19, 12). Así pues, las prendas
usadas por el Maestro son los instrumentos sagrados capaces de expulsar a los demo-
nios.
Las prácticas aparecen, consecuentemente, en los apócrifos neotestamentarios.
Basta citar, a modo de ejemplo, una pasaje de los Hechos de Petro, donde se relata cómo
el apóstol Pedro expulsa a un demonio, con estas palabras:

60
Sobre este episodio, Fillion, 2005, pp. 401-412.

388
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

Tú, demonio, quien quiera que seas, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, sal de
este joven sin dañarlo en absoluto, y muéstrate a los presentes61.

Al oír la admonición de Pedro, el ente diabólico saltó hasta una estatua del
emperador (¿Nerón?) que quedó hecha añicos62, en una clara acción de epipompé.
En el exorcismo, tras la fase de apopompé y la epipompé (es decir, tras el bom-
bardeo de órdenes imperativas al demon que está dentro de la persona, se produce la
expulsión del demon y la reubicación del mismo en otro cuerpo o ente físico), el exor-
cista pasa a otras fases del exorcismo menos violentas: primero, la praxis mágica de
ayuda, consistente, por ejemplo, en la imposición de manos, la recitación piadosa de ora-
ciones, soplar sobre el poseso o tocarlo mediante ramas o amuletos, así como la asper-
sión de agua o la unción con aceite. Finalmente, una vez expulsado el mal, el exorcista
puede proceder a una acción profiláctica que se realizaba sobre el cuerpo herido del
enfermo (el cuerpo y la mente) con la colocación de un amuleto (por ejemplo, una cruz)
para proteger al individuo recién liberado de la posibilidad de ser ocupado de nuevo por
un demon maligno63.
Bastan esas noticias del ambiente judeocristiano, por lo demás bien conocidas, de
exorcismos realizados por Jesús, primero, y luego por algunos de sus discípulos. Interesa
ahora tratar, y en la medida de lo posible comparar, estos exorcismos del Nuevo Testa-
mento con los exorcismos narrados en los Papiros Griegos de Magia64. Veamos tres
textos en los que el universo mágico-exorcista judío está muy presente.

Exorcismo 1: PGM IV 1227-1264:


1227
Pra'xei" gennaiva ejkbavllousa daivmona": lovgo" legovmeno" epi;
th'" kefalh'" aujtou'. 1230Bavle ajle e[mprosqen aujtou' klw'na" ejlaiva" kai;
o[pisqen aujtou' staqei;" levgei˙ xdire fnouqi\nabraam xdire pnoute\nisak
[xa]ire pnoute niakwb ihsous pixrhstos piagios n \ pneuma Tihri nfiwq
eqsarhi nisasfe eqsaxouh nisasfi. 1235 ena iaw sabawq maretetenGom
swbi Sabol ajpo; tou' dei'na satetennousq pai pakqartos ndaimwn
pisadanas eqhiwqf.
1240
ejxorkivzw se, dai'mon, o{sti" pot∆ ou\\n (vox magica): e[[xelqe,
dai'mon, o{sti" pot∆ ou\\n ei\, kai; ajpovsthqi ajpo; dei'na, 1245 a[rti, a[rti, h[dh,
h[dh, e[xelqe, dai'mon, ejpeiv se desmeuvw desmoi'" ajdamantivnoi"
ajdamantivnoi" ajluvtoi", kai; paradivdwmiv se eij"c to; mevlan cavo" ejn tai'"
ajpwleivai".

61
Hch Petr. 11: Et tu itaque, quicumque es daemon, in nomine domini nostri Iesu Christi exi a
iuvene nihil nocens eum; ostende te omnibus adstantibus. Vid. Perea Yébenes, 2008, pp. 175-176. Esta fórmu-
la, muy antigua, siguió utilizándose en los manuales de los exorcistas de todos los tiempos.
62
Una situación similar se da en un exorcismo practicado por Apolonio de Tiana, como puede
leerse en la Vita Apollonii, IV, 20, escrita por el sofista Filóstrato.
63
Chapa, 2002, pp. 138-140.
64
En los tres exorcismos siguientes, tomados de PGM, ofrecemos la traducción de Calvo y Sán-
chez, 1987, ad locum, con las precisiones que se indican en notas siguientes.

389
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

1250
Poivhsi" z∆ klw'na" ejlaiva" a[ra" t[ou;]" me;n e}x dh'son oujra;n
kai; kefalh;n, e}n kaq∆ e}n, tw/' de; eJni; devre ejxorkizwn. kruvbe. ejpravcqh.
ejkbaw;n perivapte tw'/ dei'na fulakthvrion, o} per<i>tivqhsin oJ 1255kavmmwn
meta; to; ejkbalei'n to;n daivmona, ejpi; kassitetivnou petavlou tau'ya
«(voces magicae), fuvlaxon to;n dei'na». kai; a[llo e[cei fulakthvrion, o{pou
to; semei'on touto S.
1227
Práctica perfecta para expulsar démones: Fórmula que se recita sobre su
cabeza (del poseso).
1230
Arroja delante de él ramas de olivo, te pones detrás de él y dices:
(En copto:) «Salve, dios de Abraham; salve, dios de Isaac; salve, dios de
Jacob; Jesús Chrestos, 1230el Espíritu Santo, el Hijo del Padre; El que está por
encima del Siete, el que está dentro del Siete. Invoco a Iao Sabaoth; del que emana
todo poder, (citar nombre del endemoniado), hasta que gobierne al sucio demonio
Satán que está dentro de él.
1240
Te conjuro, demon, quien quiera que seas, por este dios (vox magica);
¡sal, demon, quienquiera que seas, y aléjate de fulano, 1245 pronto, pronto, ya, ya!
¡Sal, demon, pues te ato con cadenas de acero indisolubles y te entrego al negro
caos para tu total destrucción!
1250
Preparación: Toma siete ramas de olivo, ata seis de ellas de punta a
rabo, una por una, y, con la que queda, golpea al hacer el conjuro. Mantenlo oculto.
Ya se ha probado. Después de echarlo (al demonio), 1255rodea al individuo con el
amuleto, que se le colgará al enfermo después de arrojar al demon; sobre la hoja de
estaño escribe lo siguiente: «(voces magicae), guarda a fulano». También tiene
otro amuleto en el cual aparece este signo S.

El texto nos informa sobre algunos detalles que ha de cuidar el exorcista en esta
«práctica perfecta», por ejemplo, que ha de situarse detrás del poseso, tras haber arro-
jado sobre su cabeza ramas de olivo, con finalidad purificatoria. Estas ramas las utilizará
para la expulsión. Particularmente interesante es la convocatoria ―el tempo que hemos
denominado ejpikleriva― que se hace, en copto65, al dios hebreo, con distintas paráfrasis
(«dios de Jacob», etc.), y al propio Jesucristo. El hecho de que la invocación de potencias
esté en copto (no en griego) se, posiblemente, para aumentar su eficacia66. La enumera-
ción de las epiklesis del dios hebreo equivale aquí a una yuxtaposición de nomina
barbara (barbarika; oJnovmata), según la conocida técnica del mago-exorcista que uti-
liza fórmulas o charakteres incomprensibles (para nosotros) pero que basa su eficacia en
su «secreto», como viene a recordarnos Jámblico, de mysteriis 254, 14: «Si un carácter
no tiene sentido para nosotros tanto más magnífico resulta» (aujto; tou'to ejsyin aujtou'
to; semnovtaton).
La interpolación copta es fundamental para comprender el texto griego en su
contexto mágico hebreo. Yahvé y Jesús son convocados como potencias mágicas ópti-

65
Según Betz, 1986, ad locum. La invocación en copto falta en la versión de Calvo y Sánchez,
1987.
66
Fernández Marcos, 1985, p. 103.

390
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

mas capaces de expulsar al demonio Satán que «ensucia» el cuerpo del poseso. El am-
biente y el background judeo-cristiano de esta fórmula se hace evidente en el uso del
término Satán, nombre propio del demonio por antonomasia en el sentido que lo usan
los evangelios. Pero no perdamos la perspectiva de que el texto PGM es pagano, pero
que tiene indudables anclajes en los episodios evangélicos antes mencionados. Por lo
que nos interesa ahora, cabe destacar el lenguaje conminatorio propio de esta ceremonia
de conjuro o limpieza expresada por el verbo ejxorkivzein, el verbo nuclear «expulsar»
(ejxelqei'n), y los adverbios temporales a[rti, a[rti h[dh, h[dh reiterados dos veces.
Este exorcismo contiene las cuatro partes de todo exorcismo: la epiklería (con-
vocatoria), la apopompé (tras atar al demonio, ejpeiv de desmeuvw desmeuvw desmoi'"
ajdaman-tivnoi" ajluvtoi", y conminarle a salir), la epipompé (en la frase paradivdwmiv se
eij" to; mevlan cavo" ejn tai'" ajpwleivai"), y la fase cuarta, la de profilaxis, con la re-
ceta de dos amuletos que ha llevar el individuo recién liberado del demonio67.

Exorcismo 2: PGM IV 3008-3085 (Exorcismo de Pibequis):


Remedio probado, de Pibequis, contra los posesos. Toma aceite de olivas
no maduras con mastigia y pulpa de loto, y ponlo a hervir con mejorana incolora y
di: 3010«(voces magicae), sal de fulano! (lo que desees». 3015En lo tocante a la fabri-
cación del amuleto, escribe en una lámina metálica: (voces magicae), y cuélgala al
cuello del paciente, para espantar a cualquier demon al que tema. Realiza el con-
juro poniéndote de frente. 3020 Ésta es la fórmula del conjuro: «Te conjuro por el
dios de los hebreos, Jesús, iaba, iaê, Abraot, aïa, Tot, ele, elô, aêô, eou, iiibaech,
abarmas, ïabaraou, abelbel, lôna, abra, maroia, brakiôn, tú que te muestras en el
fuego, tú, el que está en medio de la tierra y de la nieve y de la niebla; 3025Tanetis,
que descienda tu ángel, el inexorable, y exorcice al demon que rodea a esta cria-
tura que Dios formó en su santo Paraíso; porque yo te suplico, santo Dios, por
Amón ipsentancho (fórmula). Te conjuro, (voces magicae). 3030Te conjuro a ti, que
fuiste contemplado por Israel en una columna luminosa y en una nube durante el
día, que salvó a su pueblo del Faraón e hizo caer sobre el Faraón las diez plagas
por haberlos desoído. 3035Yo te conjuro, espíritu de todo demon, para que digas de
qué clase eres. Pues yo te conjuro, por el sello que puso Salomón sobre la lengua
de Jeremías y habló.3040
Habla también tú, di de qué clase eres, celeste o aéreo, terrestre o subterrá-
neo, o infernal o Ebuseo o Querseo o Fariseo, di qué clase de espíritu eres. Pues yo
te conjuro, 3045dios portador de luz, indomable, que sabes lo que hay en el corazón
de todo ser vivo, el que ha modelado con tierra la raza de los hombres, el que resu-
cita de la oscuridad y amontona las nubes y humedece la tierra con la lluvia y
3050
bendice sus frutos, a ti, a quien bendice toda fuerza celestial de ángeles, de ar-
cángeles. Te conjuro a ti, gran dios Sabaot, por quien el río Jordán se retiró y el
Mar Rojo, sobre el que caminó Israel, volvió a ser intransitable; 3055 pues yo te con-
juro a ti, que mostraste las ciento cuarenta lenguas e hiciste la distribución según tu
personal mandato. Te conjuro por el que hizo arder a los soberbios gigantes con

67
El amuleto es sólo un complemento o una expresión del exorcismo. Cfr. Kotanski, 2001. 

391
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

huracanes, a quien canta el cielo de los cielos, al que cantan las alas del querubín.
3060
Te conjuro a ti, por el que puso montes alrededor del mar o un muro de arena y
le ordenó no traspasarlo. Y le obedeció el abismo.
También obedéceme tú, cualquier espíritu demoníaco, 3065porque yo te
conjuro por el que pone en movimiento a los cuatro vientos desde los sagrados
eones, el que tiene forma de cielo, de mar, de nubes, portador de luz, indomable.
Te conjuro por el que está en la Jerusalén pura, 3070para quien arde el fuego inextin-
guible eternamente, con su nombre santo; Iaeo baphremenemoun (fórmula), ante
el que tiembla el infierno de fuego y las llamas arden a su alrededor y el hierro se
quiebra, y toda montaña tiembla desde sus cimientos. 3075Te conjuro, cualquier
espíritu demoníaco, por aquel que vigila sobre la tierra y hace temblar sus cimien-
tos y lo hizo todo de la nada para que existiera. Te conjuro a ti, el receptor de este
conjuro, a que no comas cerdo, 3080y se te someterá todo espíritu y demon de la
clase que sea.
Al hacer el conjuro, sopla una vez, enviando el soplo desde las puntas de
los pies hasta la cara, y será arrojado fuera. 3085Consérvate puro: pues la fórmula es
hebrea y se guarda entre hombres puros.

Igual que en el texto precedente, también en este vemos cómo el mago ―esta vez
de nombre conocido: Pibequis― invoca en la fase epiclerética el nombre de Jesús: «Te
conjuro por el dios de los hebreos, Jesús» (oJrkivzw se kata; tou' qeou' tw'n ÔEbraivwn
∆Iesou'). Invocar a Jesús para sacar a un hombre de un espíritu aparece ya en un episodio
de exorcismo fallido de unos fariseos, acaecido en Éfeso, como leemos en los Hechos de
los Apóstoles68. En el mundo de la magia pagana griega, más tardía, Jesús es una aucto-
ritas magica, es el punto final de una secuencia de «magos» vetero-testamentarios de re-
conocido prestigio y eficacia. En efecto, en el mundo de la magia griega (escrita en grie-
go), de época romana, hay un claro anclaje en el mundo hebreo, pues a algunos persona-
jes señeros del Antiguo Testamento se les atribuyen secularmente ―desde el paganis-
mo― poderes mágicos: por ejemplo, Moisés, Abraham, Isaac, Jacob, Salomón, Daniel.
Estos personajes son citados profusamente en los Papiros Griegos de Magia. Los magos
paganos tenían conocimiento de los poderes especiales, «mágicos», de estos personajes
bíblicos a través de lecturas parciales de la Septuaginta69. De algunos de ellos incluso lle-
garon a grabarse sellos y amuletos profilácticos70 en los siglos III-V, época de los PGM.

68
Hch 19, 13-16: «Algunos exorcistas judíos ambulantes (tw'n periercomevnwn ∆Ioudaivwn ejxo-
rkistw'n) intentaron también invocar el nombre de Jesús sobre los que tenían espíritus malos, y decían: «Os
conjuro por Jesús (Orkivzw uJma'" to;n ∆Ihsou'n) a quien predica Pablo». (Los exorcistas) que hacían esto eran
siete, hijos de un tal Esceva, sumo sacerdote judío. Pero el espíritu malo les respondió: «A Jesús le conozco, y
a Pablo, pero ¿vosotros quiénes sois?». Y arrojándose sobre ellos el endemoniado, dominó a unos y a otros, y
pudo con ellos, de forma que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y cubiertos de heridas».
69
Deissmann, 1896, pp. 21-54; Bohak, 2008, pp. 63, 71, 108, 213. Resulta chocante que los magos
sólo tengan conocimiento de los exorcismos narrados en la Septuaginta y de los evangelios sinópticos, pero no
hay mención alguna a los Apóstoles, que en Hechos, y en los apócrifos neotestamentarios, realizan numerosos
actos de exorcismo.
70
Finney, 1995, pp. 140-166; Bohak, 2008, pp. 114-123.

392
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

En este exorcismo, las referencias a prodigios y personajes del Antiguo Testa-


mento son constantes: así, se evocan las diez plagas que Yahvé mandó al pueblo egip-
cio blasfemo (versos IV 3030-3034), y se conjura al espíritu demónico en nombre del
poder mágico de Salomón y a la cualidad profética de Jeremías (versos IV 3035-3040).
Tras unos versos de reminiscencia apocalíptica, con evocación de ángeles y arcángeles
(versos IV 3035-3051), se llama a la fuerza exorcizante de Jesús, que fue capaz de hacer
un prodigio verdaderamente meritorio, caminar sobre las aguas71, y la «ruptura» del Mar
Rojo para que fuera atravesado a pie por el pueblo judío. Sabaot (epiklesis de Yahvé) es
el que ordena y es el invocado imperativamente en el papiro. No falta el toque gnóstico
con la alusión a los eones, evocados igualmente en tono apocalíptico, tan característica
de gran parte de esta literatura. Se insiste en el hecho de la pureza, y en tabú hebreo de la
ingestión de carne de cerdo (IV 3079-3080).
El acto conminatorio de la apopompé el mago es descrito en esta ocasión con
cierto tono poético: «Al hacer el conjuro, sopla una vez, enviando el soplo desde las pun-
tas de los pies hasta la cara, y será arrojado fuera» (IV 3081-3084: oJrkivzwn de; fuvsa a∆
ajpo; a[krwn tw'n podw'n ajfaivrwn to; fu;shma e{w" tou' proswvpou, kai; eijskriqhv-
setai). En este acto culminante de la emisión de la orden expulsa al demonio fuera del
cuerpo del enfermo, observamos dos circunstancias comunes a los exorcismos: por un
lado, el hecho de que el exorcista no llegue a tocar, ni siquiera a rozar físicamente al en-
demoniado ―lo que ha de relacionarse con el hecho de que el exorcista ha de mante-
nerse siempre puro, antes y durante el acto de la «limpieza»―; y, por otro, la pronuncia-
ción, directa o indirecta (en tercera persona) del término «expulsar» (ejxelqei'n), la
palabra-clave en el acto exorcista.
El texto concluye reiterando dos conceptos rituales y culturales propios de (este)
acto exorcista: la pureza (del exorcista y del ritual), como se indica en la frase fuvlasse
kaqarov", y la «fórmula hebrea», ejsti;n ÔEbrai>ko", como paradigma de eficacia mágica.
Aunque pueda chocarnos, Jesús es, para el mago pagano, el modelo de exorcista: él es
quien más veces, más eficazmente, y con más autoridad, expulsó demonios, por lo cual
él mismo es invocado, no ya como mago-exorcista, sino como un verdadero demon
redivivo. Por tal razón resulta pertinente relacionar estos textos con los pasajes evangé-
licos citados antes.

Exorcismo 3: PGM V 96-172:

Se trata de la inscripción de Yeu, que escribe en jeroglífico en la carta lo siguien-


te:

71
Mc 6, 45-52; Jn 6, 19ss. Este prodigio aparece también en la literatura griega: Luciano, Filo-
pseudes, 13. Y un papiro mágico promete que un poderoso demonio hará capaz a quien lo posea de caminar
sobre el agua: PGM I, 121: «[El demonio] te elevará en el aire y de nuevo te arrojará al torbellino de los ríos
que van al mar y a las corrientes de los mares; solidificará ríos y el mar en un momento y como quieras, para
que camines firmemente sobre ellos (phvxei de; potamou;" kai; qavlass[an sunt]ovmw" kai; o{pw"
ejndiatrevch/" stadivw", wJ" bouvlei)».

393
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

Te invoco a ti, el Acéfalo, el que creó tierra y cielo, 100 el que creó noche y
día, a ti, el que creó la luz y las sombras. Tú eres Osiris, el benefactor, que jamás
fue visto por nadie, tú eres Iabas, tú eres Iapos, tú separaste lo justo de lo injusto, 105
tú hiciste mujer y hombre, tú mostraste semilla y frutos, tú hiciste que los hombres
se amaran y se odiaran recíprocamente. Yo soy Moisés tu profeta, 110 a quien entre-
gaste tus misterios que son celebrados por Israel, tú mostraste lo húmedo y lo seco
y todos los alimentos. Escúchame. Yo soy un ángel del Faraón Osoronofris. Éste
es tu nombre verdadero, el que se ha dado 115 a los profetas de Israel. Escúchame,
Arbatiao, (voces magicae) Ibaot Iao. Escúchame y aleja a este demonio.
120
Te invoco a ti, el dios terrible e invisible que estás en el pneuma vacío:
(voces magicae), sagrado Acéfalo, libera a fulano del demon 125 que lo posee,
(voces magicae) Adonáis: (voces magicae): Abrasax: aeoolith, poderoso Acéfalo,
130
libera a fulano del demon que lo posee, (voces magicae) Abraot: libera a fulano,
Abaot, Abaot, masim Isaac, Sabaot, Iao. Éste es el señor de los dioses. 135 Éste es el
señor de la tierra. Éste es aquél a quien los vientos temen, éste es el que creó todo
con una orden de su propia voz. Señor, rey, dominador, defensor, 140salva el alma
Isu (voces magicae) Iaot (voces magicae) Abrasax (voces magicae) Adonais rápi-
do rápido, mensajero de buenas nuevas del dios (voces magicae).
Yo soy el demon Acéfalo, el que tiene la vista en los pies, 145 el poderoso,
el que tiene el fuego inmortal. Yo soy la verdad, el que odia que haya injusticias en
el mundo. Yo soy el que relampaguea y truena. 150 Yo soy aquel cuyo sudor cae
sobre la tierra como lluvia para que produzca. Yo soy aquel cuya boca fulgura a
través del Todo. 155 Yo soy el que crea y el que aniquila. Yo soy la Gracia de Eón,
mi nombre es un corazón rodeado por una serpiente. Sal y acompáñame.
160
Rito de la práctica referida. Escribe el nombre en un papiro nuevo;
extiéndete desde una sien a la otra y apela a los seis nombres, diciendo frente al
Norte: 165 «Pon bajo mis órdenes a todos los demonios, para que me escuche todo
demon celeste y aéreo y terrestre y subterráneo y de tierra firme y acuático, y toda
orden y castigo de dios». 170 Y todos los démones serán tus servidores. Ésta es la
figura benéfica :

El texto es más ecléctico que los dos anteriores. En este texto griego se mezclan,
en la fase invocativa o epiclerética, elementos culturales egipcios ―Osiris, el Acéfalo―,
el mundo mágico hebreo, más o menos implícito o explícito ―Iao, Abaot (por Yahvé
Sabaot), Isaac, Isu (= Iesu?), mención a Moisés y a los profetas―, el universo griego
mágico ―bien representado por Abraxas―, y el gnosticismo ―alusión a la «gracia del
eón» y a las serpientes. Interesa, en la fórmula exorcista, una vez más, el carácter conmi-
natorio de la frase exacta que ordena la sumisión de los démones así: uJpovtaxovn moi
pavnta ta; daimovnia, i{na moi h\n uJphvkoo" pa'" daivmwn oujravnio" kai; aijqerio"
kai; ejpivgeio" kai; uJpovgeio" kai; cersai'o["] kai; pa'sa ejpipomphv kai; mavstix hJ
qeou' (versos V 165-170).
Diferimos en este pasaje de otras traducciones, y damos como la mejor, al final
del párrafo, kai; pa'sa ejpipomph; kai; mavstix, la siguiente, ya indicada antes: «toda
orden y castigo divino», siendo éstos los vocablos-clave del exorcismo, es decir, expre-
sión de la sumisión del demon mediante una orden imperativa vocalizada pronunciada
inmediatamente antes.

394
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

CONCLUSIONES

La llamada «magia popular» o «no filosófica» se servía en el mundo greco-


romano de varios soportes escriturarios. Los más frecuentes son los papiros, las tablillas
de imprecación y los amuletos (gemas y laminillas profilácticas)72, de los que hemos
recogido algunos ejemplos en el presente estudio. Nuestra selección de textos reúne
aquellos casos en que las fórmulas mágicas son claramente admonitorias, conminatorias,
siendo (en magia) frecuentísima la combinación de una orden imperativa (que viene
expresada, naturalmente, en el verbo en tiempo imperativo) y la «imperiosidad», la prisa,
para que la orden del mago sea obedecida con celeridad. Estos testimonios son, en todos
los casos, «las palabras del mago», llevadas al escrito más o menos directamente tras una
consulta mágica, hecha directamente al mago o consultando un repertorio «mágico» es-
crito supuestamente por un experto en esta arte. En el teatro mágico, observamos un cla-
ro reparto de papeles, un reparto dual y desigual: el que ordena y el que obedece, es de-
cir, el mago y el espíritu (malo o bueno) al que aquel invoca para que haga su voluntad
(mala o bienintencionada).
Este sistema de jerarquización de los papeles y del lenguaje es, indudablemente,
una forma extrema de persuasión, muy alejado de la técnica sutil de la retórica literaria,
política o judicial. Aquí la estética del lenguaje se subsidia a la eficacia de la orden, a la
urgencia de la necesidad, a la manipulación del destino que se quiere detener o cambiar.
Es el hombre el que convoca a los espíritus de los muertos para manipularlos como un
titiritero maneja un tablado de marionetas. Y tiene una sola o principal arma: la palabra.
También hemos estudiado las fórmulas y el lenguaje conminatorio de los exorcis-
mos, en el germen de la religión y de la magia cristiana (es decir, en los evangelios) así
como en algunos ejemplos de exorcismos de los Papiros Griegos Mágicos, que, sorpren-
dentemente, buscan en el mundo hebreo, y en la figura de Jesús en particular, la autori-
dad para ejecutarlos. En los exorcismos, la figura del endemoniado, a medias entre el
loco y el epiléptico (en cualquier caso un enfermo), es el destinatario de las órdenes. En
todos los casos, mago o exorcista, éste se muestra superior al espíritu al que quiere domi-
nar o expulsar mediante órdenes pronunciadas en voz alta y con urgencia. Esta superio-
ridad viene establecida por las características del mago-exorcista, particularmente por su
pureza y su santidad. La pureza es un estado adquirido, la santidad o la sacralidad es un
don que poseen ciertos individuos (como es el caso de Jesús o de otro theoi andres del
mundo antiguo) o bien, en su defecto, la pureza puede adquirirse circunstancialmente
para la ejecución de la ceremonia mágica mediante la invocación de potencias superio-
res, que «prestan su ayuda» temporalmente al mago. De ahí la «urgencia» que se solicita
en la ejecución de la práctica. Este poder natural y/o adquirido es lo que dota al mago de
una auctoritas verdaderamente extraordinaria, que en el acto mágico se verbaliza con
frases despóticas que ponen en evidencia la debilidad del espíritu; éste obedece y se pone
al servicio del mago en la magia común, y obedece y huye en los exorcismos.

72
Betz, 2005, 5573-5574.

395
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

BIBLIOGRAFÍA

ABREVIATURAS

DT = Defixionum Tabellae (Audollent, 1904/1967).


DTA = Defixionum Tabellae Atticarum (Wünsch, 1897).
MG = Magische Gemmen (Michel, 2004).
MGBM = Magischen Gemmen im Britischen Museum (Michel, 2001).
GMA = Greek Magical Amulets (Kotansky, 1994).
PGM = Papyri Graecae Magicae (Preisendanz, 1931/1974 → Betz, 1986/1992 →
Calvo y Sánchez, 1987).
SGD = Survey of Greek Defixiones (Jordan, 1988).
SGG I-II = Syllogue Gemmarum Gnosticarum (Mastrocinque, 2003 y 2007).
SMA = Studies in Magical Amulets (Bonner, 1950).
Suppl.Mag. = Supplementum Magicum (Daniel y Maltomini, 1989 y 1992).
TGM = Textos griegos de maleficio (López Jimeno, 2001).

ESTUDIOS

Audollent, A., Defixionum Tabellae, Paris, 1904 (reimp. Frankfurt, 1967).


Barb, A.A., «Bois du sang. Tantale», Syria 29 (3/4), 1952, pp. 271-284.
―, «Diva Matrix: A Faked Gnostic Intaglio in the Possession of P.P. Rubens and the
Iconology of a Symbol», Journal of the Warburg and Courtanld Institutes 16 (3/4),
1953, pp. 193-238.
―, «Magica Varia», Syria, 49, 1972, pp. 343-370.
Betz, H. D., The Greek Magical Papyri in Translation. Including the Demotic Spells,
Chicago, 1986 [2ª edición revisada, Chicago/London, 1992].
―, «Jewish Magic in the Greek Magical Papyri (PGM VII.260-71)», en P. Schäfer y
H. G. Kippenberg (eds.), Envisioning Magic. A Princeton Seminar and
Symposium, Leiden/New York/Köln, 1997, pp. 45-63.
―, «Magic in Greco-Roman Antiquity», en L. Jones (ed.), Encyclopedia of Religion
(Second Edition), New York, 2005, Vol. 8, pp. 5572-5577.
Biblia de Jerusalén. IV. Nuevo Testamento. Madrid, 2006.
Blau, L., Das altjüdische Zauberwesen, Budapest, 1898 (reimpresión en Graz, Austria,
1974).
Bohak, G., Ancient Jewish Magic. A History, Cambridge, 2008.
Bonner, C., Studies in Magical Amulets, Chiefly Greco-Egyptian, Ann. Arbor, 1950.
Bovon, F., «Milagro, magia y curación en Hechos Apócrifos de los Apóstoles», en A.
Piñero (ed.), En la frontera de lo imposible: magos, médicos y taumaturgos en el
Mediterráneo antiguo en tiempos del Nuevo Testamento, Córdoba, 2001, pp. 263-
287.
Brashear, W. M., «The Greek Magical Papyri; an Introduction and Survey; Annotated
Bibliography (1928-1994) », ANRW II.18.5, 1995, pp. 3380-3684.

396
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

Calvo, J. L. y Sánchez, Mª D., Textos de magia en Papiros griegos, Madrid, (BCG 105),
1987.
Chapa, J., «Exorcistas y exorcismos en tiempos de Jesús», en R. Aguirre (ed.), Los
milagros de Jesús. Perspectivas metodológicas plurales, Estella, 2002, pp. 141-
143.
Ciraolo, L. J., «Supernatural Assistants in the Greek Magical Papyri», en M. Meyer y P.
Mirecki (eds.), Ancient Magic and Ritual Power, Boston/Leiden, 2001, pp. 279-
295.
Cunchillos, J. L., «Medicina, milagro y prácticas mágicas en el mundo cananeo», en A.
Piñero (ed.), En la frontera de lo imposible: magos, médicos y taumaturgos en el
Mediterráneo antiguo en tiempos del Nuevo Testamento, Córdoba, 2001, pp. 19-
38.
Daniel, R. W., «Some Magical Gemstones in the British Museum», Zeitschrift für
Papyrologie und Epigraphik 142, 2003, pp. 139-142.
Daniel, R. W. y Maltomini, F., Supplementum Magicum I, Opladen, 1989.
―, Supplementum Magicum II, Opladen, 1992.
Deissmann, G. A., Bibelstudien, Marburgo, 1895.
Delatte, A. «La Clef du Matrice», Le Musée Belge, 18, 1914, pp. 75-88.
Delatte, A. y Derchain, Ph., Les Intailles magiques gréco-romaines égyptiennes,
Bibliothèque nationale, département des Médailles, Paris, 1964.
Faraone, Chr. A., «The Agonistic Context of Early Greek Binding Spells», en Chr. A.
Faraone y D. Obbink (eds.): Magika Hiera: Ancient Greek Magic and Religion,
New York/Oxford, 1991. pp. 3-32.
Faraone, C.A.: “Does Tantalus Drink the Blood, or Not? An Enigmatic Series of
Inscribed Hematite Gemstones”, en U. Dill, y Chr. Walde (eds.), Ancient Myth /
Antike Mythen. Media, Transformations and Sense-Constructions / Medien,
Transformationen und Konstruktionen, Berlin/New York, 2009, pp. 203-228.
Faraone, Chr. A. y Obbink, D. (eds.), Magika Hiera: Ancient Greek Magic and Reli-
gion, New York/Oxford, 1991.
Fernández Marcos, N., «Motivos judíos en los papiros mágicos griegos», en VV.AA.,
Religión, superstición y magia en el mundo romano, Cádiz, 1985, pp. 101-128.
Fernández Nieto, F. J., «A Visigothic Charm from Asturias and the Classical Tradition
of Phylacteries Against Hail», en R. L. Gordon y F. Marco Simón (eds.), Magical
Practice in the Latin West Papers from the International Conference held at the
University of Zaragoza (30 Sept.-1 Oct. 2005), Leiden, 2010, pp. 551-599.
Festugière, A., «Pierres magiques de la Collection Kofler (Lucerne)», Mélanges de
l’Université Saint Joseph, 37 (17), 1961, pp. 287-293.
Fillion, L.-Cl., Los milagros de Jesucristo. El enigma explicado desde la perspectiva
racional y la mirada religiosa, Barcelona/México 2005.
Finney, P. C., «Abraham and Isaac Iconography on Late-Antique Amulets and Seals:
The Western Evidence», Journal of Ancient Civilization, 38, 1995, pp. 140-166.
Frankfurter, D., «The Magic of Writing and the Writing of Magic: The Power of the
Word in Egyptian and Greek Traditions», Helios, 21 (2), 1994, pp. 189-221.

397
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

Gager, J., Curse Tablets and Binding Spells from the Ancient World, Oxford, 1992.
Jordan, D. R., «Two Inscribed Lead Tablets from a Well in the Athenian Kerameikos»,
Mitteilungen des deutschen Archäologischen Instituts. Athenische Abteilung, 95,
1980, pp. 225-239.
―, «A Survey of Greek Defixiones not Included in the Special Corpora», Greek,
Roman and Byzantine Studies, 26, 1985, pp. 151-197.
―, «A Love Charm with Verses», Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik, 72,
1988, pp. 245-259.
―, «New Greek Curse Tablets (1985-2000)», Greek, Roman and Byzantine Studies,
41, 2000, 5-46.
Kallendorf, H., «The Rhetoric of Exorcism», Rhetorica: A Journal of the History of
Rhetoric, 23, 2005, pp. 209-237.
Kee, H. C., Medicina, milagro y magia en tiempos del Nuevo Testamento, Córdoba
1992.
―, «¿Hay magia en el Nuevo Testamento?», en A. Piñero (ed.), En la frontera de lo
imposible: magos, médicos y taumaturgos en el Mediterráneo antiguo en tiempos
del Nuevo Testamento, Córdoba 2001, pp. 217-235.
Kotansky, R., «Incantations and Prayers on Inscribed Greek Amulets», en Chr. A. Fa-
raone y D. Obbink (eds.): Magika Hiera: Ancient Greek Magic and Religion, New
York/Oxford, 1991. pp. 107-137.
―, Greek Magical Amulets. The Inscribed Gold, Silver, Copper and Bronze
‘Lamellae’, pt. 1, Texts of Known Provenance, Opladen, 1994.
―, «Greek exorcistic amulets», en M. Meyer y P. Mirecki (eds.), Ancient Magic and
Ritual Power, Boston/Leiden, 2001, pp. 243-277.
Kropp, A., «How does Magical Language Work? The Spells and of the Latin defixio-
num tabellae», en: R.L. Gordon / F. Marco Simón (eds.), Magical Practice in the
Latin West. Papers from the International Conference held at the University of
Zaragoza (30 Sept.-1 Oct.), Leiden/Boston, 2010, pp. 357-380.
Laín Entralgo, P., La curación por la palabra en la antigüedad clásica, Barcelona, 1987.
Lancelloti, M. G., «Médecine et religion dans les gemmes magiques», Revue de l’his-
toire des Religions, 218 (4), 2001, pp. 427-456.
López Jimeno, A., Nuevas tabellae defixionis áticas, Amsterdam, 1991.
―, Textos griegos de maleficio, Madrid, 2001.
Mastrocinque, A. (ed.), Sylloge gemmarum gnosticarum, Monografia 8.2.1, del
Bollettino di numismatica, 2, 2007, Roma, 2003.
Michel, S., Die Magischen Gemmen im Britischen Museum, Londres, 2001 (2 vols.).
―, Die Magischen Gemmen. Zu Bildern und Zauberformeln auf geschnittenen Steinen
der Antike und Neuzeit, Berlín, 2004.
Németh, G. y Canós i Villena, I., «ORWRIOUQ in Vilabertrán», Zeitschrift für Papyrolo-
gie und Epigraphik, 130, 2000, pp. 139-142.
Nueva gramática española. Manual. Madrid, 2010.
Ogden, D., Magic, Witchcraft and Ghosts in the Greek and Roman Worlds. A Source-
book, Oxford, 2002.

398
Sabino PEREA YÉBENES y Domingo SAURA ZORRILLA
El lenguaje coactivo en la magia grecorromana y en los exorcismos

Peláez, J., «Los milagros de Jesús en los evangelios sinópticos. Posibilidad de historici-
dad», en A. Piñero (ed.), En la frontera de lo imposible: magos, médicos y tauma-
turgos en el Mediterráneo antiguo en tiempos del Nuevo Testamento, Córdoba,
2001, pp. 185-192.
Perea Yébenes, S., «Demonios, exorcismos y emperadores en los Hechos del Apóstol
Pedro», Ilu, Revista de Ciencias de las Religiones, 13, 2008, pp. 167-181.
―, «Magia, amuletos y supersticiones de materia medica en el libro I de Kyranides»,
en J. A. Álvarez-Pedrosa y S. Torallas (eds.), Edición de textos mágicos de la Anti-
güedad y de la Edad Media, Madrid, 2010, pp. 91-143.
―, «Amuletos griegos, una mitología extravagante, una fe alternativa. El ejemplo de
Tántalo, el bebedor de sangre», en E. Calderón y A. Morales (eds.), EUSÉBEIA.
Estudios sobre religión griega, Madrid, 2011, pp. 273-322.
Piñero, A. (ed.), En la frontera de lo imposible: magos, médicos y taumaturgos en el
Mediterráneo antiguo en tiempos del Nuevo Testamento, Córdoba/Madrid, 2001.
Piñero, A., «La magia en el Antiguo Testamento», en A. Piñero (ed.), En la frontera de
lo imposible: magos, médicos y taumaturgos en el Mediterráneo antiguo en tiem-
pos del Nuevo Testamento, Córdoba/Madrid, 2001, pp. 41-75.
Preisendanz, K., Papyri Graecae Magicae. Die Griechischen Zauberpapyri, Leipzig,
1931 (= Stuttgart, 1974).
Pocetti, P., «Manipolazione della realtà e manipolazione della lingua: alcuni aspetti dei
testi magici dell’antichità», en R. Morresi (ed.), Linguaggio - Linguaggi. Inven-
zione - Scoperta. Atti del Convegno (Macerata-Fermo, 22-23 ottobre 1999), Ro-
ma, 2002, pp. 11-59.
Ritner, R. K., «A Uterine Amulet in the Oriental Institute Collection», Journal of Near
Eastern Studies, 43 (3), 1984, pp. 209-221.
Seyrig, H., «Invidiae Medici», Berytus, 1, 1934, pp. 1-11.
Smith, M., Jesus the Magician, San Francisco, 1977 (hay traducción española: Jesús el
mago, Barcelona, 1988).
Sorensen, E., Possession and Exorcism in the New Testament and Early Christianity,
Tübingen, 2002.
Tambiah, S. J., «The Magical Power of Word», Man, 3, 1968, pp. 175-208 [reproduci-
do en Idem, Culture, Thought and Social Action. An Anthropological Perspective,
Cambridge (Mass.), 1985, pp. 17-59].
Waegeman, M., Amulet and Alphabet. Magical Amulets in the First Book of Cyranides,
Amsterdam, 1987.
Wünsch, R., Defixionum Tabellae Atticarum (= IG III, 3), Berlín, 1897.

399

También podría gustarte