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CASO DE ANTROPOLOGÍA FORENSE - EL CASO DE

Título
JUANA P. Z.
Nombres y Apellidos Código de
estudiantes
Autor/es Keli Rosario canal vaca 201506426
Flores Alvares Romina 34700
Ingrid Jhovana Borda Paniagua 201501654
Fecha 26/11/2018

Carrera Odontología
Asignatura Antropología Física
Grupo “A”
Docente DR.MSC. GONZALO AMIR CASTELLON GUEVARA
Periodo Académico 2018- II
SIIsede Cochabamba - Bolivia
ESTUDIO DE CASOS:

CASO DE ANTROPOLOGÍA FORENSE - EL CASO DE JUANA P. Z.

Juana P. Z. de sexo femenino, de 25 años de edad, de origen caucásico y de


nacionalidad mexicana desaparece en 2011 y todo el caso presenta irregularidades. Los
familiares recurrieron a peritos forenses externos para tener la certeza de que los
restos de su hija son los que enterraron. Esta es la ruta que se siguió para encontrar la
verdad del caso.

Juana P. Z. desapareció el 31 de julio de 2011 en el municipio de Santa Catarina, Nuevo


León. Iba acompañada de su jefe, Julio César Santos Domínguez, mientras se dirigían al
trabajo en una constructora en la que ella servía comida.

En el trayecto tuvieron un pequeño accidente automovilístico en la avenida Luis


Donaldo Colosio, de Santa Catarina, sin mayores consecuencias. Juana P. Z., llamó a su
hermano Abraham para contarle lo sucedido y mientras lo hacía llegó un policía de
tránsito al lugar, que le pidió que apagara su teléfono. Nunca más se supo de ella ni de
su acompañante.

Al día siguiente, el 1 de agosto, apareció con cinco agujeros de bala la camioneta en la


que viajaban en una zanja de la carretera Monterrey–Saltillo. El 31 de julio, luego de
hablar por teléfono con Juana P. Z., Abraham llegó a la mencionada avenida Luis
Donaldo Colosio para averiguar qué había sucedido y se encontró con la policía,
quienes le preguntaron por qué se detenía en el lugar. Al ver que no estaba Juana P. Z.,
Abraham les informó a sus padres y ellos denunciaron ante la Procuraduría General de
Justicia del Estado de Nuevo León (PGJENL) la desaparición de su hija y de su
acompañante.

A partir de ese momento, su vida se convirtió en un martirio incesante durante los


siguientes cuatro años.

―En octubre de 2013 fuimos a checar el expediente. En él encontramos varias


inconsistencias: las tallas de la ropa encontrada en la fosa común donde la policía decía
haber hallado a la chica no concordaban con las de la joven‖.

La búsqueda de los restos.-

El 4 de octubre de 2012, poco más de un año después de la desaparición de la joven,


sus familiares recibieron información, por parte de personas cercanas a ellos, que en el
paraje La Huasteca, de Santa Catarina, se había encontrado una fosa con restos
humanos.

Al llegar al lugar, con la esperanza de que entre esos restos se hallara el de Juana P. Z.,
elementos del Ejército mexicano que custodiaban el sitio los amenazaron con
detenerlos e incluso los acusaron de que la manta que traían (en la que se veía una

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foto de Juana P. Z.) era una ―narcomanta‖, según señala un comunicado de prensa de
las Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Nuevo León (FUNDENL),
organización dedicada a la búsqueda de los desaparecidos en esa entidad y que ha
acompañado a la familia de Juana P. Z. durante todo este tiempo.

Unos días más tarde, el 17 de octubre, otra llamada marcó el futuro inmediato de los
familiares de Juana P. Z. La PGJENL notificó a Joana Zeballos, la madre de Juana P. Z, el
hallazgo de los restos de su hija. La procuraduría le entregó dos bolsas negras de
plástico con huesos sin identificar y le dijeron que habían estado en el Servicio Médico
Forense (SEMEFO) todo ese tiempo.

Estos huesos tenían las siguientes características a la examinación macroscópica:

• Cráneo que tiene las siguientes características.- Apertura nasal: Ancha, Orbitas:
Cuadradas, Prognatismo: Alveolar. Frente: Inclinada hacia atrás, Dientes:
Grandes, Apófisis Mastoides: Grande, Mentón: Cuadrado. Con cierre de la
sutura sagital.
• Pelvis, que tiene las siguientes características.- Articulación sacro ilíaca grande,
rama isquiopubiana convexa, estrecho superior en forma de corazón, ángulo
subpubiano agudo y estrecho. A nivel de la sínfisis pubiana la superficie es
acortada por erosión secundaria, alteración de los contornos, destrucción de los
bordes.
• Fémur derecha e izquierda.- Ambas con gran eje marcada curva, diámetros
verticales de las cabezas: 41 mm aproximadamente; diámetros verticales de los
cuellos: 29,5 mm aproximadamente.

En ese momento, la policía le sugirió a la familia de Juana P. Z. que incinerara los restos
inmediatamente, argumentando que eso sería lo más barato, recuerda Leticia Hidalgo,
integrante de FUNDENL. Sin embargo, la familia decidió enterrarlos en el Panteón
Santo Cristo de García, Nuevo León, en el lote 102 de la sección 31. A pesar de que los
restos de Juana P. Z. fueron entregados y enterrados, las irregularidades del caso
mantenían a la familia inquieta. Leticia Hidalgo, madre de Roy Rivera, quien
desapareciera el 11 de enero de 2011, acompañó a Joana Zeballos a la procuraduría a
consultar el expediente de su hija.

―En octubre de 2013 fuimos a checar el expediente. En él encontramos varias


inconsistencias: las tallas de la ropa encontrada en la fosa común donde la policía decía
haber hallado a la chica no concordaban con las de la joven, y los restos los habían
entregado en bolsas negras de basura con tierra‖, explica Hidalgo.

Primero, surgió la duda de por qué los restos aún tenían tierra si ya habían pasado en
el SEMEFO tanto tiempo, y luego Joana Zeballos y Leticia Hidalgo tuvieron más
preguntas, que al final las llevaron a dudar de que los restos que habían enterrado no
fueran de Juana P. Z.

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―El mismo agente que nos acompañaba mientras revisábamos el expediente nos
decía: No coincide, ¿verdad?‘‖, recuerda Hidalgo. ―Ahí, nos dimos cuenta que no
éramos las únicas que dudábamos. Nosotros, como familiares, siempre tenemos la
esperanza que no sean, pero que un delegado te lo diga, te reaviva los
cuestionamientos‖.

Un comunicado de FUNDENL emitido el 17 de febrero pasado señala, como otras


inconsistencias del caso, que la notificación de la localización de los restos de Juana P.
Z. no la hizo la PGJENL, sino conocidos de la familia, y que el Registro Civil emitió el
certificado de defunción el 10 de octubre de 2012, con información errónea, donde se
dice que la joven falleció en su domicilio de causas desconocidas.

Estas inconsistencias orillaron a que la familia de Juana P. Z. junto con el FUNDENL


enviara un reporte a un antropólogo forense en Querétaro para conocer su opinión
profesional al respecto. Él les respondió que las inconsistencias sí justificaban las
dudas, y que deberían hacer un peritaje externo.

El perito, siendo hermano de una compañera solidaria con la organización, incluso se


ofreció para realizar el peritaje externo de manera gratuita y se comprometió a buscar
al equipo de trabajo y el laboratorio para cotejar los exámenes de ADN. Sin embargo,
dada la complicación logística al tener que viajar a Monterrey y pagarle a terceros, se
decidió buscar recursos para el proyecto y encargarlo a alguien más. Según Hidalgo, el
costo calculado era de unos 80,000 pesos mexicanos.

— ¿Qué hicieron para juntar el dinero?

— Realizamos actividades. Hubo gente que donó 4,000 pesos, otros 2,000. Juntamos
un poco. Paralelamente, el 31 julio de 2013 fuimos con el gobernador de Nuevo León
(Rodrigo Medina de la Cruz) para pedirle que nos diera el permiso de hacer un peritaje
externo. No nos contestó. Nos acostumbramos a que no lo hiciera. Hasta que un mes
después, el 26 de agosto, nos dieron el permiso con la condición de que los gastos los
asumiera la familia.

Hasta ese momento, casi 11 meses después de haber recibido los restos que les
entregó la Procuraduría, los padres de Juana P. Z. obtuvieron la autorización de la
PGJENL para hacer el peritaje externo.

Durante ese tiempo, doña Joana realizó distintas actividades para clarificar las
inconsistencias en el caso de su hija. ―Joana fue a buscar a Juana P. Z. al SEMEFO,
acudió a las áreas periciales, vio las fotos de los 49 cadáveres mutilados en Cadereyta, y
aunque le decía que eso no era muy bueno, ella lo seguía haciendo. Es de las mujeres
que siempre estaba ahí‖, explica Hidalgo.

— ¿Quién era el acompañante de Juana P. Z. el día que desaparecieron?

Asignatura: Antropología Física

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— Era el jefe de los obreros de la constructora en la que trabajaban. Amigo de Juana
P.Z.

— ¿Qué pasó con él?

— Él era del Estado de México. Su familia es muy humilde. Joana —como le dice a la
madre de Juana P. Z. me contó que dos o tres meses después de que les entregaron el
cuerpo, sus padres vinieron a Monterrey y lo cremaron por sugerencia de la
Procuraduría.

— ¿Sabe por qué decidieron cremar el cuerpo? ¿Les dio miedo?

— No. Les sugirieron que lo hicieran porque era más barato. Eso no es cierto. Lo que
sabemos es que se llevaron las cenizas de regreso al Estado de México.

Intervención de los equipos forenses.-

La oficina de la FUNDENL es un pequeño apartamento en la Colonia Roma de


Monterrey, adornado con algunos posters de desaparecidos y donde destaca el recorte
de una nota periodística del proyecto ―Bordando por la paz‖. Ahí fue donde se
entrevistó a Hidalgo, quien recuerda que en julio de 2014 conoció a Franco Mora,
integrante del Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), en un curso que tomó
sobre el tema.

Después de escucharlo en el taller se acercó a él y a Alejandro Vélez, entonces


integrante de Gobernanza Forense Ciudadana (asociación que facilita pruebas de ADN
a los familiares de los desaparecidos, para cotejarlos con los restos encontrados en
fosas comunes), y les propuso que les ayudaran en el trabajo del caso de Juana P. Z.

Menos de un mes después, a sabiendas de que la PGJENL ya había dado el permiso


para hacer el peritaje externo, Mora aceptó realizar, en conjunto con el Equipo
Mexicano de Antropología Forense (EMAF), la exhumación de los restos, el análisis de
ADN y el envío de las pruebas al laboratorio Bode Technology, en Washington.

Los gastos del proceso los asumieron el EPAF y Gobernanza Forense Ciudadana, cuenta
Hidalgo. La exhumación del cuerpo en el Panteón Santo Cristo de García, en Nuevo
León, se realizó el 10 de septiembre de 2014. Posteriormente, los restos fueron
trasladados al SEMEFO, donde se realizaron los análisis de ADN, los cuales fueron
enviados al laboratorio en Washington. Los resultados se recibieron a principios de este
año.

— ¿El resto de los familiares de FUNDENL ha pensado en pedir peritajes


independientes en los casos en los que la policía encuentre los cuerpos de los
desaparecidos?

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— Sí lo hemos pensado —responde Hidalgo—. Sobre todo después del caso de los 43
normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, lo cual nos ha dejado dudas a todos.
Creemos que este camino es bueno. Buscamos a nuestros familiares con vida, pero
encontramos en esta otra vía una alternativa. Hemos aprendido que la antropología
forense significa muchas cosas.

En cualquier caso, las partes involucradas tienen derecho a contratar peritos externos
para establecer algún resultado. El resultado se glosa en el expediente. En caso de que
el peritaje externo contradiga los resultados del Ministerio Público, la ley obliga a hacer
un tercer peritaje para que no exista una preferencia de las partes.

El Ministerio Público.-

La mañana del 17 de febrero Doña Joana Zeballos rompe en llanto al enterarse de que
los restos que la PGJENL le entregó en octubre de 2012 sí corresponderían a los de su
hija Juana P. Z., desaparecida desde el 31 de julio de 2011.

Doña Joana, vestida de blusa blanca y pantalón negro, está en la Agencia del Ministerio
Público especializada en robos a tiendas de conveniencia en Monterrey, frente a Rubén
Aguilar, el tercer funcionario encargado del caso. Ahí, también están Franco Mora,
miembro del EPAF, y un integrante del EMAF, quien prefiere no revelar su identidad por
cuestiones de seguridad. Atrás de doña Joana está su marido y algunas personas de
FUNDENL. Aún más atrás un grupo de empleados conversan como si no pasara nada,
mientras los antropólogos ratifican como peritos externos que se han encargado del
caso que los restos analizados sí serían los de Juana P. Z..

Son las 11:30 de la mañana cuando Aguilar, el funcionario del MP, comienza la
ratificación de hechos y le pregunta tanto a doña Juana como a los antropólogos
forenses datos personales.

— ¿Cuál es su nacionalidad? —pregunta Aguilar a uno de los peritos.

— Mexicana —responde.

— ¿De dónde es originario?

— Del Distrito Federal.

— ¿Cuál es su estado civil?

— Soltero.

— ¿A qué se dedica?

— Antropología forense.

— ¿Con qué documento se identifica?

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— Con la cédula profesional.

La seriedad, tensión e incertidumbre se apoderan del lugar, mientras la secretaria del


Ministerio Público, una chica joven, toma nota de todo lo que se dice. Aguilar, se dirige
a Franco Mora y le pregunta sobre el tipo de trabajo que hicieron el 10 de septiembre
de 2014 al exhumar el cuerpo que la PGJENL entregó a la familia de Juana P. Z.

— ¿Cómo está compuesto el expediente?

— Por 44 fojas.

— ¿El dictamen que ustedes están haciendo es pericial?

— Los restos fueron trasladados del Panteón Santo Cristo, lote 102, sección 31, al
SEMEFO para hacer los análisis de ADN.

— ¿Qué tipo de análisis se hicieron?

— Se tomaron dos muestras óseas: una al fémur izquierdo, otra al fémur derecho.

— ¿De qué consta su dictamen?

— Nuestro dictamen está dividido en tres partes: arqueología forense, antropología


física forense y análisis genético.

— La conclusión de la investigación de la Procuraduría es que los restos encontrados


son compatibles con los de los padres. ¿Ustedes coinciden en lo mismo? —pregunta
Aguilar.

— Cada muestra ósea comparada con los perfiles de los familiares tienen una
probabilidad de 99.9% de compatibilidad. Los restos son de Juana P. Z. — responde
Franco Mora.

— ¿Entonces concuerdan con nuestra investigación?

— Nosotros nos remitimos a nuestro trabajo.

— ¿El resultado es concordante? —insiste el Ministerio Público.

— Nosotros no tuvimos acceso a sus resultados, no los vimos —responden al unísono


los peritos del EPAF y EMAF. Una vez concluido el cuestionamiento, la familia de Juana
P. Z. preguntó cuándo les entregarían el cuerpo de su hija, al tiempo que le pidieron a
la autoridad que se hicieran cargo de los gastos funerarios.

―Me cambié de casa, vendí una troca y otras muchas cosas. No he recibido apoyo por
parte de ninguna institución. He ido a terapia. Iba a Pro víctima. Me hicieron hace poco
una resonancia por el dolor de cabeza. Mi esposo y yo perdimos el trabajo. Me
enfermé y me operaron en diciembre‖, le explicó doña Joana a la secretaria.

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El agente del Ministerio Público le pide a la secretaria el expediente de Juana P. Z. y le
dice a los familiares que el Registro Civil determinó en el Acta de Defunción que el 10
de octubre de 2012 la joven falleció en su domicilio de una causa indeterminada, por lo
que se debe aclarar la situación antes de que les entreguen el cuerpo, que se
encuentra en el SEMEFO.

El funcionario le dice a doña Joana que vuelva al día siguiente, 18 de febrero, con el
Acta de Defunción, para que él llame al Registro Civil y resuelvan el error. ―Si no
hacemos esto, no les aceptarán el cuerpo en la funeraria‖, explica el funcionario.

Los restos de Juana P. Z. fueron entregados y enterrados hasta el jueves 20 de febrero


en el mismo panteón, Santo Cristo, en el lote 102 de la sección 31, en García, Nuevo
León.

Proceso sin resolver.-

A pesar de que la Ley General de Víctimas dice en su capítulo I, artículo dos, que el
objetivo de esta es reconocer y garantizar los derechos de las víctimas del delito y de
violaciones a derechos humanos, y enlista una serie de derechos consagrados en la
Constitución y tratados internacionales, en el caso de Juana P. Z. no se cumplieron los
protocolos en la materia. Al día de hoy no se ha sancionado a los responsables de la
desaparición de la joven.

Al preguntarle, extraoficialmente, a Aguilar, agente del ministerio público encargado


del caso de Juana P. Z., sobre cuándo se llamará a declarar al policía de tránsito
implicado en la ‗presunta‘desaparición de la joven, dijo: ―En el desarrollo de
cualquier averiguación se cita a las personas involucradas, desde policías hasta testigos.
Dentro de este expediente se han desahogado esas diligencias‖.

Asimismo, el funcionario aseguró que tiene prohibido hablar sobre cualquier caso en
concreto y que hay una oficina de prensa destinada a dar información al respecto.

Las autoridades de Nuevo León también incurrieron en la violación a los derechos de


reparación de la familia de Juana P. Z. Según la misma ley en su capítulo V, sobre el
derecho a la verdad, artículo 18, ―las víctimas y la sociedad en general tienen el
derecho de conocer los hechos constitutivos del delito y de las violaciones a derechos
humanos de que fueron objeto, la identidad de los responsables, las circunstancias que
hayan propiciado su comisión, así como el acceso a la justicia en condiciones de
igualdad‖.

Después de escuchar la ratificación de la identidad de los restos de su hija, doña Joana


salió de las oficinas de la PGJENL, se abrazó con amigos y familiares, y caminó hacia los
pocos medios de comunicación que se encontraban en el lugar.

―Falta que se haga justicia. Las autoridades deben buscar a los culpables, porque mi
hija era una persona de hogar. Ahorita ya estamos sufriendo demasiado como para que
no se haga nada. En estos cuatro años nos la hemos llevado en puro papeleo‖, dijo
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doña Joana en el estacionamiento de la Procuraduría, ante los medios que hicieron
algunas preguntas.

— ¿Qué se sabe de los responsables?

— Que fue un policía de tránsito, al cual están viendo de llamar a declarar, pero no nos
han dicho cuándo —dijo doña Joana.

— ¿Qué les dijo el fiscal Rubén Aguilar?

— Que él acaba de agarrar el caso; se está empapando del tema y hará lo posible por
resolverlo.

— ¿Qué le dijo Juana P. Z. a su hijo Abraham en la llamada telefónica que le hizo?

— Le contó que habían tenido un accidente. Incluso él escucho cuando el policía de


tránsito le preguntó su nombre y le pidió que apagara el celular. Abraham llegó hasta el
lugar y ya no encontró más que al policía.

— ¿Cuándo les entregan los restos de su hija?

— Probablemente mañana. Hoy (17 de febrero) no lo hicieron porque como en este


momento yo ya no puedo gastar en nada más, le estoy pidiendo a la Procuraduría que
me ayuden para que cubran los gastos funerarios.

Jesús González, integrante de FUNDENL, asegura que el siguiente paso en este caso es
que la Procuraduría esclarezca los asesinatos de Juana P. Z. y Julio César, defina la
situación de los policías de tránsito de Santa Catarina involucrados en el tema, integre
a las familias al Registro Estatal de Víctimas para que accedan a la reparación del daño
y se preserve la memoria de los jóvenes.

Para González, este caso es paradigmático porque el mayor ejemplo que ha dado la
familia de Juana P. Z. es que las víctimas no deben quedarse pasivas, sino al contrario.

―Si existe alguna sospecha de que la Procuraduría o cualquier autoridad está


realizando algo mal, deben saber que tienen derechos y se pueden organizar. Estos
otros pasos: acceso a la justicia, reparación del daño y preservación de la memoria son
importantes, y si las autoridades mexicanas se niegan a atender los casos iremos a
tribunales internacionales o a donde sea necesario para que quede claro que en Nuevo
León no ha habido justicia‖, dijo.

Con la ratificación de que los restos sí correspondían a los de la joven y el nuevo


funeral, se acabó la historia de la lucha de una familia que cuestionó al gobierno de
Nuevo León y a las autoridades ministeriales hasta tener las certezas que buscaban.

Ahora, según ha dicho la propia Joana Zeballos, sólo falta juzgar a los culpables.

Cronología del caso Juana P. Z.:

Asignatura: Antropología Física

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• 31 de julio de 2011: Juana P. Z. desaparece junto con Julio César Santos
Domínguez en Santa Catarina, tras tener un accidente vial.
• 1 de agosto de 2011: El vehículo en el que transitaba Juana P. Z. es encontrado
en la carretera Monterrey– Saltillo con cinco disparos de bala.
• 4 de octubre de 2012: La familia de Juana P. Z. acude al paraje La Huasteca, en
Santa Catarina, ante la información de que había sido hallada una fosa con
cuerpos humanos. En ese lugar elementos del Ejército Mexicano amenazan con
detenerlos.
• 17 de octubre de 2012: La PGJENL notifica a Joana Zeballos, madre de Juana P.
Z., del hallazgo de restos de su hija. Le entregan dos bolsas negras con huesos y polvo.
• 31 de julio de 2013: Dos años después de la desaparición, sus familiares e
integrantes de FUNDENL solicitan al gobierno estatal hacer un peritaje externo
al realizado.
• 26 agosto de 2013: Casi 11 meses después de haber recibido los restos de su
hija, Joana Zeballos recibe la autorización para hacer un segundo peritaje. El
trabajo queda en manos del EPAF y EMAF.
• 10 de septiembre de 2014: El EPAF y el EMAF exhuman los restos de Juana P. Z.
Envían la muestra al Laboratorio Bode Technology en Washington. Es el primer
caso de su tipo registrado en México en el que un equipo independiente realiza
una exhumación.
• 17 de febrero de 2015: El EPAF y EMAF ratifican ante la PGJENL que los restos
analizados pertenecen a Juana P. Z.

• 20 de febrero de 2015: Los retos de Juana P. Z. se vuelven a enterrar en el


Panteón Santo Cristo, de García, Nuevo León.

CUESTIONARIO Nº 1

1. ¿CÓMO INICIARÍAN LA INVESTIGACIÓN ANTROPOLÓGICA FORENSE DEL CASO DE


JUANA P.Z?

Iniciamos con la recuperación del cadáver lo cual debe hacerse con la misma
minuciosidad que la búsqueda hecha en el lugar de un delito. Deben coordinarse los
esfuerzos del investigador principal y el antropólogo .Es frecuente que hagan la
exhumación de restos humanos con un equipo multipodiciplinario. Durante la
exhumación debe seguirse el procedimiento siguiente:

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a. Dejar constancia de la fecha, la ubicación, la hora de comienzo y terminación de
la exhumación y el nombre de todos los trabajadores;

b. Debe dejarse constancia de la información en forma narrativa, complementada


con dibujos y fotografías;

c. Fotografiar la zona de trabajo desde la misma perspectiva antes de iniciar los


trabajos y después de que concluyan todos los días a fin de documentar las
alteraciones que no se relacionen con el procedimiento oficial;

d. Puede usarse la sonda metálica para ubicar las características menos compactas
de suelo utilizado para rellenar la fosa;

e. Puede despejarse la zona que se investiga y apartar el suelo de la superficie con


una pala plana. Las fosas tienen una apariencia más oscura que el terreno que las
rodea porque el suelo superficial más oscuro se ha mezclado con el subsuelo más claro
en el lugar en que se ha rellenado la fosa. A veces la aspersión ligera de agua sobre la
superficie puede realzar los contornos de la fosa;

f. Establecer un punto inicial, y luego cuadricular y hacer un gráfico del lugar del
entierro haciendo una rejilla de tamaño apropiado y siguiendo técnicas arqueológicas
normales. En algunos casos, puede bastar con medir la profundidad de la fosa desde la
superficie hasta el cráneo y desde la superficie hasta los pies. A continuación puede
dejarse constancia de los materiales registrados desde el punto de vista de su posición
relativa al esqueleto; g. Extraer la capa superior de tierra, examinando ésta en busca de
materiales asociados. Dejar constancia del nivel (la profundidad) y las coordenadas
relativas de los hallazgos de esa especie. El tipo de entierro especialmente si es
primario o secundario, influye en el cuidado y atención que es necesario prestar en
este momento. Los materiales asociados ubicados en el lugar de un entierro
secundario probablemente no revelarán la circunstancia del entierro primario, pero
puede dar información acerca de los hechos ocurridos después de ese entierro.

h. Exponer los restos con un cepillo blando o escobilla. No utilizar el cepillo sobre
tela, por cuanto puede destruir los restos de fibras. Examinar el suelo alrededor del
cráneo en busca de pelo. Colocar este suelo en una bolsa para estudiar en el
laboratorio. La paciencia es inapreciable en este momento. Los restos pueden ser
frágiles, y es importante determinar la inte-rrelación de los elementos que se pueden
alterar fácilmente. Los daños pueden reducir seriamente la cantidad de información
disponible para el análisis;

i. Fotografiar y hacer un gráfico de los restos en el lugar mismo. Todas las fotografías
deben incluir un número de identificación, la fecha, una escala y una indicación y
concentrarse luego en detalles individuales importantes de manera que su relación
con el conjunto pueda verse fácilmente.

j. Fotografiar y hacer el gráfico de todos los materiales asociados vestimenta, pelo

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k.Extraer todos los elementos y ponerlos en bolsas o cajas, procurando evitar los
daños. Numerar y poner fecha de iniciales a todos los recipientes.

l. Excavar y pasar por una criba o cedazo el suelo situado inmediatamente debajo del
entierro. Se debe llegar a un nivel del suelo estéril (libre de artefactos) antes de cesar
la excavación y comenzar a rellenar.

Análisis de laboratorio

Durante el análisis de laboratorio de los restos óseos debe seguirse el siguiente


protocolo:

a. Anotar la fecha, la ubicación, la hora de iniciación y de terminación del análisis del


esqueleto, y el nombre de todos los trabajadores; b. Radiografiar la mayoría de los
elementos importantes del esqueleto antes de hacer una limpieza posterior;

c. Obtener radiografías dentales de la mordida, apicales y panorámicas si es posible.

d. En lo posible radiografiarse todo el esqueleto, aunque se debe prestar especial


atención a las fracturas, las anomalías del desarrollo y los efectos de intervenciones
quirúrgicas.

e. Conservar algunos huesos en su estado original; (sin lavar) dos vértebras lumbares
bastarían. Lavar el resto de los huesos, pero no enjuagarlos ni restregarlos y permitir
que se sequen a la sombra.

f. Tender todo el esqueleto en forma sistemática:

• Distinguir el lado izquierdo del derecho.


• Hacer un inventario de todos los huesos y dejar constancia en un gráfico del
esqueleto.
• Hacer un inventario de los dientes y dejar constancia en un gráfico dental.
Tomar nota de los dientes quebrados, cariados, restaurados y que faltan.
• Fotografiar todo el esqueleto en un marco. Todas las fotografías deben
contener un número de identificación y la escala métrica.

g. Identificación preliminar:

• Determinar la edad, el sexo, la raza y la estatura.


• Dejar constancia de las razones de cada conclusión (por ejemplo, identidad del
sexo basada en el cráneo y la cabeza del fémur).
• Fotografiar todas las pruebas que apoyen esas conclusiones.

h. Tratar de distinguir las lesiones, Fotografiar todas las lesiones:

• Examinar el hioides en busca de fisuras o fracturas.

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• Examinar el cartílago tiroideo en busca de daños.
• Debe examinarse cada hueso en busca de pruebas de contacto con metal.
Requieren escrutinio particular los bordes superior o inferior de las costillas.

Dejar constancia de las muestras guardadas y rotular todos los especímenes con el
número de identificación, la fecha y el nombre de la persona que sacó la muestra.
INFORME FINAL

En la preparación del informe final, deben adoptarse los pasos siguientes:

a) Preparar un informe completo de todos los procedimientos y resultados.

b) Incluir un resumen breve de las conclusiones.

c) Estampar la firma y la fecha del informe.

2. ¿QUÉ SOSPECHARÍAN CON LOS HALLAZGOS DE CINCO AGUJEROS DE BALA EN LA


CAMIONETA EN QUE IBA JUANA P. Z? ¿POR QUÉ?

Sospechamos que el 31 de julio, Juana P. Z., en ese pequeño accidente que tuvo con su
jefe Julio Santos algo más paso y que la policía está involucrada con las muertes de los
dos ocupantes de la camioneta hallada con 5 balazos, también sospechamos que fue
una confusión qué tuvieron con otros criminales o narcotraficantes que estaban
buscando y les dispararon cuando ellos estaban fuera de la camioneta y al darse cuenta
del error no supieron cómo justificar las muertes y los hicieron desaparecer y
abandonaron la camioneta en un lugar apartado y fuera de la escena del crimen de
esta forma no se supiese lo ocurrido.

Estas sospechas que tenemos son: porque se le oculta información del echo a la familia
de Juana P.Z., en ningún momento la investigación gira en torno a descubrir cómo y por
qué muere Juana P.Z. y su acompañante y en ninguna instancia el investigador publica
o cita a declarar al policía que tuvo el último contacto con la victima el día que
desaparece, pasaron 4 años y jamás declara.

Al día siguiente, el 1 de agosto, apareció con cinco agujeros de bala la camioneta en la


que viajaban en una zanja de la carretera Monterrey–Saltillo Abraham llegó a la
mencionada avenida Luis Donaldo Colosio para averiguar qué había sucedido y se
encontró con la policía, quienes le preguntaron por qué se detenía en el lugar. Al ver
que no estaba Juana P. Z., Abraham les informó a sus padres y ellos denunciaron ante la
Procuraduría General de Justicia del Estado de Nuevo León (PGJENL) la desaparición de
su hija y de su acompañante.

A partir de ese momento, su vida se convirtió en un martirio incesante durante los


siguientes cuatro años.

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3. ¿QUÉ ERRORES COMETIERON EN RELACIÓN A LA INVESTIGACIÓN FORENSE LOS
ENCARGADOS DE SEMEFO Y PGJENL?

Los de PGJENL notificaron a Joana Zeballos, la madre de Juana P. Z, del hallazgo de los
restos de su hija, le entrega dos bolsas negras de plástico con huesos sin identificar y le
dicen que habían estado en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) Por qué los restos
aún tenían tierra si ya habían pasado en el SEMEFO mucho tiempo.

Los de la procuraduría, le sugieren a la familia de Juana P. Z., que incinerara los restos
inmediatamente, argumentando que eso sería lo más barato, siendo esto algo
incorrecto, y levantando sospechas.

Los expedientes tienen varias inconsistencias: las tallas de la ropa encontrada en la fosa
común donde la policía decía haber hallado a la chica no concordaban con las de la
joven.

Un comunicado de FUNDENL emitido el 17 de febrero pasado señala, como otras


inconsistencias del caso, que la notificación de la localización de los restos de Juana P.
Z. no la hizo la PGJENL, sino conocidos de la familia, y que el Registro Civil emitió el
certificado de defunción el 10 de octubre de 2012, con información errónea, donde se
dice que la joven falleció en su domicilio de causas desconocidas.

4. DESCRIBIR QUE CARACTERÍSTICAS TENDRÍAN QUE TENER A LA DESCRIPCIÓN


MACROSCÓPICA EL CRÁNEO DE JUANA P. Z. AL MOMENTO DE SU DESAPARICIÓN.

Las características tendrían las particularidades biológicas y modificaciones culturales


sobre la piel que pueden individualizar a un sujeto. Dérmicas como tatuajes lunares y
cicatrices, perforaciones, anomalías congénitas. Rasgos faciales los ojos las cejas
pestañas, pómulos la boca los labios las piezas dentarias el tipo de implantación de las
orejas.

5. SI USTEDES FUERAN UN EQUIPO ANTROPOLÓGICO FORENSE, DESCRIBIR


COMO SERÍA LA METODOLOGÍA DE TRABAJO EN EL CASO DE JUANA P. Z.

Primeramente sería basarnos en el informe médico forense y después profundizar en el


campo antropoforense que es un estudio más especializado. El estudio antropoforense
objetivo, a través de aplicación de los principios de la ciencia antropológica se buscara
la identidad, individualización e identificación de las persona muertas con la finalidad
de dar respuesta ante una solicitud realizada por un Fiscal del Ministerio Público.
A su vez nosotros como antropólogo forenses somos responsable de recibir la
evidencia (remitida al laboratorio o colectada por él mismo en el sitio del suceso o
lugar de la investigación) con la finalidad de observarla, analizarla, compararla y
plasmar los resultados en el peritaje de acuerdo. La comparación de personas fallecida
se realiza con los datos pre mortem obtenidos por información aportada por familiares
o allegados de la víctima.

Asignatura: Antropología Física

Carrera: Medicina
Para el análisis de evidencias, el antropólogo realiza diversos estudios los cuales se
mencionan a continuación:

• Identificación Biométrica del cadáver

• Reconstrucción facial

• Superposición cráneo foto

• Estudio de determinación de edad (maduración ósea edad cronología)

• Estudio socio_antropologico

• Estudio de comparación de caracteres físico morfológicos

BIBLIOGRAFIA
1)http://www.foroporlamemoria.info/excavaciones/intro_antropologia_forenswww.c
olciencias.gov.co/seiaal/documentos/jvrc03.htm

2) http://criminalistica.mp.gob.ve/antropologia-forense/

3) Texto guía de la materia de: antropología física (med: 504), quinto semestre,
DR.MSC. GONZALO AMIR CASTELLON GUEVARA

Asignatura: Antropología Física

Carrera: Medicina

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