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Tema 6

Derecho Internacional Privado

Derecho aplicable (II)


Índice
Esquema 3

Ideas clave 4
6.1. ¿Cómo estudiar este tema? 4
6.2. Los problemas de aplicación de las normas de
conflicto: introducción 4
6.3. El conflicto móvil 5
6.4. La calificación del supuesto de la norma 8
6.5. El fraude de ley 15
6.6. El reenvío 17
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6.7. El reenvío a ordenamientos jurídicos


plurilegislativos «ad extra» y «ad intra» 20
6.8. El orden público 22
6.9. Referencias bibliográficas 24

A fondo 25

Test 28
Esquema
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Derecho Internacional Privado


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Tema 6. Esquema
Ideas clave

6.1. ¿Cómo estudiar este tema?

Para estudiar este tema lee estas ideas clave que se exponen a continuación.

6.2. Los problemas de aplicación de las normas de


conflicto: introducción

Derivados de la estructura especial, tan compleja, de la norma de conflicto, esta


presenta unos problemas prácticos de aplicación únicos para el derecho internacional
privado. A ello se ha hecho referencia en el capítulo anterior. Aparte de las
complicaciones que produce la alteración de los elementos que lo componen, la
alteración de la norma en sí (debido a modificaciones o derogaciones de la completa
norma) conlleva un cambio en la consecuencia jurídica y así de aquel ordenamiento
que antes era el llamado a solucionar el fondo del asunto.

La determinación del supuesto de hecho a efectos de encontrar la norma de


conflicto a aplicar no es tarea fácil. Sabemos de las diferencias entre los
ordenamientos jurídicos existentes, sabemos que podemos encontrar en ellos
categorías o conceptos inexistentes en el nuestro o de imposible encuadre. Ello se
traducirá en tener que resolver un problema como el de la calificación.
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La mutación del punto de conexión (piénsese en un cambio de nacionalidad o de


residencia habitual) puede también ocasionar una distorsión o cambio en cuanto al
derecho que era el llamado a aplicarse. Esta mutación podrá ocasionar fraude de ley
en algunos supuestos que veremos.

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Tema 6. Ideas clave
Hallaremos asimismo problemas de aplicación respecto a la consecuencia jurídica,
puesto que la aplicación de un ordenamiento extranjero no es siempre tarea fácil,
hoy en día. Piénsese en la aplicación del ordenamiento jurídico estadounidense (por
ejemplo) en el que coexisten diferentes sistemas a su vez ¿cuál de ellos será el
llamado a ser el que deba solucionar si el punto de conexión tomado por la norma de
conflicto es la «nacionalidad»?

En definitiva, queremos poner de manifiesto que la puesta en marcha de todo este


complejo mecanismo derivado de la aplicación de esta norma especialísima del
derecho internacional privado, suscita importantes problemas derivados de la norma
en sí, o de la alteración de algunos de sus elementos. Y más allá, el derecho a que nos
conduce la norma de conflicto suscita también problemas de aplicación en el marco
del proceso. Optamos por dejar este problema para un capítulo aparte y siguiente al
presente.

Los principales problemas derivados de la alteración de la norma de conflicto o de alguno


de sus elementos son los que vienen a conformar el contenido de este tema, a saber: la
sucesión temporal de la norma de conflicto, el conflicto móvil, la calificación, el fraude
de ley, el reenvío, la remisión a sistemas plurilegislativos y el orden público.

Así, la siguiente exposición de la problemática que suscita la aplicación de la norma


de conflicto se hará según derive el problema: del supuesto de hecho, del punto de
conexión o de la consecuencia jurídica.

6.3. El conflicto móvil


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Se produce cuando existe una alteración en el punto de conexión de la norma de


conflicto; alteración que ha de venir dada por la voluntad del sujeto no maliciosa,
cuestión que ha de tenerse presente a efectos de diferenciar el problema derivado
del conflicto móvil con el de la sucesión temporal de la norma de conflicto y con el

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Tema 6. Ideas clave
fraude de ley. También puede darse por factores externos al sujeto pero en cualquier
caso se trata únicamente de la alteración de uno de los elementos de la norma de
conflicto y no de la norma en su conjunto por voluntad del legislador (sucesión
temporal). Si la alteración fuera por voluntad maliciosa del sujeto (fraude de ley).

Así, el artículo 9.1 del Código Civil afirma que la ley aplicable al estado civil del
individuo es la correspondiente a su nacionalidad. Pero al ser la nacionalidad un
punto de conexión mutable, surge la duda de determinar qué ley ha de aplicarse a
tal sujeto en el caso de que haya cambiado de nacionalidad, pues el sujeto ha
ostentado sucesivamente dos nacionalidades.

Nuestro sistema de derecho internacional privado no nos proporciona solución al


problema del conflicto móvil, por lo que puede afirmarse que existe una laguna legal
en nuestro derecho internacional privado. La solución conformada por la
jurisprudencia apunta a la solución de aplicar la ley que corresponda al nacimiento
de la relación jurídica y no al del ejercicio de la acción.

Así, la Resolución de 18 febrero 2009 RJ 2009\1735 de la Dirección General de


los Registros y del Notariado (Civil) referente a un expediente de inscripción de
un hijo nacido antes del cambio en la nacionalidad del padre:

El hijo, de nacionalidad guineana, alcanzó la mayoría de edad, según su Ley


personal, en 1979, al cumplir los veintiún años de edad, pues no se rebajó esta
edad a los dieciocho años hasta que entró en vigor la Ley Fundamental de
Guinea Ecuatorial de 1982 (art. 14). Por lo tanto, estaba ya vigente en España
la Constitución de 1978 y el padre era español. Podría, pues, estimarse que, por
aplicación inmediata de la Constitución española y por la necesidad de no
discriminar a los hijos no matrimoniales, el hijo, todavía menor de edad según
la Ley personal quedó sujeto a la patria potestad de un español, si es que,
conforme al criterio que defendieron las Resoluciones de 2 de septiembre y de
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13 de octubre de 1976 la relación paterno-filial ya constituida había de regirse


por la Ley personal del padre (art. 9.4 CC entonces vigente), a diferencia de la
constitución de la filiación para regular la cual era decisiva la Ley del hijo. Sin
embargo, aparte de lo que se señalará seguidamente, no puede olvidarse que
el momento fundamental al que hay que atender, para determinar si la
nacionalidad española adquirida por el padre se extendía al hijo, es la fecha en

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Tema 6. Ideas clave
que el primero obtuvo la nacionalidad, es decir, 1972, año en el que, sin duda,
no existía relación de patria potestad entre ambos. Y, a partir de la Ley de 15
de julio de 1954, el principio de unidad familiar en materia de nacionalidad, una
vez suprimida su formulación tajante en el artículo 18-I del Código Civil en su
primitiva redacción, no puede llevar a la conclusión de que un extranjero, por
el solo hecho de quedar sujeto a la patria potestad de un español, adquiriera la
nacionalidad española. Ningún precepto de la Ley de 1954 establecía esta
consecuencia automática de modo que, ante el silencio del Legislador, no es
posible, por la vía de una interpretación forzada, inventar una causa no prevista
de adquisición de la nacionalidad española.

Tampoco es motivo para entender que el hijo ha adquirido la nacionalidad


española del padre el carácter retroactivo que atribuyen a la determinación
legal de la filiación el artículo 112 del Código Civil y la disposición transitoria 1.ª
de la Ley 11/1981, de 13 de mayo. De un lado, porque, reconocida la filiación
en 1988, esta se rige, no por la Ley española, sino por la Ley guineana del hijo,
como resulta hoy del artículo 9-4 del Código Civil, redactado por la Ley 21/1987,
de 11 de noviembre. De otro lado, porque, aunque se buscara algún correctivo
para justificar la aplicación de la Ley española del padre (por ejemplo, la
excepción de orden público del art. 12.3 del Código), el resultado sería el mismo
ya que esa aplicación de las normas españolas no lleva consigo la adquisición
de la nacionalidad por el hijo: no puede olvidarse, en efecto, que tanto la letra
del artículo 112, como la de la disposición transitoria citada, dan por sentado
que la retroactividad de la determinación legal de la filiación no es absoluta, ya
que aquella ha de ser «compatible con la naturaleza» de los efectos de la
filiación y la nueva Ley rige respecto de «los efectos que haya de producir a
partir de la entrada en vigor» de la Ley de 1981, de modo que, aunque la
filiación produzca efectos desde que tenga lugar, la patria potestad, como
situación anterior a la Constitución Española, habrá carecido de la atribución
de la representación legal (cfr. arts. 112.II y 10.11 CC) y, en particular, de los
efectos en orden a la modificación de la nacionalidad extranjera, estado civil
que las nuevas leyes deben respetar. (…) En definitiva, el reconocido no ha
adquirido la nacionalidad española por ningún concepto y la inscripción de su
nacimiento ocurrido en el extranjero solo puede extenderse por afectar al
estado civil de su padre español, con la prevención expresa, acerca de la falta
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de prueba de la nacionalidad, impuesta por el último párrafo del artículo 66 del


Registro Civil.

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Tema 6. Ideas clave
6.4. La calificación del supuesto de la norma

El estudio de la problemática de la calificación está ligado a Bartin que ya la expuso


en 1897 (en el artículo publicado en la revista Clunet y titulado De l'impossibilité
d’arriver à la solution définitive des conflicts des lois —De la imposibilidad de llegar a
la solución definitiva en los conflictos de leyes—) aunque en alemán Kahn ya había
hecho referencia en 1891 a la misma bajo el nombre de conflictos latentes. La
calificación no es una operación jurídica típica o propia del derecho internacional
privado; es una operación que no procede de un razonamiento propio de nuestra
disciplina (Loussouarn y Bourel, 2001, p. 207).

Es inherente a todo razonamiento jurídico y utilizada en las demás ramas del


derecho; en el Derecho Civil por ejemplo un juez está llamado a definir si un contrato
relativo a un inmueble es una compraventa o es un alquiler. En el Derecho Penal, si
una acción determinada es una estafa o una apropiación indebida. En definitiva,
calificar no es sino definir, definir en términos jurídicos una relación.

Pero en el derecho internacional adquiere una dimensión más compleja puesto que
las diferentes categorías jurídicas tienen diferente naturaleza (jurídica) según el
ordenamiento de que se trate. Ha de partirse de la idea de que coexisten unos
doscientos ordenamientos jurídicos, diferentes, algunos radicalmente distintos y
cada vez y con una frecuencia inusitada nos encontramos con la difícil tarea de
otorgar una naturaleza jurídica y además intentar definir categorías que provienen
de sistemas extranjeros. Por ello uno de los problemas más complejos es el de
subsumir en el supuesto de hecho de la norma de conflicto la situación privada
internacional.
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Siguiendo a Loussouarn (2001, p. 208) «la loi appelée à gouverner le rapport de droit
dépendra de l’etiquete sur lui apposée en fonction de sa nature juridique» (La ley
llamada a regular la relación jurídica dependerá de la etiqueta que se le aplique en
función de su naturaleza jurídica. Traducción propia). Por tanto, dependerá de cómo

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Tema 6. Ideas clave
se traduzca la categoría jurídica y se subsuma en el supuesto de hecho, de qué se
entienda por la misma, la ley a aplicar. Los siguientes ejemplos aclaran la cuestión:

«La sucesión del maltés o el Caso Bartholo» (Sentencia del Tribunal de Argel
de 24 de diciembre de 1889):

Dos cónyuges anglo-malteses casados en Malta donde habían establecido su


primer domicilio, habían emigrado posteriormente a Argelia donde el marido
había fallecido. La esposa pretendía ejercer sobre los inmuebles situados en
Argelia, en derecho reconocido al esposo supérsite a tenor de la ley maltesa: la
cuarta parte o quarte du conjoint pauvre, lo que vendría a ser una cuota viudal.

El problema consiste en determinar en qué categoría encuadrar tal cuota, en la


relativa a los regímenes matrimoniales o en la de las sucesiones. De ello, depende la
norma a aplicar. La calificación matrimonial conduce a la aplicación de la ley maltesa
(ley del primer domicilio matrimonial) y asegura a la viuda su reclamación. La
calificación de sucesión por el contrario conduce a la ley francesa (ley del lugar de
situación lex rei sitae).

«El testamento del holandés»:

El artículo 922 del Código Civil holandés prohíbe al holandés testar en forma
ológrafa y considera extensible fuera de Holanda esta prohibición. Por el
contrario, está admitida en Francia. Si un holandés redacta en Francia un
testamento ológrafo será crucial determinar si se regirá por la ley francesa que
lo valida o por la ley holandesa, que lo anula. Si se considera el carácter ológrafo
como una cuestión de forma, regirá la ley francesa en virtud del principio locus
regitactum, por el contrario si se enmarca como una cuestión de capacidad,
entonces lo será la ley holandesa. Nuevamente la calificación de la relación nos
deparará la aplicación de una u otra ley.
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Dos problemas hallamos a la hora de calificar (y por consiguiente de delimitar


jurídicamente el supuesto de hecho de la norma de conflicto). De un lado, la
multiplicidad de categorías o instituciones jurídicas existentes en los diversos
ordenamientos que hay en la sociedad internacional, y de otro, la diferente

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Tema 6. Ideas clave
naturaleza jurídica que es otorgada a una categoría igual dos ordenamientos
jurídicos en presencia.

Respecto de la primera nos encontramos además con instituciones desconocidas


para el ordenamiento jurídico español y que no son contrarias al orden público
español, instituciones desconocidas para el ordenamiento jurídico español y que son
contrarias al orden público español, instituciones desconocidas para el ordenamiento
jurídico español y que son de imposible encuadre o instituciones conocidas, con el
mismo nomen iuris, pero con efectos o consecuencias jurídicas distintas. A ello
haremos posteriormente referencia.

Pero, ¿qué ley empleará el intérprete para calificar? Esta es la primera de las
cuestiones que se planteará y que es conocida con el nombre de ley de la calificación
y que no debe confundirse con la el de la ley aplicable en sí. Las alternativas reales
son la de la calificación según la lex fori, la ley del país que conoce el asunto, o de la
lex causae, la ley del país del que trae origen.

La calificación ex lege fori

Según esta tesis, cada intérprete, cada juez debe calificar según los conceptos
propios de su derecho. Ello se apoya en los siguientes argumentos:

 La calificación ex lege fori es consecuencia ineluctable del carácter nacional de los


sistemas de solución de los conflictos de leyes. Puesto que corresponde a la norma
de conflicto española designar el derecho aplicable, el tribunal debe, en presencia
de un caso concreto, delimitar el campo de aplicación de la ley declarada
competente en virtud de la regla de conflicto de su país.
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 Pero además como argumento más contundente se arguye que en razón del lugar
que ocupa la calificación en el proceso del razonamiento conflictual, es
inconcebible someterla a otra ley que no sea la nacional. La calificación es previa
a la solución del conflicto de leyes a la determinación de la ley aplicable y la ley

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Tema 6. Ideas clave
extranjera que será llamada finalmente a resolver aún no ha sido llamada en el
momento de calificar. La calificación tiene así un carácter previo a la
determinación de la ley finalmente aplicable.

La calificación ex lege causae

Creada por Despagnet, retomada por Pachioni y Wolf, puede explicarse de forma
simple con que la calificación lege causae consiste en pedir la calificación al derecho
extranjero eventualmente aplicable. Ello entraña y de ahí su poca aceptación, una
variedad de soluciones pues habrá tantas como derechos extranjeros aplicables. Es
seguida, por ejemplo, en el sistema de Hungría, Québec o Brasil.

Junto a la calificación ex lege fori y ex lege causae, la doctrina ofrece una tercera
solución: la calificación a partir de conceptos autónomos o universales. Sostenida
principalmente por Rabel (1993), se afirma que el juez no debe ser «prisionero» de
la calificación con relación a una ley determinada, sino que debe construir, utilizando
un método comparativo, conceptos autónomos distintos de los internos y dotados
de alcance universal.

El argumento que hace decaer esta postura es que se impondría al juez una tarea
imposible, supuesta la falta de elementos suficientes de información del conjunto de
sistemas jurídicos extranjeros, para construir esas categorías universales.

La calificación en el sistema español

El problema de la ley bajo la que debe realizarse la calificación se encuentra resuelto,


para el sistema de derecho internacional privado español en el artículo 12.1 del
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Código Civil: «La calificación para determinar la norma de conflicto aplicable se hará
siempre con arreglo a la ley española».

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Tema 6. Ideas clave
La solución preferida por nuestro sistema es pues la de la lex fori (sistemas como el
francés, belga, italiano, suizo, alemán... lo siguen también) y a ello se atiene sin fisuras
nuestra jurisprudencia, dada la imperatividad de la norma de conflicto. Un ejemplo
de cómo nuestros tribunales proceden vendría dado en este extracto de la sentencia
del Tribunal Supremo, Sala de lo Civil, Sección 1ª, núm. 338/2008 de 30 abril, que se
reproduce:

«El ‘trust’ constituye una figura por la que se establece una relación
fiduciaria en la que una persona es el titular del derecho de propiedad sujeto
a una obligación de equidad de mantener o usar la propiedad en beneficio
de otra. Se puede constituir el trust tanto por acto ‘inter vivos’ como ‘mortis
causa’.

Se trata de un negocio jurídico ampliamente utilizado en los países del


Common Law con diversas finalidades; pero resulta desconocida en derecho
español, tanto material como internacional privado. De su importancia e
implantación da muestra la existencia del Convenio de La Haya de 1 julio
1985 sobre Ley aplicable al trust y su reconocimiento, que pretende hacer
frente a los problemas derivados del desconocimiento de la institución en
muchos ordenamientos jurídicos. El Convenio entró en vigor el 1 de enero
de 1992 y ha obtenido hasta ahora escasa ratificación, sin que haya sido
suscrito por España. El artículo 2 del Convenio define los elementos que han
de concurrir en una institución para poder ser calificada como trust a efectos
de su aplicación y así reza lo siguiente: «A los efectos del presente Convenio,
el término «trust» se refiere a las relaciones jurídicas creadas (por actos inter
vivos o mortis causa) por una persona, el constituyente, mediante la
colocación de bienes bajo el control de un ‘trustee’ en interés de un
beneficiario o con un fin determinado.

El ‘trust’ posee las características siguientes: a) los bienes del ‘trust’


constituyen un fondo separado y no forman parte del patrimonio del
‘trustee’; b) El título sobre los bienes del ‘trust’ se establece en nombre del
‘trustee’ o de otra persona por cuenta del ‘trustee’; c) El ‘trustee’ tiene la
facultad y la obligación, de las que debe rendir cuenta, de administrar,
gestionar o disponer de los bienes según las condiciones del ‘trust’ y las
obligaciones particulares que la Ley le imponga.
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Partiendo de que en el caso se trataba de un trust constituido ‘mortis causa’,


resulta claro que la inexistencia de norma específica de conflicto en
derecho español determinante de cuál sería el derecho material aplicable
a la figura que ha de suplirse acudiendo a la norma de conflicto propia de
la sucesión ‘mortis causa’ que, contenida en el artículo 9.8 del Código Civil,
remite al derecho representado por la Ley nacional del causante; en este
caso, la propia del estado de Arizona».

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Tema 6. Ideas clave
El ejemplo expuesto nos sirve para comprobar cómo califica el operador y qué
posibilidades existen respecto de las instituciones desconocidas a que al principio se
hacía referencia. Cuando el operador se encuentra con categorías no conocidas en
nuestro ordenamiento, acude al derecho de procedencia a los meros efectos de
consultar su concepto. Puede ocurrir que al supuesto de hecho de nuestra norma sea
amplio y aun siendo desconocido queda encuadrarlo.

Así, cuando el artículo 9.6 del Código Civil dice «la tutela y demás instituciones de
protección del incapaz» acoge no solo figuras de protección nacionales sino
extranjeras que cumplan con tal función protectora.

En el caso de que aun acudiendo no se halle posibilidad, el operador la subsumirá en


la que entienda más ajustada, como en el caso expuesto del trust. Otro ejemplo lo
constituiría el caso del vertrag alemán, una suerte de contrato sucesorio que en
consecuencia podrá calificarse de contrato o sucesión. El análisis del caso
determinará al operador la categoría en que ha de subsumirse.

Puede resultar también que una categoría jurídica conocida, como es el caso de la
multipropiedad, tenga diferentes naturalezas según los diferentes ordenamientos,
así contractual o real, derecho español y a la vez europeo o americano. Incluso que
una figura o categoría conocida como es la de la adopción, tenga diferente naturaleza
según se haya constituido, bajo el derecho mexicano donde se asimilaría al
acogimiento o el español. En este sentido, la Resolución de 22 abril 1996 de la
Dirección General de los Registros y del Notariado (Civil), RJ 1996\4178) del que se
reproduce extracto:

«A la vista de las informaciones obtenidas sobre la legislación mejicana


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aplicable a esa adopción, resulta que por esta el hijo adoptivo conserva
todos sus derechos y obligaciones respecto de su familia natural, excepto la
patria potestad; que la adopción solo crea relaciones entre adoptante y
adoptado, pero no con la familia del primero, y que la adopción puede
revocarse por mutuo acuerdo una vez que el adoptado llegue a la mayoría
de edad. Si se tiene en cuenta que la única adopción regulada por el Código
Civil español supone la integración total del adoptado en la familia adoptiva,

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Tema 6. Ideas clave
equiparado a un hijo por naturaleza (artículo 108 CC); que, como regla, la
adopción produce la extinción de los vínculos jurídicos entre el adoptado y
la familia anterior (artículo 178 CC) y que la adopción es también, como
regla, irrevocable, hay que calificar esa institución jurídica mejicana como
una institución radicalmente distinta a la adopción española; que no puede
surtir los efectos de esta, y que no puede estar incluida en la lista de actos
inscribibles que detalla el artículo 1 de la Ley del Registro Civil, so pena de
producir graves equívocos en cuanto a la eficacia de tal adopción.

TERCERO.-
No hay ninguna norma de Derecho Internacional privado español, ni ningún
compromiso internacional asumido por España, que obligue a nuestro país
en el sentido de convertir automáticamente una adopción simple
constituida en el país de origen en la adopción con plenitud de efectos
prevista en el país de acogida. Por el contrario, el párrafo 5.º del artículo 9.5
del Código Civil, en su redacción ya vigente por virtud de la Ley Orgánica
1/1996, de 15 enero (RCL 1996\145), establece que: «no será reconocida en
España como adopción la constituida en el extranjero por adoptante
español, si los efectos de aquella no se corresponden con los previstos por
la legislación española».

En definitiva, la transformación de una en otra adopción requerirá, bien que


así se acuerde, si ello es posible, en el país de origen, bien que se constituya
la adopción española ante Juez español (artículos 176.1 CC y 27 del Convenio
citado de La Haya [RCL 1995\2270]). A este Juez le corresponderá ponderar
si esta adopción mejicana puede ser asimilada a un acogimiento legal
preadoptivo o a una tutela a los efectos de poder prescindir de la propuesta
de la entidad pública (cfr. artículo 176.2.3 CC)».

Es importante señalar que esta operación de la calificación se realiza con el mero


propósito de hallar la norma de conflicto aplicable pues al aplicar el juzgador el
derecho material proveniente del ordenamiento llamado se encontrará con una
segunda calificación, la otorgada por este. Cuando la categoría resulte contraria al
ordenamiento jurídico español, resultará no aplicable, en virtud de la aplicación del
orden público. Así, la poligamia, el talaq o repudio unilateral.
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Tema 6. Ideas clave
6.5. El fraude de ley

El adagio frausomnia corrumpit se produce en diferentes disciplinas jurídicas. El


fraude, y en particular el fraude a la ley debe ser sancionado y el Derecho
Internacional privado no hace excepción a esta regla. Consiste en la alteración
maliciosa y voluntaria realizada por el sujeto con el objeto de evitar la aplicación del
ordenamiento debido en circunstancias normales y provocar la aplicación de otro que
le es más favorable.

A efectos de ilustrar su concepto a la vez que comprobarlo en la jurisprudencia


española, reproducimos un extracto de la Resolución de 18 febrero 2009 de la
Dirección General de los Registros y del Notariado (Civil):

«No cabe afirmar que los interesados han llevado a cabo un fraude de Ley,
fenómeno al que aluden el art. 12.4 del Código Civil para los casos
internacionales y, en general, el art. 6.4 del Código Civil. Los interesados no
han utilizado una “norma de conflicto” ni tampoco cualquier otra norma con
el fin de eludir una Ley imperativa española. No se ha alterado el punto de
conexión de la norma de conflicto española, mediante, por ejemplo, un
cambio artificioso de la nacionalidad de los nacidos para provocar la
aplicación de la Ley de California mediante la creación de una conexión
existente pero ficticia y vacía de contenido con el Estado de California. Y
tampoco se puede estimar que los interesados hayan incurrido en el
conocido como “Forum Shopping fraudulento” al haber situado la cuestión
de la determinación de la filiación en manos de las autoridades californianas
con el fin de eludir la Ley imperativa española».

A partir del momento en que la voluntad de las partes directa o indirectamente juega
un determinado papel en la reglamentación de los conflictos de leyes, se debe prever
y sancionar los posibles abusos: la autoridad de las leyes se encontraría
singularmente disminuida si el derecho internacional privado ofreciera a los
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particulares un medio de sustraerse a las leyes imperativas y aprovecharse de la


diversidad de las legislaciones internas para situarse voluntariamente bajo el imperio
de aquella cuyo contenido respondiera a sus intereses. Para la existencia del fraude
de ley han de darse los siguientes elementos:

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Tema 6. Ideas clave
 Elemento material: cambio de circunstancia (voluntaria) utilizada como punto de
conexión por la norma de conflicto.
 Elementos intencionados o subjetivos: intención de alcanzar un resultado no
admitido por el ordenamiento jurídico buscando la aplicación de una ley que no
debería haber regulado la situación privada internacional.

Nuestro derecho internacional privado, el artículo 12.4 del Código Civil contempla el
régimen jurídico de esta figura. «Se considerará como fraude de ley la utilización de
una norma de conflicto con el fin de eludir la ley imperativa española», sin embargo,
encontramos con que el mencionado precepto no ofrece la solución al fraude de ley.
Ello se resuelve por directa aplicación del artículo 6.4 del Código Civil: «Los actos
realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por
el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude de
Ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de
eludir».

Como ejemplo citaremos la sentencia de la corte de casación francesa de 18 de marzo


de 1878, asunto de la princesa de Bauffremont (Loussouarn, 2001, p. 325).

La princesa de Bauffremont de nacionalidad francesa deseaba divorciarse de su


esposo, el príncipe de Bauffremont, para casarse con el príncipe Bibescu.

El divorcio, como elemento del estatuto personal cae bajo la aplicación de la


ley nacional y prohibiendo la ley francesa el divorcio en la época, obtiene la
naturalización en el ducado de Sajonia-Altemburgo donde obtiene su
pretensión. Esto le permitió poder contraer matrimonio con el príncipe
Bibescoen Berlín.

Los tribunales franceses juzgaron que una naturalización obtenida de esta


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manera en fraude de la ley francesa no tenía efecto en dicho país, y en


consecuencia, el divorcio y el segundo matrimonio de la princesa de
Bauffremont se consideraron desprovistos de toda validez en Francia.

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Tema 6. Ideas clave
6.6. El reenvío

Define Loussouarn (2001, p. 221) el reenvío como un rechazo que la ley llamada a
aplicarse efectúa respecto de la competencia ofrecida por la lex fori. Se produce el
reenvío cuando la norma de conflicto del derecho internacional privado del país al
que nuestra norma llama a aplicar, contiene a su vez una norma que remite la
regulación de la situación privada internacional a un tercer país, o simplemente lo
rechaza «devolviéndolo» al que estaba conociendo. Por lo tanto, se produce por el
hecho de que la norma de conflicto llamada tiene un punto de conexión distinto de
la lex fori.

Así, un ciudadano inglés residente en Francia, con bienes muebles en este país pero
propietario también de bienes inmuebles sitos en España fallece en nuestro país.
Planteado el asunto ante nuestros tribunales, el derecho internacional privado
español indica que esta sucesión se rige por el derecho inglés (artículo 9.8 del Código
Civil). Según el derecho inglés se rige por el derecho del país de situación de los
mismos, es decir, por el derecho español y la de los muebles se sujeta a la ley del país
del último domicilio del causante, ley francesa.

En el primer caso, sucesión de los bienes inmuebles, existe reenvío hacia nuestro país,
lo que se denomina reenvío de retorno o de primer grado. En el segundo caso,
sucesión de los bienes muebles, hay remisión al ordenamiento de un tercer país, lo
que se denomina reenvío de segundo grado. El reenvío de primer grado tiene un
origen jurisprudencial, apareciendo en Francia por primera vez en las sentencias de
la Corte de Casación de 24 de junio de 1878 y de 22 de febrero de 1882, ambos en el
asunto Forgo.
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Forgo, hijo natural, de nacionalidad bávara poseedor de una gran fortuna,


residía en Francia desde los cinco años donde fallece a los 68 años (en Pau),
intestado. Su sucesión es reclamada por los colaterales de su madre, bávaros,
pues a tenor de la ley bávara tenían derecho a la misma.

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Tema 6. Ideas clave
Sin embargo, según el Código Civil francés, la sucesión de los hijos naturales, y
a falta de descendientes o cónyuge supérstite, correspondía solo a los
hermanos y hermanas y ante tal ausencia, al Estado. Por lo tanto, el estado
francés reclamaba su titularidad.

Ambos derechos, el francés y el bávaro, sometían la cuestión a la ley del


domicilio. En aquel entonces, el artículo 13 de Código Civil francés subordinaba
la adquisición de un domicilio a la petición previa y posterior obtención de un
decreto de admisión del domicilio.

Forgo, ni lo había solicitado ni obtenido en consecuencia, por lo que se entendía


que su domicilio en Francia era de hecho siendo el legal el de Baviera, su lugar
de origen. En consecuencia la norma de conflicto francesa remitía a la ley
bávara. Pero el derecho internacional Privado bávaro no hacía distinción alguna
entre domicilio de hecho o de derecho, considerando que en esta la sucesión
regía la ley francesa. Así, se produce una primera sentencia en la que los bienes
quedaron atribuidos al Estado francés por la disposición de la norma bávara.

Después de un recurso, finalmente la Corte de Casación se pronuncia en contra


de la pretensión de los familiares bávaros adjudicando finalmente los bienes de
Forgo al Estado francés.

Regulación jurídica del reenvío en nuestro ordenamiento: el artículo 12.2 del Código
Civil reza en los siguientes términos: «La remisión al derecho extranjero se entenderá
hecha a su ley material, sin tener en cuenta el reenvío que sus normas de conflicto
pueden hacer a otra ley que no sea la española».

Existe un debate doctrinal acerca de la redacción del precepto meritado en los


siguientes términos por no ser clara o ajustada: si se entiende que en la remisión
que se hace al derecho material queda excluido el derecho internacional privado. Ya
que no se entiende que seguidamente el precepto exprese la excepción del reenvío
de las normas de conflicto hacia nuestro derecho. Por otra parte, la principal
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conclusión que debe obtenerse del artículo 12.2 es que solo se admite el reenvío de
primer grado o de retorno.

Derecho Internacional Privado


18
Tema 6. Ideas clave
Nuestra jurisprudencia aporta luces sobre lo anterior y aclara los límites en que el
mismo opera. Así, la sentencia núm. 849/2002 de 23 septiembre del Tribunal
Supremo (Sala de lo Civil):

«El motivo se desestima, pues la aplicación de la Ley española, a la que se


reenvía el derecho inglés, que es la Ley personal del causante, respecto de
los inmuebles sitos en España, no es contraria a los principios de unidad y
universalidad de la sucesión, que es a lo que obedecen la regla del art. 9.1
CC. En efecto, la sentencia recurrida da como probado que los únicos bienes
del causante son los inmuebles sitos en España de los cuales dispuso
testamentariamente, por lo que en modo alguno se produce una
fragmentación de la regulación de la herencia, en cuyo caso, la norma
general (no específica para la sucesión «mortis causa») del art. 12.2 CC
impondría la no aceptación del reenvío de la Ley inglesa por contraria a
aquellos principios. Este es el criterio de esta Sala, y a él responden las
declaraciones contenidas en su sentencia de 15 de noviembre de 1996 (RJ
1996 8212), que no aceptó el reenvío que la Ley nacional del causante hacia
a la Ley española en cuanto a los inmuebles por estar sitos en España, lo
mismo que las contenidas en su Sentencia de 21 de mayo de 1999 (RJ 1999,
4580). Por tanto, si como en este litigio ocurre, la herencia del causante se
compone únicamente de bienes inmuebles sitos en España, no hay ningún
inconveniente en la aceptación del reenvío de la Ley inglesa, pues será la
española la única que regula toda sucesión del causante».

En iguales términos la Sentencia núm. 436/1999 de 21 mayo, del Tribunal Supremo


(Sala de lo Civil):

«Si bien una aplicación puramente literalista del artículo 12.2 del Código Civil
conduciría a la solución defendida en la demanda, la evolución actual del
derecho Internacional Privado, tal como se manifiesta en el derecho
comparado y de manera notable en el derecho convencional internacional,
implica un tratamiento matizado del reenvío que hace imposible adoptar
una actitud indiscriminada de aceptación o rechazo del mismo, sino
proceder en su aplicación con un criterio flexible y de aplicación restrictiva y
muy condicionada. La aplicación del reenvío en los términos pretendidos en
la demanda, es contrario al principio de universalidad de la herencia que rige
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nuestro derecho sucesorio o impide dar un tratamiento jurídico distinto a la


sucesión mobiliaria y a la inmobiliaria; asimismo contradice y deja sin
aplicación el principio rector del derecho inglés en materia sucesoria como
es de libertad de testar, manifestación de la autonomía de la voluntad.

Por otra parte, como señala la Sentencia de esta Sala de 15 de noviembre de


1996 (RJ 1996\8212), ante supuesto análogo al actual, la aplicación al caso

Derecho Internacional Privado


19
Tema 6. Ideas clave
del reenvío de retorno no conseguiría la finalidad que se asigna a este
instrumento jurídico, de armonización de los sistemas jurídicos de los
Estados, a lo que debe añadirse que en este supuesto la solución que se
alcanzaría con esa aplicación tampoco puede afirmarse que entrañe una
mayor justicia en relación con los intereses en juego. Por todo ello, debe
concluirse que la sucesión del causante don Jhon Anthony D. se rige por su
ley nacional, es decir, por la ley inglesa reconocedora de la libertad de testar
a sus nacionales y, en consecuencia, procede la desestimación de la
demanda, con revocación de la sentencia de primera instancia».

El desarrollo jurisprudencial efectuado por el TS nos conduce a afirmar que el reenvío


no es obligatorio sino facultativo: se admitirá cuando conduzca a soluciones justas y
racionales (especialmente en materia sucesoria —si rompe el principio de unidad y
universalidad de la sucesión— contractual) no respeto de la autonomía de las partes
en los contratos). Parece claro, máxime cuando el siguiente párrafo del mismo
precepto del Código Civil atiende a la exclusión de la aplicación del derecho
extranjero por ser atentatorio al Orden Público español.

6.7. El reenvío a ordenamientos jurídicos


plurilegislativos «ad extra» y «ad intra»

Puede ocurrir que la norma de conflicto española designe como aplicable la ley de un
Estado en el que coexisten diversos sistemas jurídicos (EE. UU., por ejemplo). En este
caso, la solución la hallamos en el artículo 12.5 del Código Civil. Pero dicha solución
no siempre conduce a soluciones fáciles. El artículo 12.5 dice: «cuando una norma
de conflicto remita a la legislación de un Estado en el que coexisten diferentes
sistemas legislativos, la determinación del que sea aplicable entre ellos se hará
conforme a la legislación de dicho Estado».
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Esta solución es válida cuando el derecho interregional del Estado en cuestión es


único (ad. ex. España, Reino Unido) pero no cuando el Estado en cuestión no lo tiene:

Derecho Internacional Privado


20
Tema 6. Ideas clave
así en el caso de los Estados Unidos, cada Estado tiene su propio sistema de derecho
interregional.

Así la STS de 15 de noviembre de 1996, ante la ausencia de norma, aplica no el


derecho norteamericano sino directamente el del Estado de Maryland, derecho del
Estado con el que el sujeto había tenido su última residencia en el mismo: derecho
más vinculado con el causante.

En el caso del reenvío de retorno, remisión efectuada al derecho español y surja la


duda (remisión «ad intra») se aplica el derecho interregional español, dado que en
nuestro país coexisten también junto al derecho común, derechos especiales civiles
(Navarra, por ejemplo).

Jurisprudencia sobre reenvío

STS núm. 887/1996 (Sala de lo Civil), de 15 noviembre:

«El texto del artículo 12.2 del Código Civil, dice literalmente: la remisión al
derecho extranjero se entenderá hecha a su ley material, sin tener en cuenta
el reenvío que sus normas de conflicto puedan hacer a otra ley que no sea
la española. Este precepto deja perfectamente claro que cuando el artículo
9.8 del Código Civil, declara: «la sucesión por causa de muerte se regirá por
la Ley Nacional del causante en el momento de su fallecimiento,
cualesquiera que sean la naturaleza de los bienes y el país donde se
encuentren», el derecho aplicable a la sucesión de autos es el del Estado de
Maryland. Ahora bien, cuando la norma de conflicto de este Estado reenvía
a otro Estado que no sea España, dicha remisión no ha de tenerse en cuenta
(y se aplica la Ley de Maryland), pero si la remisión, como en este caso, es a
la legislación española, puesto que las leyes sucesorias de Maryland
establecen que respecto a inmuebles la sucesión se rige por la ley del lugar
donde están sitos, esta remisión sí que «debe tenerse en cuenta», pues así
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lo exige el texto del artículo 12.2. La frase «tener en cuenta» no equivale a


que deban aplicarse nuestras normas sucesorias de modo inexorable,
puesto que en español (Diccionario de la Real Academia) «tener en cuenta»
quiere decir «tener presente, considerar», y ello es lo que debe hacer esta
Sala: considerar si el reenvío (que ya ha sido alguna vez admitido por
nuestros Tribunales de instancia) ha de aceptarse en el presente caso, en
virtud de lo dispuesto en la norma de conflictos del Estado de Maryland, que
utiliza como punto de conexión el lugar de situación de los inmuebles para

Derecho Internacional Privado


21
Tema 6. Ideas clave
determinar la norma de derecho material por la que ha de regirse la sucesión
de sus ciudadanos. La negación del reenvío puede apoyarse en que la
colisión entre el estatuto sucesorio establecido en el artículo 9.8 del Código
Civil, y la que habla y permite el reenvío de retorno, como es el artículo 12.2,
no existe, es más aparente que real. El artículo 12.2 contiene una norma de
carácter general, de las denominadas por la doctrina «norma de aplicación
o funcionamiento» que no puede interpretarse aisladamente, sino en
relación con la norma específica y concreta que regula la materia de
sucesiones, que en el derecho español es el 9.8, y en él se inclina por el punto
de conexión de la nacionalidad para elegir la norma rectora de la sucesión,
cualesquiera que sea la naturaleza de los bienes y el lugar donde se
encuentren. El derecho español entiende preponderante la Ley Nacional del
«de cuius»; al propio tiempo, el sistema hereditario español es de carácter
universalista, esto es, sostiene el criterio de unidad del régimen sucesorio. A
ello se puede añadir que la defensa de derechos legitimarios, hecha por los
actores con apoyo en el derecho español no necesariamente ha de tener
contenido real y en consecuencia no abona la tesis del reenvío en la sucesión
de inmuebles radicados en España. El reenvío, por último, debe entenderse
como un instrumento de armonización de sistemas jurídicos de los Estados,
como un instrumento respetuoso con los principios que los inspiran y si el
derecho americano se apoya en una gran libertad de testar, y no reconoce
las legítimas de los hijos, en nada armonizaría la coexistencia de los derechos
respectivos, la aplicación por esta Sala del derecho español a la sucesión del
causante de este litigio, que no ha conservado con España ni la residencia ni
el domicilio.

Consecuencia de lo anterior es que debe prosperar el último de los motivos


en el que por el cauce del número cuarto del artículo 1692, se denuncia la
infracción de los artículos 9.1 y 8 y el 12, apartado segundo, del Código Civil,
con apoyo en los cuales se ha entendido nula la institución de heredero «en
cuanto perjudique los derechos legitimarios de los hijos» del causante, a los
que la Audiencia les ampara con el artículo 851 del Código Civil. La legítima,
por último, no pertenece a materia protegida por el orden público interno».

6.8. El orden público


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En virtud de la salvaguarda del orden público internacional se exceptúa la aplicación


de la norma de conflicto que remite a la aplicación de una ley extranjera que resulta
contraria a los principios fundamentales del país cuyos tribunales conocen del
asunto.

Derecho Internacional Privado


22
Tema 6. Ideas clave
El artículo 12.3 del Código Civil reza que: «En ningún caso tendrá aplicación la
ley extranjera cuando resulte contraria al orden público».

Siguiendo a Calvo Caravaca y Carrascosa González (2009, pp. 376 y ss.), la aplicación
de este precepto provoca un efecto negativo y un efecto positivo en el sentido que
seguidamente se indica: en primer lugar, las disposiciones que atenten contra
nuestro orden público no se aplicarán en España (efecto negativo). Desechada así la
aplicación de la ley extranjera por ser contraria a los principios básicos de nuestro
sistema ¿qué ley será aplicable a efectos de resolver el fondo del asunto? Se pueden
apuntar varias soluciones:

 Si la norma de conflicto tiene varios puntos de conexión, se atenderá al sucesivo


si no atenta contra nuestros principios (efecto positivo).
 En caso de que aun habiendo acudido al alternativo o sucesivo, este resultare
también ser contrario.
 En el caso de que la norma de conflicto contenga un único punto de conexión este
resultare igualmente contrario, debe aplicarse la lex fori (la española).

Algún aporte jurisprudencial sobre el Orden Público: Res. DGRN de 11 mayo 1994.

«(…) ha de advertirse que, aunque el contrayente marroquí de acuerdo con


su peculiar estatuto personal sea libre para contraer otro matrimonio,
subsistiendo el primero, esta norma extranjera, en principio aplicable según
nuestras normas de conflicto, ha de ser excluida por virtud de la excepción
de orden público internacional (cfr. artículo 12.3 CC), que no puede permitir
que una española contraiga matrimonio con un extranjero casado, lo que
atentaría contra la dignidad constitucional de la persona y contra la
concepción española del matrimonio».

Registro Civil. Nombre Propio: nombres prohibidos: conversión a nombre de apellido


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extranjero: confusión en la identificación: «Ohara» apellido irlandés.

«Aunque, en principio, los progenitores gozan de una amplia libertad para


imponer a sus hijos el nombre que estimen más conveniente subsisten
ciertas limitaciones basadas generalmente en criterios de orden público,

Derecho Internacional Privado


23
Tema 6. Ideas clave
que señala el artículo 54 de la Ley del Registro Civil y desarrolla el artículo
192 de su Reglamento. Prohíbe textualmente la Ley «la conversión en
nombre de los apellidos», así como la imposición de cualquier nombre «que
haga confusa (...)

Estos límites son de aplicación directa al caso presente, en cuanto que


«Ohara», es por su grafía, un difundido apellido irlandés; no tiene otra
acepción conocida y no hay razón para circunscribir la norma a apellidos
españoles, pues la confusión que intenta evitar la Ley se produce igualmente
tratándose de apellidos extranjeros de cierto ámbito general. Además, el
confusionismo del nombre con el apellido es aún mayor en este caso en el
que el vocablo que induce a equívocos aparece en segundo lugar y puede
ser considerado fácilmente como primer apellido, en perjuicio de la debida
identificación de la nacida en sus relaciones con la Administración y los
particulares».

6.9. Referencias bibliográficas

Calvo, A., y Carrascosa, J. (2018). Derecho Internacional Privado. Granada: Comares.

Loussouarn Y., y Bourel, P. (2001). Droit International Privé. París: Dalloz.

Rabel, E. (1993). Le probléme de la qualification. Revue de Droit International Privé,


1, 1-62.
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Derecho Internacional Privado


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Tema 6. Ideas clave
A fondo
Identidad islámica y orden público: los efectos del matrimonio poligámico en el
sistema español de seguridad social

Cervilla-Garzón, M. J. (2019). Identidad islámica y orden público: los efectos del


matrimonio poligámico en el sistema español de seguridad social. Cuadernos de Derecho
Transnacional, 11(1), 235-266. https://e-
revistas.uc3m.es/index.php/CDT/article/view/4619/3079

En este artículo se realiza un análisis general sobre la relación entre la identidad


islámica y el orden público español, y un análisis específico sobre el posible efecto
que la concertación de un matrimonio poligámico pueda tener en el derecho a
prestaciones de Seguridad Social en España, tomando como punto de partida que su
admisión forma parte de la identidad islámica, pero es contraria a principios
constitucionales esenciales como el derecho a la no discriminación. Y ello teniendo
en cuenta el conjunto de prestaciones que abarca el Sistema español y con particular
atención al criterio de los tribunales en relación con las pensiones más
controvertidas, cuáles son las de viudedad y orfandad.

El futuro de la maternidad subrogada en España: entre el fraude de Ley y el


correctivo de orden público internacional

Álvarez, L. (2014). El futuro de la maternidad subrogada en España: entre el fraude de


Ley y el correctivo de orden público internacional. Cuadernos de Derecho Transnacional,
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

6(2), 25-49. https://e-revistas.uc3m.es/index.php/CDT/article/view/2259/1198

La Sentencia del Tribunal Supremo, Sala 1.ª, de 6 de febrero de 2014, ha concluido


dentro de nuestro organigrama jurisdiccional –otra cosa será lo que dictamine el
TEDH, en su caso– la pugna de dos padres para obtener la inscripción de dos niños,

Derecho Internacional Privado


25
Tema 6. A fondo
como hijos propios, en el Registro Civil español. Se trataba de un supuesto de
maternidad subrogada, contrato celebrado en California, lugar en el que la
maternidad por sustitución da lugar al establecimiento de vínculos legales de filiación
entre los comitentes y el niño nacido de una tercera mujer, con independencia de
que el nacido tenga o no material genético de tales comitentes.

Las razones del Tribunal Supremo para denegar la inscripción de una tal filiación en
el Registro Civil español no carecen de peso, pero tampoco son irrefutables. Las
necesidades de la sociedad, el carácter abierto de la familia en nuestro
ordenamiento, tantas veces proclamado por la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional, y la necesidad de un status civilis único para el niño nacido en un
Estado con un sistema de filiación y llevado a otro Estado con un sistema radicado en
principios opuestos reclaman hoy que se abra un debate. ¿Debería suprimirse el art.
10 de la LTRA y abordarse una regulación justa del contrato de maternidad de
sustitución?

Ley nacional del causante, autonomía de la voluntad conflictual y reenvío. Una obra
en tres actos. Breves notas a la sentencia del Tribunal Supremo de 15 enero 2019

Carrascosa, J. (2019). Ley nacional del causante, autonomía de voluntad conflictual y


reenvío. Una obra en tres actos. Breves notas a la sentencia del TS de 15 enero 2019.
Cuadernos de Derecho Transnacional, 11(2), 472-489. https://e-
revistas.uc3m.es/index.php/CDT/article/view/4973/3451

Este trabajo realiza una lectura crítica y positiva de varios elementos presentes en la
jurisprudencia del Tribunal Supremo: el papel de la ley nacional en las sucesiones
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internacionales, el reenvío de primer grado y la elección de la ley sucesoria por el


causante. El trabajo pone de relieve que el reenvío de primer grado, entendido en un
sentido selectivo, puede ser empleado para lograr la aplicación de la ley del país más
vinculado con una sucesión internacional, en los casos en los que el país de la
nacionalidad del causante no mantiene una vinculación sustancial con el caso.

Derecho Internacional Privado


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Tema 6. A fondo
Resoluciones

Te proponemos dos resoluciones de la Dirección General de los Registros y del


Notariado y del Tribunal Supremo español para completar de forma práctica de
algunos aspectos expuestos en esta unidad.

 Resolución de la Dirección General de los Registros y del Notariado de 11 mayo


1994.

Resolución 20/2011, de 11 de mayo, de la Dirección General de los Registros y del


Notariado. Boletín Oficial del Estado, n.º 120, p. 15634. Disponible en:
https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-1994-11430

 Sentencia del Tribunal Supremo 887/1996 (Sala de lo Civil) de 15 de noviembre.

Sentencia de 15 de noviembre de 1996, STS 6401/1996, ECLI:ES:TS:1996:6401.

Notarios y registradores

Página de Notarios y Registradores.

En esta página podrás encontrar todas las Resoluciones de la Dirección de los


Registros y del Notariado.
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Tema 6. A fondo
Test
1. La ley a aplicar dependerá de cómo se traduzca la categoría jurídica y se subsuma
en el supuesto de hecho.
A. Verdadero.
B. Falso.

2. La calificación para determinar la norma de conflicto aplicable se hará siempre con


arreglo a la ley española.
A. Verdadero.
B. Falso.

3. En el caso de la sucesión temporal de la norma de conflicto y en el supuesto de la


inexistencia de una disposición que aclarase la aplicación, el juzgador habría de
tener en cuenta las normas generales de nuestro ordenamiento.
A. Verdadero.
B. Falso.

4. El Fraude de Ley consiste en la alteración involuntaria realizada por el sujeto del


punto de conexión de la norma de conflicto.
A. Verdadero.
B. Falso.

5. La principal consecuencia del fraude de ley es la desestimación de la demanda.


A. Verdadero.
B. Falso.
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6. Sin el elemento del animus no se da el fraude de ley.


A. Verdadero.
B. Falso.

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Tema 6. Test
7. El sistema español nunca admite el reenvío.
A. Verdadero.
B. Falso.

8. La cuestión de la remisión a sistemas plurilegislativos se soluciona aplicando la


última ley correspondiente a la nacionalidad del individuo.
A. Verdadero.
B. Falso.

9. Si una norma de conflicto conduce a la aplicación de una norma contraria al Orden


Público, el juez aplicará lo dispuesto en el artículo 6.4 del Código Civil.
A. Verdadero.
B. Falso.

10. El reenvío de segundo grado o de retorno es admisible en nuestro sistema si


conduce a soluciones justas y satisfactorias.
A. Verdadero.
B. Falso.
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29
Tema 6. Test

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