Está en la página 1de 5

ERIC LAURENT

PSICOANÁLISIS Y SALUD MENTAL

LA EXTENSIÓN DEL SÍNTOMA HOY

1- LA EXTENSIÓN DEL SÍNTOMA PSICOANALÍTICO

El psisoanalisis contemporaneo conserva las 3 neurosis de transferencia, dejnado de lado


las neurosis actuales.
Para las psicosis adopta los 2 grupos kraepelinian, separando manía y melancolía, por un
lado, y paranoia y demencia precoz (luego esquizofrenia), por el otro.
La introducción del narcisismo le permite llamar la atención sobre las dificultades que
presentaban las personalidades narcisistas.

La prolongación del psicoanálisis a los niños psicóticos vino rápidamente a poner a los
psicoanalistas en contacto con estados psicóticos precoces; luego con el autismo.
La extensión de esta clínica a los niños traumatizados, a los niños abandonados,
hospitalizados, extendió la intervención del psicoanalista hasta tal punto que las
indicaciones clínicas clásicas de las neurosis parecieron perder su pertinencia.

El psicoanálisis en realidad respondía a tal multiplicidad de casos que tenía problemas para
orientarse. Hizo falta Lacan para enunciar que en verdad el psicoanalista freudiano
descubre así una dimensión clínica que le es propia, la de la demanda insatisfecha.

El resultado de esta extensión de la práctica fue la pérdida del sentido del síntoma.

2- LAS CLÍNICAS EN COMPETENCIA

La clínica de la mirada se ha, en principio, transformado por las nuevas prácticas jurídicas y
humanitarias. Estas aparecen a partir de cuestiones que llevan al sentido del síntoma,
abiertas por la fenomenología que marcó el comienzo del siglo y que acompaña el esfuerzo
psicoanalítico de la interpretación.

Una corriente de verdadero disgusto por las formas clásicas de segregación marca a la
psiquiatría progresista, llamada dinámica.

La clínica de la medicación es la que cambia la sensibilidad del siglo. remodela el nuevo uso
de los psicotrópicos y del nuevo gusto social que estos facilitan.

Una yuxtaposición de clínicas sale a la luz en la psiquiatría; las puentes llamadas


psicodinámicas de la clínica, surgidas del modelo hermenéutico transformado por el
psicoanálisis. Aparecen luego las causalidades atribuidas a las modificaciones
psicosociales. Finalmente los psicotrópicos como antipsicóticos y antidepresivos que
vinieron a desordenar los equilibrios adquiridos.
Se opera entonces el retorno de la psiquiatría en la medicina
Bajo el nombre de DSM, la asociación psiquiátrica americana puso a punto una
conversación sobre el síntoma en el seno de la comunidad psiquiátrica estadounidense.
Entre el DS3, DS3 revisado, DSM 4, empezó a aparecer una verdadera descripción
psiquiátrica de comportamientos sociales.
Siguiendo la descomposición en síndromes fragmentados de la clínica, cada uno podía
encontrar su lugar en ese gran libro que se abría.

El encantamiento producido por la clínica del medicamento y la extensión de esas


indicaciones, terminó por producir un extraño malestar.
Si todo es susceptible de un tratamiento medicamentoso, según una indicación
estrictamente terapéutica o por extensión cosmética, ¿a donde se sitúa, entonces, la
frontera entre lo normal y lo patológico?

El efecto paradojal del retorno de la psiquiatría al seno de la medicina, producido por la


nueva eficacia de los psicotrópicos, y el avance de la biología, es justamente este: lejos de
reintegrar simplemente la enfermedad mental en la ciencia y de clausurar el problema, ese
retorno hace patente la fabricación de nuevas normas para lo patológico.
Ya sea que se trate sindromes psotreumaticos, de toxocimnias, de anorexias-bulimias, de
trastornos obsesivos compulsivos, de depresión, o de desórdenes de la identidad, vemos
aparecer una clasificación extremadamente extraña por su extensión y por la naturaleza de
aquello que allí se incluye exactamente. En un sentido, tenemos la sensación de reducción
extrema de la clínica a algunos simples rasgos.

El síntoma invade las normas del campo social. Constituye aquello que más bien vamos a
llamar estilo de vida. El DSM llega de hecho a poner en su lugar síntomas como nuevas
normas de lo viviente, nuevos modos de gozar.

PLURALIZACIÓN ACTUAL DE LAS CLÍNICAS Y ORIENTACIÓN HACIA EL SINTOMA

estamos atravesando un periodo fecundo de reordenamiento de todo lo que llamamos


“síntoma”, este término nace desde la práctica médica, ahora se ha extendido a
manifestaciones de desórdenes que van más allá del campo habitual de la medicina. Ha
tomado un sentido extendido de desorden de lazo social.
Las consecuencias del saber científico introdujeron, modificaron en la práctica médica, en la
ciencia biológica, el conjunto de todas las técnicas que dependen de una manera o de otra
de este campo.

Laurent trata en 3 sentidos la relación del síntoma y la actualidad:


1. en la actualidad histórica de la clínica, en un sentido amplio, que incluye no solo la
clínica psicoanalítica sino las otras.
2. el segundo sentido es el de la actualidad, el de freud hablando de neurosis actuales
y de la actualidad del trauma
3. tercer sentido de actual, considerando las modificaciones que en nuestra
contemporaneidad tocan a la repartición de la autoridad o de la función paterna en la
civilización.
PRIMER SENTIDO
la actualidad del síntoma en el sentido de la historia de la clínica.
Hay un desacuerdo de las ciencias que permite acerca a este inconsciente neurociencias o
logo ciencias. Con este vocablo poco habitual de licencias, Miller agrupa las ciencias del
lenguaje, la lógica, la aproximación de los sistemas de lengua en la mayor generalización.

Para orientarnos a las Ludociencias, necesitamos decir que la particularidad de la


orientación lacaniana es esta definición de un inconsciente estructurado como un lenguaje y
que este lenguaje se construye como equivocó siempre sometido a la imposibilidad de la
univocidad.

La dispersión clínica dentro del psicoanálisis fue progresiva. Hay que acordarse de que
freud primero definió la clínica en un marco que es esencialmente el de la clínica de
Kraepelin pero simplificada.

Freud tomo mas o menos su clasificación pero simplificando: tres neurosis obsesiva, histeria
y fobia; para las psicosis, dos campos esenciales, paranoia y parafrenia de un lado, manía y
melancolía del otro, y para las perversiones fue más bien Krafft- Ebing quien hizo la
clasificación que freud simplificó también, centrando sobre la diferencia sexual y la
castración.
Para iniciar en la práctica a sus alumnos Freud establece casos muy sólidos: un caso de
histeria (Dors), un caso de obsesión (el hombre de las ratas) y un caso de fobia (juanito),
esto esto ya terminado en 1909, luego las cosas empezaron a complicarse.

Lo que luego desorganiza las cosas será la “introducción al narcisismo” de 1914 y 1918, el
caso muy bizarro del hombre de los lobos, un ruso rico hasta la revolución del 17, ya había
visitado todos los psiquiatras de europa, había tenido todos diagnósticos contradictorios.
Llega a Freud pero el caso no se ordena bien, mezcla una neurosis obsesiva infantil, dos
episodios delirantes adultos, toda una vida complicada y extraña cuyo diagnóstico no se
puede circunscribir muy bien.

EVOLUCION DE LA CLÍNICA EN EL PSICOANÁLISIS

en los años 59 los psicoanalistas de todas las orientaciones se encuentran desbordados por
la extension del síntoma y del sintoma psicoanalitico mismo. Al mismo tiempo. se hallan en
la euforia del descubrimiento, pero con el sentimiento de perder cada dia mas el hilo de lo
que hacia verdaderamente al sintoma freudiano.
El mantendra que lo que desborda en el síntoma, más allá de toda nosografía clínica
admitida es que el síntoma se dirige al Otro, y en esto al lugar del otro contenido en la
demanda. En la demanda de curación particular que se dirige al analista, el análisis aísla la
presencia del Otro en una dimensión propia, una materia propia.
Hace que el psicoanalista encuentre, lo quiera o no, al sufrimiento humano estructurado
como un mensaje, en su particularidad.

Fuera del movimiento lacaniano, la extensión y el movimiento de extensión del síntoma


produce un fenómeno de otra índole. Psicoanalistas de diferentes escuelas y orientación
subrayan la novedad y la extensión de la importancia de trastornos particulares más
marcados de lo que eran en la época de Freud: Los trastornos narcisistas.
Todo empieza en Viena en el seminario sobre clínica de Heich y en el instituto de Berlín, al
inicio de los años 20, en el debate sobre las indicaciones animado por Abrahan.

Es Franz Alexander quien hizo una reconstrucción de toda la clínica a partir de la


personalidad narcisista.
Están entonces los interesados en la personalidad narcisista en los EEUU, a partir de
estudios ya sea sobre las depresiones o sobre los borderline.
En todas estas producciones clínicas nuevas se dibuja una unidad. el trastorno narcisista,
que produce por su importancia misma cierta depreciación de las viejas articulaciones
neurosis- psicosis.

Lacan por un lado quiere restaurar la diferenciación entre neurosis y psicosis, y por ello va a
aislar lo que significa la creencia del neurótico, frente a la no creencia del psicótico en el
padre; por otro lado, lacan se interesa en las soluciones encontradas por quienes
precisamente no pueden confiar en el Edipo.

EL CAMBIO DE PARADIGMA CLÍNICO FUERA DEL PSICOANÁLISIS

Entre las disciplinas clínicas fuera del psicoanálisis, la psiquiatría clásica fue el único campo
que define una clínica consistente.

La modificación de la clínica psiquiátrica comenzó desde la posguerra, antes de los


neurolépticos, por los nuevita portes de los psiquiatras que rechazaban las instituciones
carcelarias que habían conocido la enfermedad mental.

Luego vino la incidencia de la difusión de los neurolépticos y otras categorías, como los
ansiolíticos y los antidepresivos.

La difusión de los medicamentos produjo un efecto fundamental, que fue la reintroducción,


en los años 80, de la psiquiatría en el cuadro de la práctica médica en general.

Por fin había medicamentos para el tratamiento; pero diez años después, a partir de los 90,
ya no era tal el encanto; el efecto mayoritario fue más bien un malestar porque al medicar
mas y mas los comportamientos, se encontraba una pulverización de la clínica, una
dificultad muy grande para fijar una prescripción respondido a una patología estrictamente
definida, una prescripción extendida o una prescripción cosmética.

La prescripción de ansiolíticos y antidepresivos dio lugar a debates, en la medida en que los


efectos secundarios eran cada vez más dominados.

Los médicos, lejos de encontrarse tranquilos entre sí, entre practicantes de una misma
disciplina, vieron surgir el legislador que ha puesto barreras entre lo normal y lo patológico.
En el seno mismo de la psiquiatría reabsorbida en la medicina, liberada del mind body
problema, se asiste al surgimiento de la legislación médica y del nuevo aparato de control
de los costos de gestión del sistema de salud.
La evolución de la clínica hace surgir dentro y fuera del psicoanálisis un tipo de fenómeno
convergente, la clínica del sujeto narcisista dejado, abandonado, a su propio goce. Esta
zona de goce es la que nos muestra las patologías de la modernidad: violencia, adicción,
depresión, dispersión de la identidad.

Esta dispersión, esta verificación de la verdad clínica acogida por estos múltiples
síndromes, que se agregan uno al otro, puede dar el sentimiento de cierto relativismo
clínico.

ORIENTARSE EN EL SÍNTOMA

El movimiento fundamental de la clínica está basado en el movimiento de nuestra época, en


la cual el individualismo, las consideraciones democráticas, la pluralización de la opinión y el
nominalismo opuesto al realismo de las esencias hacen que uno crea menos en las
categorías.

lo esencial es el sujeto uno por uno. Esto es la perspectiva nominalista: no creer en el


realismo de las estructuras, creer en el nominalismo del caso uno por uno; no en la esencia,
que no hay más allá que el sujeto mismo.

Es preciso reintroducir este lugar de Otro a través de la figura del necesario lugar de la
interpretación

En la pluralización de las clínicas, ¿cómo orientarse?, decir que hay que orientarse hacia el
síntoma no es solo una evidencia, es recordar que el debate entre nominalismo y realismo
es fundamental para toda clase de clasificaciones posibles y para la inserción de cualquier
sujeto dentro de una clasificación.

Como orientarnos hacia lo real en una civilización donde los artefactos, el artefacto de las
clasificaciones, esta cada dia mas presente como una evidencia.

A través de la tensión entre el artefacto de la clínica y la realidad del paciente, se continúa el


debate hipocrático sobre las enfermedades y el enfermo.

También podría gustarte