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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Santa María
Facultad de Derecho
Semestre: 8vo Sección: “A”
Catedra: Derecho Laboral I
Profesor: Luis Miguel García González

Análisis Jurisprudencial
Tema #3

Grupo: 7

Integrantes:

Elayne Ojeda C.I: 26.966.706

Josué Díaz C.I:23 694.608

Abraham Aguana C.I: 18.810.205

Orliannys Lemus C.I: 25.019.151

Roselis Tabares C.I: 25.234.097


En el juicio sigue la ciudadana MANUELA TOMASELLI MOCCIA, contra la
sociedad civil HOET, PELÁEZ, CASTILLO & DUQUE ABOGADOS, En sentencia
N° 1501 de fecha 11 de noviembre de 2005, reiterada en sentencia N° 2 de
fecha 15 de enero de 2007, esta Sala de Casación Social.

Alega la actora que la relación de trabajo discutida, pretende ser encubierta por la
Asociación Civil Hoet Peláez Castillo & Duque Abogados, al obligar dicha
empresa, a su personal de abogados a firmar un “Acuerdo de Asociación”, cuyo fin
único es enmascarar la relación laboral existente. Ha dicho la doctrina y la
jurisprudencia Patria, que la “simulación” pretende la distorsión de la realidad,
impulsada por el patrono, quien busca alterar un contrato de naturaleza laboral,
ocultándolo en un negocio jurídico de distinta naturaleza, con el objeto de evadir el
cumplimiento de obligaciones laborales así como engañar a los órganos
jurisdiccionales del trabajo. Para combatir la figura de la Simulación, tanto en la
legislación Laboral Patria como en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. El artículo 65 de la Ley Orgánica del Trabajo, establece que
“Se presumirá la existencia de una relación de trabajo entre quien preste un
servicio personal y quien lo recibirá”. No obstante, demostrada la existencia de la
prestación personal del servicio por el actor, se activa la presunción de laboralidad
y, se invierte la carga de la prueba de quien alega el derecho, siendo el patrono
demandado quien podrá desvirtuarla, al tener la presunción la condición juris
tantum, es decir que admite prueba en contrario. La presunción en comento,
ciertamente reviste carácter de suma importancia, ya que con ella se protege el
trabajo como hecho social y así a los prestadores de servicios que a cambio de
ella reciben una remuneración y que se encuentran subordinados a las directrices
del patrono. No obstante, dicha presunción necesariamente debe tener un límite, y
serán aquellos contratos que sean alegados y probados, en el cual también
tengan por objeto la prestación personal de un servicio, pero que generen
consecuencias jurídicas distintas a las de un contrato de naturaleza laboral. De tal
manera que, no siempre las prestaciones personales de servicios profesionales
son de naturaleza laboral, más aun cuanto las condiciones del servicio, como en el
caso de los abogados asociados a una Firma Jurídica, obedecen a un contrato de
naturaleza distinta a la laboral, como lo es un contrato civil de asociación, tal y
como ocurre en el presente caso, finalizada la relación laboral existente con la
demandada, mediante la celebración en dos oportunidades de un “Contrato de
Asociación”, prestaba sus servicios profesionales, como Abogada Asociada de la
empresa, en la que recibía un anticipo mensual como participación y el resto
estaba subordinado a que los horarios facturados a los cliente sean efectivamente
cobrados, debiendo devolver a la firma con dinero de su peculio. En virtud de todo
lo anteriormente expuesto, no constata la Sala el vicio aquí delatado, en
consecuencia, se declara sin lugar la presente denuncia. Así se decide.

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