—¡Pr, princesa!

—P, po, por, Por favor, ¡Sálvanos…!

Las doncellas se aferraron al dobladillo de la falda de Aristine con el rostro cubierto de
lágrimas y mocos.
—¿Me están pidiendo que las salve?
Aristine preguntó de nuevo desconcertada.
—Wow, ustedes son realmente increíbles, ¿no?
Las doncellas se sintieron mortificadas por esas palabras, pero no era momento de
disimularlo.
—Nos equivocamos, por favor...
—Por supuesto que las salvaré. ¿Por qué debería matarlas?
Ante esas palabras, la esperanza comenzó a florecer en los rostros de las doncellas.
—E, entonces —.
—Mi estimado padre se encargará de ello.
Thump.
Su corazón se hundió.
El rostro que había comenzado a mostrar esperanza se oscureció y murió de
desesperación en un instante
Las doncellas sabían qué tipo de persona era el emperador.
Fue él quien llevó a su propia hija a la muerte.
—Por supuesto, antes de eso tienen que ser juzgadas por la gente.
Aristine miró a su alrededor.
Todas las personas que vivían en el palacio, incluidos los sirvientes, se reunieron y
miraron a las doncellas con ojos llenos de desprecio.
Incluso las pequeñas cosas que sucedían con Tarkan aparecían en las noticias, entonces,
¿qué pasaría con algo como esto?
—Eso es bueno porque querían que las notaran en lugar de mí.
Aristine sonrió brillantemente como la luz de la luna y miró a las doncellas.
—Felicitaciones por hacer realidad su sueño.

***
—¡Su Alteza Real!
Diona entró apresuradamente en la habitación.
—Escuché la noticia. ¿Está bien?
Miró a Aristine con preocupación con sus ojos verde mar.
Aristine miró a Diona con cierta sorpresa.
¿Venía a visitarla tan rápido por lo que había pasado?
—No sabía que estarías tan preocupada por mí.
Diona se estremeció y miró la expresión de Aristine.
Era una palabra con espinas.
'¿Acaso sabe que engañé a las damas de honor?'
Pero el rostro inexpresivo y terso de Aristine era ilegible, como siempre.
Mientras se esforzaba por levantar las comisuras de la boca, Diona dijo.
—Por supuesto que sí. ¿No es eso lo que haría todo ciudadano de este país?
—Mmm....
Aristine apretó la barbilla con un sonido nasal.
Era muy amable de su parte preocuparse tanto por ella.
‘Pero el hecho de que vinieras a verme por la mañana sin siquiera notificarlo es excesivo.’
Puede que lo haya considerado un poco grosero, pero no quería señalar que era porque
estaba preocupada por ella.
Aristine pensaba eso, pero Diona estaba molesta ante la ambigua reacción.
—Además, tengo una relación personal con Su Alteza. Me preocupo más que con un
extraño.
Diona fingió ser amigable y puso su mano sobre el brazo de Aristine.
—No sabía que pensabas así en mí después de que te enojaste la última vez.
La razón por la que estaba enojada en ese momento fue porque la trató como una idiota,
frente a Tarkan diciendo que tenía estreñimiento por el síndrome del intestino irritable.
Squeak. Diona apretó los dientes ante el recuerdo que pasó ante sus ojos.
Pero no podía estar enojada con Aristine ahora.
—En ese momento...
—Lo sé, tenías prisa por ir al baño.
—….
Aristine le dio unas palmaditas a Diona como si lo supiera todo.
En ese momento, Diona no podía decidir si Aristine hablaba en serio o se estaba burlando
de ella.