'Guau…'

Aristine estaba puramente asombrada.

Mi marido es lánguido y sexy como una fiera y me pregunta si he dormido bien en cuanto
abro los ojos por la mañana.
Se siente bien despertarse por la mañana.
Desde la mañana, mi energía parecía estar aumentando.
Aristine pensó sin darse cuenta que por eso todos se iban a casar.
Siempre me despertaba con Tarkan, pero hoy sentí que su belleza era particularmente
especial.
'¿Por qué estás haciendo esto?'
Mientras inclinaba la cabeza, los fuertes brazos de Tarkan rodearon su cintura.
—Dormir más. "Supongo que el exceso de trabajo aún no se ha curado".
Con solo un toque de su mano, Aristine fue fácilmente llevada a su lado.
El pecho desnudo de Tarkan tocó la espalda de Aristine.
'y…'
Aristine parpadeó.
Podía sentir claramente las curvas del pecho cálido, suave y firme.
Ella no sabía qué hacer y agarró y desenvolvió la manta.
Originalmente era una cama estrecha, por lo que al menos una parte del cuerpo estaba
atascada, pero en el mejor de los casos eran solo los brazos.
Era la primera vez que era tan obvio.
'¿Es esto una pareja?'
Aprendí algo nuevo.
Gracias a las cortinas de encaje, la luz del sol a la sombra era perfecta y suave.
Además, estar envuelta en un cuerpo cálido la hacía sentir cansada, por lo que Aristine
cerró los ojos.
'Tarkan también me pidió que durmiera más... … .'
Con ese pensamiento en mente, en el momento en que estaba a punto de dejar mi cuerpo
sobre el caballo nuevamente, mis ojos se abrieron brillantemente.
'¡¿Qué estoy haciendo?!'
Ahora no es el momento de holgazanear tranquilamente con Tarkan.
—¿Qué pasa?"
Mientras Aristine se retorcía, Tarkan levantó ligeramente la parte superior de su cuerpo y
preguntó.
El rostro que la miraba estaba medio dormido y relajado.
'eww... … .'
Aristine gimió y se levantó de un salto.
'Así que este es el mundo de la belleza. Fue peligroso.'
Aristine se secó el sudor frío.
Es la misma mañana de siempre, pero no sé por qué estoy tan agitada.
—¿No vas a dormir más?”
—¿Dónde está el momento para eso? "Tengo que trabajar."
Los ojos de Tarkan temblaron.
Miró a Aristine que se levantaba apresuradamente de la cama con una mirada de
desaprobación.