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(Re)pensar la relación entre el cuerpo humano

y la tecnología digital

Área de concentración en Psicología Social


Intervención Psicosocial:
Grupal, institucional y comunitaria

Alumnos:
De Jesús Hernandez Daniel Josue
García Martinez Alejandro
“Todo el pensamiento moderno
es permeado por la idea
de pensar lo imposible”.

Michel Foucault

Introducción

¿Cómo se está transformando el mundo en el que vivimos? Si miraramos con detenimiento


nuestro alrededor, inmediatamente nos daríamos cuenta que el mundo se está digitalizando a
un ritmo impresionante. Está claro que cada vez más nuestra realidad consiste en una
experiencia digital, a tal grado, que hoy en día sería complicado encontrar un lugar donde lo
digital esté ausente. Este fenómeno fue, en primer lugar, lo que causó nuestro interés por
empezar esta investigación.

También es cierto que no podemos negar que las tecnologías modernas han mejorado, en
parte, nuestra forma de relacionarnos con la vida. Sin embargo, con este avance incesante,
nos lleva a algunas cuestiones ¿qué está provocando en los seres humanos? ¿cuál es el precio
a pagar por transformar una realidad “física” en una experiencia digital?

Antes de continuar, consideramos oportuno aclarar que esta investigación no busca, en


ningún modo, construir una crítica que aluda a la nostalgia invitando a retroceder en el
tiempo, como si fuera sencillamente posible. Al contrario, consideramos que las herramientas
digitales han llegado para quedarse y siguen permeando cada parte de nuestra vida. Y ante
este impactante acontecimiento solo vemos posibles dos opciones: comprender y actualizarse.

Por ello, es importante, en esta investigación, elucidar qué tipo de cuestiones de orden social
se ponen en juego con el desarrollo de la tecnología digital, que de algún modo, ha estado
presente desde el inicio de la historia de la humanidad, pues no se debería olvidar que incluso
uno de los precursores del homo sapiens; el homo habilis tiene como principal característica,
la capacidad de hacer uso de herramientas para sobrevivir. Por lo tanto, es prácticamente
imposible separar la idea de una humanidad sin tecnología.

En cambio, suponemos que es correcto decir que anteriormente la tecnología estaba


subordinada al ser humano y actualmente no solo parece haberse invertido el orden de las
cosas, si no que existe una relación de dependencia que tiene distintas consecuencias en el
cuerpo y en la propia existencia humana.

Debido a esta gran transformación tecnológica es que surge la inquietud por investigar cuáles
son las implicaciones actuales que tiene la tecnología digital sobre el cuerpo de los sujetos.
Con el fin de que este trabajo también pueda ser de interés, tanto o más que a nosotros, y
pueda ser continuado, quizá en algún futuro no muy lejano.

Pretendemos entonces, comprender esta relación moderna del ser humano con su cuerpo y las
tecnologías digitales que hacen que el futuro se haga cada vez más presente. Y por lo pronto,
mostrar también algunos avances como conceptos, ideas y complicaciones que se han
manifestado en el transcurso de estos últimos meses.

Tema elegido: “(Re)pensar la relación entre el cuerpo humano y la tecnología digital”

Elección del tema:

Antes de comenzar a describir el problema de esta investigación, consideramos oportuno


hacer una breve historia de cómo hemos llegado al tema actual, ya que desde el inicio del
trimestre hemos estado transitando entre algunos temas, debido a la complejidad que conlleva
sumergirse en el gran mundo digital. Sin embargo, notamos un factor común que surgió entre
estos cambios, lo cual abordaremos respectivamente al final de esta descripción.

Lista de los temas transitados:


-La relación de la mirada (desde el Psicoanálisis) en las redes socio digitales.
-La ética en la virtualidad.
-Las nuevas formas de relaciones parasociales con los medios digitales.
-“Pensar la relación entre el cuerpo humano y la tecnología digital”.

A modo de explicar brevemente sobre el proceso de cambio de los temas. En primer lugar,
pensando en realizar una investigación totalmente virtual, se optó por abordar las redes
sociodigitales y pensarlas desde el concepto de la “mirada” en Psicoanálisis, pues
observamos que a la gran exposición y explotación de la mirada, que implica formar parte de
estas redes, surgía una crisis. (Hay tanto que mirar en las redes que no sabemos cómo
deberíamos hacerlo). Después de algunas reflexiones al respecto, como respuesta a este
problema, pensamos en construir una crítica desde la ética. Con esto tuvimos la sensación de
que nos estábamos conduciendo a campos más filosóficos, lo cual no coincidía totalmente
con el deseo de trabajar una investigación desde una perspectiva psicológica.

Pasando el tiempo, dialogamos sobre dirigir el enfoque hacia las relaciones parasociales, que
de alguna manera, han existido entre el fanático y el artista, pero que ahora, con el gran
alcance de la virtualidad, se ha transparentado aún más esta relación.

Ese mismo día, se viralizaron en Facebook, en cuanto a tecnología, las noticias sobre el
último lanzamiento, tratándose nada más y nada menos que de las “Apple Vision Pro”. Unas
gafas virtuales que más allá de proporcionar una realidad virtual, lleva al usuario a
experimentar una realidad aumentada, que sin importar el lugar o el momento, permiten
navegar solamente con la vista, manos y voz en una especie de pantalla infinita o como esta
la empresa se refiere “una computadora espacial”.

Inmediatamente la gente comenzó a expresar su opinión al respecto por medio de


comentarios sobre los videos que circularon en internet. Y fue así que decidimos empezar a
trabajar desde aquí. Hasta el momento ya era nuestro cambio número cuatro de tema,
confirmando que el mar digital es más profundo de lo que creíamos y por lo tanto, pensando
en que ya no podíamos seguir siendo presas de esta profundidad, había que volver a la
superficie y dejar de navegar tan profundo para empezar a mirar lo que teníamos de frente.

Fue entonces, que con estos cambios de tema, notamos también que existía entre ellos algo en
común; un interés por pensar la relación entre el cuerpo humano y las tecnologías digitales.
Es interesante que al principio de esta investigación no lograbamos darle una forma aparente
hasta que empezamos a pensarlo como una relación con el cuerpo humano. Quizá esto se
trate de la señal de lo que algunos investigadores cuentan, cuando dicen que uno no elige el
tema a investigar sino que es el tema que elige a sus investigadores.

En fin, una vez visto el proceso sobre la elección del tema, podemos partir ya, por describir a
detalle la descripción del problema que nos interesa.
Descripción del problema:

En la actualidad, las tecnologías no solo se han instaurado en los utensilios de nuestra vida
cotidiana, sino que también, poco a poco, han ido integrándose en el cuerpo del ser humano.
Ya sea con la finalidad de mejorar o modificar alguna “falta” desde una extremidad del
cuerpo hasta intentar llevar la presencia humana a un tipo de realidad virtual.

Una pregunta esencial que surgió al intentar pensar esta relación entre el cuerpo y la
tecnología fue la siguiente: ¿No es interesante el juego de cambio de papeles en la era digital,
mientras que el ser humano busca dotar cada vez más de capacidades humanas a los robots, el
ser humano se ensambla poco a poco piezas tecnológicas como una aspiración a saberse
máquina?

La pregunta anterior es el resultado propiamente por nuestro gusto y curiosidad por la


tecnología. Y por otro lado, porque nosotros también formamos parte de este ecosistema
digital. Hablando desde nuestra cara académica existe un interés por la implicación de la vida
virtual en las relaciones humanas. ¿Qué efectos produce en las personas? ¿Genera , elimina o
exalta elementos de comunicación?

Y es que día con día, el ser humano se acerca, por medio de la realidad virtual y los
aditamentos digitales, a una especie de Cyborg, que Haraway lo define como: “Un
organismo cibernético, un híbrido máquina y organismo, una criatura de realidad social y de
ficción”: (Haraway, 1984). Dejándonos así en una cuestión, y que quizá en algún punto que
todo sujeto se ha planteado alguna vez, ¿hacia dónde nos conducimos con este
desencadenado avance tecnológico?

Intentar responder a la cuestión anterior sería imposible, en primer lugar porque no estaría
dentro de nuestro alcance como investigadores y en segunda, quizá por su parte la tecnología
tampoco pueda brindar una respuesta certera. Sin embargo, desde nuestros alcances, se
buscará comprender y dar cuenta de la experiencia que se produce al usar estos dispositivos
tecnológicos y sobre todo su implicación en el cuerpo humano, pues cada vez más las
herramientas digitales son parte de nuestra cotidianidad y por lo tanto también de los bordes
de nuestras pieles.
Ahora bien, hay diversas maneras de experimentar la realidad virtual y una de ellas, la más
directa, es por medio del cuerpo humano. Rita Segato nos habla que con las tecnologías
digitales se prioriza una relación con el otro sin el uso total del cuerpo, donde el otro no
existe más que como un espejismo:

“El otro en la pantalla es percibido como un muñeco a quien se puede seducir, vencer
o anular. La pantalla funciona aquí como un espejo donde la alteridad es solo un
espejismo. A partir de la forclusión de la ley del cuerpo como límite, todo índice de
alteridad o resistencia del mundo es eliminado, y el otro deja de ser percibido en su
radicalidad e irreductibilidad”. (Segato, 2003, p 92).

Por otro lado, Katherine Hayles, explora cómo los límites del cuerpo han sido
revolucionados, y que nuestra época se caracteriza por un deseo de borrar el peso corporal o
mejor dicho, por transformar el cuerpo en información, en no materia (1999: cap. 1).

Es esto lo que nos parece apremiante reflexionar, la dirección que parece guiar la relación
humano-máquina de la que hemos hablado, pues aunque aún no tenemos a la tecnología
inserta en la carne como un sustituto total del cuerpo, dia con dia hacemos recorridos de
pantallas interminables; estudiamos y trabajamos frente a las computadoras, “descansamos”
frente a los televisores y continuamente el celular, que es ahora un artículo de falsa primera
necesidad (más bien dependencia), y que toma cada espacio libre, he incluso invade el
espacio dedicado a otras cosas con el continuo alud de notificaciones, que invitan a tomar el
celular y revisar qué es aquello que creemos estar perdiéndonos.

Hace tiempo atrás era inconcebible pensar la posibilidad de comunicarnos con el otro sin
estar corporalmente. Ahora, con lo digital como herramienta, estamos vislumbrando altas
posibilidades de rebasar este límite, que desde los inicios de la humanidad es parte del ser
humano; el cuerpo.

Por ello nos resulta fundamental pensar en estos tiempos, por medio de esta investigación, la
relación del cuerpo humano con las tecnologías digitales, con la finalidad de comprender esta
nueva forma de interacción con el mundo y cómo la humanidad responde ante esta
transformación.
Argumentación de su relevancia:

El estudio de la AIMX (2022) señala que “La pandemia incentivó un mayor número de
actividades en línea, a raíz de la necesidad de educación, trabajo y entretenimiento en casa.
Causando una influencia notable, en jóvenes mexicanos entre la edad 28 y 24 años, utilicen
herramientas digitales en su vida cotidiana”. En otras palabras, la pandemia obligó al ser
humano, a nivel mundial, a experimentar muy de cerca una realidad no antes vista, una
realidad donde el cuerpo podía ir más allá de su finitud, donde el sujeto, en los tiempos
pandémicos; podía estar sin estar. Y tal vez esta experiencia dio a pensar un comienzo del
desdibujamiento del cuerpo para dibujarlo en una realidad distinta.

Es esencial enfatizar que con el avance de la tecnología, que ya desde hace años se ha visto
con las transformaciones del dispositivo móvil, no ha hecho más que continuar y proliferar
una serie de dispositivos, que más que funcionar con único fin en específico, se convierten en
artilugios compañeros del dia a dia que modifican nuestra manera de ser en el mundo.

La tecnología, como ya hemos mencionado en la introducción, es un acompañante del ser


humano, desde sus inicios, e inevitablemente se ha desarrollado hasta límites quizás alguna
vez insospechados, a un punto que los horizontes apuntan a una especie de fusión que:

En el debate contemporáneo sobre el posthumanismo —según el cual no existen


diferencias esenciales o demarcaciones absolutas entre la existencia corporal y la
simulación computacional, entre el mecanismo cibernético y el organismo biológico,
entre la teleología robótica y los objetivos humanos—se está configurando un
fundamentalismo análogo al genético que hemos descrito, pero ahora respecto a las
tecnologías de la información. La noción de posthumanismo es enfáticamente
inestable. Inestable porque en la literatura contemporánea algunos trabajos asocian al
cuerpo posthumano con el transhumanismo. A grandes rasgos, este último señala que
ante sus limitaciones, el que sea una suerte de “aditamento adverso” ante la
vulnerabilidad de la carne que incuba tumores, que reclama drogas, que propaga
virus, el cuerpo es susceptible de ser rediseñado valiéndose de la tecnología. Los
transhumanistas defienden el “derecho moral de aquellos que desean recurrir a la
tecnología para ampliar sus capacidades mentales y físicas y para aumentar el control
sobre sus propias vidas […]”. (Parrini,2021).

Es aún un terreno, o mejor dicho un concepto falto de consistencia, principalmente porque


trata de definir una situación que suponemos tomará lugar en el futuro y siendo conscientes
de ello queremos señalar el momento actual y lo que implica en el ahora la quasi-fusión con
la tecnología.

Por ejemplo, en el ámbito del arte contemporáneo, el artista australiano Stelarc se ha


empeñado en mostrar la obsolescencia del cuerpo y reivindicar la idea de que “el cuerpo no
es más un objeto de deseo, sino un objeto de diseño […] y que lo orgánico y lo artificial crean
juntos una nueva clase de energía evolutiva”. (Citado por Mejía 2005: 123 y 126).
Es notable la percepción de los defensores del posthumanismo que piensan la condición
humana como deficiente y por eso se persigue con la tecnología un cambio evolutivo, aunque
intentar considerar tal cambio como un avance sigue poniéndose en duda pues consiste en
una discusión muy amplia.

Ahora bien, el futuro constituye un espacio para la realización de la individualidad, de la


trascendencia de los límites biológicos y la creación de un nuevo orden social. Veamos si no.
Ray Kurzweil, uno de los expertos más reconocidos en el campo de la inteligencia artificial,
ha pronosticado que para el año 2040 la cuarta generación de robots tendrá capacidades
humanas, y para el año 2099 el pensamiento humano y la inteligencia artificial se habrán
fusionado. Esto significa que no habrá distinción entre las personas y las computadoras
(1999: 280). Claramente, esto no son más que especulaciones, pero lo que sí es una realidad
es que hoy en día existen relaciones con la tecnología que pueden considerarse como el
siguiente paso hacia el transhumanismo.

Por lo tanto, es de sumo interés preguntar ¿qué significa y cómo se viven estas
transformaciones? ¿cómo se construye esta relación de poder económico que permite acceder
a una gama diversa de dispositivos que modifican la manera en la que abordamos la realidad?
Porque evidentemente estos cambios tecnológicos no son económicamente viables para toda
la humanidad y eso mismo engloba la relevancia de este tema. Hay una pregunta que es de
suma importancia ¿Quienes podrán acceder a la nueva tecnología? Bueno esa es una cuestión
que ha estado vinculada a la idea del transhumanismo desde sus cimientos insertar cita los
críticos del movimiento demuestran una preocupación por señalar que la dependencia
tecnología también será una cuestión de ventaja económica que lo único que hará será
acrecentar la brecha entre los adinerados y la mayoría de la población que no podrá costear la
persecución por la vanguardia tecnológica.

Podemos tomar como ejemplo los actuales buscadores comunes que en su tiempo
significaban toda una revolución para los que podían permitirse una computadora en el hogar.
Han pasado los años y actualmente todos podemos acceder a algún buscador desde nuestro
bolsillo, ¿quiere decir esto que la tecnología eventualmente siempre acaba al alcance de
todos? no creo que sea absolutamente cierto y ¿no es acaso conveniente para la nueva
capitalización de la información que la mayoría de la población tenga la posibilidad de
consumir y generar información todo el tiempo? Entonces ante este nuevo horizonte ¿qué tan
beneficioso es para la población en general que todos los avances se vuelvan un estándar?
¿Cuál será la repercusión del dispositivo en la subjetividad? Probablemente una distorsión de
la realidad una sobre exposición a una realidad paralela y un alejamiento del espacio físico,
una inexistente pausa de la virtualidad.

Como se puede observar, son decenas las preguntas que podemos hacer ante este tema, pero
lo más importante es no adelantarnos demasiado al futuro y por el momento hacer una suerte
de crónica del momento presente. Es prudente y necesario señalar la dificultad de esta tarea
en una actualidad donde la vanguardia se mueve tan vertiginosamente.

• Preguntas de investigación

Entre algunas preguntas que surgen a partir de nuestras reflexiones:

1. ¿De qué manera los dispositivos digitales implican el cuerpo? ¿En qué consiste esta
implicación? ¿Una implicación como una forma de control?
2. ¿Qué conlleva esta gran transformación tecnológica?
3. ¿Quienes podrán acceder a ello? ¿Los dispositivos de ciertas marcas agregan estatus
social?
4. ¿Acaso no beneficia al sistema capitalista que la mayoría deba y pueda acceder a esta
transformación?
5. ¿Cuál es la repercusión de este tipo de dispositivos en las subjetividades?
6. ¿Qué malestar trae a los sujetos? ¿Cómo lo expresan? ¿Es el mismo malestar para
todos, hombres, mujeres, ricos, pobres? Entender la textura de este malestar, ¿cómo se
genera y qué se debe? ¿cómo me acerco a este malestar?

• Avance en la identificación y el desarrollo de conceptos relevantes que se han ubicado


hasta el momento (3)

-Posthumanismo:
Es posible una estrategia de upgrading 9 del organismo humano, de adecuación maquinal del
cuerpo y del cerebro humano a una infosfera hiperveloz. Es la estrategia que se suele llamar
posthumana. (Berardi, 2003).

-Transhumanismo:
Los transhumanistas defienden el “derecho moral de aquellos que desean recurrir a la
tecnología para ampliar sus capacidades mentales y físicas y para aumentar el control sobre
sus propias vidas […]”
Para los transhumanistas —optimistas y sustentados en los enormes éxitos tecnocientíficos—,
el futuro constituye un espacio para la realización de la individualidad, de la trascendencia de
los límites biológicos y la creación de un nuevo orden social. (Parrini, 2021).

Ambos se vinculan en:


La fragmentación creciente del cuerpo se vincula con la intervención cada vez más precisa de
la ciencia, su conocimiento más específico del cuerpo y, finalmente, con el apogeo de la
técnica como un gigantesco dispositivo de intervenciones corporales. Ese horizonte, que ha
sido descrito por algunos como posthumanismo y por otros como transhumanismo, anuncia la
inscripción del cuerpo como naturaleza en los protocolos técnicos de la cultura, la
sincronización de la evolución con la ciencia, el abandono de los últimos reductos no
maquínicos en las redes de información y transformación corporal. (Parrini, 2021).

-Cyborg:
Organismo cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una criatura de realidad social y
también de ficción. (Haraway, 1984).
-Bioética:
Es importante comprender que la bioética es una parte de la ética y no de toda la ética. Ella se
ocupa de la vida en cuanto tal. La pregunta central que se plantea es:¿cómo debemos tratar a
la vida, sobre todo, a la vida humana? (Andorno, 1998) en el mismo texto plantea Ahora bien,
la ética, en tanto disciplina filosófica, está por encima de las ciencias particulares. No
corresponde a las biotecnologías dirigir a la ética, sino que es a la ética a quien incumbe
dirigir a las biotecnologías.

-Cuerpo:
Los íntimos lazos existentes entre sexualidad e instrumentalidad, entre percepciones del
cuerpo como una especie de máquina maximizadora para uso y satisfacción privada, son
descritos muy bien en las historias de origen sociobiológico que ponen el énfasis en un
cálculo genético y explican la inevitable dialéctica de dominación de los papeles genéricos
masculinos y femeninos. Estas historias sociobiológicas dependen de una visión de alta
tecnología del cuerpo como un componente biótico o como un sistema cibernético de
comunicaciones. (Haraway,1984).

-Realidad virtual:
Sistema computacional que permite la creación de entornos artificiales por parte del usuario,
donde es posible interactuar, navegar y sumergirse en un espacio tridimensional utilizando
canales multisensoriales. (Cardoso, 2017).

• Avances en la aproximación al campo

Nuestro campo, en parte, son los espacios virtuales que nos brindan las redes sociodigitales.
Al estar observando estos espacios, en un último momento, notamos la viralización de los
más recientes “Apple Vision Pro”. Fue por medio de videos, tanto algunos influencers como
usuarios comunes, que dieron a conocer su adquisición y experiencia con estas gafas
virtuales. La gente comenzó a expresar sus opiniones en los comentarios de estos videos. Al
notar que esta noticia generó gran impacto y que prácticamente todos empezaron a hablar al
respecto, fue que observamos que por lo pronto podiamos enfocarnos en los discursos que se
plasmaban en dichos comentarios. Por ejemplo:
1. “Y para que ver realidad virtual si tenemos realidad real. No lo entiendo. Pura
mercadotecnia. Van a acabar con el poco cerebro que tenemos”
2. “Imagínense las aplicaciones en las que se puede utilizar esta joya, en los quirófanos
por ejemplo…”
3. “Esperemos a que los chinos lo mejoren y lo saquen a menos de mitad de precio”.
4. “Producto sin ningún tipo de sentido ya la PC Y LAS TABLETAS cubren las
necesidades útiles en redes la única utilidad que le veo es alimentar el ego de los que
creen tener status por comprar esas cosas bizarradas sin más sentido que volver más
zombies a las personas y alejar la socialización entre las personas tanto y dentro de las
oficinas, hogar y lugares de ocio. Creo que debería de regular ya tanto aparato y hacer
un estudio de campo en lo que puede afectar neurológicamente a las personas”.
5. “Desde hace mucho me considero un fanatico de la tecnología pero por primera vez
pienso que esto es de alguna manera un comienzo de un futuro extraño y de igual
manera triste para una forma de escapar de la realidad a un precio extravagante.”
6. “Si para eso sirve la tecnología merecemos la extinción”.

Mientras que los que ya han experimentado estas gafas virtuales expresan:

1. “Sobre estas gafas, hay un montón de cosas que me han sorprendido, para bien y otras
para mal. Pero por lo general, creo que nos estamos acercando a ese punto en que la
tecnología ya está casi ahí y que dentro de diez años estas gafas las empezará a llevar
todo el mundo”.
2. “¡Es una locura, eh! Venía un poco escéptico a grabar, pero me ha cambiado un poco
la mentalidad. Me han gustado mucho más de lo que pensaba. La sensación de
inmersión es brutal. ¡Es que parece que estás ahí!”
3. “Me voy a quitar las gafas para poder mirarte otra vez con mis propios ojos. Y mira,
es un aparato costoso, pero siento que vale completamente la pena. Yo lo que sí tengo
es mucha curiosidad de cómo podemos seguir integrando las posibilidades de este
increíble aparato electrónico en la vida real. La vida está a punto de cambiarnos. Es
increíble”.
4. “Quiero dejar en claro que para mí este producto es realmente increíble, el potencial
que hay es salvaje, la forma cómo responde al utilizarlo es a otro nivel, no hay nada
igual. Realmente es un producto, que tecnológicamente hablando, está muy avanzado
comparado con cualquier otro producto similar que hay en el mercado, por lo que
considero los Apple Vision Pro van para aquellos, como yo, que les gusta tecnología,
desean tener lo último que sale al mercado y que le puede sacar lo máximo provecho.
Por ahora, debido al precio, no es muy accesible para muchos, pero si tienen la
oportunidad de probarlo, haganlo para que puedan experimentar un poquito de lo que
el futuro tiene para nosotros”.

Como puede observarse, tanto los influencers como los usuarios, han expresado su opinión
desde diferentes posturas. Por ello consideramos bastante valioso los discursos que se han
suscitado en estos medios. Ya que por el momento, para adquirir estas gafas, solo se
encuentran disponibles en Estados Unidos, pero en cuanto estén disponibles para prueba en el
país pretendemos también conocer la experiencia.

También gracias al alcance masivo de las redes sociodigitales fue que nos enteramos de la
existencia y de la repercusión que está teniendo este artefacto. Es por eso que al buscar más al
respecto de estas gafas, nos encontramos a un Tiktoker (Mexicano), donde en sus cuentas de
redes está prácticamente documentado toda su experiencia con estas gafas, desde que las
adquirió hasta la fecha. Llegando al punto donde agregó, a sus historias de Instagram, una
caja de preguntas para dar oportunidad a sus seguidores de preguntar todas las inquietudes
sobre esta nueva tecnología. Por estas razones es que hemos decidido seguirlo en sus redes
como una forma de acompañarlo en su experiencia.

Optamos también por mandarle un mensaje directo con el fin de esperar una respuesta a la
posibilidad de agendar alguna entrevista. Y por otro lado, el Tiktoker también tiene en su
cuenta una opción de suscripción donde hay posibilidad de abrir paso a una interacción más
cercana. Nos hemos decidido por pagar la suscripción correspondiente de $125, pero no sin
antes, sumergirnos más con el tema y así estructurar ideas más claras en la entrevista.

Por otro lado, en cuanto a los métodos para investigar este fenómeno actual, por el momento
contamos con dos vías; la etnografía digital que consta en parte de tomar registro de las
participaciones en redes alrededor de nuestro tema. Donde la antropóloga Sarah Pink nos
menciona sobre las oportunidades de este tipo de etnografía:

“En la etnografía digital a menudo establecemos contacto con los participantes a


través de los medios, un contacto "mediado", más que a través de la presencia directa.
Podemos conversar con las personas en cualquier momento de su vida diaria.
Podemos observar qué hacen siguiéndolas digitalmente, o pedirles que nos inviten a
participar en sus prácticas mediáticas sociales: escuchar puede implicar leer, o sentir y
comunicar de otras formas”. (Pink, 2016).

Por lo tanto, observar e interactuar por medio de estas redes sociodigitales y así conocer qué
les provoca, qué piensan y por otra parte, dentro de nuestro alcance por el momento,
acercarnos físicamente a los que ya usan la realidad virtual, que en su mayoría son los ya
conocidos gamers. Por lo pronto nos interesaría conocer qué piensan y sienten ellos dentro de
la realidad virtual, ¿Es acaso un escape de la realidad deprimente como planteaba la Ready
player one? o ¿es una forma de experimentar cosas que resultan imposibles en una “vida
real”?

Este cambio de planes, en cuanto a hacer una etnografía totalmente digital y realizar un
acercamiento físico con la comunidad gamer no nos inquieta de ninguna forma en la
repercusión de esta investigación, pues poco a poco, mientras se iba leyendo acerca de este
tipo de etnografía, fue que nos dimos cuenta que para ver el mundo digital también hay que
mirar más allá de lo digital. Y Sarah Pink, nos explica las razones:

“Las relaciones, aunque su base principal sea online, no pueden ser puramente
digitales. Por lo tanto, para entender cómo se desarrollan hemos de observar más allá
de lo digital . Por ejemplo, en el estudio de TACCHI (sobre la importancia del uso del
teléfono móvil entre las mujeres de los suburbios de Nueva Delhi) requiere una
interpretación más amplia de qué significa la movilidad para las mujeres de su
estudio. Vemos que el concepto de evento, en cuya constitución intervienen procesos
de distinto tipo, también es un ejemplo de que las actividades, las tecnologías y los
contenidos y usos digitales pasan a formar parte de configuraciones más amplias”.
(Pink, 2016, p.27).

Entre otros métodos que utilizaremos, como la observación participante, que Taylor y
Bogdan (1984) la definen como la interacción social entre el investigador y los informantes
en el milieu (escenario social, ambiente o contexto) de los últimos, y de la cual se recogen
datos de modo sistemático y no intrusivo.
Haremos lo anterior al recorrer el ciberespacio de manera normal, pero haciendo
continuamente conciencia de las preguntas que tenemos para la investigación, no con rigidez
si no con curiosidad. Las entrevistas serán realizadas a jóvenes que estén en contacto con la
realidad virtual de manera reiterada y con los interesados por el tema.

Bibliografía relevante revisada hasta el momento (al menos tres libros):

1. Etnografía digital - Sarah Pink


2. Infocracia - Byung - Chul Han
3. La Fábrica de la infelicidad- Bifo Franco Berardi
4. Lenguaje y juego de escritura en la red: Una incursión por las comunidades virtuales -
Silvia Tabachnik
5. Los archivos del cuerpo ¿Como estudiar el cuerpo? - Rodrigo Parrini
6. Manifiesto Cyborg - Donna Haraway
7. Ontología Cyborg. El cuerpo en la nueva sociedad tecnológica - Teresa A. García

Reflexiones

El futuro, que como alguna vez imaginamos a la humanidad, es cada día más una realidad
experimentable (para algunos) y sin duda alguna, la gran mayoría de la población mundial es
partícipe de esta globalización. Los avances tecnológicos nos interpelan de alguna forma,
pero ¿qué significa esto para la vida de las personas?, ¿es que acaso todos lo ven como una
forma de tener al mundo al alcance de su mano?, ¿cuál es el fin de hacer todo más práctico?,
¿este avance tecnológico es una excusa de lujo para escapar de nuestra finitud como seres
humanos?, ¿determinamos la tecnología o ella nos determina a nosotros?

Y es que como puede apreciarse, hay muchas preguntas que pueden o no tener respuestas. Sin
embargo, consideramos que tanto estas cuestiones como las dificultades que hemos tenido a
lo largo de este planteamiento, no son, de ningún modo, algún impedimento para realizar un
trabajo en donde se plasme un presente que vislumbre el futuro. Creemos que esta
investigación guarda en sí un potencial por intentar enfocarse en lo que está inquietando a
todo el mundo actualmente, las transformaciones tecnológicas. Nos atreveríamos a decir, que
las dudas que nos hacen atascarnos por momentos son las mismas que nos impulsan a querer
descubrirlas.
Referencias

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actualizada del texto original en francés: La bioéthique et la dignité de la personne,Presses
Universitaires de France, París, TECNOS (GRUPO ANAYA, S.A.)

Bifo, F (2003) La fábrica de la infelicidad Traficantes de Sueños C\Hortaleza 19, 1º drcha.


28004 Madrid

Cardoso, A., Kirner, C., Júnior, E. L., & Kelner, J. (2007). Tecnologias e ferramentas para o
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Universitária UFPE.

González, A. (2002,12 agosto). Jóvenes son los que más herramientas digitales utilizan en
México. Once Noticias: https://oncenoticias.digital/nacional/jovenes-son-los-que-mas-
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%2076%25%20de%20esta,el%20estudio%20de%20la%20AIMX.

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mujeres en el circuito integrado

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Segato, R (2003). Las estructuras elementales de la violencia: Universidad Nacional de


Quilmes.

Taylor,S, Bogdan, R Introducción a los métodos cualitativos de investigación la búsqueda


de significados . Tema 37 de Paidós básica Volumen 37 de Paidós studio-básica

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