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Criminología del riesgo

La peligrosidad criminal se basa en un juicio de probabilidad de que un sujeto


llegue a cometer un acto delictivo. Debemos tener en cuenta que se trata de
una peligrosidad post-delictual, lo cual significa que para poder determinarla es
necesario que el hecho delictivo se haya cometido previamente.
Las medidas de seguridad se fundamentan en la peligrosidad del individuo. Si
bien es cierto que hoy en día en Bolivia solo se pueden establecer las medidas
de seguridad atendiendo a la peligrosidad criminal del sujeto, esto no ha sido
siempre así, ya que anteriormente la propia ley establecía una serie de
medidas de seguridad para los llamados “estados peligrosos” los cuales no
suponían la comisión de un hecho tipificado como delito.

La peligrosidad criminal y las medidas de seguridad.

Algo que debe quedar claro desde el principio es que la pena tiene su
fundamento en la culpabilidad y, por el contrario, la medida de seguridad se
fundamenta en la peligrosidad del sujeto ya que es la culpabilidad lo que le falta
al sujeto para poder responder penalmente por el hecho cometido. En este
caso, la acción realizada por el sujeto es un hecho antijurídico, pero como no le
es del todo imputable no es culpable y por ese motivo no se le puede
establecer la pena que establece el CP para ese acto delictivo.
Criminología del conflicto

Desde el punto de vista sociológico, que una persona cometa un delito se


considera como una respuesta a un estímulo condicionado por la influencia de
su entorno social y circunstancias personales. Esta perspectiva supone
entender que el crimen no se comete solo desde un plano individual, causado
por algún tipo de desviación de la conducta o por una patología, sino como
resultado social y, por tanto, para determinar las motivaciones del criminal es
necesario observar las circunstancias y la estructura social.

La labor del criminólogo consiste en estudiar las razones que llevan a una
persona a cometer un delito, así como sus consecuencias personales y
sociales y la forma de prevención. Analiza el delito, al delincuente y a su
entorno desde una mirada multidisciplinar que combina ciencias diversas,
desde la psicología y la medicina hasta la sociología y el derecho.

La figura del delincuente, como objeto de estudio de la criminología, puede


analizarse desde diversas teorías sociológicas que den explicación a su
conducta, desde las del aprendizaje social a las del control social o del
conflicto social. El análisis de un acto criminal desde la teoría del conflicto
abordará, por tanto, la perspectiva del individuo y si esa desviación en contra
de las normas sociales es resultado del contexto social de esa persona.

Impacto sobre el individuo de las relaciones sociales

Para la teoría del conflicto, una de las claves es, precisamente, el impacto
sobre el individuo de las relaciones sociales: son un punto de encuentro
entre los diversos intereses, poder… Recursos, en definitiva, escasos y por
cuyo control se compite, generando situaciones de desigualdad y fricción social
que derivan en conflictos. Esos conflictos tienen expresiones variadas, más o
menos violentas (desde las discusiones hasta las guerras), pero en todo
momento sirven de motor de cambio.

En ocasiones, los conflictos dan lugar a la trasgresión de la normativa vigente,


es decir, a la comisión de delitos y es en ese punto en el que los expertos
analizan las motivaciones del delincuente y las consecuencias de sus actos con
el objetivo no solo de conocer mejor la conducta de la persona, sino ser
capaces de comprender su impacto en el grupo y desarrollar mecanismos
de prevención.

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