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Criminología critica y critica del derecho penal. 1ra parte.

I. La escuela Liberal clásica de derecho penal y criminología positiva.


1. La criminología positiva y escuela Liberal clásica de derecho penal.
La criminología contemporánea se caracterizan por la tendencia a superar las
teorías patológica de la criminalidad es decir aquellas que se basan en las
características biológicas y psicológicas que diferenciarán a los sujetos
“criminales” de los sujetos “normales”.
Pretendía individualizar la señal de centro por lógicas de la criminalidad y
observar a los individuos en zonas circunscritas dentro del ámbito del universo
social.
La criminología tiene la función específica, cognoscitiva y práctica, individualizar
las causas de esta diversidad, los factores que determinan el comportamiento
criminal, para combatirlos con una serie de medidas que tienden, sobre todo, a
modificar al delincuente.
La escuela liberal clásica no consideraba al delincuente común ser diferente de
los demás.
El delito surgía de la libre voluntad del individuo, no de causas patológicas, y por
ello, desde el punto de vista de la libertad y de la responsabilidad moral de las
propias acciones, el delincuente no era diferente, según la escuela clásica, del
individuo normal.
2. De la filosofía del derecho penal a una fundamentación filosófica de la
ciencia penal
Cesare Beccaria.
El contrato social está en la base de la autoridad del estado y de las leyes; su
función, que se deriva de la necesidad de defender la coexistencia de los intereses
individualizados en el estado civil, constituyen también el límite lógico de todo
legítimo sacrificio de la libertad individual mediante la acción del estado, y en
particular del ejercicio de la protestad punitiva del estado mismo.
Becaria aportó la idea de la división de poderes y los principios humanitarios de
esta se deriva enseguida la negación de la justicia de gabinete, propio del sistema
inquisitivo, la negación de la práctica de la tortura, así como la afirmación de la
existencia de salvaguardar los derechos del imputado por medio de la actuación
de un juez obediente, no al ejecutivo, sino a la ley.
3. El pensamiento de Giandomenico Romagnosi. La pena como contra
impulso al impulso criminoso.
El principio esencial del derecho natural es, para Romagnosí, la conservación de
la especie humana y la obtención de la máxima utilidad. De este principio
descienden las tres relaciones ético jurídicas fundamentales: el derecho y deber
de cada cual de conservar la propia existencia, el deber recíproco de los hombres
de no atentar contra su existencia, el derecho de cada cual a no ser ofendido por
otro.
4. Es un Nacimiento de la moderna ciencia del derecho penal en Italia, el
sistema jurídico de Francesco Carrara.
DecíaCarrara que toda la inmensa trauma de reglas que al definir la suprema
razón de prohibir, reprimir y juzgar las acciones de los hombres, circunscribe
dentro de los debidos confines la potestad legislativa y judicial debe remontarse,
como a la raíz maestra del árbol a una verdad fundamental.
Cuando él habla de derecho no se refiere a las mudables legislaciones positivas
sino a “una ley que es absoluta, porque es constitutiva del único orden posible
para una humanidad, según las previsiones y la voluntad del creador. Esto
significando que le permite distinguir en el programa de la propia cátedra la parte
teórica de la parte práctica del derecho penal.
El fin de la pena no es la retribución afirma Carrara ni la enmienda, si no la
eliminación del peligro social que sobrevendría de la impunidad del delito. La
enmienda, la reeducación del condenado, puede ser un resultado accesorio y
deseable de la pena, más no su función esencial ni el criterio para su medida.
El delito como acción es para Carrara y para el escuela clásica un ente
jurídicamente calificado, poseedor de su propia estructura Real y de su propio
significado jurídico autónomo, que surge de un principio que a su vez autónomo,
metafísicamente hipostasiado: el acto de la libre voluntad de un sujeto.
Lombroso consideraba el delito común un ente natural “un fenómeno necesario
como el nacimiento, la muerte, la concepción”, determinado por causas biológicas
de naturaleza sobre todo hereditaria.
Ferri amplia los factores del delito disponiéndolo en tres clases: factores
antropológicos, factores físicos y factores sociales. El delito era así reconducido
por la escuela positiva a una concepción determinista de la realidad en la que el
hombre resultó inserto y de la cual, en fin de cuentas, es expresión todo su
comportamiento.
La responsabilidad moral si sustituye, en el sistema de ferri, por la
responsabilidad “social”. Si no es posible imputar el delito al acto libre de una
voluntad. No condicionando su vez, sí lo es sin embargo referirlo Al
comportamiento de un sujeto y esto explica la necesidad de una reacción de la
sociedad frente quién ha cometido un delito
Ferri adhiere a la Pena todo el sistema de medios preventivos de defensa social
contra el delito que asumen la forma y dominación de “sustitutivos penales”. Como
medio de defensa social, la Pena no actúa, de modo exclusivamente represivo,
esto es, segregando al delincuente y disuadiendo con su amenaza a los posibles
autores de delitos, sino también, y sobre todo, de modo curativo y reeducativo.
II. La ideología de la defensa social.
1. La ideología de la defensa social como ideología común a la escuela
clásica y la escuela positivista. Los principios cardinales de la
ideología en la defensa social.
a) Principio de legitimidad. El estado está legitimado para reprimir la
criminalidad de la cual son responsables de términos individuos por medio
de las instancias oficiales del control social.
b) Principio del bien y del mal. El delincuente es un elemento negativo y
disfuncional del sistema social. La desviación criminal es en mal; la
sociedad constituida, el bien.
c) Principio de culpabilidad. El delito es expresión de una actitud reprobable
porque es contrario a los valores.
d) Principio del fin de la prevención. La Pena no tiene únicamente la función
de retribuir sino la de prevenir el crimen tiene la función de crear una justa y
adecuada contra motivación al comportamiento criminal.
e) Principio de igualdad. La Lee es igual para todos. La reacción penal se
aplica de modo igual a los autores de delitos.
f) Principio de interés social y del delito natural. Los intereses protegidos
mediante el derecho penal son intereses comunes a todos los ciudadanos.

2. Necesidad de situar los elementos de una teoría de la desviación,


en los “comportamientos socialmente negativos” y la criminalización
dentro de una estructura económico-social específica.
El concepto de defensa social corresponde a una ideología caracterizada por una
concepción abstracta y a histórica de sociedad entendida como una totalidad de
valores e intereses.
III. Las teorías psicoanalíticas de la criminalidad y de la sociedad punitiva.
Negación del principio de legitimidad
1. La teoría freudiana del “delito por sentimiento de culpa” y las teorías
psicoanalíticas de la sociedad punitiva.
Según Freud, La represión de los instintos delictivos a través de la acción del
súper yo no destruye estos instintos, sino que deja que se sedimenten en el
inconsciente. Ellos se ven acompañados en el mismo inconsciente por un
sentimiento de culpa, una tendencia a confesar. Precisamente con el
comportamiento delictivo el individuo supera el sentimiento de culpa y realizada
tendencia confesar la teoría psicoanalítica del comportamiento criminal representa
una radical negación del tradicional concepto de culpabilidad, también de todo
derecho penal basado sobre el principio de culpabilidad.
Según las teorías psicoanalíticas de la sociedad punitiva, la reacción penal al
comportamiento directivo no tiene la función de eliminar o circunscribir la
criminalidad, sino que corresponde a mecanismos psicológicos ante los cuales la
desviación criminalizada aparece como necesaria e ineliminable para la sociedad.
IV. La teoría de las subculturas criminales. La teoría de las técnicas de la
neutralización.
1. Graham M. Sykes y David Matza: Las “técnicas de neutralización”.
Las técnicas de neutralización son formas de racionalización del comportamiento
desviado que son aprendidas y utilizadas a la par de modelos de comportamiento
y valores alternativos de modo de neutralizar la eficacia de los valores y de las
normas sociales, a los que sin embargo el delincuente, en realidad, adhiere
generalmente.
Aplicada a la delincuencia de menores, tal teoría conduce a considerarla como
forma de comportamiento basado en normas y valores diversos de aquellos que
caracteriza el orden constituido y especialmente la clase y media, y en oposición
de ellos, el modo en que el comportamiento conforme a la ley se basa en la
adhesión a estos valores y a estas normas.
El mundo de los delincuentes no están esta netamente separado, sino más bien
insertó, el también, en la sociedad, y demás los delincuentes están normalmente
sujetos a mecanismos de socialización que no son de tal modo específicos y
exclusivos como para permitirles interiorizar valores y normas que son la base del
comportamiento conforme a la ley.
V. El nuevo paradigma criminológico: El Labelling Approach o enfoqué de la
reacción social. Negación del principio del fin o de la prevención.
1. El Labelling Approach: Una revolución científica en el ámbito de la
sociología criminal.
El estatus social del delincuente presupone necesariamente ya que el efecto de la
actividad de las instancias oficiales del control social de la delincuencia, de
manera tal que no llega a formar parte de ese estatus quien, habiendo tenido el
mismo comportamiento punible no ha sido alcanzado aun por la acción de
aquellas instancias. Este último por tanto no es considerado por la sociedad como
“delincuente” ni lo trata como tal.
Labelling Approach Se ha ocupado de las reacciones de las instancias oficiales
del control social consideradas en su función constitutiva respecto a la
criminalidad. Desde este punto de vista se estudia el efecto es estigmatizante de
la acción de la policía, de los órganos de acusación publica y los jueces.
2. La orientación sociológica dentro de la cuál se sitúa el Labelling
Approach.
La desviación significa esencialmente estudiar estas procesos partiendo de los
que se aplican a simples comportamientos y llegando hasta Las concepciones
más complejas como la propia concepción del orden social.
Según el interaccionismo simbólico la coordinación de los comportamientos en
relación con ciertas normas no se efectúa de manera automática si no que
depende de algunas condiciones y por ello tal coordinación debe considerarse
como una operación problemática.
3. El comportamiento desviado en cuanto al comportamiento
etiquetado como tal.
Según Lemert la desviación basada en la perspectiva de la reacción social se
práctica entre delincuencia “primaria” y delincuencia “secundaria”.
La desviación primaria se remite a un contexto de factores sociales, culturales y
psicológicos que no se encuentra en una estructura psíquica del individuo y no
conduce por sí misma a una “reorganización de la actitud que el individuo tiene a
sí mismo y hacia función social”, las desviaciones posteriores a la reacción social,
comprendidas la incriminación y la pena están fundamentalmente determinadas
por los efectos psicológicos que tal reacción tiene el individuo que es su objeto del
comportamiento desviado. Posterior a la reacción “viene un medio de defensa de
ataque o de adaptación respecto a los problemas manifiestos y ocultos que se
crean por la reacción social a la primera desviación”.
Kuhn define el paradigma etiológico y el paradigma del control como
incompatibles, considerados en su modelo ideal, es decir en su expresión más
consecuente y radical.
El problema fundamental del paradigma etiológico al cual permanece fiel la mayor
parte de la ciencia como también el sentido común, puede identificarse en esta
pregunta: ¿cuáles son las condiciones que pueden atribuirse a un hecho
precedente, esto es, al comportamiento desviado?.
Las implicaciones de este paradigma son:
a) Un sistema objetivo y objetivamente reconocible de normas pre
constituidas.
b) La existencia de dos clases distintas de comportamientos Y de sujetos: los
comportamientos y los sujetos normales y los desviados;
c) La destinación “técnico-intervencionista” de la teoría, típica de la
criminología positivista, de utilizar la concurrencia de los factores de la
desviación para intervenir sobre ellos modificando los (correccionalismo). El
paradigma del control parte de una problematización de ma pretendida
validez de los juicios sobre la desviación.
Según Keckeisen el proceso del Labelling un “comportamiento transgresor de
normas" llega a ser un “comportamiento desviado”. El “comportamiento
transgresor de normas" sería un comportamiento ya cualificado de modo valorativo
y considerado como poseedor de una cualidad propia, casi como si esta estuviese
ya dada y como si el proceso de Labelling no fuese de ella sino la simple
confirmación.

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