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La criminología crítica es una rama de la criminología que construye su

perspectiva sobre la base del marxismo, feminismo, economía política y la teoría


crítica. Uno de los objetivos de esta disciplina es el estudio sistémico de la
delincuencia y la justicia dentro de la estructura de clases y los procesos sociales.
En esta perspectiva, la ley y la pena son vistas en relación con un sistema que
perpetra la opresión y las desigualdades.

La criminología crítica es un término que engloba una serie de teorías y


perspectivas criminológicas que cuestionan de forma sustancial los supuestos
básicos de la criminología convencional y ofrecen enfoques alternativos para
entender la delincuencia y su control.

En síntesis y como compendio, es la que tiene por objeto el análisis de los procesos
de criminalización, esto es, cómo y por qué determinadas personas y sus conductas
llegan a ser socialmente definidas como delincuentes.
Se considera que su enfoque es excesivamente estrecho y está dirigido
predominantemente a los delincuentes individuales, la delincuencia callejera y la
ingeniería social en nombre del Estado. Las perspectivas criminológicas críticas
rechazan las pretensiones de objetividad científica de la criminología dominante,
así como el estatus privilegiado del método científico.

Aunque algunos criminólogos críticos aplican un enfoque empírico con el uso de


análisis cuantitativos, gran parte de la criminología crítica adopta un enfoque
interpretativo y cualitativo para la comprensión de la realidad social en el ámbito
de la delincuencia y su control.

La criminología crítica surge como una nueva teoría de la desviación que otorga a
la criminalización connotaciones sociales y comunitarias, más que patológicas: el
delito no es fruto de la pertenencia a los estratos sociales más bajos pues se
contemplan los problemas estructurales de la sociedad y se resaltan otros factores
hasta ahora no considerados. Es por ello por lo que partimos de sus principales
precursores para centrarnos en el movimiento mismo, recurriendo a diversos
autores para desarrollar sus propuestas y objetos de estudio.

¿Qué estudia la criminología crítica?


La “criminología crítica”
En síntesis y como compendio, es la que tiene por objeto el análisis de los procesos de
criminalización, esto es, cómo y por qué determinadas personas y sus conductas llegan a
ser socialmente definidas como delincuentes.
Quién creó la criminología crítica?
La forma contemporánea de la criminología pacificadora es principalmente el producto
de dos conocidos, prolíficos y muy originales criminólogos críticos: Richard Quinney y
Harold Pepinsky. Ambos han colaborado en la elaboración de la principal obra sobre el
tema, Criminology as Peacemaking (1991).
¿Dónde se aplica la criminología crítica?
La criminología crítica es una rama de la criminología que construye su perspectiva
sobre la base del marxismo, feminismo, economía política y la teoría crítica. Uno de los
objetivos de esta disciplina es el estudio sistémico de la delincuencia y la justicia dentro
de la estructura de clases y los procesos sociales.
¿Cuándo surge la criminología crítica?
El presente término está inspirado en la tarea desarrollada por la Escuela de Frankfurt, y
comenzó a gestarse a partir de los agitados años setenta, con las primeras críticas al
sistema de control establecido por un orden social cuestionado (Morales Peillard, 2002).
La Criminología de genero
a criminología centrada en estudios de género puso a este en el centro de los desarrollos
teóricos, al reconocer cómo las relaciones de poder y la desigualdad afectan de manera
distinta a mujeres y hombres en sus experiencias de victimización.

Criminología y Género

La criminología y las teorías criminológicas han invisibilizado e ignorado a las mujeres


como sujetos activos de investigación (tantos siendo víctimas como agresoras). La
mayoría de ciencias se han basado en el androcentrismo. Por ello, durante la segunda
ola del feminismo, las criminólogas de la época empezaron a revelarse para contrarestar
la idea de que, por un lado, las mujeres tenían menos riesgo de ser víctimas de un delito
que los hombres. Y por otro, naturalizar la delincuencia femenina y desmitificarla de
estereotipos sexistas.Por último, la criminología feminista actual promueve el rechazo a
la realidad única, no aceptando la ciencia como androcéntrica y promoviendo el estudio
de las mujeres y hombres por igual. Por tanto, el debate actual se encuentra en la
creación de una nueva criminología que no parta de teorías ya establecidas centradas
solamente en los hombres.
En la actualidad la criminología feminista se ha especializado en cinco áreas de estudio
(Beltrán, 2010):

Estudio de mujeres o jóvenes delincuentes: ¿qué tipologías delictivas cometen estos dos
grupos?
El tratamiento del sistema de justicia: ¿qué trato reciben las mujeres y adolescentes por
parte del sistema de justicia? Se distinguen dos tratos diferenciados, por un lado, el
sistema es más blando con ellas ya que las considera seres débiles y sin capacidad de
decisión (paternalismo). Por otro lado, el sistema es más duro con ellas que con sus
pares masculinos, ya que se considera que se salen de la moralidad que deberían
representar.
Bandas juveniles/Pandillas callejeras.
Violencia en la pareja: ámbito de estudio muy desarrollado por las criminólogas
feministas estudiando las causas, su perpetuación en el tiempo y la dinámica relacional.
Por último, la criminología feminista actual promueve el rechazo a la realidad única, no
aceptando la ciencia como androcéntrica y promoviendo el estudio de las mujeres y
hombres por igual. Por tanto, el debate actual se encuentra en la creación de una uneva
criminología que no parta de teorías ya establecidas centradas solamente en los
hombres.

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