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Alejandro Hernández y Gabriel García 22/10/2023

BALADILLA DE LOS TRES RÍOS


El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

¡Ay, amor que se fue y no vino!

El río Guadalquivir
tiene las barbas granates
Los dos ríos de Granada,
uno llanto y otro sangre.

¡Ay, amor que se fue por el aire!

Para los barcos de vela


Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.

¡Ay, amor que se fue y no vino!

Guadalquivir, alta torre


y viento en los naranjales
Darro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques.

¡Ay, amor que se fue por el aire!

¡Quién dirá que el agua lleva


un fuego fatuo de gritos!

¡Ay amor que se fue y no vino!

Lleva azahar, lleva olivas,


Andalucía a tus mares.

Ay, amor que se fue por el aire!

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Alejandro Hernández y Gabriel García 22/10/2023

En este poema Lorca opone dos ciudades: Granada, representada por los ríos
Darro y Genil, y Sevilla, representada por el río Guadalquivir. Sevilla simboliza
la alegría y Granada, la tristeza. Así, todo lo relacionado con Sevilla adquiere
en el poema connotaciones positivas, al contrario de lo que sucede con Granada.

Este contenido puede relacionarse también con las vivencias del propio poeta,
para el que Sevilla representaba, en cierto sentido, un espacio de liberación y
felicidad, en contraste con Granada, más opresiva para él.

El poema es, además, la pieza que abre el libro“Poema del cante jondo”, por lo
que sirve para delimitar su escenario geográfico, Andalucía.

El poema titulado “Baladilla de los tres ríos” corresponde al volumen “Poema


del cante jondo”, publicado en 1931, aunque su redacción la llevó a cabo Lorca
entre 1921 y 1924 y está encuadrado en la 1ª etapa poética de Lorca.

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Alejandro Hernández y Gabriel García 22/10/2023

En esta baladilla podemos observar algunos rasgos de la primera


etapa de la trayectoria poética de Lorca:

- Lírica caracterizada por estar a medio camino entre la tradición romántica y


las costumbres populares.

- Uso repetitivo del paralelismo (memorización del pueblo), también tiene una
rima y un ritmo que favorece la interpretación.

- Abundan personificaciones y metáforas como recursos literarios. Representa


una realidad externa de forma subjetiva, vista a través de los ojos del poeta.

Estructura y métrica del poema:

En cuanto a la estructura y métrica, el poema se compone de 32 versos divididos en


cuatro estrofas, cuartetas o coplas, con versos octosílabos la mayoría, aunque en el
primer verso de la primera y segunda estrofa son heptasílabos.

Intercalado en el poema se repite constantemente el estribillo -propio de la lírica


popular- formado por dos versos. Esto favorece la memorización de la obra.

Se completa la composición con dos versos distintos finales (vs. 25-26 y 29-30). Este
tipo de estrofa es frecuente en la poesía griega y latina.

¡Quién dirá que el agua lleva (...) Lleva azahar, lleva olivas,
un fuego fatuo de gritos! Andalucía a tus mares.

El poema es una baladilla, diminutivo de balada que, según el diccionario de la RAE,


significa “composición poética provenzal dividida en estrofas de varias rimas que
terminan en un mismo verso a manera de estribillo”. Efectivamente vemos que esta
definición se cumple totalmente en la “Baladilla de los tres ríos”. Rima asonante
terminada en -io y -ae en los pares, es decir, forma arromanzada lírica, finalizando
todas las estrofas en un estribillo repetitivo.

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Alejandro Hernández y Gabriel García 22/10/2023

RECURSOS LITERARIOS:
Personificaciones:
- El río Guadalquivir / tiene las barbas granates

- Los dos ríos de Granada (tienen) / uno llanto y otro sangre

Las personificaciones son muy importantes en la poesía de Lorca porque dan vida a lo
inerte; y en el universo poético de Lorca todo lo vivo muere o está a punto de perder
la vida, mientras que como compensación lo inerte se vivifica o se personaliza.

Por lo tanto, la personificación cumple cierto papel de compensación de la muerte. En


este poema, el Guadalquivir se personifica para compensar el carácter negativo del
Dauro y el Genil, que llegan a definirse mediante una metáfora como "torrecillas
muertas".

Paralelismos:
El paralelismo es uno de los principales recursos empleados por Lorca en su primera
etapa poética. Consiste en la repetición de la estructura sintáctica entre un verso y el
siguiente, y su principal función es dotar de ritmo al poema y facilitar su
memorización.

En este poema, como ocurre en todas sus composiciones con forma de canción,
encontramos varios ejemplos de paralelismo, como en la primera estrofa:

El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

O en la segunda, tras el estribillo:

Guadalquivir, alta torre


y viento en los naranjales
Darro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques.

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Alejandro Hernández y Gabriel García 22/10/2023

Metáforas:
- Los estados de ánimo del cante se describen por paisajes, permanentes protagonistas
del verso.

- Cuando cita “los olivos” se cree que el poeta se refiere a Jaén, lugar por donde
transcurre el Guadalquivir.

Anáforas:
De menor trascendencia es la anáfora de los versos primero y séptimo, al comenzar
los dos por la misma frase: “El río Guadalquivir”. Y de “Granada” en el tercero,
noveno y decimoquinto.

SIMBOLOGÍA
- La temática fundamental va constantemente sugerida en las descripciones
emblemáticas de las estrofas y se proclama a plena luz en el doble estribillo
sintetizador: amor y muerte. ¡Ay, amor que se fue y no vino!

- Si el Guadalquivir (v. 2) “va entre naranjos y olivos”, los ríos de Granada “bajan de
la nieve al trigo”, si el primero es una torre alta, los segundos se reducen a torrecillas
muertas (vs. 21-22). Es decir, todo es opuesto, y en esa comparación quienes salen
perdiendo son los afluentes granadinos.

- Lorca establece un paralelismo entre el Guadalquivir, el gran río de Andalucía, y los


dos ríos de Granada. Estos son objeto de mofa, como lo demuestra el uso continuo de
diminutivos y versos como el siguiente:

Para los barcos de vela, Sevilla tiene un camino


por el agua de Granada sólo reman los suspiros.

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