Está en la página 1de 2

Era un cálido día de verano y yo decidí salir a dar un paseo por el parque cercano.

Mientras caminaba por ahí, observé a unas personas sentadas en aquellas bancas de
madera. Más allá, pude ver a unos niños jugando en aquel arenal con sus cubos y
palas.

De repente, escuché un ladrido y volteé a mirar. ¡Era un perrito que venía corriendo
hacia acá! Su dueño gritó: "¡Ven aquí, Rufus!". El can finalmente se detuvo justo
enfrente de mí y me miró con sus ojitos brillantes.

En ese momento, recordé que tenía que reunirme con mi amiga en una hora. Así que
retomé mi caminata, dejando atrás el parque. Ya mañana podría regresar a disfrutar
nuevamente de este hermoso lugar.

También podría gustarte