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Guerra y paz

La guerra y La Paz son dos términos totalmente diferentes. La Paz es aquello que nos

garantiza la seguridad a nivel mundial, mientras que la guerra es todo lo contrario, ya

que nos provoca el desorden en todo el mundo. La paz es la viva definición de la

armonía y tranquilidad que pueda existir ya sea entre personas o naciones, haciendo que

el mundo lleve un orden que favorezca a todos.

Aunque el concepto de guerra más utilizado es la guerra de las armas, incluso existen

las ciberguerras, estas son guerras que continúan a través de Internet y las tecnologías

de la información. También existen guerras económicas o financieras que buscan, a

través de diversas estrategias, imponerse económicamente al enemigo.

Si la guerra es una invención humana, ahora debemos idear una forma de resolver la

lucha sin esta intervención fundamental y destructiva en situaciones de conflicto. La

educación para la paz y los problemas deben ser omnipresentes en todas las etapas de la

formación, desde la infancia hasta la universidad y en todo momento, a través del

aprendizaje de la resolución no violenta de conflictos, el conocimiento de los derechos


humanos y todos los temas mencionados aquí. Es fundamental que los gobiernos

promuevan productos culturales atractivos, especialmente audiovisuales, para enseñar a

resolver pacíficamente situaciones, así como implementar políticas de educación

intercultural y construir consensos para facilitar el diálogo intercultural e interreligioso.

El término paz se refiere a la ausencia de guerra. Todos se centran en desacuerdos

violentos entre naciones. En el derecho internacional, se considera un tratado o acuerdo

entre partes para poner fin a una guerra. Cuando la paz reina en una persona, esta

transmite buenas energías y es capaz de disfrutar de los detalles más simples de la vida,

la naturaleza, charlar con los amigos, ayudar sin pedir nada, sea cual sea la respuesta.

“La Paz es un don de Dios y, al mismo tiempo, una tarea de todos” Juan Pablo II. Dios

creó La Paz para siempre vivir en armonía. Algo que nos ha regalado la vida, así como

también nos permite realizar a cada uno de nosotros el bien. Esforzándonos

conseguimos el perdón y la solución de todo problema, siempre ver de forma positiva

cada paso que damos y para ello trabajar en conjunto para tener una tranquilidad

mundial.

La paz no es sólo la ausencia de lucha. Vivir en tranquilidad significa aceptar las

diferencias y saber escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás. Es un proceso

activo, dinámico y participativo, que promueve el diálogo más la resolución de

problemas en un espíritu de entendimiento mutuo y cooperación, como lo demuestran

las Naciones Unidas en este día.

El mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas es la herramienta fundamental de la

comunidad internacional para promover el acuerdo y sobre todo la seguridad. Por

ejemplo, en la antigüedad la paz se consideraba un estado ideal libre de guerras y

enfrentamientos militares, desde el siglo XVII el término ha ido evolucionando en


respuesta a los cambios sociales y culturales que vemos. Hasta donde sabemos, la paz

ya no es solo lo que definían los antiguos, sino algo sobre los derechos humanos, la

convivencia, la inclusión y un conjunto mínimo de garantías y valores para el ser

humano con la vida humana. En otras palabras: la paz en sí misma no es solo un estado,

sino un conjunto de prácticas, decisiones y hábitos compartidos que nos ayudan a lograr

condiciones de vida favorables.

Los conflictos en esta época, a pesar de que los números han disminuidos con el tiempo,

están profundamente arraigados. Igualmente, son cada vez más intensos, puesto que en

ellos cooperan determinados grupos armados con acceso a armamentos y técnicas

sofisticados.

Desde tiempos inmemoriales, las guerras y los enfrentamientos militaristas han definido

el mundo tal como lo conocemos hoy, y diferentes culturas alrededor del mundo están

pidiendo la paz mundial. La forma en que entendemos hoy en día es muy diferente a la

de los antiguos, la Edad Media y el Renacimiento. Sin embargo, a todas luces, la paz

siempre ha sido una de las aspiraciones más frecuentes de la humanidad. “No basta con

hablar de paz, uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla” Eleanor Roosevelt,

activista estadounidense. La frase de esta activista refleja la necesidad de la coherencia

entre lo que decimos y lo que hacemos a diario. En cualquier escenario siempre habrá

alguien hablando de la paz que quiere, ya sea en las relaciones familiares o en tu lugar

de trabajo, anímate y haz que sea más que palabras, di, lo haremos paso a paso y luego

será global.

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