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Era una tarde común y corriente después de clases, me encontraba de regreso a mi casa,

escuchando música con mis audífonos, mientras tomaba el camino más largo de regreso a mi
hogar, como hago normalmente los viernes para alcanzar el descuento de los helados en la
heladería diagonal al parque de niños.

En fin, me tomo alrededor de 20 minutos llegar a mi destino, me quité mis audífonos y me dispuse
hacer la fila para comprar mi helado de pistachos en descuento, mientras esperaba desvié mi vista
al parque diagonal a la heladería y me llamo la atención ver a una chica de vestido rojo sentada en
la banca al lado del árbol viejo de ese parque.

Aun así, la vi por unos pocos segundos y luego me llamaron que era mi turno para comprar,
compre mi helado y ya me disponía a ir camino ahora si a mi casa, cuando de la nada un sonido
sutil y estético acaricia mis oídos, fue algo único, mis sentidos se agudizaron, mi piel se erizo y mi
cerebro liberaba grandes cantidades de seratonina - ¿Qué es esto? - me decía a mí mismo en mi
mente.

Ese sonido tan fuera de este mundo provenía del árbol viejo del parque, exactamente de la chica
sentada en la banca al lado de dicho árbol. Esta chica tenia entre sus manos un violín, el cual
tocaba con tal delicadeza y dulzura que era capaz de ahuyentar por unos pocos segundos mi
mortalidad y me permitía sentirme lo más cercano al cielo que he estado alguna vez.

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