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El Derecho Administrativo Peruano es relativamente reciente, surgiendo formalmente en la

década de los años sesenta con la promulgación del Reglamento de Procedimientos


Administrativos en 1967, seguido de una serie de normas dispersas. Sin embargo, marcó
una nueva etapa con la creación del Texto Único Ordenado de la Ley de Normas Generales
de Procedimiento Administrativo en 1994 y posteriormente la Ley N.° 27444 en 2001, la cual
sigue vigente. El derecho administrativo peruano ha evolucionado de manera evidente,
respetando los derechos fundamentales, enfocándose en el debido procedimiento
administrativo. La normativa ha equilibrado el ejercicio de las potestades públicas. La Ley
N.° 27444 integra diversas potestades como la revisión de actos, acción disciplinaria y
sancionadora, entre otras, con principios de conducta procedimental, razonabilidad y debido
procedimiento como contrapeso.
2.6.1. Antecedentes Históricos
El Derecho Administrativo Peruano tiene sus raíces en el gobierno militar de Juan Velasco
Alvarado, que introdujo cambios significativos en 1968, incluyendo la creación de la tercera
Sala de Asuntos Contencioso-Administrativos en la Corte Suprema. A pesar de este
avance, la falta de formación en la materia de los magistrados obstaculizo su desarrollo. En
1967, se promulgó el Reglamento de Normas Generales de Procedimientos Administrativos,
estableciendo la posibilidad de declarar la nulidad de resoluciones administrativas.
Durante el segundo gobierno de Fernando Belaúnde Terry (1980-1985), se propuso un
proyecto de ley para regular las acciones contencioso-administrativas, pero el Poder
Legislativo no cumplió con lo ordenado en la Constitución de 1979. Como medida
provisional, se estableció que mientras se dictaran las normas sobre el proceso contencioso
administrativo, se aplicarían las normas del Código de Procedimientos Civiles. Finalmente,
con la promulgación del Código Procesal Civil de 1992, se incluyó un subtipo de proceso
llamado "Impugnación de Acto o Resolución Administrativa". La Constitución Política del
Perú de 1979 establecía claramente el procedimiento para interponer acciones
contenciosas administrativas contra actos o resoluciones de la administración,
especificando qué casos eran de competencia de las Cortes Superiores de la
República y de la Corte Suprema.
7 2.6.2. Ley N.° 27444

La Ley N.° 27444, conocida como la "Ley del Procedimiento Administrativo General", fue
promulgada el 10 de abril de 2001 y publicada oficialmente el 11 de abril del mismo año en
el Diario Oficial "El Peruano", entrando en vigencia el 11 de octubre del 2001. Esta ley
consolida y sustituye varias normativas dispersas en materia de procedimiento
administrativo, incluyendo el Texto Único Ordenado de la Ley de Normas Generales de
Procedimiento Administrativo y la Ley N.° 25035 de Simplificación Administrativa. Su
elaboración se fundamentó en un anteproyecto elaborado por una comisión compuesta por
expertos del sector público y privado, así como del ámbito académico,

Los aspectos más relevantes del procedimiento administrativo establece en su Título


Preliminar un conjunto de principios que guían la aplicación de la ley, llenando posibles
vacíos normativos y facilitando la interpretación de conceptos oscuros. Detalla los aspectos
sustantivos de los actos administrativos, incluyendo sus características, requisitos de
validez y eficacia, así como las diferentes formas de notificación. Reconoce y garantiza
derechos para los administrados, proporcionando una mayor protección amparada en la
norma constitucional, especialmente en el artículo 55. Promueve la colaboración entre
entidades administrativas y establece mecanismos para el intercambio de información y
celebración de convenios de cooperación.

Reconoce el derecho de defensa previo a la aplicación de sanciones o emisión de actos


administrativos que afecten derechos o intereses, y establece el decaimiento de los actos
administrativos según causales especificadas en el artículo 193. Regula el procedimiento
administrativo trilateral para resolver disputas entre particulares, destacando su
imparcialidad.

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