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estos consejos
Por Patricia Poliansky
Farmacéutica clínica especialista en educación y
salud sexual
(Este artículo está dirigido a mujeres mayores de 35 años y posee formato tipo artículo
para Instagram)
En las últimas décadas las mujeres hemos logrado un papel protagónico en el desarrollo
de nuestra vida sexual, lo que nos fue posicionando como parte principal en nuestras
relaciones sexo afectivas, pudiendo reconocer en nosotras mismas nuestros deseos,
gustos, fantasías, lo que nos conecta con el goce y el placer erótico.
Culturalmente, las mujeres hemos estado condicionadas a no desear. Podemos decir que
hoy que se ha conseguido espacios donde poder expresarnos, tanto en los medios de
comunicación como en redes sociales y también en el ámbito privado de nuestra pareja
(sea ésta ocasional o estable). Aprendimos a satisfacer nuestros deseos en búsqueda del
placer experimentado con la pareja y también a solas. Las mujeres también somos
seres deseantes y anhelamos el encuentro erótico.
El deseo sexual puede aparecer espontáneamente sobretodo en mujeres jóvenes y con
parejas recientes o “nuevas”, pero es importante tener en cuenta que, por ejemplo, en
parejas de larga data el deseo sexual aparece fundamentalmente cuando la mujer recibe
estimulo adecuado. El deseo sexual depende de múltiples factores del tipo relacionales
que suceden antes del encuentro erótico en sí mismo y están determinados por factores
biológicos, sociales, cognitivos y psicológicos como las crisis vitales, la autoestima, la
autoimagen, y los sentimientos de depresión o de angustia que pueden incidir
desfavorablemente.(Helen Kaplan, año; Cabello Francisco, año, Rosemary Basson, año)
Cuando hay falta de interés sexual o pérdida del deseo sexual y esta situación provoca
angustia, stress y preocupación en la mujer afectando en consecuencia su relación de
pareja, estamos ante lo que los sexólogos llaman Deseo Sexual Hipoactivo (DSH)
Qué es el DSH?
En año 1995 el sexólogo Antonio Fuertes definió al deseo sexual hipoactivo ( DSH)
como ¨ la interacción entre la excitabilidad, la disposición cognitiva y afectiva y el
estímulo adecuado de sentimientos y sensaciones sexuales que no conduce a una
experiencia de deseo sexual de intensidad suficiente.” Podríamos resaltar aquí que el
factor fundamental en el DSH en la mujer es el estímulo y motivación inadecuados de
la pareja.
Para los sexólogos las dificultades a nivel sexual en la pareja no es exclusivo de un
solo integrante aunque sea uno de ellos quien lo manifieste: el problema es compartido.
Según el académico Dr. Francisco Cabello del Instituto Andaluz de sexología y
psicología es necesario tener en cuenta algo muy importante: cómo está siendo la
relación de pareja, es decir si existen o no problemas de pareja y si no hay problemas
en la pareja si ésta es un motivador adecuado para la mujer o no lo es.
A continuación iré enumerando algunas situaciones en las que aparece el DSH y
quizás te sientas identificada con alguna de ellas. También te traigo aquí consejos útiles
para solucionar este problema.
Relaciones estables de larga duración donde hay descenso del deseo sexual
Como decía en párrafos más arriba, si estás en una relación de larga data tal vez
no sientas deseo sexual espontáneo pero si logres un deseo del tipo responsivo,
en respuesta a los estímulos adecuados de la pareja, es decir, que el deseo puede
ir apareciendo junto con la excitación cuando la mujer es estimulada
adecuadamente. En particular, cuando el deseo sexual declina notablemente
suele correlacionarse con motivación insuficiente de la pareja. Tanto la falta de
cortejo (mensajes, llamados, atenciones, agasajos), o el descuido personal en el
aspecto físico de la pareja por lo que ya no nos resulta atractivo (descuido en el
aseo, en el olor del cabello, cuerpo, en la ropa) como cuando existe escaza
comunicación dentro de la pareja sobretodo en cuanto a compartir la intimidad
entre ambos, o no hay compañerismo o deseos de realizar actividades juntos en
lo cotidiano ( salidas , cocinar juntos, realizar actividades creativas, compartir
momentos de humor y de risas) puede desencadenar DSH en la mujer.
(Rosemary Basson, año, Heli Alzate, año)
Consejo: Habla con tu pareja para poder expresar como te sentís. Busca espacios donde
poder tener conversaciones que les abran posibilidades de conectar más íntimamente
entre ustedes. Disponete al encuentro erótico desde un lugar diferente, experimentando
caricias y tocando ¿?? lugares antes no vivenciados en la pareja. Guía a tu pareja para
que una vez dispuestos al encuentro se puedan tomar su tiempo para curiosear, jugar,
acariciar, masajear y besar lugares antes no explorados y sin prisa, recorran ese camino
sin pretender un desenlace determinado, solo derramarse el uno en el otro con caricias,
risas, masajes con aceites, aromas y música estimulante.
Sugerile cambios y guíalo amorosamente hacia los hábitos que te gustaría que
retomara o renovara, la vestimenta que te gustaría que luciera, o el perfume que
desearías que usara y las actitudes que te gustaría que tuviera.
Para reforzar todo esto, podes pedirle a tu pareja que te acompañe y juntos hacer la
consulta a un/a sexólogo/a que les enseñará técnicas de seducción y donde aprenderán
juntos a adaptar la demanda erótica a la frecuencia que marca tu deseo sexual que
seguramente irá aumentando durante la terapia. La terapia sexual ayudará a que
potencies tu interés en el erotismo personal y compartido en pareja estimulando las
fantasías sexuales, dando lugar a lo lúdico, al juego de roles, investigando lo que es
placentero para ti y para tu pareja.