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Las empresas utilizan los contratos para tener previsión de sus operaciones, es decir, qué
sucede si existe un incumplimiento y cómo actuarán ante tal contingencia.
Para que el contrato se concluya, la aceptación debe expresar la plena conformidad con la
oferta. Cualquier modificación a la oferta que su destinatario hace al manifestar su aceptación,
no vale como tal, sino que importa la propuesta de un nuevo contrato, pero las
modificaciones pueden ser admitidas por el oferente si lo comunica de inmediato al aceptante-
d. Las disposiciones correspondientes a los contratos nominados, afines que son compatibles y
se adecuan a su finalidad.
Lo expuesto no quita valor a los usos, prácticas y costumbres, a la hora de interpretar cláusulas
ambiguas, imprecisas o confusas. El nuevo Código Civil excluye a la jurisprudencia como fuente
del derecho.
Es preciso aclarar que, semánticamente, la acepción del vocablo contrato puede ser
confundida con la expresión acuerdo, siendo este último un mero documento firmado por las
partes y no tratándose más que de un medio de prueba de lo acordado entre las partes.
Otro punto de actualidad a tener presente es la celebración masiva de vínculos, que han dado
lugar a las llamadas uniones de contratos.
Los contratos son nominados e innominados, según que la ley los regule
especialmente o no. Ello, con la salvedad antes efectuada de aquellos contratos que,
no obstante, no contar con una regulación legal, tienen tipicidad social.
La calificación del contrato: Al referirnos a los contratos atípicos, debemos determinar ¿qué
normas le son aplicables? Para ello, y como primer paso, es necesario calificar la relación
jurídica existente entre las partes.
Si hacemos un repaso, podemos decir que, como primera medida, debemos interpretar el
contrato, entendiendo por ello determinar el real sentido u orientación que las partes han
querido darle al contrato, a cuyo fin no debemos perder de vista las normas generales
relativas a todos los contratos, que se encuentran en nuestro Código Civil. Como segundo
paso, debemos integrar el contrato, encontrar normas aplicables para aquellos supuestos que
no han sido previstos por los contratantes. En este ámbito, no solo son útiles las normas de la
parte general, sino también las distintas reglas de los contratos típicos. Por último, rectificar el
contrato, ajustarlo con respeto al orden público, principio rector e invulnerable en nuestro
ordenamiento jurídico y el principal límite a la autonomía de la voluntad de las partes.
Ahora bien, puede darse la situación de que una misma relación jurídica pueda ser subsumida
en varios tipos, como ocurre generalmente con los contratos atípicos mixtos, en cuyo caso la
doctrina ha distinguido 3 teorías que vienen en nuestro auxilio y que desarrollaremos a
continuación:
En nuestro país, en la anterior regulación, el art. 16 del Código Civil, se inclinaba hacia la teoría
de la analogía. En el CCCN Los contratos innominados están regidos en el siguiente orden, por:
¿Cuándo nos encontramos ante un contrato y cuándo nos encontramos ante varios contratos?
A tal fin, es importante identificar la existencia de una o varias causas o finalidades.
Contratos atípicos puros: El contrato es calificado como atípico puro cuando es obra de las
partes sin referencia a ninguna previsión típica.
Contratos atípicos mixtos: Los contratos atípicos mixtos son las posibilidades contractuales
existentes entre los contratos típicos y los contratos atípicos; verbigracia: el contrato de
turismo, pues implica transporte, alojamiento, alimentación, un contrato de alquiler, de caja
de seguridad, locación, custodia, y servicio.
El negocio jurídico indirecto: La teoría del negocio jurídico indirecto es una consecuencia de la
tipicidad especial y de su insuficiencia. Pues, si hay un modelo legal o social que establece una
finalidad, el negocio jurídico indirecto se produce cuando, para la obtención del resultado
querido por las partes, se usa el modelo como un medio, apartándose de la finalidad típica.
Si no existiera un negocio típico, no podríamos hablar de una desviación de su finalidad y, por
ende, del negocio jurídico indirecto.
Existencia de varios contratos: Cuando existen varios contratos, el fenómeno es distinto del
que apreciamos en la atipicidad entendida en sentido estricto. En un contrato atípico existe
una deformación del tipo en virtud de las cláusulas que las partes incorporan al contrato. En
el supuesto de varios contratos, en cambio, estos mantienen su tipicidad y autonomía.
Podemos estar en presencia de una pluralidad de contratos o de una conexidad contractual.
Esta última se configura con la existencia de una finalidad supra contractual, un negocio que se
quiere hacer y para el cual se utilizan varios tipos contractuales vinculados.
PARTE 2
Uniones de Contratos
Existencia de uno o varios contratos: Para distinguir cuándo hay uno o varios contratos, es
irrelevante que estén vinculados por su celebración en un mismo momento, por la unidad del
documento en que se celebran, o por otra causa. Lo decisivo para mostrar la vinculación entre
ellos es establecer si existen una o varias causas o finalidades jurídico-económicas, dado que
es el elemento determinante para constatar si existe pluralidad de contratos o conexidad
contractual.
Lo que hay que considerar es que la totalidad de contratos que involucran un solo fin, es decir,
que una persona pueda comprar en un solo sitio cualquier producto, conlleva un sinnúmero de
contrataciones previas que se activan al comprar.
Contratos autónomos recíprocos: Entre las mismas partes se celebran dos contratos
en relación de dependencia mutua, de modo tal que la ejecución o validez de uno
queda subordinada a la ejecución o validez del otro; cada contrato es la causa del
otro.
Contrato principal y accesorio: Un contrato depende del otro cuando uno es la razón
de la existencia del otro, como ocurre, por ejemplo, con el contrato de fianza. El
contrato principal influye sobre el accesorio en el sentido de que, si se extingue el
principal, produce la extinción del accesorio.
Subcontrato: Presenta la existencia de un contrato principal y otro derivado,
generalmente, en grado de dependencia unilateral. Es el caso del contrato de locación
de cosas, en las que el locatario puede sublocar, existiendo de tal modo dos contratos
cuyo puente de unión es el locatario – sublocador.
Sucesión de contratos: Es el caso en que un contrato preparatorio se encuentra
vinculado a un contrato definitivo, en el sentido temporal y causal, sin que se vea
afectada la tipicidad.
Uniones de contratos de origen convencional
a) Negocio realizado a través de varios contratos: Cuando la finalidad pretendida por las
partes no puede ser alcanzada a través de un contrato. Es por ello que las partes
combinan distintos contratos, sin perder su tipicidad. Téngase presente que la idea
de negocio es más amplia que la de contrato, ya que para hacer el negocio muchas
veces se deben agrupar distintos contratos para producir los efectos jurídicos
buscados. De aquí surgen las redes contractuales, que funcionan como un sistema
jurídico integrado, que importa la existencia de varios contratos, cada uno de los
cuales no justifican su existencia si no cuentan con otro/s contrato/s que integran la
red.
La finalidad supracontractual: elemento que conecta a los distintos
contratos para lograr esa finalidad que por separado no se podría
alcanzar.
vínculo funcional conexidad contractual
Habrá contratos conexos cuando para la realización de un negocio
único se celebra, entre las mismas partes o partes diferentes, una
pluralidad de contratos autónomos, vinculados entre sí, a través de
una finalidad económica supracontractual. Dicha finalidad puede
verificarse jurídicamente, en la causa subjetiva u objetiva, en el
consentimiento, en el objeto, o en las bases del negocio
Consecuencias jurídicas: probada la conexidad, un contratante puede
oponer las excepciones de incumplimiento total, parcial o defectuoso,
aún frente a la inejecución de obligaciones ajenas a su contrato.
Atendiendo al principio de la conservación, la misma regla se aplica
cuando la extinción de uno de los contratos produce la frustración de
la finalidad económica común.
b) Finalidad supracontractual: las finalidades económico-sociales son distintas o más
amplias de las que existen en los contratos social o legalmente típicos, de modo tal
que estos últimos son usados instrumentalmente para lograr aquéllas. Esta finalidad
supracontractual, como ya dijimos, sustenta la conexidad entre los diferentes
contratos involucrados.
Características:
Los contratos con finalidad distributiva son 4. Uno solo cuenta con tipicidad social (contrato
de distribución propiamente dicho), en tanto los demás cuentan, a partir del nuevo Código,
con tipicidad legal. Los definiremos seguidamente:
Caracteres:
Contrato de distribución
Dentro del ámbito de los contratos con finalidad distributiva, la distribución propiamente dicha
es el contrato que presenta el menor grado de integración entre las partes. En efecto, no hay
representación como podía existir antes de la sanción del nuevo Código Civil y Comercial en el
contrato de agencia (luego de su sanción, tampoco existe representación en la agencia
conforme surge del artículo 1485 del Código Civil y Comercial), no hay una identificación tan
fuerte como sucede en la franquicia, es solamente un acto continuo de reventa, lo que, a su
vez, lo diferencia de la concesión, en cuanto en esta última están presentes obligaciones de
garantía y servicio de post venta y uso de la marca del principal.
Actualmente, a diferencia de los otros contratos de distribución, no cuenta con una regulación
jurídica positiva, dado que el nuevo Código Civil y Comercial no lo ha receptado en su
articulado. Sin embargo, prevé el artículo 1511 del Código Civil y Comercial unificado que le
son aplicables, en cuanto sean compatibles, las normas del contrato de concesión (art. 1511).
Está es llevada a cabo por empresarios independientes y autónomos, incluyéndose -por regla-,
como sucede en el contrato de concesión, la asunción del riesgo de los negocios por el
distribuidor y la falta de sometimiento a una unidad de decisión central de la que reciba
directivas específicas para la concertación de sus negocios (características estas que la
diferencian de la agencia). Sí existe, como en otros contratos con finalidad distributiva, el
sometimiento del distribuidor a una subordinación técnica respecto del principal cuando se
distribuyen bienes de cierta complejidad técnica o intangibilidad, que hacen necesario que el
distribuidor respete las sugerencias e indicaciones del principal distribuido. En síntesis, solo se
deben “respetar las indicaciones técnicas necesarias para mantener la identidad, calidad y
continuidad del producto o servicio en el mercado”.
El principal, a través del contrato de distribución, logra obtener beneficios sin la necesidad de
una fuerte inversión de capital. Además, logra también, y en coherencia con lo expresado, una
disminución de los riesgos, ya que estos son asumidos por el distribuidor. este contrato
importa la presencia de una empresa que se ocupa de la elaboración de productos, que luego
encomienda a otra empresa, para su introducción y comercialización en una zona específica
del mercado. Para ello, la empresa que produce los bienes se compromete a su continuo
suministro, vendiéndoselos al distribuidor, que los adquiere para su reventa a los
consumidores, por nombre y cuenta propia. Tal actividad es retribuida con la percepción, por
parte del distribuidor, de un porcentaje del precio final del producto colocado en el mercado,
que consiste en el margen de diferencia resultante entre el precio de compra (costo) y el de
reventa (precio de venta). Tenemos, entonces, dos circuitos bien definidos: por un lado, la
fabricación, llevada adelante por la empresa productora; y, por otro lado, la comercialización
de los productos, llevada a cabo por la empresa distribuidora.
Proveedor o distribuidor
Derechos
Deberes
Derechos
Deberes
por la autonomía de la voluntad en el tenor literal del contrato particular del que se trate.
Artículo 1509:
por:
2. disolución de la persona jurídica que celebra el contrato, que no deriva de fusión o escisión;
En los casos previstos en los incisos a) a d) del artículo anterior, la resolución opera de pleno
derecho, sin necesidad de preaviso ni declaración de la otra parte, sin perjuicio de lo dispuesto
por el artículo 1492 para el supuesto de tiempo indeterminado. En el caso del inciso e) del
artículo 1494, cada parte puede resolver directamente el contrato. En el caso del inciso f) del
artículo 1494, se aplica el artículo 1492, excepto que el agente disminuya su volumen de
negocios durante DOS (2) ejercicios consecutivos, en cuyo caso el plazo de preaviso no debe
exceder de DOS (2) meses, cualesquiera haya sido la duración del contrato, aun cuando el
contrato sea de plazo determinado.
PARTE 3
Contrato de agencia
El contrato de agencia forma parte de los contratos con finalidad distributiva. Hay contrato de
agencia cuando una parte, denominada agente, se obliga a promover negocios por cuenta de
otra denominada preponente o empresario, de manera estable, continuada e independiente,
sin que medie relación laboral alguna, mediante una retribución.
Caracteres:
Sujetos:
Velar por los intereses del empresario y actuar de buena fe en el ejercicio de sus
actividades.
Ocuparse con la diligencia de un hombre de negocios de la promoción y, en su caso,
de la conclusión de los actos u operaciones que le encomendaron.
Cumplir su cometido de conformidad con las instrucciones recibidas del empresario y
transmitir a este toda la información de la que disponga, relativa a su gestión.
Informar al empresario, sin retraso, de todos los negocios tratados o concluidos y, en
particular, lo relativo a la solvencia de los terceros con los que se proponen o se
concluyen operaciones.
Recibir en nombre del empresario las reclamaciones de terceros sobre defectos o
vicios de calidad o cantidad de los bienes vendidos o de los servicios prestados como
consecuencia de las operaciones promovidas, aunque él no las haya concluido, y
transmitírselas de inmediato.
Asentar en su contabilidad en forma independiente los actos u operaciones relativos a
cada empresario por cuya cuenta actúe.
Actuar de buena fe, y hacer todo aquello que le incumbe, teniendo en cuenta las
circunstancias del caso, para permitir al agente el ejercicio normal de su actividad.
Poner a disposición del agente con suficiente antelación y en la cantidad apropiada,
muestras, catálogos, tarifas y demás elementos de que se disponga y sean necesarios
para el desarrollo de las actividades del agente.
Pagar la remuneración pactada.
Comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los 15 días
hábiles de su conocimiento, la aceptación o rechazo de la propuesta que le haya sido
transmitida.
Comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los 15 días
hábiles de la recepción de la orden, la ejecución parcial o la falta de ejecución del
negocio propuesto.
A menos que exista un pacto en contrario, se entiende que el contrato de agencia se celebra
por un plazo indeterminado. Si se hubiere pactado que el contrato duraría por un plazo
determinado, “su continuación con posterioridad al vencimiento acordado lo transforma en un
contrato por tiempo indeterminado”. El agente no tiene derecho al reembolso de los gastos
que le origine el ejercicio de su actividad, salvo que medie un pacto en contrario. las partes
pueden convenir la remuneración del agente. Si no hubiere un pacto expreso al respecto, la
remuneración consistirá en “una comisión variable según el volumen o el valor de los actos o
contratos promovidos y, en su caso, concluidos por el agente, conforme con los usos y
prácticas del lugar de actuación del agente.
Efectos frente a los terceros: Conforme lo hemos señalado, el agente obra por cuenta de
quien le encarga los negocios, y no se obliga frente a los terceros. Como consecuencia de ello,
por regla, estos últimos solo tienen acción contra el principal que es el que resulta obligado.
La práctica muestra que los clientes del agente suelen seguir al producto y no a la persona,
razón por la cual, frente a la resolución del vínculo contractual, se han establecido distintos
criterios para indemnizar la clientela que el agente ha logrado con su trabajo al promover los
negocios del principal.
Modelo francés: tiene en cuenta la reparación del daño sufrido y no encuentra un
límite cuantitativo en cuanto al monto indemnizatorio. El criterio se centra en la
ganancia que hubiera podido obtener si el contrato hubiese continuado, o bien
teniendo en cuenta las inversiones o gastos que hubiese impuesto el contrato y no se
encontraren amortizados.
Modelo alemán: solo da derecho a cobrar por los nuevos clientes logrados o por
haber incrementado de manera significativa las operaciones respecto de clientes
preexistentes. El límite cuantitativo es de la remuneración que hubiese percibido en
el plazo de un año, conforme a las remuneraciones promedio del contrato.
Nuestro CCCN dice: Extinguido el contrato, sea por tiempo determinado o indeterminado, el
agente que mediante su labor ha incrementado significativamente el giro de las operaciones
del empresario, tiene derecho a una compensación si su actividad anterior puede continuar
produciendo ventajas sustanciales a este. En caso de muerte del agente ese derecho
corresponde a sus herederos.
Clases:
a) Según el sujeto:
Pública: Cuando el sujeto concedente es el Estado en cualquiera de sus
formas. No tiene finalidad distributiva y queda regido por el derecho
administrativo. (tarifa)
Privada: Cuando el sujeto concedente es una empresa, ya sea que revista la
forma de sociedad o se trate de un empresario particular. Tiene finalidad
distributiva; no hay imperio del Estado y se rige por las normas del Código Civil
y Comercial. (precio)
Sin finalidad de lucro: Cuando el sujeto concedente es una entidad sin fines
de lucro; v.gr.: una asociación civil, como puede ser un club que da en
concesión la cantina a un tercero que llevará adelante su explotación.
b) Según su finalidad:
Con finalidad distributiva: el concedente produce los bienes objeto del
contrato y le otorga a un tercero un derecho de reventa con exclusividad. El
vínculo base que sustenta la relación jurídica es el suministro en el contexto
de un vínculo de colaboración y gestoría, encaminado a lograr la finalidad
distributiva.
Para la prestación de servicios: no hay finalidad distributiva, ni actos de
venta, reventa o suministro. Un sujeto da en concesión a otro la explotación
de un servicio, v.gr.: el servicio de comedor de una cantina o bar. Es habitual
que el concesionario se desempeñe en el lugar que le provee el concedente,
v.gr.: un club, una asociación, etc. Es el vínculo que está más cercano a la
existencia de una relación laboral o a una locación de cosas.
Para la prestación de servicios y obras: en este caso tampoco hay finalidad
distributiva ni actos de venta. El concedente otorga un privilegio de
explotación de determinada área, obligándose el concesionario a prestar un
servicio (igual que en el caso anterior), pero con la obligación de realizar
inversiones, o modificaciones o desarrollar un proyecto acordado. En muchos
casos, el concedente persigue, de esta manera, que se haga una obra sin costo
alguno, puesto que, al finalizar la concesión, quedan las mejoras para el
concedente. El plazo es fundamental para garantizar la amortización de la
inversión al concesionario, por lo que el concedente no puede extinguirlo con
antelación.
Caracteres:
Es consensual.
Es bilateral.
Es oneroso.
Cuenta con tipicidad legal.
Es de larga duración y cuenta con estabilidad
El plazo del contrato de concesión no puede ser inferior a 4 años. Pactado un plazo menor o si
el tiempo es indeterminado, se entiende convenido por cuatro años.
Excepcionalmente, si el concedente provee al concesionario el uso de las instalaciones
principales suficientes para su desempeño, puede preverse un plazo menor, no inferior a 2
años. La continuación de la relación después de vencido el plazo determinado por el contrato
o por la ley, sin especificarse antes el nuevo plazo, lo transforma en contrato por tiempo
indeterminado.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso a), el concesionario puede vender mercaderías del
mismo ramo que le hayan sido entregadas en parte de pago de las que comercialice por causa
de la concesión, así como financiar unas y otras y vender, exponer o promocionar otras
mercaderías o servicios que se autoricen por el contrato, aunque no sean accesorios de las
mercaderías objeto de la concesión ni estén destinados a ella.
Retribución y gastos
El concesionario tiene derecho a una retribución, que puede consistir en una comisión o un
margen sobre el precio de las unidades vendidas por él a terceros o adquiridas al
concedente, o también en cantidades fijas u otras formas convenidas con el concedente.
Los gastos de explotación están a cargo del concesionario, excepto los necesarios para
atender los servicios de pre entrega o de garantía gratuita a la clientela, en su caso, que
deben ser pagados por el concedente conforme a lo pactado.
PARTE 4
Contrato de franquicia
Sistemas de franquicia
El sistema de franquicias es una red de contratos celebrados entre varios sujetos con el
otorgante de la franquicia, con finalidad distributiva, y con la característica de una
identificación con el franquiciante. Los sujetos involucrados son autónomos, lo que lo
diferencia con una gran empresa de distribución que utilice dependientes.
Modalidades
Según la injerencia del dador, esto es, el derecho de planificación del negocio, la
franquicia puede asumir una modalidad de primera, segunda o tercera generación.
Según el objeto, la franquicia puede ser una franquicia de productos o una franquicia
de servicios.
Según los actos del tomador, la franquicia puede ser con finalidad distributiva (el
franquiciado se limita al traspaso de bienes desde el fabricante hasta el consumidor),
o de fabricación (o producción, cuando el franquiciado fabrica el producto según las
indicaciones del franquiciado y los vende bajo la marca de este último).
Franquicia de producción.
Franquicia de hotelería.
Franquicia de servicios.
Franquicia para la venta.
Típico.
Bilateral.
Oneroso.
Consensual.
No formal.
De colaboración.
Durable.
De adhesión (por regla).
Se discute su carácter intuitu personae.
Sujetos
Objeto
La causa vista como causa fin se encuentra dada en el contrato de franquicia por una finalidad
distributiva que deberá reflejarse en el contrato.
El contrato de franquicia es, al igual que el resto de los contratos de distribución, un contrato
no formal. Por lo tanto, le rige el principio de libertad probatoria pudiendo probarse su
existencia por cualquier medio de prueba que lleve a la convicción sobre su celebración y
modalidades.
Finalmente, debemos señalar que las partes son quienes estipulan el plazo de duración del
contrato, en ejercicio de la autonomía de la voluntad. Sin embargo, no puede pactarse un
plazo inferior a 4 años. Si se hubiere “pactado un plazo menor o si el tiempo es
indeterminado, se entiende convenido por cuatro años. Al vencimiento del plazo, el contrato
se entiende prorrogado tácitamente por plazos sucesivos de 1 año, excepto expresa denuncia
de una de las partes antes de cada vencimiento con 30 días de antelación. A la segunda
renovación, se transforma en contrato por tiempo indeterminado.
Responsabilidad frente a terceros: las partes del contrato de franquicia son independientes y
no existe relación laboral entre ellas. El franquiciante no responde por las deudas del
franquiciado y no existe responsabilidad solidaria, salvo disposición legal en contrario. En
consecuencia, los dependientes del franquiciado no tienen relación jurídico-laboral con el
franquiciante, sin perjuicio de la aplicación de las normas sobre fraude laboral.
Derecho de la competencia
Contrato de franquicia, por sí mismo, no debe ser considerado un pacto que limite, restrinja o
distorsione la competencia. Art. 3º, LDC, señala que quedan sometidas a las disposiciones de
esta Ley todas las personas físicas o jurídicas públicas o privadas, con o sin fines de lucro que
realicen actividades económicas en todo o en parte del territorio nacional, y las que realicen
actividades económicas fuera del país, en la medida en que sus actos, actividades o acuerdos
puedan producir efectos en el mercado nacional.