Está en la página 1de 23

PARTE 1:

Contratos de empresa: tipo y atipicidad

Las empresas utilizan los contratos para tener previsión de sus operaciones, es decir, qué
sucede si existe un incumplimiento y cómo actuarán ante tal contingencia.

Empresa: unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de


prestación de servicios con fines lucrativos (independientemente de si es una organización de
varias personas o unipersonal).

Recordemos 3 elementos dentro del concepto de “empresa”:


que estos  Elemento subjetivo de carácter organizativo: organismo económico.
elementos  Elemento objetivo dirigido a un fin especifico: actividad sistemática de elementos con
deben la finalidad de obtener un producto determinado al cambio.
combinarse  Elemento funcional: intermediación entre una masa de energías productoras
de manera (maquinas, obreros, capitales) y la masa de consumidores.
permanente
.
Existen 4 categorías de empresas:

1. Empresas de distribución, encargadas de vender las materias primas a los fabricantes


y las mercaderías a los consumidores.
2. empresas de producción, en las cuales el explotante, en el lenguaje corriente, se
denomina industrial.
3. empresas de servicios, que comprenden muchas variedades, entre las cuales las más
importantes son las de transportes.
4. empresas auxiliares que ejercen el comercio del dinero o del crédito, o que ayudan a
los comerciantes a la realización de sus negocios.

Tipicidad social  usos y costumbre

Tipicidad legal  ley

Contrato: es el acto jurídico mediante en el cual dos o más partes manifiestan su


consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales

La oferta a la manifestación unilateral de la voluntad que da cuenta de un acto jurídico y que


tiene como finalidad proponer la celebración de un contrato, mientras que la aceptación,
constituye un acto jurídico unilateral, con el propósito de perfeccionar el contrato.

Para que el contrato se concluya, la aceptación debe expresar la plena conformidad con la
oferta. Cualquier modificación a la oferta que su destinatario hace al manifestar su aceptación,
no vale como tal, sino que importa la propuesta de un nuevo contrato, pero las
modificaciones pueden ser admitidas por el oferente si lo comunica de inmediato al aceptante-

Los contratos innominados están regidos en el siguiente orden, por:

a. La voluntad de las partes;

b. Las normas generales sobre contratos y obligaciones;


c. Los usos y prácticas del lugar de celebración;

d. Las disposiciones correspondientes a los contratos nominados, afines que son compatibles y
se adecuan a su finalidad.

Lo expuesto no quita valor a los usos, prácticas y costumbres, a la hora de interpretar cláusulas
ambiguas, imprecisas o confusas. El nuevo Código Civil excluye a la jurisprudencia como fuente
del derecho.

Es preciso aclarar que, semánticamente, la acepción del vocablo contrato puede ser
confundida con la expresión acuerdo, siendo este último un mero documento firmado por las
partes y no tratándose más que de un medio de prueba de lo acordado entre las partes.

Ya no media distinción entre los contratos civiles y los comerciales.

Otro punto de actualidad a tener presente es la celebración masiva de vínculos, que han dado
lugar a las llamadas uniones de contratos.

Asimismo, la globalización económica planteó la necesidad de armonizar las diversas


legislaciones del mundo. Ello, claro está, solo puede hacerse si se toman en cuenta elementos
esenciales mínimos, y se deja libertad a los individuos para que los recepten y los adecúen a
sus intereses. Esta tendencia actual recibe el nombre de tipo mínimo y parece haberse
instalado a todo nivel en los contratos de empresa o contratos modernos, traducido en una
amplia esfera de libertad contractual que se brinda a las partes, en un marco jurídico menos
exhaustivo y detallista, pero que, sin dudas, resulta más efectivo para enfrentar los distintos
cambios de la dinámica comercial. Prueba de lo referido es, a modo de ejemplo, la regulación
de la figura del fideicomiso, que cuenta con pocos artículos, pero no se puede dudar en que ha
devenido en una herramienta apta para el desarrollo de emprendimientos de distinta
envergadura.

El tipo referido a los contratos especiales

Cuestiones ajenas al tipo especial: las tres problemáticas de mayor importancia:

1. Problema de la admisibilidad: podemos afirmar que nuestro ordenamiento jurídico


puede otorgar a una relación contractual determinada protección legal, o bien
simplemente permitirla o prohibirla. Para soslayar el problema que aparejan las
situaciones o vínculos que, encontrándose permitidos, no cuentan con regulación
legal, debemos acudir a la aplicación de las reglas generales de los contratos (parte
general), por ser comunes a todos ellos.
2. Problema de la formación de un vínculo contractual válido: también se aplican las
reglas generales de los contratos. Sin embargo, no siempre es apreciable a simple vista
cuando se ha formado el vínculo contractual válidamente. Un claro ejemplo de ello
podemos advertirlo en los supuestos de cajero automático, ventas domiciliarias y
otros, en donde, como podemos apreciar, no surge de manera clara cuando se ha
prestado el consentimiento.
3. Problema del control estatal de entrada al mercado: lo esencial, en este caso, es el
orden público, rector de todas las relaciones entre particulares. El Estado, teniendo en
miras su protección, podrá requerir determinadas condiciones o características para
autorizar el desarrollo de cierta actividad. Es común, entonces, que el Estado obligue
al cumplimiento de requisitos, verbigracia de idoneidad o de solvencia para la
realización de ciertas actividades. Ello se observa, por ejemplo, en la actividad
financiera de las aseguradoras, en la medicina prepaga, entre otros que cuentan con
una regulación legal. Asimismo, se verifica en el ámbito de los contratos de
distribución con relación al contrato de concesión y de agencia actualmente regulados
en el Código Civil y Comercial unificado, el que cuenta con normas de orden público
que no pueden ser dejadas de lado por el acuerdo de las partes. De este modo, el
Estado ejerce el control sobre las modalidades contractuales que hacen posible el
ingreso de los bienes y servicios al mercado.

Los contratos especiales:

 La finalidad económico-social como elemento para el tipo y la calificación: Los


contratos tienen una función socialmente trascendente (causa objetiva) con
independencia de la intención o finalidad individual que persiguen los sujetos
cocontratantes (causa subjetiva). Esta función o finalidad económico-social es objetiva
y es el elemento que se utiliza para definir los distintos tipos especiales de contratos.
Ella se distingue claramente de los motivos que, para algunos autores, se subsumen en
el concepto de causa fin. La causa objetiva toma en cuenta el proceso económico y no
la voluntad de cada contratante en particular.
 La función facilitadora, delimitativa y de programación: Lo hasta aquí referido
permite afirmar que el tipo legal que venimos desarrollando cumple distintas
funciones, entre las que podemos mencionar a las siguientes:
o Función facilitadora: Establece normas jurídicas que sirven de base a la
concertación del contrato y de tal modo facilitan a las partes la celebración
del contrato, pues no deben inventar un contrato cuando desean realizar una
determinada operación jurídica legalmente regulada, sino tan solo profundizar
en los aspectos no reglados, pues la ley se aplicará de manera subsidiaria.
o Función delimitativa: El tipo legal consagra un deber ser y, como tal, muestra
lo deseable en el desarrollo de una finalidad económico-social específica. En
determinados sectores específicos, el apartamiento injustificado y contrario al
sentido común provoca una desnaturalización respecto de la cual el tipo legal
cumple efectos delimitativos; vgr.: en el sector referido al derecho del
consumo, dada la debilidad que el legislador presume en el consumidor, se
establece el carácter abusivo de cláusulas que desnaturalizan las obligaciones
de las partes.
o Función de programación: El tipo establece apriorísticamente las clases de
finalidades que el derecho considera susceptibles de protección, definiendo
figuras contractuales y las cláusulas que las caracterizan.
 Las funciones contractuales típicas: Al hablar de funciones contractuales típicas nos
referimos a la existencia de un contrato tipo principal, que es el líder y, por ello, sus
normas son aplicadas en forma subsidiaria a otros contratos que persiguen similares
objetivos. Entre las principales funciones económico-sociales del tipo contractual,
podemos mencionar las siguientes:
o Función de cambio de titularidad.
o Función de transferencia en el uso.
o Función financiera.
o Función de garantía.
o Función de custodia.
o Función de colaboración gestoría.
o Función de colaboración asociativa.
o Función de colaboración asociativa en redes.
o Función de previsión.
o Función de recreación.
o Función extintiva.
o Función de gratuidad.

Los contratos son nominados e innominados, según que la ley los regule
especialmente o no. Ello, con la salvedad antes efectuada de aquellos contratos que,
no obstante, no contar con una regulación legal, tienen tipicidad social.

Determinación de las normas aplicables

La calificación del contrato: Al referirnos a los contratos atípicos, debemos determinar ¿qué
normas le son aplicables? Para ello, y como primer paso, es necesario calificar la relación
jurídica existente entre las partes.

Entenderemos por calificar la actividad de identificar el tipo contractual aplicable al contrato


celebrado. Básicamente, se examina en detalle la relación jurídica y se trata de asimilarla a
alguno de los tipos legales existentes e identificar coincidencias y diferencias, para que, de esa
manera, se puedan aplicar dichas normas jurídicas supletoriamente. Para ello no es menester
concentrarse solamente en las palabras que integran el cuerpo contractual, sino que debemos
concentrarnos y detenernos en los derechos y obligaciones de las partes y en la finalidad
pretendida por estas.

La jerarquía de normas, interpretación, integración, rectificación: aplicación de normas


generales, especiales, imperativas y supletorias: Una vez calificada la relación o vínculo jurídico
habido entre las partes, es importante determinar la jerarquía de las normas interpretativas, la
aplicación de normas generales, de las normas especiales, imperativas y supletorias.

Si hacemos un repaso, podemos decir que, como primera medida, debemos interpretar el
contrato, entendiendo por ello determinar el real sentido u orientación que las partes han
querido darle al contrato, a cuyo fin no debemos perder de vista las normas generales
relativas a todos los contratos, que se encuentran en nuestro Código Civil. Como segundo
paso, debemos integrar el contrato, encontrar normas aplicables para aquellos supuestos que
no han sido previstos por los contratantes. En este ámbito, no solo son útiles las normas de la
parte general, sino también las distintas reglas de los contratos típicos. Por último, rectificar el
contrato, ajustarlo con respeto al orden público, principio rector e invulnerable en nuestro
ordenamiento jurídico y el principal límite a la autonomía de la voluntad de las partes.
Ahora bien, puede darse la situación de que una misma relación jurídica pueda ser subsumida
en varios tipos, como ocurre generalmente con los contratos atípicos mixtos, en cuyo caso la
doctrina ha distinguido 3 teorías que vienen en nuestro auxilio y que desarrollaremos a
continuación:

 Teoría de la absorción: Se identifican las prestaciones, el objeto, e incluso la finalidad.


Ello permite identificar el tipo contractual que las contempla, para aplicar dichas
normas, ello en mérito de que el tipo legal “absorbe” los elementos esenciales de la
relación pretendida por las partes y desplaza a otros tipos.
 Teoría de la extensión analógica: Para esta teoría se aplican las reglas que regulan la
parte general de los contratos, y, para el caso en concreto, las disposiciones del
contrato típico más acorde o afín.
 Teoría de la combinación: En donde a cada obligación se le aplica la regla del
contrato típico que más se adecúe, creando una suerte de “nuevo tipo contractual”.

En nuestro país, en la anterior regulación, el art. 16 del Código Civil, se inclinaba hacia la teoría
de la analogía. En el CCCN Los contratos innominados están regidos en el siguiente orden, por:

 La voluntad de las partes;


 Las normas generales sobre contratos y obligaciones;
 Los usos y prácticas del lugar de celebración;
 Las disposiciones correspondientes a los contratos nominados, afines que son
compatibles y se adecuan a su finalidad.

La solución jurídica basada en los problemas típicos: En opinión de Lorenzetti (1999),


atendiendo a los conflictos contractuales, concluye en que estos tienen una reiteración: el
incumplimiento de la obligación de escriturar, la violación del deber de custodia o del de
información, o los intereses, la calidad de la cosa o las garantías. Por lo tanto, lo que hay que
determinar son los problemas típicos y de qué manera son resueltos conforme a cada
contexto; vgr.: la rescisión unilateral sin causa o el incumplimiento del deber de custodia son
problemas típicos que tienen un elemento común y diferenciaciones según los intereses en
juego en cada contrato (Lorenzetti, 1999).

Existencia de un solo contrato

¿Cuándo nos encontramos ante un contrato y cuándo nos encontramos ante varios contratos?
A tal fin, es importante identificar la existencia de una o varias causas o finalidades.

Contratos típicos: Un negocio jurídico bilateral es calificado como típico cuando es un


supuesto de hecho que encuadra perfectamente en la descripción legal o social, sin apartarse
de las finalidades. El apartamiento del tipo se configura cuando las disposiciones del contrato
se apartan de la finalidad económica – social del mismo.

Contratos atípicos puros: El contrato es calificado como atípico puro cuando es obra de las
partes sin referencia a ninguna previsión típica.

Contratos atípicos mixtos: Los contratos atípicos mixtos son las posibilidades contractuales
existentes entre los contratos típicos y los contratos atípicos; verbigracia: el contrato de
turismo, pues implica transporte, alojamiento, alimentación, un contrato de alquiler, de caja
de seguridad, locación, custodia, y servicio.

El negocio jurídico indirecto: La teoría del negocio jurídico indirecto es una consecuencia de la
tipicidad especial y de su insuficiencia. Pues, si hay un modelo legal o social que establece una
finalidad, el negocio jurídico indirecto se produce cuando, para la obtención del resultado
querido por las partes, se usa el modelo como un medio, apartándose de la finalidad típica.
Si no existiera un negocio típico, no podríamos hablar de una desviación de su finalidad y, por
ende, del negocio jurídico indirecto.

Existencia de varios contratos: Cuando existen varios contratos, el fenómeno es distinto del
que apreciamos en la atipicidad entendida en sentido estricto. En un contrato atípico existe
una deformación del tipo en virtud de las cláusulas que las partes incorporan al contrato. En
el supuesto de varios contratos, en cambio, estos mantienen su tipicidad y autonomía.
Podemos estar en presencia de una pluralidad de contratos o de una conexidad contractual.
Esta última se configura con la existencia de una finalidad supra contractual, un negocio que se
quiere hacer y para el cual se utilizan varios tipos contractuales vinculados.

PARTE 2

Uniones de Contratos

Existencia de uno o varios contratos: Para distinguir cuándo hay uno o varios contratos, es
irrelevante que estén vinculados por su celebración en un mismo momento, por la unidad del
documento en que se celebran, o por otra causa. Lo decisivo para mostrar la vinculación entre
ellos es establecer si existen una o varias causas o finalidades jurídico-económicas, dado que
es el elemento determinante para constatar si existe pluralidad de contratos o conexidad
contractual.

Lo que hay que considerar es que la totalidad de contratos que involucran un solo fin, es decir,
que una persona pueda comprar en un solo sitio cualquier producto, conlleva un sinnúmero de
contrataciones previas que se activan al comprar.

Uniones de contratos de origen legal

 Contratos autónomos recíprocos: Entre las mismas partes se celebran dos contratos
en relación de dependencia mutua, de modo tal que la ejecución o validez de uno
queda subordinada a la ejecución o validez del otro; cada contrato es la causa del
otro.
 Contrato principal y accesorio: Un contrato depende del otro cuando uno es la razón
de la existencia del otro, como ocurre, por ejemplo, con el contrato de fianza. El
contrato principal influye sobre el accesorio en el sentido de que, si se extingue el
principal, produce la extinción del accesorio.
 Subcontrato: Presenta la existencia de un contrato principal y otro derivado,
generalmente, en grado de dependencia unilateral. Es el caso del contrato de locación
de cosas, en las que el locatario puede sublocar, existiendo de tal modo dos contratos
cuyo puente de unión es el locatario – sublocador.
 Sucesión de contratos: Es el caso en que un contrato preparatorio se encuentra
vinculado a un contrato definitivo, en el sentido temporal y causal, sin que se vea
afectada la tipicidad.
Uniones de contratos de origen convencional

a) Negocio realizado a través de varios contratos: Cuando la finalidad pretendida por las
partes no puede ser alcanzada a través de un contrato. Es por ello que las partes
combinan distintos contratos, sin perder su tipicidad. Téngase presente que la idea
de negocio es más amplia que la de contrato, ya que para hacer el negocio muchas
veces se deben agrupar distintos contratos para producir los efectos jurídicos
buscados. De aquí surgen las redes contractuales, que funcionan como un sistema
jurídico integrado, que importa la existencia de varios contratos, cada uno de los
cuales no justifican su existencia si no cuentan con otro/s contrato/s que integran la
red.
 La finalidad supracontractual: elemento que conecta a los distintos
contratos para lograr esa finalidad que por separado no se podría
alcanzar.
 vínculo funcional  conexidad contractual
 Habrá contratos conexos cuando para la realización de un negocio
único se celebra, entre las mismas partes o partes diferentes, una
pluralidad de contratos autónomos, vinculados entre sí, a través de
una finalidad económica supracontractual. Dicha finalidad puede
verificarse jurídicamente, en la causa subjetiva u objetiva, en el
consentimiento, en el objeto, o en las bases del negocio
 Consecuencias jurídicas: probada la conexidad, un contratante puede
oponer las excepciones de incumplimiento total, parcial o defectuoso,
aún frente a la inejecución de obligaciones ajenas a su contrato.
Atendiendo al principio de la conservación, la misma regla se aplica
cuando la extinción de uno de los contratos produce la frustración de
la finalidad económica común.
b) Finalidad supracontractual: las finalidades económico-sociales son distintas o más
amplias de las que existen en los contratos social o legalmente típicos, de modo tal
que estos últimos son usados instrumentalmente para lograr aquéllas. Esta finalidad
supracontractual, como ya dijimos, sustenta la conexidad entre los diferentes
contratos involucrados.

Plantilla de cumplimiento legal para controlar contratos:

1. En todos los casos, verificar si la operación está plasmada en el texto del


contrato.
2. En todos los casos, verificar si tiene lugar y fecha de celebración.
3. En todos los casos, verificar si tiene domicilio/email para comunicaciones.
4. En todos los casos, verificar si tiene posibilidad de salida sin costo.
5. En todos los casos, verificar si tiene penalidades por incumplimiento.
6. En todos los casos, verificar si tiene una indemnidad por responsabilidad
laboral y de la seguridad social.
7. En todos los casos, si hay información confidencial verificar que haya una
cláusula que resguarde esa información.
8. En todos los casos, si hay pagos anticipados, ver si hay garantías contra esos
anticipos o si se verificó solvencia.
9. En todos los casos, verificar si el contrato está gravado en sellos.
10. En todos los casos, verificar la forma de facturación.
11. En todos los casos, determinar jurisdicción.
12. En locación de servicios/obra ver si está el detalle de documentación laboral a
solicitar antes del inicio.
13. Controlar las facultades de los firmantes para la suscripción del contrato.

Contratos de distribución de bienes y servicios

El objeto común de todos ellos es la promoción, distribución y comercialización de productos


o servicios, logrado sobre la base de la colaboración y cooperación de los comerciantes
independientes que participan de ellos.

Características:

 Existencia de 2 empresas u organizaciones independientes: Una dedicada a la


producción de bienes o servicios, y la otra con el objeto de acercar dichos productos o
servicios a los clientes.
 Vínculo de cooperación: Basado en la buena fe contractual y en el principio de
concurrencia de las actividades de las empresas implicadas.
 Permanencia: Nacen para durar, ello les permite además a las empresas
comercializadoras amortizar el capital que hubieran invertido o debieran invertir.
 Relación contractual bilateral: Es lógica la existencia de dos partes.
 Comercialización de la producción de una de las empresas vinculadas: Téngase
presente que siempre, en mayor o en menor medida, existe la facultad de control del
productor respecto del distribuidor, siendo la escala respectiva de menor a mayor la
que comienza en la distribución propiamente dicha hasta llegar a la franquicia,
pasando por la agencia y la concesión.

Los contratos con finalidad distributiva son 4. Uno solo cuenta con tipicidad social (contrato
de distribución propiamente dicho), en tanto los demás cuentan, a partir del nuevo Código,
con tipicidad legal. Los definiremos seguidamente:

1. El contrato de distribución propiamente dicho: es aquel en el cual una empresa que,


teniendo asignada una zona en exclusividad o bien compartiéndola en forma limitada
con otro u otros distribuidores, se dedica a la intermediación de productos. Además,
tiene un precio de descuento sobre estos y obtiene como ganancia la diferencia que
resulta entre el precio de venta al público y su precio de compra al fabricante.
2. El contrato de agencia: es aquel en el que “una parte, denominada agente, se obliga a
promover negocios por cuenta de otra, denominada proponente o empresario, de
manera estable, continuada e independiente, sin que medie relación laboral alguna,
mediante una retribución”
3. El contrato de concesión: es aquel en el que una parte, denominada concesionario,
que actúa en nombre y por cuenta propia frente a terceros, se obliga mediante una
retribución a disponer de su organización empresarial para comercializar
mercaderías provistas por otra, denominada concedente, o para prestar los servicios y
proveer los repuestos y accesorios según haya sido convenido.
4. El contrato de franquicia: es aquel en el que una parte, denominada franquiciante (o
dador), otorga a otra, llamada franquiciado [o tomador], el derecho a utilizar un
sistema probado destinado a comercializar determinados bienes o servicios bajo el
nombre comercial, emblema o la marca del franquiciante, quien provee un conjunto
de conocimientos técnicos y la prestación continua de asistencia técnica o comercial,
contra una prestación directa o indirecta del franquiciado.
El franquiciante debe ser titular exclusivo del conjunto de los derechos intelectuales,
marcas, patentes, nombres comerciales, derechos de autor y demás comprendidos en
el sistema bajo franquicia; o, en su caso, tener derecho a su utilización y transmisión al
franquiciado en los términos del contrato.
El franquiciante no puede tener participación accionaria, de control directo o indirecto,
en el negocio del franquiciado [el plazo no puede ser inferior a 2 años].

Elementos para una tipificación jurídica de la distribución

Contrato de distribución: aquel contrato por el cual el concedente otorga la distribución de


bienes o servicios al distribuidor, en una zona determinada, de ejecución continuada,
actuando el último en su nombre y por cuenta propia, por una remuneración consistente en
un margen de precio de venta del bien o servicio.

Características de las relaciones jurídicas entre las partes:


 No hay dependencia laboral, ya que cada uno asume el riesgo inherente a su
actividad;
 es un contrato comercial,
 no hay representación, aunque nada impide que pueda ser pactada;
 el distribuidor realiza actos de compraventa o bien de cesión temporaria de uso de los
bienes que le da el proveedor. Luego realiza actos de ventas con los clientes, siendo su
ganancia la diferencia económica entre el precio en que compra y el que vende;
 existe una delimitación territorial de la zona sobre la cual el proveedor otorga al
distribuidor un derecho a distribuir; y,
 participa de los caracteres de la distribución en general, dado que es intuito personae,
de duración, celebrado por adhesión, con base en el suministro.

Elementos comunes aplicables a los diferentes contratos de distribución. Caracteres. Contrato


celebrado por adhesión, control y dominación

Caracteres:

 Aprovisionamiento continuo: en la base económica del vínculo existe una venta y


reventa de bienes, en sentido similar a lo que sucede en el contrato de compraventa o
en el contrato de suministro. Sin embargo, en los contratos de distribución este
carácter se presenta como “un aspecto instrumental dentro de un vínculo de
colaboración que puede incluir otros aspectos, que importan un apartamiento
sustancial del tipo de la compraventa y que les da una fisonomía propia a los contratos
de distribución”.
 Tipicidad legal: con el anterior Código Civil y Comercial, no se encontraban regulados
legalmente los contratos de agencia, concesión y franquicia, pero “una costumbre
consolidada en la práctica estableció ciertas reglas básicas que los dotaban de una
tipicidad social”. Actualmente, vigente el nuevo Código Civil y Comercial, estos
contratos recibieron tratamiento legal en los arts. 1479 al 1524, por lo que cuentan
con tipicidad legal.
 Duración: se encuentra ínsito en estos contratos, surgiendo de la naturaleza de las
prestaciones que conforman su objeto, la necesidad de un lapso de tiempo suficiente
para el desarrollo del negocio, aun cuando no se establezca un tiempo determinado
de duración en el convenio.
 Colaboración: existe en los contratos de distribución una relación de colaboración
interempresarial, operada por sujetos jurídicamente autónomos vinculados en una
actividad mercantil integrada, en la que el productor derivó la comercialización de sus
productos hacia distintas bocas de ventas, regulando su penetración en el mercado
para potenciar el mutuo beneficio.
 Confianza: el concedente toma en consideración la organización económica-técnica y
comercial del distribuidor, su poder de penetración, sus antecedentes en la zona y
demás condiciones para cumplir con el objeto del contrato. “Estas circunstancias
inciden en la celebración del contrato. Por lo tanto, el deterioro de la confianza es
causal de resolución”.

Contrato celebrado por adhesión, control y dominación

Contrato de adhesión: es costumbre, sobre todo en los sistemas de distribución, que el


contrato se celebre por adhesión a condiciones generales. Las razones para que ello suceda
son numerosas; entre ellas, la necesidad de producir una integración vertical de empresas,
para lo cual hace falta un control por parte de una unidad de decisión centralizada, lo que se
instrumenta a través de condiciones predispuestas; la protección de bienes del otorgante,
como la marca, la imagen,

Contrato de control y dominación: no se puede afirmar en abstracto que nos encontremos


ante contratos de dominación de una parte -más fuerte- respecto de la otra -más débil-, más
allá de que objetivamente se presenten elementos de control o subordinación técnica y
económica que deben ser tenidos en cuenta al momento de su interpretación y de la
aplicación.

Obligaciones de las partes

Las obligaciones del distribuidor son:

 Distribuir eficazmente bienes del principal.


 Seguir las sugerencias del empresario principal.
 No competir con el proveedor.
 Mantener el secreto contractual.

Los derechos del distribuidor son:

 Derecho a la provisión continúa de bienes del principal.


 Mantenimiento de las condiciones más ventajosas pactadas.
 Uso de marca, símbolos, imagen, publicidad y otros elementos acordados.

Las obligaciones del concedente son:

 Proveer regularmente salvo causas ajenas.


 Dar publicidad global.
 Respetar la exclusividad pactada

Las cláusulas de exclusividad: puede establecerse en beneficio del proveedor o en beneficio


del distribuidor. La cláusula de exclusividad en beneficio del proveedor “obliga al distribuidor a
dedicar sus esfuerzos a promover los bienes del concedente, sin hacer otra actividad.

Por su parte, la cláusula de exclusividad en beneficio del distribuidor consiste en un derecho a


distribuir en una zona territorialmente delimitada con exclusión de otros competidores,
surgiendo una obligación de no hacer a cargo del proveedor, cuyo contenido es no distribuir en
esa zona, sino a través del contratante que tiene el privilegio.

Derecho a la estabilidad: Los contratos de distribución, al tener como característica su


durabilidad, cuentan con vocación de permanencia en el tiempo. Esta produce, además, el
deber de obrar de buena fe, el que se concreta en la necesidad de preavisar la extinción; esto
es, el deber de no obrar de manera intempestiva, de modo tal que se desbaraten los derechos
de la otra parte ni se desnaturalice el vínculo.

Contrato de distribución

Dentro del ámbito de los contratos con finalidad distributiva, la distribución propiamente dicha
es el contrato que presenta el menor grado de integración entre las partes. En efecto, no hay
representación como podía existir antes de la sanción del nuevo Código Civil y Comercial en el
contrato de agencia (luego de su sanción, tampoco existe representación en la agencia
conforme surge del artículo 1485 del Código Civil y Comercial), no hay una identificación tan
fuerte como sucede en la franquicia, es solamente un acto continuo de reventa, lo que, a su
vez, lo diferencia de la concesión, en cuanto en esta última están presentes obligaciones de
garantía y servicio de post venta y uso de la marca del principal.
Actualmente, a diferencia de los otros contratos de distribución, no cuenta con una regulación
jurídica positiva, dado que el nuevo Código Civil y Comercial no lo ha receptado en su
articulado. Sin embargo, prevé el artículo 1511 del Código Civil y Comercial unificado que le
son aplicables, en cuanto sean compatibles, las normas del contrato de concesión (art. 1511).

Está es llevada a cabo por empresarios independientes y autónomos, incluyéndose -por regla-,
como sucede en el contrato de concesión, la asunción del riesgo de los negocios por el
distribuidor y la falta de sometimiento a una unidad de decisión central de la que reciba
directivas específicas para la concertación de sus negocios (características estas que la
diferencian de la agencia). Sí existe, como en otros contratos con finalidad distributiva, el
sometimiento del distribuidor a una subordinación técnica respecto del principal cuando se
distribuyen bienes de cierta complejidad técnica o intangibilidad, que hacen necesario que el
distribuidor respete las sugerencias e indicaciones del principal distribuido. En síntesis, solo se
deben “respetar las indicaciones técnicas necesarias para mantener la identidad, calidad y
continuidad del producto o servicio en el mercado”.

El principal, a través del contrato de distribución, logra obtener beneficios sin la necesidad de
una fuerte inversión de capital. Además, logra también, y en coherencia con lo expresado, una
disminución de los riesgos, ya que estos son asumidos por el distribuidor. este contrato
importa la presencia de una empresa que se ocupa de la elaboración de productos, que luego
encomienda a otra empresa, para su introducción y comercialización en una zona específica
del mercado. Para ello, la empresa que produce los bienes se compromete a su continuo
suministro, vendiéndoselos al distribuidor, que los adquiere para su reventa a los
consumidores, por nombre y cuenta propia. Tal actividad es retribuida con la percepción, por
parte del distribuidor, de un porcentaje del precio final del producto colocado en el mercado,
que consiste en el margen de diferencia resultante entre el precio de compra (costo) y el de
reventa (precio de venta). Tenemos, entonces, dos circuitos bien definidos: por un lado, la
fabricación, llevada adelante por la empresa productora; y, por otro lado, la comercialización
de los productos, llevada a cabo por la empresa distribuidora.

Derechos y obligaciones del proveedor. Derechos y obligaciones del distribuidor

Proveedor o distribuidor

Derechos

 Fijar el precio del producto o servicio.


 Percibir el precio acordado.
 Facultad de control técnico sobre operaciones del distribuidor.

Deberes

 Informar las variaciones de precio.


 Entregar el producto o servicio que cumpla con los requisitos para su reventa
(identificable,
 reproducible, etc.).
 Cumplir con los compromisos publicitarios. No efectuar ventas directas en la zona.
 No adjudicar la zona a otro distribuidor.
Distribuidor

Derechos

 Exigir el suministro en tiempo y forma.


 Exigir el cumplimiento de la pauta publicitaria.
 Exigir el cumplimiento del soporte técnico, publicitario y comercial.
 Percibir el margen de reventa.
 Recibir capacitación a cargo del concedente.

Deberes

 Cumplir con el mínimo de ventas.


 Cumplir con las instrucciones del principal.
 Respetar la exclusividad del principal.
 No exceder la zona otorgada por el contrato.
 Permitir el control por parte del principal en el aspecto técnico.

Extinción del contrato de distribución propiamente dicho

Al contrato de distribución se le aplican las normas de la concesión en todo aquello que no se


encuentre regulado

por la autonomía de la voluntad en el tenor literal del contrato particular del que se trate.
Artículo 1509:

El contrato de agencia [léase de concesión y de distribución propiamente dicho también] se


resuelve

por:

1.muerte o incapacidad del agente;

2. disolución de la persona jurídica que celebra el contrato, que no deriva de fusión o escisión;

3. quiebra firme de cualquiera de las partes;

4. vencimiento del plazo;

5. incumplimiento grave o reiterado de las obligaciones de una de las partes, de forma de


poner razonablemente en duda la posibilidad o la intención del incumplidor de atender con
exactitud las obligaciones sucesivas;

6. disminución significativa del volumen de negocios del agente

En los casos previstos en los incisos a) a d) del artículo anterior, la resolución opera de pleno
derecho, sin necesidad de preaviso ni declaración de la otra parte, sin perjuicio de lo dispuesto
por el artículo 1492 para el supuesto de tiempo indeterminado. En el caso del inciso e) del
artículo 1494, cada parte puede resolver directamente el contrato. En el caso del inciso f) del
artículo 1494, se aplica el artículo 1492, excepto que el agente disminuya su volumen de
negocios durante DOS (2) ejercicios consecutivos, en cuyo caso el plazo de preaviso no debe
exceder de DOS (2) meses, cualesquiera haya sido la duración del contrato, aun cuando el
contrato sea de plazo determinado.
PARTE 3

Contrato de agencia

El contrato de agencia forma parte de los contratos con finalidad distributiva. Hay contrato de
agencia cuando una parte, denominada agente, se obliga a promover negocios por cuenta de
otra denominada preponente o empresario, de manera estable, continuada e independiente,
sin que medie relación laboral alguna, mediante una retribución.

Excepto pacto en contrario: a) la concesión es exclusiva para ambas partes en el territorio o


zona de influencia determinados. El concedente no puede autorizar otra concesión en el
mismo territorio o zona y el concesionario no puede, por sí o por interpósita persona, ejercer
actos propios de la concesión fuera de esos límites o actuar en actividades competitivas.

Caracteres:

 Entre las partes no hay transmisión de la propiedad de las cosas a vender.


 El comitente tiene un poder discrecional de aprobación de los contratos celebrados
por el agente, en forma previa a que estos produzcan sus efectos frente a terceros.
 El agente es una parte autónoma, independiente, pero sujeto al control del principal.
 El agente tiene exclusividad de zona, como en todos los contratos con finalidad
distributiva.
 Existe en la relación contractual un vínculo estable, con vocación de durabilidad.
 El agente, a diferencia del empleado, realiza su actividad con medios propios (por ser
independiente) y a su propio riesgo.
 No existe dependencia jurídica, económica, ni técnica que permitan presumir un
vínculo laboral.
 No existe representación del principal por parte del agente.

Sujetos:

Agente: Es un intermediario independiente que se limita a promover negocios por cuenta de


otro, pero sin asumir el riesgo de las operaciones ni representar al preponente. Este sujeto
contractual intentará, a través de su actividad, promocionar los negocios del empresario y, de
este modo, aumentar su cartera de clientes.

Preponente, empresario o principal: Es el titular de los negocios objeto de promoción, que se


obliga a pagar por ello una retribución que, por lo general, se basa en la extensión o calidad de
la intermediación.

Forma: instrumentarse por escrito.

Obligaciones de las partes:

Obligaciones del agente:

 Velar por los intereses del empresario y actuar de buena fe en el ejercicio de sus
actividades.
 Ocuparse con la diligencia de un hombre de negocios de la promoción y, en su caso,
de la conclusión de los actos u operaciones que le encomendaron.
 Cumplir su cometido de conformidad con las instrucciones recibidas del empresario y
transmitir a este toda la información de la que disponga, relativa a su gestión.
 Informar al empresario, sin retraso, de todos los negocios tratados o concluidos y, en
particular, lo relativo a la solvencia de los terceros con los que se proponen o se
concluyen operaciones.
 Recibir en nombre del empresario las reclamaciones de terceros sobre defectos o
vicios de calidad o cantidad de los bienes vendidos o de los servicios prestados como
consecuencia de las operaciones promovidas, aunque él no las haya concluido, y
transmitírselas de inmediato.
 Asentar en su contabilidad en forma independiente los actos u operaciones relativos a
cada empresario por cuya cuenta actúe.

Obligaciones del comitente:

 Actuar de buena fe, y hacer todo aquello que le incumbe, teniendo en cuenta las
circunstancias del caso, para permitir al agente el ejercicio normal de su actividad.
 Poner a disposición del agente con suficiente antelación y en la cantidad apropiada,
muestras, catálogos, tarifas y demás elementos de que se disponga y sean necesarios
para el desarrollo de las actividades del agente.
 Pagar la remuneración pactada.
 Comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los 15 días
hábiles de su conocimiento, la aceptación o rechazo de la propuesta que le haya sido
transmitida.
 Comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los 15 días
hábiles de la recepción de la orden, la ejecución parcial o la falta de ejecución del
negocio propuesto.

Pactos especiales. a) Remuneración. b) cláusula de no competencia. c) Otras cláusulas


admisibles

A menos que exista un pacto en contrario, se entiende que el contrato de agencia se celebra
por un plazo indeterminado. Si se hubiere pactado que el contrato duraría por un plazo
determinado, “su continuación con posterioridad al vencimiento acordado lo transforma en un
contrato por tiempo indeterminado”. El agente no tiene derecho al reembolso de los gastos
que le origine el ejercicio de su actividad, salvo que medie un pacto en contrario. las partes
pueden convenir la remuneración del agente. Si no hubiere un pacto expreso al respecto, la
remuneración consistirá en “una comisión variable según el volumen o el valor de los actos o
contratos promovidos y, en su caso, concluidos por el agente, conforme con los usos y
prácticas del lugar de actuación del agente.

Efectos frente a los terceros: Conforme lo hemos señalado, el agente obra por cuenta de
quien le encarga los negocios, y no se obliga frente a los terceros. Como consecuencia de ello,
por regla, estos últimos solo tienen acción contra el principal que es el que resulta obligado.

Extinción del contrato: a) Causales. b) Efectos. Compensación por clientela. Excepciones

La práctica muestra que los clientes del agente suelen seguir al producto y no a la persona,
razón por la cual, frente a la resolución del vínculo contractual, se han establecido distintos
criterios para indemnizar la clientela que el agente ha logrado con su trabajo al promover los
negocios del principal.
 Modelo francés: tiene en cuenta la reparación del daño sufrido y no encuentra un
límite cuantitativo en cuanto al monto indemnizatorio. El criterio se centra en la
ganancia que hubiera podido obtener si el contrato hubiese continuado, o bien
teniendo en cuenta las inversiones o gastos que hubiese impuesto el contrato y no se
encontraren amortizados.
 Modelo alemán: solo da derecho a cobrar por los nuevos clientes logrados o por
haber incrementado de manera significativa las operaciones respecto de clientes
preexistentes. El límite cuantitativo es de la remuneración que hubiese percibido en
el plazo de un año, conforme a las remuneraciones promedio del contrato.

Nuestro CCCN dice: Extinguido el contrato, sea por tiempo determinado o indeterminado, el
agente que mediante su labor ha incrementado significativamente el giro de las operaciones
del empresario, tiene derecho a una compensación si su actividad anterior puede continuar
produciendo ventajas sustanciales a este. En caso de muerte del agente ese derecho
corresponde a sus herederos.

En caso de falta de acuerdo para la determinación de la remuneración: la compensación debe


ser fijada judicialmente y no puede exceder del importe equivalente a un año de
remuneraciones, neto de gastos, promediándose el valor de las percibidas por el agente
durante los últimos cinco años, o durante todo el período de duración del contrato, si este es
inferior. (adopta sistema alemán). Cabe aclarar que esta compensación no impide al agente, en
su caso, reclamar por los daños derivados de la ruptura por culpa del empresario.

No hay derecho a compensación si:

 El empresario pone fin al contrato por incumplimiento del agente;


 El agente pone fin al contrato, a menos que la terminación esté justificada por
incumplimiento del empresario; o por la edad, invalidez o enfermedad del agente, que
no permiten exigir razonablemente la continuidad de sus actividades. Esta facultad
puede ser ejercida por ambas partes.

Contratos de distribución de bienes y servicios

Contrato de concesión: Hay contrato de concesión cuando el concesionario, que actúa en


nombre y por cuenta propia frente a terceros, se obliga mediante una retribución a disponer
de su organización empresaria para comercializar mercaderías provistas por el concedente,
prestar los servicios y proveer los repuestos y accesorios según haya sido convenido. si bien
proviene del Derecho Público, existen diferencias entre dicho ámbito y el del derecho común
regulado por nuestro Código Civil y Comercial, ya que esta última actividad se encuadra en el
espacio de la competencia, lo que no acontece en el ámbito público, donde se otorga un quasi
monopolio generalmente.

Clases:

a) Según el sujeto:
 Pública: Cuando el sujeto concedente es el Estado en cualquiera de sus
formas. No tiene finalidad distributiva y queda regido por el derecho
administrativo. (tarifa)

Privada: Cuando el sujeto concedente es una empresa, ya sea que revista la
forma de sociedad o se trate de un empresario particular. Tiene finalidad
distributiva; no hay imperio del Estado y se rige por las normas del Código Civil
y Comercial. (precio)
 Sin finalidad de lucro: Cuando el sujeto concedente es una entidad sin fines
de lucro; v.gr.: una asociación civil, como puede ser un club que da en
concesión la cantina a un tercero que llevará adelante su explotación.
b) Según su finalidad:
 Con finalidad distributiva: el concedente produce los bienes objeto del
contrato y le otorga a un tercero un derecho de reventa con exclusividad. El
vínculo base que sustenta la relación jurídica es el suministro en el contexto
de un vínculo de colaboración y gestoría, encaminado a lograr la finalidad
distributiva.
 Para la prestación de servicios: no hay finalidad distributiva, ni actos de
venta, reventa o suministro. Un sujeto da en concesión a otro la explotación
de un servicio, v.gr.: el servicio de comedor de una cantina o bar. Es habitual
que el concesionario se desempeñe en el lugar que le provee el concedente,
v.gr.: un club, una asociación, etc. Es el vínculo que está más cercano a la
existencia de una relación laboral o a una locación de cosas.
 Para la prestación de servicios y obras: en este caso tampoco hay finalidad
distributiva ni actos de venta. El concedente otorga un privilegio de
explotación de determinada área, obligándose el concesionario a prestar un
servicio (igual que en el caso anterior), pero con la obligación de realizar
inversiones, o modificaciones o desarrollar un proyecto acordado. En muchos
casos, el concedente persigue, de esta manera, que se haga una obra sin costo
alguno, puesto que, al finalizar la concesión, quedan las mejoras para el
concedente. El plazo es fundamental para garantizar la amortización de la
inversión al concesionario, por lo que el concedente no puede extinguirlo con
antelación.

El concesionario sufre una pérdida de independencia económica desde el mismo momento en


que decide contratar, ya que entra a formar parte del control de un principal o concedente,
que va a fiscalizar todos los procesos de comercialización y a establecer los precios de venta al
público.

Caracteres:

 Es consensual.
 Es bilateral.
 Es oneroso.
 Cuenta con tipicidad legal.
 Es de larga duración y cuenta con estabilidad

Es un contrato informal y, por lo tanto, le rige el principio de libertad probatoria.

El plazo del contrato de concesión no puede ser inferior a 4 años. Pactado un plazo menor o si
el tiempo es indeterminado, se entiende convenido por cuatro años.
Excepcionalmente, si el concedente provee al concesionario el uso de las instalaciones
principales suficientes para su desempeño, puede preverse un plazo menor, no inferior a 2
años. La continuación de la relación después de vencido el plazo determinado por el contrato
o por la ley, sin especificarse antes el nuevo plazo, lo transforma en contrato por tiempo
indeterminado.

Obligaciones del concedente

 proveer al concesionario de una cantidad mínima de mercaderías que le permita


atender adecuadamente las expectativas de venta en su territorio o zona, de acuerdo
con las pautas de pago, de financiación y garantías previstas en el contrato. El contrato
puede prever la determinación de objetivos de ventas, los que deben ser fijados y
comunicados al concesionario de acuerdo con lo convenido;
 respetar el territorio o zona de influencia asignado en exclusividad al concesionario.
Son válidos los pactos que, no obstante, la exclusividad, reserva para el concedente
cierto tipo de ventas directas o modalidades de ventas especiales;
 proveer al concesionario la información técnica y, en su caso, los manuales y la
capacitación de personal necesarios para la explotación de la concesión;
 proveer durante un período razonable, en su caso, repuestos para los productos
comercializados;
 permitir el uso de marcas, enseñas comerciales y demás elementos distintivos, en la
medida necesaria para la explotación de la concesión y para la publicidad del
concesionario dentro de su territorio o zona de influencia.

Obligaciones del concesionario

 comprar exclusivamente al concedente las mercaderías y, en su caso, los repuestos


objeto de la concesión, y mantener la existencia convenida de ellos o, en defecto de
convenio, la cantidad suficiente para asegurar la continuidad de los negocios y la
atención del público consumidor;
 respetar los límites geográficos de actuación y abstenerse de comercializar
mercaderías fuera de ellos, directa o indirectamente por interpósita persona;
 disponer de los locales y demás instalaciones y equipos que resulten necesarios para
el adecuado cumplimiento de su actividad;
 prestar los servicios de pre entrega y mantenimiento de las mercaderías, en caso de
haberlo así convenido;
 adoptar el sistema de ventas, de publicidad y de contabilidad que fije el concedente;
 capacitar a su personal de conformidad con las normas del concedente.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso a), el concesionario puede vender mercaderías del
mismo ramo que le hayan sido entregadas en parte de pago de las que comercialice por causa
de la concesión, así como financiar unas y otras y vender, exponer o promocionar otras
mercaderías o servicios que se autoricen por el contrato, aunque no sean accesorios de las
mercaderías objeto de la concesión ni estén destinados a ella.

Retribución y gastos

El concesionario tiene derecho a una retribución, que puede consistir en una comisión o un
margen sobre el precio de las unidades vendidas por él a terceros o adquiridas al
concedente, o también en cantidades fijas u otras formas convenidas con el concedente.
Los gastos de explotación están a cargo del concesionario, excepto los necesarios para
atender los servicios de pre entrega o de garantía gratuita a la clientela, en su caso, que
deben ser pagados por el concedente conforme a lo pactado.

Extinción del contrato. Causales

 muerte o incapacidad del agente;


 disolución de la persona jurídica que celebra el contrato, que no deriva de fusión o
escisión;
 quiebra firme de cualquiera de las partes;
 vencimiento del plazo;
 incumplimiento grave o reiterado de las obligaciones de una de las partes, de forma
de poner razonablemente en duda la posibilidad o la intención del incumplidor de
atender con exactitud las obligaciones sucesivas.
 disminución significativa del volumen de negocios del agente.
 el caso fortuito o la fuerza mayor y la excesiva onerosidad sobreviniente o
imprevisión.

PARTE 4

Contrato de franquicia

Franquicia: negocio pre-fabricado.

Es un contrato con finalidad distributiva.

Una operación de franquicia es una relación contractual entre un franquiciante y un


franquiciado en la cual el franquiciante ofrece o es obligado a mantener un interés
permanente en el negocio del franquiciado en aspectos tales como el know-how y la asistencia
técnica; el franquiciado opera bajo un nombre comercial conocido, un método y/o un
procedimiento que pertenece o que es controlado por el franquiciante, y en el cual el
franquiciado ha hecho o hará una inversión sustancial en su propio negocio con sus propios
recursos. Las partes del contrato son independientes.

Sistemas de franquicia

El sistema de franquicias es una red de contratos celebrados entre varios sujetos con el
otorgante de la franquicia, con finalidad distributiva, y con la característica de una
identificación con el franquiciante. Los sujetos involucrados son autónomos, lo que lo
diferencia con una gran empresa de distribución que utilice dependientes.
Modalidades

 Según la injerencia del dador, esto es, el derecho de planificación del negocio, la
franquicia puede asumir una modalidad de primera, segunda o tercera generación.
 Según el objeto, la franquicia puede ser una franquicia de productos o una franquicia
de servicios.
 Según los actos del tomador, la franquicia puede ser con finalidad distributiva (el
franquiciado se limita al traspaso de bienes desde el fabricante hasta el consumidor),
o de fabricación (o producción, cuando el franquiciado fabrica el producto según las
indicaciones del franquiciado y los vende bajo la marca de este último).

Tipos de franquicias más conocidas:

 Franquicia de producción.
 Franquicia de hotelería.
 Franquicia de servicios.
 Franquicia para la venta.

El contrato de franquicia es:

 Típico.
 Bilateral.
 Oneroso.
 Consensual.
 No formal.
 De colaboración.
 Durable.
 De adhesión (por regla).
 Se discute su carácter intuitu personae.

Sujetos

 El dador, también denominado franquiciante: es la empresa titular de la marca, y del


know how.
 El tomador, también denominado franquiciado: es quien realiza la inversión inicial y
paga el canon periódico para desarrollar el negocio exitoso.

Objeto

El objeto o finalidad perseguida es distributiva. Si lo que en realidad busca el franquiciado es


otro fin (verbigracia: una finalidad recaudatoria, financiera, o monopólica), se verificará una
desviación de la finalidad propia del contrato, en cuyo caso se deberá resolver la cuestión por
aplicación de la legislación especial aplicable al caso como puede ser la de defensa de la
competencia. Y, de darse los extremos exigidos por el derecho de daños, podrá requerirse –
además de la nulidad del contrato por causa u objeto ilícito- el correspondiente resarcimiento
de los daños y perjuicios causados al tomador.
Causa

La causa vista como causa fin se encuentra dada en el contrato de franquicia por una finalidad
distributiva que deberá reflejarse en el contrato.

Forma. Prueba. Duración del contrato

El contrato de franquicia es, al igual que el resto de los contratos de distribución, un contrato
no formal. Por lo tanto, le rige el principio de libertad probatoria pudiendo probarse su
existencia por cualquier medio de prueba que lleve a la convicción sobre su celebración y
modalidades.

Finalmente, debemos señalar que las partes son quienes estipulan el plazo de duración del
contrato, en ejercicio de la autonomía de la voluntad. Sin embargo, no puede pactarse un
plazo inferior a 4 años. Si se hubiere “pactado un plazo menor o si el tiempo es
indeterminado, se entiende convenido por cuatro años. Al vencimiento del plazo, el contrato
se entiende prorrogado tácitamente por plazos sucesivos de 1 año, excepto expresa denuncia
de una de las partes antes de cada vencimiento con 30 días de antelación. A la segunda
renovación, se transforma en contrato por tiempo indeterminado.

Son obligaciones del franquiciante:

 Proporcionar, con antelación a la firma del contrato, información económica y


financiera sobre la evolución de 2 años de unidades similares a la ofrecida en
franquicia, que hayan operado un tiempo suficiente, en el país o en el extranjero.
 Comunicar al franquiciado el conjunto de conocimientos técnicos, aun cuando no
estén patentados, derivados de la experiencia del franquiciante y comprobados por
éste como aptos para producir los efectos del sistema franquiciado.
 Entregar al franquiciado un manual de operaciones con las especificaciones útiles
para desarrollar la actividad prevista en el contrato.
 Proveer asistencia técnica para la mejor operatividad de la franquicia durante la
vigencia del contrato.
 Si la franquicia comprende la provisión de bienes o servicios a cargo del franquiciante
o de terceros designados por él, asegurar esa provisión en cantidades adecuadas y a
precios razonables, según usos y costumbres comerciales locales o internacionales.
 Defender y proteger el uso por el franquiciado, en las condiciones del contrato de los
derechos referidos en el art. 1512, sin perjuicio de que:
o en las franquicias internacionales esa defensa está contractualmente a cargo
del franquiciado, a cuyo efecto debe ser especialmente apoderado sin
perjuicio de la obligación del franquiciante de poner a disposición del
franquiciado, en tiempo propio, la documentación y demás elementos
necesarios para ese cometido.
o En cualquier caso, el franquiciado está facultado para intervenir como
interesado coadyuvante en defensa de tales derechos, en las instancias
administrativas o judiciales correspondientes, por las vías admitidas por la ley
procesal y en la medida en que ésta lo permita.
Son obligaciones del franquiciado:

 Desarrollar efectivamente la actividad comprendida en la franquicia, cumplir con las


especificaciones del manual de operaciones y las que el franquiciante le comunique en
cumplimiento de su deber de asistencia técnica.
 Proporcionar las informaciones que razonablemente requiera el franquiciante para el
conocimiento del desarrollo de la actividad y facilitar las inspecciones que se hayan
pactado o que sean adecuadas al objeto de la franquicia.
 Abstenerse de actos que puedan poner en riesgo la identificación o el prestigio del
sistema de franquicia que integra o de los derechos mencionados en el art. 1512,
segundo párrafo, y cooperar, en su caso, en la protección de esos derechos.
 Mantener la confidencialidad de la información reservada que integra el conjunto de
conocimientos técnicos transmitidos y asegurar esa confidencialidad respecto de las
personas, dependientes o no, a las que deban comunicarse para el desarrollo de las
actividades. Esta obligación subsiste después de la expiración del contrato.
 Cumplir con las contraprestaciones comprometidas, entre las que pueden pactarse
contribuciones para el desarrollo del mercado o de las tecnologías vinculadas a la
franquicia.

Responsabilidad del franquiciante:

 el franquiciante no responde por las obligaciones del franquiciado, excepto


disposición legal expresa en contrario.
 los dependientes del franquiciado no tienen relación jurídica laboral con el
franquiciante, sin perjuicio de la aplicación de las normas sobre fraude laboral.
 el franquiciante no responde ante el franquiciado por la rentabilidad del sistema
otorgado en franquicia.
 cuando existen defectos en el sistema de fideicomiso, el franquiciante deberá
responder cuando estos causen daños al franquiciado. La particularidad que
menciona esta norma es que ese daño debe ser probado y no puede haberse
ocasionado por la negligencia grave o el dolo del franquiciado. (art. 1521).

Responsabilidad frente a terceros: las partes del contrato de franquicia son independientes y
no existe relación laboral entre ellas. El franquiciante no responde por las deudas del
franquiciado y no existe responsabilidad solidaria, salvo disposición legal en contrario. En
consecuencia, los dependientes del franquiciado no tienen relación jurídico-laboral con el
franquiciante, sin perjuicio de la aplicación de las normas sobre fraude laboral.

La franquicia no es una cesión del franquiciante al franquiciado de un establecimiento


habilitado a su nombre. Lo que en realidad se cede es el uso de la marca, de un nombre o de
un emblema representativo de un producto o servicios. El franquiciante no contrata un trabajo
o servicio correspondiente a la actividad de su establecimiento, ya que la actividad del
franquiciado se desarrollará en otro establecimiento, con autonomía. No existe en el caso del
contrato de franquicia comercial un supuesto de contratación, subcontratación o cesión, ya
que, por lo general, la franquicia que se concede no está comprendida en la actividad normal y
específica propia del franquiciante.

Derecho de la competencia

Contrato de franquicia, por sí mismo, no debe ser considerado un pacto que limite, restrinja o
distorsione la competencia. Art. 3º, LDC, señala que quedan sometidas a las disposiciones de
esta Ley todas las personas físicas o jurídicas públicas o privadas, con o sin fines de lucro que
realicen actividades económicas en todo o en parte del territorio nacional, y las que realicen
actividades económicas fuera del país, en la medida en que sus actos, actividades o acuerdos
puedan producir efectos en el mercado nacional.

Extinción del contrato

 el contrato se extingue por la muerte o incapacidad de cualquiera de las partes;


 el contrato no puede ser extinguido sin justa causa dentro del plazo de su vigencia
original, pactado entre las partes. Se aplican los artículos 1084 y siguientes;
 los contratos con un plazo menor de 3 años justificado por razones especiales según el
artículo 1516, quedan extinguidos de pleno derecho al vencimiento del plazo;
 cualquiera sea el plazo de vigencia del contrato, la parte que desea concluirlo a la
expiración del plazo original o de cualquiera de sus prórrogas, debe preavisar a la otra
con una anticipación no menor de un mes por cada año de duración, hasta un
máximo de seis meses, contados desde su inicio hasta el vencimiento del plazo
pertinente. En los contratos que se pactan por tiempo indeterminado, el preaviso
debe darse de manera que la rescisión se produzca, cuando menos, al cumplirse el
tercer año desde su concertación. En ningún caso se requiere invocación de justa
causa. La falta de preaviso hace aplicable el artículo 1493.

La cláusula que impide la competencia del franquiciado con la comercialización de productos


o servicios propios o de terceros después de extinguido el contrato por cualquier causa, es
válida hasta el plazo máximo de un año y dentro de un territorio razonable habida cuenta de
las circunstancias.

También podría gustarte