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Grupo Sanguineo ABO (AB0)

Bases genéticas y moleculares del sistema de grupo sanguíneos ABO

El sitio web original fue creado en inglés por Fumiichiro Yamamoto, Ph.D., para difundir el
conocimiento sobre las bases moleculares y genéticas del sistema ABO. El sitio en español fue
preparado por Sandra de la Fuente bajo la supervisión del Dr. Emili Cid.

Palabras clave
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GalNAc transferasa, base estructural, base genética molecular de ABO, el
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gen de ratón cis-AB, genotipo ABO, fenotipo ABO, metilación del ADN,
transcripción, splicing alternativo, aparato de Golgi, quimeras transferasa,
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susceptibilidad diferencial a las enfermedades infecciosas, susceptibilidad
diferencial al cáncer, alteraciones en la glicosilación en el cáncer, cáncer de
páncreas, dietas, Peter D'Adamo, dietas de tipo de sangre, neurobiología,
Masahiko Nomi, personalidad, Instituto Burnham, Instituto Burnham de
Investigación Médica, Biomembrane Institute, IMPPC, IMPPC, Instituto de
Medicina Predictiva y Personalizada del Cáncer, Instituto de Medicina Predictiva i
Personalitzada del Cáncer, AABB, ISBT, dbRBC - Base de datos de mutaciones
genéticas de antígenos de grupos sanguíneos, Sandra de la Fuente, Emili Cid
01. Introducción

Karl Landsteiner descubrió el sistema ABO en 1900, que se distingue como uno de los
sistemas de grupo sanguíneo más importantes de la medicina transfusional. El sistema consta
de los antígenos A y B y sus correspondientes anticuerpos. El factor subyacente que diferencia
el sistema ABO de los demás sistemas, como el sistema Rh, es la presencia de anticuerpos
contra los antígenos A y B. Estos anticuerpos están presentes en los individuos que no
expresan antígenos A y B, por lo cual una transfusión de sangre no compatible pueda ser
potencialmente mortal. Por lo tanto, el descubrimiento del sistema de grupo sanguíneo ABO
allanó el camino para las transfusiones de sangre seguras.

Debido a su complejidad, el estudio del sistema ABO es causa de interés no sólo en la medicina
transfusional, sino también en una gran variedad de campos científicos. Además de los cuatro
grupos (A, B, AB, O), sabemos que existen más de una docena de subgrupos que presentan
diferentes formas y grados de aglutinación. Además, los antígenos A y B se encuentran no sólo
en los glóbulos rojos, sino también en la superficie de otros tipos de células y en las secreciones.
Por este, este sistema se refiere a menudo como "sistema de grupo histo-sanguíneo". La
presencia de antígenos A y B en otras células además de en los glóbulos rojos hace hincapié
en la importancia del grupo sanguíneo ABO no sólo en las transfusiones de sangre, sino
también en los transplantes de otras células, de tejidos y de órganos.

Tanto la síntesis como las propiedades de los antígenos A y B plantea muchas preguntas
importantes sobre su papel no sólo en medicina sino también en muchos otros aspectos de la
biología. Los antígenos A y B son sintetizados mediante una serie de reacciones enzimáticas
catalizadas por unas enzimas llamadas glicosiltransferasas. De hecho, el último paso en la
producción de estos antígenos requiere una glicosiltransferasa, que está codificada por los
alelos funcionales A y B en el locus genético ABO. El hecho de que las frecuencias alélicas
varíen entre diferentes razas plantea preguntas interesantes sobre la relevancia del sistema del
grupo sanguíneo ABO en los estudios de población, antropología y genética humana. Otra
característica interesante de los antígenos A y B es su presencia en otros animales además de
en los seres humanos. Las glicosiltransferasas implicadas en la producción de antígenos A / B
en humanos también exhiben los mismos efectos enzimáticos en otros animales. Por lo tanto,
el sistema de grupo sanguíneo ABO también tiene importancia evolutiva y enzimática. Los
antígenos A / B también presentan cambios dinámicos durante el desarrollo y la patogénesis,
lo que sugiere su importancia en cáncer, biología molecular y celular y en el desarrollo
embrionario.

La transfusion de sangre segura, concebida por Landsteiner y mejorada por muchos otros,
principalmente inmunohematologistas, se han convertido en una práctica médica de rutina.
Desde nuestra clonación del gen ABO en 1990, se ha avanzado en el análisis estructural y
funcional de los genes ABO y de las transferasas A / B a nivel molecular. Espero que los
lectores encuentren esta página web interesante y útil, y que les ayuden tanto a facilitar una
mejor comprensión de las bases científicas del sistema ABO, los antígenos de oligosacáridos
ABH, las transferasas A y B, y los genes ABO, como en la aplicación de esta información para
aplicaciones clínicas.
02. Inmunogenética de la Histología de los Grupos Sanguíneos del Sistema ABO

La siguiente página web esta basada en una presentación de diapositivas que el Dr. Yamamoto
presentó en la Universidad de Osaka. La información más al actual que no ha sido publicada,
se ha omitido. Sin embargo, con este material todavía puede aprender los conceptos básico
sobre los genes ABO, las transferasas A y B, y los antígenos ABH. También obtendrá una
visión clara, tanto de las incógnitas que han sido respondidas como de lo que queda por realizar
en el estudio científico del sistema ABO. Si desea una copia de esta presentación del
PowerPoint para su uso en su plan de estudios, etc., por favor póngase en contacto con el
doctor Yamamoto a través de su email:fyamamoto@imppc.org.

Fumiichiro Yamamoto es el líder principal del grupo "ABO Histo-Blood groups and cancer"
en el Instituto de Medicina Predicativa y Personalizada del Cáncer (IMPPC) en Barcelona,
España. Por su elucidación sobre las bases de la genética molecular del sistema ABO, el doctor
Yamamoto ha recibido el reconocimiento internacional, entre ellos el Premio Jean Julliard de
la Sociedad Internacional de Transfusión de Sangre.
03. Descubrimiento del Sistema de grupo sanguíneo ABO

El sistema ABO es uno de los sistemas de grupo sanguíneo más importante para una práctica
segura de transfusión de sangre. Karl Landsteiner descubrió el sistema de grupo sanguíneo
ABO en 1900 cuando separó los componentes celulares y líquidos tanto de su sangre como la
de sus colegas, combinándolas entre ellos. Según lo indicado por el signo negativo (-) en la
tabla anterior, no se observó aglutinación de los glóbulos rojos cuando se mezclaron los dos
componentes de los mismos individuos. Sin embargo, la aglutinación de glóbulos rojos sí que
se observó en algunas combinaciones, como se indica con el símbolo positivo (+). De los
resultados recogidos de sus estudios, Landsteiner se dio cuenta de que las personas pueden
ser agrupadas según el patrón de aglutinación de sus glóbulos rojos. Por ejemplo, el Dr. St. y
Sr. Land pertenecían a un mismo grupo. Del mismo modo, el Dr. Plee. y el Sr. Zar. pertenecían
a un segundo grupo diferente, y el Dr. Sturl. y el Dr. Erdh pertenecían a un tercer grupo.
Durante el año siguiente, Sturle y von Decastello, colegas de Landsteiner descubrieron un
cuarto grupo. Estos cuatro grupos se convirtieron en lo que hoy es conocido como el sistema
de grupo ABO (grupos A, B, AB y O). Sin embargo, el hallazgo más importante obtenido a
partir de estos experimentos es que sólo se debe usar en la transfusión la sangre del paciente
ya que de este modo los glóbulos rojos nose aglutinan. Con el fin de explicar el fenómeno de
la aglutinación de glóbulos rojos, Landsteiner postuló que en la superficie de los glóbulos rojos
se encuentran dos antígenos diferentes (A y B), y que de forma "natural" se encuentran los
anticuerpos contra estos antígenos en el plasma de aquellas personas que no los expresan (Ley
de Landsteiner). Por ejemplo, las personas con el grupo sanguíneo A expresan el antígeno A
en sus glóbulos rojos y poseen anticuerpos anti-B en su plasma. Del mismo modo, las personas
del grupo sanguíneo B expresan el antígeno B en sus glóbulos rojos y poseen anticuerpos anti-
A en su plasma. Los individuos con el grupo sanguíneo AB expresan ambos antígenos A y B
en sus glóbulos rojos y no poseen anticuerpos ni anti-A ni anti-B, mientras que los individuos
del grupo sanguíneo O no expresan antígenos, ni A ni B en sus glóbulos rojos pero tienen
anticuerpos anti-A y anti-B. Los grupos sanguíneos ABO son hereditarios, y su modo de
herencia se explica por el modelo de Bernstein de un gen con tres alelos. Según este modelo,
Bernstein postula que existen tres alelos, A, B y O, en un solo locus genético ABO, y que los
alelos A y B son co-dominantes con respecto al alelo recesivo O. Esto produce seis genotipos
(AA, AO, BB, BO, AB, y OO), que resultan en 4 fenotipos (A, B, AB y O). La frecuencia de
los alelos de A, B, y O varían entre diferentes razas. Por ejemplo, antes de que aumentara la
prevalencia de los matrimonios mixtos con otras razas, los indios americanos eran de tipo O.

Por lo tanto, el sistema de grupos sanguíneos ABO es también un tema de interés para la
genética de poblaciones y la antropología.
04. Los antígenos A y B

Los antígenos A y B fueron originalmente identificados en los glóbulos rojos. Sin embargo,
más adelante también se encontraron en otros tipos de células y secreciones. Por ejemplo, las
células endoteliales que forman las paredes de los capilares expresan estos antígenos,
dependiendo del grupo sanguíneo. Por lo tanto, el sistema ABO de grupo sanguíneo es
importante no sólo para transfusión de sangre, sino también para el trasplante de células,
tejidos y órganos. Además, sangre, pelos y líquido seminal son elementos importantes como
pruebas en la escena de un crimen. Por todo esto, el grupo sanguíneo ABO ha jugado un papel
importante en la exclusión de sospechosos durante las investigaciones forenses. Además, los
antígenos A y B no se limitan únicamente a los seres humanos. Tanto estos mismos antígenos
como otros similares se han encontrado en diversas especies de organismos. Por ejemplo, los
chimpancés expresan los grupos sanguíneos A y O, mientras que los gorilas expresan el grupo
sanguíneo B. Además de los primates, muchos mamíferos y vertebrados, plantas y ciertos
microorganismos han demostrado expresar antígenos iguales o similares. La evolución del
sistema ABO es, por tanto, de interés científico. La expresión de los antígenos A y B no es
siempre constante sino que fluctúa durante el desarrollo, la diferenciación e incluso durante
la carcinogénesis de las células. El esclarecimiento de cómo se controla la expresión de estos
antígenos es un problema importante tema de investigación. Es otra importante cuestión por
resolver por qué están presentes de forma "natural" los anticuerpos contra los antígenos A y B
en el plasma de individuos que no expresan esos antígenos. Los antígenos A y B no son
antígenos proteicos, sino oligosacáridos con las estructuras químicas GalNAc α1-3 (Fuc α1-
2) Gal- y Gal α1-3 (Fuc α1-2) Gal-, respectivamente. Los inmunoazúcares dominantes son
GalNAc (N-acetil-D-galactosamina) y D-galactosa para los antígenos A y B, respectivamente.
La diferencia entre estos dos azúcares es que la GalNAc tiene un -NHCOCH3 en la posición
C2, mientras que la galactosa tiene un -OH en esta posición.
05. Las transferasas A y B

Una vez que las estructuras químicas que definen el sistema sanguíneo ABO se determinaron,
Watkins y Morgan, y Ceppellini propusieron, por separado, una hipótesis sobre la ruta de
biosíntesis de estos antígenos. Ellos postularon que los antígenos A y B se producen a partir
del mismo precursor, el antígeno H, que es abundante en los individuos del grupo sanguíneo
O. Los antígenos A y B están formados por la acción de las glicosiltransferasas codificadas por
alelos funcionales en el locus genético ABO (El dogma central del sistema ABO). Es decir, el
alelo A codifica una transferasa que transfiere una GalNAc al antígeno H sintetizándose el
antígeno A. Del mismo modo, el alelo B codifica la transferasa B que transfiere una molécula
de galactosa al antígeno H dando lugar al antígeno B. Además de las transferasas A y B, hay
otras glicosiltransferasas con actividad / especificidad α1-3 Gal (NAC) transferasa. Estas
incluyen α1-3 Gal-transferasa que sintetiza el epítopo α1-3 Gal (Gal α1-3 Gal β1-4
GlcNAc), la sintasa de isoglobosido b3 que sintetiza la ceramida iGb3 (Gal α1-3 Gal β1-4
GlcCer), y la sintasa del glicolípido Forssman que sintetiza el antígeno Forssman (GalNAc
α1-3 GalNAc β1-3 Gal α1-4 Gal β1-4 GlcCer). Otra cuestión importante es pues, saber si
estos los genes de estas glicosiltransferasas están evolutivamente relacionado con los genes
ABO.
06. Clonación del cDNA de la transferasa A

En 1990, clonamos ADN complementario (cDNAs) que codifican la transferasa A humana


(Yamamoto et al., 1990) basándonos en la secuencia parcial de aminoácidos de la proteína
aislada (Clausen et al., 1990). Primero invertimos la traducion de las secuencias de
aminoácidos de los fragmentos trípticos de la proteína aislada en secuencias de nucleótidos.
Con esta información de secuencia, preparamos tres oligonucleótidos degenerados, dos de los
cuales fueron utilizados posteriormente como cebadores de Reacción en cadena de la
polimerasa (PCR). El oligonucleótido restante, que era interno, fue utilizado como sonda.
Después de la RT-PCR de ácido ribonucleico (RNA) preparado a partir de células humanas
de cáncer de estómago (línea celular MKN45), de las que se sabía que expresan grandes
cantidades de antígeno A y una alta actividad de la transferasa A, los productos de PCR se
sometieron a electroforesis en un gel de agarosa. El ADN fue desnaturalizado, el pH
neutralizado, y transferido a una membrana de nitrocelulosa (Southern blot). Se fijó y
posteriormente fué hibridado con la sonda interna marcada radiactivamente con P32. Aunque
los productos de PCR mostraban bandas difusas en el gel de agarosa, una sola banda de ADN
del tamaño esperado de 98 pares de bases (pb) se hibridó. Entonces, la banda fue cortada,
amplificada por PCR y clonada en un vector plásmido. Después de la transformación en E.
coli, se identificaron los clones bacterianos que contenían el plásmido con el inserto correcto.
El fragmento de ADN de 98 pb se utilizó como sonda para hacer un screning de una libreria
de cDNA de MKN45 preparada en el vector del fago lambda 10.
07. Resultados de la hibridación de RNA (Northern blot)

Una vez identificados los clones de cDNA que codificaban para una potencial transferasa A,
se realizaron experimentos de hibridación del RNA (“Northern hybridization”) utilizando
RNA preparado a partir de células de líneas celulares que mostraban diferentes fenotipos ABO.
Los resultados indicaron que los mensajes presentes eran homólogos en las células de la líneas
celulares con diferentes fenotipos ABO. Por lo tanto, se intentó aislar clones de cDNA de estas
secuencias homólogas de distintas líneas celulares. (Los fenotipos ABO de las células de líneas
celulares y los tipos de sangre de los pacientes en los que se obtuvieron las líneas celulares se
muestran entre paréntesis). Por ejemplo, las células MKN45 expresan antígenos A, pero el
tipo de sangre del paciente era desconocido, mientras que las células SW48 expresan antígenos
A y B y provienen de un paciente de grupo sanguíneo AB.
08. cDNA de los alelos A/B/O

En primer lugar preparamos dos librerias de cDNA más utilizando RNAs obtenidos de células
de la líneas celulares SW948 y SW48 de carcinoma de colon humano (Yamamoto, 1990). La
línea celular SW48 deriva de un paciente del grupo AB, mientras que la línea celular SW948
procede de un paciente de tipo O. Se utilizó una sonda preparada a partir de la copia del cDNA
FY59-5 aislado de la libreria de cDNA MKN45 y que contenía un fragmento de cDNA mucho
mayor de 98 pbs. Se identificaron los clones que hibridaban con la sonda, y se determinó su
secuencia nucleótica. Los clones de cDNA de la libreria de cDNA SW48 se dividieron en dos
grupos en función de la diferencias en su secuencia, un grupo mostró mayor homología de
secuencia con el cDNA de la biblioteca de cDNAs MKN45 que el otro grupo. Por lo tanto, ese
grupo se asumió que representaba el alelo A, mientras que el grupo con más diferencias se
asumió que representaba el alelo B. Por el contrario, los clones de cDNA de la biblioteca de
cDNA SW948 mostraron secuencias idénticas de nucleótidos, aunque varios clones mostraron
diferentes patrones de empalme (“splicing”). Nos dimos cuenta de que, en comparación con
los clones de cDNA de la biblioteca de cDNA MKN45, los clones de cDNA a partir de SW948
presentaban una deleción de un solo nucleótido. Debido a que un solo nucleótido en la región
codificante puede cambiar la pauta de lectura de los codones y producir proteínas no
funcionales, se asumió que los cDNA representaban el alelo O. A continuación, construimos
dos librerias de cDNA adicionales de adenocarcinoma de colon humano (líneas celulares
COLO205 y SW1417). Las células de la línea celular de COLO205 mostraron el fenotipo O,
aunque el grupo sanguíneo ABO del paciente no se conocía. Las células de la línea celular de
SW1417 se obtuvieron a partir de un paciente que exhibía un fenotipo B. Se identificaron
docenas de clones de cDNA que contenían secuencias homólogascon el screening de estas dos
librerias de cDNA identificado. Se llevó a cabo la secuenciación del DNA, y se determinó que
los clones de cDNA procedentes de COLO205 mostraban una secuencia de nucleótidos
idéntica, aunque con variaciones en el patrón de empalme (“splicing”). Todos los clones de
cDNA contenían la deleción de un solo nucleótido previamente identificada en los clones de
cDNA de SW948. A pesar de que los clones de cDNA también poseían sustituciones
adicionales de nucleótidos, asumimos que representan el alelo O debido a la presencia de la
deleción de un solo nucleótido. Los clones de cDNA de SW1417 se dividieron en dos grupos
según sus diferencias en la secuencia de nucleótidos. Un grupo mostró la misma secuencia de
los cDNAs de SW948, que se supone que representa el alelo O, y otro grupo que mostró la
misma secuencia que los cDNAs de SW48, que representarían el alelo B. Esto demostró que
el paciente de grupo B del cual procedía la línea celular SW1417 tenía un genotipo BO y no
un genotipo BB. Este experimento se convirtió en el primer ejemplo exitoso de genotipaje
ABO. Antes de este descubrimiento, era imposible determinar el genotipo ABO de los
individuos con grupo sanguíneo A o B por métodos inmunológicos.
09. Deducción de las secuencias de aminoácidos de los alelos A/B/O.

Una vez determinada la secuencia de nucleótidos de los tres alelos principales de A (A1), B y
O, se procedió a deducir la secuencia de aminoácidos de sus regiones codificantes.
Descubrimos que los alelos O codifican proteínas truncadas debido a la eliminación de un solo
nucleótido (261delG) descrito anteriormente. Cosa que explicaría la no funcionalidad de los
alelos O. También encontramos que hay varias sustituciones de nucleótidos entre los alelos A
y B (4 de las cuales producen sustituciones de aminoácidos). Esos son arginina (R), glicina
(G), leucina (L), y la glicina (G) en los codones 176, 235, 266, y 268 en la transferasa A, y la
glicina (G), serina (S), metionina (M) y alanina (A) en los mismos codones en la transferasa
B.
10. Polimorfismo de longitud de fragmentos de restricción (RFLP) (alelos A/B al frente alelo
O)

Una vez identificadas estas importantes diferencias, observamos dianas de restricción en


varios de los sitios diferenciados. Por ejemplo, la secuencia que contiene específicamente el
alelo O de deleción de un solo nucleótido puede ser cortados con KpnI, mientras que la
secuencia sin la eliminación puede ser cortado por BstEII. En este experimento de” Southern
hybridization” (hibridación del DNA), el DNA genómico de las células de líneas celulares que
se utilizaron para preparar la biblioteca de cDNA se escindieron con BstEII o con KpnI, y
luego sometidas a electroforesis, a una transferencia de DNA (“Southern transferred”) y se
hibridaron con una sonda contra la transferasa A marcada radioactivamente. El DNA
génomico de MKN45 se escindió con BstEII, pero no con KpnI. Por el contrario, la mitad del
ADN genómico de SW1417 se escindió con BstEII y la mitad restante se escindió con KpnI,
lo que muestra que esta línea celular es heterocigota.
11. RFLP (alelos A / O vs alelo B)

Del mismo modo, las secuencias alrededor de la primera y la segunda de las cuatro
sustituciones de aminoácidos que discriminan los alelos A / O del alelo B pueden ser
escindidas por BssHII y NarI, y HpaII y AluI, respectivamente. Utilizando fragmentos de
restricción polimórficos (RFLP por sus siglas en inglés), se confirmó la presencia de estas
diferencias en el DNA genómico de las líneas celulares utilizadas para preparar las librerias de
cDNA (estas distinciones en el RNA se determinaron con anterioridad por la secuencia de
nucleótidos del cDNA clonado). A diferencia de KpnI y BstEII, que reconocen y escienden
secuencias largas de nucleótidos, HpaII y AluI hacen frecuentes cortes, reconociendo y
escindiendo secuencias más cortas. Por lo tanto, se utilizó PCR para amplificar fragmentos de
DNA que contenían los sitios de restricción y luego se digirieron con estas enzimas, en lugar
de hacer una hibridación con DNA (“Southern hybridization”). Se utilizó la misma estrategia
para BssHII y NarI, no por que sean de corte frecuente sino para simplificar los protocolos
experimentales. Cuando llevamos a cabo estos experimentos, la especificidad de la polimerasa
de Taq-DNA no era tan bueno como lo es ahora. Por lo tanto, son visibles varias bandas
adicionales de fondo. Sin embargo, la presencia / ausencia de los sitios de restricción se podía
determinar con facilidad.
12. La genotipaje ABO de muestras de sangre

Con el fin de examinar si los cambios identificados eran comunes o no, procedimos a examinar
mediante RFLP DNA genómico preparado a partir de muestras de sangre con tipos ABO
conocidos. Se analizaron 14 muestras de varios tipos ABO. Basándonos en los resultados de
RFLP, deducimos los genotipos ABO de los distintos ejemplares y más tarde los comparamos
con los tipos ABO de los especímenes. No se encontró ninguna incongruencía, lo que sugería
que esas diferencias en las secuencias de nucleótidos se presentan comúnmente.
13. Los alelos ABO (alelos A y B)

Una vez más, hay varias sustituciones de nucleótidos entre los alelos A y B - 4 de las cuales
producen sustituciones de aminoácidos. Estos son arginina (R), glicina (G), leucina (L), y la
glicina (G) en los codones 176, 235, 266, y 268 de la transferasa A y glicina (G), serina (S),
metionina (M) y alanina (A) en los codones de la transferasa B.
14. Los alelos ABO (alelos O)

Elegimos uno de los alelos A1 que identificamos como estándar y lo llamamos alelo A101. La
terminología se basa en el fenotipo más un número dedos dígitos en orden de descubrimiento,
en el supuesto, de que se encuentren para cada tipo de alelo individual menos de 100 alelos
diferentes. Durante la clonación de los cDNA de los alelos ABO, se identificaron dos tipos de
cDNA alelico para el tipo O. Uno de los tipos tiene una deleción de un solo nucleótido en el
nucleótido 261 en comparación con A101, que más tarde fue nombrado O01. El otro tipo de
cDNA alélico para el tipo O contenía varias sustituciones de nucleótidos, además de la
eliminación de un solo nucleótido. Posteriormente recibió el nombre de alelo O02. Durante
la caracterización de los subgrupos alélicos, también nos encontramos con otro tipo de alelo
O que carecía de la eliminación de un solo nucleótido. Hemos encontrado que este alelo
(llamado alelo O03) contenía dos sustituciones de aminoácidos (R176G y G268R), que
provocarían la abolición de la actividad de la transferasa A codificada (Yamamoto et al., 1993).
15. Los alelos ABO (subgrupos de los alelos A y B)

Además de los cuatro grupos principales, A1, B (B1), A1B, y O, hay otros subgrupos ABO. La
clasificación de estos subgrupos se basa en diferencias en el grado de aglutinación de los
glóbulos rojos con los anticuerpos anti-A, anti-B y anti-AB, en la presencia de anticuerpos
anti-A, anti-B, y anti-AB en el suero y en la secreción de antígenos A y B en la saliva, entre
otros criterios. Los subgrupos débiles incluyen A2, A3, Ax, Ael, Aint, Am, Aw, Ax, B3, Bel,
Bw, y Bx. En 1993, ampliamos nuestro estudio sobre las bases genéticas y moleculares del
sistema ABO a varios de los subgrupos A y B. En comparación con A101, el alelo A201 que
especifica para el fenotipo A2 tenía dos diferencias. La primera da lugar a una sustitución de
aminoácido (prolina a leucina) en el codón 156 (P156L). La otra produce la deleción de un
solo nucleótido, el nucleótido 1060 (1060delC), lo que provoca un cambio en el marco de
lectura y da lugar a una proteína que contiene un residuo aminoacídico adicional en el C-
terminal (Yamamoto et al., 1992). El alelo A301 que se especifica para el fenotipo A3 tiene
una sustitución de un único nucleótido que da lugar a una sustitución de aminoácido, de ácido
aspártico a asparagina (D291N). Además, el alelo Ax01 que especifica el fenotipo Ax tiene
también un cambio de un único nucleótido que da lugar, en este caso, a la sustitución del
aminoácido fenilalanina por isoleucina (F216I) (Yamamoto et al, 1993a; Yamamoto et al,
1993c). El alelo B301 es idéntico al alelo B101 a excepción de una sola sustitución de
nucleótido que resulta en el cambio del aminoácido de arginina por triptófano (R352W)
(Yamamoto et al., 1993a).
16. Los alelos ABO (Los alelos cis-AB y B (A))

Además de los alelos de los subgrupos débiles, también caracterizamos mutaciones en alelos
que especifican los interesantes fenómenos cis-AB y B (A). Cis-AB es un fenómeno que se
define por la expresión de ambos antígenos A y B por un solo alelo, a diferencia del trans-AB,
en el cual es la combinación de los alelos A y B del padre y la madre los que regulan la expresión.
El alelo cis-AB suele especificar una expresión débil de A y una expresión menor de B
(fenotipo A2B3) (Yamaguchi et al., 1965, 1966). B (A) fue descubierto cuando se observó que
ciertos anticuerpos monoclonales anti-A reaccionaban con glóbulos rojos que anteriormente
se habían tipificados como B. (Treacy y Stroup, 1987). B (A) es similar a cis-AB en el sentido
que un alelo especifica la expresión de los antígenos A y B, sin embargo, B (A) especifica una
débil expresión del antígeno A, y una fuerte expresión del antígeno B. Mediante amplificación
por PCR de ADN genómico y la subsiguiente secuenciación del ADN, se identificaron las
mutaciones de los alelos cis-AB01 y B (A) 01 (Yamamoto et al, 1993b;. Yamamoto et al,
1993c). Hemos encontrado que las proteínas codificadas por estos alelos son quimeras entre
las transferasa A-B. El alelo cis-AB01 tiene una secuencia de codificación idéntica a la del alelo
A101, a excepción de la mutación G268A (el último de las cuatro sustituciones de aminoácidos
que discriminan a la transferasas A y B es alanina de transferasa B). Por el contrario, el alelo
B (A) 01 tienen una secuencia codificante idéntica a la del alelo B101, a excepción de la
segunda de las cuatro sustituciones de aminoácidos que corresponde al aminoácido de la
transferasa A (glicina en el codón 235 en lugar de serina).
17. Los alelos ABO (2008)

Desde nuestra descripción sobre las base genéticas y moleculares de los tres alelos principales
y de varios alelos menores, más alelos ABO se han caracterizado molecularmente y la
información de su secuencia ha sido depositada en la base de datos estadounidense
(http://www.ncbi.nlm.nih.gov / gv / MHC / xslcgi.cgi? cmd = bgmut / home), que fue creada
por la profesora Olga Blumenfeld en el Albert Einstein College of Medicine. Olsson, Chester,
y sus colegas (Hansen et al, 1998, Olsson y Chester, 1995, 1996a, b, c, 1998, 2001, Olsson et
al, 1997, Olsson et al, 2001. Olsson et al, 1998, Olsson et al, 1995), Blancher y sus colegas
(Kermarrec et al, 1999, Roubinet et al, 2002, Roubinet et al, 2001), Seltsam, Blasczyk, y sus
colegas (Seltsam et al, 2002, Seltsam et al, 2003), Ogasawara y sus colegas (Ogasawara et al,
1996a, Ogasawara et al, 1998, Ogasawara et al, 2001, Ogasawara et al, 1996b) y Yip y sus
colaboradores (Yip, 2000, 2002, Yip et al, 1996, Yip et al, 1995) desempeñaron un papel
importante en esta expansión. El número total de alelos definidos en la actualidad se sitúa en
178, y la lista completa de estos se muestra arriba. Esta tabla se elaboró con datos extraídos de
la dbRBC ‒ Base de datos de las mutaciones genéticas de los antígenos de los grupos
sanguíneos, (por sus siglas en ingles de Blood Group Antigen Gene Mutation Database).
18. Los alelos ABO

Los alelos ABO fueron alineados por sus nombres. Sólo las diferencias (mutaciones /
polimorfismos de nucleótido único (SNPs)) del alelo A101 se muestran en los lugares
correspondientes a la secuencia de nucleótidos (5 'a 3', el gen se muestra de izquierda a
derecha). Las secuencias de los exónes se muestran en color gris oscuro y las secuencias
intrones se muestran en gris claro. Las ubicaciones de las cuatro sustituciones de aminoácidos
que discriminan entre las transferasas A y B se indican con flechas rojas, y la supresión
específica de un solo nucleótido en el nucleótido 261 del alelo O se muestra con una flecha
azul. Una pequeña parte de la tabla ha sido ampliada y se muestra en el panel inferior.
19. Las mutaciones de los alelos ABO

Las mutaciones importantes en los genes humanos ABO se encuentran clasificados.


Diferentes mecanismos moleculares pueden ser responsables de fenotipos aparentemente
idénticos. Por ejemplo, el fenotipo B3 puede ser causado por una mutación sin sentido (alelo
A301: D291N), una mutación de empalme (B303), o la combinación de una mutación sin
sentido y una delección de un solo nucleótido, posiblemente debido a la recombinación (A302:
V277M y 1060delC). Los tipos de mutaciones responsables de la gama de subgrupos ABO son
diversas: las mutaciones sustitutivas (A202, A203, A207, A301, A303, Ax01, Ax07, AX12,
Ax13, Bx02, Bx03, etc), de cambio del marco de lectura en mutaciones debido a deleciones de
nucleótidos (O01 , o02, A206, Ael03, etc), de cambio del marco de lectura en las mutaciones
debidas a las inserciones de nucleótidos (Ael01, Bw20, etc), las mutaciones de empalme
(Ael04, B303, etc), una mutación del codón de iniciación (Aw13), y la recombinación (A302,
Aw07, etc.) Una mutación de localización se ha encontrado recientemente en el 2008.
20. Análisis de la transfección

Se diseñó un análisis funcional para examinar los efectos de las mutaciones identificadas sobre
la actividad y la especificidad de las transferasas humanas A y B. Construimos plásmidos de
expresión de las transferasas A y B y sus derivados en el vector de expresión eucariota pSG-5.
Transfectamos estos constructos de DNA en la línea celular de cáncer de útero humano HeLa.
Las células de esta línea celular se derivan de un individuo de tipo O y expresan antígenos H
en la superficie celular. Por lo tanto, se esperaba que si las construcciones codifican
transferasas funcionales A / B, los antígenos A / B se producirían y se expresarían en la
superficie celular. Estos antígenos de nueva síntesis serían inmunológicamente detectados por
el uso de anticuerpos anti-A y anti-B.
21. Los resultados de la transfección (transferasas A/B)

Inicialmente se prepararon los constructos de A101 y B01, que codifican para las transferasas
A1 y B. Cuando se transfectaron estos DNA, los antígenos A y B, respectivamente,
aparecieron en la superficie celular tal y como se esperaba.
22. Los resultados de la transfección (alelos A2 y A3)

Cuando las mutaciones específicas para el alelo A201 (P156L y 1060delC) o la eliminación de
un solo nucleótido (1060delC) se introdujeron en la construcción de A101, la expresión del
antígeno A no desapareció, pero sí que disminuyó. La sustitución especifica de un aminoácido
en el alelo A301 (D291N) también disminuyó la expresión del antígeno A (Yamamoto, 1995).
23. Los resultados de la transfección (alelos O)

Cuando la deleción específica de un solo nucleótido del alelo O01 (261delG) o las
substituciones especificas de aminoácidos del alelo O03 (R176G y G268R) se introdujeron en
la construcción funcional A101, la expresión del antígeno A desapareció.
24. Los resultados de la transfección (Quimeras de la transferasa A-B (- AA))

A continuación, examinamos los efectos de las cuatro sustituciones de aminoácidos que


discriminaban las transferasas A y B. Para ello, construimos 14 quimeras que poseían los
residuos de aminoácidos de cualquiera de las transferasas A o B en los mismos cuatro puntos,
R / G, G / S, L / M, y G / A en los codones 176, 235, 266, y 268 (Yamamoto y Hakomori,
1990). Los resultados se resumen a continuación. Cuando los últimos dos aminoácidos de las
4 sustituciones de aminoácidos fueron lisina (L) y glicina (G) de la transferasa A, las
construcciones especificaban solamente la expresión de los antígenos A.
25. Los resultados de la transfección (Quimeras de la transferasa A-B (- BB))

Del mismo modo, cuando los últimos dos aminoácidos de la 4 substituciones de aminoácidos
fueron metionina (M) y alanina (A) de la transferasa B, las construcciones expresaban sólo los
antígenos B.
26. Los resultados de la transfección (Quimeras de la transferasa A-B( - AB))

Cuando se analirazon las quimeras (leucina de la transferasa A y alanina de la transferasa B),


los resultados dependían de los residuos de aminoácidos en la segunda posición. Cuando fue
una glicina de la transferasa A, las construcciones expresan sólo los antígenos A. Sin embargo,
cuando el residuo era una serina en la transferasa de B, las construcciones expresaban
pequeñas cantidades de antígenos B, además de antígenos A.
27. Los resultados de la transfección (Quimeras de la transferasa A-B(- BA))

Finalmente, cuando los últimos dos aminoácidos fueron la metionina de la transferasa B y


glicina de la transferasa A, las construcciones expresaron fuertemente ambos antígenos A y B.
Esta fue en la primera demostración en la cual hemos logrado modificar las especificidades de
las glicosiltransferasas mediante ingeniería genética y crear nuevas enzimas con una fuerte
actividad transferasa A y B.
28. Los resultados de la transfección ( codón 268 de la transferasa A)

Ampliamos el estudio de enzimología molecular mediante la construcción por mutagénesis in


vitro constructos de las transferasas A y B que poseían cada uno de los 20 aminoácidos en el
codón 268 (Yamamoto y McNeill, 1996). La transferasa A presenta la el más pequeños de los
residuos, el del aminoácido glicina (Gly), en el codón 268 y expresa sólo los antígenos A.
Cuando fue sustituido por alanina (Ala), el segundo aminoácido con el residuo más pequeño,
la construcción expresaba pequeñas cantidades de antígenos B, además de los antígenos A.
Cuando fue sustituido por el aminoácido serina (Ser) un poco más grande o por cisteína (Cys),
las construcciones también expresaron cantidades más pequeñas de antígenos A y grandes
cantidades de antígenos B. Las construcciones con asparagina (Asn) y con treonina (Thr) sólo
expresaban pequeñas cantidades de antígenos B. Las construcciones restantes no expresaban
antígenos A o B, con la excepción de la construcción con histidina (His), que expresó
cantidades moderadas de los antígenos A.
29. Especificidad de nucleótido-azúcar (codones 266-268 de la transferasa A)

El área de la transferasa A alrededor de los codones 266 y 268 se muestra esquemáticamente.


Con el residuo original de glicina (Gly) en el codón 268, sólo un GalNAc se adapta bien al
espacio de la cavidad. Cuando se sustituye por el residuo de alanina (Ala), el espacio se vuelve
un poco más pequeño. Como resultado, no sólo una GalNAc, sino también una galactosa son
capaces de encajar en este espacio. La situación es la misma para la sustitución del residuo de
glicina por el de serina (Ser) o cisteína (Cys), pero cuando se sustituye por un residuo más
grande, ni la GalNAc ni la galactosa ya no caben en ese espacio.
30. Los resultados de la transfección (Codón 268 de la transferasa B)

El constructo original de la transferasa B contiene una alanina y expresa antígenos B. En los


ensayos enzimáticos in vitro, se detectó también una débil actividad transferasa A como había
sido descrito anteriormente (Greenwell et al, 1986). Cuando fue sustituido por un residuo
más pequeño, glicina (Gly), la construcción expresaba los antígenos A y B. Cuando fue
sustituido con un residuo poco más grande, serina (Ser) o cisteina (Cys), las construcciones
todavía exhibían una fuerte expresión del antígeno B. Cuando fue sustituido con un residuo
aún mayor, asparagina (Asn) o treonina (Thr), las construcciones mostraron una disminución
de la expresión del antígeno B. Cuando las construcciones, Asn y ácido aspártico (Asp) se
compararon con las construcciones con glutamina (Gln) y con ácido glutámico (Glu), la
expresión del antígeno B fue más fuerte con las construcciones de Asn y Asp que con las
construcciones de Gln y Glu. Del mismo modo, cuando la construcción de Asn se comparó
con la construcción de Asp o cuando la construcción de Gln se comparó con la construcción
de Glu, la expresión del antígeno B fue más fuerte con la construcción de Asn que con la
construcción de Asp y también más fuerte con la construcción de Gln que con la construcción
de Glu. En conjunto, se concluyó que el tamaño y la carga del residuo del aminoácido en el
codón 268 es crucial en la determinación de la actividad y la especificidad de las
glicosiltransferasas. Debido a que los resultados fueron diferentes entre las construcciones
hechas sobre la transferasa A y los que habían sido transfectadas sobre la transferasa B,
también se demostró que no sólo el codón 268, sino también sustituciones de aminoácidos en
otros tres lugares, son importantes, siendo el codón 266 probablemente el más importante.
31. Especificidad de nucleótido-azúcar (codones 266-268 de la transferasa B)

El área de la transferasa B alrededor de los codones 266 y 268 se muestra esquemáticamente.


Con la alanina original (A) en el codón 268, una galactosa se adapta bien al espacio de la
cavidad. Cuando la alanina se sustituye por un residuo de una glicina (G), el espacio se hace
más grande y tanto un GalNAc o galactosa se pueden insertar en el espacio. Cuando la alanina
se sustituye por residuos de aminoácidos más grandes, la eficiencia es menor en función de su
tamaño. La carga del aminoácido en el codón 268 también es importante.
32. Estructura tridimensional de la transferasa A

Nuestra predicción de que los residuos de aminoácidos en los codones 266 y 268 están
directamente involucrados en el reconocimiento y la unión de la porción de azúcar de los
donantes nucleótido-azúcar del sustrato en la reacción transferasa, mientras que el residuo del
aminoácido en el codón 176 está lejos del lugar y que el residuo del aminoácido en el codón
235 está a media distancía, fue corroborada más adelante cuando otros investigadores lograron
resolver su estructura tridimensional mediante cristalización (Patenaude et al., 2002).
33. Homología de secuencias en otras especies

Una vez que se clonaron cDNA que codificaban para la transferasa A humana, utilizamos uno
de estos cDNAs para investigar secuencias homólogas en los genomas de otras especies.
Encontramos señales fuertes en todas las especies de mamíferos probados (Kominato et al.,
1992). Sorprendentemente, encontramos fuertes señales en el DNA genómico de perro, gato
y conejo - señales tan fuertes como las de los humanos.
34. Comparación de secuencias del gen ABO en primates

También determinamos secuencias parciales de nucleótidos de los genes ABO de varias


especies de primates (chimpancés A, gorila B, orangután A, macacos A y babuinos A y B).
Cuando se compararon las secuencias de estos primates con las secuencias de humanos, se
encontró que las últimas dos de las cuatro sustituciones de aminoácidos que discriminan entre
la transferasas A y B humanas estan conservadas en función del fenotipo A / B; leucina (Leu)
y glicina (Gly) en los alelos A y metionina (Met) y alanina (Ala) en los alelos B.
35. Evolución de los genes ABO en primates

Construimos un árbol filogenético de los genes ABO de los primates y los resultados obtenidos
sugirieron que los cambios de A a B podrían haber ocurrido por lo menos en tres ocasiones
durante la evolución de los genes ABO (Saitou y Yamamoto, 1997).
36. Evolución de los genes ABO (2008)

Los genes ABO humanos y sus genes ortólogos en otras especies fueron extraídos de la base
de datos Ensembl, con ellos se construyó un árbol filogenético. Hay 46 genes procedentes de
23 especies.
37. Familia de la transferasa alfa 1-3 Gal (NAc)

La familia de la transferasa α1-3 Gal (NAc) incluye las transferasas A y B, la α1-3 Gal
transferasa, la sintasa isogloboside b3 y la sintasa del glicolípido Forssman. La transferasa de
A y la transferasa de glicolípido Forssman transfieren GalNAc, mientras que la transferasa B,
la transferasa α1-3 Gal, y la sintasa de isoglobosido b3 transfieren galactosa.
38. Árbol de la evolución ABO y genes afines (2001)

Además del análisis de los genes ABO de los primates, también clonamos cDNAs de los genes
ABO porcinos y murinos (Yamamoto y Yamamoto, 2001, Yamamoto et al, 2001). Hemos
demostrado que el gen murino está bien conservado dentro de la especie y que codifica una
enzima con actividad tanto de transferasa A como de B en los ensayos in vitro (aunque in vivo
los antígenos A son los sintetizados principalmente). Los cerdos (genes porcinos) muestran
un polimorfismo AO. Nuestro estudio mostró que una gran parte, si no toda la estructura del
gen, no se encuentra en el tipo O de los cerdos, y por lo tanto, la expresión inadvertida de
antígeno A en los tejidos / órganos xenotransplantado de cerdos tipo O serían poco probable.
En base a nuestros estudios, hemos construido un árbol de la evolución de los genes ABO y
sus genes afines. Estos genes relacionados incluyen los genes de la transfera α1-3 Gal que
sintetiza el α1-3 Gal epítopo en ratón, de cerdo y de vaca, el gen de la sintasa de Forssman
que había sido clonado en ese momento en perro. Los genes ABO murinos y porcinos se
agrupaban con los genes ABO humanos, en lugar de con los genes de la transferasa de α1-3
Gal y del gen de la sintetasa de Forssman.
39. Comparación de secuencias parciales de aminoácidos (2001)

Se muestran las secuencias de aminoácidos deducidas que rodean los codones 266 y 268 de
las transferasas A y B humanas y las secuencias correspondientes de genes evolutivamente
relacionados. Los asteriscos indican las posiciones de los codones 266 y 268. La transferasa A
humana tiene leucina (L) y glicina (G) en esas posiciones, mientras que la transferasa B
humana tiene metionina (M) y alanina (A). El alelo O03 de humano tiene leucina y arginina
(R), y debido a la arginina, la proteína no tiene actividad enzimática. El alelo cis-AB01 es una
transferasa A-B quimérica y tiene la leucina de la transferasa de A y la alanina de la transferasa
de B. El gen de ratón AB tiene alanina en el codón 268 como en la transferasa B humana, pero
contiene glicina, que es mucho menor que la metionina en la transferasa B humana. Esto
permite la transferencia tanto de GalNAc y galactosa en los experimentos de transfección in
vitro utilizando células humanas HeLa como modelo. Sin embargo, in vivo los antígenos
principalmente sintetizados son A. El gen A del cerdo tiene alanina y glicina en los codones
266 y 268. Debido a que la glicina en el codón 268 es el mismo que en la transferasa A humana
y la alanina en el codón 266 es más pequeña que la leucina en la transfera A de humanos, la
enzima sólo transfiere una GalNAc. La sintasa de glicolípido de Forssman de perro tiene
glicina y alanina, los mismos dos aminoácidos que tiene el gen cis-AB de ratón. Sin embargo,
posiblemente debido a que la valina (V) en el codón 269 es más pequeña que la fenilalanina
(F), la proteína transfiere sólo una GalNAc. Tanto la transferasa α1-3 Gal murina y bovina
tienen histidina (H) y alanina. Debido a que la alanina es la misma que la alanina de la
transferasa B humana y la histidina es más grande que la metionina, transfieren sólo galactosa.
40. Árbol de la evolución ABO y los genes afines (2008)

Gracias al Proyecto del Genoma Humano y los proyectos de secuenciación del genoma de
organismos de otras especies, el número de genes ABO y afines secuenciados ha aumentado
a 144 genes procedentes de 31 especies. Se muestra el árbol filogenético de los genes
construido. Además de los genes ABO (transferasas A / B), genes GGTA1 (transferasas de
α1-3 Gal), genes A3GALT2 (sintetasa de isoglobosido b3), y genes GBGT1 (sintasas de
glicolípido Forssman) previamente identificados, se ha formado otro grupo de genes que
fueron nombrados como GLT6D1 (glicosiltransferasa 6 de dominio que contienen 1) gen.
Queda por determinar si los genes de este grupo pueden codificar enzimas activas que
transfieran galactosa, GalNAc, o ambos, mediante enlaces glicosídicos α1-3.
41. Comparación parcial de las secuencias de aminoácidos (2008)

La parte derecha muestra las secuencias de aminoácidos deducidas en torno a los residuos
aminoacídicos que corresponden a los codones 266 y 268 de las transferasas A / B humanas.
Las secuencias están bien conservadas, especialmente aquellas en torno a estos 2 residuos de
aminoácidos. Las ubicaciones de los codones correspondientes a los codones 266 y 268 de las
transferasas A y B humanas se indican con asteriscos.
42. Comparación parcial de la secuencia de aminoácidos (Genes GGTA1)

En los genes GGTA1, la secuencia de GDFYYHAA (E / L / V) FGG está altamente


conservada.
43. Comparación parcial de la secuencia de aminoácidos (Genes A3GALT2)

Para los genes A3GALT2, la secuencia de GDFYYHAA (E / L / V) FGG también está


altamente conservadas. Los genes A3GALT2 de conejo (GDFYYHATL - G) y de gato
(GDFYYHTAVFGG) fueron las únicas excepciones de entre aquellas especies cuyas
secuencias de genes fueron determinadas. Dos hallazgos sugieren que los genes A3GALT2 en
estas dos especies no son funcionales. La primera se observa en conejo, la supresión de dos
aminoácidos (-) dentro de la secuencia conservada. La segunda es la supresión más allá de
esta secuencia conservada en los dos genes de conejo y gato.
44. Comparación parcial de la secuencia de aminoácidos (Genes GBGT1)

Para los genes GBGT1, la secuencia en la misma ubicación también está muy conservada. Sin
embargo, la secuencia conservada es GDFYYGGA (L / V) FGG, y la secuencia HA en las
transferasas GGTA1 y A3GALT2 se sustituyen en estas transferasas por GG. Las excepciones
que se han encontrado están en los genes de macacos y vacas (GDFYYGRAVFGG). Diez
aminoácidos se eliminan inmediatamente “downstream” de esta secuencia en la vaca, lo que
explica por qué la vaca es Forssman-negativa. La falta de actividad también se explica por la
sustitución del aminoácido de alanina a la lisina (A268K) en el gen de macaco. Este hallazgo
se basa en los resultados de la mutagénesis in vitro A268K del constructo de la transferasas B
humana.
45. Comparación parcial de la secuencia de aminoácidos (genes ABO)

En contraste con los tres genes de la glicosiltransferasa de GGTA1, A3GALT2 y GBGT1, hay
más variaciones entre los genes de la familia del gen ABO. Además de las combinaciones de
Leu y Gly para los codones 266 y 268 en la transferasa A humana y Met y Ala, en la transferasa
B humana, existen otras combinaciones de aminoácidos. Estos incluyen Ala y Gly en perros y
gatos y Thr y Ala en gálagos mayores y erizos. Todavía queda por determinar si las proteínas
con otras combinaciones de aminoácidos presentan una actividad transferasa funcional.
46. Comparación parcial de la secuencia de aminoácidos (Genes GLT6D1)

Existe una amplia variación en los codones 266 y 268 en los genes GLT6D1. No sabemos si
alguno de los genes GLT6D1 codifican glicosiltransferasas funcionales o no.
47. Familia de genes glicosiltransferasa

La biosíntesis de los antígenos A y B está catalizada por las transferasas A y B, respectivamente.


Sin embargo, su sustrato aceptor común el antígeno H se produce por una reacción catalizada
por otra glicosiltransferasa, α1-2 fucosiltransferasa. Las estructuras de oligosacáridos
generalmente se sintetizan a través de una serie de reacciones catalizadas por varias
glicosiltransferasas, en lugar de producirse en una sola reacción. Es, por tanto, necesario
estudiar la expresión de varias glicosiltransferasas, si no muchas, con el fin de entender la
expresión de ciertos antígenos oligosacáridos. Para ello, hemos desarrollado un sistema
experimental para estudiar la expresión de 68 genes de glicosiltransferasa humanos
(Yamamoto et al, 2003). En los seres humanos los genes de las transferasas α1-3 Gal (NAc)
distintos a los genes ABO no son funcionales o se han convertido en pseudogenes durante la
evolución. Por lo tanto, sólo un gen, que está indicado con una flecha, y representa a esta
familia. Como se puede ver, hay muchos genes que codifican glicosiltransferasas. Se han
clasificado en función del azúcar que es transferido. Cabe señalar que esta tabla no cubre todas
las glicosiltransferasas, aunque la mayoría de las enzimas están incluidas.
48. Expresión de los genes glicosiltransferasas en los tejidos humanos

Con el uso de este sistema, hemos examinado la expresión de estos genes en 27 tejidos
diferentes por la técnica que hemos llamado Multiplex sistemática RT-PCR (SM RT-PCR).
La vista panorámica de los datos de un total de 1836 datos de expresión (68x27) demuestra
que algunos genes de glicosiltransferasa se expresan diferencialmente, mientras que otros son
de expresión ubicua. Aunque el perfil de expresión de los genes de las glicosiltransferasa de
por sí solo no puede explicar directamente el repertorio de oligosacáridos sintetizados, es un
paso importante hacia una mejor comprensión de la red de expresión de los genes implicados
en la síntesis/degradación de oligosacáridos.
49. Análisis de la expresión génica de las glicosiltransferasas por el algoritmo de agrupación
jerárquica

Nuestro estudio de alto rendimiento de la expresión génica y el análisis de los datos utilizando
un algoritmo de agrupamiento jerárquico, nos han permitido investigar la correlación entre
los tejidos y la expresión de genes de glicosiltransferasa. Patrones similares de expresión
génica de las glicosiltransferasa se observaron en los tejidos funcionalmente y anatómicamente
relacionados. Todos menos un grupo de tejidos relacionado con las funciones sexuales
formaron un clúster en el dendrograma de tejidos, cosa que suguiere la participación de las
hormonas sexuales en el control de la transcripción de muchos genes de glicosiltransferasas.
Una vez establecido, el SM RT-PCR es costo-efectivo, eficiente en cuanto al tiempo, y
requiere sólo de pequeñas cantidades de RNA como molde. Es especialmente útil para el
análisis simultáneo de múltiples muestras. Debido a su diseño simple, el SM RT-PCR puede
ser una alternativa fácil en el estudio de la expresión de muchas otras familias de genes, así
como grupos relacionados o sin relación en varios fenómenos biológicos.
50. Resumen

Debido a la limitación en el tiempo, los estudios sobre la clonación de DNA genómico y la


elucidación de la organización de los genes y los mecanismosde control de la expresión de
estos no han sido mencionados en esta charla.
51. Colaboradores

Esta es una lista de nuestros colaboradores. Los primeros trabajos, entre ellos varias iniciativas
de investigación fundamental muy importantes, se llevaron a cabo en el Instituto
Biomembrane que ya no existe. Trabajos posteriores se realizaron en el Burnham Institute for
Medical Research y el Institut de Medicina Predictiva i Personalitzada del Càncer.
Apéndice 01. Descubrimiento del sistema de grupos sanguíneos ABO

Esta diapositiva muestra los resultados de un experimento en el cual se mezclaron los


componentes celulares y líquidos de la sangre. Landsteiner separó los componentes celulares
y líquidos de la sangre tanto de sus colegas como de él mismo, y las mezcló en diferentes
combinaciones. Luego observó la aglutinación de los glóbulos rojos (RBC) en ciertas
combinaciones, como se indica en el signo más (+) en la tabla de símbolos. También observó
la ausencia de aglutinación en otras combinaciones, indicado por el símbolo del signo menos
(-). Cuando se mezclaron los componentes celulares y líquidos de los mismos individuos, no
se observó aglutinación de glóbulos rojos. Si la aglutinación de glóbulos rojos se produciera en
el cuerpo humano, los capilares se obstruirían y se producirían efectos adversos. Por lo tanto,
el experimento de Landsteiner demostró por primera vez que la transfusión de sangre tiene
realizarse siguiendo una combinación que no produzca la aglutinación de los glóbulos rojos.
Este descubrimiento condujo posteriormente al desarrollo de prácticas médicas seguras
durante la transfusión de sangre. Además, los resultados también mostraron que los individuos
se pueden agrupar en base a patrones de aglutinación. En la tabla que se muestra aquí, el Dr.
Pleen. y el Sr. Zar. pertenecen a un grupo, el Dr. Sturl. y el Dr. Erdh. a otro, y el Sr. Landsteiner
y el Dr. St. pertenecen al tercer grupo. Al año siguiente, un cuarto grupo fue descubierto por
discípulos de Landsteiner, y estos cuatro grupos se convirtieron en el sistema de grupo
sanguíneos ABO.
Apéndice 02. Cuatro grandes grupos

Los cuatro grupos principales: A, B, AB y O se definen por la presencia o ausencia de dos


antígenos (A y B) en los glóbulos rojos, y de los anticuerpos contra estos antígenos en el suero.
Las personas con el grupo sanguíneo A presentan antígenos A en la superficie de los glóbulos
rojos y anticuerpos anti-B en el suero. Del mismo modo, las personas del grupo sanguíneo B
tienen antígenos B en los glóbulos rojos y anticuerpos anti-A en el suero. Las personas con el
grupo sanguíneo AB poseen ambos antígenos A y B en los glóbulos rojos y no se encuentran
anticuerpos ni anti-A ni anti-B en el suero. Por el contrario, los individuos del grupo sanguíneo
O no tienen ni antígenos A ni B, pero poseen anticuerpos anti-A y anti-B en el suero. Esta
observación, que los individuos tienen anticuerpos contra los antígenos A o B si no expresan
antígenos A o B en los glóbulos rojos, respectivamente, ha sido nombrada Ley de Landsteiner.
La presencia o ausencia de antígenos A o B puede ser detectada por la reacción de aglutinación
de glóbulos rojos, con los reactivos anti-A o anti-B (test directo). La presencia o ausencia de
anticuerpos anti-A o anti-B en el suero pueden ser detectada mediante la reacción de
aglutinación de glóbulos rojos con glóbulos rojos de referencia A1y B (test inverso). Estas
pruebas se utilizan habitualmente para determinar el grupo sanguíneo ABO en hospitales.
Apéndice 03. Base genética de la determinación de grupos sanguíneos ABO

En 1910, von Dungern y Hirszfeld hipotetizaron que los grupos sanguíneos ABO se
caracterizan por heredarse de generación en generación. Más tarde, en 1924, Bernstein
propone un modelo genético de un locus y tres alelos, lo que explica el modo de herencia de
los grupos sanguíneos ABO. Postuló la existencia de tres alelos (A, B y O) en el locus genético
ABO. Asumió que los alelos A y B son co-dominantes contra el alelo recesivo O. Basado en la
combinación de dos alelos, hay seis genotipos posibles AA, AO, BB, BO, AB, y OO, que se
traducen en 4 fenotipos, A, B, AB y O. También se muestran varios ejemplos de herencia de
padres con ciertos genotipos. Por ejemplo, de padres AA y AO, sólo resulta posible que los
niños tengan un genotipo AA o AO. Del mismo modo, de padres con fenotipo AB y O
(genotipo OO) los fenotipos posibles para los niños son sólo A (AO) o B (BO), y no es posible
niños con fenotipos AB u O (ver los casos de cis-AB como excepción).
Apéndice 04. Las sustancias ABH (O)

Los antígenos A y B fueron identificados inicialmente en los glóbulos rojos. Sin embargo,
antígenos con especificidades similares fueron identificados más tarde en secreciones, como
la saliva, el líquido seminal y el líquido de quiste ovaríco. Además de en los glóbulos rojos,
también se encontraron en otros tipos de células (células endoteliales y células epiteliales).
También quedó claro que la expresión de estos antígenos no se limita a los seres humanos,
sinó que también existe en organismos vivos de otras especies.
Apéndice 05. Inmuno-determinación de las estructuras de los antígenos ABH (O)

Se muestran las estructuras químicas de los antígenos A y B. Dos grandes grupos: Watkins y
Morgan en Londres, y Kabat y sus colegas en Nueva York, contribuyeron a su caracterización
química. Estos antígenos no son antígenos protéicos, sinó oligosacáridos. Determinados
residuos de azúcar están unidos por enlaces específicos para formar las estructuras de estos
antígenos. Más específicamente, la estructura inmunodominante del antígeno A es
especificado por la presencia de un residuo de fucosa y un residuo de GalNAc unido a una
galactosa mediante enlaces glucosídicos alfa-1,2 y alfa-1,3. El residuo de galactosa también
está unido a la estructura del núcleo interno. En los antígenos B, el residuo GalNAc del
antígeno A se sustituye por un residuo de galactosa. Un antígeno estructuralmente similar se
encontró abundantemente en las personas tipo O, y fue nombrado antígeno H. La estructura
inmunodominante del antígeno H carece tanto de la GalNAc del antígeno A como de la
galactosa del antígeno B unida a la galactosa mediante el enlace alfa 1,3.
Apéndice 06. Los azúcares inmuno-dominantes de los antígenos A y B son GalNAc (N-acetil-
D-galactosamina) y galactosa, respectivamente.

Se muestran las estructuras químicas de estos azúcares. La única diferencia entre ellos es el
grupo N-acetil (-NHCOCH3) y el grupo hidroxilo (-OH), que se hallan en la 2 ª posición del
anillo de carbonos de la GalNAc y la galactosa, respectivamente.
Apéndice 07. Las vías de biosíntesis de los antígenos A y B

En 1959, Watkins y Morgan, y por separado Ceppellini, propusieron una hipótesis sobre las
vías biosintéticas de los antígenos A y B. En esta hipótesis postulaban que las dos
glicosiltransferasas (transferasas A y B) codificadas por dos alelos funcionales (alelos A y B)
catalizaban el último paso de la biosíntesis. Se asumia que la transferasa A transfería un
residuo de GalNAc a la estructura del receptor H mediante un enlace glucosídico alfa 1,3,
mientras que la transferasa B transfería un residuo de galactosa en lugar de uno de GalNAc.
Apéndice 08. El análisis de ligamiento de los genes ABO

Renwick y Lawler observaron una asociación de los grupos sanguíneos ABO con el síndrome
de la Uña-Rótula en 1955. Esta enfermedad se caracteriza por varias alteraciones típicas de
los brazos y piernas, así como insuficiencia renal y glaucoma, y se hereda de manera
autosómica dominante. La estrecha relación del grupo sanguíneo ABO y la enfermedad indica
que el locus del gen ABO y los locus genéticos que causan el síndrome se encuentran en la
misma región cromosómica. Más adelante Ferguson-Smith y sus colegas mapearon el locus
del gen ABO en 9q34 usando híbridos de células somáticas.
Apéndice 09. Grupos sanguíneos ABO y la actividad de las transferasas A y B

Las actividades de las transferasas A y B se midieron utilizando sueros y tejidos de individuos


con distintos grupos sanguíneos ABO. Se encontró actividad de la transferasa A en muestras
biológicas en individuos, del grupo A o AB, mientras que la actividad de la transferasa B se
observó en muestras de individuos, con el grupo sanguíneo B o el grupo AB. No se
encontraron actividades de transferasa A o B en las muestras de los individuos del grupo
sanguíneo O.
Apéndice 10. La historia del intento de purificación de la transferasa A

La purificación de la transferasa A / B se ha intentado desde 1970. Se utilizaron fuentes ricas


en actividad transferasa A / B, como la leche materna y el plasma. A pesar que se identificaron
con cierto éxito en la fracciones enriquecidas en la actividad enzimática, no eran puras. En
1990, Henrik Clausen, un colega mío del Biomembrane Institute ahora cerrado, obtuvo dos
fracciones de proteína puras de pulmones humanos que parecían estar compuestas por la
forma soluble de la transferasa A. La cromatografía de fase inversa utilizada en la última etapa
de la purificación desnaturaliza las proteínas aisladas, por lo que no se observó actividad
enzimática. Las secuencias parciales de aminoácidos de una de las proteínas revelaron que la
proteína era el antígeno protéico de la fibrosis quística. Al parecer, uno o varios de los
pacientes cuyos pulmones fueron utilizados para la purificación parecían haber padecido la
enfermedad. Las secuencias parciales de aminoácidos de las otras proteínas no se encontraron
en las bases de datos de DNA y de secuencias de proteínas. Si la actividad no se hubiera
perdido durante la última etapa, la actividad específica calculada habría sido elevada (5,7
unidades / mg).
Apéndice 11. Subgrupos A y B

Esta tabla muestra la mayoría de los subgrupos A y B. Los grupos A y B se pueden dividir en
subgrupos, dependiendo de la intensidad y el patrón deaglutinación de los glóbulos rojos con
los reactivos de tipificación. Otros criterios como la presencia / ausencia inesperada de
anticuerpos anti-A o anti-B, así como la presencia / ausencia de sustancias ABH en la saliva,
también se utilizan para subdividir los grupos. A1 es el subgrupo mayoritario en los individuos
tipo A. Otros subgrupos de A incluyen A2, A3, Ax, y Ael. Del mismo modo, B (B1) es el más
común entre los individuos B, y otros subgrupos B son B3, Bx, y Bel.
Apéndice 12. Los subgrupos A1 y A2

Inicialmente dos subgrupos de A: A1 y A2 fueron descritos por von Dungern en 1911. La


lectina vegetal de Dolichos biflorus o el anticuerpo anti-A1, preparado mediante el pre-
tratamiento de suero de individuos del grupo B con los glóbulos rojos A2 aglutinan los glóbulos
rojos A1, mientras que no se observó aglutinación de los glóbulos rojos con A2. Más tarde,
otros estudios han demostrado que el número de antígenos A es mucho mayor en los glóbulos
rojos A1 que en los glóbulos rojos A2. También se demostró que los A1 poseen los antígenos
sobre estructuras centrales ramificadas y no ramificadas, mientras que en los glóbulos rojos
A2 estos antígenos se hallan principalmente sobre estructuras ramificadas. Además, estudios
más recientes han demostrado la presencia de antígenos A sobre la estructura basal de tipo 4
únicamente en los glóbulos rojos A1.
Apéndice 13. Los subgrupos débiles A3, Ax, y B3

Se muestran algunas de las características más importantes de los tres subgrupos débiles (A3,
Ax, y B3). Los fenotipos A3 y B3 se caracterizan por patrones de aglutinación mixtos bajo el
microscopio de campo, donde algunas células presentan aglutinación y otras no. Los glóbulos
rojos Ax no se aglutinan con el reactivo anti-A, pero se aglutinan débilmente los reactivos anti-
A, B. Parece que hay heterogeneidad entre casos se un mismo subgrupo.
Apéndice 14. El descubrimiento de cis-AB

En 1964, Seyfried informó del caso de una familia en la cual la herencia de grupos sanguíneos
ABO no seguía el modelo genético de un locus y tres alelos propuesto por Bernstein. Los
grupos sanguíneos ABO del padre y la madre eran O y AB, respectivamente, pero de sus dos
hijos eran AB. El tipo de sangre de la madre de la madre era O. Al año siguiente, Yamaguchi
y sus colaboradores reportaron un fenotipo A2B3. El estudio de la familia sugiere que el
fenotipo A2B3 fue heredado en forma cis, y nombraron a este alelo cis-AB. A diferencia de la
habitual transmisión de tipo AB, donde los alelos A y B se derivan de cada uno de los
progenitores, el alelo cis-AB se comporta como una unidad y trasciende de un progenitor a la
siguiente generación. Yoshida y sus colegas caracterizaron la actividad transferasa A y B en el
suero de los individuos cis-AB, y propusieron que hay dos mecanismos moleculares discretos
para presencia del alelo cis-AB: o bien una recombinación, dando lugar a dos alelos en un
cromosoma, o mutaciones estructurales que conducen a la producción de una enzima con
actividad bifuncional. Nuestro estudio molecular ha identificado las mutaciones estructurales
en varios alelos cis-AB.
Apéndice 15. Dos ejemplos de herencia cis-AB

La herencia cis-AB del grupo sanguíneo ABO se muestra con dos casos de familias. En una
familia, el padre era fenotípicamente A2B3. La madre era genotípicamente O (OO) y la hija,
uno de los niños, era fenotípicamente A2B3. Esto puede explicarse suponiendo que el
genotipo ABO del padre era cis-AB / O, y que la hija heredó el alelo cis-AB de su padre y el
alelo O de su madre, lo que resulta en el genotipo de cis-AB / O, el mismo genotipo que padre.
En la familia 2, los fenotipos ABO del padre, madre e hijo eran A1, A1B3 y A2B3,
respectivamente. Esta herencia puede ser explicada por el supuesto de que el genotipo de la
madre era cis-AB/A1, y el hijo heredó el alelo O de su padre y el alelo cis-AB de su madre para
ser cis-AB / O.
Apéndice 16. El descubrimiento del fenotipo B (A)

El fenotipo B (A) fue descubierto después de que los anticuerpos monoclonales murinos anti-
A y anti-B se introdujeron como reactivos anti-A y anti-B. Treacy y Stroup informaron en
1987 que algunos de los glóbulos rojos que habían sido descritos como B reaccionaban
débilmente con ciertos lotes de anticuerpo anti-A monoclonales murinos. Llamaron a este
fenotipo, fenotipo B (A).
Apéndice 17. Mapeo del gen ABO con el panel de híbridos de radiación

En 1996, hicimos un mapeado del gen ABO con el panel de híbridos de radiación. El gen ABO
ha sido asignado cerca del final del brazo-q del cromosoma 9. En realidad, el gen se encuentra
más cercano al extremo en comparación con el marcador de todas las secuencias asignadas en
la región en ese momento. La versión actual de la base de datos de DNA lista de 120 genes
entre el locus ABO y el telómero.
Apéndice 18. ABH y antígenos relacionados

Se muestran las estructuras químicas de los antígenos ABH y dos antígenos adicionales (el
epitopo alfa 1,3 galactosil y el antígeno de Forssman). A diferencia de los antígenos ABH, que
poseen una fucosa unida a la galactosa por un enlace glucosídico alfa 1,2, el epitopo alfa 1,3
galactosil y el antígeno de Forssman no poseen fucosa. El antígeno A y el antígeno de
Forssman poseen un GalNAc unido a galactosa mediante un enlace alfa 1,3, mientras que el
antígeno B y el epitopo alfa 1,3 galactosil tienen una galactosa ligada a otra galactosa através
de un enlace alfa 1,3.
Apéndice 19. La estructura genómica del gen ABO humano

En 1995 clonamos fragmentos de ADN genómico que contenian el gen ABO. El gen se
extiende a lo largo de más de 18 kilobases, con la secuencia de codificación distribuida en más
de 7 exones, siendo la secuencia codificante más larga la del último exón. Determinamos los
límites exón-intrón y se encontró que todos ellos siguen la regla de empalme de GT-AG. La
región 3' no traducida es rica en secuencias repetitivas y podría estar implicada en la
estabilidad de los RNA mensajeros. También delineamos la región promotora del gen ABO.
Kominato desempeñó el papel principal en la caracterización del promotor. Para ello, se
prepararon tanto un construccto de luciferasa con la región promotora potencial del gen ABO
que precede al codón de iniciación de la transcripción, así como delecciones internas de
distintos tamaños. Se determinó la actividad promotora de los construcctos y se determinó la
situación de la región con actividad promotora. El promotor es rico en CG, y hay un elemento
intensificador más arriba de este.
Apéndice 20. La comparación de secuencias de aminoácidos del gen ABO y de genes
relacionados

Se compararon las secuencias de aminoácidos deducidas entre los alelos humanos A (A101),
B (B101), O (O03), y los genes cis-AB, el gen de ratón cis-AB, el gen A de cerdo, los genes
alfa 1,3 galactosiltransferasa de murino y bovino, y el gen de perro de la sintasa de Forssman.
Todos exhiben una fuerte homología entre ellos, lo que sugiere que estos genes derivan de un
gen ancestral común.
Apéndice 21. Comparación de la organización génica entre los genes ABO humanos y de ratón

Se muestran alineados los limites exón-intrón de los genes ABO de humano y de ratón. A
excepción de varios residuos de aminoácidos del N-terminal que se hallan dispersos en 2 o 3
exones en el gen de ratón, las secuencias de los genes tanto ratón como humano se
corresponde bastante bien entre si.
Apéndice 22. Polimorfismo del gen ABO entre diferentes especies y subespecies de ratón

Determinamos la secuencia parcial de nucleótidos de los genes ABO del ratón de varias
subespecies de ratones (Mus musculus). Saitou desempeñó el papel principal en esta
caracterización. También se determinó el gen en otras especies de ratón (M. specifegus). Se
observaron varios polimorfismos de nucleótido simple en distintas posiciones.
Apéndice 23. La especificidad de la enzima murina

Preparamos un constructo de cDNA del gen ABO de ratón y se determinó su especificidad.


También construimos un constructo quimérico humano-ratón reemplazando el último exón
codificante humano con la parte correspondiente de ratón. Se utilizaron cuatro construcciones
como controles: sin DNA, pA (arg), pAAAA y pBBBB. La construción de pA (arg) codifica la
transferasa A, salvo que el codón 268 fue sustituido de glicina a arginina. Debido a la
sustitución de este aminoácido, el constructo no exhibe actividad transferasa A, y por lo tanto,
se utilizó como control negativo. pAAAA y pBBBB codifican construcciones funcionales de
las transferasas A y B, respectivamente. Por lo tanto, se utilizaron como controles positivos.
Todos estos constructos fueron transfectadas a células HeLa, células humanas de cáncer
uterino, y se monitorizaron la aparición de antígenos A y B mediante un método inmunológico
con anticuerpos anti-A y anti-B. Tanto las construcciones de pHumano-ratón y de pRatón
indujeron la expresión de los antígenos A y B, lo que sugiere que el gen de ratón es un gen cis-
AB y codifica una enzima con actividad tanto de transferasa A como de transferasa B.
Apéndice 24. Gen ABO porcino

Utilizando oligonucleótidos cebadores degenerados amplificamos la secuencia parcial del gen


ABO de cerdo. Más tarde utilizamos la información de la secuencia para clonar el cDNA del
gen ABO de cerdo. El gen codifica una enzima funcional con actividad de transferasa A. Los
fenotipos porcinos A y O ya se conocían. Por lo tanto, se determinó el fenotipo A / O de tejido
de glándulas salivales de cerdo, y se aisló DNA genómico de tejidos con fenotipos A y O. El
DNA se cortó con enzimas de restricción, se sometió a electroforesis, y se transfirió a una
membrana de nylon ("Southern transfer"). Después de la fijación, la membrana se hibridó con
una sonda radioactiva, un fragmento del gen de la transferasa A de cerdo. Los resultados de la
hibridación demostraron que el DNA genómico derivado de cerdos con el fenotipo O carecía
de una secuencia homóloga. Este hecho contrasta con los alelos O humanos que, o bien poseen
una delección de un solo nucleótido que causa un cambio en el marco de lectura o bien
sustituciones de aminoácidos que anulan la actividad enzimática. Al parecer, el alelo O de
cerdo parece que carece, si no completamente, de gran parte de las secuencias que codifican
la glicosiltransferasa.
Apéndice 25. Variedad de métodos para la determinación del genotipo ABO

Antes de nuestra elucidación de las bases genetico-moleculares del sistema ABO de grupos
sanguíneos humanos en 1990, era imposible distinguir los glóbulos rojos de los individuos con
un genotipo AA de glóbulos rojos procedentes de individuos con un genotipo AO. La
determinación de las secuencias de nucleótidos de los alelos ABO y la identificación de un
polimorfismo de nucleótido siemple entre los alelos nos permitió genotipar el locus genético
ABO. Se utilizaron dos métodos diferentes en el estudio original. Para discriminar tanto el
alelo O específico de deleción de un único nucleótido (que se cortó con KpnI) como los alelos
sin la deleción (que se escindieron con BstEII) se realizó la técnica de fragmentos de
restricción polimórficos (RFLP), seguida de hibridación de DNA (“Southern transfer”) con
una sonda de la transferasa A humana. Para amplificar los fragmentos de DNA que contenían
las diferencias en la secuencia de nucleótidos entre los alelos A / O y B se utilizó PCR. Los
fragmentos de DNA amplificados fueronsometidos posteriormente a una digestión específica
de alelo con enzimas de restricción (BssHII y HpaII para los alelos A / O y NarI y AluI para el
alelo B). Más tarde realizamos con éxito una PCR específica de alelo utilizando cebadores
marcados con fluorescencia. Sin embargo, decidimos no publicar los resultados porque Hood
y sus colegas reportaron el uso de la LCR (reacción en cadena de la ligasa) para discriminar
los alelos ABO usando fluorescencia para su detección. Más tarde, una variedad de métodos
también se han aplicado al genotipaje de ABO para detectar el polimorfismo de nucleótido
simple.
Apéndice 26. El polimorfismo ABO y la susceptibilidad a enfermedades infecciosas

Los polimorfismos genéticos pueden haber jugado un papel fundamental en la defensa de los
seres humanos contra la invasión de patógenos. Un ejemplo clásico de cómo la variabilidad es
de tal importancia es el gen principal del complejo de histo-compatibilidad (MHC), que
codifica para las proteínas que presentan péptidos de antígenos en las células-T. Otro ejemplo
es el polimorfismo ABO, que especifica el producto final de antígenos específicos de
oligosacáridos. Debido a que los antígenos ABH se expresan en la superficie de diversos tipos
de células y también se secretan, se ha propuesto la interacción diferencial con agentes
patógenos infecciosos, en el pasado mediante estudios de asociación y en los últimos años por
experimentos de unión. Los patógenos pueden tener proteínas, glicosiltransferasas, y / o
glicosidasas de unión a hidratos de carbono, que reconocen y se unen a antígenos ABH, por
lo que el fenotipo ABO del huésped puede potencialmente afectar a la adherencia de
patógenos y su invasión. También puede cambiar la constitución de la flora bacteriana
residente en el intestino, y modificar la respuesta inmune del huésped. Además, antígenos
simples a los de los grupos sanguíneos están presentes en algunas bacterias, y pueden
interactuar con proteínas del huésped, con capacidad de unión a carbohidratos, tales como las
selectinas, galectinas y siglecs. También pueden interactuar con los anticuerpos naturales.
A.E. Mourant resume los resultados anteriores de los estudios de asociación de enfermedades,
incluyendo enfermedades infecciosas, con el polimorfismo ABO de grupos sanguíneos en las
Monografías de Oxford en Genética Médica (Grupos sanguíneos y enfermedades: un estudio
de las asociaciones de enfermedades con los grupos de la sangre y de otros polimorfismos).

En el artículo se mencionaba la mayor incidencia a la infección con parásitos de malaria (en


las personas tipo A), la peste (O), y la viruela (A).

Hace relativamente poco tiempo, la susceptibilidad diferencial a los Norovirus había sido
descrita entre personas con distintos fenotipos ABO. Los Norovirus son la principal causa de
gastroenteritis aguda no bacteriana relativamente leve entre los adultos y son responsables de
numerosos brotes. Los Norovirus se unen a los antígenos H de tipo 1, y los individuos con
fenotipo O son más propensos a ser infectados por el virus, mientras que aquellos con fenotipo
de células B tienen un menor riesgo de infección a pesar que diferentes cepas exhiben
diferentes patrones de unión y de susceptibilidad.

Otro ejemplo bien caracterizado es el Helicobacter pylori. Esta bacteria se puede unir a la
estructura del oligosacárido Lewis b (Leb), y por lo tanto, infecta con mayor facilidad a las
personas con ciertos fenotipos ABO y Lewis. Sin embargo, cabe mencionar que varias cepas
de H. pylori también utilizan sialoglicoconjugados que no están relacionados con certeza con
los antígenos Lewis o ABO como receptores que se unen a las células huésped. Las vías de
infección no son tan simples como se creía.
Apéndice 27. El polimorfismo ABO y la susceptibilidad a enfermedades infecciosas 2

Además de la unión de agentes infecciosos a los antígenos ABH en las células huésped, existe
también otro tipo de interacción entre los antígenos ABH los virus y los anticuerpos naturales
frente a los antígenos A / B. Los antígenos ABH se pueden añadir a las proteínas virales,
mientras se sintetizan en las células productoras de estos antígenos. Los glicolípidos de la
membrana de los virus encapsulados también pueden poseer antígenos ABH de las células.
Debido a que los virus pueden presentar polimorfismo ABO y el nuevo huésped puede
contener anticuerpos frente a antígenos A / B en el suero, el fenotipo ABO de acogida puede
afectar a la susceptibilidad a los virus.

La primera demostración de esta interacción se realizó con el epítopo α1, 3Gal y el anticuerpo
contra esta molécula de oligosacáridos. Los retrovirus producidos en células de ratón expresan
el epítopo α1, 3Gal. El gen GGTA1 que codifica la α1, 3Gal transferasa, una enzima
relacionada evolutivamente con las transferasas A y B, no es funcional en el Homo sapiens y
se ha convertido en un pseudogen. Por lo tanto, los seres humanos no pueden sintetizar el
epítopo α1, 3Gal. En cambio, los humanos poseen anticuerpos contra esta estructura. El
anticuerpo anti-epítopo α1, 3Gal en el suero humano podría inactivar los retrovirus que
producen las células murinas. Al parecer, este podría ser uno de los mecanismos moleculares
que inhiben la infección por retrovirus de ratón al ser humano. Cabe señalar queuna vez la
infección se ha establecido, el virus toma el fenotipo de la nuevo huésped, y la inhibición ya
no será eficaz.

Pensamos en un esquema similar con el fenotipo ABO del huésped. Colaborando con el Dr.
Hirokazu Inoue, producimos retrovirus xenotrópicos a partir de células HeLa que exhibian
diferentes fenotipos ABO (el fenotipo ABO de las células originales es O). Transfectamos con
constructos de expresión que codifican para la transferasas A/B humanas y que producían
células HeLa con fenotipos A y B. Estos virus se mezclaron con el suero de individuos con
diferentes tipos de grupos sanguíneos ABO, y se monitorizaron los cambios en la infectividad.
Aunque creímos que se produciria una inhibición selectiva, los resultados mostraron que la
mayoría de virus se inactivaban por el suero con independencía del fenotipo ABO de as células
que producieron los virus y de los sueros mezclados. A pesar de que no pudimos demostrar la
inhibición de la infección intra-especie de retrovirus, otros grupos sí que tuvieron éxito.
Utilizando los sistemas de modelo de virus del sarampión y del VIH se pudo demostrar la
inhibición selectiva mediada por los tipos ABO.

Es posible que la susceptibilidad diferencial a las fuerzas selectivas que habrían ejercido los
agentes infecciosos pueden haber resultado en las diferencias observadas en la frecuencia de
fenotipos ABO, tanto geográficas como raciales.
Apéndice 28. El polimorfismo ABO y la susceptibilidad al cancer

La asociación entre el cáncer gástrico y el grupo sanguíneo A, fue una de las primeras
asociaciones observadas entre el polimorfismo ABO y las enfermedades humanas. Poco
después, fue descubierta la asociación entre la úlcera duodenal / gástrica y el grupo O (ver el
polimorfismo ABO y la sección de Enfermedades Infecciosas sobre la preferencia de unión de
Helicobacter pylori a Leb). En los individuos con genes funcionales A o B, la estructura de
Leb se convierte en estructuras ALeb o BLeb por la transferasa A o B, respectivamente. Por
lo tanto, la disminución en la incidencia de úlceras en las personas ha sido atribuida a una
disminución de unión de H. pylori.

Aunque el número de casos analizados fue pequeño, se reportó una fuerte asociación entre los
grupos A y B y el cáncer de páncreas. Estos resultados se basaron en la comparación de la
incidencia en una población enferma y su correspondiente población sana. Las personas de
tipo A tienen un 25% de posibilidades más de contraer esos tipos de cáncer que los individuos
O.
Apéndice 29. La expresión de los antígeno ABH y el cáncer

Además de la susceptibilidad diferencial en función del fenotipo ABO, también ha sido


reportada la expresión alterada de los antígenos ABH en el cáncer. La pérdida de los antígenos
A / B se describió por primera vez en 1950 en el carcinoma gástrico humano, y posteriormente
se demostró que se produce en la mayoría de los carcinomas de células escamosas y de
transición. Las células tumorales con una menor expresión de estos antígenos demostraron
tener una mayor tendencia metastásica. Se demostró que la esperanza de vida de los pacientes
con grupo sanguíneo A o AB un carcinoma primario de pulmón, células no pequeñas,
negativas para el antígeno A era significativamente más corta en comparación con los
pacientes con tumores positivos al antígeno A.

La pérdida de los antígenos A / B también ha sido observada en el cáncer de próstata,


independientemente del grado histológico o el tipo de sangre. Vowden et al. utilizaron
anticuerpos monoclonales dirigidos contra los antígenos A, B, H y Lewis b (Ley: Fuc α1-> 2
Gal β1-> 4 (Fuc α1-> 3) GlcNAc β1->) y observaron una pérdida de expresión de los
antígenos A / B en todos los tumores de próstata en los que se realizó la prueba. También
identificaron antígenos H de tipo 2 (las estructuras basales son Gal β1-> 3 GlcNAc β1-> y
Gal β1-> 4 GlcNAc β1-> para el tipo 1 y tipo 2, respectivamente) y antígenos Ley en la
mayoría de los tumores por lo que se propuso un vínculo entre las estructuras del tipo 2 y la
transformación maligna. Otros trabajos confirmaron el aumento en la expresión del antígeno
H tipo 2 en adenocarciomas de prostata poco diferenciados, una pérdida de la expresión de A,
B, Lewis a (Lea: Gal β1->3 (Fuc α1->4) GlcNAc β1->) y Lewis b (Leb: Fuc α1->2 Gal
β1->3 (Fuc α1->4) GlcNAc β1->)y una fuerte expresión de Ley en los adenocarciomas de
todos los grados. Además también se encontró que además de Ley, sialil Lex (sLex: NeuAc
α2-> 3 Gal β1-> 4 (Fuc α1-> 3) GlcNAc β1->) se expresa en grandes cantidades en el
tejido maligno de próstata a pesar de que está completamente ausente o se expresa
mínimamente en células epiteliales secretoras benignas. También se ha descrito la aparición
del antígeno Thomsen-Friedenreich (antígeno T: Gal β1-> 3 GalNAc α1-> Ser / Thr) en
la mayoría de los carcinomas de próstata.
Apéndice 30. ABO y el cáncer de pancreas

Se observó una diferencia estadísticamente significativa en la susceptibilidad al cáncer de


páncreas y de estómago entre personas con diferentes grupos sanguíneos ABO en los estudios
clásicos de asociación. Sin embargo, estos trabajos comparan la incidencia entre la población
enferma y la población sana correspondiente. Debido a que un 25% de diferencia no es un
dato tan drástico, los resultados fueron recibidos con cierta desconfianza.

Esta situación ha cambiado por completo después de un trabajo publicado en Nature Genetics,
el septiembre del año pasado. En el documento titulado “Genome-wide association study
identifies variants in the ABO locus associated with susceptibility to pancreatic cancer” ("Un
estudio de asociación del genoma comppleto identifica variantes en el locus ABO asociados
con la susceptibilidad al cáncer de páncreas"), Amundadottir et al. genotipó 558.542 SNP en
1.896 pacientes con cáncer de páncreas y 1.939 controles en un estudio de 12 cohortes
prospectivas, más un estudio de casos y controles basado en un hospital. También llevaron a
cabo un análisis combinado de estos grupos, más uno adicional de 2.457 personas afectadas y
2.654 controles de ocho estudios del tipo de caso-control, ajustando el estudio por sexo,
ascendencia y otros cinco componentes principales. La mayor asociación entre los SNPs y el
cáncer de páncreas se encontró en el locus ABO (SNP rs505922: P = 5,37 x 10 (-8); odds
ratio (coeficiente de probabilidad) multiplicativo por alelo 1,20, Intevalo de confianza (IC)
del 95% con valores entre 1,12 -1,28). A diferencia de los anteriores estudios dirigidos sobre
los grupos sanguíneos ABO, este estudio de asociación del genoma completo (GWAS) reveló
de manera concluyente la participación genética del locus ABO con la carcinogénesis
pancreática. Otro grupo ha confirmado la asociación entre el polimorfismo ABO y el cáncer
de páncreas (Wolpin et al. Pancreatic Cancer Risk and ABO Blood Group Alleles: Results
from the Pancreatic Cancer Cohort Consortium. (“Riesgo de cáncer de páncreas y los alelos
ABO de grupo sanguíneo: Resultados procedentes del consorcio de cohortes de cáncer de
páncreas”) Cancer Res. 2010: 70 (3); 1015-1023).
Apéndice 31. El polimorfismo ABO y la dieta

Dentro del gen, en la secuencia de nucleótidos, las diferencias entre los individuos con
diferentes alelos ABO humanos son mínimas, con sólo pequeñas sustituciones y deleciones /
inserciones. Estas diferencias producen cambios las proteínas codificadas por estos genes: las
glicosiltransferasas A y B y las proteínas O no funcionales. La especificidad y la actividad de
las glicosiltransferasas codificadas por los alelos de los subgrupos débiles y raros de A y B, así
como para los alelos cis-AB y B (A) que especifican la expresión de los antígenos A y B en un
solo gen, han sido modificadas. Las enzimas funcionales, transferasas A y B, están implicadas
en la biosíntesis de los antígenos de oligosacáridos A y B, respectivamente.

Debido a que estos antígenos se expresan en las células epiteliales del tracto gastrointestinal,
además de en los glóbulos rojos, es teóricamente posible que estos antígenos puedan
interactuar con proteínas que reconocen hidratos de carbono como las lectinas presentes en
la dieta. Debido a que los antígenos A y B se encuentran en glicoproteínas y glicolípidos de la
superficie celular, también pueden modificar las funciones de estos glicoconjugados.

Los antígenos ABH no se limitan a los seres humanos, también están presentes en la
naturaleza. Por lo tanto, es posible que los antígenos A / B de la dieta también puedan
interactuar, dentro del cuerpo humano, con anticuerpos naturales contra los antígenos y / o
con linfocitos que llevan los anticuerpos, además de las proteínas de unión a carbohidratos.
Apéndice 32. Dietas según el tipo de sangre ABO

En su libro titulado "Eat Right 4 Your Type", Peter D'Adamo afirma que el tipo de sangre
ABO humano es el factor más importante en la determinación de una dieta saludable, y
propuso dietas distintas para las personas con diferentes grupos sanguíneos ABO. Llegó a la
conclusión de que las reacciones a las lectinas (proteínas de unión a carbohidratos) presentes
en los alimentos dependen del grupo sanguíneo ABO individual y que los alimentos que
contienen lectinas incompatibles y perjudiciales se deberían evitar con el fin de minimizar las
reacciones tóxicas causadas por las interacciones entre la lectina y el antígeno A/B. Esta teoría
fue recibida con mucho escepticismo y críticas de la comunidad médica y científica. Las
principales críticas se han centrado en la falta de evidencia científica y las discrepancias con
las normas científicas. Por ejemplo, las lectinas que poseen alta afinidad a un tipo ABO en
particular son poco comunes en los alimentos, a excepción de algunas legumbres. Y de hecho
no se presentaron datos para correlacionar los tipos de lectinas presentes en la dieta y su
especificidad ABO.
Incluso si su teoría fuese correcta, es imposible proponer “Blood type diets” ("Dietas según el
grupo sanguíneo”) correctas, sin saber qué lectinas (incluyendo aquellas con baja afinidad) se
encuentran presentes o ausentes en los alimentos. A menos que la presencia de lectinas
específicas para cada grupo sanguíneo sea demostrada en dietas específicas, la promoción de
estas "dietas de tipo de sangre" es un error. Que podrían dañar a las personas mediante la
propuesta de dietas que pueden contener algunas lectinas que causarían interacciones
problemáticas y / o sugiriendo evitaralgunos alimentos de alto valor nutritivo debido a una
asignación equivocada.

Además su opinión acerca de que los tipos de sangre O, A, B, AB se originaron hace 30.000,
20.000, 10.000 y 1.000 años, respectivamente, tampoco no se ajusta a la actual teoría de la
evolución del gen ABO. A pesar de que su éxito de ventas ha contribuido mucho ha aumentar
el interés de la gente por los grupos sanguíneos ABO, el Dr. D'Adamo propone una "dieta
según el tipo sanguíneo" que no tiene nada que ver con los grupos sanguíneos ABO.
Apéndice 33. Los antígenos ABH en Neurobiología

En los seres humanos, los antígenos ABH se expresan en las neuronas sensoriales primarias
de la parte posterior de los ganglios espinales del sistema nervioso. Sin embargo, poco se sabe
acerca de las funciones que estos antígenos pueden jugar. La situación es similar con ratones.
Sin embargo han habido algunos avances destacables.

Ya habíamos demostrado que los ratones tienen un gen ABO (gen cis-AB) que codifica una
enzima con actividad tanto de transferasa a como de transferasa B mediante un experimento
de transfección heteróloga en células de la línea celular de cáncer humano HeLa. Sin embargo,
in vivo, el antígeno A se encuentra, principalmente en el tracto gastrointestinal y el antígeno
B se detecta raramente. El antígeno H se expresa en las neuronas sensoriales primarias tanto
en el sistema olfativo principal como en el olfatorio accesorio, mientras que el antígeno A se
expresa en un subconjunto de neuronas vomeronasales del sistema accesorio durante el
desarrollo.
St John et al. utilizó tanto un método de pérdida de función como de ganancia de función para
manipular la expresión de estos hidratos de carbono en el sistema olfativo y demostró lo
siguiente: (1). En mutantes de ratones nulos que carecían de la α1,2-fucosiltransferasa
(FUT1) y el antígeno H, se produjo un retraso en la maduración de la capa glomerular del
bulbo olfativo primario (2). La expresión ubicua del antígeno A en los axones olfativos en
ratones transgénicos con un aumento de la función, causa un mal direccionamiento de los
axones en la capa glomerular del bulbo olfativo primario y produce un crecimiento exacerbado
de los axones vomeronasales en el bulbo olfativo accesorio.

Aunque no totalmente, estos resultados proporcionan la primera evidencia in vivo que los
hidratos de carbono de la superficie celular tienen un papel específico en el desarrollo de la
conectividad del nervio olfativo.
Apéndice 34. El polimorfismo ABO y la personalidad

La idea de que el grupo sanguíneo ABO está involucrada en la formación de la personalidad


sigue siendo bastante común. Esta creencia es especialmente popular en Japón y Taiwán. Una
serie de libros escritos por Masahiko Nomi parecen haber contribuido, en cierta medida, a la
popularidad de esta teoría. Los libros muestran numerosos ejemplos anecdóticos, pero el
análisis estadístico se basó en datos subjetivos y no objetivos.

Debido a esta falta de objetividad, no creo que haya sido realmente demostrada cualquier
forma de asociación entre el polimorfismo ABO y la personalidad. Todas las afirmaciones
hechas en la actualidad en este sentido parecen ser infundadas. O al menos no parecen
soportar una evaluación científica.

Los antígenos ABH se expresan en las neuronas sensoriales primarias de los ganglios de la raíz
posterior en el sistema nervioso. Aunque no existe una conexión directa entre las neuronas
sensoriales y la personalidad, podría ser posible que el polimorfismo ABO puediera afectar a
la respuesta de estas células. Además de las neuronas, la expresión polimórfica de los antígenos
ABH en otros tipos de células, incluyendo los glóbulos rojos en la circulación, algunas células
del tracto digestivo, algunas células en las vías respiratorias, endocrinas, del sistema urinario
y de los órganos genitales pueden afectar indirectamente a la personalidad.

El gen ABO es uno de los más de 25.000 genes contenidos en el genoma humano. Sin embargo,
debido a la abundancia y amplia distribución de los antígenos ABH, no debería sorprender si
en el futuro, los estudios de asociación del genoma completo (GWAS), tan de moda
actualmente, encuentren una asociación entre ciertos rasgos de personalidad y los SNPs
(polimorfismos de nucleótido simple) ABO.

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