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Contratos/tipos de contrato

¿Qué es un contrato?
Se denomina contrato a un documento legal que expresa un acuerdo común entre
dos o más personas capacitadas para ello (conocidas como las partes del contrato),
que se obligan en virtud de este documento hacia una determinada finalidad o cosa,
cuyo cumplimiento debe darse de manera siempre bilateral, o de otro modo el
contrato se dará por roto e inválido.

En otras palabras, un contrato es un pacto de obligaciones y derechos entre dos


personas (jurídicas y/o naturales) que se comprometen a respetar los términos
acordados por escrito, y se someten a las leyes del país para resolver cualquier
disputa surgida en torno a los términos del acuerdo. En cada país o región del
mundo hay distintos requisitos para la elaboración de un contrato, pero su esencia
es siempre más o menos la misma.

Los contratos son una herencia del sistema jurídico del Imperio Romano, en cuyo
derecho se contemplaba la conventio (acuerdo), que comprendía dos formas de
manifestarse: el pactum cuando no había nombre ni causa, y el contratus cuando sí
los había. Estos últimos estaban tipificados y nominados en el Derecho Romano y
son los antecesores de nuestros documentos actuales.

Tipos de contratos:

Unilaterales y bilaterales. Los contratos serán unilaterales cuando una sola de las
partes involucrada sea la que adquiera las obligaciones, mientras que en los
bilaterales ambas partes adquieren obligaciones de recíproco cumplimiento.

Onerosos y gratuitos. Los contratos onerosos son aquellos en los que hay
gravámenes y beneficios recíprocos entre las partes, y a la vez ambos emprenden
una cierta cuota de sacrificio, como en el caso de las compra-ventas. Los gratuitos,
en cambio, brindan el beneficio para una sola de las partes, dejando a la otra las
obligaciones, como en los contratos de comodato.

Conmutativos y aleatorios. Esta clasificación aplica sólo a los contratos


bilaterales, ya que los conmutativos son aquellos en que las prestaciones
comprometidas por las partes son ciertas desde que se celebra el acto jurídico,
como en la venta de un inmueble. En los aleatorios, en cambio, la prestación
dependerá de algún evento futuro o fortuito, como los testamentos.

Principales y accesorios. Los contratos principales son piezas autónomas de


jurisprudencia, no dependen de nadie, mientras que los contratos accesorios son
suplementarios a un contrato principal del que dependen.
Instantáneos y de tracto sucesivo. Los contratos instantáneos o de tracto único son
los que se cumplen al instante mismo de celebrarse, mientras que los sucesivos se
cumplen en un período determinado y que puede o no ser periódico, con
interrupciones o intermitentes, según mutuo acuerdo de las partes.

Consensuales y reales. Los contratos consensuales son aquellos en los que el


acuerdo manifiesto de las partes basta y sobra para establecer el acuerdo; mientras
que los contratos reales concluyen cuando una parte entregue a la otra la cosa
sobre la que verse el acuerdo.

Privados y públicos. Esta clasificación depende de si se trata de si las personas


que lo suscriben son entidades privadas (terceros), o si se trata de una contratación
con el Estado, respectivamente.

Formales, solemnes o no solemnes e informales. Los contratos son formales


cuando la ley ordena que el consentimiento entre las partes se manifieste por un
determinado medio para validar el acuerdo, y serán informales cuando ello no fuere
necesario. Al mismo tiempo, los contratos formales serán solemnes cuando requiere
además de ciertos ritos para cobrar vigencia (como el matrimonio) y no solemne
cuando no lo requiera.

Nominados y atípicos. Los contratos nominados o típicos son aquellos previstos y


regulados por la ley, mientras que los innominados o atípicos pueden ser híbridos
entre varios contratos o acaso formas novedosas del mismo, aún no contempladas
en algún código legal respectivo.

Partes de un contrato

Los contratos comúnmente presentan mucha libertad formal, siempre y cuando se


incluya en ellos toda la información pertinente y necesaria. Sin embargo, suelen
contar con secciones como las siguientes:

Título. En donde se indica la naturaleza del contrato.

Cuerpo sustantivo. Primera sección en donde se identifica a las partes


involucradas y se brinda información contextual como la fecha de firma del contrato,
las representaciones intervinientes, la identificación de los objetos o servicios
comprometidos, etc.

Exposición. Donde se da relación de los antecedentes y hechos registrados, y se


incluyen cláusulas explicativas necesarias más adelante.
Cuerpo normativo. Donde se detallan los pactos suscritos entre las partes y las
eventuales sanciones de haberlas.
Cierre. Fórmula de fin de contrato que abarca las firmas de las partes.

Anexos. De ser necesarios.

Diferencia entre contrato y convenio

Contrato

Los convenios son acuerdos mutuos establecidos por las personas sin intervención
de la ley.

En principio, todos los contratos son convenios, pero no todos los convenios son
contratos. Esto se debe a que los convenios son acuerdos mutuos establecidos por
las personas y que los obligan a cumplir con el compromiso, pero sin la intervención
de la ley. Por ello suelen ser orales y dependen del compromiso y del talante ético y
moral de los involucrados.

Los contratos, en cambio, se hacen frente a la ley y por ende están amparados por
las instituciones jurídicas del Estado. Por esa razón se hacen escritos y registrados
debidamente.

1. Contrato laboral o de trabajo

Un contrato de trabajo es un tipo de acuerdo privado que vincula legalmente al


empleador con un empleado, y es utilizado para definir la relación laboral, así como
las funciones y las responsabilidades del trabajador.

En Latinoamérica, los tipos de contratos - ya sean físicos o contratos electrónicos -


más utilizados para vincular a las personas físicas o jurídicas con las empresas, son
básicamente los mismos en todos los países de la región:

a).- Contrato de trabajo indefinido o por tiempo indeterminado


En el contrato a término indefinido, la empresa no establece un límite de tiempo
para el término del acuerdo.

b).-Contrato a plazo fijo o por tiempo determinado


La empresa solo contrata trabajadores por un tiempo específico.

c).- Contrato de trabajo eventual o por obra


El empleado ejecuta una obra material o intelectual específica y determinada, desde
su inicio hasta su término.
¿Qué debe incluir un contrato laboral?
Si bien los contratos laborales pueden variar dependiendo de cada país, por lo
general, este tipo de acuerdo debe incluir por lo menos 5 elementos claves:

Responsabilidades del cargo: una visión general de las tareas y obligaciones a


desempeñar en el puesto laboral.

Duración del trabajo: el contrato debe señalar si es del tipo indefinido, a plazo fijo o
por obra.

Horario laboral: señalar la cantidad de horas y días que el empleado desempeñará


sus funciones.

Compensación monetaria: señalar en el acuerdo cuál será el salario inicialmente


acordado entre las partes.

Prestaciones o beneficios: referido a cualquier tipo de bonificación o beneficio extra


que surja de la relación contractual, independiente al salario.

Formato de trabajo: definir si el trabajo sería presencial, teletrabajo o mixto.

2. Contrato privado o civil

Un contrato privado civil es aquel acto jurídico privado de voluntad propia, en el que
se transfiere un derecho o una obligación entre las partes interesadas, como por
ejemplo, el caso de un contrato de arriendo.

Los contratos privados o civiles, son, en definitiva, tipos de acuerdos relacionados a


la vida privada de las personas, y se diferencian en las siguientes subcategorías:

a).- Contratos bilaterales y unilaterales


De acuerdo al derecho contractual, los contratos bilaterales son aquellos que
implican promesas realizadas por ambas partes involucradas. En cambio, los
contratos unilaterales implican promesas generadas por una sola de las partes.

Entre los contratos bilaterales, podemos mencionar como ejemplos los contratos de
venta, arriendo o contrato de trabajo.

Por otro lado, un acuerdo unilateral requiere que sólo una de las partes se
comprometa a cumplir una obligación. Un ejemplo de este tipo de acuerdo son los
contratos de seguros de propiedades, en los que cuando el cliente contrata una
compañía de seguros, ésta se compromete a pagar una cantidad específica de
dinero si ocurre algún daño que comprometa el bien inmueble.
b).- Contratos onerosos y gratuitos
Los contratos onerosos son aquellos acuerdos en los que se establecen provechos
y gravámenes para ambas partes, es decir, los participantes que obtienen beneficios
tendrán que asumir cargas y prestaciones, por lo que conlleva un precio. El contrato
de compraventa sería un claro ejemplo de contrato oneroso.

Los contratos gratuitos, en cambio, son aquellos acuerdos en los que el beneficio es
para una sola de las partes, y la contraparte es la única que tiene cargas o
prestaciones que cumplir. La parte beneficiada tiene obligaciones que no
representan cargas de naturaleza económica, como por ejemplo, un contrato de
préstamo o comodato.

c).- Contratos principales y accesorios


Los contratos principales son aquellos acuerdos que existen por sí mismos, es decir,
cumplen de forma autónoma su finalidad jurídica y económica, ya que no dependen
de otro contrato u otro acto jurídico previo para existir. Un ejemplo de este tipo de
acuerdos, son los contratos de compraventa, de arriendo, etc.

Por otro lado, los contratos accesorios no pueden subsistir por sí mismos, es decir,
no son válidos si no dependen de la existencia previa de otro contrato, por lo que
solo pueden existir por consecuencia de un contrato anterior. Un ejemplo de este
tipo de acuerdos son los contratos de garantía, como los contratos de hipoteca.

d).- Contrato real, solemne y consensual


El contrato real se define como aquel acuerdo que para su perfección -para que
tenga efecto- se necesita la entrega de la cosa que constituye su objeto. Por
ejemplo, el contrato de comodato.

El contrato solemne es el tipo de acuerdo que está sujeto al cumplimiento de ciertas


formalidades o una manera específica de realizarse para que surta efecto. Por
ejemplo, las donaciones, que deben estar registradas en registro público, o bien los
contratos de compraventa, que se deben realizar mediante escritura pública para
que tengan efecto.

Por último, los contratos consensuales son aquellos que son efectivos mediante la
voluntad explícita en la manifestación del consentimiento de las partes contratantes.
Es decir, se requiere solamente del consentimiento para celebrarlo, como es el caso
del contrato de compraventa.

e).- Contrato de tracto único y de tracto sucesivo


El contrato de tracto único se refiere al acuerdo que su ejecución y validación se
produce de forma única e inmediata, sin aplazarlo en el tiempo. Un ejemplo de este
tipo de acuerdos, es el contrato de permuta o compraventa.
Por otro lado, la ejecución del contrato de tracto sucesivo tiene lugar de forma
reiterativa en el tiempo, es decir, se puede ir renovando o extendiendo, como es el
caso del contrato de arriendo/alquiler.

Otros usuarios también leyeron:

1. ¿Qué es un Contrato de Prestación de Servicios Profesionales?

2. Las claves del contrato de compraventa

3. Contratos públicos o administrativos


En este tipo de contrato, una de las partes involucradas es la Administración Pública
o una entidad estatal quien ejerce ciertos beneficios a partir de su interpretación,
ejecución y extinción del contrato. Los contratos públicos o administrativos, se
ejecutan como garantía de los intereses y en pro del bienestar socioeconómico de la
ciudadanía.

Entre los tipos de acuerdos públicos o administrativos más utilizados, destacan los
siguientes:

Contratos de obras.
Contratos de servicios.
Contratos de suministro.
Acuerdo de concesión de obras públicas.
Contratos colaborativos entre el sector público y el sector privado.

4. Contratos comerciales o mercantiles


Un contrato comercial o mercantil es el tipo de acuerdo entre personas físicas o
jurídicas que define y regula las relaciones comerciales, es decir, en el que se tiene
como objeto un acto comercial, como por ejemplo, la venta de un bien o servicio
específico.

Los contratos mercantiles son especialmente relevantes para aquellas empresas


que buscan negociar con proveedores y/o atraer nuevos clientes.

Algunos contratos clasificados como mercantiles o de comercio, son:

Contrato de compraventa o mercantil.


Contrato de seguro.
Contrato de transporte terrestre.
Letras de cambio, cartas de crédito, pagarés y cheques.
Contrato de comercio marítimo.
Contrato de sociedades mercantiles.
Contrato de factoring.
Contrato de préstamo.
Contrato de agencia.
Contrato de depósito bancario.

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