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RESUMEN AMBIENTAL

UNIDAD 1
DERECHO AMBIENTAL: Surge en el derecho internacional, derecho de gentes. Se desarrollo como una
respuesta a la necesidad de explotar los recursos naturales en un marco de racionalidad,
aprovechamiento sostenible y protección del ambiente. Fue evolucionando rápido, incorporándose a
otras ramas jurídicas, adquiriendo autonomía jurídica propia.

Ecología, ciencia de lo global y lo complejo. Ecología y Derecho.


Para regular la naturaleza primeramente hay que conocerla. Comprender sus ritmos, sus ciclos, sus
equilibrios, su regeneración, la reconstitución de sus recursos y saber dónde están sus límites críticos de
irreversibilidad.
En 1866, el zoólogo y biólogo Ernst Haeckel se refirió a la importancia de la relación del animal con su
medio, introduciendo por primera vez el término “ecología” en su trabajo “Morfología General del
Organismo”. Ökologie (alemán), proviene del griego, oikos: casa o lugar para vivir y logos: ciencia. La
ecología es aquella ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su hábitat.
Haeckel la define como “la ciencia de las relaciones de los organismos con el mundo exterior, donde nos
podemos reconocer como factores de lucha por la existencia”. Entre estos factores, incluimos las
características físicas y químicas del hábitat, el clima, la calidad del agua, la naturaleza del suelo, y
relaciones favorables o desfavorables de unos organismos para con otros.
Como toda ciencia, su desarrollo y estudio a veces puede ser caótico y problemático. Además, también es
influido por el transcurso del tiempo y la evolución que este provoca en ella. Por ello no podemos
estudiarla idealizándola como un saber lineal e imparcial.
La ecología fue progresivamente imponiendo una visión de las relaciones entre las especies, incluyendo la
especie humana y el ambiente.
Se destacan así ideas esenciales: la globalidad, que constituye un eje central, ya que los conceptos que la
ecología utiliza engloban y abarcan diversos ámbitos, como es el caso del "sistema climático que entiende
la totalidad de la atmósfera, la hidrosfera, la biosfera y la geosfera, y sus interacciones”.
La “procedimentalidad” que hace referencia a las innumerables transformaciones físicas, químicas,
energéticas y biológicas que se dan en los ecosistemas y entre éstos, para mantener su diversidad y
permiten su evolución.
Otros conceptos fundamentales son la irreversibilidad que postula que las intervenciones humanas
interrumpen los ciclos naturales provocando cambios constantes en la naturaleza. Lo que deriva en la
idea de la incerteza, donde la ecología no es estática ni certeza, y da más preguntas que respuestas.
La complejidad de la ecología provoca un obstáculo en su regulación. Para que el derecho marque límites
entre lo permitido y prohibido, asigne responsabilidades, identifique responsables, etc., necesita de
conceptos nítidos y claros. El legislador debe modificar la “incerteza ecológica” por una “certeza social”
mediante un derecho flexible.
Veamos aquellos casos como:
1) El estado de conservación: los instrumentos jurídicos que salvaguardan la vida salvaje deben contar
con una lista de las especies a proteger y el “estado de conservación” de cada una, de esto dependerá la
intensidad de la intervención jurídica para protegerlas. Este estado se basa: en la cantidad de especies
existentes, la existencia de depredadores o amenazas, y la estabilidad de los hábitats naturales
indispensables para su supervivencia. La aplicación de la norma jurídica está subordinada a un
seguimiento minucioso de la evolución de las especies.
2) Los estudios de impacto ambiental: destinados a evaluar los potenciales impactos negativos de
proyectos o actividades. Esto no se limitan solo al examen previo del proyecto, si o que se debe
acompañar y proseguir su ejecución para ejercer un control continuo y adecuado, no solo preventivo sino
también correctivo.
3) La reparación de los daños ambientales: el autor de un perjuicio debe pagar una indemnización por las
pérdidas y daños ocasionados a las víctimas siempre que se reúnan tres condiciones: un acto u omisión
negligente, un prejuicio actual o futuro, aunque siempre cierto y un vínculo de causalidad entre la falta y
el daño. Ninguna de estas tres condiciones se configura fácilmente en materia de daño ambiental .
Así, el derecho protegerá estos medios globales, complejos y dinámicos, respetando procedimientos,
reglas preestablecidas, publicidad y transparencia de decisiones.

Medio Ambiente, Ambiente Urbano, Ambiente Natural, Ambiente Rural.


Son numerosos los conceptos que se han brindado a lo largo de los años respecto del medio ambiente.
Podemos destacar la opinión de la Corte Internacional de Justicia dijo que “el medio ambiente es el
espacio donde viven los seres humanos y del que depende la calidad de su vida y su salud, inclusive de las
generaciones futuras”.
El medio ambiente es entonces aquel espacio donde se desarrollan los seres vivos, formado por el medio,
la flora, la fauna, el hombre, etc. Aquel ámbito donde el hombre está inserto y se desarrolla.
La Corte desarrolla también que las actividades realizadas por el Estado, dentro de su jurisdicción o bajo
su control, no deben dañar el medio ambiente de su territorio ni tampoco el de otros estados o zonas
fuera de su jurisdicción.
Podemos apreciar así el art. 41 de la Constitución Nacional que protege el derecho a un ambiente sano,
equilibrado y apto para el desarrollo humano y sus actividades, sin comprometer a las generaciones
futuras.
El ambiente urbano, Aquella forma particular de ocupación del espacio por la población donde interactúa
lo natural, lo construido y la sociedad. Incluye: elementos físicos de la naturaleza (el relieve, el clima, aire,
agua); un ambiente construido: formado por la estructura construida (casas, comercios, rutas, vías,
Aeropuertos) y la sociedad que habita allí con sus productos culturales (nivel de ingreso, acceso a
educación, a servicios públicos, etc.)
El ambiente rural es opuesto al urbano, aquel espacio donde hay escasa cantidad de habitantes y
construcciones, y un predominio de actividades primarias tales como la agricultura, ganadería o minería.
Finalmente, el ambiente natural es aquel terreno que no ha sido alterado por el ser humano; es decir,
que se presenta tal como fue creado por la naturaleza. Dado que a lo largo de los años la presencia del
hombre siempre, de una forma u otra, termina modificando el entorno, la noción suele usarse en
ocasiones para nombrar a una región de particular importancia por sus características naturales, o en
aquellas zonas no habitada (o, al menos no de forma masiva), cuyo espacio no se encuentra organizado
(ej: Antártida).

Elementos y recursos naturales.


Muchas veces se suelen confundir estos dos conceptos que no son lo mismo.
Los elementos naturales están presentes sin que el hombre haya hecho nada para ello. Podemos
mencionar el agua, el aire, la flora, la fauna, el suelo, etc.
Ahora bien, cuando estos elementos son aprovechados por el hombre para la satisfacción de sus
necesidades, se convierten en recursos y de su uso adecuado dependerá mantener o no el potencial de
uso para las futuras generaciones.
Así, para que un elemento natural se convierta en recurso, será necesario que sus cualidades para
satisfacer necesidades para la población sean reconocidas. Los recursos naturales pueden tener varios
usos.
Son muchas las clasificaciones de recursos naturales que podemos encontrar, se destacan:
1- Perpetuos, básicos o permanentes: son aquellos utilizados por la sociedad, cuya cantidad es tan
grande y su renovación tan constante que en la práctica son inagotables. Por ejemplo: luz solar, el
agua en sus distintas formas, el aire, el viento. Se denominan básicos porque, además de ser
perpetuos (pero no inmutables, como el agua), son indispensables para la vida del hombre.
2- No renovables o de existencia fija: tienen su origen en procesos de tipo geológicos, su formación o
regeneración se realiza en un tiempo más lento al que le lleva a la sociedad utilizarlos, (minerales
de tipo metalíferos, carbón, petróleo).
3- Los renovables: son de origen biológico y son capaces de reproducirse en un tiempo socialmente
aceptable. Están en constante renovación, sean o no utilizados por el hombre, aunque la
renovación natural es mucho más rápida si éste no interviene (bosques, fauna ictícola).
4- Los potenciales: son elementos naturales que teniendo en cuenta el avance tecnológico pueden
llegar a transformarse en recurso en algún momento, por ejemplo, el uranio, el petróleo.

El nacimiento de un nuevo paradigma: El paradigma ambiental.


Si uno sigue la tradición del Derecho Francés, podemos concluir que los recursos están destinados a ser
destruidos, ya que un dueño pueda degollar un animal, envenenar un estanque, destruir un bosque,
mientras posea el uso y goce de la cosa
Al pasar los años, el Derecho ha puesto ciertos límites a este modo de ejercer la propiedad, tratando así
de que su uso no afecte el bienestar de la sociedad y el ambiente.
Esta irrupción del Derecho Ambiental no se ha dado de la noche a la mañana, sino que es fruto de una
larga evolución que desemboca en el llamado “nuevo paradigma ambiental”.
Así Lorenzetti plantea diferentes etapas evolutivas. La primera surge en los años 70 y es la llamada etapa
retórica, donde los movimientos ambientalistas hacen su aparición y, comenzaron a hablar del ambiente
y sus peligros, sembrando así las primeras palabras, símbolos y utopías, poco conocidas o utilizadas hasta
entonces.
La segunda fue la analítica, donde se identificaron problemas, se los estudió, y se fueron elaborando
modelos para tratarlos. Se realizaron estudios conceptuales en diferentes ámbitos que demostraron que
el ambiente estaba en peligro, sobre todo con el cambio climático. En el área jurídica esto significó un
gran movimiento de nuevos supuestos de regulación, surgieron leyes ambientales en los Estados;
Constituciones "verdes" que reconocieron el derecho a un ambiente sano y; tratados internacionales de
amplio contenido. Esta etapa duro unos 30 años aproximadamente.
La tercera etapa es la llamada paradigmática, donde se cambia el modo de ver tanto los problemas como
las soluciones. En los últimos años se produce un cambio cultural, una nueva manera de miramos los
hechos y de interpretarlos, empezamos a ver todo desde una perspectiva ambiental.
Una de las razones de esta nueva mirada es que la naturaleza comenzó a volverse un recurso escaso. La
revolución industrial provoco un impacto extraordinario en el ambiente, que llevo a la conclusión de que
la actividad humana puede destrozar a la naturaleza, la cual paso de ser algo poderoso a algo débil. El
sujeto de derecho ahora es la naturaleza
En esta nueva etapa involucra y convoca la participación de todas las ciencias.
Una nueva creación de este paradigma son los llamados bienes colectivos. Estos surgen posterior a la
reforma de 1994 y coexisten con los bienes individuales. Los bienes colectivos, como su nombre lo indica,
son de titularidad colectiva, es decir, pertenecen a toda la comunidad, y, por lo tanto, no son susceptibles
de apropiación por ninguna persona ya que son indivisibles. Todas las personas tienen derecho al uso de
estos y no pueden ser excluidos. La protección de los bienes colectivos no solo puede realizarse por los
individuos, podemos encontrar también un conjunto de titulares que están facultados para promover
acciones judiciales, art 43: defensor del pueblo, asociaciones no gubernamentales y los afectados.
El bien de incidencia colectiva puede ser lesionado, restringido, alterado o amenazado. Esta acción debe
ser antijurídica, ya que debe existir “arbitrariedad o ilegalidad" de un acto emanado de una autoridad
pública o particulares.

UNIDAD 2
RELACION ENTRE ECOLOGIA, ECONOMIA, FOLOSOFIA Y DERECHO.
Relación entre economía y ecología.
Herramientas que permiten el desarrollo de las dos ECOS.
 TASA DE RENOVABILIDAD: es la velocidad con la que un recurso natural renovable es capaz de
regenerarse en un hábitat determinado.
 TASA DE EXPLOTACIÓN: es la cantidad de recursos consumidos en un tiempo determinado.
Estas dos tasas deben estudiarse en conjunto. No deben contar con índices iguales ya que
estaríamos en un peligro, como sabemos, la naturaleza tiene un crecimiento lineal y en algún
momento podría agotarse. Por esto la regeneración de los recursos deberá ser mayor a la
explotación.
 PBI: es un indicador que mide el valor monetario de todos los bienes y servicios finales
producidos por un país en un tiempo determinado, generalmente un año.
 IWI (Inclusive Weaslth Index o Indice de Enriqueciemiento inclusivo) mide la riqueza de los
países teniendo en cuenta no solo su capital económico, sino también el natural y el
humano. También se lo conoce como el PBI Verde.
El legislador a la hora de legislar debe tener especial consideración de aquellos recursos no renovables,
debiendo prevenir y controlar su explotación, por regenerarse en un tiempo más lento del que son
utilizados.
Se deberá realizar un estudio sobre el posible impacto que obras, proyectos o actividades puedan tener
sobre el ambiente o los recursos.

La constante tensión entre las dos OIKOS.


Ecología y Economía tienen una raíz en común que es la palabra griega “Oikos” que significa casa.
Mientras la primera de estas ciencias estudia la casa del hombre, la segunda la administra, y si bien
podría entenderse que al tener un mismo objeto de estudio su relación debería ser pacífica, la historia del
desarrollo humano nos demuestra muchas veces todo lo contrario.
Según la visión tradicional, en un estado de naturaleza todo circula continuamente, es decir que lo que un
organismo desecha es utilizado inmediatamente por otro organismo viviente, y en esto consiste el
EQUILIBRIO ECOLÓGICO. Por ej.: El dióxido de carbono que los hombres expulsamos, es utilizado por los
vegetales, en tanto el oxígeno que las plantas liberan es utilizado por humanos y animales para respirar.
Así, podemos graficar a los procesos naturales como procesos circulares. Mientras que la mayoría de los
procesos industriales se presentan de forma lineal, pues en una punta tendríamos los insumos (en
muchos casos recursos naturales), en el centro los sistemas de producción y los productos y en el otro
extremo los residuos.
Desde esta perspectiva los objetivos de las dos ECOS, es decir la preservación del ambiente y el desarrollo
económico, parecen inconciliables.
Podemos encontrar tres teorías diferentes de como las ciencias económicas estudian el medioambiente.
ECONOMIA AMBIENTAL:
Esta escuela, de raíz neoclásica pone su foco en el principio de escasez, considerando que los bienes
tienen valor cuando son escasos, es decir que cuando los bienes son abundantes no son económicos. El
medio ambiente viene adquiriendo estatus de bien económico porque muchos recursos naturales, como
el agua, comienzan a escasear y pueden agotarse.

Considera que el medio ambiente es externo al mercado por no poseer dueño. La incorporación del
medio ambiente al mercado se daría mediante el procedimiento de internalización de externalidades,
donde se les adjudicaría un precio. Una vez internalizado, el medio ambiente pasa a tener las
características de un bien económico, o sea, pasa a tener precio y/o derecho de propiedad
Encontramos 2 teorías de internalización de las externalidades:
Arthur Pigou sostiene que ante las posibles fallas o desequilibrios que se produzcan en el mercado, será
el Estado quien deberá reglamentar y encargarse de restablecer el equilibrio a través de políticas activas
(subsidios) o sancionatorias (impuestos).
Los efectos que las fallas produzcan en el bienestar de las personas son denominados “externalidades”:
positivas, cuando benefician a otros, y negativas cuando los perjudican. Como las externalidades positivas
no generan problemas, al contrario, ayudan, lo que importa son las negativas.
Por el otro lado, Coase sostiene que este no es un problema entre privados y el Estado, sino que es un
conflicto solamente entre privados donde Estado no debe entrometerse. Considera que a la sociedad no
le interesa quien paga, si no solamente que se resuelva el conflicto, sea que pague quien contamine o
consume.
La escuela coasiana sugiere la privatización extrema del medio ambiente, considera que los bienes que
son de dominio público no pertenecen a nadie porque nadie los cuida. Supone así que al privatizarlos con
los precios correctos será detenido el uso no sustentable de recursos ambientales
Muchos de los principios e instrumentos para la gestión del ambiente actual encuentran sus
fundamentos en estas teorías. Por ejemplo: el Principio Contaminador Pagador o los mecanismos de
valorización de los daños ambientales, que se establecen en base a mercados de sustitución (cuando los
atributos ambientales son pasados a los precios de los bienes que sí tienen precio de mercado (ej.:
método de costo de viaje: cuando se calcula según el precio que las personas paguen en el
desplazamiento y estadía en el lugar)) o a mercados experimentales (basado en un cuestionario o
encuesta a los individuos acerca de lo que están dispuestos a pagar por un beneficio o perdida ambiental
(sustitución parque por shopping).
ECONOMIA ECOLOGICA:
Esta teoría demanda la participación no sólo de economistas, sino también de otras disciplinas, con la
finalidad de fusionar conocimientos que permitan afrontar mejor los problemas, ya que el enfoque
económico convencional no se considera adecuado.
Se consolida durante los años setenta y ochenta del siglo XX como respuesta a la crisis ambiental que
desde los años sesenta comienza a ser grave, y en gran parte resultado de las actividades humanas.
Procura construir un marco teórico más amplio que el que tiene la economía ambiental ya que se
construye como crítica a esta.
Comienzan a incorporarse leyes de la termodinámica que demuestra las repercusiones que tienen sobre
el ambiente las acciones humanas.
Considera a la economía como un proceso abierto que se encuentra dentro de un sistema mayor, el
ecosistema Tierra. Los bienes ambientales poseen varias funciones además de ser recursos para el
desarrollo económico, podemos mencionar funciones regulatorias al proporcionar sustento para
actividades económicas y de bienestar humano (mantenimiento de especies); funciones de soporte al
proporcionar espacio para actividades como la agricultura, pesca, etc.; y funciones de información de
estética, moral, religiosa, etc.
Considera que el ecosistema es ilimitado en recursos, y postula que la economía no puede crecer
ilimitadamente ya que estará, tarde o temprano, frenado por razones físicas antes que económicas. En
cada rama de la actividad económica el ser humano utiliza materiales no renovables. Postula la necesidad
de políticas económicas que orienten hacia una utilización más eficiente de los recursos, la sustitución de
recursos no renovables por renovables, y la reducción de los contaminantes que alteran los ciclos
biogeoquímicos. Por el contrario, la economía neoclásica-keynesiana supone la posibilidad de un
crecimiento económico ilimitado.
ECONOMIA VERDE:
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) “la economía verde es aquella
que mejora el bienestar del ser humano y la equidad social, a la vez reduce significativamente los riesgos
ambientales y escaseces ecológicas.
Este modelo económico está anclado sobre los pilares que sustentan el modelo de desarrollo sustentable
(social, económico y ambiental). Postula una utilización adecuada y eficiente de los recursos naturales;
por lo que, promueve inversión e innovación amigable con el ambiente, abarcando bienestar, equidad,
uso racional de recursos y sustentabilidad. A diferencia de las demás teorías, considera que el problema
del crecimiento económico, es que ha sido a expensas del planeta y propone una economía estacionaria,
centrada en calidad y menos en cantidad.

Esta economía genera: una conciliación del crecimiento de la actividad económica y comercial con una
gestión sostenible de los recursos fortaleciendo la protección ambiental; la inversión en tecnologías
agrícolas que permitan una utilización más sostenible del suelo y de los recursos naturales; la reducción
de las emisiones de carbono; la promoción e inversión en energías renovables; un manejo sostenible de
los residuos; la promoción de un consumo y producción sostenibles.
Existen 3 medidas para determinar la situación en que se encuentra un país:
o el grado de transformación económica en relación con la inversión y el crecimiento en los
sectores verdes.
o el impacto del desarrollo económico en función de la extracción y el agotamiento de los
recursos.
o el grado bienestar de la sociedad según el acceso de la población a los recursos básicos, la
educación, la salud y la seguridad social.
En 2019 la ONU presentó el documento "Principios, prioridades y caminos para economías verdes
inclusivas", estableciendo:
1. El principio de bienestar que permite a todas las personas crear y disfrutar de la
prosperidad.
2. El principio de justicia que promueve la equidad dentro y entre generaciones.
3. El principio de los límites planetarios: protege, restaura e invierte en la naturaleza.
4. El principio de eficiencia y suficiencia por estar orientada a apoyar el consumo sostenible y
la producción sostenible.
5. El principio de buen gobierno: está guiada por instituciones integradas, responsables y
resistentes.
Los países deben realizar un aumento de inversiones privadas y públicas en los sectores verdes mediante
el desarrollo de políticas y reformas que reduzcan los riesgos ambientales y la escasez de recursos.
Dependiendo del grado de desarrollo, utilizaran diferentes herramientas como regulaciones del consumo
de recursos, impuestos por las emisiones de carbono, incentivos fiscales, investigación o inversiones en
sectores innovadores.
Surgen así las empresas B, empresas que miden su impacto social y ambiental y se comprometen de
forma personal, institucional y legal a tomar decisiones considerando las consecuencias de sus acciones a
largo plazo en la comunidad y el ambiente. Son también empresas que elevan su propósito con
soluciones sociales y ambientales buscando ser las mejores para el mundo y no sólo del mundo.
Hoy, Argentina cuenta con más de 110 empresas certificadas como “Empresas B” en distintas áreas de la
producción y servicios.
Podemos considerar finalmente que el medioambiente comienza a degradarse y los recursos naturales a
extinguirse producto del hombre y del crecimiento económico, el cual ha aprovechado y potencializado
recursos considerados escasos en diferentes momentos históricos. Así, el uso intensivo de estos para
satisfacer las necesidades imperantes ha generado límites al progreso económico que se intensificarán si
no se toman las adecuadas medidas.

Relación entre filosofía y ecología.


El planeta Tierra hasta el momento es el único que cuenta con la capacidad de sustentar la vida gracias a
sus océanos, su atmósfera rica en oxígeno, su temperatura, etc. El ser humano es la especie más reciente
en la historia evolutiva de la Tierra, y todos provenimos de un mismo grupo de homo sapiens, ya que
nuestro ADN revela que todos somos una única raza.
La forma en la que hemos enfrentado la vida tiene una estrecha relación de cómo nos hemos
comportado/relacionado con la naturaleza, lo cual ha sido muy cambiante a lo largo de nuestra historia.

La vinculación del Hombre y su entorno en las distintas épocas históricas.


Podemos encontrarnos, a lo largo de nuestra historia, con diferentes épocas, en donde variara la relación
que el hombre tenga con la naturaleza.
En el Paleolítico el hombre se desplazaba de un lugar a otro en pequeños grupos para poder subsistir.
Esta vida nómade, caracterizada por la caza, la pesca y la recolección de frutos tenía un impacto muy bajo
sobre el ambiente y se mantenía así un equilibrio entre especies.
En el periodo Neolítico, podemos ver que el cambio climático que provoca la extinción de grandes
mamíferos y la desertificación (el suelo pierde terreno fértil) de algunas zonas. Además, un aumento
demográfico que conlleva a una reducción de recursos y provoca una reducción de la movilidad de los
grupos humanos.
El conocimiento que los grupos humanos contaban de la domesticación de plantas y animales, dio
nacimiento a la agricultura y la ganadería, las que conllevan más esfuerzo, pero permiten mantener estas
poblaciones numerosas, dando lugar al sedentarismo. La aparición de la agricultura y la invención de
herramientas para recolectar fue un salto evolutivo de suma trascendencia para nuestra especie.
Así, el conocimiento que el hombre poseía sobre el entorno y el comienzo de la utilización de nuevas
herramientas dio lugar a nuevas formas de organización humana y de dominio sobre las especies del
planeta, resquebrajando la armonía natural.
Algunos autores sostienen que Oriente mantuvo creencias religiosas aferradas a lo natural, venerando la
naturaleza, manteniendo una relación armoniosa con ella, a diferencia de la cultura occidental,
fundadora de un sistema antropocéntrico de dominación y apropiación.
El antropocentrismo tuvo su nacimiento entre los S. VI y V a.c en la Antigua Grecia. Podemos observar
que la naturaleza y todos los aspectos de la vida eran contemplados desde la razón pura como el único
medio para alcanzar a conocer el mundo real.
El cristianismo en la Edad Media hizo sus aporres en la relación del hombre y la naturaleza. A fines del S.
XIII, podemos observar una especie de jerarquización de todos los seres creados por Dios, representada
como:
Dios – ángeles- hombres, mujeres niños- animales, plantas- elementos inanimados
En el siglo XVI y XVII surge el paradigma racionalista. Con las ideas de Descartes “pienso, luego existo” la
razón es el único medio para adquirir conocimiento y el hombre es el actor del medio social donde se
desarrolla.
Es un modelo lineal o mecanicista ya que consideran que el universo funciona como una máquina de
reloj, compuesta de múltiples piezas separadas donde cada una posee existencia propia e independiente.
El individuo se percibe en su condición de unidad separada.
A fines del siglo XIX podemos apreciar ensayos que critican la sociedad industrial y sus efectos, comienzan
a desarrollarse diferentes miradas respecto a los recursos naturales y la naturaleza.
En la 2da mitad del S. XX, luego de la 2da Guerra mundial, el paradigma racionalista comienza a entrar en
crisis y es reemplazado por el paradigma sistémico. Gracias al estudio de la física cuántica se rompe esta
idea lineal, considerando que el sistema es mucho más que la suma de las partes
Así, aparecen nuevas miradas sobre la ecología y el ambiente, dando origen al paradigma ecológico o de
la complejidad ambiental donde el hombre no es un eslabón aparte, si no que está dentro de la
naturaleza.
En esta etapa surgen los Movimientos verdes en donde se caracterizan de etapas de:
Participación: comienza con las protestas de sectores sociales de clase media que se sentían excluidos en
decisiones de fuerte impacto socio-ambiental.
Supervivencia: se acepta un límite de restricciones naturales y humanos del crecimiento económico, dado
por la finitud de recursos naturales, el crecimiento poblacional y la contaminación.
Emancipación: nos invita a mirar a esta crisis ambiental como una oportunidad para diseñar una nueva
sociedad, una nueva ciencia, escuchar nuevas voces. Entender y atender nuevos modelos de desarrollo,
nuevos paradigmas.

La visión de las diferentes escuelas filosóficas.


Tenemos muchas líneas de pensamiento del hombre y la naturaleza, encontramos:
 Preservacionismo
 Bio-regionalismo
 Antropocentrismo
 Ecocentrismo
 Ecología Transpersonal
 Gaiaismo
 Eco - Marxismo
 Ecocomunalismo
 Ecosocialismo
 Ecofeminismo
 Derecho de la Naturaleza o Buen vivir (Sumak Kawsay / Suma Qamaña)
El antropocentrismo considera al hombre como centro y fin último de la creación, el hombre está por
encima de los demás seres vivos. Los defensores de esta corriente luchan por un mejor ambiente y una
óptima calidad de vida para los seres humanos y procuran la implementación de políticas y nuevas
tecnologías para reducir las consecuencias nocivas de la degradación de los recursos humanos.
El ecocentrismo, por su parte, concibe al hombre como un integrante más y cuestiona la desmedida
violencia que este ejerce sobre la naturaleza. Cuestiona las estructuras contemporáneas que provocan el
actual desequilibrio ecológico buscando recuperar, a través de modelos socioeconómicos alternativos, la
armonía planetaria.
Podemos ver dos clases de esta última, el ecocentrismo profundo y el superficial. Este último concibe al
hombre en el ambiente, como dos entidades diferentes. El ecocentrismo profundo, por su parte, lo
concibe como integrado al medio, no separado, si no que mantienen una profunda interacción. La
ecología superficial protege a las especies animales y vegetales que constituyen un recurso para el
hombre, mientras que el profundo los protege por el valor intrínseco que ellos poseen. Finalmente, el
propósito de la ecología superficial es que el hombre no corra peligro, mientras que la profunda se
preocupa por el peligro que corre la vida del planeta en su totalidad.
Por su raíz Latinoamericana y su trascendencia en el derecho a través de la incorporación a las
Constituciones de Ecuador y de Bolivia, otro pensamiento importante es el del “Buen vivir” que propone
un nuevo paradigma civilizatorio sustentado en el dialogo y armonio con la naturaleza. Implica un cambio
radical y nuevas formas de organización de la vida misma.

UNIDAD 3
CONFLICTOS AMBIENTALES
Conflictos ambientales globales: cambio climático.
Cambio climático: es la variación significativa del clima de la Tierra. Puede producirse por causas
naturales o por la acción del hombre y se da sobre todos los parámetros climáticos: temperatura,
precipitaciones, nubosidad, etc.
Hoy en día se le atribuye directa o indirectamente a la actividad humana. Una de las principales causantes
del cambio climático es el calentamiento global. Este se produce cuando la temperatura media de la
Tierra sube producto de aquellas actividades del ser humano que aumentan la emisión de gases de efecto
invernadero en la atmósfera, provocando que ésta retenga más calor del necesario y la temperatura
media de la tierra se eleve.

Conflictos ambientales urbanos: las problemáticas vinculadas a las sociedades de consumo


y los residuos generados por ésta.
Actualmente nos encontramos insertos en una sociedad consumista. Todas las personas necesitamos
consumir bienes y servicios para nuestra vida diaria, el problema llega cuando hacemos consumos
excesivos e innecesarios de estos. El consumismo es la causa del 60% de emisiones globales de Gases de
Efecto Invernadero.
Encontramos numerosas actividades consumistas que provocan daños en el planeta. Podemos mencionar
los plásticos, el consumo de origen animal (carnes, lácteos), el consumo de pescado, la industria
tecnológica y de ropa y calzado, etc.
Generalmente la mayoría de los productos que consumimos acaban en la basura, provocando riesgos y
peligros para la naturaleza.
La contaminación de los océanos es moneda corriente en nuestra actualidad. Es un problema grave que
afecta directamente a la vida silvestre de los hábitats oceánicos e, indirectamente, a la salud humana. Los
derrames de petróleo, residuos tóxicos y la acumulación de plásticos son algunas de las muchas fuentes
de contaminación.
Particularmente voy a analizar la contaminación oceánica producto de los plásticos.
Este problema es muy antiguo y viene en aumento. Cada año se producen en el mundo millones de
toneladas plásticas para diversos usos; la mayoría llega a los océanos dañando la vida marina. El plástico
se dispersa fácilmente por lo que está presente en todos los océanos y en todas partes, desde las costas
hasta en el fondo del océano.
Según National Geographic China es el principal productor de plásticos seguido de Europa, Norte América
y el resto del continente asiático. El 80% de los residuos que encontramos en el mar proviene de la tierra,
mientras que el 20% restante, de la actividad marítima (arrojada desde botes).
Cuando los objetos de plástico llegan al mar pueden ser ingeridos por la fauna marina y acumularse en su
interior, quedarse en suspensión o flotando en la superficie, pueden hundirse y permanecer en el fondo
marino, o incluso quedar atrapado en el hielo del Ártico.
Se han identificado cinco zonas conocidas como “islas “de plástico: una en el Índico, dos en el Atlántico
(Norte y Sur), y dos en el Pacífico (Norte y Sur). Estas son zonas de concentración elevadas de micro
plásticos donde solo una parte de ella flota y la otra gran mayoría cae al suelo.
Se estima que para 2050 el océano tendrá más plástico que peces. Para morigerar esto, la ONU lanzó una
campaña ‘#MaresLimpios’ la cual se han unido numerosos países del mundo prometiendo reducir los
plásticos de un solo uso, protegiendo las aguas nacionales y fomentando el reciclaje. La campaña ahora
representa la mayor alianza mundial para combatir la contaminación por plástico en los mares. Los
gobiernos están regulando los plásticos de un solo uso al aprobar varias prohibiciones y los ciudadanos
están tomando medidas a través de limpiezas y campañas masivas.
La campaña Mares Limpios ha provocado una revolución global en la forma en que vemos y usamos el
plástico, sin embargo, todavía queda mucho por hacer.
Los océanos nos proporcionan alimento, empleo, destinos turísticos inimaginables y, además, es el
hábitat de especies esenciales, por lo que la contaminación de estos genera numerosas consecuencias
perjudiciales

UNIDAD 4
Hacia el nacimiento de un nuevo Derecho.
La metamorfosis del Estado.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, podemos ver una gran transformación de los estados, tanto en su
modo de relacionarse entre sí, como en sus funciones propias.

Los estados comienzan a tener un rol más presente y activo en la sociedad. Ya no actúan como
gendarme, atendiendo solo las funciones clásicas (educación, salud, seguridad, justicia) si no que actúa
ahora también en el ámbito económico, conduciendo un cambio en la explotación de los recursos,
agricultura, industria, empleo, transportes, finanzas, etc.

El Estado se transformó así en industrial, comerciante, hasta banquero, y lo llevo a un rol de un Estado
contaminador, que comenzó a agravar sus propios recursos naturales para garantizar su crecimiento.

La cuestión ambiental como problema socio-político.


Fue recién en la década del ´60 del Siglo XX que surgió un planteo filosófico a nivel mundial de gran
impacto político y social. Aparece así el movimiento ambiental, donde algunos grupos de personas
comenzaron a reaccionar frente al gran impacto que sufría el ambiente fruto del desarrollo industrial.
Se llevaron a cabo movimientos sociales como el Mayo francés o el Movimiento hippie en Estados
Unidos, que cuestionaban fuertemente el modelo de la sociedad de consumo capitalista.
También el ámbito científico internacional se orientó a despertar la conciencia de las personas sobre los
problemas ambientales que afectaban a la humanidad. Varios estudios comenzaron a advertir sobre la
finitud y el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación, los riesgos por el desarrollo
desmedido de la tecnología y las consecuencias negativas que el veloz crecimiento demográfico estaba
teniendo sobre el ambiente.
Así, la sociedad, los intelectuales, y hasta los estados, comenzaron a prestar especial atención a los
problemas ambientales producidos en los últimos años, considerándolos un problema socio-político.

El rol de las organizaciones no gubernamentales.


Todos estos antecedentes llevaron al surgimiento de las ONG ambientalistas, organizaciones que no son
parte de las esferas gubernamentales cuyo fin fundamental es el bien social, específicamente a la
protección del ambiente.
Las ONGs ambientalistas surgieron entonces para hacer visible la problemática ambiental actual, y dar un
especial cuidado, preservar y conservar el ambiente.

Podemos mencionar a WWF en Suiza en 1961 y Greenpeace en Canadá en 1971, que se dedican
especialmente a la protección del medio ambiente.

El Club de Roma fue una organización constituida en 1968 por personalidades destacadas de diferentes
ámbitos a nivel mundial, que promovían y financiaban investigaciones para demostrar las consecuencias
negativas a las que se sometería el planeta en un futuro. Le encargó al Massachussetts Institute of
Technology la realización de un estudio sobre los problemas que afectaban al mundo. Dicho informe fue
publicado en 1972 y se utilizaron las técnicas de análisis de sistemas más avanzadas de la época. El
estudio demostró que el planeta alcanzara los limites de su crecimiento en los próximos 100 años,
provocando un gran descenso en la población.
Las ONG han cumplido en los últimos años un rol fundamental e importantísimo en la defensa y cuidado
del medioambiente. Han desarrollado diversas actividades, impulsaron la sanción de numerosas leyes y
realizaron importantes logros como la protección de bosques, protección de océanos, impedimento de a.

Caracteres del Derecho Ambiental.


El derecho ambiental es un derecho prácticamente nuevo que esta en pleno desarrollo y evolución. Es la
rama del derecho más joven, se dice que nació en 1972 donde la ONU desarrollo la primera conferencia
Mundial sobre el Medio Ambiente, la Declaración de Estocolmo fue el primer documento internacional
en reconocer el derecho a un ambiente sano mediante 26 principios, importantes para el posterior
desarrollo del Derecho Ambiental. También se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), órgano central a cargo de asuntos ambientales.

Este derecho tiene varios caracteres:


Preventivo: ya que no solo debe reparar los daños si no también prevenirlos, es decir evitar que se
produzcan, mediante una intervención o control.
Supranacional: al nacer en el ámbito internacional vemos que no es local si no global. Lo que genera
multiplicidad de fuentes y diversidad de ámbitos territoriales.
Lorenzetti dice que es descodificante, herético y mutante: ya que rompe las estructuras tradicionales,
siguiendo sus propias reglas, métodos y principios, siendo un derecho dinámico y flexible.
Invasor y abarcativo: ya que penetra y se mete en todas las ramas del derecho.
Bifronte: es bifronte en tiempo y espacio. Ya que puede tener problemas regionales o universales.
Eticidad: Tiene alta carga ética tanto con la propia generación como con generaciones futuras.
Redistributivo de los bienes: predomina el bien colectivo sobre el individual.

Su vinculación con otras ramas del derecho.


Una de las características que destacamos del derecho ambiental es su función abarcativa, este tiene una
gran penetración o interacción con todas las ramas del derecho, podemos verlo presente en el derecho
privado, administrativo, constitucional, penal.

Podemos mencionar un texto muy famoso y apropiado de Lorenzetti que dice “El Derecho Ambiental
trata de problemas que convocan a todas las ciencias a una nueva fiesta, exigiéndole un vestido nuevo.
En el caso del Derecho es amplio, abarca lo público y lo privado, lo penal y lo civil, lo administrativo y lo
procesal, sin excluir a nadie, con la condición que adopten las nuevas características”.

La incorporación de la dimensión ambiental en el Derecho Privado Argentino.


El Derecho Ambiental se ha introducido en el Código Civil en su reforma de 2014 con lo que se conoce
como “Constitucionalización del derecho privado”, al incorporarse la cuestión ambiental en la CN en
1994, vemos que cuando el art 1 del CCyC establece que la interpretación del código deberá hacerse
conforme la CN, el juez al momento de aplicación de la norma deberá ponderar las reglas y los principios
constitucionales de derecho ambiental.
Además, el artículo 2º dispone que “la ley debe ser interpretada teniendo en cuenta los principios y los
valores jurídicos”, teniendo en cuenta así los principios que encontramos en la Ley General del Ambiente.
Estos principios y valores cumplen un papel relevante en la defensa del ambiente.
También se desplaza el eje clásico de regulación de los códigos decimonónicos- la persona y los bienes-
introduciendo y reconociendo los bienes y derechos colectivos y la ponderación de estos sobre los
individuales en aquellos casos que están en colisión. (art.14)

Se amplía la teoría del abuso del derecho y condiciona el ejercicio de los derechos individuales para que
sean compatibles a los de incidencia colectiva y no afecten el ambiente. (art. 14)
También, en el reciente incorporado sistema de consumidores, se introduce un sistema de consumo
sustentable, fortaleciendo la defensa del medio ambiente en relaciones de consumo.

El Derecho Ambiental es un derecho preventivo. Se incorpora en el Código el principio preventivo de la


responsabilidad, donde las personas tienen el deber de evitar que se produzca un daño tomando las
medidas necesarias. La acción preventiva se da cuando el riesgo, peligro o amenaza de daño es cierto o
previsible, o cuando el daño se agrava o profundiza.

Amplia los principios de responsabilidad objetiva, no solo habla del riesgo de la cosa, sino también de
actividades riesgosas por los medios empleados o circunstancias de su realización. La mayoría de los
casos de riesgo ambiental se dan por estas actividades riesgosas o peligrosas.

El rol de los principios en el Derecho, las particularidades en el Derecho Ambiental.


Los principios cumplen un rol fundamental y trascendental en el derecho. Representan su espíritu y sus
valores, siendo el fundamento del sistema jurídico. Son estructurantes del derecho, son como su columna
vertebral. Los operadores del derecho recurren a ellos para guiar su actividad ya que cumplen una
función orientadora.
Los principios son como caja de herramientas con la cual uno dispone para tomar una decisión concreta,
mostrando así una dirección, una solución.
Podemos encontrarnos casos de conflictos entre principios, donde se deberá buscar una alternativa
lógica, elaborando una ponderación de principios donde aquel con mayor peso desplazará al menos
importante.

Los valores, por su parte, son los fines que posee el derecho ambiental, marcándonos una dimensión
axiológica. Estos cumplen una función relevante al igual que los principios.

Principios IusAmbientales.
Casi todos tienen origen en el Derecho Internacional. Nuestra legislación ha establecido 10 principios, los
cuales en otros países pueden tener otros nombres.
Así, el art. 4 de la ley 25675 establece que la interpretación y aplicación de la ley estará sujeta a los
siguientes principios:

PRINCIPIO DE CONGRUENCIA: Este principio plantea una relación armónica entre distintas normas. Así,
establece que las legislaciones provinciales y municipales deben adecuarse a la Ley General del Ambiente,
en caso que esto no ocurra y se dé un conflicto entre las leyes, tendrá preponderancia esta última.

PRINCIPIO DE SUBSIDIAREIDAD: El Estado Nacional, a través de la Administración Pública, tiene la


obligación de colaborar y, de ser necesario, participar en forma complementaria en el accionar de los
particulares para la preservación y protección ambientales.

PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD: La Nación y los Estados provinciales serán responsables de la prevención y


mitigación de los efectos ambientales adversos de su propio accionar, así como de la minimización de los
riesgos ambientales sobre los sistemas ecológicos compartidos.
PRINCIPIO DE COOPERACION: Los recursos naturales y los sistemas ecológicos compartidos serán
utilizados en forma equitativa y racional. El tratamiento y mitigación de las emergencias ambientales de
efectos transfronterizos serán desarrollados en forma conjunta.

PRINCIPIO DE PREVENCION: Es la regla de oro ambiental. Este ordenamiento está dirigido a evitar que se
produzca un daño; ya que se considera que si se actúa después de que el hecho se cometió es inútil,
porque el daño ambiental es multiplicador y expansivo. Cuando hay certeza de que una actitud puede
causar un daño al ambiente se deben tomar las medidas pertinentes para evitar o amortiguar este daño.
Se ubica en una etapa pre daño.

PRINCIPIO PRECAUTORIO: Es uno de los pilares fundamentales del derecho ambiental. Establece que
cuando hay peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá
utilizarse como razón o excusa para postergar medidas que impidan la degradación del medio ambiente.
Así, el peligro o amenaza de que se pueda causar un daño es justificativo para que se tomen medidas de
restricción o prohibición de actividades peligrosas.

Como dijimos, estos principios son básicos en el derecho ambiental, la diferencia entre uno u otro es que
el principio de prevención se encarga del riesgo sabido, conocido, verificado, comprobado, en tanto que
el de precaución interviene sobre el riesgo hipotético, sospechado, posible. La diferencia es de grados, la
prevención opera sobre el riesgo cierto, en tanto que la precaución lo hace sobre el riesgo incierto.

PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD: Este es el principio contaminador-pagador. Establece que quien


introduce el riesgo en la comunidad o quien produce el daño ambiental es responsable los costos
económicos, la prevención, la reparación o la recomposición ambiental. Podemos mencionar así que la
responsabilidad por daños ambientales es objetiva, donde la sola presencia del daño le otorga
responsabilidad al agente. La carga de la prueba recaerá sobre este último.

PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD: Los objetivos ambientales deberán ser logrados en forma gradual, a
través de metas proyectadas en un cronograma temporal que facilite la realización correspondiente de
las actividades relacionadas con esos objetivos.
Se traduce en un progreso o mejora, buscando un avance gradual hacia la plena realización de los
derechos humanos ambientales.
El Estado asume la obligación de ir aumentando, en la medida de sus posibilidades y desarrollo, los
niveles de protección del derecho al ambiente mediante medidas sostenidas, graduales y escalonadas.

DESARROLLO SUSTENTABLE: Permite el desarrollo y la satisfacción de las generaciones presentes, sin


comprometer las generaciones futuras.
Nuestra CN lo consagra en el art. 41. Toda la legislación sancionada con posterioridad debe incluir en su
texto la promoción de desarrollo sustentable.
Implica la dualidad de poder atender las necesidades básicas y elementales de los seres humanos, pero
utilizando los recursos ambientales correctamente para que las generaciones futuras puedan satisfacer
sus necesidades.

Esto deriva en dos principios:


PRINCIPIO DE LA EQUIDAD INTERGENERACIONAL: Los responsables de la protección ambiental deberán
velar por el uso y goce apropiado del ambiente por parte de las generaciones presentes y futuras.
Se debe asegurar entonces que los recursos ambientales deberán ser ejercidos de forma prudente y
correcta, permitiendo así que las generaciones futuras puedan gozar de estos. Debemos entregarle el
mundo en las mismas condiciones y con los mismos recursos que lo recibimos y disfrutamos nosotros.

PRINCIPIO DE SUSTENTABILIDAD: El desarrollo económico y social y el aprovechamiento de los recursos


naturales deberán realizarse a través de una gestión apropiada del ambiente, de manera tal que no
comprometa las generaciones presentes ni futuras.
Intenta encontrar un equilibrio entre el uso de los recursos naturales y el medioambiente, donde la
población se desarrolla para expresar su máximo potencial sin producir efectos adversos e irreversibles
en el entorno.

Podemos considerar así un orden o división de principios:


Vinculados al accionar del Estado: principio de congruencia, solidaridad, subsidiariedad, cooperación y
progresividad.
Vinculados al desarrollo sostenible: principio de equidad intergeneracional y sostenibilidad.
Vinculados a la responsabilidad o daño: principio de prevención, precaución y responsabilidad.

UNIDAD 5
DERECHO AMBIENTAL INTERNACIONAL

El efecto transfronterizo del daño ambiental.


Ni el ambiente ni los problemas ambientales reconocen fronteras. Podemos afirmar que los daños
ambientales son trasfronterizos, ya que los efectos, menoscabos o impactos negativos producidos o
generados por un Estado se extienden y manifiestan en otras regiones o lugares diferentes del que le dio
origen. (ej.: Antártida)

El daño ambiental transfronterizo no tiene límites. Reconoce varias manifestaciones: a veces los
conflictos se producen en un territorio y luego los efectos se realizan en otro lugar (contaminación
atmosférica).
Otras veces se produce “la exportación de los riesgos de la contaminación”, donde no se distingue el
“destinatario” de las consecuencias negativas (puede ser un estado, una región o incluso un espacio
internacional sin dueño: un océano): nos referimos a ciertas actividades como el transporte de sustancias
peligrosas (petróleo, residuos radioactivos, etc.) que traen aparejado un impacto ambiental inmenso.
Otras veces, en cambio, la exportación de los riesgos es un ejercicio premeditado, como la práctica de
muchos países “desarrollados” que ubican las instalaciones contaminantes o peligrosas de sus empresas
e industrias en países necesitados de inversión, exportando así los riesgos de esas actividades.
Podemos encontrar jurisprudencia fundamental sobre este tema:
El caso Trail Smelter (1941) es considerado como locus classicus de la contaminación trasfronteriza. Una
empresa de Canadá fundía plomo y zinc, provocando una intensa descarga en el aire de gases de bióxido
en grandes cantidades, las cuales se fueron trasladando y produciendo perjuicios en EEUU. La comisión
internacional conjunta estableció la responsabilidad internacional por daños causados al medio ambiente
de otro Estado, enfatiza la obligación del Estado de velar para que la realización de actividades privadas
se desarrolle de conformidad con el derecho internacional, y reconoció que el problema de la
contaminación transfronteriza no puede ser resuelto con el solo pago de una indemnización por los
daños ocurridos más allá de las fronteras del Estado.
El caso Estrecho de Corfú (1949) se llevó ante la Corte Internacional de Justicia. Gran Bretaña invocaba la
responsabilidad internacional de la República de Albania por los daños causados en 1946 a buques
británicos por un campo de minas en aguas territoriales albanesas. La Corte considera culpable a Albania
por no haber notificado el peligro que corría la navegación al hacer uso de sus aguas territoriales. El
Estado defensor había incumplido una obligación que le era impuesta por el derecho internacional
público.
Por último, podemos mencionar el caso del lago Lannoux (1956), donde Francia y España convinieron
someter a un tribunal de arbitraje la interpretación del Tratado de Bayonne por la utilización de las aguas
del lago Lannoux, el cual atraviesa Francia y España. El gobierno español solicitaba que el tribunal
declarara que el gobierno francés no tenía derecho de ejecutar los trabajos de utilización de las aguas del
lago. El gobierno francés argumentó que las modificaciones resultantes del proyecto hidroeléctrico se
referían únicamente a una pequeña porción de rio, situada en territorio francés. El tribunal fallo
desfavorablemente para España en virtud de que el proyecto de utilización de las aguas del lago Lannoux
no violaba ninguna disposición del Tratado de Bayonne y que, además, no se estaba causando ningún
perjuicio en el río.

La evolución del derecho ambiental.


El derecho internacional ambiental es la rama más joven del derecho, y se desprende del derecho
internacional público. Al ser joven vemos que está en permanente transformación o expansión.

Nace con una tutela sectorial, ya que se preservaban determinadas especies o recursos de forma aislada,
no por el valor que tuvieran en si mismos, si no por la utilidad que le brindaban al hombre para la
realización de otras actividades. En la actualidad la protección es ecosistémica y existe un gran número de
normas, principios e instrumentos elaborados en los últimos años gracias a diferentes conferencias
internacionales que fueron dando origen a estas normativas y no protegen de una manera aislada, se
regula la protección del ambiente en su totalidad. Este desarrollo ha estado condicionado por factores
políticos, económicos y hasta ideológicos, con un interés en la población mundial de proteger este
derecho.

La Conferencia de Estocolmo. La Creación del P.N.U.M.A. La Carta de la Naturaleza. El


Informe Brundtland.
El nacimiento formal del Derecho Ambiental se da en 1972, en Estocolmo, Suecia, con la primer
Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente. Fue convocada a fines de 1968 por Naciones Unidas,
participaron 113 países y varias entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales. Los
instrumentos que emanaron de la Conferencia no tenían carácter vinculante sino meramente declarativo,
ya que se trataba de un momento más apropiado para el estudio y adopción de directrices políticas, que
para una regulación específica.
En materia institucional se creó el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Su
sede se encuentra en Nairobi (Kenia) y su Consejo de Administración está integrado por 58 estados.
Todos los años presenta ante la Asamblea General de la ONU un informe sobre el estado del ambiente en
el mundo. La agenda del PNUMA es amplia e incluye temas como el cambio climático, conflictos
ambientales, Pérdida de la biodiversidad, entre otros.
Se dicto la Declaración de Principios, que consta de un Preámbulo y 26 Principios donde se fue
estructurando todo el Derecho Ambiental posterior. Estos principios luego alcanzaron status de derecho
positivo.
La conferencia genero un compromiso ético universal para la protección del ambiente, y significo el
surgimiento de un sinnumero de instrumentos de protección ambiental en el mundo.
Se fortalecieron Organizaciones Gubernamentales y No gubernamentales destinadas al estudio y análisis
de la conflictividad ambiental. Además, se realizaron Convenios y Tratados para dar respuesta a
problemas ambientales, como la pérdida de biodiversidad, la contaminación, los residuos y deshechos
peligros, la protección de elementos y recursos naturales, en particular, los mares y océanos y las aguas
dulces.
Se sanciono la Carta Mundial de la Naturaleza, aprobada en 1982 mediante una Resolución de la ONU,
que contó con el único voto en contra de Estados Unidos. Ratifico las reglas axiológicas de Estocolmo y
estableció nuevos principios e instrumentos innovadores, como la necesidad de implementar un
procedimiento de evaluación de impacto ambiental previo a actividades que puedan provocar impactos
negativos en la naturaleza o sus elementos.
Pocos años más tarde, en 1987, se publicó un Informe resultado de una investigación llevado a cabo por
la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo. El Informe se denominó Our Common Future (Nuestro
Futuro Común), más conocido como Informe Brundtland, en reconocimiento a quien era por entonces la
Presidenta de la Comisión, la Primera Ministro noruega Gro Harlem Brundtland. Este informe fue el
documento donde se definió por primera vez al modelo de desarrollo sustentable, expresando que se
trata del “modelo que satisface las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la
capacidad de que las futuras generaciones puedan satisfacer las suyas”. Considera la satisfacción de las
necesidades básicas de los seres humanos como meta fundamental y fin último, e imponer limitaciones y
la necesidad de preservarlo para las generaciones venideras. Aquí derivan los principios de
sustentabilidad y equidad intergeneracional.

La Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo 1992.


La Declaración de Rio y la Agenda 21.
En 1992 se desarrolló la Cumbre para la Tierra, o Conferencia de Río, en donde el número de estados y
organizaciones estatales y no estatales participantes creció notablemente en relación a la Conferencia de
Estocolmo. Fue la reunión de mayor convocatoria mundial celebrada hasta ese entonces. Marco un antes
y un después en la evolución e implementación de los mecanismos de protección del ambiente, y además
despertó la conciencia inculcando la importancia ambiental en la humanidad.

La Declaración de Río sobre el Medioambiente y el Desarrollo, contiene 27 Principios fundamentales.


Algunos de los Principios ya existentes cobraron ciudadanía definitiva y otros, como el Precautorio,
hicieron su aparición revolucionando todas las ciencias. La Declaración es un compendio de los derechos
y obligaciones que tienen los Estados en relación al ambiente. Entre ellos se destaca: el derecho de los
Estados de aprovechar sus recursos naturales pero velando que sus actividades no causen daño al
ambiente de otros Estados; el desarrollo sustentable que, sobre la base conceptual establecida en el
Informe Brundtland; los principios de cooperación y de responsabilidades; la necesidad de promover el
consumo sustentable; el libre acceso a la participación, información y a la justicia en temas ambientales;
la responsabilidad de los Estados por daños causados a las víctimas de la contaminación; el Principio
Precautorio, para evitar daños graves e irreversibles aún ante falta de certeza; el principio del
contaminador-pagador; la obligatoriedad de la Evaluación de Impacto Ambiental; entre otros.
Además de la Declaración de Principios se Aprobó la Agenda XXI, un amplio Programa con visión a futuro
donde se abordan temas de interés relacionados con la protección del ambiente. Es un plan de acción
propuesto por la ONU para conseguir entre todos un desarrollo más sostenible en el siglo XXI, establece
las pautas para aproximarnos a un mundo más respetuoso con el medioambiente. Destaca el importante
papel de ciertos sectores de la sociedad en el desarrollo sustentable (las ONG, las mujeres, los jóvenes,
los sindicatos, los pueblos originarios, etc.), estos históricamente estuvieron postergados en la
participación y toma de decisión de muchos aspectos de la realidad, incluido el ambiental.
También surgió una declaración de principios para el ordenamiento sostenible de los bosques que, si bien
no consiguió tener fuerza vinculante, implicó el primer avance importante sobre esta materia hasta el
momento. Puso énfasis en la responsabilidad de los Estados en la conservación forestal y en la tarea de
reforestación.
Se creo también la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, un organismo encargado de coordinar y
supervisar las acciones necesarias tendientes al cumplimiento de los acuerdos alcanzados en Rio. La
comisión se reúne todos los años en Nueva York y está conformada por un numero determinado de
estados que se van rotando.

Las Convenciones sobre la Diversidad Biológica y Cambio Climático.


También se abrieron a la firma dos instrumentos con carácter vinculante relativos a dos grandes
conflictos ambientales.
El primero es el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Sus propósitos son la conservación de la
diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en
los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos. La meta principal es promover medidas que
conduzcan a un futuro sostenible. El Convenio sobre Diversidad Biológica fue incorporado en nuestro
derecho interno en el año 1993.
El segundo es la Convención sobre Cambio Climático, cuyo principal objetivo es lograr la estabilización de
las concentraciones de gases de efecto invernadero que se liberan a la atmósfera a un nivel que
razonablemente detenga el calentamiento global de la tierra. Esta Convención también fue aprobada por
nuestro país en 1993, entrando en vigor al año siguiente.

El Protocolo de Kioto.
En el año 1997, en la Convención sobre Cambio Climático se elaboró y suscribió el Protocolo de Kioto, que
buscaba comprometer a los países que lo ratificaran a reducir la emisión de los principales gases
conocidos como GEI (gases de efecto invernadero), que son el Dióxido de carbono (CO2), el Óxido nitroso
(N2O), el Metano (CH4), los Hidrofluorcarbonos (HFCs), entre otros. Dicha reducción debía tomar como
referencia los niveles de emisión generados en 1990.
El Protocolo preveía que su entrada en vigencia se produjera con posterioridad a su ratificación por 55
países que concentraran, a su vez, el 55 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel
mundial. Durante varios años el número de países se mantuvo en 54 hasta que finalmente de modo
sorpresivo, Rusia lo ratificó a fines de 2004 y el Protocolo entró en vigencia en 2005.
El aporte principal del Protocolo radicó en la regulación de mecanismos para lograr la reducción de gases
que favorecen el calentamiento global: el desarrollo limpio (MDL), la Comercialización de Emisiones y la
Aplicación conjunta.
El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) permite a los gobiernos de los países industrializados y a las
empresas, suscribir acuerdos para cumplir con las metas de reducción, invirtiendo en proyectos de
reducción de emisiones en países en desarrollo como alternativa para adquirir reducciones certificadas
de emisiones (RCE).
El Comercio de Derechos de Emisión implica que los países industrializados pueden comprar o vender una
parte de sus derechos de emisión a otros países también industrializados. Los países que reduzcan sus
emisiones más de lo estipulado, superando así el compromiso asumido, podrán vender ese “crédito”
excedente a aquellos países cuyas metas sean más difíciles de alcanzar. Es lo que se ha conocido como el
comercio de “bonos de carbono”.
El último instrumento es la Aplicación Conjunta (AC), sirve para regular proyectos de cooperación entre
países obligados a reducir sus emisiones, de manera que la cantidad de ahorro gracias a nuevas
tecnologías, se comparte entre los participantes de los proyectos.

La Conferencia de Johannesburgo.
La Asamblea General de las Naciones Unidas convocó a una nueva Cumbre Mundial de desarrollo
sostenible, que se desarrolló en 2002 en la ciudad de Johannesburgo, Sudáfrica.

La Declaración Política hizo hincapié en la necesidad del fortalecimiento del desarrollo sustentable,
poniendo atención en la dimensión social del mismo. Los temas giraron en torno a la necesidad de
eliminación de la pobreza, la promoción de estándares de consumo sustentable y el aprovechamiento
racional de los recursos para alcanzar un desarrollo social y económico equitativo.

La Declaración admite que el deterioro del ambiente no ha logrado detenerse, pues continúa la pérdida
de biodiversidad, se siguen agotando los peces; la desertificación avanza y los efectos adversos del
cambio climático son cada vez más evidentes. Propone el multilateralismo como alternativa para superar
esta situación, a través de la acción de instituciones internacionales y multilaterales. Además, pone el
acento en el rol que corresponde al sector empresario, destacando que las empresas privadas deben
asumir la plena responsabilidad de sus actos en un entorno regulatorio transparente y estable.

A su turno, el Plan de Aplicación de las Decisiones de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible
menciona y desarrolla estrategias concretas para el abordaje de estos problemas, como la erradicación
de la pobreza, la modificación de las modalidades insostenibles de consumo y producción, la protección y
gestión de la base de recursos naturales del desarrollo económico y social, la salud y el desarrollo
sostenible, el desarrollo sostenible de los pequeños Estados en desarrollo, el desarrollo sostenible para
África, y regiones de América Latina y el Caribe, Asia y el Pacífico, Asia occidental, entre otras.

La Conferencia de Rio+20.
La Conferencia de Desarrollo Sostenible de 2012, también llamada Conferencia Río+20, se desarrolló
nuevamente en Río de Janeiro en 2012 y contó con la participación de 193 países.
Frente al fracaso que para muchos supuso la Cumbre de Johannesburgo, la convocatoria en Río
representó una nostálgica y, a la vez, esperanzada estrategia para renovar los logros alcanzados veinte
años atrás.
Pero nuevamente la decepción fue el sentimiento predominante luego de concluido el encuentro. Una
vez más un contexto mundial económico negativo (la mayor parte de las regiones del mundo se
encontraban intentando salir de una profunda crisis) sirvió para el logro de escasos consensos y la
elaboración de un muy extenso documento, El futuro que queremos, que demuestra la dificultad que
hubo en arribar a un texto claro, conciso y, fructífero.
La conferencia se enfocó en la realización de una economía verde para alcanzar un desarrollo sostenible y
lograr la erradicación de la pobreza. La economía verde –definida como aquella que mejora el bienestar
humano e igualdad social, mientras que se reducen los riesgos ambientales y la escasez ecológica– fue
una propuesta encabezada principalmente por los países desarrollados como respuesta a los desafíos
ambientales. Sin embargo, dicha estrategia lejos estuvo de concitar adhesiones unánimes y, ha sido
considerada por algunos como letra muerta, al no haber generado compromisos nuevos ni herramientas
novedosas.
También se intentó poner el acento en la igualdad de género y en el rol de la mujer como actor
fundamental en la búsqueda del desarrollo sostenible, aunque se reconoce que aún falta mucho para esa
igualdad.

Los principios del Derecho Ambiental Internacional


Los principios generales del Derecho Internacional Ambiental son modelos, estándares de actuación,
reglas axiológicas que determinan los derechos y obligaciones que tienen los Estados y los demás sujetos
que intervienen en el Derecho Internacional, para tutelar el ambiente y los elementos y recursos que lo
componen.
Esos principios algunas veces han nacido de la costumbre, otras veces han sido instituidos por la
jurisprudencia, generalmente están expresados en los instrumentos internacionales.
PRINCIPIO DE COOPERACION:
Hace bastante tiempo que los Estados han comprendido que los grandes problemas y conflictos
ambientales que afectan al planeta necesitan de una colaboración mutua y común entre los mismos para
poder encarar respuestas eficaces a dichos desafíos.
Gran parte de la normatividad internacional ambiental se edifica sobre la base de la cooperación entre
estados en la búsqueda de soluciones. Podemos mencionar que la Declaración de Río sobre Medio
Ambiente y Desarrollo, y la Declaración de Principios de Estocolmo de 1972 afirmado la existencia del
deber de cooperación en varios de sus Principios.
Este principio de cooperación ha tenido desarrollo en materia de prevención de la contaminación
ambiental transfronteriza, es decir, aquella que tiene origen en un Estados y proyecta sus efectos más
allá del mismo.
PRINCIPIO DE SOBERANIA ESTATAL:
En ocasiones representa un límite importante a la expansión del principio de cooperación.
También mencionado en la mayoría de los convenios y tratados existentes sobre la materia. Considera
que los estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus recursos según sus propias políticas
ambientales y de desarrollo y la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro de su
jurisdicción y bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros Estados o de zonas que estén
fuera de los límites de la jurisdicción nacional.
PRINCIPIO DE RESPONSABILIDADES COMUNES PERO DIFERENCIADAS.
Una de las principales dificultades a la hora de buscar soluciones a la problemática ambiental, es la
disparidad entre aquellos estados que han alcanzado un nivel aceptable de desarrollo y los que aún no lo
han podido hacer.
La declaración de Principios de Rio considera que en vista de que han contribuido en distinta medida a la
degradación del medio ambiente mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero
diferenciadas. Los países desarrollados reconocen la responsabilidad que les cabe, en vista de las
presiones que sus sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y recursos
financieros que disponen. Este principio resulta un complemento y elemento del principio de
cooperación.
El nivel de desarrollo alcanzado por ciertos países se ha sustentado, en la explotación y sobre explotación
que han realizado de los recursos naturales y en la contaminación y el calentamiento global que han
generado en el planeta, razón por la cual les corresponde ahora un mayor grado de compromiso en la
búsqueda de la mitigación de los impactos ocasionados y les genera la obligación de contribuir con
aquellas regiones que aún no han podido alcanzar estándares de calidad de vida siquiera mínimos.
La aplicación del principio no resulta tarea sencilla, sobre todo en virtud de las diferentes
interpretaciones que se tiene. En el Protocolo de Kioto, por ejemplo, los países desarrollados asumieron
obligaciones claramente más gravosas que los demás en materia de reducción de emisiones de gases de
efecto invernadero, conforme ha sido su contribución en materia de emisiones.
EL PRINCIPIO DE PRECAUCION.
Fue formulado de modo amplio en la Declaración de Río ’92. Donde con el fin de proteger el medio
ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución. Cuando haya peligro de
daño grave o irreversible la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón o excusa
para adoptar medidas eficaces para impedir la degradación del medio ambiente.
Este enunciado no ha estado exento de críticas. No obstante, el principio de precaución ocupa un lugar
de preponderancia en el Derecho Internacional. La clave del mismo está en el rol que juega la
incertidumbre, que es lo que lo diferencia del principio de prevención.
En el art. 4 de nuestra Ley General del Ambiente se menciona, además de la falta de certeza científica, a
la ausencia de información como pretexto que no puede utilizarse para evitar la adopción de medidas
necesarias para que el daño ambiental no se produzca.
EL PRINCIPIO CONTAMINADOR-PAGADOR.
Desde la década del ’70 comenzó a ser mencionado como una regla económica, pero su consagración
definitiva llegó en 1992 en la Declaración de Río de Janeiro, estableciendo que las autoridades nacionales
deben fomentar la internalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos económicos,
teniendo en cuenta el criterio de que quien contamina debe cargar con los costos de la contaminación.
La idea del “contaminador-pagador” también fue objeto de desconfianza, pues se advertía un
salvoconducto para que las empresas pudieran continuar contaminando, a condición de que luego
repararan económicamente el daño ocasionado.
Sin embargo, no es ese el enfoque correcto de la cuestión. Ya que el principio ‘quien contamina paga’
persigue que el causante asuma el costo de las medidas de prevención, sin recibir ayuda financiera
compensatoria, debe así sanear los efectos negativos de la contaminación sobre el ambiente. Evita que
terceros sin ser causantes de la contaminación, deban pagar por esta.
El término “contaminación” debe entenderse en sentido amplio, es decir, comprensivo de toda alteración
que modifique negativamente el ambiente, sus elementos y recursos, el equilibrio de los ecosistemas o
los bienes o valores colectivos.
EL PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD.
Se limita a ser una mera directriz de acción o una recomendación. Los Estados deberán desarrollar la
legislación nacional relativa a la responsabilidad y la indemnización de las víctimas de contaminación y
otros daños ambientales. Los Estados deberán cooperar en la elaboración de nuevas leyes
internacionales de responsabilidad e indemnización por los efectos adversos de los daños ambientales
causados por las actividades realizadas dentro de su jurisdicción, o bajo su control, en zonas situadas
fuera de su jurisdicción.
Esto instruye a los Estados para que generen normatividad respecto de la indemnización debida a
quienes resultan damnificados por los procesos de degradación ambiental, pero sin establecer pautas
orientadoras de cómo debe ser esa indemnización, quién debe hacer frente a la misma, bajo qué
modalidades, etc.
PRINCIPIO DE LA EVALUACION AMBIENTAL.
Fue consagrado en la Declaración de Río estableciendo que deberá realizarse una evaluación del impacto
ambiental respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente haya de producir un impacto
negativo considerable en el medio ambiente.
PRINCIPIO DE PARTICIPACION CIUDADANA.
Adquirió definitivamente carácter de Principio en la Declaración de Río de 1992, estableciendo que el
mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos
interesados. Así, toda persona deberá tener acceso adecuado a la información sobre el medio ambiente
que dispongan las autoridades públicas, incluida información sobre materiales y actividades que
encierran peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de
decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la participación de la población poniendo la
información a disposición de todos. Deberá proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos
judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes

UNIDAD 6
EL MERCOSUR.

Podemos ver que luego de la segunda guerra mundial comienza un proceso de regionalización, primero
se produce en Europa, con la creación de la Unión Europea, y llega a nuestro continente con el origen del
MERCOSUR.

El Mercado Común del Sur es un proceso de integración regional fundado en 1991


por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. En fases posteriores, el Mercosur ha incorporado
a Venezuela (suspendida) y Bolivia (en proceso de adhesión). Nació con un fin netamente comercial, para
generar un espacio común de libre comercio, tratando de liberar barreras arancelarias.
El diseño institucional tuvo dos etapas: la primera con su constitución y la segunda con el Tratado de
Ouro Preto que le otorgo personalidad jurídica internacional y dispuso que sus decisiones son adoptadas
sobre un consenso y con la presencia de todos los Estados Partes. Como órganos con capacidad decisoria
encontramos al Consejo del Mercado Común, al Grupo del Mercado Común y a la Comisión de Comercio
del MERCOSUR.
También incluye como órganos a la Comisión Parlamentaria Conjunta, el Foro Consultivo Económico-
Social y la Secretaría Administrativa del Mercosur.
El Consejo del Mercado Común es el órgano superior del MERCOSUR al cual le incumbe la conducción
política y la toma de decisiones para asegurar el cumplimiento de los objetivos establecidos por el
Tratado de Asunción. Está integrado por los Ministros de Relaciones Exteriores y por los Ministros de
Economía. Se reúne todas las veces que sea oportuno, por lo menos una vez por semestre con la
participación de los Presidentes de los Estados Partes. Se pronuncia mediante Decisiones obligatorias
para los Estados Partes.
El Grupo Mercado Común es el órgano ejecutivo del MERCOSUR. Está integrado por cinco miembros
titulares y cinco alternos por país, designados por los Gobiernos. Se reúne en forma ordinaria o
extraordinaria. Se encarga de dirigir el bloque en las reuniones. El Grupo Mercado Común se pronuncia
mediante Resoluciones, las cuales son obligatorias para los Estados Partes.
La Comisión de Comercio del MERCOSUR, órgano encargado de asistir al Grupo Mercado Común, le
compete velar por la aplicación de los instrumentos de política comercial común acordados por los
Estados Partes para el funcionamiento de la unión aduanera, efectuar el seguimiento y revisar los temas y
materias relacionados con las políticas comerciales comunes, con el comercio intra-Mercosur y con
terceros países. Está integrada por cuatro miembros titulares y cuatro miembros alternos por Estado
Parte y es coordinada por los Ministerios de Relaciones Exteriores. Se reúne por lo menos una vez al mes.
Cuenta con la asistencia de órganos o foros dependientes, denominados “Comités Técnicos”, para el
cumplimiento de sus tareas. Se pronuncia mediante Directivas obligatorias para los Estados Partes.

La dimensión ambiental del MERCOSUR.


Tanto en el proceso de regionalización europeo como en el del MERCOSUR, la incorporación ambiental
ha sido paulatina, encontrándose mucho más avanzada en el primero.
Este órgano nació con un fin comercial, económico, por lo que la tutela ambiental no fue regulada en
ningún artículo del Tratado de Asunción. No obstante, el Preámbulo del tratado establece que la
integración deberá realizarse mediante un eficaz aprovechamiento de los recursos disponibles
preservando del medio ambiente. Así, vemos que la protección del medio ambiente es un principio
básico para el MERCOSUR.
Sin embargo, al pasar los años, los Estados, con sus políticas comerciales, han ido poniendo el riesgo el
medioambiente. Por lo tanto, se deben imponer medidas para evitar su deterioro y mejorar la calidad de
vida para las generaciones presentes y futuras, erradicando la pobreza generada por un modelo de
desarrollo que está en crisis. El mejor desarrollo será el que permita elevar la calidad de vida de las
personas, garantizando la satisfacción adecuada de sus necesidades humanas fundamentales, entre las
que se encuentran: la libertad, el ocio, la protección, la creación, el entendimiento, etc.

Restricciones y medidas no arancelarias de carácter ambiental.


Como señalamos anteriormente, el objetivo del MERCOSUR fue la eliminación de barreras arancelarias,
aquellas medidas que implican una dificultad en el intercambio internacional de bienes. Esto género que
aumente la propensión de los estados de aplicar medidas no arancelarias, son medidas de política
comercial diferentes a las comunes y, de acuerdo a la Organización Mundial del Comercio, su uso está
permitido en algunas circunstancias.
Podemos ver que la relación entre comercio internacional y medio ambiente es compleja. En ella se
cruzan, por un lado, las ideas de la liberalización comercial que no admiten barreras arancelarias y no
arancelarias (lo que implica un no hacer por parte de los estados); y por otro lado medidas de tutela del
ambiente por parte de los países a través de regulaciones o incentivos (que implica un hacer por parte
del estado).
Siguiendo esta teoría, para lograr una adecuada integración económica con un razonable cuidado del
ambiente, se debe llevar adelante cualquier proceso de liberalización comercial entre estados, liberando
barreras o restricciones arancelarias o no arancelarias, y regulando las no arancelarias que protegen y
tutelan el ambiente.
Por este motivo, durante el proceso de transición del Tratado, se instrumentó un proceso de
identificación y clasificación de medidas no arancelarias –incluyendo las de naturaleza ambiental– a los
fines de su eliminación, armonización o justificación de su aplicación. Estas no son, en esencia,
prohibidas, pero es necesario que su aplicación no constituya una forma encubierta de proteccionismo,
es decir, que deben estar suficientemente justificadas.

Es imprescindible establecer criterios y procedimientos claros al momento de evaluar una medida de


carácter ambiental para que estas no impliquen una restricción al comercio de modo que estas deben
tener como objetivo real garantizar la calidad ambiental del país y no sea una barrera establecida con
fines proteccionistas.

Armonización normativa y Coordinación de Políticas.


En los procesos de integración nos podemos encontrar con diferentes niveles de protección jurídica entre
los países, lo que puede volverse un elemento de tensión en el proceso de integración regional. Así, el
art. 1° del Tratado de Asunción establece que los países firmantes han asumido el compromiso de
armonizar sus legislaciones para lograr el fortalecimiento de la integración.

Desde la perspectiva ambiental son varios los puntos a armonizar en los diferentes marcos normativos,
para evitar que las tutelas (o la falta de las mismas) no se conviertan en elementos distorsivos del
comercio.

Podemos encontrarnos con varias medidas no arancelarias o uso de recursos naturales compartidos que
pueden convertirse o afectar el funcionamiento de la integración:
 CRITERIOS DE CALIDAD AMBIENTAL DE LOS PRODUCTOS: el establecimiento de estos por
parte de un estado respecto de los productos de otros estados puede implicar barreras
comerciales o subvenciones encubiertas.
 USO DE RECURSOS NATURALES COMPARTIDOS: esto implica no sólo el desarrollo de políticas
coordinadas, sino la necesidad de establecer una coordinación normativa sobre los principios
de prevención, precaución y coordinación.
 NECESIDAD DE INTERNALIZACIÓN DE LOS COSTOS AMBIENTALES: si bien cada estado es
soberano en la aplicación de sus políticas ambientales, el hecho de aplicar políticas menos
rigurosas implica un abaratamiento de los costos industriales, lo que provoca competencia
desleal en el mercado común, y encubrimiento de perjuicios sobre el ambiente para lograr
ventajas económicas.
 HOMOGENEIDAD DE CALIDAD AMBIENTAL PARA EL COMERCIO INTERNACIONAL: la
uniformidad de los criterios de gestión y producción ambiental fortalecen la negociación, por
el contrario, la falta de tales criterios puede ser utilizada por alguno de los países miembros
para captar inversiones de actividades contaminantes.
Existe un “Procedimiento para el Análisis y Resolución de las Medidas y Restricciones No Arancelarias”
que hace a la construcción de la armonización y que tiene base en la estructura actual del MERCOSUR.
Este modelo acepta o rechazo de restricciones no arancelarias.
Procedimiento:
Cada Estado Parte debe informar sus normas propias sobre restricciones o medidas no arancelarias.
Identificadas las mismas, se analiza si se trata de una medida de carácter ambiental, si se generó por
acuerdo ambiental internacional ratificado por el país que adoptó la medida, si está relacionada con
legislación nacional destinada a la protección de la vida y la salud de personas, animales y plantas. Luego
se determina el Organismo de Aplicación de la medida y la jerarquía normativa del acto.
Cumplidos estos pasos procede a analizarse si está debidamente justificada desde el punto de vista
ambiental, si el bien jurídico tutelado cuenta con similares características en otros países planteándose
en su caso la alternativa de armonización, o si por el contrario corresponde rechazarla.
Con lo anteriormente desarrollado vemos la importancia de desarrollar una armonización normativa.
Encontramos un sinnúmero de estrategias como la aplicación de estándares mínimos, estándares
máximos, estándares uniformes, estándares diferenciados, para lograr la uniformidad normativa
ambiental.
Se debe reconocer el derecho soberano de cada estado para establecer el marco normativo que entienda
apropiado para manejar sus recursos naturales, y el desarrollar políticas vinculadas a tutelar el ambiente.
Sin embargo, esto no debe significar perjuicio alguno para el desarrollo económico y comercial regional.
La armonización procedimental, gira en ponerse de acuerdo en prácticas ambientales comunes, que
reducen las divergencias políticas y las tensiones vinculadas a la competitividad. Por ej.: los procesos de
ECO-ETIQUETADO, se está desarrollando un proceso tendiente a definir y formalizar un sistema de Sello
Verde del Mercosur, el que a la fecha no ha tenido avances importantes.

La labor de la Reunión Especializada en Medio Ambiente (REMA) y el Subgrupo de Trabajo


Nº 6.
A pesar de que la coordinación de políticas en materia ambiental no se encuentre expresamente regulada
en el art. 1 del tratado, como si las tareas agrícolas, industrial, fiscal, monetaria, etc. La preservación del
ambiente la vemos en el preámbulo como uno de los objetivos a desarrollar, por lo que la tutela
ambiental fue una tarea política fundamental y necesaria.
En la 2ª Cumbre de Presidentes del Mercosur, en Las Leñas en 1992 se creó la Reunión Especializada de
Medio Ambiente (REMA) para analizar las legislaciones de los Estados y proponer acciones para mejorar
el cuidado del ambiente en la región. Como resultado de esto se aprobaron las “Directrices básicas en
materia de política ambiental”, un conjunto de principios generales y criterios de gestión, que luego
deberán ser internalizada por los países miembros y consistían en: asegurar la armonización de la
legislación ambiental entre los Estados Partes del Tratado de Asunción, realizando un análisis
comparativo de las legislaciones, asegurar condiciones competitividad ente los Estado Partes para la
inclusión del costo ambiental en el costo total de cualquier proceso productivo, garantizar la adopción de
prácticas no degradantes del medio ambiente en procesos donde se utilizan recursos naturales, asegurar
un manejo sustentable en el aprovechamiento de los recursos naturales renovables para garantizar su
utilización futura, asegurar la obligatoriedad de prácticas de licencia/habilitación ambiental para las
actividades potencialmente degradantes del medio ambiente, asegurar un menor grado de deterioro
ambiental en los procesos productivos de los productos de intercambio, estimular la coordinación de
criterios ambientales comunes para la negociación, garantizar que las actividades relacionadas en el
turismo entre los Estados Partes consideren principios y normas que aseguren el equilibrio ambiental de
actividades potencialmente degradantes del medio ambiente.
Con posterioridad se transformó el REMA en un Subgrupo de Trabajo del Mercado Común.
Tiene como objetivos fundamentales encontramos: promover un desarrollo sostenible, regular las
restricciones y medidas no arancelarias, defender la competitividad y Medio Ambiente, regular
instrumentos y mecanismos para la mejora de la gestión ambiental, establecer sistema de información
ambiental, proteger y gestionar los recursos naturales para el desarrollo económico y social, realizar una
gestión ambientalmente adecuada de las sustancias y productos químicos peligrosos, acompañar de la
agenda ambiental internacional.

Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente del Mercosur.


Es el instrumento más importante de regulación, está muy basado en la conferencia de Rio, ratifica el
desarrollo sustentable y ratifica los compromisos asumidos por los Estados.

Los Acuerdos Marco tienen escasas normas obligatorias y sus textos contienen enunciados
programáticos, principios genéricos y orientaciones políticas.
En la IV REUNION EXTRAORDINARIA del SGT realizada en Florianópolis en 2001 se acordó el proyecto del
A.M.M.A.M. Entro en vigor en Argentina en 2004.
En su preámbulo se resalta la necesidad de cooperación ambiental, reconociendo la importancia del
desarrollo sustentable para la implementación de compromisos intergeneracionales. Considera que las
políticas comerciales y ambientales deben complementarse para asegurar un desarrollo sustentable en el
MERCOSUR.
En su articulado dispone que los estados deben promover la protección del medio ambiente y del
aprovechamiento más eficaz de los recursos disponibles mediante la coordinación de políticas sobre
principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio; incorporar el componente ambiental en las políticas
sectoriales y en la toma de decisiones que se adopten en el MERCOSUR; promover el desarrollo
sustentable mediante el apoyo recíproco entre los sectores ambientales y económicos, evitando medidas
que restrinjan o distorsionen la libre circulación de bienes y servicios en el MERCOSUR; tratamiento
prioritario e integral a los problemas ambientales; promover una efectiva participación de la sociedad
civil en las cuestiones ambientales;
Se aborda la Cooperación en Materia Ambiental estableciendo dispositivos para adoptar políticas
comunes de protección el medio ambiente. Los estados deben trabajar en forma conjunta para gestionar
sustentablemente los recursos naturales, para una adecuada calidad de vida y planeamiento ambiental,
para desarrollar instrumentos de política ambiental y actividades productivas ambientalmente
sustentables.
Otros instrumentos del Mercosur
Otros instrumentos que conforman el plexo normativo del MERCOSUR en materia ambiental son:
 Protocolo de Cooperación y Asistencia de desastres o emergencias ambientales del Mercosur.
 Acuerdo sobre Política de Gestión Ambiental de Residuos Especiales de Generación Universal
y Responsabilidad Post–Consumo.
 Directrices de Gestión Ambiental y Producción más Limpia.
 Política de promoción y cooperación en producción y consumo sostenibles en el Mercosur.

UNIDAD 7
El Constitucionalismo Ambiental argentino.

El Derecho a gozar de un ambiente sano como Derecho Humano.


Este derecho es un derecho humano por excelencia, es indispensable para el adecuado ejercicio y
disfrute de los demás derechos.

Es difícil imaginar la existencia de las personas humanas en un contexto ambiental degradado,


contaminado y sin condiciones mínimas para el desarrollo. Sería imposible asegurar derechos
fundamentales como la salud y hasta la propia vida.

El goce de un ambiente sano ha ascendido a la categoría de derecho principalísimo y ha alcanzado la


máxima categoría jerárquica en materia normativa. La necesidad de resguardarlo y asegurarlo es un
requisito fundamental de la existencia humana, se debe dotarlo de máxima protección para que no sea
disminuido o menoscabado.

TEORIA DE LOS DERECHOS HUMANOS.


Para entender los derechos humanos correctamente y como el derecho a gozar de un ambiente sano
llego a adquirir este rango, es necesario desarrollar la teoría de los DDHH.

Desde que nacieron los derechos humanos hasta la actualidad podemos dividirlos en diferentes etapas o
generaciones de derechos. Las transformaciones políticas, económicas, religiosas, morales, filosóficas
influyeron en el surgimiento de estas categorías, ya que los derechos nacen con el fin de dar soluciones a
estos problemas.

Cada vez que surge una nueva generación de derecho no se va a producir una exclusión de la categoría
anterior, sino más bien una reafirmación derechos.

Los derechos humanos de primera generación nacen a mitad del siglo XVIII, con las ideas liberales que
tuvieron por norte poner límites a los excesos de la monarquía y provocaron la Independencia EEUU en
1776 y la Revolución Francesa en 1789. Fueron plasmados en todas las constituciones, se los conoce
como derechos civiles y políticos y están inspirados en la idea de libertad. Estos derechos implican un
deber de “abstención” (o de no intervenir) por parte del Estado, no debe inmiscuirse en la vida de las
personas ni interferir en su disfrute y ejercicio. Son: el derecho a la vida, a la libertad, la propiedad,
igualdad frente a la ley, etc. En nuestro ordenamiento fueron incorporados en la Constitución de 1853. En
el caso de los derechos políticos, garantizan la elección de autoridades y la postulación a cargos públicos.
Recién fueron positivizados a nivel internacional en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en
1948.
Los derechos de segunda generación surgen desde una perspectiva menos individualista, considerando al
hombre en su vida familiar y social. Son los derechos económicos, sociales y culturas o, simplemente, los
derechos “sociales”. Comienzan a tomar consistencia en el Siglo XX y surgen a partir de movimientos
políticos y sociales. En el fondo, vienen a remediar desigualdades sociales generadas por el sistema
liberal. Implican un cambio de posicionamiento de los sujetos frente al poder estatal. Representan la idea
del estado de bienestar, ya que no solo custodia las libertades, sino que asume obligaciones positivas
garantizando mejores condiciones de vida a las personas: un estado interventor y proteccionista. En
nuestro país fueron incorporados a partir de la reforma constitucional de 1949. No obstante, esta
reforma fue derogada en 1956 por el gobierno de facto, igualmente estos derechos fueron incorporados
en el texto constitucional de 1957, en el art. 14 bis. Los derechos sociales son los derechos del hombre en
su ámbito laboral, gremial, familiar, podemos nombrar el derecho a condiciones dignas de trabajo, al
descanso y las vacaciones pagas, al salario mínimo vital y móvil, a la protección contra el despido
arbitrario, el derecho a la huelga, a la jubilación, a la protección integral de la familia, el acceso a una
vivienda digna, etc. Fueron incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y
luego en el Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Finalmente, llegamos a los derechos de tercera generación. Generan un nuevo enfoque de derechos
fundamentales y una nueva manera de gestionar las relaciones humanas. En un contexto de posguerra:
una Europa devastada que debía ser reconstruida rápidamente, una tensión ideológica occidente-oriente,
una tensión político-económica que genero desigualdades de desarrollo entre los países, la globalización
económica, etc. requirieron la elaboración de una protección jurídica nuevo. Así surgen los derechos de
incidencia colectiva, los que pertenecen a todos los sujetos, nadie puede reivindicar la titularidad
absoluta y ni siquiera una porción pues son indivisibles. Se sitúan lejos de la esfera personal de los
individuos y más cerca de la social o colectiva. Su principal fundamento es la solidaridad, pero también la
paz, la cooperación, la equidad, la tolerancia son reglas axiológicas que inspiran esta categoría destinada
a proteger bienes y valores colectivos para sectores sociales vulnerables (los niños, los ancianos, los
consumidores, los incapaces), para las generaciones futuras, de los pueblos, etc. Los derechos de tercera
generación tienen un alcance mayor, pues implican al mismo tiempo deberes para sus titulares. Así, por
ej. el derecho a gozar de un ambiente sano se complementa con el deber de preservarlo. Requieren una
intervención activa del aparato estatal para que su pleno ejercicio se vea asegurado, pues son derechos
en cierto modo privados, pero también operan en la esfera de lo público. Por ahora podemos mencionar:
la autodeterminación de los pueblos, el respeto por la identidad cultural y la diversidad, la protección de
los sectores vulnerables, el derecho de los usuarios y consumidores, la libre competencia y control de los
monopolios, el derecho a una mejor calidad de vida y, por supuesto, el derecho al ambiente o a gozar de
un ambiente sano.
Hay autores que plantean el nacimiento o existencia de derechos de cuarta generación. Sin embargo, no
hay consenso entre ellos de que derechos integrarían esta categoría. Se dice que son aquellos que operan
para las generaciones futuras asegurándoles una disponibilidad razonable de recursos, riquezas y medios.
Otros consideran que son los derechos del ciberespacio con la llegada de internet. Sin embargo, la
doctrina general entiende que no nos encontramos ante una nueva categoría de derechos.

La Reforma Constitucional de 1994 y la consagración del Derecho al Medio Ambiente.


Cuando se reformo la constitución en nuestro país, una de las cuestiones importantes que se incorporó
en la reforma fue el derecho de incidencia colectiva a gozar en el derecho sano a través de la cláusula
ambiental en el artículo 41.

La primera parte de este articulo consagra el modelo de desarrollo sustentable, el cual ya había tenido
protagonismo en el mundo algunos atrás. En una segunda parte encontramos los deberes y obligaciones
que recaen sobre el Estado. En la tercera parte encontramos la distribución de las competencias entre
Estado y provincias respecto al medioambiente, tiene todo el funcionamiento del sistema legal y deriva
una regulación normativa del ambiente de menor rango. Finalmente, el último párrafo prohíbe el ingreso
a nuestro territorio de residuos peligrosos y radioactivos.

Pasaremos a analizar el artículo 41.


El primer párrafo habla del desarrollo sustentable, un modelo presentado hace ya algunos años en un
Informe resultado de una investigación de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo. El primer párrafo
del art. 41 consagra el derecho de todos los habitantes a gozar de un ambiente sano, apto y equilibrado
para el desarrollo humano, donde se satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las
futuras generaciones. Se debe lograr un equilibrio entre el desarrollo y crecimiento económico y el
ambiente. La sustentabilidad es requerida en varias áreas, la ecológica (para que se sigan manteniendo
procesos ecológicos de renovación de plantas, animales, suelos, etc.), la social (que permita igualdad de
oportunidades a la sociedad), la económica (internalización de los costos) y cultural (que preserve la
relación entre el hombre y el medio). Básicamente, cada actividad o acción que se emprenda no debe
producir consecuencias negativas para el ambiente.
Además, este articulo hace referencia al daño ambiental, toda alteración relevante que modifique
negativamente el ambiente. Y la obligación primordial de recomponer por quien causo el daño, esta
reparación no puede quedar sujeta a la voluntad de las partes, ni puede reemplazarse con una
indemnización, excepto que la recomposición sea técnica o fácticamente imposible, en este caso puede
hablarse de indemnización.

El segundo párrafo desarrolla los deberes del Estado. Entre los cuales podemos mencionar: el deber de
amparar, defender, auxiliar la vigencia de este derecho, debiendo afianzar y consolidar que el uso de los
recursos naturales se realice correctamente. Se debe preservar el patrimonio natural, cultural y la
diversidad biológica. Menciona el deber de informar, enterar, dar noticias respecto de la situación
ambiental y de sus posibilidades de alteración por la realización de ciertas actividades productiva,
implementando los medios para que todos los habitantes puedan informarse. Y al Estado le corresponde
además el deber de educación ambiental, asegurando que se cumpla la obligación de enseñar y que
todos los habitantes puedan aprender. Los deberes del Estado, se integran y complementan con la(s)
ley(es) que dicta el Congreso.

El tercer párrafo consagra el reparto de competencias entre provincias y Nación. El análisis de este
párrafo ha sido el más complejo, principalmente por la redacción confusa del articulo y por el intrincado y
complejo tema de reparto de competencias. La CN establece que las provincias conservan todo el poder
no delegado al gobierno federal, la pauta general es que la competencia corresponde siempre a las
provincias y sólo por excepción cuando haya delegación expresa corresponde al gobierno. En el artículo
41 las provincias han delegado en la Nación el poder de dictar las normas de Presupuestos Mínimos para
tutelar el ambiente (respetando las jurisdicciones locales) y se han reservado la facultad de establecer
normas para complementar los presupuestos mínimos. Los presupuestos mínimos son normas que
conceden una tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional, imponiendo
condiciones necesarias para la protección ambiental. Deben asegurar la preservación ambiental y el
desarrollo sustentable y es facultad de la Nación. Sin embargo, la regulación del aprovechamiento y uso
de los recursos naturales, constituyen potestades reservadas a las Provincias en las que se encuentran
situados y no son delegadas a la Nación. En consecuencia, el objeto de las leyes de presupuestos mínimos
debe ser el de protección ambiental del recurso y no el de su gestión, potestad de las provincias. Así
entonces, vemos que las Normas de Presupuestos Mínimos son leyes del Congreso de la nación (12 hasta
ahora), de orden publico que rigen uniformemente en todo el territorio de la republica y garantizan un
umbral básico de protección ambiental. Sus limitaciones son el no poder regular la gestión de recursos
naturales, que le pertenece a la provincia, y no alteren jurisdicciones locales. Las provincias, por su parte,
pueden dictar normas complementarias, pero no pueden imponer un nivel de protección inferior al de las
leyes nacionales, si estándares de tutela iguales o más elevados.

Finalmente, el cuarto párrafo prohíbe el ingreso al país de residuos peligrosos y radioactivos. Esta
prohibición fue fuertemente impulsada por movimientos ecologistas o ambientalistas. Se ubica en este
articulo por la limitación de la norma de necesidad de reforma constitucional que habilitaba a la
convención a debatir la preservación del medio ambiente pero solo debía estar consagrada en un solo
artículo que estuviera en la primera parte de la Constitución, por esto no se lo concede como una
atribución del Congreso. El articulo hace referencia a residuos peligrosos; residuos potencialmente
peligrosos, aquellos peligrosos pero que, acondicionados de determinada manera, pueden ser considera-
dos como que carecen de esa peligrosidad; y residuos radioactivos, aquellos que, si bien son residuos
peligrosos, se consideró necesario hacer esa particularización porque generalmente todos los residuos
nucleares se tratan de manera independiente en el ámbito internacional.
Es importante destacar que el bien jurídico que protege el articulo 41 es el equilibrio ambiental y no la
salud humana. Estos igualmente están conectados, gracias a que yo protejo el ambiente y la diversidad
biológica, se produce una adecuada calidad de vida. Rosatti pone un ejemplo de protección a un
cocodrilo. Esta protección se realiza ¿porque forma parte de una cadena biológica, con prescindencia del
uso que de él haga el hombre? (tal sería la respuesta del equilibrio medioambiental como bien jurídico
protegido); ¿o porque el hombre “necesita” cocodrilos, ya sea para incorporarlos a la cadena productiva
o verlos en un zoológico? (tal sería la respuesta de la salud humana como bien jurídico protegido). Se
debe proteger al cocodrilo para que este siga viviendo, porque integra la cadena biológica que el hombre
no inventó, sino que heredó.

Dominio y jurisdicción sobre los recursos naturales.


La discusión acerca del dominio originario de los Recursos Naturales tiene muchos años. Antes de la
Constitución Nacional de 1853 el debate se dio en términos “precarios” desde el punto de vista jurídico,
pero luego de la sanción de la misma, y a partir de la organización federal diseñada para el Estado, el
tema permaneció siempre presente en tono de polémica.
Los partidarios de conceder el dominio de los recursos naturales a las provincias sustentaron la tesis en
un argumento histórico muy simple pero real: las provincias preexisten a la Nación. Por ello, más que a
una “concesión”, la referencia debiera sustanciarse en términos de “respeto”, pues teniendo las
provincias entidad autónoma antes que la República y siendo claro que los recursos naturales existentes
en sus territorios les pertenecían, sólo había lugar para acatar o respetar esa prexistencia.
Los fundamentos de quienes abogaban por el dominio de los recursos naturales en cabeza del estado
nacional fueron de índole estratégica. Parten de un convencimiento acerca de la falta de recursos
técnicos, económicos y humanos por parte de las provincias para llevar adelante una gestión adecuada,
frente a la necesidad de nuestro país de lograr un aprovechamiento racional y sustentable de los mismos.
Añaden que la estabilidad y previsibilidad de planificación política, económica, energética, etc. que
otorgaría la administración de los recursos por parte del poder nacional, sería mayor a los resultados
obtenidos por las provincias, caracterizadas por distintas situaciones geográficas, climáticas y productivas
y por desiguales contextos económicos y sociales.
Varias leyes y jurisprudencia trataron este tema. Un famoso precedente de 1979 discutió la validez de
una concesión de explotación sobre un yacimiento de petróleo que había efectuado la provincia de
Mendoza y hasta la propia CSJN evidencio desacuerdo entre sus miembros.
Finalmente, la reforma del 94 clausuro el debate al considerar en el art 124 que el dominio de los
recursos naturales les corresponde a las provincias. Sin embargo, cabe hacer una diferenciación
importante entre dominio y jurisdicción, el primero es el derecho real que otorga facultades de usar,
gozar y disponer de una cosa, dentro de los límites previstos por la ley. La jurisdicción es la potestad de
regular, gestionar, sancionar, la cosa y las relaciones. Así, las provincias tienen el dominio originario
de sus recursos naturales, pero no necesariamente tienen jurisdicción sobre estos. El dominio es
originario porque las provincias son prexistentes a la Nación, no es absoluto ya que en ciertas
circunstancias ceden la jurisdicción de sus recursos. El Congreso cuenta con potestad de regular las
relaciones jurídicas que se derivan del uso de recurso naturales de las provincias al momento en que
sanciona la Ley de Presupuestos Mínimos, respetando sus límites. Se debe así asegurar un sistema de
coparticipación razonable, previsible y equitativo, buscando la adaptación de la gestión de los recursos
naturales para cumplir de la mejor manera posible el proyecto ambiental de federalismo que establece la
Constitución Nacional.

El proceso de constitucionalización del ambiente en las provincias argentinas.


Si comparamos con otros países de América Latina, este proceso se produjo con bastante retroceso en
nuestra Republica. Brasil, Colombia, Uruguay, Paraguay y hasta Perú lo hicieron con anticipación.
Además, la cláusula ambiental en nuestra CN, se incorporó hasta tiempo después que se introdujo en
muchas constituciones provinciales. Esto se produjo por varios factores: podemos mencionar el retorno a
la democracia, después del oscuro y trágico periodo de dictadura militar, donde se produjo un proceso de
reformas constitucionales para asegurar el régimen democrático institucional, consagrando derechos
fundamentales que garanticen el estado de derecho, incluyendo así al derecho al ambiente. Otro aspecto
importante fue creciente protagonismo que venía adquiriendo en los últimos años la cuestión ambiental,
a partir de 1970, especialmente por la idea de desarrollo sustentable y los principios en materia
ambiental.
El auge de la idea del ambiente sano como derecho humano era irreversible y estaba ello siendo
plasmado en los ordenamientos jurídicos de todo el mundo, lo que dio lugar a la incorporación en las
constituciones provinciales.
La Provincia de Salta fue una de las pioneras. Reformó su Constitución en 1986, incorporando el derecho
a gozar de un ambiente sano y las obligaciones de los Estados a preservarlo. Al año siguiente se sumó
Córdoba, y en 1988 también se agrego Rio Negro y Catamarca.
Poco a poco, las constituciones provinciales fueron incorporando normas ambientales. A medida que
avanzamos en el tiempo se observa mayor precisión técnica y un incremento en el contenido de las
cláusulas ambientales. Quizá la mejor muestra de ello la brinde la Constitución de Entre Ríos, reformada
en 2008. La misma, luego de reproducir casi textualmente en su art. 22 el texto del art. 41 C.N., tutela
también otros bienes y valores que demuestran la verdadera extensión del concepto de ambiente, que va
más allá de las meras cuestiones ecológicas. Así, protege a la cultura como derecho fundamental,
promoviendo la difusión del folclore y las artesanías, el reconocimiento a la identidad y respeto a la
diversidad cultural, la protección, preservación y divulgación de los bienes culturales, el Estado debe fijar
la política ambiental y garantizar la aplicación de los principios ambientales, asegurar la preservación,
recuperación, mejoramiento de los ecosistemas y sus corredores biológicos y la conservación de la
diversidad biológica y promover el consumo responsable, el uso de tecnologías y elementos no
contaminantes, entre otros. Incorporar instrumentos de gestión ambiental como la evaluación ambiental,
el libre acceso a la información, la participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones que
afecten derechos y la educación ambiental, etc.
Para finalizar, es menester decir que la Provincia de Santa Fe –unas de las pocas que aún no ha
reformado su Constitución– no contiene previsiones en materia de tutela ambiental. Sólo se encuentran
breves referencias a la protección de la salud como derecho fundamental del individuo y algunas
destinadas a imponer obligaciones en cabeza del Estado que, aunque pudieran implicar una protección
indirecta sobre algunos recursos, persiguen más bien el propósito de resguardar actividades de la
economía de la región: promover la explotación de la tierra, proteger el suelo de la degradación y
erosión, conservar y restaurar la capacidad productiva de las tierras y estimular el perfeccionamiento de
las bases técnicas de su laboreo, resguardar la flora y la fauna autóctonas y proyectar ejecutar y fiscalizar
planes orgánicos y racionales de forestación y reforestación.
Es de esperar una futura reforma de la constitución provincial que se nutra de los mejores modelos
constitucionales que ha dado nuestro país para lograr una adecuada tutela constitucional del ambiente,
sus elementos y recursos.

La figura del Amparo Ambiental.


Es importante destacar la frase del jurista brasilero Benjamín que destaca que no hay derecho sin acción,
si no hay acción sería una mera declaración de derechos.
La CSJN dijo también que donde hay derecho debe haber remedio legal para hacerlo valer, la garantía
existe por el solo hecho de estar en le CN, no pueden dependen de reglamentación o algún obstáculo que
limite la vigencia de estas garantías.
El Tribunal en el caso “Halabi” menciono la categoría de 3 derechos diferentes:
Derechos individuales: son aquellos derechos subjetivos que pertenecen a un titular, un derecho
disponible individualmente.
Derechos de incidencia colectiva de bienes colectivos: protege bienes jurídicos de naturaleza y titularidad
colectiva, por lo que le pertenece a toda la comunidad. No es divisible por lo que no puede ser apropiado
por particulares, ni tampoco excluirse a algún individuo al momento de la protección. Cuando se reclama
la vigencia de este derecho, un daño o perjuicio la pretensión se enfoca en la faz colectiva. Existe una
legitimación más amplia para ejercer este derecho, llamada extraordinaria o anómala, ya que faculta para
promover amparo al defensor del pueblo, a ONG y el propio afectado. Ej.: derecho al ambiente.
Derechos de incidencia colectiva que refieren a intereses individuales homogéneos: no existe un bien de
titularidad colectiva afectado, sino que se afectan derechos e intereses divisibles, sin embargo, la
incidencia colectiva radica en que existe una homogeneidad fáctica, un solo hecho o norma que provoca
una afectación a intereses individuales conectados. Es razonable realizar un solo juicio colectivo donde la
sentencia tenga carácter expansivo y beneficie a todos los involucrados. La pretensión se debe focalizar
en el aspecto colectivo, ya que se afecta de manera común o análoga. Están legitimados el afectado, el
defensor del pueblo y las ONG. Ej.: derechos de consumidores y usuarios.
El amparo se incorporó a partir de la reforma de 1994 en el art. 43, que regula el amparo individual y el
colectivo. El amparo es una vía rápida o expedita donde la víctima de un derecho vulnerado puede
reclamar para que se restablezca el ejercicio o pleno goce de un derecho que está siendo vulnerado. El
amparo no es una excepción o vía subsidiaria, es una alternativa principal cuando hay una lesión de un
derecho reconocido en la Constitución para asegurar su rápido restablecimiento.
El amparo colectivo, o amparo ambiental, es un mecanismo adecuado de protección inmediata de
derechos colectivos, o en este caso derechos para preservar un ambiente sano y equilibrado. Se legitima
para reclamar esta acción no solo al afectado, sino también al defensor del pueblo y a organizaciones no
gubernamentales que tengan en sus objetivos la protección del ambiente.
Se han elaborado distintas posturas e interpretaciones sobre el “afectado”; cuando la CN habla de
afectado hace referencia al titular de un derecho de incidencia colectiva o interés difuso.

UNIDAD 8
EL ESQUEMA LEGAL ARGENTINO – LGA.
Discusión sobre la codificación del Derecho Ambiental y el sistema de presupuestos
mínimos.
Nuestro esquema legal, desde el punto ambiental, se configura:
Constitución Nacional - Leyes y tratados internacionales con jerarquía constitucional.
Leyes de Presupuestos Mínimos.
Código Civil y Comercial.
Leyes provinciales y ordenanzas municipales.

Actualmente, en nuestro país, existen numerosas leyes en materia ambiental, pero no contamos con
ninguna codificación, no disponemos de un Código Ambiental Nacional. Lo que género, y genera,
numerosos debates sobre la necesidad de una codificación.

En los últimos años, es tendencia la codificación del Derecho Ambiental. En Francia, por ejemplo, esto se
venía reclamando hace muchos años y finalmente en 2007 se consolido un Código Ambiental. Esto se fue
extendiendo a países como Suiza, Suecia, Italia, que han comenzado con distintas regulaciones para
sancionar este Código. Se consideran así que el siglo XXI será el de la codificación ambiental.

En nuestro país, en 2002 se sancionaron leyes que establecen presupuestos mínimos ambientales que
proveen normas uniformes para todo el país protectoras del ambiente. También se sanciono la ley
general del ambiente 25.675, que fue recibida gratamente por la comunidad jurídica y los sectores
productivos. Se la necesitaba y se la usa con entusiasmo.

Encontramos autores que postulan la necesidad de consolidar en un cuerpo sistemático normas


ambientales, ya que el conjunto de normas distribuidas en el ordenamiento jurídico no alcanza para
resolver las cuestiones de derecho ambiental que se produce, se necesita de un código que facilite la
interpretación y aplicación de todo el sistema jurídico ambiental. Por su parte, otras opiniones que
consideran que esto no es necesario porque cristalizaría al derecho ambiental que tiene dinámica y
paradigmas propios, un derecho que siempre está en constante movimiento.

La legislación nacional. Ley General del Ambiente. Introducción.


La Ley General del Ambiente 25.675, protección ambiental, fue sancionada y promulgada en 2002.
Funciona como una superley rectora de las demás de política ambiental y establece los presupuestos
mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección
de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo sustentable.
Esta ley rige en todo el territorio de la Nación y sus disposiciones son de orden público, buscando el
interés general para la sociedad, el pueblo y la Nación.
Encontramos en su art. 4 una serie de principios que establece que la interpretación y aplicación de esta
ley y de toda otra norma donde se ejecute la política ambiental estará sujetas al cumplimiento de los
principios de: Congruencia, Prevención, Precautorio, Equidad Intergeneracional, Progresividad,
Responsabilidad, Subsidiariedad, Sustentabilidad, Solidaridad y Cooperación.
El Artículo 5 indica que los distintos niveles de gobierno integrarán en todas sus decisiones y actividades
previsiones de carácter ambiental, tendientes a asegurar el cumplimiento de los principios ambientales.
En el art. 6 se regulan los presupuestos mínimos, estos son normas que realizan una tutela del ambiente
uniforme o común para todo el territorio nacional, imponiendo condiciones necesarias para asegurar la
protección ambiental, garantizando la dinámica de los sistemas ecológicos, asegurar la preservación
ambiental y el desarrollo sustentable.
La ley también regula instrumentos de política y gestión ambiental, como la evaluación del impacto
ambiental, la educación ambiental, la información ambiental, el ordenamiento ambiental, entre otros.

Competencia judicial.
El art. 7 consagra que la aplicación de la ley les corresponde a los tribunales ordinarios. En los casos que
el acto, omisión o situación generada provoque efectivamente degradación o contaminación en recursos
ambientales interjurisdiccionales, la competencia será federal.
Fallos interesantes:
Autos: “Roca, Magdalena s/inconstitucionalidad. La CSJN en 1995, al resolver una acción de
inconstitucionalidad de una ley de la Provincia de Bs. As para un convenio de construcción de un murallón
con el Rio de la Plata, considera que es competencia de los poderes locales todo lo concerniente a
protección ambiental.
Autos “Lubricentro Belgrano”, la CSJN sostuvo que es competente la justicia local, en este caso Provincia
de Bs. As, por el secuestro de materiales con restos derivados de hidrocarburos, arrojados en un
contenedor de residuos domiciliarios, si no se acredita que los desechos pudieran haber afectado a
personas o al ambiente fuera de los límites de la provincia.

El sistema federal ambiental: El Pacto Federal Ambiental.


El Sistema Federal Ambiental desarrolla la coordinación de la política ambiental para lograr el desarrollo
sustentable, entre Nación, provincias y CABA
El Pacto Federal Ambiental fue dictado en Bs. As. en 1993 donde Nación y Provincias acuerdan: promover
políticas ambientales adecuadas en el territorio, estableciendo Acuerdos Marcos entre los Estados
Federales y la nación, que den mayor eficiencia a la preservación del ambiente, promover a nivel
provincial la unificación y/o coordinación de organismos que se relacionen con la temática ambiental, los
Estados reconocen al Consejo Federal de Medio Ambiente como un instrumento válido para la
coordinación de la política ambiental en la República Argentina, se comprometen a compatibilizar en sus
jurisdicciones sobre legislación ambiental y se comprometen a impulsar y adoptar políticas de educación
para la protección y preservación del ambiente.

El rol del CO.FE.MA.


El Consejo Federal del Medio Ambiente (COFEMA) tiene su origen en el Pacto Federal de 1993.
Estableció su Acta Constitutiva en 1996. Este organismo tiene como principio rector el federalismo, y
coordinara la política ambiental entre nación, provincias y CABA, promoviendo programas de gestión del
medio ambiente, formulando políticas de utilización de recursos, controlando estudios de impacto
ambiental, entre otras tareas.
Es una persona jurídica de derecho público constituida por los Estados que lo ratifiquen. Estos se obligan
a adoptar las reglamentaciones que resuelva la Asamblea en forma de resolución, la cual tiene efecto
vinculante. También puede expedir recomendaciones las que no serán obligatorias para los Estados. Se
reunirá en Asambleas Ordinarias y Extraordinarias. El COFEMA está compuesto por el Ministro de
Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, como representante del Estado nacional y por la máxima
autoridad ambiental de cada una de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ley de presupuestos mínimos.


Los presupuestos mínimos son normas que conceden una tutela ambiental uniforme o común para todo
el territorio nacional, imponiendo condiciones necesarias para la protección ambiental. Deben asegurar la
preservación ambiental y el desarrollo sustentable y es facultad de la Nación su regulación.
Hasta la actualidad se han dictado 12 leyes de presupuestos mínimos entre las que podemos destacar:
Ley 25.612 de Residuos Industriales y actividades de servicio
Ley 25.688 de Gestión de Aguas
Ley 25.831 de Acceso a la Información Ambiental
Ley 26.331 de Protección Ambiental de los Bosques Nativos
Ley 26.562 de Control de Actividades de Quema
Ley 26.639 de protección de glaciares y ambiente periglaciar
Ley 26.815 de creación del Sistema Federal de Manejo del fuego.
Ley 27279 de Productos Fitosanitarios
Ley 27520 de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático global.

Vinculación del Código Civil y Comercial y la Ley Ambiental:


El art. 1 del CCyC establece que la interpretación de este deberá hacerse conforme la CN, al incorporarse
en 1994 el derecho al ambiente en la CN al momento de aplicación de la norma por parte del juez se
deberá ponderar las reglas y los principios constitucionales de derecho ambiental.
Además, el artículo 2º dispone que “la ley debe ser interpretada teniendo en cuenta los principios y los
valores jurídicos”, teniendo en cuenta así los principios que encontramos en la Ley General del Ambiente.
Estos principios y valores cumplen un papel relevante en la defensa del ambiente.
Podemos mencionar el abuso de derecho (art. 14), los derechos de incidencia colectiva (art. 240), que
llevan a decir que el derecho se está poniendo “más verde”

UNIDAD 9
Instrumentos de Gestión Ambiental.

Los Instrumentos de Gestión Ambiental los encontramos regulados en el art. 8 de la Ley General del
Medio Ambiente, en su segunda parte. Son las herramientas de las que se valen, tanto la Administración
Pública como los particulares, para cumplir los objetivos propuestos por la política ambiental de la
Nación. Consisten en distintas regulaciones normativas, mecanismos de incentivo, control o prohibición
de actividades y modos de generar conciencia acerca de las prácticas necesarias para proteger el
ambiente.
Son instrumentos muy importantes. Están reguladas en el ámbito local y han merecido consagración
internacional –y, en algunos casos, elevados a la categoría de principios ius ambientales– en los distintos
instrumentos jurídicos existentes en la materia.
La enumeración que realiza el art. 8 no es una regulación cerrada, ya que la lista de instrumentos de
regulación ambiental es más amplia. La ley regula otros instrumentos como por ej. el seguro ambiental en
el art. 22, el cual es un instrumento ambiental y no está regulado en el art. 8.
Luego del artículo 8, la ley comienza a enumerar específicamente en los artículos siguientes los diferentes
instrumentos. Sin embargo, podemos apreciar que existen ciertas leyes de presupuestos mínimos que
regulan los instrumentos ambientales de manera más amplia, completando así los artículos de la ley
25.675, por ej. la Ley 25.831 de Acceso a la Información Ambiental.
Estas medidas son de competencia mayormente local, reguladas por la provincia. La legislación Nación
establecerá sus presupuestos mínimos o cuestiones compartidas por más de una legislación

El ordenamiento ambiental del territorio.


Se encuentra en la ley general del ambiente en el art. 9 y 10. No hay ley de presupuestos mínimos
específicos sobre este tema.
El Ordenamiento Ambiental del Territorio (OAT) es un instrumento o herramienta de gestión y política
ambiental que regula espacialmente las actividades productivas y sociales que coexisten en un
determinado territorio, siendo sus fines primordiales promover el uso racional de los recursos naturales y
la concertación de los intereses de los actores sociales que comparten este espacio, garantizando la
mínima degradación del territorio, promoviendo la participación social.
El tradicional concepto de Ordenamiento Territorial estaba destinado a organizar el espacio en sus
aspectos económicos y sociales, con una mera planificación de los usos del suelo, donde predominaba el
derecho de dominio, por sobre intereses colectivos, comunes o sociales. Se caracterizaba por ser
abordado por un proceso tecnocrático, elaborado por funcionarios y expertos con escasa o nula
participación de la ciudadanía.
Actualmente nos encontramos con un concepto más moderno, donde agrega y estudia al ambiente,
concibiéndolo con las comunidades y las actividades productivas como un todo integral. Predominan los
intereses colectivos y es un proceso más participativo, se incluye la participación ciudadana. Hay un
proceso más sistémico, integrador, con un uso racional del territorio y de los recursos, y toma en cuenta
los intereses de los distintos actores en juego. Por ej.: en el caso de los bosques nativos encontramos la
actividad productiva que se puede hacer, las comunidades originarias, grupo de campesinos, etc.
El ordenamiento ambiental del territorio necesita de una integración permanente con otras
herramientas, como la Evaluación de Impacto Ambiental o, el instrumento de gestión de acceso a la
Información Pública ya que no puede haber una participación en el diseño de políticas públicas
ambientales, si la información no se encuentra o es de difícil acceso para la ciudadanía.
El ordenamiento ambiental del territorio es un sostén en la democracia participativa. La participación es
un requisito de validez en los procesos de toma de decisiones públicas. Se encuentra regulada en varios
artículos de la Ley General del Ambiente, específicamente el art. 21 establece que se debe asegurarla en
los procesos de OAT y EIA.
El ordenamiento del territorio, se lo puede encontrar en algunas leyes de presupuestos mínimos. La Ley
de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, por ej., dada la situación alarmante que atraviesa
nuestro país en materia de desmontes, considera que el OAT tiene un rol clave para la conservación y
protección de los bosques nativos. Este debe promover la conservación del territorio de los bosques
nativos. La ley estableció que las provincias deben realizar el ordenamiento de los bosques nativos en su
territorio de acuerdo a criterios de sustentabilidad, lo que llevo a que hoy en día cada provincia sancionó
su ley de OAT de bosques nativos.
También la Ley de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático hace
referencia al OAT. Estableciendo que las autoridades competentes de cada jurisdicción deberán
establecer medidas y acciones para evaluar los impactos del Cambio Climático planificando un
ordenamiento territorial que contemple el uso del suelo de manera sostenible.
Son varias las provincias que tienen regulación sobre este instrumento. Santa Fe lo contempla en la ley
del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, donde para preservar, proteger, recuperar el
medioambiente se debe desarrollar un ordenamiento territorial en función de un desarrollo sustentable.
Luego del fallo Mendoza se crea por Ley la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) la cual tiene
facultades de regulación y control de las actividades industriales, la prestación de servicios públicos y
cualquier otra actividad con incidencia ambiental en la cuenca, pudiendo intervenir administrativamente
en materia de prevención, saneamiento, recomposición y utilización racional de los recursos naturales. En
particular, la Autoridad está facultada para: realizar una planificación del ordenamiento ambiental del
territorio afectado a la cuenca.

La evaluación de impacto ambiental.


Toda acción humana provoca un impacto en el ambiente, por mínimo que este sea. Así, impacto
ambiental será toda alteración o modificación del ambiente, ocasionada por la acción del hombre que
puede tener un efecto positivo o negativo.
Los impactos negativos desafortunadamente son mucho más importantes y cobran mayor trascendencia.
Existen actividades, trabajos, acciones, etc. que, aunque pueden ocasionar un impacto negativo, no por
ello son considerados como generadores de daño ambiental, para que un impacto ambiental pueda ser
considerado daño debe cobrar una magnitud considerable y ser relevante.
La Evaluación de Impacto Ambiental es un procedimiento técnico-administrativo destinado a identificar
los posibles impactos ambientales negativos que un proyecto, obra, actividad o emprendimiento es
susceptible de ocasionar, con la finalidad de prevenir o mitigar esos posibles impactos o, en su defecto,
de no autorizar la realización de dicha actividad, obra o proyecto.
La Ley General del Ambiente dedica tres artículos a su regulación. En el art. 11 se establece la regla
general donde “Toda obra o actividad que, en el territorio de la Nación, sea susceptible de degradar el
ambiente, alguno de sus componentes, o afectar la calidad de vida de la población, en forma significativa,
estará sujeta a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental, previo a su ejecución.”
Así, cualquier obra, actividad, emprendimiento, proyecto que sea susceptible de ocasionar un impacto
relevante en el ambiente del territorio argentino debe atravesar –previo a su autorización y comienzo de
ejecución– el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental. No puede darse inicio o curso a
ninguna obra o actividad si previamente no se realiza esto.

Esta evaluación ha alcanzado la categoría de Principio Autónomo de Derecho Ambiental, siendo


incorporado en 1982 en la Carta de la Naturaleza. Es un instrumento multidisciplinario ya que en el
proceso intervienen diversas disciplinas científicas por la necesidad del auxilio de otras ramas del
conocimiento. Es un mecanismo de índole preventivo, su objeto primordial es prevenir daños
significativos que tienen alto grado de probabilidad de producirse si no se toman las medidas adecuadas
para evitarlo. Es de carácter previo ya que se realiza con anterioridad al comienzo de la actividad. La
realización del procedimiento no exonera de responsabilidad al autor del daño ambiental, así producido
el perjuicio se generarán las responsabilidades administrativas, civiles y penales que correspondan con
independencia de que se hubiese realizado el procedimiento de E.I.A. y hubiese obtenido el certificado de
aptitud ambiental. Es esencialmente participativa, la participación es imprescindible y constituye un
requisito de validez del procedimiento. Además, es un procedimiento de implementación compleja y
costosa, ya que se requiere la confluencia de distintas disciplinas lo que demanda generalmente
importantes erogaciones económicas.

ETAPAS DE LA EVALUACION AMBIENTAL.


Categorización:
El Procedimiento da comienzo con una manifestación que debe formular el interesado –particular,
persona física o jurídica– en llevar a cabo la obra o actividad en cuestión, ante la Administración. En dicha
presentación, que tiene carácter de declaración jurada, el titular pone en conocimiento de la Autoridad el
tipo de obra que desea desarrollar. Las distintas normas provinciales que regulan el procedimiento
disponen de un formulario de presentación.
Efectuada la presentación, la Administración procede a la categorización de la actividad, obra o
emprendimiento según el grado de impacto ambiental susceptible de ocasionar, existen tres niveles de
riesgo: bajo o nulo impacto ambiental, mediano impacto ambiental y alto impacto ambiental. En caso de
que la obra o actividad se encuentre encuadrada dentro de la primera categoría, estará exenta de
efectuar el procedimiento. Por el contrario, si la actividad puede presumiblemente ocasionar un mediano
o alto impacto en el ambiente el procedimiento de Evaluación es obligatorio y el titular de la obra debe
continuar con las etapas siguientes. Algunas actividades de alto impacto ambiental son: autopistas,
autovías, líneas de ferrocarril, puertos, aeropuertos, centrales de producción de energía eléctrica,
parques industriales, etc.
El estudio de impacto ambiental:
Es la segunda etapa de la evaluación ambiental. Es un documento o informe privado que realiza el
interesado (a su costo) acerca de su proyecto, contiene una descripción detallada de la obra o actividad a
realizar (indicando el plan de trabajo, inversiones a efectuar, desarrollo técnico, equipamiento a utilizar,
etc.), la identificación de las consecuencias sobre el ambiente y las acciones destinadas a mitigar los
efectos negativos. Implica la realización de estudios científicos que requieren de una intervención de
organismos o instituciones especializados.
Se debe prever un sistema de alternativas, en defecto de las medidas previstas para mitigar los posibles
impactos y, además un plan de monitoreo o seguimiento para verificar que las medidas y dispositivos
previstos se cumplan.

La etapa de discusión:
En esta etapa se debate acerca de la veracidad y rigurosidad técnica y científica del estudio realizado por
el interesado sobre las características de la obra o actividad y los efectos nocivos que puede ocasionar.
Este debate se realiza en doble instancia: por un lado, la Administración evalúa si el e.i.a. cumple con los
requisitos de fondo y de forma previstos en la legislación y si reúne los recaudos de procedencia y
pertinencia en materia técnica. Para esto recurre a organismos o instituciones idóneos (centros de
investigación, ONG dedicadas al quehacer científico, universidades, etc.) que se expiden a través de un
dictamen técnico. La otra instancia de debate es la participación ciudadana. La discusión del proyecto en
el marco de la participación de la ciudadanía es un requisito de validez del procedimiento, es esencial y
obligatoria, a tal punto que el no cumplimiento (o su cumplimiento defectuoso) implica la nulidad del
procedimiento y la responsabilidad de los funcionarios públicos. Esta además cumple una función de
validación social del proyecto, la licencia social es un factor de gran importancia para que obras o
actividades puedan desarrollarse sin obstáculos ni interferencias. Las autoridades deberán
institucionalizar procedimientos de consultas o audiencias públicas como instancias obligatorias para
aquellas actividades que puedan generar efectos negativos y significativos sobre el ambiente. Se debe
garantizar una participación auténtica, libre e informada de las personas, así, si bien la audiencia pública
es el mecanismo más difundido y utilizado, ello no invalida la existencia y utilización de otros
instrumentos que pueden ser igualmente útiles: los plebiscitos, los referéndums, encuestas, etc. Sin
embargo, la opinión u objeción de los participantes no será vinculante para las autoridades; pero en caso
de que éstas presenten opinión contraria a los resultados de audiencia pública deberán fundamentarla.
Así, se puede aprobar el estudio haciendo caso omiso a las opiniones u objeciones de la ciudadanía ya
que la participación implica la posibilidad de expresar ideas, opiniones, criticas, sugerencias en el
procedimiento. Sin embargo, si la decisión de la Autoridad es contraria deberá fundarse y hacerse
pública, se debe confiar en la Administración y delegar las decisiones que hacen al bienestar general.

La declaración de impacto ambiental.


Finalizado el debate acerca de la procedencia, llega el momento en que la Administración se expide a
través de la declaración de impacto ambiental. Este es el acto administrativo final de la Autoridad donde
se declara la existencia o no de impacto ambiental. Existen tres posibilidades:
 Que se aprueba el estudio de impacto ambiental.
 Que no se apruebe el estudio de impacto ambiental.
 Que se ordenen efectuar modificaciones, aclaraciones etc.
Como todo acto administrativo, la declaración de impacto ambiental debe estar fundada y, con ella, se
pone fin formalmente al procedimiento. Sin perjuicio de esto, el procedimiento puede ser revisado.

El Certificado de Aptitud Ambiental.


Aprobado el estudio de impacto ambiental se emite el certificado de aptitud ambiental. Es un documento
expedido por la autoridad administrativa que acredita el cumplimiento satisfactorio del procedimiento de
Evaluación de Impacto Ambiental a los fines de la aprobación de la obra, actividad o proyecto que se
desea realizar.
En virtud de esto, el titular o interesado acredita que la misma no es susceptible de ocasionar impactos
ambientales negativos relevantes o que, siéndolo, se han adoptado las medidas y recaudos necesarios
para que tales impactos no se produzcan.
La obtención del certificado de aptitud ambiental, no obstante, no implica la autorización lisa y llana para
comenzar con los trabajos, sólo implica que las previsiones necesarias en materia de tutela ambiental han
sido suficientemente satisfechas.
Por ende, habrán de completarse el resto de las diligencias y recaudos propios de los procedimientos en
materia de habilitación, autorización, etc. necesarios según la actividad de que se trate.
El plan de seguimiento o monitoreo.
Si bien esta etapa se verifica fuera del procedimiento de E.I.A, en sentido amplio el plan de seguimiento o
monitoreo es parte del procedimiento, pues sirve para verificar si el estudio ha resultado idóneo de la
prevención de posibles impactos ambientales negativos.
Además, el e.i.a. debe prever este programa de control, de modo que la comprobación de la efectividad
es un dato esencial no sólo para establecer si el e.i.a. ha sido adecuado y su implementación positiva, sino
para velar por la efectiva tutela del ambiente. El seguimiento de la actividad debe efectuarse por parte
del propio interesado, quien tiene la obligación de denunciar ante la autoridad cualquier irregularidad
que pueda advertir, pero también está en cabeza de la administración, como parte del poder de policía
propio de sus funciones.

La educación ambiental.
El término Educación Ambiental es propuesto por primera vez en la Conferencia de la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza (UICN) realizada en París en 1948.
En el Siglo XX puede observarse el surgimiento de la Educación ambiental no sólo como una nueva
disciplina sino como una nueva dimensión que requiere tratamiento interdisciplinario y transdiciplinario.
Se ha desarrollado en numerosas conferencias, informes, etc. destacando su importancia y necesidad.
Hay numerosas definiciones sobre educación ambiental, podemos mencionar en 1970 la Carta de Nevada
de la UICN, que define a la educación ambiental como un proceso de reconocer valores y clarificar
conceptos para desarrollar habilidades necesarias para comprender las interrelaciones entre el hombre,
su cultura y sus entornos. Incluye la practica en la toma de decisiones y la auto formulación de un código
de conducta sobre los problemas que se relacionan con la calidad ambiental.
En la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente en Estocolmo, Suecia, en
1972 -donde nació el derecho ambiental- se menciona la importancia de una educación ambiental. El
PNUMA y la UNESCO, en la actualidad, trabajan para una educación internacional que soporte los
desafíos ambientales.
En los objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU, se encuentra la Educación Ambiental en el 4 objetivo
que garantiza una educación de CALIDAD y equitativa.
La Educación ambiental constituye un proceso continuo de formación. Procura la formación en valores,
comportamientos y actitudes de ciudadanos conscientes y conocedores de los problemas ambientales,
así como el desarrollo de habilidades para enfrentar situaciones reales. Genera una relación entre
educación y códigos de conducta personal y social.
Marco legal Nacional:
Podemos encontrarla en la CN en el art. 41.

La Ley General del Ambiente N° 25.675, la estableció también en varios de sus artículos. En sus artículos
14 y 15 la considera como el instrumento básico para generar en los ciudadanos, valores y
comportamientos acordes con un ambiente equilibrado, para la preservación de los recursos naturales,
su utilización sostenible, y una mejor calidad de vida de la población. Es un proceso continuo y
permanente, sometido a constante actualización.

También podemos encontrarla regulada en algunas leyes de presupuestos mínimos ambientales en


nuestro país como: la Ley de Gestión de Residuos Domiciliarios, la Ley de Protección de Glaciares, la Ley
de Manejo del Fuego, entre otras.

La Ley de Educación Nacional, establece también que se deberán disponer medidas y modalidades con la
finalidad de promover valores, comportamientos y actitudes que sean acordes con un ambiente
equilibrado y la protección de la diversidad biológica, la preservación de los recursos naturales y a su
utilización sostenible y que mejoren la calidad de vida de la población.

La educación ambiental es un proceso fundamental para la búsqueda de caminos que posibiliten la


construcción de una sociedad justa, participativa y diversa; convirtiéndose en un instrumento de gestión
de suma importancia para la Política Ambiental.
En 2006, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación creó la Dirección de Educación
Ambiental, donde se busca promover que las prácticas educativo- ambientales se configuren como
espacios de discusión crítica, con el fin de incentivar y apoyar los procesos de cambio tendientes a un
desarrollo sustentable.
Marco legal provincial:
Es receptada en varias provincias como: Santa Fe, Entre Ríos, Bs. As, Córdoba, Rio Negro, Chaco,
Misiones, Chubut.
Marco jurisprudencial:
El derecho a la educación ambiental puede ser exigido o reclamado ante las autoridades judiciales, ej.:
Vecinos por un Brandsen Ecológico Soc. Civil c/ Prov. de Buenos Aires y otros.
La asociación “Vecinos por un Brandsen Ecológico” dedujo acción de amparo por daño ambiental
colectivo, contra Buenos Aires, el Estado Nacional, la Municipalidad de Coronel Brandsen y Coordinación
Ecológica Área Metropolitana del Estado a fin de impedir la instalación de un relleno sanitario en dicha
jurisdicción. A su vez, peticionó que las demandadas implementen un programa de educación para la
ciudadanía y que informen acerca del estado actual del ambiente y de los efectos que se producen.

Municipalidad de Rosario c/ Prov. de Entre Ríos.


Miguel Lifschitz, intendente de Rosario, Provincia de Santa Fe, promueve amparo contra Entre Ríos y
Buenos Aires, a fin de que cese el daño ambiental producido por las quemas indiscriminadas y reiteradas
de pastizales, que se realizan en las islas de río Paraná y en el área noroeste bonaerense. Asimismo,
ordena a los Estados provinciales demandados a la declaración de emergencia ambiental del ecosistema,
la prohibición inmediata de la quema de pastizales en la zona, la implementación de un ordenamiento
ambiental del territorio, la realización de un estudio de impacto ambiental a cargo de las universidades
nacionales de la zona y el desarrollo de un programa de educación e información ambiental.
El sistema de diagnóstico e información ambiental.
La información y la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas son elementos esenciales
de todo Estado de Derecho. Es imprescindible, por parte de los gobernantes, que los individuos puedan
acceder una información adecuada que les permita entender y conocer razonablemente la temática
ambiental para el momento de participación.

En 1992, en la declaración de Rio, se introdujo el Principio número 10 que establece que toda persona
debe tener acceso adecuado a la información sobre medio ambiente por parte de las autoridades
públicas. Además, debe poder participar en los procesos de adopción de decisiones, y finalmente, se
deberá proporcionar un acceso efectivo a los procesos judiciales. Este principio derivo en la triada de los
accesos: participación- información y justicia, que quedó plasmada en el Acuerdo de Escazú.

El derecho a la información importa una obligación fundamental del Estado, de producción, elaboración y
difusión de información. Mientras que el derecho de acceso a la información pública, consiste en aquel
derecho que posee el ciudadano de acceder a la información administrada por el Estado.
El derecho a la información es un derecho humano. Se debe brindar la máxima información posible.

Este instrumento, al igual que la educación ambiental, está regulado, como mencionamos anteriormente,
en el Principio 10 de la declaración de Rio. Y fue incorporado a la CN en su art. 41, imponiendo así el
deber de las autoridades a la información ambiental, garantizando el acceso a la información existente en
ámbitos públicos para que la población pueda dar su opinión y adoptar decisiones sobre problemas
ambientales; además establece la obligación de informar a quienes se encuentren en condiciones de
provocar un daño ambiental.

Es uno de los objetivos fundamentales de la política general del ambiente, ya que es un requisito básico
para que los ciudadanos puedan participar en la toma de decisiones, con fundamentos y
argumentaciones razonables o técnicos que permita una adecuada y justificada defensa del
medioambiente.

Se encuentra también regulado en algunos artículos de la LGA, del 16 al 18 que conforman el capítulo de
“Información Ambiental”. Esta un instrumento imprescindible de toda política y gestión ambiental, en un
ámbito nacional, provincial y municipal. Se le impone a todas las personas físicas y jurídicas, publicas y
privadas la obligación y el deber de propiciar información relacionada con la calidad ambiental y la
referida a aquellas actividades que desarrollan.

La cuestión ambiental introduce la categoría de las informaciones privadas de impacto social, que son
todas aquellas que una empresa tiene dentro de su esfera privada, pero que afectan al ambiente, y por
ello se reconoce el derecho de todo "habitante" a obtener dicha información, en tanto no se encuentre
legalmente como "reservada".

Se deberá desarrollar un sistema de información integrado que administré las datos relevantes y
significativos del ambiente y que evalué la información disponible. Las autoridades son responsables de
informar sobre el estado del ambiente y los posibles efectos que las actividades puedan causar sobre él.
Esta responsabilidad alcanza tanto a las autoridades nacionales, provinciales y municipales.
En el ámbito nacional, el Poder Ejecutivo debe elaborar un informe anual sobre la situación ambiental del
país, específicamente debe contener un análisis y evaluación sobre el estado de la sustentabilidad
ambiental en lo ecológico, económico, social y cultural de todo el país.

El Ejecutivo Nacional por años ha incumplido con esta obligación, sin perjuicio de ello a partir del año
2016 se ha regularizado la presentación de los informes pudiendo encontrarse ellos en el sitio web del
gobierno.

LEY DE ACCESO A LA INFORMACION PUBLICA AMBIENTAL. 25.831


Es una ley de presupuestos mínimos, compuesta de 10 artículos.
La ley regula entre los sujetos obligados a brindar información al Estado, tanto nacional, provincial y
municipal; los entes autárquicos y las empresas prestadoras de servicios públicos financiadas por el
Estado.
La información ambiental es toda aquella forma de expresión que se encuentra disponible relacionada
con el ambiente, los recursos naturales y el desarrollo sustentable, se debe dar toda la información que
se tenga, el concepto así es amplio y máximo.
El acceso a la información para los ciudadanos debe ser libre y gratuito, cualquier persona puede
solicitarla. Sin invocación la causa, la una causa es el interés de contar con la información. La solicitud de
información debe ser escrita y suscripta por un residente, esto da un conflicto entre el art. 16 de la LGA
que plantea que todo habitante puede tener acceso a la información, en este caso se debe dar una
prioridad a esta última ya que las leyes especiales tendrán que adaptarse y ajustarse a la LGA.
El Estado deberá proyectar un sistema de recolección de datos, centralizándolo y sistematizándolo, que
sea de fácil acceso para todos los ciudadanos. Esta información debe ser clara, organizada, objetiva,
continua, fluida, completa, fiable.
El principio es que todos tenemos acceso a la información, sin embargo, podemos encontrar algunas
restricciones y reservas. Son casos que están específicamente regulados como cuestiones de defensa y
seguridad, información bajo proceso judicial, información científica no publicada, información de
propiedad intelectual e industrial, confidencialidad de datos personales, información designada como
clasificada. En estos casos se puede denegar la petición de información, esta se puede denegar también
por falta de precisión de solicitud.
La falsedad, el ocultamiento, la falta de respuesta, la denegación de petición sin justificación, entre otros,
genera infracciones tanto penales como administrativas. Se debe brindar la información en 30 días.

Un fallo importante en este tema es el caso Giustiniani, Rubén Héctor c YPF: quien plantea acción judicial
luego de que YPF SA se negara expresamente a brindarle la información que había solicitado sobre un
proyecto de inversión para la explotación de hidrocarburos en Neuquén, en especial la relacionada con la
calidad ambiental y las actividades que desarrollarán YPF y Chevron. La Corte Suprema hizo lugar a la
acción y, en consecuencia, ordenó a YPF SA que haga públicas las cláusulas del Acuerdo de Proyecto de
Inversión. Remarca que el derecho a la información es un derecho humano fundamental. Destaca que la
empresa desempeña importantes y trascendentes actividades en las que se encuentra comprometido el
interés público, por lo que no puede admitirse, que se niegue a brindar información que hace a la
transparencia y a la publicidad de su gestión. Aclara que YPF no puede ampararse en normas destinadas a
la búsqueda de eficiencia económica y operativa para evadir la obligación de garantizar y respetar el
derecho de acceso a la información. Y agrega que si bien en determinadas y excepcionales situaciones el
derecho de acceso a la información puede estar sujeto a limitaciones, no se demostró que el caso fuese
uno de esos supuestos excepcionales. En particular, remarcó que las imprecisas y genéricas afirmaciones
que formuló YPF SA en la causa no eran suficientes para tener por probado que la divulgación del
contenido del acuerdo pudiese comprometer secretos industriales, técnicos y científicos.

ACUERDO DE ESCAZU.
En Escazú, Costa Rica en 2018, se suscribe el Acuerdo Regional que tiene por objetivo garantizar la
implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información
ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia
en asuntos ambientales.

Este acuerdo es de suma importancia para hacer efectiva la triada de los accesos en la región, y tiene su
antecedente en la Convención de Aarhus de la cuál toma muchas de sus disposiciones y mecanismos.

En su texto se reglamenta que los estados deberán garantizar el acceso a la información ambiental, la
participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales, el Acceso a la justicia en
asuntos ambientales
Establece mecanismos de revisión independientes con el objeto de promover la transparencia de estos
accesos.
Por otra parte, suma como elemento diferenciador el reconocimiento de la diversidad cultural, a través
de la incorporación de dispositivos que tengan en cuenta a las poblaciones con mayor grado de
vulnerabilidad, en especial los pueblos originarios.
Otra particularidad de este instrumento del Derecho Internacional Ambiental fue su mecanismo de
negociación el que estuvo abierto a la participación del público ya sea presencial o a distancia. Esta
participación no sólo estuvo en cabeza de sectores organizados, sino que también involucró la
participación del público en general, a través de representantes designados en forma directa por votación
electrónica. Estos, además de asistir a las discusiones entre los países, podían hacer propuestas concretas
para el texto del acuerdo, siempre y cuando al menos un país estuviera de acuerdo en que se discutiera la
propuesta.

UNIDAD 10
DAÑO AMBIENTAL.

El daño ambiental es una especie de daño, pero no es un daño común, ya que no cumple con ninguno de
los requisitos del Derecho de daños clásico, el cual debe ser cierto, concreto, directo, personal,
diferenciado. El daño ambiental, sin embargo, es indirecto, impersonal, muchas veces incierto, es de
causalidad difusa.

Se han elaborado varias definiciones de daño ambiental, la ley argentina lo define como toda alteración
negativa relevante del ambiente, del equilibrio de los ecosistemas, de los recursos, de los valores o bienes
colectivos.
El daño ambiental posee características propias. Sus efectos son muy perjudiciales lo que da fundamento
a los ppios precautorio y de prevención.
El daño es expansivo multiplicador y transfronterizo, ya que no reconoce límites ni fronteras políticas ni
ideológicas, sus efectos se pueden ver en sectores y territorios diferentes del que tuvo origen.
Sus efectos también pueden ser acumulativos y progresivos, no solo afectan a las generaciones presentes
sino también a las futuras.
El daño es incierto, no se sabe con certeza cuales serán sus efectos, y además puede provocar daños
diferentes produciendo una cadena.

El Daño Ambiental como daño constitucionalmente reconocido.


Lo encontramos regulado en el art. 41 de la CN, que establece que el daño ambiental genera
primordialmente la función de recomponer por quien causo el daño. Muchas veces es difícil volver a la
situación ex ante en materia ambiental, por eso se acepta la reconstrucción de situaciones equivalentes,
donde el daño sea menor o sea aceptable o satisfactorio. Recomponer es una obligación, el interés que
está en juego es colectivo y no individual, por esto la reparación del daño no puede quedar sujeta a la
voluntad de las partes, ni puede reemplazarse con una indemnización, excepto que la recomposición sea
técnica o fácticamente imposible; en este caso puede hablarse de indemnización sustitutiva.

Herramientas para la prevención y reparación.


Como mencionamos anteriormente, el daño ambiental presenta una serie de particularidades que lo
apartan de las características del daño clásico, lo cual justifica la búsqueda de soluciones diferentes ya
que las ideas que plasmadas en los códigos de nuestros países no son útiles para tratar adecuadamente
este problema.
En la actualidad, podemos ver como el Derecho de Daños no tiene solamente una función represiva hacia
el dañador, o resarcitoria hacia la víctima si no que se agregó además la función preventiva de daños para
poder evitar estos perjuicios.
El Derecho Ambiental posee una función eminentemente preventiva, ya que el efecto dañino que se
causa en el medio ambiente es sumamente perjudicial, es multiplicador y expansivo. El daño es
progresivo y acumulativo, sus consecuencias dañosas se prolongan en el tiempo. La prevención es
prioritaria sobre todo cuando se trata de bienes que no se pueden recomponer fácilmente.
El Código Civil y Comercial desarrolla la función preventiva entre los artículos 1710 y 1713. Considerando
que toda persona tiene el deber de: a) evitar causar un daño no justificado; b) adoptar las medidas
razonables para evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud; c) no agravar el daño, si ya se
produjo. Le exige a toda persona una conducta consistente en la evitación de perjuicios, estas acciones se
deben encontrar al alcance o dentro de la esfera de control de la persona, excluyéndose aquellos
comportamientos que resulten imposible o que impliquen conductas irrazonables.
En la misma línea, la ley general del ambiente N° 25.675 consagra la aplicación de los principios
preventivo y precautorio (artículo 4°) y la prioridad de la recomposición del daño ambiental, colocando al
resarcimiento mediante indemnización en una posición subsidiaria.
Los artículos 1711 a 1713 son más bien “procesales” y regulan el ejercicio y la tramitación de la “acción
preventiva” que nace frente a un hecho u omisión antijurídica que haga previsible la producción de un
daño. Parte de la doctrina propicia la inexigibilidad del requisito de la antijuridicidad para la procedencia
del daño, resultando además completamente irrelevante la autorización administrativa para la activación
del sistema de responsabilidad por daño ambiental. Se responde, en conclusión, aún por daños causados
a través de actividades perfectamente lícitas y autorizadas administrativamente. No exige la procedencia
de ningún factor de atribución, se puede imputarse un comportamiento al agente por un daño que
todavía no se causó pero que sí puede producirse en el futuro.
El artículo 1712, legitima para iniciar o promover la acción preventiva a “quienes acreditan un interés
razonable en la prevención del daño”. Este concepto jurídico debe ser interpretado del modo en que
mejor favorezca la tutela del bien colectivo ambiental y aplicando la máxima del “in dubio pro
naturaleza”.
Según el artículo 1713, el juez puede exigir al legitimado pasivo acciones o abstenciones concretas
tendientes a la evitación de daños previsibles. Se habilita al magistrado a adoptar estas decisiones a
pedido de parte o también de oficio.
El artículo 32 de la ley 25.675, otorga la posibilidad a los jueces para que, en pos de la tutela del bien
colectivo, adopten las medidas necesarias para ordenar, conducir o probar los hechos dañosos en el
proceso, a fin de proteger efectivamente el interés general. Se trata del denominado “activismo
judicial” predicado para este tipo de casos (ambientales), que debe ser amplia y razonablemente
ejercitado por cada uno de los jueces de nuestro país.
La última parte del artículo 1713 introduce el juicio de ponderación. En “casos difíciles” es usual que se
presenten contradicciones entre los principios y normativas que regulan determinadas situaciones. Ante
estos conflictos el juez debe razonar y necesariamente preferir unos para la aplicación al caso concreto.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación entre precedentes, tales como el caso “Salas”, indico que “La
aplicación del principio precautorio -art. 4°, ley 25.675- implica armonizar la tutela del ambiente y el
desarrollo mediante un juicio de ponderación razonable, por lo que no debe buscarse oposición entre
ambos, sino complementariedad, ya que la tutela del ambiente no significa detener el progreso, sino, por
el contrario, hacerlo más perdurable en el tiempo de manera que puedan disfrutarlo las generaciones
futuras”.
En esta línea, el juez privilegiará la prevención, la cesación y la recomposición por sobre la reparación de
los daños ambientales. Asimismo, tendrá necesariamente presente el carácter colectivo del bien que está
protegiendo. El magistrado pensará no sólo en las partes formales del litigio sino en todos los integrantes
del grupo que serán afectados por la sentencia y, aún más, en las generaciones futuras que también
estarán alcanzadas por la decisión.
Con respecto a la reparación del daño ambiental, debemos aclarar que la responsabilidad ambiental es
objetiva, ya que quien introduce el riesgo en la comunidad o quien produce el daño ambiental resultara
responsable. Siguiendo con los lineamientos del art. 41 el hecho dañoso genera principalmente la función
de recomponer por parte del responsable. Recomponer es una obligación, el interés que está en juego es
colectivo y no individual, por esto la reparación del daño no puede quedar sujeta a la voluntad de las
partes, ni puede reemplazarse con una indemnización, excepto que la recomposición sea técnica o
fácticamente imposible; en este caso puede hablarse de indemnización sustitutiva.

Su tratamiento en la Ley General del Ambiente.


El daño ambiental es regulado en varios artículos de la LGA, podemos mencionar:
El artículo 27 da una definición sobre el daño ambiental, mencionando además sus características. Hace
referencia no solamente el daño que recae en el patrimonio ambiental, sino también al daño que el
medio ambiente ocasiona de rebote a los intereses legítimos de una persona determinada, configurando
un daño particular, legitimando al damnificado para accionar. Estos daños son casos de prueba difícil,
altamente compleja. La Ley lo define como "toda alteración relevante", de tal manera se excluyen
aquellas modificaciones al ambiente que no tiene tal efecto, aquellos casos en que la actividad productiva
que transforma el medio ambiente no resulta lesiva.
El artículo 28 considera que quien cause el daño ambiental será objetivamente responsable de su
restablecimiento al estado anterior a su producción. En caso de que no sea técnicamente factible, la
indemnización sustitutiva que determine la justicia, deberá depositarse en el Fondo de Compensación
Ambiental. Sin perjuicio de otras acciones judiciales que pudieran corresponder.
El artículo 29 establece que la exención de responsabilidad sólo se producirá acreditando que, a pesar de
haberse adoptado todas las medidas destinadas a evitarlo y sin mediar culpa concurrente del
responsable, los daños se produjeron por culpa exclusiva de la víctima o de un tercero por quien no debe
responder. La responsabilidad civil o penal, por daño ambiental, es independiente de la administrativa.
El artículo 30 dice que, producido el daño ambiental colectivo, tendrán legitimación para obtener la
recomposición del ambiente dañado, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones no
gubernamentales de defensa ambiental, conforme lo prevé el artículo 43 de la Constitución Nacional, y el
estado nacional, provincial y municipal; asimismo, quedará legitimado para la acción de recomposición o
de indemnización la persona directamente damnificada por el hecho dañoso. Si uno de los titulares
interpone demanda de daño ambiental colectivo, no podrán hacerlo los restantes, lo que no obsta a su
derecho a intervenir como terceros. Toda persona podrá solicitar, mediante acción de amparo, la
cesación de actividades generadoras de daño ambiental colectivo.
El art. 31 desarrolla la responsabilidad solidaria la cual procede cuando hubieren participado dos o más
personas, o no fuere posible la determinación precisa del daño aportado por cada responsable. En el caso
de que el daño sea producido por personas jurídicas, la responsabilidad se hará extensiva a sus
autoridades y profesionales, en la medida de su participación.
Artículo 32: El acceso a la jurisdicción por cuestiones ambientales no admitirá restricciones de ningún
tipo o especie. El juez interviniente podrá disponer todas las medidas necesarias para ordenar, conducir o
probar los hechos dañosos en el proceso, a fin de proteger efectivamente el interés general. En cualquier
estado del proceso, podrán solicitarse medidas de urgencia prestando debida precaución por los daños y
perjuicios que pudieran producirse.” El fuero en tanto no exista un fuero ambiental especializado, debe
seguir siendo el civil o el contencioso administrativo.
El artículo 33 establece que los dictámenes emitidos por organismos del Estado sobre daño ambiental,
agregados al proceso, tendrán la fuerza probatoria de los informes periciales, sin perjuicio del derecho de
las partes a su impugnación.
Por último, el art. 34 dispone la creación del Fondo de Compensación Ambiental que será administrado
por la autoridad competente de cada jurisdicción y estará destinado a garantizar la calidad ambiental, la
prevención y mitigación de efectos nocivos o peligrosos sobre el ambiente, la atención de emergencias
ambientales, asimismo, a la protección, preservación, conservación o compensación de los sistemas
ecológicos y el ambiente.

Fallo Mendoza, Beatriz Silvia y otros c/ Estado Nacional y otros por daños y perjuicios.
En 2004 un grupo de diecisiete personas presento una demanda ejerciendo derechos propios y algunos
en representación de sus hijos menores contra el Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires, el
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y cuarenta y cuatro empresas por los daños y
perjuicios que se les han ocasionado por la contaminación ambiental del Río Matanza- Riachuelo. El
Estado Nacional fue demandado al producirse la situación denunciada sobre una vía navegable e
interjurisdiccional, respecto de la cual tiene facultades de regulación y control. Buenos Aires es
demandada por tener el dominio originario sobre los recursos naturales existentes en su territorio. Y
CABA es demandada en su carácter de corribereña del Riachuelo, el que constituye un bien de su dominio
público. El objeto de la demanda es la indemnización por daños y perjuicios sufridos como consecuencia
de la contaminación de la Cuenca Matanza Riachuelo y el cese de la contaminación y recomposición del
daño ambiental colectivo.
La Corte dictó sentencia y determinó la responsabilidad que les cabe al Estado Nacional, Buenos Aires y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Condena a desarrollar acciones para una mejorar calidad de vida de
los habitantes, para la recomposición del ambiente y la prevención de daños futuros. La Corte estableció
un programa de intervención que obliga a la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) a
seguir un cronograma de medidas de: a) producción y difusión de información pública; b) control de la
contaminación industrial; c) saneamiento de basurales; d) extensión de obras de aguas, cloacas y
desagües pluviales; e) realización de un plan sanitario de emergencia; f) adopción de un sistema
internacional de medición para evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos. A fin de asegurar la
correcta ejecución de la sentencia, la Corte delegó el proceso de ejecución al Juzgado Federal de Primera
Instancia de Quilmes. Asimismo, la Corte creó un Cuerpo Colegiado conformado por el Defensor del
Pueblo de la Nación junto con ONGs con el fin de fortalecer y habilitar la participación ciudadana en el
control del cumplimiento del fallo.

UNIDAD 11
Los diferentes Residuos y las normas de Presupuestos Mínimos.
La nueva sociedad capitalista consumista actual nos lleva a enfrentar un sinnúmero de problemas
ambientales.
Uno de ellos son los residuos. Se considera residuo sólido Urbano a toda materia producida en diferentes
actividades de la ciudad que carece de valor económico, estético o sanitario para quien la desecha.
Algunos pueden convertirse en materiales para algunas personas por su utilización secundaria, mediante
recuperación o reciclaje.
No se considera RSU únicamente a lo que tiramos en nuestras casas, esto es más abarcativo. En efecto
encontramos residuos domiciliarios (restos de comida, papel, cartón, plásticos, vidrios, etc.); algunos
pueden revestir carácter de peligrosos como las pilas, las jeringas usadas, los medicamentos, etc.;
los comerciales, institucionales y del sector servicios los producidos por comercios, el sector bancario,
las lavanderías, estaciones de servicios, etc., y se caracterizan por su gran volumen, en ellos puede haber
residuos peligrosos como aceites quemados, despojos de procesos químicos (productos de tintorería,
líquidos refrigerantes etc.). Los derivados de la construcción, que tienen un sistema de recolección y
disposición diferente; los patológicos derivados de centros de atención de salud humana y animal,
los industriales cuyo tratamiento dependerá del tipo de actividad; los agrícolas periurbanos que pueden
incluir residuos peligrosos como restos de pesticidas, fertilizantes, y sus envases; y por último, los
servicios comunitarios como limpieza de plazas, paseos y calles pueden tener residuos patógenos como
animales muertos.
Estos han sido tratados de modo diferente a lo largo de la historia. En cuanto a su disposición final, han
pasado del simple depósito en zonas alejadas o baldías de las ciudades, a los basurales oficiales a cielo
abierto; luego a usinas de incineración, hasta el actual sistema de relleno sanitario. También es
importante destacar las acciones de reciclaje y compostaje de residuos, actividades que vienen en
aumento en el mundo.
La International Solid Waste Association, es una asociación internacional que trabaja para promover y
desarrollar la gestión sostenible de los residuos y que reúne a representantes de todo el mundo. Esta nos
proporciona datos del estado de nuestro país en relación a otras partes del mundo. Por ej. la disposición
de residuos en establecimientos a cielo abierto es muy utilizada en nuestro país, no obstante, en la U.E. y
en EUA casi no se realiza, donde se advierte un crecimiento de las técnicas de relleno sanitario y de las
acciones de reciclaje.
La disposición de residuos en establecimientos a cielo abierto produce numerosos efectos negativos,
como contaminación del suelo; de las aguas subterráneas y superficiales circundantes; humos nocivos
derivados de la combustión de los residuos quemados clandestinamente; emisiones de gases metánicos;
acciones transmisoras de enfermedades; deterioro del paisaje y de las formas de vida humana para
quienes habitan las inmediaciones de esos basurales o manipulan los residuos.
En nuestro país, ante la diversidad RSU, la legislación les ha dado un tratamiento diferenciado: por un
lado tenemos las leyes 25041 de Residuos Peligros (de aplicación residual) y la 25018 de Gestión de
Residuos Radioactivos; por otro las leyes 25612 de Gestión Integral de Residuos Industriales, 25670 de
Gestión y eliminación de PCBs, la 25916 de Gestión Integral de Residuos Domiciliarios y la 27279 Gestión
de envases vacíos de fitosanitarios revistiendo, estas cuatro últimas el carácter de Normas de
Presupuestos Mínimos.
Todas estas tienen un esquema o estructura similar. Sin embargo, cada una tiene distintos pasos de
gestión integral, distintos tipos de responsabilidades, distintas etapas y sujetos, etc.

Gestión integral de residuos industriales y de actividades de servicios (Ley 25612).


Fue la primera ley de Presupuestos Mínimos sancionada por el Congreso en 2002.
Establece primero objetivos de carácter general de preservación del ambiente, cuidado de ecosistemas,
preservación de biodiversidad, aquellos que encontramos en todas las leyes ambientales.
Luego propone objetivos en particular de la ley como minimizar los riesgos de los residuos en todas las
etapas de gestión, reducir los residuos que se generan, promover la utilización de tecnologías adecuadas
para la preservación del ambiente y el desarrollo, entre otros.
Elabora también definiciones de algunos conceptos. Define así que residuo industrial es aquel elemento,
sustancia u objeto en estado líquido, solido, semisólido o gaseoso que se genera en un proceso industrial
por la realización de una actividad o servicio donde el poseedor se desprende de este, porque no le sirve
o porque tiene una obligación legal de desprenderse de él.
La ley, en el art. 6, reitera la prohibición del ingreso de residuos tóxicos o peligrosos al territorio de la
Nación. Sin embargo, elabora dos excepciones:
Primeramente, quedarían exceptuados de esta prohibición los residuos incluidos en una lista aprobados
por autoridad competente y sobre los cuales el interesado de ese ingreso demuestre fehacientemente
que serán utilizado como insumos industriales, es decir como materia prima de un proceso productivo.
Esto sería una falsa excepción ya que, si los residuos son sustancias o elementos que no sirven más y
tenemos residuos a los que si se les da utilidad en un proceso productivo, no serían considerados
verdaderamente como residuos en sentido jurídico.
La otra excepción tiene que ver con el tránsito de residuos industriales previstos en convenios
internacionales suscriptos por nuestro país. Cuando se suscriba un convenio donde este previsto el
transito temporal de residuos por nuestro territorio, la prohibición quedara exceptuada.
La gestión de los residuos transita por una serie de etapas desde su generación hasta la distribución
final. Todo este proceso se encuentra descripto y regulado en la ley. Todas las etapas poseen un
actor o sujeto diferente, con obligaciones y responsabilidades diferentes.
La primera etapa es la generación de los residuos: estos surgen al culminar el proceso productivo,
el actor principal será el generador de residuos industriales. La ley le impone una serie de
obligaciones entre las que podemos mencionar: minimizar la generación de residuos adoptando
programas que prioricen la disminución, el reuso, el reciclado, etc.; separar en forma apropiada los
residuos incompatibles entre sí; envasar los residuos industriales; reusar sus residuos, como
materia prima o insumo en otros procesos, o reciclarlos.
La responsabilidad del generador es la mas gravosa que existe en el derecho, este jamás se
desprende de esta responsabilidad, salvo los supuestos previstos en la ley. Esta responsabilidad lo
va a acompañar siempre ya que el siempre será responsable por los riesgos o daños.

La segunda etapa es la de transporte, cuando el generador le entrega los residuos al transportista para
que los haga llegar a su destino final. Solo podrán transportan aquellos residuos que se encuentren
regulados en el manifiesto, aquel documento entregado por el generador especificando los residuos,
deberá llevarlo en todo momento de la distribución. Es responsable de trasladar estos recursos a destino
y responsable de todo daño producido, durante el transporte. Tiene obligación de contratar el seguro y
de acatar las normas del generador.
Las últimas etapas son el tratamiento y distribución final. Donde al residuo se lo acondiciona para que
tenga un nivel de riesgo menor al que tiene al momento de generación y luego se lo dispone y
permanece, de manera permanente o perpetuidad, en determinados lugares. Los titulares de la planta de
tratamiento de residuos y la de distribución también tiene responsabilidad objetiva por los daños que se
puedan ocasionar en su custodia. Además, tienen una serie de obligaciones entre las cuales se
encuentran: la obligación de comunicar el destino que se le da al inmueble, es decir comunicar que es un
lugar donde se almacenan residuos peligrosos e industriales.
La ley finalmente establece una serie de responsabilidades civiles, administrativas y penales, las cuales
son independientes entre sí.
Esta ley en un primer momento vino a reemplazar la ley de residuos peligrosos, entendiendo que los
residuos industriales cuentan con esta característica. En los artículos de su proyecto estableció la
derogación de la ley de residuos peligrosos, sin embargo, el Poder Ejecutivo lo veto, por lo actualmente
que coexisten ambas leyes.
Caso Schroder c/ INVAP y Estado Nacional.
Se realizo un convenio con INVAP y una empresa australiana donde nuestro país se comprometía a
fabricar un reactor nuclear y Australia compraría. Una de las clausulas establecía que Australia podía
enviar a nuestro país los desechos de combustible quemado para que sean tratados en nuestro país.
Como estos son considerados peligrosos se vio una colisión con el art. 41 y se interpuso amparo. Primera
instancia lo rechaza, segunda hace lugar y finalmente la CSJN en 2010 revoco sentencia de segunda
instancia

Presupuestos mínimos para gestión y eliminación de PCBs (Ley 25670).


Los PCBs son una serie de compuestos químicos de muy alta estabilidad química y resistentes a la
degradación térmica. Son utilizados en una amplia gama de productos como aparatos electrónicos, tintas,
adhesivos, pinturas, entre otros.
La ley establece distintos objetivos con respecto a la gestión de estos residuos. Podemos mencionar
la obligación del PE de adoptar medidas necesarias para garantizar la producción, comercialización
e ingreso al país de los PCBs, la eliminación de PCBs usados y la descontaminación de los PCB y
aparatos que contengan PCBs, para prevenir y evitar daños en el ambiente y lograr una mejor
calidad de vida. Queda prohibido en el territorio la instalación de equipos que contengan PCBs y la
importación e ingreso de PCB y equipos que contengan PCBs.
Todo poseedor de PCBs deberá inscribirse en el Registro Nacional de Poseedores de PCBs y
contratar un seguro.
Los aparatos que contengan PCBs, y que su poseedor quiera mantenerlos en operación, deberán
ser descontaminados a exclusivo cargo del poseedor. Hasta tanto esto suceda el poseedor no podrá
reponer PCBs, debiendo reemplazarlo por fluidos libres de dicha sustancia. Todo aparato que haya
contenido: PCBs y haya sido descontaminado deberá contar con un rótulo "APARATO
DESCONTAMINADO QUE HA CONTENIDO PCBs".

Gestión Integral de los residuos domiciliarios (Ley 25916).


Como mencionamos anteriormente, los residuos son un enorme problema en la nueva sociedad
consumista.
Desde ya varios años se viene tratando en la temática internacional este problema. Podemos ver
que en todas las Conferencias del Medio Ambiente, 2io 92, Johannesburgo y Rio+20 los Estados
han asumido el compromiso de desarrollar políticas tendientes a la reducción al mínimo de los
desechos y al aumento de la reutilización y al reciclado ecológico
La Ley 25916 pone a la gestión de los Residuos Domiciliarios en la agenda política ambiental. Los residuos
domiciliarios son aquellos elementos, objetos o sustancias que, como consecuencia de los procesos de
consumo y desarrollo de actividades humanas, son desechados y/o abandonados
Entre los objetivos de esta ley encontramos un mejor manejo de los residuos domiciliario, para proteger
el ambiente y la calidad de vida de la población; promover la valorización de los residuos domiciliarios;
minimizar sus impactos negativos.
Tenemos, al igual que en las demás leyes, distintas etapas de generación de residuos:
La disposición se dará cuando el generador deposite los recursos, puede hacerlo de forma general: sin
calificación y separación, selectiva: con clasificación y separación. La recolección serán las acciones de
carga de residuos. La transferencia comprende las actividades de almacenamiento transitorio y/o
acondicionamiento de residuos para su transporte. El transporte comprende los viajes de traslado de los
residuos entre los diferentes sitios y el tratamiento comprende el conjunto de operaciones tendientes al
acondicionamiento y valorización de los residuos, se realizarán acciones para ver si este puede ser
reutilizado o para su disposición final. La disposición final comprende al conjunto de operaciones
destinadas a lograr el depósito permanente de los residuos domiciliarios

Pone responsabilidades en cabeza de los propios vecinos, a los que, en su condición de generadores de
Residuos Domiciliarios, clasifica en individuales o especiales, aquellos que producen residuos
domiciliarios en calidad, cantidad y condiciones tales que, a criterio de la autoridad competente,
requieran de la implementación de programas particulares

Por su parte, el Estado es el responsable de garantizar la recolección y transporte con metodología,


frecuencia y vehículos adecuados, a los efectos de evitar la dispersión y minimizar los impactos negativos
sobre el ambiente.
Se deberán habilitarse centros y plantas, previa elaboración de un EIA, para el acondicionamiento de los
residuos y para la disposición final de estos. Los centros de disposición final deberán ubicarse lejos de las
áreas urbanas y no podrán establecerse dentro de áreas protegidas o sitios que contengan elementos
significativos del patrimonio natural y cultural, ni en zonas inundables.
Establece la ley la COORDINACIÓN INTERJURISDICCIONAL en el que cobra un rol de preponderancia el
COFEMA, para la coordinación de políticas entre los estados municipales, a quienes le corresponde
primariamente la responsabilidad, y a la de los estados Provincial y Nacional en virtud del principio de
subsidiariedad.
El residuo puede ser REDUCIDO o DISMINUIDO, en cantidad y/o calidad, mediante procesos y pautas de
producción, consumo y/o comercialización que lo minimicen y/o eliminen. En efecto no todo residuo es
un desecho, a puesta en valor de los mismos implica una optimización de recursos, una reducción de
niveles de contaminación, un mejoramiento de la calidad de vida.
En Santa Fe se prohíbe la instalación de cualquier tipo de depósito a cielo abierto, público o privado, de
residuos sólidos, urbanos, industriales o de cualquier otra naturaleza, que puedan ocasionar riesgos al
ambiente. La provincia, además, adopta el concepto de “Basura Cero” consistente en la reducción
progresiva de la disposición final de los residuos sólidos urbanos, con plazos y metas concretas, por
medio de la adopción de medidas orientadas a la reducción en la generación de residuos, la separación
selectiva, la recuperación y el reciclado.
El estado en sus tres niveles deberá articular sus esfuerzos en pos de lograr los objetivos de esta ley, para
ello será necesario la participación de las organizaciones de la sociedad civil y el compromiso de todos.

Gestión de envases vacíos de fitosanitarios (Ley 27279).


Luego de intensos debates, finalmente en 2016 se aprobó la Ley 27279 de Gestión de Envases
Vacíos de Fitosanitarios.
Con el crecimiento de la agricultura se han generado un crecimiento en el mercado de productos
fitosanitarios y por ende una mayor generación de residuos de sus envases.
Esta ley regula los presupuestos mínimos para una gestión adecuada de los envases vacíos fitosanitarios,
que por la toxicidad del producto que tuvieron necesitan una gestión diferenciada. Esta problemática
debe abordarse integralmente, desde su origen hasta su disposición final.
La ley establece dos tipos de envases: aquellos susceptibles de ser tratados mediante la reducción de
residuos, realizando un triple lavado o lavado a presión. Y aquellos que no pueden ser tratados por
reducción debido a las características físicas del envase o porque contenían elementos no reducibles en
agua.
Establece diferentes responsabilidades como la principal en cabeza del registrante, toda persona
física o jurídica que tiene certificado de uso y comercialización, es responsable objetivo desde que
pone el envase en el mercado hasta que lo retira. Es responsable en la formulación, en la operación
y mantenimiento. Deberá entregarle a los usuarios toda la información necesaria para la gestión de
estos envases.
Hay diferentes etapas de recorrido del envase. Primero el recorrido desde el campo al centro
transitorio, segundo desde el centro transitorio al operador y tercero desde operador a la industria.
Establece responsabilidades para el productor agropecuario que tiene que llevar los envases
lavados, mediante un triple lavados o lavado a presión, al centro. En el caso de que el producto no
sea lavado, este deberá asumir los costos de un residuo peligroso, siempre en el caso de que se
podría haber lavado y no lo hizo. Debe capacitar a su personal para realizar este procedimiento y es
responsable por el transporte de los envases. Tiene prohibido enterrar, vender o incinerar estos
envases. Tiene plazo de un año para trasladar los envases al lugar que se le indique al momento de
la compra. La ley regula un sistema de masas donde si se compra 100 debe entregar 100. En el caso
de que no pueda entregarlos porque todavía no los utilizo se está pensando en una comunicación
simple donde se elabore un plazo adicional de entrega.
Esta ley desplaza a la ley de residuos peligrosos que regía para estos productos.
El sistema de gestión deberá aprobarse por las provincias, las cuales tienen que receptar con
normativa provincial esta ley. Es necesario articular la actividad de los comerciantes y
distribuidores de estos productos.
Los centros de almacenamiento transitorio (CAT) son aquellos lugares que se utilizan para
recepcionar, acondicionar, derivar, los envases vacíos fitosanitarios para su valorización y
disposición final.

UNIDAD 12
LOS BOSQUES

Situación de los bosques a nivel mundial y territorial.


Cada año desaparecen más de 13 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo, según la FAO
(Org. de la ONU que en carga de la alimentación y agricultura). Son diversas las causas: sobreexplotación
y la tala ilegal, recolección insostenible de madera, gestión inadecuada de la tierra, creación de
asentamientos humanos (urbanización), explotaciones mineras y petrolíferas, incendios forestales, entre
otros. Ya se han destruido incontables bosques a lo largo del mundo, los que sobreviven están en peligro.
Los bosques son el hogar del 80 % de la biodiversidad mundial de plantas y animales. No solo eso,
millones de personas en países pobres del mundo sobreviven por los alimentos, los materiales, el agua o
las medicinas que consiguen gracias a los bosques.
En el año 2011, la FAO declaró Año Internacional de los Bosques, con el objetivo de recuperación y
conservación de las masas arbóreas mundiales ya que son parte esencial del desarrollo sostenible de
todo el planeta.
Nuestro país, a principio del S. XX, contaba con una masa forestal de 100 millones de hectáreas de
bosques naturales. En el año 2005 se llevó a cabo el Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos,
donde conocimos la cifra preocupante de disponer de sólo 33 millones de hectáreas cubiertas por
bosques nativos. Ya para 2012 el 70% de bosques nativos originales se habían perdido en Argentina.
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación elaboró un informe que señaló que
entre 1998 y 2006 se deforestaba 1 hectárea cada dos minutos. Es decir, en los últimos 20 años,
Argentina ha sufrido la pérdida de más de 6 millones de hectáreas por deforestación o degradación,
donde el 80% de la deforestación se concentra en la ecorregión chaqueña, especialmente en la provincia
de Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa.

MARCO NORMATIVO
La deforestación es una situación alarmante de carácter mundial. Nuestro país cuenta con leyes y hasta
decretos de protección a los árboles. En 2007 comienzan a surgir leyes de presupuestos mínimos para la
regulación y protección de los bosques.

Ley Nº 26331 Presupuestos Mínimos de Protección de los Bosques Nativos.


Esta ley, sancionada en 2007, establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para el
enriquecimiento, restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques
nativos, y de los servicios ambientales que éstos brindan a la sociedad. Asimismo, establece un régimen
de fomento y criterios para la distribución de fondos por los servicios ambientales que brindan los
bosques nativos.
Define el concepto de bosque nativo (art. 2): “los ecosistemas forestales naturales compuestos
predominantemente por arboles nativos, con diversas especies de flora y fauna asociadas, en conjunto
con el medio que lo rodea (suelo, atmósfera, clima, recursos hídricos), con características propias y
múltiples funciones, que en su estado natural le otorgan al sistema un equilibrio dinámico, y brinda
servicios ambientales a la sociedad, además de recursos naturales con posibilidad de utilización
económica. Los palmares también se consideran bosques nativos”
Los objetivos de la ley (art. 3) son:
Promover la conservación de los bosques mediante el Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos;
implementar medidas necesarias para regular y controlar la disminución de la superficie de bosques
nativos existentes, tendiendo a lograr una superficie perdurable en el tiempo; mejorar y mantener los
procesos ecológicos y culturales en los bosques nativos que beneficien a la sociedad; hacer prevalecer
los principios precautorio y preventivo, fomentar actividades de enriquecimiento, conservación,
restauración, mejoramiento y manejo sostenible de los bosques nativos.
Será Autoridad de Aplicación el organismo que la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires
determinen para actuar en el ámbito de cada jurisdicción.
Un instrumento de política ambiental que encontramos en esta ley es el Ordenamiento Territorial de los
Bosques Nativos es la norma que, basada en los criterios de sostenibilidad ambiental establecidos en la
ley, zonifica territorialmente el área de los bosques nativos existentes de acuerdo a las diferentes
categorías de conservación. Clasifica las zonas de bosques en 3 colores:
ROJO: Son sectores que no deben transformarse. Incluye áreas que ameritan su persistencia como
bosque a perpetuidad, aunque estos sectores puedan ser hábitat de comunidades indígenas. No pueden
estar sujetos al aprovechamiento forestal. Se permiten realizar actividades que no alteren su valor: como
la conservación, protección y mantenimiento de la zona, se debe realizar una apreciación turística
respetuosa.
AMARILLO: Sectores que pueden estar degradados pero que, a juicio de la autoridad de aplicación
jurisdiccional, y con la implementación de actividades de restauración pueden alcanzar un valor de
conservación mayor. No deben desmontarse, se podrá realizar un aprovechamiento sostenible, turismo,
recolección e investigación
VERDE: Sectores que pueden transformarse parcialmente o en su totalidad, aunque dentro de los
criterios de la ley. Los desmontes deben realizarse conforme a esta.
En un plazo máximo de UN (1) año, a través de un proceso participativo, cada jurisdicción deberá realizar
el Ordenamiento de los Bosques Nativos existentes en su territorio de acuerdo a los criterios de
sustentabilidad, estableciendo las diferentes categorías de conservación en función del valor ambiental
de las distintas unidades de bosque nativo y de los servicios ambientales que éstos presten.
Criterios de sustentabilidad ambiental que se deben evaluar para el ordenamiento territorial de los
bosques nativos: la superficie de los bosques, su vinculación con otras comunidades naturales, existencia
de valores biológicos, conectividad entre ecoregiones, estado de conservación, potencial forestal,
potencial de sustentabilidad agrícola, potencial de conservación de cuencas, valor que las Comunidades
Indígenas y Campesinas le dan a las tierras y el uso que pueden hacer de sus recursos naturales a los fines
de su supervivencia y el mantenimiento de su cultura.
Establece tres planes: plan de conservación: conservación y/o restauración ecológica de los bosques
nativos (en todas las áreas), plan de manejo sustentable: implementación de actividades sustentables
(área amarilla y verde) y plan de cambios de uso de suelo: se permite el desmonte (verde).

Ley Nº 26562 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para control de


actividades de quema.
En 2009 se sanciono esta ley que tiene por objeto establecer presupuestos mínimos de protección
ambiental relativos a las actividades de quema en todo el territorio nacional, con el fin de prevenir
incendios, daños ambientales y riesgos para la salud y la seguridad pública.
Elabora una definición de quema entendiéndose como toda eliminación de la vegetación o residuos de
vegetación mediante el uso del fuego, con el propósito de habilitar un terreno para su aprovechamiento
productivo.
Queda prohibida en todo el territorio nacional toda actividad de quema que no cuente con la debida
autorización expedida por la autoridad local competente, la que será otorgada en forma específica. Las
autoridades competentes de cada jurisdicción deberán establecer condiciones y requisitos para autorizar
la realización de las quemas. Cuando la autorización de quema se otorgue para un fundo lindero con otra
jurisdicción, las autoridades competentes de la primera deberán notificar fehacientemente a la otra
jurisdicción. Para los casos en que lo estimen pertinente, establecerán zonas de prohibición de quemas.
Las autoridades competentes de cada jurisdicción podrán suspender o interrumpir la ejecución de
quemas, autorizadas, cuando las condiciones meteorológicas o de otro tipo impliquen un riesgo grave o
peligro de incendios.
Las provincias y CABA dictarán normas complementarias y establecerán el régimen de sanciones. Estas se
graduarán de acuerdo al daño ocasionado, pueden ser: apercibimiento, multas o la suspensión de la
actividad de quema.

Ley Nº 26815 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental en materia de incendios


forestales y rurales.
Sancionada en 2012, esta ley tiene por objeto establecer los presupuestos mínimos de protección
ambiental en materia de incendios forestales y rurales en el ámbito del territorio nacional.
Se aplica a las acciones y operaciones de prevención y combate de incendios forestales y rurales que
quemen vegetación viva o muerta, en bosques nativos o implantados, áreas naturales protegidas, zonas
agrícolas, praderas, pastizales, matorrales y humedales, etc.
La ley crea el Sistema Federal de Manejo del Fuego, integrado por el Servicio Nacional de Manejo del
Fuego, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través de sus organismos, y la
Administración de Parques Nacionales. Sus objetivos son proteger y preservar el ambiente del daño
generado por el fuego, velar por la protección de la población afectadas por los incendios, establecer
mecanismos para una eficiente intervención del Estado en situaciones que involucren acciones que
aseguren el adecuado manejo del fuego, establecer mecanismos para un eficiente manejo del fuego en
defensa del ambiente; coordinar y asistir técnica y operativamente a los organismos nacionales,
provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, competentes en las tareas del manejo del fuego,
promover la concientización de la población acerca del impacto de los usos del fuego.
La Autoridad Nacional de Aplicación de esta ley es la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de
la Nación. Crea el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, dependiente de esta secretaria, que se
encargara de elaborar un Plan de Manejo del Fuego, de desarrollar competencias entre las regiones, de
desarrollar e implementar un Sistema Nacional de Alerta Temprana y Evaluación de Peligro de Incendios;
un Sistema de Información de Manejo del Fuego que facilite la adopción de políticas acordes al objetivo
de esta ley, desarrollar un Programa de Fortalecimiento Operativo, promoviendo organización e
incorporando equipamiento y tecnologías.
Establece obligaciones de los particulares como: denuncia de incendios, debido cuidado del territorio,
trabajos preventivos para determinadas personas físicas o privadas, planes de protección, entre otros.
Además, crea las Brigadas Nacionales, crea un Fondo Nacional del Manejo del Fuego. Y establece
infracciones y sanciones.

Ordenamiento territorial de los bosques en Santa Fe.


Cada jurisdicción deberá realizar el Ordenamiento de los Bosques Nativos existentes en su territorio, en
un plazo máximo de un año a partir de la sanción de la ley, de acuerdo a los criterios de sustentabilidad.
Marco Legal e institucional:
La provincia de Santa Fe en 2013 aprobó el Mapa de Ordenamiento de Bosques Nativos. Además,
sanciono Decretos de ordenamiento territorial, y de creación de fondo provincial de compensación por
bosque nativo en 2014.
Se ha perdido el 80% de los bosques nativos de la provincia. Los sobrevivientes en la actualidad son
1.853.791 ha, las cuales 663.520 ha pertenecen a categoría roja y 1.190.271 ha a categoría amarilla.
El Plan de manejo de Bosques Nativos se encuentra dentro de los que se denomina el Plan del Norte que
comprende 3 Departamentos: Departamento 9 de Julio, Vera y General Obligado. Trabajan para una
mayor protección del medioambiente y de los bosques nativos, generando continuas capacitaciones a la
sociedad, otorga permisos autorizados para los productores para realizar actividades de desarrollo
sostenible del suelo, entre otros.

ANÁLISIS DE CASOS JURISPRUDENCIALES: Fallo Salas Dino y otros c. Provincia de Salta y


Estado Nacional s/ Amparo.
Nuestro país ha padecido una verdadera crisis ambiental debido a la incontrolable deforestación
afectando la biodiversidad de sus bosques, así como a las comunidades que habitan allí. La provincia de
Salta da cuenta de un altísimo índice de deforestación en los últimos años.
Atento a ello, un grupo de personas individuales y comunidades de pueblos originarios y pequeños
productores iniciaron una demanda atribuyendo responsabilidad Salta por no haber cumplido con sus
obligaciones legales, tanto por acción como omisión, al otorgar autorizaciones de desmonte y tala, y
tolerar las prácticas realizadas en su jurisdicción de manera clandestina, lo cual lesiona, restringe, altera y
amenaza sus derechos y garantías constitucionales. También que se le debe reconocer legitimación
pasiva al Estado Nacional ante la falta de control de sus autoridades respecto de tales prácticas. Dispone
el cese inmediato y definitivo de los desmontes y talas indiscriminadas de los bosques nativos, que se
declare la inconstitucionalidad y nulidad absoluta e insanable de las autorizaciones otorgadas y se
prohíba otorgarlas en el futuro, se imponga a las demandadas el deber de recomponer y restablecer el
ambiente al estado anterior a la producción del daño y, en caso de no resultar ello técnicamente factible,
se fije una indemnización sustitutiva a su favor. Solicitan asimismo la concesión de una medida
cautelar que ordene el cese provisional del desmonte y la tala de bosques nativos durante el juicio.
En 2008, la Corte hace lugar a la medida cautelar solicitada, ordenando así el cese de la actividad,
convoca a audiencia pública y ordena un pedido de informes a la Provincia de Salta.
Se lleva a cabo la Audiencia Pública el 18 de febrero de 2009. Fundándose en el principio precautorio, la
Corte establece que se ha demostrado que se otorgaron autorizaciones para la tala y desmonte tomando
en consideración el impacto ambiental, pero no se ha efectuado ningún estudio relativo al efecto
acumulativo de las autorizaciones. Así, la Corte le ordena a la provincia de Salta realizar el estudio
referido de impacto ambiental acumulativo en forma conjunta con la Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación, y se deberá dar amplia participación a las comunidades que habitan en la zona
afectada. El estudio deberá concentrarse en el análisis del impacto ambiental acumulativo de la tala y
desmonte sobre el clima, el paisaje, y el ambiente en general, así como en las condiciones de vida de los
habitantes, además suspende todas las autorizaciones de tala y desmonte y su ejecución hasta tanto se
efectúe dicho estudio.

Informe de la Auditoria General de la Nación (AGN/2007 al 2014)


La Auditoría General de la Nación llevó a cabo un estudio, luego de ser sancionada la Ley de Bosques
26.331 (durante el período 2007 al 2014) sobre la situación de los bosques nativos en Argentina,
arrojando la cifra de 6 millones de hectáreas perdidas.
Se centró especialmente en dos provincias: Salta y Santiago del Estero y dio cuenta de la baja efectividad
de los instrumentos de gestión ambiental especialmente el Ordenamiento Ambiental del Territorio (OAT),
la persistencia de los reclamos de comunidades campesinas y aborígenes que se llevaron a cabo
deforestaciones en zonas prohibidas (en las categorías roja y amarilla)
En 2017, la AGN aprobó un nuevo informe correspondiente a 2013 y 2016, sobre la implementación de la
Ley 26331 en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa dando cuenta de que
Argentina esta entre los diez mayores países que destruyen su riqueza forestal. Menciona la falta de
fondo destinado a la conservación boscosa, la demora del envió de estos fondos y la gran cantidad de
deforestación en zonas rojas y amarillas, zonas prohibidas.

UNIDAD 13
Las Aguas y los Glaciares
Según la Organización de las Naciones Unidas, el agua está en el epicentro del desarrollo sostenible y es
fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía y la producción de alimentos, los ecosistemas
saludables y para la supervivencia misma de los seres humanos. A medida que crece la población
mundial, se genera una necesidad conciliar la competencia entre las demandas comerciales de los
recursos hídricos para que las comunidades tengan lo suficiente para satisfacer sus necesidades.
Para el desarrollo del ser humano, el agua y los sistemas de saneamiento no pueden estar separados.
Ambos son vitales para reducir la carga mundial de enfermedades y para mejorar la salud, la educación y
la productividad económica de las poblaciones.
En 2010 la ONU reconoció el derecho al agua y saneamiento. Todos los seres humanos deben contar con
una cierta cantidad de agua suficiente para uso domestico y personal, que sea segura, aceptable y
accesible.
También, Naciones Unidas realizo diversas Conferencias centrándose en el recurso vital e importante del
agua. Estas permitieron que millones de personas en el mundo cuenten con acceso a agua potable.
Las aguas contaminadas y la falta de saneamiento básico provocan el aumento de la pobreza extrema y
enfermedades en los países más pobres del mundo. En la actualidad, billones de personas no disponen de
instalaciones básicas de saneamiento, como baños o letrinas, millones de personas en el mundo beben
agua que no está protegida contra la contaminación. El agua no potable y el saneamiento deficiente son
las causas principales de la mortalidad y diarrea infantil
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es el documento que se aprobó en la Cumbre Mundial
sobre el Desarrollo Sostenible realizada en Nueva York en 2015. Los Estados Nacionales miembros de la
ONU aprobaron Objetivos y Metas que deberán ser cumplidos de aquí al 2030. Los temas tratan diversos
temas, uno de estos objetivos es garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el
saneamiento para todos. Un agua libre de impurezas y accesible para todos, se debe lograr el acceso
universal y equitativo al agua potable a un precio asequible, lograr el acceso a servicios de saneamiento e
higiene adecuados y equitativos para todos, mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación,
implementar la gestión integrada de los recursos hídricos, proteger y restablecer los ecosistemas
relacionados con el agua.

El agua en el Código Civil y Comercial.


En el título de bienes, sección 2° (bienes con relación a las personas), el Código Civil y Comercial vigente,
enumera en el artículo 235 los bienes de dominio público y agrega los glaciares, el ambiente periglacial y
los estuarios, dejando de lado otros cuerpos de agua como son los humedales o los esteros.
Por su parte en los artículos 240 y 241 regulan los bienes con relación a los derechos de Incidencia
Colectiva, establece que no se debe afectar el funcionamiento ni la sustentabilidad de los ecosistemas de
la flora, la fauna, la biodiversidad, el agua, entre otros.
Siguiendo los lineamientos constitucionales sobre la facultad de las provincias de regular sus propios
recursos, la titularidad de las aguas se encuentra en cabeza de estas.

Régimen de Gestión Ambiental de Aguas (Ley 25688).


Fue la primera ley de agua sancionada en nuestro territorio, en el año 2002. Regula los presupuestos
mínimos ambientales para la preservación de las aguas, su aprovechamiento y uso racional.

Regula las aguas naturales o artificiales, superficiales y subterráneas, acuíferos, ríos subterráneos y las
aguas atmosféricas. Define la cuenca hídrica como la región geográfica delimitada por aguas que se
dirigen hacia el mar a través de cauces secundarios que luego convergen en un cauce principal único. Esa
cuenca es tratada como una unidad ambiental indivisible.
El artículo 4° crea, para las cuencas interjurisdiccionales, comités de cuencas hídricas con la misión de
asesorar a la autoridad competente en materia de recursos hídricos y colaborar en la gestión sustentable
de las cuencas hídricas.
El artículo 6° dispone que, para utilizar las aguas, se deberá contar con el permiso de la autoridad
competente.
Dispone que el P.E.N. reglamentará esta ley dentro de los 180 días de su publicación y dictará las
resoluciones necesarias para su aplicación.
Esta norma generó problemas de competencia en materia ambiental y en cuestiones derivadas de las
leyes de presupuestos mínimos en las provincias, algunos autores la tornan de ilegítima y unitaria. Ha
producido una embestida sobre las provincias, invocando indebidamente la cláusula ambiental del art. 41
de la CN.
Si bien nunca las provincias han delegado en la Nación la potestad de regular sobre aguas, sí delegaron
desde 1994 la de dictar los presupuestos mínimos de protección ambiental, los que no deben afectar las
jurisdicciones locales, sin perjuicio de la facultad provincial de dictar normas que complementen dichos
presupuestos mínimos. Bajo esta excusa, el Congreso ha sancionado la Ley 25.688, definiéndola como
norma de presupuestos mínimos de protección ambiental, que en realidad es inconstitucional y
centralizada. Las normas de presupuestos mínimos deben dictar las bases de su reg7lacion y protección
ambiental que rigen en el territorio. Esto no significa la regulación completa de la materia, solo los
objetivos que el legislador quiere proteger, estableciendo distintas alternativas para que el legislador
provincial elija la más conveniente a sus necesidades.
Esta ley, lejos esta de considerar solamente las cuestiones mínimas básicas, ha avanzado en aspectos
normativos que exceden su competencia. La misma profundiza su regulación exclusivamente en aspectos
de gestión y delega la materia de protección a la reglamentación del PE, incurriendo en una práctica
constitucionalmente prohibida.
La Ley 25.688 no es de presupuestos mínimos de protección ambiental y altera las jurisdicciones locales y
el dominio provincial, ya que de acuerdo al artículo 122 de la Constitución Nacional, las Provincias se dan
sus propias instituciones y se rigen por ellas, sin intervención del Gobierno Federal, la norma violenta el
sistema federal de constituir órganos propios de la jurisdicción provincial al disponer diversas medidas
propias de estas jurisdicciones en manos de una autoridad que resulta ajena a las mismas.

Régimen de presupuestos mínimos para la preservación de los glaciares y del ambiente


periglacial (Ley 26639).
Dictada en 2010 esta ley establece los presupuestos mínimos para la protección de los glaciares y del
ambiente periglacial con la finalidad de preservarlos como reservas estratégicas de recursos hídricos para
el consumo humano; para la agricultura y como proveedores de agua para la recarga de cuencas
hidrográficas; para la protección de la biodiversidad; como fuente de información científica y como
atractivo turístico. Los glaciares constituyen bienes de carácter público.
La ley define al glaciar es toda masa de hielo estable o que fluye lentamente, con o sin agua
intersticial, formado por la recristalización de nieve, ubicado en diferentes ecosistemas. Se
entiende por ambiente periglacial en la alta montaña, al área con suelos congelados que actúa
como regulador del recurso hídrico.

La ley crea el Inventario Nacional de Glaciares, para su adecuada protección, control y monitoreo.
El Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) con la
coordinación de la autoridad nacional de aplicación de la presente ley, debe elaborar el inventario.

El artículo 6° establece una prohibición general para determinadas actividades en el glaciar y su ambiente
periglacial. Así, en los glaciares quedan prohibidas las actividades que puedan afectar su condición
natural o las funciones, las que impliquen su destrucción o traslado por ejemplo liberación o dispersión
de sustancias o elementos contaminantes, productos químicos o residuos, la construcción de obras de
arquitectura o infraestructura con excepción de aquellas necesarias para la investigación científica y las
prevenciones de riesgos, la exploración y explotación minera e hidrocarburífera, la instalación de
industrias o desarrollo de obras o actividades industriales.
Por su parte, el artículo 7° prevé la realización de una Evaluación de impacto ambiental. Indica que todas
las actividades proyectadas en los glaciares y en el ambiente periglacial, que no se encuentran
prohibidas, estarán sujetas a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental y evaluación
ambiental estratégica en el que deberá garantizarse la participación ciudadana. Se exceptúan de dicho
requisito las siguientes actividades: de rescate, derivado de emergencias, científicas, realizadas a pie o
sobre esquíes, que no dejen desechos en los glaciares y el ambiente periglacial, deportivas, que no
perturben el ambiente.
El artículo 11° prevé el régimen de infracciones y sanciones. El artículo 13 establece la responsabilidad
solidaria cuando el infractor fuere una persona jurídica, los que tengan a su cargo la dirección,
administración o gerencia, serán dice, solidariamente responsables de las sanciones establecidas por la
ley.
En cuanto a su aplicación el artículo 16 establece que, en el Sector Antártico Argentino, la aplicación de la
presente ley estará sujeta a las obligaciones asumidas por la República Argentina en virtud del Tratado
Antártico y del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente.
La Fundación Ambiente y Recursos Naturales señala que la sanción de la ley significó un importante
avance en cuanto a la protección de este recurso tan vital para nuestro país no solo como fuentes de
agua dulce y hogar de específica biodiversidad, sino también como un patrimonio cultural y paisajístico
característico de nuestro país.
Se han elaborado cuestionamientos acerca de la constitucionalidad de dicha ley, argumentando que viola
el derecho a ejercer el comercio y la industria; prohíbe el desarrollo de nuevas actividades y las excluye
del acceso a una evaluación de impacto ambiental.
El artículo 1 de la Ley de Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial, tiene raigambre
constitucional al tutelar la protección ambiental como un derecho de incidencia colectiva. Está
fundamentada en los principios del orden público ambiental, ya que apuntan al desarrollo sustentable
para satisfacer las necesidades presentes y preservar las futuras
El Congreso Nacional se encuentra facultado para establecer los presupuestos mínimos de protección
ambiental de conformidad con artículo 41 de la Constitución Nacional, estos constituyen un umbral
mínimo legal y uniforme para todo el territorio nacional para asegurar la protección ambiental. Por su
parte, las provincias podrán establecer normas que superen este mínimo, pero no por debajo de esta
protección básico. La interrelación, cooperación y funcionalidad no sólo debe lograrse entre una
provincia y la Nación sino entre todas las provincias entre sí y éstas con la Nación. Entonces la Nación
estableció el umbral mínimo de protección de los glaciares, reconociendo sus servicios y la especial
importancia de restringir actividades que perjudiquen al ambiente y a la salud de todos los habitantes del
país, establece restricciones a determinadas actividades con el fin de procurar una coexistencia armónica
con un recurso natural tan valioso, como el agua, para las generaciones presentes y las futuras.
Las restricciones sobre los derechos individuales producen una ponderación de derechos entre los de las
personas, tanto humanas como jurídicas y los derechos de incidencia colectiva, como es el caso del
derecho ambiental. Principalmente, la controversia se puede dar en razón de la protección al ambiente
con el derecho del ejercicio de la industria lícita como también con el de usar y disponer de la propiedad
(derecho adquirido), se puede hacer una salvedad cuando nos encontramos en presencia de un interés
social superior que tiene carácter de orden público, como en este caso, el derecho a la protección del
ambiente y, en especial, a los glaciares al ser considerados por la ley que los regula como bienes de
carácter público. Por lo tanto, hay un interés tutelado superior a los derechos de los particulares, los
intereses generales prevalecen sobre los intereses particulares.
Por lo tanto, la trascendental importancia de este recurso hídrico, que es esencial para las necesidades
humanas y el equilibrio de los ecosistemas naturales, conlleva a la necesidad de su protección integral a
nivel nacional a través del sistema de presupuestos mínimos y una articulación complementaria dispuesta
por el Poder Ejecutivo en las provincias para el desarrollo de actividades antrópicas sin alterar la
preservación del medio ambiente.
Los glaciares son un recurso estratégico a nivel internacional que como consecuencia del cambio
climático ha evidenciado un claro retroceso en los últimos años. Cumplen también una función de
regulación del ecosistema. Desempeñan un rol crucial en la mitigación y adaptación al cambio climático.
Por ello, la protección que establece la Ley de Glaciares y Ambiente Periglacial, constituye una
herramienta indispensable para una de las reservas más grandes e importantes de agua dulce de nuestro
país que se utiliza para consumo humano. Además, es un servicio natural de agua para las zonas
desérticas, requiere protección y preservación. Ya han sido fuertemente afectados por las actividades no
reguladas o reguladas de manera deficiente como la actividad minera, agotando los recursos de manera
desproporcionada y contraria a la ley.
Por lo tanto, cualquier actividad que se pretenda realizar en estas zonas, tiene que ser fundamentada y
estudiada a fondo, presentando los estudios de impacto ambiental suficientes y que demuestren la
viabilidad del proyecto junto con las reales consecuencias en el ambiente y los planes de contención. De
lo contrario, se pondría en riesgo al 70% de la reserva hídrica de todo el país.

“Barrick Exploraciones Argentina S.A. y otro c. Estado Nacional s/acción declarativa de


inconstitucional CSJN
Barrick Exploraciones Argentinas S.A. y Exploraciones Mineras Argentinas S.A., en su condición de
titulares para la exploración y explotación del sector argentino promovieron una acción contra el Estado
Nacional a fin de obtener la declaración de inconstitucionalidad de la “Ley de Presupuestos Mínimos para
la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial”.
Solicitaron asimismo la concesión de una medida cautelar por medio de la cual se suspendiera la
aplicación de la ley, ordenando a las autoridades nacionales que se abstuvieran de dictar cualquier acto
tendiente a su ejecución, hasta tanto se dictara sentencia definitiva en dichos autos.
El juez hizo lugar a la medida cautelar requerida y dispuso la suspensión de la aplicación algunos artículos
de la ley 26.639, para el ámbito del emprendimiento “Pascua Lama”, ordenando, a pedido de las actoras,
la citación de la Provincia de San Juan. Dicha Provincia pidió que se declarara la competencia originaria de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la concesión de una medida cautelar por medio de la cual se
dispusiera la suspensión de la aplicación de la totalidad de las disposiciones de la ley 26.639, por
considerar que desde su vigencia y por su naturaleza, alteraba la jurisdicción local, afectaba y violaba la
autonomía provincial y el sistema federal.
En el año 2019, la Corte Suprema de Justicia en los autos citados rechaza la demanda interpuesta por
Barrick Exploraciones Argentinas S.A. y Exploraciones Mineras Argentinas S.A. y por la Provincia de San
Juan, ratificando la plena vigencia y CONSTITUCIONALIDAD de los artículos impugnados y de la ley.

Ley de aguas de la Provincia de Santa Fe.


La presente Ley fue sancionada en 2018 y regula la gestión integrada de los recursos hídricos de la
provincia de Santa Fe, con el fin de promover los distintos usos del agua de manera sustentable a favor
de las generaciones presentes y futuras, garantizando el derecho humano fundamental de acceso al agua
potable. Y rige la gestión de todas las aguas superficiales, subterráneas y atmosféricas.
El Poder Ejecutivo Provincial podrá acordar con otras provincias el estudio y la planificación del desarrollo
y preservación de las cuencas interjurisdiccionales, la construcción y operación de obras y la realización
de actividades contemplando los principios de uso equitativo y razonable, la obligación de no ocasionar
perjuicio a terceros y el deber de información y consulta previa entre las partes.
Hasta tanto las Provincias involucradas en una cuenca interjurisdiccional no acuerden programas
comunes de aprovechamiento o distribución de caudales o normas especiales de manejo y siempre que a
consecuencia de ello pudiera generarse peligro a las vías de comunicación, a los accesos a centros de
salud, educación y seguridad a las poblaciones, a las personas y sus bienes o al ambiente, la Autoridad de
Aplicación podrá adoptar las medidas necesarias para el mejor uso, conservación y protección contra los
efectos nocivos producidos por las aguas que se encuentren en su territorio o que lo limiten, estando
facultada para ejecutar todas las acciones requeridas a tal fin con el auxilio de la fuerza pública cuando
fuera preciso.
El agua en la provincia de Santa Fe, es un recurso natural y un bien perteneciente al dominio público y
originario de esta, excepto las aguas de los particulares conforme el Código Civil y Comercial de la Nación.
El dominio de la Provincia sobre las aguas es inalienable, imprescriptible e inembargable. El ejercicio de
los derechos de dominio y de uso y goce, debe ser compatible con los derechos de incidencia colectiva.
El agua es un bien esencial para la vida humana y la de los ecosistemas, tiene una función social y
ambiental que debe ser protegida para garantizar la satisfacción de las necesidades humanas y sociales y
el mejoramiento de la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras. Es un recurso natural finito
y vulnerable con alto valor, que integra el proceso productivo y que el Estado Provincial concede para su
uso una vez cubierta la función social y ambiental. El Estado provincial debe garantizar el derecho
humano de acceso al agua potable, el cual implica contar con agua suficiente, accesible y de calidad apta
para ingesta humana y usos domésticos.
La Autoridad de Aplicación coordinará con la colaboración de otros ministerios la elaboración de un Plan
Hídrico Provincial, el cual establecerá las prioridades del recurso. El Plan Hídrico Provincial estará sujeto a
permanente revisión y monitoreo; elaborara las medidas adecuadas para contribuir a la disminución o
solución pacífica de los conflictos relacionados con el agua; realizara un diagnóstico de los recursos
hídricos, tanto en áreas rurales como urbanas; realizara programas y proyectos a implementar las metas
previstas Directrices y criterios para el cobro del canon por los distintos usos del agua; previsiones para la
escasez o sequías y las inundaciones, entre otros objetivos
Toda persona tiene derecho al uso y aprovechamiento de los recursos hídricos que sean necesarios para
su desarrollo personal y el de sus actividades económicas. Este derecho deberá ser ejercido de forma que
no perjudique al ambiente, a los derechos de incidencia colectiva, y a los derechos de terceros. La
transgresión a esta obligación será causal de extinción, suspensión o disminución del derecho del
contraventor, sin perjuicio de otras sanciones.
El derecho al uso de las aguas del dominio público requiere permiso o concesión e inscripción en el
Registro correspondiente cuando sea para uso productivo y no requiere autorización administrativa
previa cuando sea para uso social, salvo en los casos en que esta ley o su reglamentación establezcan
limitaciones a este principio.

TEMA
LA CONSTITUCIONALIZACION DEL DERECHO AMBIENTAL

Luego de la Segunda Guerra Mundial los Estados comienzan a transformarse, teniendo un un rol más
presente y activo en la sociedad. Ya no atienden solo las funciones básicas (educación, salud, seguridad,
justicia) si no que intervienen en el ámbito económico, conduciendo un cambio en la explotación de los
recursos, agricultura, industria, empleo, finanzas, etc. Esta transformación en Estado industrial,
comerciante, lo llevo a un rol de Estado contaminador, que comenzó a agravar sus propios recursos
naturales para lograr su crecimiento.
En la década del ´60 del Siglo XX la población comenzó a preocuparse por el ambiente. Surgieron
numerosos movimientos, revoluciones y hasta ONG ambientalistas que reclamaban una protección
ambiental. En 1972 se produjo en Estocolmo, Suecia, la Primer Conferencia Mundial sobre Medio
Ambiente, dando nacimiento al derecho ambiental, elaborando una serie de principios que regirían la
materia
Esto provocó que al pasar los años, se realicen informes, normativas, conferencias y que se comience a
regular este derecho en todos los Estados del mundo
Si comparamos con otros países de América Latina, vemos que este proceso se produjo con retroceso en
nuestra Republica.
La Constitución de 1853, en su redacción originaria no poseía disposiciones ambientales.
Hacia fines del siglo XIX se comendo a regular en forma independiente los recursos naturales, tanto a
nivel nacional como local. Se sanciona asi el Código de Mineria.
Luego, podemos ver que las provincias comenzaron a incorporar en sus constituciones la tematica
ambiental. Esto se produjo por varios factores: primeramente, el retorno a la democracia, después del
oscuro y trágico periodo de dictadura militar, dio comienzo a un proceso de reformas constitucionales
para asegurar el régimen institucional, consagrando derechos fundamentales incluyendo al derecho al
ambiente. Otro aspecto importante fue el creciente protagonismo que venía adquiriendo en los últimos
años la cuestión ambiental. Hay ciertas provincias que no contienen previsiones en materia ambiental,
como el caso de Santa Fe.
Además, es importante destacar que el derecho ambiental comenzó a considerarse como un derecho
humano fundamental. Es de carácter fundamental ya que es inimagiable que los individuos puedan vivir
en un contexto ambiental contaminado, sin condiciones minimas para el desarrollo.
Surgió una nueva categoría de derechos, los de tercera generación los cuales, a diferencia de los
anteriores, que recaen sobre una persona o sobre un grupo, son de incidencia colectiva y le pertenecen a
la colectividad, son indivisibles y no reconocer a un titular. También implican ciertos deberes, por
ejemplo, el derecho a un ambiente sano implica el deber de conversarlo.
En 1994 se realizó la reforma de la Constitución Nacional de nuestro país. Una de las muchas nuevas
cuestiones que se introdujeron fue la protección al ambiente. Así, la cláusula ambiental del artículo 41
consagro el derecho a vivir en un ambiente sano y equilibrado, y el correlativo deber de preservarlo. Esto
constituye la base sobre la cual derivan los principios y leyes ambientales fundamentales de nuestro
derecho, ya que, como sabemos, la CN es la norma máxima y suprima, de ella derivan y se deben ajustar
todo el ordenamiento jurídico.
Mediante el articulo 41 se consagro este derecho humano de incidencia colectiva. Considero importante
hacer una breve descripción de los derechos de incidencia colectiva. Estos coexisten con los derechos
individuales y recaen sobre bienes colectivos, como su nombre lo indica, son de titularidad colectiva y
pertenecen a toda la comunidad, no son susceptibles de apropiación por ninguna persona ya que son
indivisibles. Todos tienen derecho a su uso y no pueden ser excluidos.
Luego del fallo Halabi, la Corte distinguió 3 tipos de derechos: los individuales: son aquellos derechos
subjetivos que pertenecen a un titular, un derecho disponible individualmente.
Derechos de incidencia colectiva de bienes colectivos: protege bienes que le pertenecen a toda la
comunidad. No son divisible por lo que no puede ser apropiado por particulares. Cuando se reclama la
vigencia de este derecho, un daño o perjuicio la pretensión se enfoca en la faz colectiva. Existe una
legitimación más amplia para ejercer este derecho, llamada extraordinaria ya que faculta a actuar al
defensor del pueblo, a ONG y el propio afectado. Ej.: derecho al ambiente.
Derechos de incidencia colectiva que refieren a intereses individuales homogéneos: no existe un bien de
titularidad colectiva afectada, sino que se afectan derechos e intereses divisibles, sin embargo, la
incidencia colectiva radica en que existe una homogeneidad fáctica, un solo hecho o norma que provoca
una afectación a intereses individuales conectados. Es razonable realizar un solo juicio colectivo donde la
sentencia tenga carácter expansivo y beneficie a todos los involucrados. Están legitimados el afectado, el
defensor del pueblo y las ONG. Ej.: derechos de consumidores y usuarios.
Artículo 41.- Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el
desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin
comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental
generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley.
Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos
naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la
información y educación ambientales.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección,
y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alteren las jurisdicciones
locales.
Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los
radiactivos.

Entonces, vemos que la primera parte de este articulo consagra el modelo de desarrollo sustentable, el
cual ya había tenido protagonismo en el mundo algunos años atrás. En una segunda parte encontramos
los deberes y obligaciones que recaen sobre el Estado. En la tercera parte encontramos la distribución de
las competencias entre Estado y provincias respecto al medioambiente. Finalmente, el último párrafo
prohíbe el ingreso a nuestro territorio de residuos peligrosos y radioactivos.

Pasaremos a analizar el artículo 41.


El primer párrafo habla del desarrollo sustentable, un modelo presentado hace ya algunos años en un
Informe de una investigación de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo, este es un principio de
equilibrio entre economía y ambiente, donde las generaciones actuales podrán realizar actividades
productivas para satisfacer sus necesidades sin comprometer las generaciones futuras.
Consagra el derecho de TODOS los habitantes a gozar de un ambiente sano, apto y equilibrado para el
desarrollo humano. Se debe lograr un equilibrio entre el desarrollo y crecimiento económico y el
ambiente. La sustentabilidad es requerida en varias áreas, la ecológica (para que se sigan manteniendo
procesos ecológicos de renovación de plantas, animales, suelos, etc.), la social (que permita igualdad de
oportunidades a la sociedad), la económica (internalización de los costos) y cultural (que preserve la
relación entre el hombre y el medio). Básicamente, cada actividad o acción que se emprenda no debe
producir consecuencias negativas para el ambiente.
Además, este articulo hace referencia al daño ambiental, toda alteración relevante que modifique
negativamente el ambiente. Y la obligación primordial de recomponer por parte de quien causo el daño,
esta reparación no puede quedar sujeta a la voluntad de las partes, ni puede reemplazarse con una
indemnización, excepto que la recomposición sea técnica o fácticamente imposible, en este caso puede
hablarse de indemnización.
El segundo párrafo desarrolla los deberes del Estado. Entre los cuales podemos mencionar: el deber de
amparar, defender, auxiliar la vigencia de este derecho, debiendo afianzar y consolidar que el uso de los
recursos naturales se realice correctamente. Se debe preservar el patrimonio natural, cultural y la
diversidad biológica. Menciona el deber de informar, enterar, dar noticias respecto de la situación
ambiental y de sus posibilidades de alteración por la realización de ciertas actividades productiva,
implementando los medios para que todos los habitantes puedan informarse. Y al Estado le corresponde
además el deber de educación ambiental, asegurando que se cumpla la obligación de enseñar y que
todos los habitantes puedan aprender. Los deberes del Estado, se integran y complementan con la(s)
ley(es) que dicta el Congreso.

El tercer párrafo consagra el reparto de competencias entre provincias y Nación.


El análisis de este párrafo ha sido el más complejo, principalmente por la redacción confusa del articulo y
por el intrincado y complejo tema de reparto de competencias. La CN establece que las provincias
conservan todo el poder no delegado al gobierno federal, la pauta general entonces es que la
competencia corresponde siempre a las provincias y sólo por excepción cuando haya delegación expresa
le corresponde al gobierno.
En el artículo 41 las provincias han delegado en la Nación el poder de dictar las normas de Presupuestos
Mínimos para tutelar el ambiente, que respeten las jurisdicciones locales y se han reservado la facultad
de establecer normas para complementar estos presupuestos mínimos. Los presupuestos mínimos son
normas que conceden una tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional,
imponiendo condiciones necesarias para la protección ambiental. Deben asegurar la preservación
ambiental y el desarrollo sustentable y es facultad de la Nación. Sin embargo, la regulación del
aprovechamiento y uso de los recursos naturales, constituyen potestades reservadas a las Provincias en
las que se encuentran situados y no son delegadas a la Nación. En consecuencia, el objeto de las leyes de
presupuestos mínimos debe ser el de protección ambiental del recurso y no el de su gestión, esto es
potestad de las provincias.
Así entonces, vemos que las Normas de Presupuestos Mínimos son leyes del Congreso de la Nación, son
de orden público y rigen uniformemente en todo el territorio de la república, garantizando un umbral
básico de protección ambiental. Sus limitaciones son el no poder regular la gestión de recursos naturales,
que le pertenece a la provincia, y el no alteren jurisdicciones locales. Hasta ahora se han dictado 12 leyes
de presupuestos mínimos sobre diferentes temas ambientales, asegurando la correcta gestión y
protección del medio ambiente. Las provincias, por su parte, pueden dictar normas complementarias a
estas, pero no pueden imponer un nivel de protección inferior, si estándares de tutela iguales o más
elevados.

Finalmente, el cuarto párrafo prohíbe el ingreso al país de residuos peligrosos y radioactivos. Esta
prohibición fue fuertemente impulsada por movimientos ecologistas o ambientalistas. Se ubica en este
articulo por la limitación de la norma de necesidad de reforma constitucional que habilitaba a la
convención a debatir la preservación del medio ambiente pero solo debía estar consagrada en un solo
artículo que estuviera en la primera parte de la Constitución, por esto no se lo concede como una
atribución del Congreso. El articulo hace referencia a residuos peligrosos; residuos potencialmente
peligrosos, aquellos peligrosos pero que, acondicionados de determinada manera, pueden ser considera-
dos como que carecen de esa peligrosidad; y residuos radioactivos, aquellos que, si bien son residuos
peligrosos, se consideró necesario hacer esa particularización porque generalmente todos los residuos
nucleares se tratan de manera independiente en el ámbito internacional.
Es importante destacar que el bien jurídico que protege el articulo 41 es el equilibrio ambiental y no la
salud humana. Estos igualmente están conectados, ya que gracias a que yo protejo el ambiente y la
diversidad biológica, se produce una adecuada calidad de vida humana. Rosatti pone un ejemplo de
protección a un cocodrilo. Esta protección se realiza ¿porque forma parte de una cadena biológica, con
prescindencia del uso que de él haga el hombre? (tal sería la respuesta del equilibrio medioambiental
como bien jurídico protegido); ¿o porque el hombre “necesita” cocodrilos, ya sea para incorporarlos a la
cadena productiva o verlos en un zoológico? (tal sería la respuesta de la salud humana como bien jurídico
protegido). Se debe proteger al cocodrilo para que este siga viviendo, porque integra la cadena biológica
que el hombre no inventó, sino que heredó.
Empezar a hablar de la codificación (debates)- ordenamiento ambiental (leyes presupuestos miimos- lga
conflicto- ccyc)

CASO HALABI:
Ernesto Halabi, abogado argentino, interpuso acción de amparo contra el Estado Nacional, solicitando se
declarase la inconstitucionalidad de los artículos de la Ley 25.873, y su decreto reglamentario. Dicha
normativa incorporaba a la Ley Nacional de Telecomunicaciones la obligación a los prestadores de
servicios de telecomunicaciones de captar y derivar las comunicaciones para su observación remota. Se
estableció un amplio margen de intervención dado que los prestadores de servicios tenían la obligación
de registrar y sistematizar los datos filiatorios y domiciliarios de sus usuarios y clientes y los registros de
comunicaciones sin consulta por parte del Poder Judicial o del Ministerio Público, debiendo conservar la
información por el plazo de 10 años.
La Ley 25.873 y su decreto reglamentario vulneran las garantías de la Constitución Nacional, en cuanto
autorizan la intervención de comunicaciones telefónicas y por Internet sin que se determine en qué casos
y con qué justificativos. Asimismo, el Sr. Halabi sostenía que era una clara intromisión a la esfera de
privacidad de su persona, lo cual constituía una violación a sus derechos a la privacidad y a la intimidad
en su condición de usuario, y también, una vulneración a su privilegio de confidencialidad que, como
abogado, ostenta en las comunicaciones con sus clientes.
Primer y segunda instancia hacen lugar al amparo y otorgan el beneficio a todos los perjudicados. El
Estado Nacional interpone recurso extraordinario federal, el cual es concedido y ataca exclusivamente el
efecto erga omnes que la Cámara, sosteniendo que la pretensión fue deducida exclusivamente por un
particular.
La CSJN estableció en 2009 la inconstitucionalidad de la Ley 25.873, sosteniendo, a grandes rasgos, que
dicha normativa constituye una violación al derecho a la intimidad y una injerencia arbitraria y abusiva en
la vida privada de los afectados. Delimita tres categorías de derechos: individuales, de incidencia colectiva
que tienen por objeto bienes colectivos, y de incidencia colectiva referentes a intereses individuales
homogéneos.

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