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Sobrepeso y obesidad relacionados con el estrés y la ansiedad

Comer es un placer que se experimenta en etapas tempranas, comienza

con mamar que es una función vital que caracteriza a los mamíferos,

denominada así por tener glándulas mamarias de las que se alimentan

sus crías.

Así empezó el placer de la comida, el bebé comienza a experimentar el

inmenso placer que le produce alimentarse, un incentivo que garantizará

la persistencia de una conducta vital. Satisfacer el hambre, la capacidad

de mamar se trasformará con el tiempo en comer y con ella alcanzará

horizontes inimaginables, hasta hacer de la comida una fuente

inagotable de comida. Por otro lado, el contexto cultural del ser humano

nos ha facilitado que este comparta con sus congéneres nacimientos,

bodas, homenajes y otras celebraciones en torno a la mesa y a la

comida.

El sobrepeso y la obesidad son una ruptura del equilibrio de comer para

saciar una necesidad, el estrés y la ansiedad son estados emocionales

que conlleva a comer de más y peor.

La Organización mundial de la Salud (OMS), define a la obesidad y

sobrepeso como la “acumulación anormal o excesiva de grasa que

puede ser perjudicial para la salud”. Por este motivo es importante

reencontrarse con el placer de comer y reequilibrarlo, para lo que se

requiere comer mejor, saludable y desarrollar un estilo de vida activo.

La manera y los motivos de nuestras elecciones a la hora de ingerir

alimentos tienen un impacto en nuestra salud general y a la prevención

de posibles enfermedades.
Solamente si conocemos los factores emocionales podemos reforzar los

hábitos saludables que nos permitan mantener un peso corporal

saludable.

La sobrealimentación que condiciona el sobrepeso y la obesidad, pueden

ocurrir en cualquier etapa de la vida del ser humano; iniciando en la

nutrición materna, la lactancia materna, los primeros meses de edad

teniendo particular impacto en los hábitos alimenticios que habremos de

tener en la edad adulta. Por lo tanto, es importante mantener un

equilibrio entre (el exceso de) la ingestión y el gasto de energía, además

de una dieta recomendable adecuada a sus características personales.

Debido a la preocupación por el incremento de la incidencia y

prevalencia del sobrepeso y la obesidad a nivel nacional, los servicios

médicos de Petróleos Mexicanos diseñaron, hace ya aproximadamente

30 años, una estrategia integral que ha cristalizado en la

implementación de "El laboratorio de salud": un área física para la

aplicación del "Programa de atención integral al paciente con sobrepeso

y obesidad"

(http://www.pemex.com/servicios/salud/Paginas/Home.aspx),este

servicio de atención lo ofrece un equipo multidisciplinario formado por

médicos generales, nutriólogos, activadores físicos y psicólogos, debido

a que el control de esta enfermedad no depende solamente de la pérdida

de peso, sino de la capacidad del paciente para modificar el estilo de

vida y los hábitos relacionados con la conducta alimentaria.


De hecho, la investigación psicológica relacionada con el sobrepeso y la

obesidad se ha dirigido sobre todo al estudio del estilo de vida y de los

hábitos relacionados con la conducta alimentaria.

Algunos estudios sobre metabolismo advierten que la aparición de la

obesidad puede deberse a estrés crónico, el cual promueve el consumo

excesivo de calorías, lo cual genera el incremento de cortisol, glucosa e

insulina.

Algunas personas con obesidad confunden la ansiedad con el hambre y,

por tanto, se ha reportado que algunas de ellas al sentirse ansiosas

tratan de mitigar esta ansiedad con comida, lo cual puede llevar a

desarrollar obesidad. Estudios más recientes puntualizan que la falta de

conciencia interoceptiva puede generar dificultades para discriminar

entre el hambre y la saciedad (Fassino, Pierò, Gramaglia, & Abbate,

2004; Garfinkel & Critchley, 2013; Paulus & Stein, 2010).

Diversos estudios han evidenciado que la exposición continua a eventos

estresantes se asocia al desarrollo de obesidad abdominal. Si bien el

estrés puede llevar a un incremento o decremento en el consumo de

comida, en personas con sobrepeso u obesidad se suele aumentar la

ingesta de comida con alto valor calórico, y el sistema dopaminérgico

tiene una influencia directa en ello (Morris, Beilharza, Maniama,

Reichelta, & Westbrook, 2015).

La sobrealimentación que condiciona el sobrepeso y la obesidad, pueden

ocurrir en cualquier etapa de la vida del ser humano; iniciando en la

nutrición materna, la lactancia materna, los primeros meses de edad

teniendo particular impacto en los hábitos alimenticios que habremos de

tener en la edad adulta. Por lo tanto, es importante mantener un


equilibrio entre (el exceso de) la ingestión y el gasto de energía, además

de una dieta recomendable adecuada a sus características personales.

Se debe tomar en cuenta los innumerables beneficios que proporciona la

actividad física (caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar

deportes, participar en actividades recreativas y juegos) para mantener

un peso corporal saludable, mejorar la salud mental, la calidad de vida y

el bienestar.

La sobrealimentación que condiciona el sobrepeso y la obesidad, pueden

ocurrir en cualquier etapa de la vida del ser humano; iniciando en la

nutrición materna, la lactancia materna, los primeros meses de edad

teniendo particular impacto en los hábitos alimenticios que habremos de

tener en la edad adulta. Por lo tanto, es importante mantener un

equilibrio entre (el exceso de) la ingestión y el gasto de energía, además

de una dieta recomendable adecuada a sus características personales.

Se debe tomar en cuenta los innumerables beneficios que proporciona la

actividad física (caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar

deportes, participar en actividades recreativas y juegos) para mantener

un peso corporal saludable, mejorar la salud mental, la calidad de vida y

el bienestar.

El abordaje de las emociones en la atención de los hábitos alimenticios,

se está convirtiendo cada vez más en un tema importante de estudio, en

especial por el efecto que pueden tener sobre la selección de los

alimentos.

El tratamiento de la obesidad y sus comorbilidades se ha convertido en

una meta de salud pública. La gran mayoría de la investigación en el


manejo de la obesidad se ha enfocado en los estilos de vida, para

comprender la ganancia de peso. Sin embargo, existe una gran

variabilidad individual que igualmente contribuye al aumento del peso

corporal. Por esta razón, la OMS plantea la necesidad de realizar

investigaciones multidisciplinarias, encaminadas a determinar los

factores que influyen en la elección de una dieta correcta y equilibrada .

En consecuencia, estudios desde el enfoque de la psicología, permitirán

comprender mejor este problema, así como diseñar estrategias de

intervención más efectivas. Específicamente la alimentación emocional,

se ha definido como “comer como respuesta a una variedad de

emociones negativas, como la ansiedad, la depresión, la ira y la

soledad”. Se sabe que las emociones tienen un poderoso efecto en la

elección de alimentos y hábitos alimenticios, especialmente alimentos

que repongan rápidamente los niveles de energía consumidos durante la

respuesta al estrés, y que provocan una inmensa sensación de bienestar

a quien las consume, al reconocerse por su gran poder reconfortante:

Debido al confinamiento por la pandemia que atravesamos se ha visto

una reducción notable en la actividad física y el estilo de vida saludable

de adolescentes y adultos jóvenes, quienes pasan más tiempo frente a

una pantalla, que, en diversas actividades cotidianas, de recreo y

esparcimiento.

Referencias:
Barrera, A., Rodríguez, A., & Molina, M. A. The current state of obesity in

México Escenario actual de la obesidad en México. Rev Med Inst Mex

Seguro Soc. 2013; 51(3), 292-9. Disponible

en: http://www.medigraphic.com/pdfs/imss/im-2013/im133k.pdf .

[ Links ]

Fassino, S., Pierò, A., Gramaglia, C., & Abbate, G. (2004). Clinical,

psychopathological and personality correlates of interoceptive

Awareness in anorexia nervosa, bulimia nervosa and obesity.

Psychopathology, 37(4), 168-174.

Garfinkel, S. N., & Critchley, H. D. (2013). Interoception, emotion and

brain: new insights link internal physiology to social behaviour.

Commentary on: Anterior insular cortex mediates bodily sensibility and

social anxiety by Terasawa et al. (2012). SCAN 8, 231-234. http://

dx.doi.org/10.1093/scan/nss140

Morris, M. J., Beilharza, J. E., Maniama, J., Reichelta, A. C., & Westbrook,

R. F. (2015). Why is obesity such a problem in the 21st century? The

intersection of palatable food, cues and reward pathways,

Silva, J. Biología de la regulación emocional: Su impacto en la

psicología del afecto y la psicoterapia. Terapia Psicológica. [Internet].

2003; 21, 163-172.

OMS. Obesidad y sobrepeso. [Internet]. [Consultado 3 enero de 2018].

Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/ .

Paulus, M. P., & Stein, M. B. (2010). Interoception in anxiety and

depression. Brain Structre Function. http:// dx.doi.org/10.1007/s00429-

010-02558-9
Pompa Guajardo, Edith G.; Meza Peña, Cecilia Ansiedad, estrés y

obesidad en una muestra de adolescentes de México* Universitas

Psychologica, vol. 16, núm. 3, 2017 Pontificia Universidad Javeriana,

Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?

id=64752604018 DOI: http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.upsy16-3.aeom

Silva, J. Biología de la regulación emocional: Su impacto en la psicología

del afecto y la psicoterapia. Terapia Psicológica. [Internet]. 2003; 21,

163-172.

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/1013/sobrepeso.pdf

https://uach.mx/noticias/2021/3/4/ansiedad-culpa-frustracion-algunos-de-

las-emociones-que-contribuyen-al-sobrepeso-y-obesidad-especialista-

uach-/

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