Protocolo de actuación ante agresiones por parte

de personas con demencia y trastornos mentales

Objetivo:
El presente protocolo tiene como objetivo establecer una guía de actuación
para el personal sanitario que se encuentre en contacto con personas que
presenten demencia y trastornos mentales, con el fin de prevenir y manejar
adecuadamente situaciones de agresión que puedan surgir durante su
atención.

1. Conocimiento y sensibilización:

a. Todo el personal sanitario deberá recibir formación adecuada sobre la

demencia y los trastornos mentales, así como sobre las posibles
manifestaciones de agresividad asociadas a estas condiciones.

b. Se fomentará la empatía y el respeto hacia estas personas, entendiendo

que su agresión puede ser una manifestación de su enfermedad y no un
acto intencional.

2. Evaluación del riesgo:

a. Antes de iniciar cualquier interacción con estas personas, se evaluará el

nivel de riesgo de agresión mediante una evaluación previa de la historia
clínica y la comunicación con la persona, en la medida de lo posible.

b. Si existe un alto riesgo de agresión, se deberán tomar medidas

adicionales de seguridad, como solicitar el apoyo de otros profesionales o
utilizar elementos de contención física si fuera absolutamente necesario.
3. Comunicación y lenguaje:

a. El personal sanitario deberá utilizar un lenguaje claro, sencillo y calmado

al comunicarse con estas personas, evitando tonos agresivos o
amenazantes.

b. Se evitará cualquier tipo de discusión o confrontación con ellas,

redirigiendo la conversación hacia temas más tranquilos o distrayendo su
atención hacia actividades o intereses conocidos de la persona.

4. Ambiente físico seguro:

a. Se procurará un entorno seguro y tranquilo para su atención, minimizando

cualquier estímulo que pueda generar agitación o irritación.

b. Se evaluará la necesidad de contar con sistemas de vigilancia y alarma

en determinadas áreas, especialmente aquellas donde exista un mayor
riesgo de agresión.

5. Intervención no farmacológica:

a. Se implementarán estrategias de intervención no farmacológica, como la

estimulación sensorial, la música suave, la terapia ocupacional, entre otras,
para reducir la agitación y la agresión.

b. Se procurará mantener una rutina y estructura en las actividades diarias

de estas personas, lo cual puede contribuir a disminuir la ansiedad y la
agresividad.

6. Manejo de la agresión:

a. En caso de que se produzca una agresión, el personal sanitario deberá

mantener la calma y evitar reacciones agresivas o de provocación.

b. Si es posible, se buscará la retirada de la persona de la situación

desencadenante y se le brindará espacio para que se calme.
c. Se solicitará ayuda adicional si es necesario, de otros profesionales
sanitarios u otros miembros del equipo del centro.

7. Registro y notificación:

a. Cualquier incidente de agresión por parte de cualquier persona deberá ser

registrado detalladamente en Resiplus.

b. Se notificará de forma inmediata a los responsables.

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1. Prevención:

- Realizar una valoración inicial del paciente para identificar posibles

conductas agresivas.

- Conocer los antecedentes clínicos y psicológicos del paciente para

prevenir situaciones que puedan desencadenar la agresividad.

- Establecer una relación de confianza y respeto con el paciente.

- Asegurarse de que el ambiente es seguro y adecuado, evitando objetos

que puedan ser utilizados como armas.

2. Actuación ante una situación de agresión:

- Mantener la calma y la serenidad, no responder con actitudes violentas.

- Intentar dialogar con el paciente para tranquilizarlo.

- Si no es posible controlar al paciente, alejarse manteniendo la seguridad

de ambos.

- Buscar apoyo en otros profesionales sanitarios si la situación se agrava y

se requiere atención especializada.

- En caso de lesiones provocadas por el paciente, atenderlas

inmediatamente y registrarlas por escrito.

3. Comunicación:

- Informar a los familiares o tutores legales sobre la situación y la evolución

del paciente.

- Documentar la conducta agresiva, su duración y las medidas adoptadas

para evitarla o controlarla.

- Realizar un seguimiento continuo del paciente y evaluar las medidas

preventivas adoptadas.
- Proponer guías de actuación y formación continua para prevenir y controlar
la agresividad en pacientes con demencia y trastornos mentales.

4. Asistencia psicológica y emocional:

- Ofrecer apoyo psicológico y emocional tanto al paciente como a sus

familiares o cuidadores.

- Fomentar la empatía y la comprensión hacia el paciente y su situación.

- Proporcionar información sobre recursos y servicios de ayuda disponibles

para el paciente y su familia.
El objetivo principal de este protocolo es prevenir y gestionar
adecuadamente las situaciones de agresión, garantizando la seguridad y el
bienestar tanto del personal como de los pacientes.

1. Prevención

- Conocer el historial médico y los antecedentes de cada paciente.

- Identificar factores desencadenantes de conductas agresivas (ruidos

fuertes, cambio de rutinas, dolor, cambios en el ambiente, etc.) y evitarlos en
la medida de lo posible.

- Mantener una comunicación clara y respetuosa con los pacientes,

utilizando un lenguaje sencillo y evitando tonos elevados o amenazantes.

- Fomentar y apoyar actividades que fomenten el bienestar emocional y

físico de los pacientes.

2. Actuación ante una situación de agresión

- Mantener la calma y tratar de evitar que la situación se agrave.

- Alejarse de la fuente del conflicto, si es posible.

- Llamar a otros profesionales del centro que puedan ayudar a gestionar la

situación.

- En caso de lesión, proporcionar primeros auxilios y notificar al responsable

del centro.

- Realizar un registro detallado de la situación y de las acciones tomadas.

3. Intervención tras la agresión

- Evaluar la situación y establecer un plan de intervención.

- Proporcionar apoyo emocional al personal afectado por la situación.

- Investigar el incidente y tomar medidas adecuadas para prevenir futuras

situaciones similares.
- Comunicar y notificar la situación de manera apropiada a las autoridades
competentes.