El dolor torácico es una de las causas más frecuentes de consulta en el servicio de
urgencias y en el consultorio. También puede presentarse durante un procedimiento dental.
Puede ser de origen cardiovascular y no cardiovascular. Como causas cardiovasculares se incluyen los síndromes coronarios agudos término acuñado para englobar al infarto del miocardio (IAM) y angina de pecho. Éstos se dividen en SICAST (síndrome coronario con elevación del segmento ST/T) y SICA sin ST (sin elevación del ST/T). Esta división tiene que ver con la fisiopatología (trombo que ocluye o no del todo la luz de la arteria coronaria) y el tratamiento del evento. El estudio primordial para determinar si un paciente tiene SICA con o sin elevación del ST es el electrocardiograma. Existen otras causas de origen cardiovascular que se relacionan con las estructuras del corazón como pericarditis, miocarditis, prolapso de válvula mitral, disección aórtica y tromboembolia pulmonar
El dolor torácico en los síndromes coronarios agudos se describe como de carácter
opresivo, por lo general de localización retroesternal y que a veces se irradia a base del cuello, ambos brazos, epigastrio y en ocasiones a maxilar inferior, lo que puede confundirse con dolor de origen odontológico. Se puede acompañar de síntomas como diaforesis, piloerección, taquicardia, ansiedad y angustia, que denotan descarga adrenérgica.
Es fundamental contextualizar los antecedentes relacionados con cardiopatía isqué-
mica, como los descritos antes (diabetes mellitus, hipertensión, tabaquismo, sedentarismo, dislipidemia e historia familiar de cardiopatía), pero también de aquellos que ya han sufrido infarto, tienen angina de pecho o han sido sometidos a cirugía cardiaca o angioplastia coronaria. Si el paciente refiere dolor torácico o disnea en forma aguda, lo ideal será llamar a un servicio de urgencias médicas y enviarlo al hospital. Es esencial recalcar que los pacientes que toman clopidogrel por la colocación de una endoprótesis coronaria, sobre todo si es una medicada, tienen riesgo de trombosis intraendoprótesis en el primer año. En los pacientes con angina de pecho o infarto del miocardio que requieren de atención dental es factible llevar un tratamiento sin ninguna complicación. Si éste ha tenido angina o infarto previo, es importante tener comunicación con su cardiólogo y evaluar los medicamentos que se están tomando. Antiagregantes como ácido acetilsalicílico y clopidogrel deberán suspenderse al menos una semana antes del procedimiento dental, por el riesgo de sangrado. Evitar el uso de lidocaína con adrenalina, por el riesgo de aumentar la presión arterial, desencadenar arritmias o ambas. Se recomiendan tres cartuchos de lidocaína con adrenalina 1:100 000 como máximo. En caso de dolor torácico sugestivo de síndrome coronario (retroesternal, opresivo, irradiado a la base del cuello, epigastrio o a los brazos), llamar al servicio de urgencias médicas y administrar ácido acetilsalicílico, así como nitratos sublinguales.El electrocardiograma es el primer estudio en la evaluación de estos casos. Tener comunicación con el cardiólogo tratante es de gran ayuda y tranquilidad tanto para el paciente como para el odontólogo. Si se presenta un individuo en el consultorio dental con dolor torácico con las características descritas se sugiere primero tranquilizarlo, administrar ácido acetilsalicílico masticado que puede ser de 81 o 100 mg, así como 5 mg de nitratos en forma sublingual hasta tres dosis. Al mismo tiempo llamar al servicio médico de urgencias para trasladarlo a un hospital con especialidad en cardiología.
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