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Fase 2- Identificación

Luis Ángel Palacios Zarate

Fundamentos de economía

Alejandro José Navarro García

252004_63

Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD

Ciencia política, EJCP

29 de febrero 2023

1
Tabla de contenido

Resumen..........................................................................................................................................3

Capítulo 1.............................................................................................................................5

Capítulo 2..................................................................................................................7

Capítulo 3.....................................................................................................9

Capítulo 4.......................................................................................31

Bibliografía.........................................................................33

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Resumen

La economía, como disciplina es fundamental en el estudio de cómo las

sociedades gestionan sus recursos, y se adentra en la comprensión de bienes y servicios

que satisfacen las necesidades humanas. En este trabajo, exploramos diversas

dimensiones de la economía, comenzando por el análisis del servicio de la salud en el

primer capítulo. En este contexto, evaluaremos si el servicio de la salud puede ser

clasificado como bien o servicio, examinando su carácter, naturaleza y función, así como

su relación con otros elementos del vasto espectro de bienes y servicios.

En el segundo capítulo, nos sumergimos en el mundo de los mercados, utilizando

un ejemplo ilustrativo de vendedores de helado en una plaza pública. Exploraremos las

características del mercado perfecto, examinando cómo interactúan la oferta y la demanda

en un entorno competitivo, y analizaremos como estas condiciones ideales se aplican o

difieren en el caso de los vendedores de helado.

En el tercer capítulo, nos lleva a un viaje histórico por los pensamientos

económicos que han moldeado la disciplina a lo largo del tiempo. Desde la economía

preclásica hasta pensamientos más contemporáneos, pasando por neoricardianos y/o el

institucionalismo, por ejemplo. Enfatizaremos en los postulados clave de figuras

destacadadas como Adam Smith, Karl Marx, Keynes y Commons., y exploraremos los

fundamentos del socialismo e institucionalismo y mercados perfectos e imperfectos.

En una reflexión teórica general, se abordarán temas cruciales, como la

coordinación de la actividad económica, la asignación eficiente de recursos, y la

comprensión de cómo las decisiones individuales impactan en el conjunto de la sociedad.

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Además, se destacarán los aportes teóricos clave de economistas renombrados y cómo sus

ideas han influido en la evolución del pensamiento económico.

El presente busca proporciona una comprensión más solida de algunos conceptos

fundamentales de economía, y fomentar una reflexión crítica sobre la diversidad de

enfoques y teorías que han dado forma a esta disciplina a lo largo del tiempo.

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Capítulo 1
Gráfico SmartArt sobre el servicio de la salud y su importancia para la economía colombiana

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El sistema de salud en Colombia es un componente crucial para el desarrollo económico y
bienestar de la población. En términos generales, el sistema de salud colombiano es mixto, con la
participación tanto del sector público como del privado. La salud en Colombia se rige por el
Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), establecido en 1993, con el objetivo de
garantizar el acceso universal a servicios de salud de calidad.
Un sistema de salud eficiente contribuye a mantener a la fuerza laboral en buen estado de
salud. La prevención y tratamiento oportuno de enfermedades permiten que los trabajadores sean
más productivos, lo que repercute positivamente en la economía.

La atención preventiva y el tratamiento temprano de enfermedades ayudan a reducir los


costos asociados con enfermedades crónicas y complicaciones médicas graves. Esto tiene un
impacto directo en la economía al disminuir la carga financiera relacionada con tratamientos
costosos y bajas laborales prolongadas.

Un sistema de salud sólido puede ser un factor atractivo para las inversiones extranjeras.
Las empresas consideran la calidad de los servicios de salud disponibles para sus empleados al
tomar decisiones sobre la ubicación de sus operaciones.

La inversión en salud contribuye al desarrollo del capital humano, ya que una población
saludable tiende a ser más educada y capacitada, lo que tiene efectos positivos en la
productividad y la innovación.

Un sistema de salud equitativo y accesible contribuye a la cohesión social al garantizar


que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de salud, independientemente de su capacidad
económica. Esto ayuda a reducir las desigualdades y fortalece el tejido social.

El servicio de salud en Colombia desempeña un papel crucial en el desarrollo económico


al mantener la población sana, productiva y con acceso equitativo a servicios médicos. Un
sistema de salud eficiente no solo mejora la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también
impulsa la economía al reducir costos a largo plazo y crear un entorno propicio para la inversión
y el crecimiento sostenible.

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Capítulo 2
Ejemplo sobre mercado y principales características del mercado perfecto

Un claro ejemplo para ilustrar el tema del mercado, es una plaza de alguna ciudad donde
hay varios vendedores de helados. Estos vendedores tienen puestos de helados en la calle,
heladerías o son vendedores ambulantes. Es un lugar muy característico por las ventas del helado
y van muchos consumidores a disfrutar de distintos helados y desean comprar.

En este mercado hay una gran cantidad de posibles compradores que tienen opciones para
elegir dónde comprar su helado. Al mismo tiempo, hay varios vendedores de helado que
compiten por la atención de los consumidores. Lo anterior nos ilustra que una de las
características de un mercado perfecto.

Podemos ver que también hay un producto homogéneo que se está vendiendo de una
manera muy competitiva, y se asume que todos los vendedores ofrecen helado de la misma
calidad y sabor. No hay diferencias notables entre los productos de un vendedor y otro.

Ningún vendedor individual tiene el poder de influir significativamente en el precio del


helado. Cada vendedor toma el precio del mercado como dado, es decir, acepta el precio
establecido por las fuerzas de la oferta y la demanda en el mercado.

En este mercado, es fácil que nuevos vendedores entren al negocio y para los vendedores
existentes abandonarlo si así lo desean. Esto implica que no hay barreras significativas para la
entrada o salida del mercado del helado.

Los compradores tienen acceso a información completa sobre los precios y la calidad de
los helados ofrecidos por los diferentes vendedores. Lo que le permite al consumidor comparar y
tomar decisiones informadas sobre dónde comprar su helado.

En resumen, cada vendedor de helado compite por atraer compradores ofreciendo


productos similares. Los consumidores, a su vez, tienen la libertad de elegir donde comprar su
helado en función de sus preferencias personales, precios y ubicaciones convenientes.

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El hecho de que los vendedores sean tomadores de precios significa que no tienen control
sobre el precio del helado. Si un vendedor intenta aumentar el precio sin una razón justificada, los
consumidores pueden optar por comprar en otro lugar donde el helado sea más asequible. Del
mismo modo, si un vendedor decide reducir el precio, no ganará más clientes porque los
consumidores ya pueden comprar helado al mismo precio en otros lugares.

Este ejemplo simplificado ayuda a ilustrar los principios de competencia perfecta en un


mercado, donde la interacción entre la oferta y la demanda determina el precio y la cantidad de
helado que se vende, y donde la entrada y salida de vendedores es fácil y rápida. Todo esto nos da
características perfectas de lo que es el mercado perfecto.

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Capítulo 3
Matriz de lectura

Economía El pensamiento económico preclásico se desarrolla


Preclásica principalmente en Europa durante los siglos XVI y XVII. La
concepción mercantilista empieza en el siglo XVI y toma fuerza
en el siglo XVII. Los mercantilistas, desde Montchretien (1675-
1721) hasta Richard Cantillon (1680-1734), pasando por Colbert,
contribuyeron con las ideas que posteriormente se resumieron en
lo que es la economía preclásica. También podemos tener en
cuenta que este mercantilismo fue el conjunto de ideas que
dominaron durante la época en que se construyeron los mercados
europeos, en la fase previa a la revolución industrial. Además, es
importante dar referencia de una nueva corriente de pensamiento
económico en el siglo XVIII con los fisiócratas, quienes se
destacaron en Francia. Estos filósofos economistas surgieron de
una crisis económica en Francia a principios del siglo XVIII y
propusieron una perspectiva que reivindicaba la relación del
hombre con la naturaleza, reconociendo la importancia del trabajo
agrícola como generador de valor.
En pocas palabras, el pensamiento económico preclásico abarca
los siglos XVI, XVII y parte del siglo XVIII, con el
mercantilismo como corriente predominante en los primeros dos
siglos y la fisiocracia emergiendo en el siglo XVIII.
Thomas Mun (1571-1641), destacado mercantilista y director de
la compañía de las Indias Orientales, abogaba por el crecimiento
de la riqueza nacional a través del comercio. Buscaba un
superávit en la balanza comercial, defendiendo la importancia de
bienes de Asia pagando con oro para obtener ganancias al

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revender en Europa. Destacó la importancia de fomentar la
industria nacional, pero reconocía que un exceso de superávit
podía llevar a la inflación. Mun abogaba, además, por el
crecimiento de la población al servicio del Estado, defendía el
aumento poblacional, compartía la perspectiva mercantilista de
pagar salarios de subsistencia para incentivar la laboriosidad y
evitar vicios asociados a salarios elevados.
Willian Petty (1623-1687) pionero en la medición de variables
económicas, enfocándose en problemas prácticos de la época.
Destacó en la teoría del dinero, definiendo 3 de sus características
principales. Reconoció que el valor del dinero no es absoluto,
fluctuando según oferta y demanda. En cuanto al valor, atribuyó
al trabajo como generador de riqueza, expresando que el trabajo
es el padre y principio activo de la riqueza y las tierras son la
madre. Aunque intentó establecer un valor absoluto para el
trabajo y la tierra, sus esfuerzos fueron en vano. Abordó el
empleo como un problema social, siendo reconocido por sus
intentos de medición y contribuciones a las teorías posteriores del
dinero y del valor.
Richard Cantillon, considerado un pensador preclásico
influyente. Destacó por su enfoque moderno, buscando establecer
principios económicos mediante el razonamiento y la
recopilación de datos. Argumenta que el valor real de la riqueza
reside en la tierra, influyendo en la fisiocracia. Planteó que la
tierra generaba salarios, márgenes comerciales y rentas, y que las
empresas no agrícolas no añadían valor. Abordó temas como el
trueque, circulación monetaria, el crédito y el comercio exterior.
Abogaba por una visión estructurada en mercados
interrelacionados y la no intervención estatal.
Desde una reflexión individual la economía preclásica, destaca su
enfoque en el comercio, dinero y valor. A pesar de sus

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diferencias, comparten una preocupación por el crecimiento
económico y la balanza comercial. Las ideas de los autores
denotan al comercio como generador de riqueza, la importancia
del superávit comercial y la relación entre trabajo y tierra que han
sido bases para construir conocimientos más contemporáneos.
Esta economía en pocas palabras sienta las bases para
comprender la evolución de las teorías económicas.
Economía La economía clásica, una escuela inglesa que abarcó
Clásica aproximadamente desde 1776(publicación de la riqueza de las
naciones de Smith) hasta 1848 (publicación de los principios de
Mill) y esta marcó el surgimiento de la economía como ciencia.
Aunque se debate sobre sus límites y autores, incluyendo a Petty
y Marx, los clásicos consolidaron y sistematizaron ideas previas,
como el libre mercado y la ley de Say. La revolución industrial en
Inglaterra, catalizada por eventos desde el siglo XIII hasta la
conquista de América, impulsó cambios notables en la
producción, urbanización y división del trabajo. Inglaterra, como
taller del mundo, propuso el libre comercio para mantener su
posición industrial dominante.
Karl Marx (1818-1883), influenciado por autores como Adam
Smith y David Ricardo, Marx desarrolló 3 ideas principales en
relación con la economía clásica: La teoría del valor-trabajo, el
autor retomó esta teoría de Adam Smith, pero a diferencia de
Smith, este no consideraba que el valor de una mercancía
estuviera determinado por la cantidad de trabajo individual, sino
por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla.
Argumentó que el valor de una mercancía se encuentra en la
cantidad de trabajo abstracto incorporado a ella, y este valor es la
base para entender las relaciones económicas en una sociedad
capitalista.
Plusvalía y explotación, Marx desarrolló esta teoría de la

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plusvalía como una crítica al concepto de beneficio en la
economía clásica. Sostenía que, en el proceso de producción
capitalista, los trabajadores generan más valor del que reciben
como salario. La plusvalía es la diferencia entre el valor creado
por el trabajador y el salario que recibe. Marx argumentaba que
esta relación era intrínsicamente explotadora, ya que los dueños
de los medios de producción (capitalistas) se beneficiaban de la
mano de obra de los trabajadores sin compensar completamente
su contribución al proceso productivo.
Leyes de movimiento del capitalismo, Marx desarrolló una
teoría del desarrollo histórico y de las leyes de movimiento del
sistema capitalista. En su obra El Capital, el autor discute las
tendencias del capitalismo hacia la concentración y centralización
del capital, así como las crisis cíclicas y las contradicciones
internas del sistema. Marx preveía que estas contradicciones
llevarían, en última instancia, a la caída del sistema capitalista y a
la transición hacia una sociedad comunista sin clases.
Jeremy Bentham (1748-1832) nos propone el utilitarismo como
fundamento ético y social, argumentando que la moralidad de una
acción se determina por su utilidad, es decir, la mayor felicidad
para el mayor número de personas. Bentham desarrolló la idea de
que la utilidad podría medirse cuantitativamente mediante un
cálculo matemático de los placeres y dolores asociados con una
acción. También hizo crítica a los conceptos de derechos
naturales y ley natural, argumentando que la utilidad basada en el
placer y la minimización del dolor debía ser la base de los valores
éticos, en contraposición a las ideas tradicionales de derechos
fundamentales inherentes a la naturaleza humana.
John Stuart Mill (1806-1873) Abogó por una evaluación
cualitativa de los placeres, reconociendo diferencias intrínsecas
entre ellos. Sostuvo que algunos placeres eran superiores a otros y

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que la búsqueda de una calidad superior de placer debería ser el
objetivo ético. También destacó la importancia de la libertad
individual como clave para la consecución de la felicidad y el
desarrollo humano; creía que la libertad permitía la expresión de
la individualidad, la diversidad de opiniones y la
experimentación, contribuyendo así al progreso y al logro de un
estado ideal de perfección humana. A pesar de su enfoque en la
libertad individual, Mill abogó por la felicidad colectiva y la
responsabilidad social, argumentando que la libertad individual
debería ejercerse considerando el bienestar de la sociedad en su
conjunto. Buscada un equilibrio entre la autonomía individual y
la responsabilidad hacia los demás, con la esperanza de alcanzar
una armonía social basada en el principio utilitarista.
David Ricardo (1772-1823) Pensador importantísimo en la
economía clásica y referente de futuros autores, nos decía que el
valor de una mercancía está determinado por la cantidad de
trabajo necesario para producirla. Enfocó su atención en la
distribución del ingreso, observando una tendencia declinante de
la tasa de beneficios. Adoptó a su vez, la teoría de Malthus sobre
la renta diferencial, donde el precio de un bien, especialmente
agrícola, estaba determinado por el costo de la unidad de
producción menos productiva necesaria. Desarrolló la teoría de
las ventajas comparativas en el comercio internacional,
proponiendo una división internacional del trabajo. Abogó por
una división internacional del trabajo, con Inglaterra como centro
fabril y otros países especializados en materias primas. Consideró
el beneficio como residual, preocupándose por su pequeñez en
comparación con rentas y salarios. Se preocupaba por la disputa
entre terratenientes e industriales por la tasa de ganancia,
abogando por políticas que redujeran la presión sobre la tierra.
Este autor estableció fundamentos para la teoría del valor, la

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distribución del ingreso y el comercio internacional.
Reflexionar sobre estos postulados nos lleva a considerar la época
y el contexto en el que surgieron estas ideas. Esta economía
clásica fue moldeada durante la revolución industrial, la
urbanización y cambios significativos en las relaciones laborales.
Uno de los postulados fundamentales de la economía clásica es la
creencia en la eficiencia de la libre empresa y la competencia
perfecta. La idea de que la propiedad privada, la competencia sin
restricciones y la no intervención del Estado llevarían a un
equilibrio económico beneficioso para todos era central en sus
teorías. La defensa del libre comercio internacional también es un
pilar importante. La creencia de que la división internacional del
trabajo puede favorecer a todas las naciones por igual se presenta
como una visión optimista. No obstante, en la práctica podemos
deducir que los beneficios del comercio no siempre se distribuyen
de manera uniforme, y existen desafíos como la explotación
laboral y la desigualdad global. Además, la confianza en la
competencia perfecta y en la autorregulación del mercado me
plantea interrogantes en la realidad contemporánea, donde a
menudo se observan fallas en el mercado, y la necesidad de
regulación para corregir imperfecciones y promover la equidad.
En general los postulados de la economía clásica proporcionan un
marco teórico valioso, pero en mi parecer presenta limitaciones
en términos de equidad, sostenibilidad y la capacidad de abordar
complejidades económicas de ahora.
Neoclásicos y El pensamiento económico neoclásico se desarrolla a finales del
Neoricardianos siglo XIX y principios del siglo XX, en respuesta al desgaste del
pensamiento económico clásico. Los principales exponentes de
esta corriente formulan la revolución marginalista, que busca
superar las limitaciones de la teoría clásica. Este periodo,
marcado por la consolidación de la revolución industrial, se

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caracteriza por el énfasis en la utilidad, la teoría subjetiva del
valor y la introducción de modelos de equilibrio general en la
teoría económica. En cuanto al pensamiento económico
neoricardiano, surge décadas después, ya en el siglo XX, cuando
se consolidaba el dominio del marginalismo en la academia
económica. Los neoricardianos, como Joan Robinson y Piero
Sraffa, buscan recuperar la teoría clásica, especialmente las ideas
de David Ricardo, y cuestionar algunas de las desviaciones
introducidas por los marginalistas. Este enfoque se desarrolla en
un contexto donde las críticas a la teoría neoclásica y el interés
por repensar las bases económicas eran evidentes.
Herman Heinrich Gossen (1810-1858), este autor formuló la
primera ley que establece que la satisfacción adicional obtenida
por el consumo de un bien disminuye a medida que aumenta el
consumo de ese bien. Este principio refleja la idea central del
neoclasicismo de la utilidad marginal decreciente. También
presentó la segunda ley que destaca que la máxima satisfacción se
alcanza cuando se igualan las satisfacciones marginales obtenidas
de los consumos de diferentes bienes, lo que refuerza la noción de
asignación eficiente de recursos según las preferencias
individuales, concepto fundamental en la teoría del consumidor
neoclásica. Gossen cuestionó la idea de valor absoluto y afirmó
que el valor es el resultado de la relación particular entre un bien
y un individuo. Extendió el principio marginalista al ámbito del
intercambio, afirmando que los intercambios se realizarán hasta el
punto en el que las utilidades marginales de los bienes
intercambiados se igualen. Aplicó en enfoque marginalista al
análisis del trabajo al argumentar que el trabajo genera
satisfacción indirecta a través del ingreso, pero también
desutilidad por las molestias asociadas al trabajo. Y por último,
desarrolló sus ideas dentro de un modelo de economía liberal y en

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competencia, donde los principios del mercado libre y la
competencia son fundamentales.
William Stanley Jevons (1835-1882) Este autor, al igual que
Gossen adoptó un enfoque marginalista en su análisis económico.
Destacó la importancia de la utilidad marginal, argumentando que
la utilidad de un bien se deriva del margen, y esta disminuye a
medida que se consume más de ese bien. Sostuvo que el valor de
un bien depende de la utilidad que proporciona a los individuos.
Abogó por una teoría subjetiva del valor en la que la utilidad, en
lugar de los costos de producción, determina el valor de un bien.
Introdujo la idea de que los bienes tienen grados de utilidad, y
esta utilidad se reduce a medida que satisface la necesidad hasta
alcanzar un punto de saciedad, así los consumidores asignan sus
recursos de manera que maximicen la satisfacción de sus
necesidades. Propuso una relación circular entre el costo, la
oferta, la utilidad y el valor, argumentando que el costo del valor
determina la oferta, la oferta determina el grado de utilidad, y este
grado de utilidad determina el valor. Esta perspectiva contribuyó
a la comprensión de la dinámica del mercado y la formación de
precios. Jevons expresó críticas al principio del libre comercio,
pero consideró que en general las doctrinas del laissez-faire eran
las mas adecuadas para la Inglaterra de su época. Sin embargo,
sugirió la necesidad de ajustar las teorías económicas a casos
particulares y expresó preocupación por el creciente descontento
de la clase obrera. El autor hizo un gran aporte al utilizar
herramientas matemáticas y estadísticas en el análisis económico,
con esta aproximación más cuantitativa y empírica contribuyó a
consolidar la economía como una ciencia más rigurosa y basada
en evidencia.
Piero Sraffa (1898-1983), este autor realizó contribuciones
significativas al pensamiento económico neoricardiano, marcando

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así una ruptura con la teoría marginalista y proponiendo un
enfoque alternativo. Sraffa fue crítico con la teoría subjetiva del
valor propuesta por los marginalistas, en lugar de basar el valor
en preferencias subjetivas y utilidad, propuso un enfoque que
considera los costos objetivos de producción y la relación técnica
entre los bienes. Su obra principal producción de mercancías por
medio de mercancías en 1960, presentó un modelo lineal de
producción que generalizaba el sistema de Bortkiewicz. En este
modelo, cada sector de la economía está representado por una
ecuación, y los precios están determinados por costos objetivos,
no por preferencias subjetivas. A diferencia de la teoría
marginalista, el modelo de Sraffa no requería el supuesto de
rendimientos constantes a escala, lo que permitió una
representación mas realista de la producción y evitó las
restricciones impuestas por ese supuesto en la teoría clásica y
neoclásica. El autor argumenta que los precios y las tasas de
ganancia deben determinarse de manera simultánea en su modelo,
lo que contrasta con la teoría marginalista, donde los precios y las
cantidades se determinan de forma independiente. En el modelo
del autor, los precios y la distribución no dependen de
preferencias subjetivas, sino que se derivan de las condiciones
técnicas y los costos de producción. Aborda la búsqueda de un
patrón de medida diferente al trabajo, desafiando la visión clásica
que utilizaba el trabajo como medida del valor. Propuso la
mercancía patrón, una combinación de mercancías, con una
alternativa que vincula el producto y los medios de producción
sin necesidad de recurrir al trabajo como medida. Por último,
aunque Sraffa no discutió abiertamente con la teoría marginalista,
dejó claro que sus proposiciones servían como base para una
crítica de dicha teoría.
Los postulados neoclásicos y neoricardianos, nos revelan dos

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enfoques fundamentales que surgieron como respuestas a la obra
de David Ricardo y las tendencias dominantes en la economía
clásica:
1. Enfoque marginalista (neoclásico): Los marginalistas, o
también llamados nuevos clásicos por Keynes, buscaban
superar las tesis de Ricardo, buscaban avanzar a una teoría
económica pura mediante la substitución de la teoría del
valor trabajo por la teoría subjetiva del valor.
Reformularon la renta diferencial de Ricardo, llevándola a
un modelo de capitales y técnicas homogéneas, con renta
caracterizada por cambios marginales decrecientes. Y se
originaron 3 escuelas reconocidas y prominentes: la
inglesa, la austriaca y la de Lausana.
2. Enfoque Neoricardiano: Estos por otro lado, se
propusieron fue a completar la senda de Ricardo,
retomando la formación de precios basada en costos y
ganancias, junto con la idea de construir una unidad
invariable de medición económica. El trabajo de estos
pensadores demostró una independencia de la tasa de
beneficio respecto a la productividad del capital,
eliminando la necesidad de funciones de producción y el
supuesto de rendimientos constantes a escala. A diferencia
de los marginalistas, los neoricardianos trabajaron con un
sistema de producción en niveles que incorporaba
capitales y técnicas heterogéneas, resolviendo problemas
como la transformación de precios y salarios. Desde mi
perspectiva, estos pensadores de esta economía se vieron
obligados a incorporar el capital heterogéneo en sus
modelos o a fortalecer el modelo de equilibrio general.
Mercados La economía neoclásica ha sido objetos de críticas a través del
imperfectos, tiempo, en las Américas tras la descolonización (fin del siglo

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Keynesianos y XVIII- comienzos del XX) se desatienden las recomendaciones
economía del de Smith; Hamilton y Bolívar proponen políticas económicas
desarrollo proteccionistas. En la Europa de 1841, Friedrich List cuestiona la
aplicabilidad del libre cambio en países en desarrollo y propone
promover la industria. En la Europa entre las décadas de 1920 y
1930 autores como Sraffa, Chamberlin, Robinson y Keynes
critican y extienden modelos económicos, destacando la
intervención estatal y cuestionando mecanismos automáticos. Y
en el mundo contemporáneo economistas poskeynesianos
amplían el análisis keynesiano a la microeconomía y proponen
modelos aplicables a economías subdesarrolladas, resaltando la
intervención estatal. De acuerdo a lo anterior se pueden observar
éxitos como los de Japón, China y sudeste asiático, que se
industrializaron bajo intervención estatal y fracasos en países que
redujeron funciones estatales, indicando la relevancia de la
intervención para el desarrollo. La crítica histórica y la evidencia
empírica han desafiado los modelos clásicos y neoclásicos,
llevando a desarrollos teóricos poskeynesianos y destacando la
importancia de la intervención estatal en el desarrollo económico.
Alexander Hamilton (1789-1804) desempeñó un papel crucial
en la formulación de la política económica de los Estados Unidos,
durante su periodo de independencia. Hamilton abogó por la
protección y promoción de la incipiente industria estadounidense.
Tenía una contraposición de intereses entre el sur agrario y el
norte manufacturero. Fue considerado el primero opositor al libre
cambio, favoreciendo la regulación del comercio internacional y
reconoció la amenaza de la corona inglesa a la incipiente
industria estadounidense. Tenía una conciencia de que el libre
comercio no estimularía la industria local. Una de las razones
para el proteccionismo era la imposición de aranceles y
restricciones a importaciones industriales avanzadas y el

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tratamiento preferencial a materias primas con aranceles bajos.
Lo que produjo en Estados Unidos que se convirtiera en un
defensor destacado del proteccionismo y que hubiera un alto nivel
de desarrollo económico alcanzado mediante políticas de
protección e industrialización. Y, por último, desafío las
predicciones de Adam Smith sobre el monopolio manufacturero,
demostrando que el modelo de protección e industrialización fue
exitoso, a pesar de las advertencias de Smith. En pocas palabras,
el postulado de Hamilton fue basado en el proteccionismo y la
promoción industrial.
Simón Bolivar (1783-1830) Asumió la tarea de transformar las
instituciones en América buscando eliminar la esclavitud, la
servidumbre y los cacicazgos, estableciendo salarios en dinero,
implementando reformas agrarias, reguló importaciones para
proteger la industria, y promovió proyectos ambientales.
Reconoció la importancia de la educación y la ciencia para
construir una sociedad basada en el conocimiento y la igualdad.
Aunque sus esfuerzos no perduraron, Bolívar predijo que, tras
enfrentar la barbarie bajo tiranos, la región resurgiría de las
cenizas en generaciones futuras.
Friedrich List (1879-1846) economista alemán del sigo XIX, se
opuso a la economía cosmopolita de Adam Smith y propuso la
economía política basada en las enseñanzas de la historia. List
criticó la idea de la absoluta libertad del comercio mundial,
argumentando que esta perspectiva no tiene en cuenta el concepto
de nación. Consideró que el desarrollo económico debería basarse
en decisiones de inversión que distribuyeran el progreso logrado
en una nación alrededor del mundo. List desconfiaba de la idea de
que los países atrasados, al aplicar principios de libre comercio,
prosperarían. Sostenía que, en cambio, podrían perder su industria
y quedar limitados a la producción de bienes primarios con poco

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valor agregado. List señaló ejemplos históricos como Francia,
España y Portugal, que, según él, sufrieron al adoptar la economía
cosmopolita. La postura de List fue respaldada por la historia,
según autores como Chang y Reinnert, quienes argumentan que
países que se desarrollaron mediante políticas de protección
industrial posteriormente adoptaron posturas de mercado libre.
List sostuvo que, a diferencia de Inglaterra, Estados Unidos no
solo quitó la escalera que le llevó al desarrollo, sino que también
intentó convencer a otros de que dicha escalera nunca existió.
Chamberlin (1899-1967) y Robinson (1903-1983) abordaron la
realidad del mercado que se encuentra entre el monopolio y la
competencia perfecta, abordando un trabajo sobre competencia
imperfecta. Chamberlin, destacó la importancia de la
diferenciación de productos y la publicidad en mercados
imperfectos, proponiendo la solución de tangencia para
representar el equilibrio monopolístico. Argumentó que en este
equilibrio, los precios son superiores al mínimo posible debido a
la existencia de exceso de capacidad instalada. Joe Robinson,
Marxista y keynesiana, sostuvo que los monopolios pueden
controlar su producción, pero no tienen todo el poder, ya que los
consumidores pueden optar su producción, pero no tienen todo el
poder, ya que los consumidores pueden optar por bienes
sustitutos. Afirmó que los monopolios afectan el bienestar y
abogó por la intervención gubernamental para regularlos.
Robinson introdujo el concepto de ingreso marginal,
argumentando que una empresa maximiza utilidades cuando el
ingreso adicional por la venta de una unidad es igual al costo
marginal. En contraste con Chamberlin, consideró que producir
por encima del nivel óptimo es un desperdicio y reforzó la idea de
la necesidad de regulación del mercado.
John Maynard Keynes (1883-1946) Este autor desafió las ideas

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predominantes de su tiempo, analizó las causas de la prolongada
recesión de los años 30. Contrario a la creencia en mecanismos
automáticos de recuperación, Keynes rechazó la noción de que la
reducción de costos dinamiza la economía y argumentó que la
reducción de salarios empeora la situación al disminuir la
demanda. Keynes destacó la importancia de la incertidumbre en
una economía monetaria, donde las familias pueden retener parte
de sus ingresos, generando dificultades para que los empresarios
planifiquen inversiones. Esto lleva a una disminución en la
demanda de bienes de producción, desempleo y una cascada de
reducción de la demanda en otros sectores, resultando en un
equilibrio con desempleo y baja tasa de crecimiento. Para
Keynes, la solución a la recesión radica en estimular la demanda
efectiva. Propuso la intervención gubernamental a través de
reducción de impuestos y tasas de interés en recesiones leves, y
aumento del gasto público en recesiones más severas. Además,
sugirió que la intervención podría incluir el déficit financiado con
emisión primaria, compensado por el incremento del producto.
La evidencia empírica que muestra la existencia de diversas
formas de mercado, como oligopolios y monopolios, desafía la
noción de competencia perfecta en los modelos económicos. La
capacidad de las empresas para fijar precios y cantidades en estos
mercados fragmentados contradice la idea de un mercado libre y
competitivo. La observación histórica indica que las economías
más desarrolladas no se construyeron exclusivamente en un
contexto de mercado libre. Este hallazgo ha llevado a los
economistas del desarrollo a cuestionar la visión tradicional que
sigue la línea de pensamiento de Adam Smith, Leon Walras y
Alfred Marshall, quienes abogaban por la eficiencia del mercado
libre. La evidencia empírica respalda la afinidad con las ideas de
Friedrich List y los mercantilistas, quienes abogaban por la

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intervención estatal y políticas proteccionistas para estimular el
desarrollo económico. Este enfoque resalta la importancia de
reconocer las imperfecciones de los mercados y aboga por
políticas económicas activas para fomentar el crecimiento y el
desarrollo. La reflexión sobre la evidencia respalda la necesidad
de reconsiderar perspectivas económicas tradicionales.
Destacamos la importancia de adoptar enfoques realistas que
reconozcan la diversidad de formas de mercado y subraya la
necesidad de intervención estatal para impulsar el desarrollo
económico.
Socialismo El pensamiento socialista se desarrolla principalmente en el
contexto europeo y abarca un periodo extenso, desde las ideas
iniciales de Tomás Moro en el siglo XVI hasta las reflexiones de
Marx y Engels en el siglo XIX. Tomás Moro, autor de Utopía,
que presenta una visión de una sociedad ideal, pensamiento que
surge en Inglaterra. Saint Simon, Charles Fourier y Robert Owen,
pensadores europeos a principios del siglo XIX, son reconocidos
como los precursores del socialismo, ideas que se originan en
Francia y el Reino Unido. Karl Marx y Federico Engels,
desarrollan el socialismo científico y el comunismo, con sus
obras como el Manifiesto Comunista, influyen en el pensamiento
socialista, Marx es alemán y Engels es británico-alemán. Cabe
destacar a Simón Bolívar en América Latina, este personaje
encarna la tendencia socialista y propone una federación de
repúblicas fundada en la igualdad. Estos pensamientos surgen en
el contexto de la lucha por la independencia en países como
Venezuela y Colombia. Y, a finales del siglo XIX y principios del
XX, surge la socialdemocracia, que implica una expansión de la
seguridad social y mejoras en la educación. Estos cambios
coinciden con el crecimiento de las economías industriales y la
aplicación de políticas keynesianas. Por ende, podemos observar

23
que este pensamiento socialista se desarrolla en diversas regiones,
principalmente en Europa y en momentos clave del siglo XIX.
Conde de Saint-Simon (1760-1825), sus ideas se destacaron por
su crítica a la propiedad privada y su visión de una sociedad
basada en la cooperación y la igualdad de oportunidades. Critica a
la propiedad privada considerando esta como una fuente de
disturbios y desigualdades, ya que, otorgaba derechos de
apropiación de la renta sin necesidad de trabajar. El autor también
dividía la sociedad en dos sistemas: el pre-revolucionario, basado
en lo militar y religioso, y el post-revolucionario, que se apoyaba
en la industria y el conocimiento científico. Saint Simon
clasificaba a los miembros de la sociedad en dos grupos: los
industriales (que practicaban una profesión, arte u oficio) y los
parásitos, que incluían nobles y terratenientes. Veía la
cooperación económica y la organización industrial creciente
como productos de una comunidad de intereses y como parte del
avance de la civilización. También propuso una reorganización
del Estado mediante 3 corporaciones públicas, principalmente
compuestas por industriales. Y, por último, abogaba por un nuevo
orden caracterizado por el control de los seres humanos sobre las
cosas, no sobre las personas. Sus principales obras son sobre la
industria en 1817, catecismo de la industria en 1819, y el nuevo
cristianismo en 1825.
Charles Fourier (1772-1837), filósofo y socialista francés,
propuso su obra teoría de los cuatro movimientos y de los
destinos generales en 1808 un sistema social con cooperativas
llamadas falansterios, donde hasta 1600 personas vivirían y
trabajarían juntas en un edificio central, rodeada por áreas
agrícolas. Defendía la regulación de la vida y el trabajo según el
talento de cada individuo, pero a diferencia de otros socialistas,
no abogaba por la abolición de la propiedad privada, creyendo

24
que, al reunir a ricos y pobres en estas comunidades, muchas
diferencias desaparecerían. A pesar de sus intentos, su propuesta
no logró un éxito significativo.
Robert Owen (1771-1858), socialista británico y fundador del
movimiento cooperativo, promovió el sindicalismo y estableció el
primer sindicato inglés en 1833, comenzó como obrero y
ascendió a director de una fábrica en New Lanark, Escocia, donde
mejoró las condiciones de trabajo y aumentó la productividad.
Owen obtuvo prestigio como defensor del cooperativismo y el
sindicalismo.
Carlos Marx (1818-1883), es un destacado historiador
académico, desarrolló el materialismo histórico basado en la
revisión histórica. Identificó las fuerzas productivas (máquinas y
trabajo) y las relaciones sociales de producción, definiendo
modos de producción como el capitalismo, socialismo y
comunismo. En el capitalismo, la propiedad del capital y la mano
de obra están separadas, generando explotación. Marx predijo
crisis por exceso de producción y la plusvalía, tras una fase
intermedia llamada socialismo, donde los trabajadores toman el
control del Estado para transformaciones necesarias.
El socialismo ha surgido como una respuesta a las desigualdades
inherentes al sistema capitalista. Al examinar los postulados de
los distintos autores, se observa una variedad de enfoques para
abordar la injusticia social y económica, compartiendo la
preocupación por la explotación laboral y la concentración
desigual de la riqueza. En esta reflexión podría destacar la
importancia de reconocer las limitaciones y desafíos asociados
con la implementación de modelos socialistas. A lo largo de la
historia, se han experimentado diversos enfoques, algunos con
éxitos y otros con fracasos evidentes. La diversidad de propuestas
refleja la complejidad de abordar las desigualdades desde

25
diversas perspectivas ideológicas. Se puede reflexionar también,
sobre la relevancia del socialismo en la contemporaneidad, en un
mundo donde persisten las disparidades económicas y se buscan
soluciones a problemas sociales, el socialismo puede ser
considerado como un llamado a repensar las estructuras
tradicionales y a buscar más formas equitativas de organización
social y económica. Para implementar exitosamente el socialismo
se requiere estudiar el contexto específico, adaptarse a las
realidades cambiantes y abordar las críticas y desafíos inherentes.
Institucionalismo El institucionalismo se desarrolló principalmente en los Estados
Unidos a finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX. Aunque
el texto menciona la conexión entre el institucionalismo
norteamericano y el historicismo europeo, es importante destacar
que el enfoque distintivo del institucionalismo se consolidó en el
contexto estadounidense. Estados Unidos es el epicentro del
desarrollo institucionalista, figuras prominentes, como Thorstein
Veblen, John R. Commons, y otros, contribuyeron
significativamente desde instituciones académicas en este país. A
finales del siglo XIX hasta el siglo XX, se establecen las bases
del institucionalismo, influenciadas por las críticas a la economía
clásica y neoclásica, surge la vieja y nueva escuela historicista
alemana, influyendo en del desarrollo del institucionalismo.
Throstoin Veblen, con obras como la teoría de la clase ociosa,
destaca en la formulación del pensamiento institucionalista. Y por
último, John R. Commons aborda temas de acción colectiva y
costos de transacción, contribuyendo a la consolidación del
institucionalismo.
Thorstein Veblen (1857-1929), destacado representante del
institucionalismo en EE. UU, fue influenciado por darwinistas
sociales y socialistas, pero no se alineó completamente con
ninguna ideología. Aunque identificó la propiedad privada como

26
origen malestar hacia el socialismo, no abogó activamente por
ello. En un contexto de cambios profundos en Estados Unidos,
Veblen, evolucionista crítico, censuró a economistas clásicos y
contemporáneos por su enfoque estático. Definió instituciones
como comportamientos habituales, sostenidos por quienes han
crecido bajo su influencia. Veblen subrayó la importancia de la
tecnología como fuerza subyacente para el cambio institucional.
Su visión económica va más allá de estudiar precios y mercados,
abarcando todas las facetas de la acción humana y las relaciones
sociales. En resumen, Veblen abogó por un enfoque amplio que
considere la evolución social, las instituciones y la tecnología
para entender el comportamiento económico y social. Su análisis
además se centra en las instituciones, las cuales define como
comportamientos habituales con límites y dirección en la
conducta humana. Destacó la influencia de la tecnología en el
cambio institucional y precisó por un estudio económico que
trascendiera la mera observación de precios y mercados,
incluyendo todas las dimensiones de la acción humana y las
complejidades de las relaciones sociales.
John R. Commons (1862-1945), influyente institucionalista, se
distingue por su enfoque único en el estudio de la economía.
Aunque compartió la rebeldía intelectual con Veblen, su
institucionalismo difiere, Commons, reconocido por dirigir el
grupo de trabajo en Wisconsin y contribuir a obras monumentales
sobre la historia del trabajo, se centró en el movimiento obrero y
el sindicalismo. Su atención se dirigió a las transacciones
negociadas en convenios, explorando la base legal de las
decisiones económicas, especialmente en regulaciones de utilidad
pública. Su obra destaca la importancia de la acción colectiva y
como los deseos colectivos se expresan a través de las cortes de
justicia. Commons propone el concepto de valor razonable

27
logrado mediante acuerdos colectivos. Su pensamiento
pragmático destaca la psicología volicional y negociativa,
integrando la negociación como elemento clave en las
transacciones económicas. Además, su análisis se extiende a la
evolución de las instituciones colectivas, como sociedades
anónimas, sindicatos y partidos políticos. Su enfoque aborda la
dinámica del acuerdo, descomponiendo la soberanía del Estado y
considerando principios como eficiencia, escasez, papel del
futuro y reglas del juego. En resumen, Commons contribuye al
institucionalismo con un enfoque integral que explorar la
complejidad de las interacciones económicas y sociales.
Wesley Mitchell (1874-1948), influido por Veblen y Dewey,
marcó el institucionalismo al aplicar métodos empíricos y
analizar ciclos económicos. Su crítica a los economistas clásicos
se centró en la falta de consideración de impulsos innatos y la
dicotomía entre la lógica de precios y las motivaciones humanas
reales. Utilizando datos, Mitchell abogó por una psicología más
válida que el hedonismo, considerando las instituciones como
matrices de comportamiento en constante evolución. Aunque
elogiado, Shumpeter cuestionó su rechazo a la teoría y la
relevancia de sus cálculos estadísticos. Mitchell amplió el
institucionalismo al destacar los ciclos económicos y la
importancia de factores psicológicos en la conducta económica.
John Maurice Clark (1884-1963), compartió las ideas de
Veblen y enfocó su atención en la interacción entre el cambio
económico y la teoría. Para él, la ciencia económica debe lidiar
con la complejidad de los fenómenos económicos,
restringiéndose a problemas prácticos y moviéndose entre valores
sociales y cambios económicos. Clark destacó los costos fijos
sociales y el control social como su contribución clave. Su
enfoque abogaba por la eficiencia social, implicando un proceso

28
de socialización que consideraba aspectos morales y éticos.
Además, precisó por un equilibrio entre la libertad individual y la
intervención social para lograr una economía equilibrada.
El pensamiento económico institucional, en sus diversas
vertientes como la neoinstitucional y la nueva economía
institucional, introduce una perspectiva que va más allá de los
cimientos tradicionales de la economía neoclásica. La
incorporación de conceptos como costos de información, costos
de transacción y derechos de propiedad amplía la comprensión de
los procesos económicos al reconocer la importancia de las
instituciones y su impacto en el comportamiento humano y las
interacciones económicas. La noción de racionalidad limitada, la
flexibilización de la estabilidad de preferencias y el rechazo de la
racionalidad perfecta son elementos distintivos que desafían la
rigidez de la teoría neoclásica. La economía institucional
reconoce que los agentes económicos no siempre toman
decisiones de manera completamente racional, y que las
instituciones, reglas y costos de transacción influyen en la forma
en que se coordinan las actividades económicas. El enfoque en la
coordinación a través de mecanismos tanto de mercado como
jerárquicos, como la jerarquía en las empresas, refleja la
diversidad de estructuras organizativas en la economía. Además,
la atención a la burocracia y su relación con el control legislativo
proporciona una comprensión holística de la interacción entre el
gobierno y las instituciones económicas. En mi reflexión
individual, considero que el pensamiento económico institucional
ofrece un marco conceptual valioso para entender las
complejidades del comportamiento económico y las interacciones
en la sociedad. La incorporación de factores como la racionalidad
limitada y los costos de transacción nos revela una comprensión
mas real de la toma de decisiones y la coordinación económica.

29
Además, la atención a las instituciones como determinantes clave
en la configuración de la actividad económica subraya la
importancia de un enfoque interdisciplinario que abarque la
economía, el derecho y la teoría de la organización.

Capítulo 4
Conclusiones

30
En síntesis, podemos analizar que el servicio de salud como bien económico

fundamental resalta su carácter esencial con recursos limitados y una demanda constante. Su

clasificación como servicio básico para el bienestar social subraya la responsabilidad

gubernamental de proporcionarlo de manera universal. Desde una perspectiva económica, la

salud se revela como un activo de consumo inmediato o inversión a largo plazo, dependiendo de

si se enfoca en las necesidades individuales o en el desarrollo general de una sociedad. La

complejidad dual del servicio de salud, abordando tanto la atención directa como aspectos que

van desde la investigación y formación de profesionales, destaca su papel crucial como derecho

fundamental y recurso estratégico para el bienestar individual y social.

En el contexto del mercado perfecto, ejemplificado por la dinámica de una plaza

con vendedores de helados, se resaltan sus características distintivas. La competencia perfecta,

con numerosos participantes, homogeneidad del producto y transparencia en la formación de

precios, destaca la eficiencia de este modelo. La conclusión refuerza cómo la competencia y la

información completa son esenciales para la formación eficiente de precios en un mercado

perfecto, proporcionando una visión clara de la dinámica de este escenario ideal.

En cuanto a los distintos pensamientos económicos a lo largo del tiempo, desde el

mercantilismo hasta el pensamiento institucional, se subraya la evolución constante de las ideas

en respuesta a desafíos históricos. Los pensamientos clásicos, neoclásicos, keynesianas,

socialistas y de institucionalismo, revelan la diversidad de enfoques en la teoría económica. Cada

corriente ofrece perspectivas únicas sobre la producción, el valor y la intervención estatal,

destacando la complejidad de la economía.

Las reflexiones personales destacaron la importancia de esta diversidad de

enfoques para comprender los fenómenos económicos de manera más completa. En la búsqueda

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de soluciones a los desafíos contemporáneos, se reconoce la necesidad de abrazar la flexibilidad y

considerar enfoques realistas y adaptativos que reflejen la complejidad de la sociedad. La

economía no es solo una ciencia, sino también un arte que requiere una comprensión integral y

equitativa para abordar los problemas económicos de manera efectiva.

Bibliografía

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economics in context. Routledge. Pag 73-83.

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Márquez, Y y Silva, J. (2008). Pensamiento económico, con énfasis en

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Sarnnto, M, Cardona, G, Sánchez, R y García, J. (2018). Elementos de

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