Está en la página 1de 10

Condición del agua para beber y preparar alimentos de la población Warao de

la Barra de Makareo, Municipio Tucupita, estado Delta Amacuro, Venezuela

José L Madrazo C1 y María M Iriarte R2

1
. Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Campus de Margarita. EDIMAR. Apdo.
Postal 144, Porlamar, Edo. Nva. Esparta, 6301, Venezuela. Telf. - Fax (0295)
239.8051. josemadrazo@lycos.com

2. Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Campus de Margarita. Lab. de


Microbiología, Dpto. de Control de Calidad. Apdo. Postal 144, Porlamar, Edo. Nva.
Esparta, 6301, Venezuela. Telf. - Fax (0295) 239.8051. miriarte2000@yahoo.es

RESUMEN

Esta investigación evalúa si la comunidad de la Barra de Makareo, estado Delta


Amacuro, potabiliza el agua que es utilizada para beber y preparar alimentos, su
manejo y almacenamiento. A pesar de que la comunidad ha recibido entrenamiento
para clorar y/o hervir el agua, siguen reportándose enfermedades gastrointestinales.
Se revisaron los registros de morbilidad desde enero de 1999 hasta agosto de 2003,
archivadas en el Ambulatorio Rural, pero existe un subregistro médico. Se encontraron
839 casos distribuidos entre 50 grupos familiares. Se seleccionaron ocho estaciones
intencionalmente, para la aplicación de una encuesta sobre hábitos de
almacenamiento, manejo del agua y análisis correspondientes: tres con alta incidencia
de problemas diarreicos, tres con baja incidencia y dos más, la escuela Jomakaba
Yabanoko y la Estación Makareo de FLASA. La captación de muestras se realizó en dos
oportunidades durante octubre de 2003. Se utilizaron placas Petrifilm TM 3MTMpara
recuentos de coliformes totales, Escherichia coli y organismos heterótrofos aerobios.
También se determinó el pH, la temperatura y la salinidad del agua con kits
comerciales. Se encontró que en cuatro estaciones se ingiere agua decantada y
almacenada, en tres lo hacen directamente del río y en una se bebe agua envasada
comercial. Sólo en dos lugares se utiliza el cloro.En cinco estaciones se hallaron
coliformes totales en el primer muestreo y en seis en el segundo. Escherichia coli fue
detectada en la mitad de las muestras en ambos períodos. Los recuentos de los
organismos heterótrofos aerobios en seis estaciones fueron mayores de 2,0 x
103 UFC/mL. El valor de pH del agua osciló de 4,00 a 6,00, con promedio de 5,20. La
temperatura osciló entre 28 y 31 ºC y la salinidad fue de 0o/oo en todas las muestras.
Aunque no se puede generalizar, se concluye que la comunidad investigada no
potabiliza el agua que ingiere, por tanto representa un riesgo de estar ocasionándoles
enfermedades de origen hídrico.

Palabras clave: Análisis de agua, agua de bebida, indígenas warao, bacterias,


coliformes, PetrifilmTM 3MTM.

ABSTRACT

This research assess microbiological conditions of Orinoco River ´s water used for
drinking and preparing foods. It also evaluates handling and storage of water by the
warao indigenous people of Barra de Makareo, Delta Amacuro State, Venezuela. In this
community, local Health Center staff promotes chlorine addition and boiling water
workshops; however, gastrointestinal diseases constantly are reported. Illness daily
records belonging to Rural Ambulatory were revised from January 1999 through
August 2003. However, not all the indigenous go to the doctor since they prefer local
witch doctor (chamanes). In spite of this understatement, 839 diarrhoea cases were
found among 50 families. Eight stations were specific selected due to the analytical
material´s availability for application of surveys about water conditions and its storage
and handling inside home. Three stations corresponded with a high diarrhoea record,
other three with a low record and two more for being places of reference within the
community, the school Jomakaba Yabanoko and Makareo Station´s FLASA. Water
samples were collected in two different dates during. October, 2003.
PetrifilmTM 3MTM plates were used for total coliforms and Escherichia coli counts and
heterotrophic plate count bacteria. pH, temperature and salinity were determined with
commercial kits. It was found that in four stations people drinks water previously
decanted and stored at home, in three indigenous houses water was drunk straight
from the river and in one station drinks bottled water. In six stations, the container
used to drink was left on the floor between use. Only in two stations chlorine is used to
purify the water. In five stations from the first period, coliforms were found as well as
in six stations of the second period. E. coli was detected in half of the samples in both
periods. Heterotrophic organisms plate count in six stations exceeded 2,0 x 10 3 cfu/ml.
Low pH values were found (4-6, with average of 5,20). Temperature oscillated
between 28 ºC and 31 ˚C and salinity was 0 ˚/oo in all the samples. Even though, it is
not possible to make generalizations toward the whole population, it is concluded that
the drinking water of the observed communities has impurities and it could represent a
serious risk for the population.

Key words: Water analysis, potable water, Indians South America warao, coliforms
bacteria, PetrifilmTM 3MTM.

INTRODUCCIÓN

Un gran número de enfermedades gastrointestinales están asociadas con el manejo


inadecuado del agua en el hogar. Por ello, tanto si se la emplea como bebida o para
preparar alimentos y en la limpieza de utensilios de cocina, no debería contener
microorganismos patógenos ni indicadores de contaminación fecal (1).

En Venezuela, las diarreas representan una de las causas más frecuentes de


morbilidad y son numerosos los agentes y factores involucrados de los que el agua es
el vehículo de transmisión (2). Frecuentemente se olvida, además, que los
microorganismos entéricos están vinculados con un amplio abanico de síntomas y
enfermedades. Por ejemplo, las amebas y parásitos protozoos provocan infecciones en
el hígado y en el cerebro; algunas bacterias causan neumonía (Legionella) y también
Helicobacter pilori, vinculado con úlceras gástricas, puede ser transportado por el agua
(3).

La calidad bacteriológica de una fuente de agua se determina mediante la presencia o


no de indicadores de contaminación fecal. El indicador más empleado es el recuento de
bacterias coliformes. Se estima que Escherichia coli no es patógena pero su presencia
indica contaminación en sentido amplio, pues el agua no es su hábitat natural e
incluso, algunos serotipos causan infecciones urinarias y gastroenteritis, serias en
infantes (4). Además, suele ser indicativo de que pudieran estar presentes otros
patógenos, como Salmonella, Vibrio cholerae, virus tipo Norwalk, rotavirus, etc.,
capaces de producir enfermedades (5).
La etnia Warao que habita en el delta del río Orinoco vive en contacto permanente con
el agua, ya que toda su existencia gira en torno a ella (6 y 7). Los cambios hidrológicos
y químicos que ha experimentado el delta en los últimos cuarenta años, aunado al
aumento notorio de la población indígena y del tamaño de sus comunidades, no sólo
ha afectado la disponibilidad de recursos alimentarios, sino que la calidad del agua de
los caños ha disminuido de manera proporcional y con ella la calidad de vida de esas
comunidades y sus habitantes.

La población warao habita en viviendas palifíticas llamadas janokos (8) y suelen ser
unifamiliares o plurifamiliares, residiendo en estas últimas la mayor parte de la
comunidad, lo que acentúa las condiciones de insalubridad por hacinamiento. El techo
típico de estas viviendas es de palma de temiche (Mauritia flexuosa), pero desde hace
algún tiempo está siendo desplazado por láminas de zinc o una combinación de ambos
materiales. Las láminas de zinc suelen preferirse por su durabilidad y porque tienen
mayor capacidad para recoger agua de lluvia que luego utilizarán en el hogar.

Para cocinar utilizan leña y fogón de barro. Es costumbre mantener el fogón encendido
permanentemente día y noche. En ocasiones también cocinan con gas, mas no
siempre, pues lo remoto del área impide reponer las bombonas periódicamente.

Entre sus costumbres ancestrales está la de utilizar el río o la selva para hacer sus
necesidades fisiológicas, sin alejarse mucho de su nicho. Estos lugares se inundan por
efecto de las mareas, logrando la dispersión y dilución de la materia fecal.

A finales de los años 90, como consecuencia de las actividades de la Apertura


Petrolera, se inició en la Barra de Makareo un programa social de amplio espectro que
incluye el adiestramiento de las amas de casa sobre la manera de potabilizar el agua.
Sin embargo, en un estudio publicado en el 2001 (9) se alertaba sobre la presencia de
coliformes en las fuentes de agua que empleaba esta comunidad y por tanto se debían
aplicar los correctivos necesarios.

Este estudio piloto cualitativo tiene por objetivo evaluar tres años después si la
comunidad de la Barra de Makareo potabiliza el agua que ingiere y/o utiliza para
preparar alimentos y además, describir cómo es su manejo y almacenamiento dentro
del hogar.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se revisaron las planillas de morbilidad archivadas en el Ambulatorio Rural CAI I, para


determinar el número de personas con enfermedades gastrointestinales reportadas
desde enero de 1999 hasta agosto de 2003 (ambos inclusive). Se detectó la existencia
de un subregistro difícil de cuantificar, ya que algunos habitantes se consultan con
los wisidatu (chamanes locales) cuando presentan algún malestar. Cada individuo
reportado se agrupó por familia y vivienda (janoko) de habitación.

Con el número de casos de enfermos gastrointestinales por cada grupo familiar se


obtuvo el promedio general. Los grupos con valores superiores e inferiores a ese
promedio se consideraron de alta y baja incidencia respectivamente. Posteriormente se
seleccionaron de manera intencional o no probabilística, los grupos familiares o
estaciones que serían investigados (tres por cada uno de ellos). Esta cantidad fue
escogida debido al material disponible para la realización de los análisis
microbiológicos. Por lo tanto, los resultados no permiten hacer generalizaciones hacia
toda la población. Se añadieron dos estaciones más por ser puntos de referencia
dentro de la comunidad: la escuela y la Estación de FLASA, aun cuando de ellas no
existían reportes de morbilidad.

En dos oportunidades diferentes durante el mes de octubre 2003 se captaron en cada


una de las estaciones tres muestras de agua de aproximadamente 500 mL c/u (48
muestras en total) para los análisis microbiológicos y físico-químicos (10). Los análisis
de salinidad, temperatura y pH se hicieron en campo, de acuerdo a las instrucciones de
los kits comerciales. Los análisis microbiológicos, recuentos de coliformes totales,
Escherichia coli y organismos heterótrofos aerobios se realizaron en el mismo día y
antes de que transcurrieran seis horas desde la toma de las muestras. Se utilizaron
para ello placas con películas secas rehidratables Petrifilm TM 3MTM (11 y 12),
inoculándose con una inyectadora desechable 1,0 mL de la muestra en cada una de
ellas. Para la distribución de la muestra se utilizó una lámina difusora de plástico.
Aunque la metodología utilizada no está aprobada para análisis de agua y es poco
representativa ya que se inocula sólo 1,0 mL, se utilizó la misma motivado a que por lo
remoto del área no era posible contar con el material de vidrio y equipos necesarios
para los métodos tradicionales, y tampoco las muestras se podían trasladar hasta un
laboratorio de microbiología.

Para recabar la información acerca de cómo los indígenas almacenan y manipulan el


agua dentro de sus janokos o viviendas se elaboró y aplicó una encuesta con
preguntas cerradas.

Los resultados de los análisis se compararon con los requisitos fijados en la norma
nacional (13) y con los obtenidos en el estudio anterior (9). Para las pruebas
estadísticas (ANOVA, a posteriori de rango múltiple y Coeficiente de Correlación de
Pearson) se utilizó el Programa Statgraphics Plus (Statistical Graphics System), de la
STSC´s Plus Ware, 1996, previa comprobación de la homogeneidad de la varianza.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Morbilidad

Se hallaron reportes de 10.692 casos de morbilidad, 839 de enfermedades


gastrointestinales. Cada caso se asignó a cada uno de los 50 grupos familiares
identificados y distribuidos en 57 janokos. El promedio por familia fue de 17 casos.
Dieciocho grupos familiares superaron este promedio (alta incidencia) y los 32
restantes se clasificaron de baja incidencia. La ubicación geográfica de
los janokos señaló que la mayoría de casos se presentó en las áreas donde había más
viviendas (Gráfico 1). Las estaciones seleccionadas donde se realizó la investigación se
presentan en la Tabla 1.

Encuesta
Se constató que en tres de las estaciones vivía más de una familia. Sólo la mitad de las
viviendas presentaba buen estado de mantenimiento, de acuerdo con las referencias
del lugar. Como promedio existen cinco animales por vivienda (perros, gatos, monos,
loros, palomas) y son tratados como miembros de la familia.

En cuatro de las estaciones se acostumbra beber agua del río previamente decantada y
almacenada, en tres se toma directamente del río y en una se utiliza agua potable
envasada comercial. Generalmente, se emplean envases plásticos para recoger el agua
del río; mediante una bomba, sólo en un lugar se colecta agua de lluvia a través del
techo o del río.

Comúnmente, el agua se almacena en tanques de plástico de diferentes tamaños. Sólo


cuatro tenían tapa, aunque uno no cubría completamente el tanque.

El estado de mantenimiento de los tanques era bueno en cinco lugares. La periodicidad


de limpieza es trimestralmente en seis sitios, semestralmente en uno y en el último
una vez al año.

Sólo en un lugar se dispone del agua a través de un grifo. En tres estaciones se


utilizan envases plásticos y en cuatro cualquier vasija disponible. Por otra parte, estos
envases se dejaban sobre el piso en seis estaciones y sólo en una se colocaba fuera del
alcance de niños y animales.

La población ha sido alertada sobre el peligro de beber agua no potable y ha recibido


instrucción sobre cloración. Sin embargo, sólo en dos lugares se potabiliza con cloro
comercial, pero no informaron sobre la forma y la frecuencia con la que lo hacían. En
uno de ellos antes de la cloración se añade alumbre (sulfato de aluminio) para
clarificarla, según lo habían aprendido de unos religiosos misioneros.

En tres estaciones se reportaron diarreas días antes de iniciar el estudio. Sólo los
grupos familiares de cuatro estaciones consultan al médico cuando se sienten
enfermos. Tres grupos lo hacen a veces y uno de ellos nunca.

Análisis microbiológicos

Los promedios de los análisis microbiológicos del agua resultantes de tres muestras
por estación se exponen en las tablas 2 y 3. Se encontraron coliformes totales en las
muestras de las estaciones 1, 2, 3, 5 y 6 en el primer muestreo y E. coli en las
estaciones 2, 3, 5 y 6, sobresaliendo la estación 3 con los recuentos más elevados,
coincidiendo con el lugar donde se presenta la mayor morbilidad (Tabla 1). Estos
microorganismos sirven para cuestionar la calidad de las aguas, pues no deben estar
presentes en el agua para consumo humano (13).

zzzzzzzz

En el segundo muestreo se aislaron coliformes en el agua de las estaciones 1, 2, 3, 5,


6 y 7 y E. coli en las estaciones 2, 5, 6 y 7, aunque en bajo número. Las estaciones 5 y
6 están ubicadas en lugares con mucha población, se toma agua directamente del río,
tienen mayor número de animales dentro de la vivienda y presentan un alto índice de
morbilidad.

Sin embargo, los recuentos de coliformes totales y E. coli no fueron elevados, quizás
por competencia con otros microorganismos presentes en el agua. Se ha reportado
que recuentos de organismos heterótrofos aerobios superiores a 500 UFC/mL pueden
interferir en el aislamiento de coliformes (14).

La prueba de ANOVA muestra diferencias significativas (p < 0,01) en los recuentos de


coliformes totales de las diferentes estaciones, pero no entre períodos de análisis (p >
0,01). La prueba a posteriori de rango múltiple (p < 0,05) señala tres grupos, uno de
ellos con las estaciones 4 y 8 (Tabla 4), donde no se hallaron coliformes. También se
detectan diferencias significativas (p < 0,05) con los recuentos de E. coli. La prueba a
posteriori de rango múltiple (p < 0,05) señala tres grupos (Tabla 4). El primero con las
muestras en donde no se detectó o se obtuvieron recuentos bajos, destacando la
estación 4, donde no fueron aislados.

Los fabricantes de las placas PetrifilmTM 3MTM recomiendan para el análisis de aguas la
filtración de 100 mL a través de una membrana filtrante, para analizar mayor volumen
de agua y tener mayor probabilidad de recuperar coliformes y E. coli y luego colocarla
en la placa Petrifilm. Sin embargo, esto no fue posible llevarlo a cabo debido a las
condiciones y disponibilidad del equipo instrumental en el lugar donde fue realizado el
estudio.

Las pruebas microbiológicas realizadas al agua, principalmente recolectada del río


Orinoco, señalan que la misma no se potabiliza y además, que los procedimientos
utilizados por la comunidad para manipularla dentro de los janokos son inadecuados.
La población warao bajo estudio, al vivir en un ambiente natural no cuenta con
servicios adecuados de salud pública y está expuesta a una variedad de enfermedades,
entre ellas las gastrointestinales. Por lo tanto, es imperativo disminuirles el riesgo de
contraerlas a causa de la ingesta de agua no potable. Pero no sólo se les debe insistir
en la cloración de la misma, pues por la turbiedad presente en esas aguas se debe
previamente decantarlas, de lo contrario, las dosis recomendadas para la potabilización
no serán efectivas (15).

Además, los resultados de las pruebas realizadas denotan que continúa la problemática
reportada (9). Todo pareciera indicar que los indígenas no han modificado sus hábitos
después de recibir el adiestramiento sobre cómo potabilizar y manejar el agua.

Aunque la evaluación de la potabilidad del agua se basa en el criterio de coliformes,


también se llevaron a cabo recuentos de organismos heterótrofos aerobios. Durante el
primer muestreo, en seis estaciones los recuentos fueron altos, superiores a 2,0 x
103 UFC/ml. En las dos estaciones restantes se obtuvieron recuentos bajos,
probablemente por estar la N˚ 7 localizada en un caño perpendicular al principal, lo
que favorece la dispersión y dilución de las excretas provenientes de las estaciones
cercanas y la segunda, la N˚ 8, por disponer de agua potable envasada comercial.
Es factible que estos recuentos representaran bacterias acuáticas naturales o
residentes en terrenos adyacentes arrastradas por la lluvia hacia el río y también,
habitantes de intestinos de animales de sangre caliente (16) y, a pesar de que no
constituyen una evidencia concreta de que el agua es potencialmente peligrosa, no es
aconsejable consumirla (17).

En el segundo muestreo (Tabla 3), sólo el agua de la estación 4 presentó recuentos


bajos (promedio de 1,3 x 10 UFC/ml), quizás porque el jefe de esta familia utiliza
alumbre y cloro para tratar el agua. De todas formas, esto no pareciera ser constante,
pues en el primer muestreo los recuentos fueron altos, por lo que la condición
microbiológica del agua en esta vivienda es variable.

El agua de las otras siete estaciones presentó recuentos de organismos heterótrofos


elevados, a pesar de que las provenientes de las estaciones N˚ 7 y 8 en el primer
muestreo tuvieron recuentos bajos. En la estación N˚ 8 se utiliza agua envasada
comercial y también en el estudio anterior (9) se le habían detectado anomalías.

La prueba de ANOVA reflejó diferencias significativas (p < 0,01) entre los recuentos de
organismos heterótrofos aerobios y períodos de análisis (p < 0,05) de las ocho
estaciones. Al aplicar la prueba a posteriori de rango múltiple (p < 0,05) se formaron
dos grupos (Tabla 4), uno con la estación 4, por presentar el menor promedio y el otro
con las siete estaciones restantes.

Análisis físico-químicos

Los valores de pH del agua oscilaron de 4,00 a 6,00, con promedio de 5,20 inferiores
al límite estipulado (6,50-8,50) (13). En ese sector, durante los meses de noviembre y
enero se han reportado cifras entre 6 y 7 (9). En períodos de aguas altas (octubre), los
suelos que forman el delta son ácidos y ricos en azufre.

Normalmente se atribuye el bajo pH de las “aguas negras” a los ácidos húmicos que se
generan con la degradación de la materia orgánica vegetal que se lavan por
escorrentía. Esto pudiera explicar los bajos valores de pH, pero es necesario
corroborarlo (18). Algunos tributarios del Orinoco son ríos de color negro o té,
naturaleza ácida y pobres en electrolitos (19). Este tipo de agua, que también es
frecuente en el Delta (20), se conoce como “agua negra” en contraposición con los
otros tipos de aguas existentes en las cuencas del Amazonas y Orinoco: “blancas ” y
“claras”. Desde el punto de vista de salud pública el agua con pH bajo no causaría
problemas, ya que al ingerirla se mezcla con saliva y alimentos y, además, el pH del
estómago de una persona sana es menor a 2 y al llegar el agua a él, también se
vuelve ácida (21).

El análisis de Varianza indica diferencias significativas (p < 0,01) en los valores de pH.
La prueba a posteriori de rango múltiple (p < 0,05) señala que se forman cuatro
grupos, siendo uno de ellos el perteneciente a la estación 4 con el valor de pH más
bajo y otro, el de la estación 8, con el valor de pH más alto.

La salinidad del agua de todas las estaciones fue 0 o/oo, igual que en la oportunidad
anterior (9) en los meses de noviembre y enero. El crecimiento bacteriano es afectado
por este factor (22), por cuanto la mayoría de los microorganismos se desarrollan
dentro de un margen de salinidad estrecho (1-5 o/oo ).
La temperatura promedio del agua en las ocho estaciones fue de 29,4 ºC, con un valor
mínimo de 28 ºC y un máximo de 31 ºC. La prueba de ANOVA señala diferencias
significativas (p < 0,01) para este parámetro y la prueba a posteriori de rango múltiple
(p < 0,05) indica la existencia de tres grupos.

Por último se estimó, a través de la prueba de correlación de Pearson, la relación entre


los aspectos microbiológicos, fisico-químicos, morbilidad, densidad de la zona y
número de habitantes por estación. Existe una relación positiva muy alta ( “r” = 0,99; p
< 0,01) entre los recuentos de coliformes totales y E. coli, indicando el origen fecal de
la contaminación, bien sea procedente del tracto intestinal de humanos o de animales.

También se relacionan el número de personas que habitan en las estaciones con la


morbilidad y la densidad de la zona ( “r” = 0,55 y 0,57; p < 0,01), lo cual era de
esperarse ya que hay mayor probabilidad de contraer tanto enfermedades de origen
hídrico, como otras, en lugares donde viven muchas personas.

CONCLUSIONES

Se concluye que la población Warao de la Barra de Makareo investigada no potabiliza


el agua que usa para beber y preparar alimentos y que las condiciones de su manejo
dentro de los janokos es inadecuada, por tanto puede ser vehículo de transmisión de
diferentes enfermedades.

RECOMENDACIONES

Explicar e insistir a los indígenas Warao sobre la conveniencia de no consumir agua de


río vía oral sin un tratamiento previo que la potabilice. Se debe reiniciar otra serie de
operativos para impartir el adiestramiento correspondiente para potabilizar el agua con
cloro, resaltando que para que la cloración sea efectiva, es necesario hacer una
decantación previa debido a la alta cantidad de sedimentos presentes en ella.

A pesar de que por los efectos de las mareas los lugares donde están ubicados los
janokos se inundan con frecuencia y se logra la dispersión y dilución de la materia
fecal, las necesidades fisiológicas no deberían hacerse directamente en el río. Este
problema es de difícil solución, por lo que debe insistirse en los hábitos de manejo y
potabilización del agua del río dentro de las viviendas. Otra costumbre que debería
modificarse es la convivencia estrecha con animales, pues ellos pueden ser una fuente
directa de contaminación de aguas y alimentos.

Por último, se debe promover la participación de la comunidad en la solución de estos


problemas. Los programas educativos deberían ser diseñados e implementados por
profesionales que estén compenetrados con la cultura indígena Warao.

AGRADECIMIENTOS

A José Brito, médico encargado de los Centros de Atención Integral de Punta Pescador;
al enfermero Warao Alexander Cardona, al maestro Lisandro Moraleda y a los
indígenas de la Barra de Makareo. A las direcciones de IUTEMAR y EDIMAR por la
adquisición de las placas de Petrifilm. También a Ángel Armas, Humberto Reyes y
Franco Lombardi. Y especialmente a Joaquín Buitrago, a José Monente y a Bernarda
Escalante por sus valiosas indicaciones.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. O.M.S. Guías para la calidad del agua potable. Publicación Científica. Tomo I.
Washington, D.C., USA: Organización Mundial de la Salud; 1984. [ Links ]

2. Larrea F. Enfermedades transmitidas por el agua. Situación en Venezuela. Ciclo


Recursos Hídricos en Venezuela. II Seminario Agua Potable y Abastecimiento. Comisión
de Estudios Interdisciplinarios. Caracas, Venezuela: Publicaciones, UCV. 1999;
2(5):101-118. [ Links ]

3. Payment P, Hunter P. Endemic and epidemic infectious intestinal disease and its
relationship to drinking water. En: L Fewtreland, J. Bartram (Ed). Water Quality –
Guidelines, Standards and Health: Assesment of Risks and Risks Management for
Water– Related Infectious Disease. World Health Organization Water Series, IWA
(International Water Ass). London UK.; 2001. p. 115-134. [ Links ]

4. Lynch J, Poole N. (Ed). Water pollution and its prevention. En: Microbial Ecology: A
conceptual approach. London: Brackwell Scientific Publications; 1980. pp. 226-
245. [ Links ]

5. Collins C, Lyne P, Grange J. Microbiological Methods. 7th ed. Gran Bretaña:


Butterworth Heinemann; 1995. [ Links ]

6. Wilbert W. Conceptos etno-ecológicos Warao. Instituto Caribe de Antropología y


Sociología. Caracas, Venezuela: Fundación La Salle de Ciencias Naturales;
1993. [ Links ]

7. Heinen HD, Henley P. History, kinship and the ideology of hierarchy among the
warao of the central Orinoco Delta. Antropológica. 1998; 89:25-78. [ Links ]

8. Ayala C, Wilbert W. Situación socioeconómica entre los Warao del Edo. Amacuro.
Natura. 204; 125:14-19. [ Links ]

9. Aranguren N, Díaz G. Potabilidad del agua de consumo de la población warao de


Caño Makareo, Delta del Orinoco. Trabajo de grado. IUTEMAR, Venezuela: Fundación
La Salle de Ciencias Naturales, Campus Margarita; 2001. [ Links ]

10. APHA. Standard methods for the examination of water and wastewater. American
Public Health Association. 18th ed., Washington D.C., U.S.A.; 1992. [ Links ]

11. Norma Venezolana 3276-97. Alimentos. Recuento de coliformes y Escherichia coli.


Método de placas con películas secas rehidratables (Petrifilm). Ministerio de Fomento,
Caracas, Venezuela; 1997. [ Links ]

12. Norma Venezolana 3338-97. Alimentos. Recuento de aerobios. Método de placas


con películas secas rehidratables (Petrifilm). Ministerio de Fomento. Caracas,
Venezuela; 1997. [ Links ]
13. Normas sanitarias de calidad del agua potable (Resolución SG-018-98 del
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social). Gaceta Oficial de la República de Venezuela
36.395, febrero, 13, 1998. [ Links ]

14. Geldreich E. Handbook for evaluating water bacteriological laboratories. 2 ed.


U.S.A.: U.S. Environmental Protection Agency. EPA-670/9-75-006; 1975. [ Links ]

15. Crump JA, Okoth GO, Slutsker L, Ogaja DO, Keswick BH, Luby SP. Efect of point-
of-use disinfection, flocculation and combined flocculation-disinfection on drinking
water quality in westerns Kenya. J Appl Microbiol. 2004; 97(1): 225-231. [ Links ]

16. Banwart G. Basic food microbiology. 2 ed., New York, U.S.A.: An Avi Book;
1989. [ Links ]

17. Harrigan W. McCance M. Métodos de laboratorio en microbiología de alimentos y


productos lácteos. León, España: Editorial Academia; 1979. [ Links ]

18. Sánchez J. La calidad de las aguas del río Orinoco. En: F.H. Weibezahar, H.
Álvarez, Lewis Jr., W.M. (Ed). El río Orinoco como Ecosistema. Caracas: EDELCA,
Fondo Editorial Acta Científica Venezolana, CAVN, U.S.B.; 1990. pp. 241-
268. [ Links ]

19. Paolini J. Carbono orgánico disuelto y particulado en grandes ríos de la América del
Sur. Interciencia. 1990; 15(6): 358-366. [ Links ]

20. Monente J, Colonnello G, Hidroquímica del delta del Orinoco. Mem. Soc. Cienc. Nat.
La Salle. 1997; 148:109-131. [ Links ]

21. http://www.wqa.org/. Water Quality Association. Low pH water. International


Headquarters & Laboratory, Liste, IL. U.S.A.; 2003. [ Links ]

22. Rheinheimer G. Microbiología de las aguas. España: Editorial Acribia, S.A.;


1987. [ Links ]

También podría gustarte