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Proceso de Evaluación 3
Evaluación tradicional 11
Objetivos de la Evaluación 13
Contenido de la Evaluación 15
Una vez establecidos los objetivos, se comienza a explorar las diferentes áreas de
exploración, es decir, se realiza una evaluación de:
- Expresión.
- Repetición.
- Denominación.
- Comprensión.
- Lectura.
- Escritura
Expresión
En el caso de la persona que sufra una afasia severa, puede tener preservado
automaticismos pero también puede no tenerlo.
Test de Boston, este test incluye diferentes apartados que evalúan las
expresión, estos son:
Este test nos permite comprobar si existen problemas motores. En el caso de que
existan, se evaluará la disartria. Si no se observan, esta quedará descartada.
No fluida - Fluida
- Si
comprobamos
que durante la
conversación,
solo se
utilizan
sustantivos,
es decir no
hay ninguna
palabra
funcional
como verbos,
preposiciones
, artículo…
estaría ante
un caso de
agramatismo
. En estos
casos, el
contenido si
puede ser
transmitido y
pueden
conservar una
prosodia
adecuada.
- Durante este
proceso, hay
que tener en
cuenta la
presencia de
errores o
parafasias.
- Es necesario
comprobar
también si
existe
conciencia
del déficit o
no.
Repetición
Se evalúa con:
Se pide al sujeto que ejecute el mismo sonido o secuencia que tu hayas realizado.
Denominación
Comprensión
Lectura
Estos procesos tienen relación entre sí, ya que la lectura se produce desde los
niveles de orden inferior hasta los niveles más complejos de orden superior. Es
decir, la lectura se entiende como un proceso ascendente.
A la hora de realizar una evaluación sobre esta área, se llega a la conclusión de que
estos problemas suelen estar ocasionados, principalmente sobre la lateralidad o la
organización espacial. Estas pruebas, se realizan mediante test, lo que puede
suponer a su vez una limitación, ya que el test no permite conocer si el problema se
debe a eso o a otras cuestiones.
Una vez analizada la demanda, se debe evaluar el contexto. Este análisis no tiene
por qué ser demasiado exhaustivo ni debe aportar una información es exceso,
simplemente es conveniente para servirnos de orientación práctica que nos ayude a
establecer el máximo de factores posibles que pueden estar influyendo en la
evaluación.
Figura 2. Las dos vías de acceso al significado (adaptado de Jorn y Share, 1983).
Mediante esta vía del lenguaje, recodificamos los símbolos gráficos en unidades
fonológicas y tras reconstruir por este procedimiento la palabra en su versión oral,
accedemos a su representación semántica. Esto es denominado recodificación
fonológica, ya que permite pasar de un código (visual) a otro código (fonema).
Así lo que se empareja no es la representación interna de la palabra, sino que se
hace una reconstrucción oral de esa palabra.
Una vez que hemos accedió a la palabra hay que vincularla con el conocimiento
léxico almacenado en la memoria, es decir, se tiene que asignar un significado.
Una vez que la palabra ya ha sido reconocida, se accede a su significado a través
del almacén donde se encuentran representados los diferentes significados de las
palabras, esto es denominado sistema semántica.
o Sílabas.
o Palabras.
o No palabras.
o Frases.
o Sílabas.
o Palabras.
Escritura
- Sílabas.
- Palabras.
- No palabras.
- Frases.
a. Habla espontánea:
1. Test Boston. Respuestas
sociales sencillas.
2. Conversación libre.
3. Descripción de una lámina.
b. Secuencias automatizadas:
1. Test Boston. Secuencias
automatizadas.
2. Continuación de refranes.
3. Canciones sobreaprendidas.
4. Oraciones.
1. Repetición de sonidos.
2. Repetición de sílabas.
2) Repetición 3. Repetición de pseudopalabras.
4. Boston, repetición de palabras.
5. Boston, repetición de
- Incluir tanto los puntos fuertes como los débiles del sujeto, incluyendo
capacidades como habilidades específicas.
Objetivos de la Evaluación
A la hora de realizar la evaluación, se plantean dos objetivos que van de lo más
general a lo específico. Los objetivos se plantean como algo continuo que va desde
obtener el diagnóstico hasta evaluar la posible rehabilitación.
- Describir el tipo de afasia. Existen cuatro parámetros diferentes.
- Estudio exhaustivo de cada parámetro mediante el procesamiento de la
información.
Una vez que se hayan dado respuestas a estas preguntas, podremos determinar los
objetivos más específicos, el contenido y el procedimiento que se llevará a cabo en
la evaluación. Estas respuestas nos condicionarán e influirán en el modo de realizar
la evaluación.
La respuesta a esta pregunta nos llevará a los objetivos que debemos considerar
mediante el proceso de evaluación.
¿Cuándo evaluar?
¿Qué evaluar?
¿Cómo evaluar?
Contenido de la Evaluación
¿Qué evaluar?
Realizar una entrevista inicial para elaborar una historia clínica y obtener
valoraciones complementarias.
1) Motivo de consulta.
2) Antecedentes personales:
a. Informes médicos y/o psicológicos.
b. Datos evolutivos.
c. Antecedentes familiares y escolares.
d. Historial médico.
e. Datos de contexto.
3) Valoración complementaria:
a. Habilidades:
i. De comunicación.
ii. De cuidado personal.
- Valoración del uso ¿Para qué, donde, cuando y con quién comunica?
Estudiar las funciones del lenguaje y las reglas que lo rigen.
Estudiar los aspectos pragmáticos y el uso social.
Esto afecta también a la intervención del problema, por lo que es necesario que el
profesional que lo lleve a cabo, cuente con diferentes habilidades que puedan
beneficiar al paciente.
Es fundamental que entre el terapeuta-paciente, se establezca un vínculo basado en
la empatía y así poder entender mejor la experiencia subjetiva del propio paciente. A
su vez, debe comunicar aceptación y respecto.
En el caso del trabajo con niños, se requiere de ciertas actitudes especiales que
pueden motivarles e implicarles más en el tratamiento.
Los/as niños/as son especialmente sensibles a la intervención. La expresión de la
empatía, por ejemplo, pasa por conductas diferentes que en el caso de los adultos.
Con los niños, la actitud del terapeuta es más importante que se note relajada y que
muestre confianza. Esto ayudará a proporcionar al menor un ambiente mucho más
Recursos Interpersonales
Empatía
Empatía entendida como la capacidad que tiene la persona para ponerse en el lugar
del otro, entender su conducta, comprender su punto de vista y ayudar al otro a
comprenderse a sí mismo.
Esta herramienta es fundamental en el proceso terapéutico, ya que ayuda a
entender a la otra persona.
Con este recurso, hay que tener especial cuidado, ya que ponerse en el lugar del
otro es muy necesario, pero a su vez, es igual de necesario mantener cierta
distancia entre la propia experiencia del terapeuta y la del paciente, ya que no se
debe confundir la simpatía con la empatía.
Desde ese punto de vista, es mucho más difícil poner distancia entre mi experiencia
y sentimientos y los de la otra persona.
En el caso de los niños, la empatía es fundamental, así vez, hay que favorecer y
aceptar la expresión de sentimientos. Aquí puede ser de gran ayuda que el adulto
muestre también sus sentimientos, para poder hacer de modelo.
También, hay que tratar de aceptar sus emociones “desagradables”, sin tratar de
animarle, ya que el menor puede entender esto como un rechazo de estas
emociones y tratará de evitarlas para sentirse más seguro.
Es necesario aceptar también sus dificultades para que lo muestra y reconocer su
preocupación, sin cuestionarla.
Autenticidad y congruencia
Estos términos hacen referencia a la capacidad que debe tener el terapeuta para
saber expresar, de una forma clara y sincera, las diferentes opiniones y emociones.
Se trata de ser sincero dentro de la intervención para que el paciente nos sienta
cercanos a él, tratando de expresarlo tanto verbalmente como no verbalmente.
Autoconocimiento
Esto también, en el ámbito profesional es importante, ya que hay que conocer los
diferentes conocimientos que se tienen dentro de un área concreto y trastornos
específicos para que, en el caso de que no se conozco o no se pueda trabajar con
un trastorno concreto, saber derivar a un profesional más especializado en el tema.
Habilidades de comunicación
Al igual que los recursos que debe contar el terapeuta para fortalecer el vínculo
interpersonal, es importante que se cuente con ciertas habilidades de comunicación
que beneficiarán la comunicación y ayudarán en la relación terapeuta-paciente.
Escuchar activamente
Se trata de atender y oír a la persona en lo que nos está contando, pero también,
hacerle llegar el mensaje de que le estamos escuchando, no solo verbalmente, sino
también físicamente a través de:
- Lenguaje corporal:
- Sintetizar:
- Hacer preguntas:
- Reforzar:
Los mensajes que se le transmitan al menor, deben ser lo más claros, cortos y
concisos prosibles.