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Tema 5: Desarrollo del léxico inicial y su evolución

1. Bases para la función denominativa

El aprendizaje del lenguaje es muy rápido, por ello, hacia los 2 años, la mayoría de los niños ya han comenzado a
hablar, y a los 6 años, cuentan con una configuración del lenguaje completa. Una conversación con un niño de 6 años
es lingüísticamente tan compleja como la que se puede tener con un adulto aunque el tema sea muy diferente.

Hacia el año, los niños empiezan a producir sus primeras palabras. Según la RAE, una palabra es una unidad léxica
constituida por un sonido o conjunto de sonidos articulados que tienen un significado fijo y una categoría gramatical.
Cuando el niño comienza a utilizar palabras, debe aprender a conectar correctamente secuencias de sonidos
(significantes) con un conjunto de situaciones (referentes) utilizando las representaciones mentales (significados)
correspondientes.

La adquisición, ese proceso de asimilación del lenguaje, no se limita a una función de etiquetaje, sino que los niños a
medida que lo van interiorizan tienen que ir realizando diferentes tareas como:

- Realizar relaciones de inclusión, lo que nos ayuda a categorizar. Ejemplo: Saber que un perro, un gato y un
elefante son mamíferos.
- Comprobar que existen incompatibilidades léxicas. Ejemplo: no es lo mismo pronunciar el término perro
que gato.
- Comprender las relaciones parte-todo. Ejemplo: mi brazo es una parte del cuerpo, pero mi cuerpo no sólo
está formado por el brazo.
- Comprender que una misma palabra puede tener más de un significado
- Interiorizar conocimientos sobre morfología y gramática.

Toda esta capacidad simbólica del lenguaje que nos permite no sólo conocer el mundo, sino interpretarlo, imaginarlo
o incluso inventarlo, es una capacidad muy compleja.

La capacidad para adquirir vocabulario se mantiene durante toda la vida, por lo que se entiende que aunque la
adquisición del léxico se realiza de manera rápida, todo su desarrollo será un proceso largo donde intervienen
mecanismos de integración de habilidades sensoriales, cognitivas, motrices y se han de aplicar reglas y normas para
poder abstraer la información. Así, se puede decir que existen diferentes engranajes que debe realizar el niño: Una
intención comunicativa, la interacción con el mundo y la función comunicativa.

1.1 Protoconceptos y desarrollo del léxico inicial

Los niños antes de pronunciar sus primeras palabras van pasando por otras etapas en esas secuencias que intentan
emitir. Lo primero suele ser el llanto, para después ver onomatopeyas, continuando con patrones silábicos
recurrentes que suelen mantener en la memoria (pa pa pa, ma ma ma, los primeros compuestos de consonantes o
vocales, después avanzando hacia CVC) y de ahí avanzamos hacia las primeras palabras (holofrases: términos que
tienen cierta complejidad, por ejemplo dice TETE para chupete). Según Dale (1980) estas primeras palabras parecen
esfuerzos por expresar ideas complejas.

Los factores que influyen en la adquisición de las primeras palabras: las experiencias del niño (holofrases
relacionadas con situaciones, objetos, personas presentes en el día a día), relación con los cambios (cambios que se
producen en la rutina), aprendizaje situacional (aprenden las palabras y las asocian a determinadas situaciones, el
contexto situacional es determinante para el aprendizaje del significado de las producciones).

Para que los niños puedan adquirir y desarrollar el léxico, se han de dar las siguientes condiciones básicas:

- Conocimiento del mundo: saber distinguir entre objetos, acciones, cualidades y relaciones.
- Reconocimiento de patrones sonoros: patrones sonoros que son recurrentes y aislables.
- Verificar las relaciones: necesario para comprobar esa información aprendida.
- Activar el sistema léxico: Ser capaz de situar una palabra dentro de nuestro sistema, perfilar los limites
semánticos e incluso poder establecer las relaciones entre forma y contenido.

2. El léxico inicial

2.1 La semántica del léxico


En un inicio se podría decir que los niños utilizan un léxico más rudimentario a partir de esos procedimientos iniciales
que realizan, pero que son la base de nuestra organización posterior. En ese primer léxico encontramos tres factores
importantes:

- Una estrecha dependencia del contexto: el niño no emite en sus primeras cuestiones palabras que no
conozca, sino que imitará, denominará solo aquello que ve.
- Falta inicial de morfología: algo normal, el niño al inicio no flexionara las palabras.
- Simplificaciones sintácticas: el niño no ordenará las palabras teniendo en cuenta las funciones dentro de las
oraciones sino que las emitirá según su propia estructura.

Las primeras palabras del niño suelen hacer referencia a personas, animales, alimentos, partes del cuerpo, prendas
de vestir, juguetes, localizaciones en el espacio (arriba, abajo) y ciertas rutinas (p.e. decir “adiós”). Lo habitual es que
los términos que designan objetos sean más numerosos que los referidos a verbos (acciones y estados). Las primeras
acciones a las que se hacen referencia suelen ser acciones generales como (hacer, ir, tener) que los niños utilizan en
contextos muy variados y que se reducen según aprenden términos más precisos. En este proceso de control de la
semántica de las palabras, los niños suelen cometer los siguientes errores:

- Sobreextensión: aplica un lexema a los miembros de una categoría que el adulto designa con esa palabra,
pero lo utiliza igualmente con miembros de otra categoría. Ejemplo: entiende y llama perro a los perros y a
cualquier otro mamífero de 4 patas.
- Subextensión: utiliza un lexema en un subconjunto de las situaciones para las que el adulto utiliza esa
palabra. Ejemplo: Utiliza la palabra perro para designar sólo a su perro, el resto los designará como chucho,
animal…
- Discordancia/desencaje: Utilización errónea de un término sin ninguna relación con la del adulto. Es una
fase, no suele durar mucho. Ejemplo: decir mucho bonito en lugar de más bonito.
- Recubrimiento: emplea una palabra sólo para una parte de las entidades que designa en su uso adulto y
además para otras entidades de otra categoría. Ejemplo: utiliza la palabra perro para referirse a los perros
grandes y además a los lobos (porque son grandes y parecidos), pero nunca llamaría perro a un caniche.

2.2 La comprensión vs la producción

La comprensión y la producción del lenguaje no son procesos idénticos. Por ello, en el estudio del léxico inicial
debemos diferenciar si nuestro foco de interés se encuentra en las palabras producidas o en las comprendidas.

- Comprensión: Comienza con la huella auditiva que madura y es estable desde edades muy tempranas.
Entrada activa de los significados, Los niños comprenden antes de poder producirlas.
- Producción: Es un control motor más complejo, madura y se produce más tarde. Es necesario realizar tareas
de selección léxica y de producir su correcta articulación.

En uno de los primeros estudios realizados para comprobar la diferencia entre producción y comprensión Benedict,
halló que los niños comprenden alrededor de 50 palabras en el momento de producir 10. Se estableció que el
desarrollo de la comprensión era el doble de la producción.

¿Cómo sabemos si un niño ha comprendido? Por ejemplo, si le pedimos al niño que nos traiga algo y nos trae eso
que le hemos pedido. No darle pistas extralinguisticas como gestos, miradas, tono de voz… que ayuden al niño a
descubrir cuál es el objeto nombrado.

¿Cómo distinguir las producciones sonoras que son palabras y las que no lo son? Para considerar que una producción
es una palabra tienen que cumplirse los siguientes criterios de productividad:

- La producción sonora ha de ser estable y reconocible.


- La emisión ha de producirse en diferentes contextos que puedan evidenciar el referente al que se refiere.
- Uso extendido a cuando no está el referente presente-
- Generaliza su uso a otros referentes pertenecientes a la misma clase de objetos.
- En relación a la sintaxis, la producción se emplea combinándolo con otros signos o palabras, incluso
combinando con morfemas que permita producir otra unidad nueva.

3. De las primeras palabras al desarrollo posterior

En un primer momento, la expansión del léxico es corta. El niño adquiere las primeras palabras entre los 10 y los 13
meses donde el niño amplía su repetorio de las 50 palabras a las 100 palabras que suelen tener a los 18 meses. En
estos primeros meses, las palabras suelen ser muy concretas y están asociadas a objetos, personas y contextos. Sólo
se producen en determinadas situaciones, ya que no son capaces de generalizar su uso aún. Las primeras funciones
comunicativas que se observan en los inicios del lenguaje son:

- Función personal, social y/o expresiva:


 Asociaciones sociales: Palabras de despedida “adiós”, saludo “hola” y reconocimiento “gracias”.
 Rechazo: la falta de aceptación y el “no” sin pretender nada del oyente.
 Aceptación: un poco más tarde aparece la aceptación “sí” o “vale”.
 Cierre de actividad: “ya ta” (ya está).
- Función regulativa:
 Requerimiento de objetos y acciones: En un primer momento, requerimiento de atención “mía mia”
por mira mira.
 Solicitar más: Pedir más delo mismo “má”.
- Función informativa:
 Localización: Ubicación “aquí”
 Identificación: de forma general se utiliza “este”, “esta”.
 Identificación personal: Nombre propio del hablante, papá, mamá y el resto de hermanos.
 Posesión: realizado con mío/mía.
 Denominación de objetos y acciones.

Palabras que puede saber un niño dependiendo de su edad: 10-13 meses (primeras 50 palabras), 18 meses ( 100
palabras), 20 meses (200 palabras), 2 años (400 palabras), 3 años (1500 palabras). Según Carey entre los 2 y los 5
años el niño aprende una nueva palabra por cada hora de vigilia lo que significa que incorpora cerca de 3500
palabras nuevas cada año, a partir de los 10 años adquieren 10000 palabras nuevas por año y entre los 9 y los 15
años tienen unas 85.000 raíces y aprenden 100.000 palabras diferentes. Todo ello se incentiva gracias a la
lectoescritura.

4. Principios en la construcción del léxico

Existen ciertos criterios para la construcción del léxico. Estos son:

- Principio de convencionalidad: cuando el niño reproduce los mismos modelos que observa en su contexto.
- Principio de contraste: las diferencias en la forma marcan diferencias en el significado. El niño asume, en un
primer momento la adquisición, que cada palabra tiene un significado diferente.
- Principio de frecuencia de uso: lo que es más frecuente es más funcional. Las primeras palabras son para
aquello más frecuente.
- Principio de efectividad: las primeras palabras de los niños dan respuesta a las funciones comunicativas que
el niño necesita.
- Principio de transparencia: las primeras palabras son fácilmente perceptibles y representables
- Principio de simplicidad: las primeras palabras son de estructura silábica simple o simplificable.

4.1 Dificultades para la adquisición del léxico

- Taxonómicas: toda nueva palabra una vez aprendida ha de ser generalizada a otras entidades nuevas. Por
ejemplo, un pastor alemán, un caniche y un dálmata todos son perros pero a cada uno se le denomina por el
nombre de su raza.
- De exclusión mutua: el niño parte de la hipótesis de que una nueva palabra se aplica a un objeto del que se
desconoce el nombre más que a uno del que el nombre se conoce. Este principio ya se tiene adquirido a los
18 meses.
- De objeto total: cuando un objeto es designado a una palabra nueva a veces es difícil discernir si ese
término es para una parte o para el todo. Por ejemplo, cuando aprendo el término brazo, ¿hace referencia a
una parte del cuerpo o hace referencia al cuerpo entero?

5. Relaciones semánticas y desarrollo morfosintáctico

Una vez que avanzamos en ese léxico inicial y nos vamos encaminando a un léxico más completo. Encontramos
ciertas emisiones que ya no son de una sola palabra sino que se combinan dos palabras. Esas primeras relaciones
semánticas se pueden clasificar de la siguiente manera:

- Agente- Acción: /mamá ome/ “mama come”


- Acción-Objeto: /ome abu/ “come yogur” (omite el sujeto)
- Agente- Objeto: /nene ota/ “niño pelota” (omite la acción)
- Acción-Localización: “salta cama” (alguien ejecuta una acción pero solo se nombra la acción y el lugar donde
se realiza)
- Entidad-Localización: /papa cocina/ (se señala el sujeto y el lugar donde está. No se marca la acción)
- Poseedor-Posesión: /nene ota/ “niño pelota” (no se señala la acción que se realiza)
- Entidad-Atributo: “coche rojo” (no se señala la acción)
- Deixis-Entidad: “esa muñeca” (no se alude a la acción)

A medida que avanzan en edad van combinando diferentes posibilidades.


Autoevaluación

Pregunta 1

La capacidad simbólica del lenguaje nos permite nos permite no sólo conocer el mundo, sino interpretarlo,
imaginarlo o incluso inventarlo, es una capacidad muy compleja. Por esta razón,

a. La capacidad para adquirir el vocabulario se realiza de manera rápida, en un proceso corto que se da
exclusivamente durante los primeros años.

b. Para el desarrollo de la capacidad simbólica del lenguaje, únicamente intervienen las capacidades cognitivas
sin que se produzca integración de otras habilidades sensoriales.

c. La capacidad para adquirir el vocabulario se mantiene durante toda la vida, por lo que se entiende que,
aunque la adquisición del léxico se realiza de manera rápida, todo su desarrollo será un proceso largo.

Pregunta 2

Señala, de entre las siguientes opciones, cuál no es un principio de construcción del léxico

a. Principio de convencionalidad

b. Principio de espontaneidad

c. Principio de efectividad

Pregunta 3

Las dificultades más frecuentes que se encuentran los niños durante la adquisición del léxico son: dificultades
taxonómicas, de exclusión mutua o dificultad de objeto total:

a. Afirmación falsa. Las dificultades son taxonómicas, de hiponimia y de exclusión mutua.

b. Afirmación falsa: Las dificultades son taxonómicas, de exclusión mutua, de objeto total y de localización de
objeto.

c. Afirmación correcta.

Pregunta 4

Cuando el niño comienza a combinar dos palabras, el orden de las primeras relaciones semánticas es el siguiente:

a. Acción-objeto

Acción-locación

Agente-acción

b. Acción-objeto
Poseedor-posesión

Entidad-locación

c. Agente-acción

Acción-objeto

Agente-Objeto

Pregunta 5

Entre los principios de construcción del léxico, encontramos el principio de contraste. ¿A qué se refiere?

a. A que el niño asume, en un primer momento de adquisición, que cada palabra tiene un significado diferente

b. A que las primeras palabras de los niños dan respuesta a las funciones comunicativas que el niño necesita

c. A que las primeras palabras son fácilmente perceptibles y representables

Pregunta 6

¿A qué se refieren los errores de recubrimiento?

a. Cuando un niño aplica un lexema a los miembros de una categoría que el adulto designa con esa palabra, pero
lo utiliza igualmente con miembros de otra categoría

b. Cuando un niño utiliza una palabra para asignar a una parte de las entidades que comprende en su uso adulto
y además para otras entidades de otra categoría.

c. Cuando el niño utiliza un término sin ninguna relación con la del adulto

Pregunta 7

En las primeras emisiones de los niños se considera que el niño ya produce palabras si cumple con alguno de estos
criterios:

a. La producción sonora ha de ser estable y reconocible.

b. Presenta un uso extendido a cuando no está el referente presente.

c. Las opciones a y b son correctas.

Pregunta 8

Las primeras producciones del niño se basan en

a. holofrases

b. onomatopeyas

c. frases
Pregunta 9

Cuando el niño comienza a adquirir la semántica de las palabras, suele cometer errores. ¿A qué se refieren los
errores de sobreextensión?

a. Cuando un niño aplica un lexema a los miembros de una categoría que el adulto designa con esa palabra, pero
lo utiliza igualmente con miembros de otra categoría

b. Cuando el niño utiliza un lexema en un subconjunto de las situaciones para las que el adulto utiliza esa
palabra.

c. Cuando el niño utiliza un término sin ninguna relación con la del adulto.

Pregunta 10

Señala la afirmación falsa

a. Las primeras palabras del niño se suelen referir a personas, animales, alimentos, partes del cuerpo, prendas
de vestir, juguetes también localizaciones en el espacio (arriba, abajo) y ciertas rutinas (como por ejemplo
decir ‘adiós’).

b. Lo habitual es que los términos que designan a verbos (acciones y estados) sean más numerosos que los que
se refieren a los objetos.

c. Las primeras acciones a las que se hacen referencia suelen ser acciones generales como (hacer, ir, tener) que
los niños utilizan en contextos muy variados que se van reduciendo según aprenden términos más precisos.

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