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Política fiscal

Constituyente una rama de la política económica que generalmente se aplica como parte
de la política de estabilización, limitándose a perseguir objetivos de corto plazo. Sin
embargo, modernamente se admite que los instrumentos fiscales pueden ser utilizados
para lograr objetivos de mediano y largo plazo.
La racionalidad y la eficiencia de la política fiscal dependen del uso de instrumentos
adecuados para alcanzar los fines propuestos en cada coyuntura económica.
La política fiscal propiamente dicha, está formada por las decisiones que adopta el
gobierno sobre los gastos públicos y los impuestos, cuyos efectos no llegan a modificar
la estructura del crédito en la economía. Para delinear la política fiscal es necesario que
el gobierno identifique los objetivos que pretende alcanzar y al mismo tiempo
seleccione los instrumentos más eficientes y eficaces para el logro de chicos objetivos.
Los objetivos de la política fiscal estará en función de las características que presente la
coyuntura económica y de la voluntad política de los gobiernos. Con frecuencia los
objetivos de la política fiscal aparecen relacionados con la política de endeudamiento.
Sin embargo, modernamente se identifican objetivos de la política económica que
pueden ser logrados adecuadamente con la política fiscal.

Instrumentos y ramas de la política fiscal


Los principales instrumentos de la política fiscal son: la política de gastos públicos,
política de ingresos tributarios y la política de ingresos no tributarios. Cada instrumento
sirve para lograr determinados objetivos propios de la política fiscal o de la política
económica.

Interrelación de la política fiscal y la monetaria. Su


significación y efectos básicos
En el ámbito de la política fiscal, en los últimos tiempos se han desarrollado fuertes
argumentos en favor del uso combinado de estrategias expansionistas de tipo monetario
y fiscal como forma de combatir las recesiones económicas y la inflación.
La manera de combinar ambas políticas puede crear efectos laterales adversos, cómo
por ejemplo, reducir o deprimir la tasa de crecimiento económico, situación que se
ilustra con el ejemplo siguiente:
Si el gobierno combina una política fiscal expansionista (ejecución de presupuesto
deficitario), con una política monetaria restrictiva (un bajo crecimiento del medio
circulante), necesario endeudarse fuertemente en el mercado de capitales, con bonos
para cubrir sus déficit presupuestarios y el banco central mantiene firme el criterio de
conservar invariable la cantidad de dinero en circulación, las tasas de interés se
mantienen elevadas, y como resultado se desestimulara la inversión.

Efectos macroeconómicos de la política fiscal


Al momento de analizar los efectos macroeconómicos de la política fiscal se debe
recurrir a examinar su impacto sobre los componentes de la demanda agregada, es decir,
medir el impacto de la acción del gobierno sobre el consumo, la inversión y la
producción, entre otros.
Los impuestos y con ellos, la política fiscal reducen la capacidad potencial de
incrementar la producción debido a que disminuyen el gasto de consumo en los distintos
niveles de la renta nacional. Este efecto proviene totalmente de la demanda agregada en
razón de que los impuestos reducen la renta disponible de las economías particulares y
consecuentemente, la demanda de consumo; al reducir está y no cambiar la demanda de
inversión, entonces disminuyen por obligación, la producción y la renta.

La política fiscal, la globalización económica y una


estrategia de políticas procedentes.
El proceso de globalización económica ha transformado de hecho la percepción y
configuración operativa del estado-nación, convirtiéndolo en una unidad disfuncional
dentro de un mundo sin fronteras.
La noción de soberanía, que se sustenta en los paradigmas del modelo precedente, es
considerada primero en los campos político y milita, extendiéndose de ahí su uso al
orden económico.
Arlenis García suriel 100625574

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