Está en la página 1de 2

Materialismo histórico

El materialismo histórico ve en el desarrollo de los modos de producción de los bienes


materiales necesarios para la existencia de los hombres, la fuerza principal que determina
toda su vida social, condicionando también la transición de un régimen social a otro.
Aportes
Es en el Manifiesto Comunista donde Marx y Engels dan la primera exposición sobre la
forma en que perciben a la historia, en tal exposición analizan a la sociedad como una
totalidad (esbozan la dependencia de la educación, religión, ideas, leyes jurídicas etc., a la
dominación de clase en el poder), lo que ulteriormente desarrollaran como Estructura y
Superestructura. Estudian a las sociedades teniendo como primer marco las condiciones
económicas (bosquejan las diferentes formas de propiedad, la epidemia de la
superproducción, el sometimiento de las naciones al capital, etc.). Describen el desarrollo
de la historia en base a las contradicciones de las clases sociales.
Entre sus aportes a la sociología se destaca el concepto de la lucha de clases, donde Marx
establece que las personas en sociedad se dividen en clases y observa que la historia de la
humanidad es una historia de enfrentamientos entre grupos antagónicos. Este constante
enfrentamiento a lo largo del tiempo va a derivar en una sociedad ideal “comunista” donde
no existan las clases sociales. A su vez, la historia manifiesta una sucesión de tipos
diferentes de sociedades, las cuales van cambiando de manera drástica y revolucionaria. A
lo largo de estos procesos es donde se creó en la historia al proletario, quién no vende su
trabajo al mercado para ganar dinero, si no que vende su fuerza de trabajo; es decir que se
vende a sí mismo diariamente por una cantidad de tiempo para poder hacer su trabajo.
Marx sostiene que en el tipo de sociedad capitalista el trabajador no está sujeto al amo, si
no que tanto el obrero como el capitalista son propietarios en el sistema: el primero es
dueño de su capacidad para trabajar, de su fuerza de trabajo, y el segundo es propietario del
capital e instrumentos de trabajo. Ambos mantienen una relación al ser el capitalista quien
contrata al obrero por una determinada cantidad de horas diarias a cambio de dinero. En
esta relación es donde Marx considera que está el secreto de la producción capitalista, que
despoja al productor de su producto y se hace ver como una criatura independiente de quien
la haya producido. Así es como el obrero considera que el producto de su trabajo no le
pertenece porque vendió su fuerza de trabajo para tener una paga y mantener a su familia.
A esto se lo conoce como trabajo enajenado, otro aporte de Marx.

Su contribución principal al pensamiento sociológico es la perspectiva denominada, teoría


del conflicto, según la cual, la organización y el cambio social se basan en los conflictos
que surgen en la sociedad. Sus nociones del cambio tienen sus raíces en los textos de un
filósofo, Hegel, que desarrolló el concepto de dialéctica. Esta noción se basaba en la idea de
que todo lleva en sí mismo las semillas de su propia destrucción, pero que una nueva forma
surgirá de sus cenizas.
Marx tomó esta idea de la dialéctica y la aplicó a la sociedad, afirmando que los orígenes
del cambio son todos materialistas, y no se basan en ideas.
La sociedad y su historia, al ser concebidas como el resultado de la actividad productiva,
práctica, del ser humano, encuentran en tal actividad un elemento objetivo, material,
mensurable, del que se pueden extraer leyes tan objetivas como las que puede aspirar a
formular cualquier otra ciencia. Resulta significativo, a este respecto, que la actividad
intelectual de Marx, después de este hallazgo, que constituye una de sus mayores
aportaciones, se haya centrado en el análisis de la actividad productiva del ser humano,
ofreciendo como resultado del mismo varias de sus obras más significativas, entre las que
se encuentra su obra cumbre: "El Capital".

También podría gustarte