Se establece que el contador público venezolano posee una fuerte
tendencia de acción ética deontológica, la cual se profundiza en función
de mayor existencia de leyes para garantizar su conducta ética y la preservación de la calidad de los servicios que realiza. Los contadores públicos están conscientes del deber que tienen del cumplimiento de las normativas y leyes de su país en cada una de sus actuaciones profesionales y utilizan su código de ética como guía para saber cómo accionar ante posibles situaciones de conflictos de intereses.
Parafraseando a Zaá, sigue existiendo un marcado predominio de la
ley que establece reglas, métodos y procedimientos contables y más allá de ello normativas cada vez más rígidas para regular su accionar ético, es así, como se evidencia la identificación de la ética profesional del contador público con el enfoque de acción ética deontológico, teniendo una gran vigencia aún lo que una de las premisas de este enfoque señala “una acción está mandada sí y solo si el modo de acción que con ella se realiza está mandado”.
Esta marcada tendencia de la postura ética profesional del contador
público viene acompañada con un alto sentido de conciencia en el valor social de la contaduría pública considerando a la misma como una profesión de primer orden, debido a que las decisiones económicas de otras personas y entidades, se toman con base en la información que ésta proporciona. Esta condición conlleva igualmente a ubicar al contador público en un enfoque de acción ética pragmático, porque de su ejercicio transparente y honesto depende una diversidad de usuarios, lo que genera la postura accionaria en dicho profesional de tener presente las consecuencias o efectos que sus actos pudieran afectar en otros.
Continuando con el análisis evaluativo, se detectó una pequeña
tendencia hacia un accionar ético del contador público dentro del enfoque teleológico, donde lo correcto es lo que se hace con un determinado propósito, estableciendo un estado moral de persecución y logros de objetivos, bajo el ropaje del cumplimiento de normas y leyes establecidas, con el uso de los conocimientos, habilidades y destrezas que haya adquirido dicho profesional en su experiencia.
En este sentido se pudo evidenciar, la existencia de dos condiciones
o variables importantes a tomar en cuenta y que pudieran generar esta postura de accionar ético en el contador público en determinadas situaciones, la primera de ellas es el hecho de que la contaduría pública, por encima de todas las cosas, no deja de ser un medio de vida para el profesional que la ejerce, lo que pudiera conllevar a constantes dilemas éticos, por la necesidad de sostener una estabilidad de ingresos que le permita mantener su sustento.
La segunda condición o variable, es la referida a la influencia que,
sobre el contador público, pueda llegar a tener el entorno donde éste se desenvuelva. En este sentido, la acción ética pudiera ser moldeada en función de la acción ética de la entidad o del mismo entorno, lo cual conllevaría a una especie de postura, conducta o acción ética forzada.
Estas tendencias de acción ética se traslada al uso de los sistemas
de información contable, ya que la ética tendrá directa vinculación e incidencia con la manipulación, revisión y control que el contador público haga de los mismos, en el sentido de que dichos sistemas de información se establecen para arrojar resultados, traducidos generalmente en informes financieros que servirán a los requeridores de la información financiera para la toma de decisiones, estableciéndose de esta manera una vinculación directa entre la ética profesional del contador público en el uso de los sistemas de información contable y el impacto social que genera su accionar.
XI Encuentro Red para la Formación en Revisoría Fiscal 2017. Prevención, ética y reconciliación: elementos para la generación de valor en la Revisoría Fiscal