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La Ética y la Moral en el

profesional de la Contaduría
Pública

Docente: Integrantes
Lcdo. Yelys Zacarias Oswaldo Sifontes V-20.196.313
PNF: Contaduría Publica Sección: CP01
Unidad Curricular: Dimensiones Éticas Régimen Especial I (2021) y II (2020)
Aplicadas Al Ejercicio Profesional

El Tigre 03 de Febrero 2023


Las normas morales siempre han perturbado a la persona humana,
desde pequeños somos orientados por su existencia, siendo afectados con el
fin de tratar de orientar e incluso determinar la conducta humana; puesto que
dichas normas existen en la conciencia de cada uno, provocando la
existencia de diferentes puntos de vista, lo que conlleva a considerar las
diferentes respuestas existenciales que ejercen las personas frente a ellas.

Algunos autores, como Moncho (2013) y Beller (2016), consideran que


la ética profesional tiene un sentido más amplio que el de la deontología,
puesto que no puede sólo limitarse a los deberes y obligaciones que se
articulan en un conjunto de normas o códigos de cada profesión, para
dirigirse a las virtudes y roles profesionales.

Al no existir ética profesional en lo que se realiza, el trabajo queda


convertido en un modo de obtener dinero, pero no se ejecuta el trabajo,
fallando en lo que se es, ya que como en todo acto moral, la ética profesional
hace al individuo honorable.

Es por ello que la ética en la profesión garantiza la serenidad y la


tranquilidad de haber realizado lo que se cree sinceramente se tiene que
hacer, incrementa el alma, se relaciona directamente con la calidad del
quehacer, y permite vivir la experiencia del desinterés.

La profesión de la Contaduría Pública ha sido y es una profesión que


se autorregula, emite y aprueba Normas de Contabilidad de Aceptación
General que reglamentan todo el proceso de cuantificación, registro,
resumen en estados financieros y revelación de la información financiera.
Adicionalmente, emite y aprueba Normas de Auditoria que rigen todo el
proceso de auditoría hasta la emisión del dictamen.

Tanto la corrupción como el fraude siempre han representado grandes


desafíos a los auditores independientes de una organización, motivo por el
cual han desarrollado técnicas y prácticas que han evolucionado hacia la
garantía de: la credibilidad de la información financiera, la eficiencia,
economía y efectividad de las operaciones; resaltando las responsabilidades
que recaen sobre una auditoría independiente de estados financieros para
identificar, investigar e informar sobre fraudes o errores encontrados dentro
de la estructura contable de una empresa.

Es por esto que el incumplimiento de las responsabilidades ha ido


tomando mayor importancia en los últimos años, ya que el fraude constituye
un flagelo que está adquiriendo fuerza día a día, ayudado, en gran parte, por
una mayor complejidad en los negocios, la creciente globalización de los
movimientos de fondos, las dificultades implícitas en el trato con diferentes
culturas y un mayor uso de tecnologías.

Siguiendo el mismo orden de ideas el código de ética de la contaduría


publica desde el articulo 34 al articulo 36 habla de las infracciones de un
contador público citándose el articulo 34 de la siguiente manera:

ARTICULO 34.- Comete infracción grave y contraria a la dignidad


profesional, el Contador Público que directa o indirectamente, intervenga en
arreglos indebidos con sus clientes, oficinas públicas o cualquier otro
organismo, para obtener un trabajo, aceptar, conceder subrepticia o
claramente, comisiones, corretajes o recompensas.

Este artículo hace referencia a las infracciones graves que comete el


contador publico y no solo la infracción si no la manera en que se comete un
contador público que colabore con la corrupción y el fraude haciendo
arreglos indebidos esta cometiendo una infracción la cual le trae sanciones
que son expuesta en los artículos siguientes de este código de ética.

Durante los años 90, la contabilidad se centró cada vez menos en el


principio de prudencia, poniendo en duda la independencia de las firmas
auditoras y la responsabilidad de los profesionales de la contabilidad,
quienes perdieron credibilidad.
En este contexto, vuelve la exigibilidad de la ética, tanto en las
organizaciones empresariales, como en las firmas auditoras, ya que deben
tener como principal activo la confianza; encontrándose ésta seriamente
menoscabada. Frente a los escándalos financieros, la profesión ha sido
profundamente afectada en su esencia misma la credibilidad, siendo el
desafió actual lograr recatar esa transparencia y obtener la confianza de los
grupos de interés en la actividad empresarial.

Por eso es muy importante el papel del contador público en la


organización, además de su responsabilidad, antes de revelar información
relevante e importante que le permita evaluar, administrar la empresa,
detectar posibles anomalías en su contabilidad y evaluar su situación
financiera, su desarrollo y cambios.

Y no solo el papeles que desempeña el contador publico dentro de las


empresas si no los deberes que el mismo debe tener con sus clientes , con
sus colegas y con el gremio los cuales se expresan de forma clara y detalla
en los títulos del código de ética desde el titulo desde el titulo II al titulo IV.

El contador publico dentro de sus grandes responsabilidades y


deberes debe emitir a las organizaciones información periódica que genere
información en forma eficiente, accesible, comprensible y que refleje
apropiadamente los riesgos y beneficios que soporta la situación de la
empresa. Por ello se hace necesario que los contadores sean realmente
independientes y, en particular, deben eliminar la posibilidad de un conflicto
entre aumentar sus propias remuneraciones a cuenta de la protección del
público inversionista, ya que su fidelidad a la causa de información clara,
completa y entendible debe ser incalificable.

En tal sentido, todos estos elementos constituyen la conducta ética y


moral que debe formar parte de la actuación de todo profesional de la
contaduría pública, establecidos en códigos de ética que sirven de guía
moral y conceptual para dichos profesionales.

Por su concepción la contaduría pública constituye una profesión que


posee un rico acervo de conocimientos al mismo tiempo que logra un
reconocimiento general dado a su responsabilidad de servir y contar con la
confianza del público guiada por diversas normas de admisión, por lo tanto,
la falta de ética por parte de un contador puede originar una aptitud negativa
del público hacia estos profesionales. En consecuencia, se han diseñado
códigos de ética que contengan las directrices prácticas que permitan a sus
integrantes mantener una actitud profesional, además de garantizar a los
clientes y el público en general que se mantendrán y cumplirán normas
rigurosas.

En tal sentido, en la práctica profesional es esencial que se tomen en


cuenta ciertos estándares de conducta para ejercer la profesión, ya que el
comportamiento del auditor debe ser intachable en el ejercicio profesional y
el mismo no debe tener intereses ajenos a los profesionales, ni estar sujeto a
influencias susceptibles de comprometer, tanto la solución objetiva de los
asuntos que le son sometidos, como la libertad de expresar su opinión
profesional.

Asimismo, el contador público en sus responsabilidades de ética y


moral de la profesión debe ser honesto y sincero tanto en la realización de su
trabajo como en la emisión de su informe, manteniendo una actitud imparcial
en todas sus funciones, sin ningún tipo de influencia o perjuicio de criterios.

Esto, respetando el principio de confidencialidad, y considerando


siempre la búsqueda de asesoría legal y consulta tanto de las leyes como las
normas vigentes en el país en el cual ejerce sus funciones, de manera que
pueda salvaguardar la confiabilidad de sus dictámenes, su objetividad,
integridad y la ética tan importante en su actuación profesional.
De lo antes expuesto se evidencia que el Contador Público reconoce
una responsabilidad ante el público, el cliente y sus colegas, ya que es de
esperarse que un profesional se comporte a un nivel superior que otros
miembros de la sociedad, debido a la necesidad de confianza pública en
localidad del servicio que presta una profesión, sin importar la persona que
los presta.

Es decir, el contador público tiene un papel especialmente importante


en la sociedad, ya que a través de la fe pública que se le otorga; los
inversionistas, acreedores, empleadores, el gobierno y colegas, confían en él
para tener una sólida información financiera, así como un consejo
competente acerca de una variedad de materias en negocios e impuestos.

Un contador público debe regirse por su código de ética y por la leyes


y reglamentos del ejercicio de su profesión no ver la profesión solamente
como un canal de hacer dinero si no cumplir las obligaciones para las que
fue educado moral y éticamente, no solo se trata de tener una profesión si
no de demostrar que somos merecedores de la profesión cumplir desde sus
valores humanos el respeto por el ejercicio del mismo construir futuro y
sociedad hacer valer la profesión y darle integridad a su trabajo .

En el mismo orden de ideas la contaduría no solo se hizo para


trabajarla si no que como cualquier rama o área de conocimiento se hizo
para desempeñarla con ética y para eso están las leyes que las respaldan.
Seguir construyendo una carrera que tiene una historia de lucha y esfuerzo
en el cual se nos dio el derecho y el libre ejercicio de la independencia de
nuestras carrera es mejor tener una conducta intachable apegada a nuestros
valores éticos y nuestros principios morales que hacer dinero en avaricia que
nos dura un momento por que la carrera es para toda la vida el dinero solo
para un par de días

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