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ENSAYO SOBRE LA LEY 43 DE 1990

“LA PROFECION DEL CONTADOR PUBLICO”

La ley 43 de 1990 en Colombia establece lo q hoy se concibe por la profesión de


Contador Público, entendida esta como, aquel profesional que tiene la facultad de
dar fe pública, es decir que se dedica a aplicar, analizar e interpretar,   la información
contable y financiera de una organización, con la finalidad de diseñar e implementar
instrumentos y mecanismos de apoyo a las directivas de la organización en el
proceso de Toma de decisiones. Se conoce también como aquel experto con
formación universitaria en ciencias empresariales, con especial énfasis en materias y
prácticas contable-financiero-tributaria-administrativas, auditoría externa e interna y
servicios de asesoramiento empresarial, el cual cumple con unas funciones
relacionadas con la ciencia contable en general, las que implican organización,
revisión y control de contabilidades, certificaciones y dictámenes sobre estados
financieros.

En cuanto a la fe pública, el estado da la facultad de que los contadores puedan dar


por escrito el testimonio de determinados actos con el fin de satisfacer necesidades
de la sociedad cuya obligación es velar por sus intereses económicos no solo de
quienes están ligados directamente a la empresa sino también al estado y a   la
sociedad en general, la fe pública es la esencia del contador es decir la confianza
pública lograda gracias a las capacidades técnicas, profesionales y éticas de un ser
humano, aquel que da su palabra y la sostiene así tiemble la tierra y sus habitantes.
El Contador Público esta ceñido a unos principios reglamentados por el código de
ética, es decir que debe ser   integro, justo y honesto a sus convicciones,
cumpliendo con todo lo que la ley exige; debe ser objetivo, implementar la lógica
para la toma de decisiones sincerándose con los demás sin incluir sus sentimientos;
deber ser independiente, tener un criterio limpio sin ataduras sociales sin actuar  
como juez y parte, debe ser responsable cumpliendo con los compromisos
impuestos de manera obligatoria y debe actuar con confidencialidad, es decir tener
reserva profesional, debe cumplir con las normas impuestas por el estado e incluso
por el usuario sin que estas atenten con sus buenas costumbres, tener la capacidad
idónea para poder realizar trabajos de manera eficaz y satisfactoria, difundir sus
conocimientos y compartirlos demostrarle a la sociedad la importancia de ser
contador, e inculcar que dentro de la profesión debe existir la armonía el deber de
ser justos y honrados, pues éstos son el resultado de las buenas relaciones producto
de las actuaciones civilizadas regidas por normas preestablecidas cumpliendo con
una ética profesional.
Los contadores públicos están predispuestos a cumplir unas normas o reglas
básicas relacionas con el buen uso de su nombre y profesión, las normas de
auditoría aceptadas en nuestro país reglamentan el comportamiento en cuanto a las
cualidades de la persona y la calidad que tiene y que demuestra su profesión,
cumpliendo unos requisitos indispensables como son la imparcialidad hacia sí
mismo y hacia la empresa, ya que no importa cuán bueno sea y cuantas habilidades
tenga si no es objetivo en sus juicios, además debe complementar su educación con
la experiencia en el campo contable de forma general e integral, y recoger
información suficiente para el análisis y diligencia de sus procedimientos lo cual
debe realizarse con extremo cuidado ya que de el manejo y recolección de la
evidencias depende su opinión; en cuanto a las ejecución del trabajo, debe
cumplirse con unos requisitos mínimos que   garanticen la calidad para prestar sus
servicios, para lo cual se debe hacer una planeación que iniciara con el
conocimiento de la empresa, decidir los procedimientos y la cantidad de pruebas a
analizar para determinar el grado de confidencialidad y determinar una opinión
razonable de los estados financieros por medio de los procedimientos y técnicas
aplicadas y por último el auditor tiene la obligación de rendir por escrito la
información que obtuvo como resultado de su análisis con el fin de garantizar la
calidad de su trabajo, para lo cual los estados financieros se deben presentar acorde
a los principios y prácticas contables, se debe aplicar uniformidad que garantice la
seguridad de la compatibilidad de estos en diferentes años, y al presentar un informe
se debe expresar de manera clara y concisa con la libertad de dar un juicio a la
mayor conveniencia.
Un contador en ejercicio de su profesión tiene la obligación de cumplir con todas las
normas y requisitos antes mencionados y si de algún modo no lo realiza estará
atentando con la ética profesional y el deber moral   faltando a la sociedad al estado
y a sí mismo.

Después de haber enunciado quien el contador, las leyes que regulan su


comportamiento profesional, así como también la moral social que debe mostrar en
su entorno, se muestra   que la ética es lo más importante que debe imperar en un
contador profesional para que pueda cumplir con su trabajo de una forma honrada y
fidedigna, sin dejarse manipular por los de la alta gerencia para faltar a su ética en
mostrar información falsa puesto que con esto también le está faltando el respeto a
la comunidad y al Estado. 

De esta reflexión nace que el Contador Público, como tal, debe cimentar su
reputación en la honestidad, esfuerzo y capacidad profesional, y no en el
Mercantilismo, ni expansionismo sin escrúpulos. Precisamente este proceder ha sido
una de las causas, o quizás la principal, que últimamente se han suscitado
cuantiosas demandas, sobre todo a firmas de prestigio internacional, que tratando
de abarcar un ámbito mayor de sus posibilidades materiales y técnicas, en
ocasiones, han tenido que sucumbir en cuanto a la calidad profesional.
Así pues, los profesionales que se alejan de los códigos de conducta y ética
profesional, exponen, no únicamente su prestigio personal, sino el servicio a la
comunidad y de manera particular, comprometen el futuro de la profesión. Asimismo
el egoísmo, el yo por encima de los demás, el propósito de servirse de la sociedad y
no el de servir a la sociedad, del ambiente para escalar posiciones que se suponen
de privilegio, y las tendencias que parecen encaminarse a centrar ambiciones en
importantes retribuciones económicas, han dado como resultado negativo el de
sacrificar en ocasiones, la calidad. 

"Es hora de empezar a amar nuestra profesión, luchar por ella, que nos corra por las
venas, vivir cada día para ella, disfrutarla, que nos duela cuando atenten contra ella,
es el momento de apoderarnos y armarnos de conocimiento, mejorando
primordialmente como personas dignas e integras que sirven a su profesión, a su
comunidad y lo más importante a nuestra patria.

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