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Este caso se trata de una acción promovida por don Tomas Emilio Sastre contra los señores
Filiberto Narciso y Ricardo Bibiloni por daños y perjuicios, con motivo de una colisión de
automóviles ocurrida el 26 de enero de 1966 en la localidad de Punta del Este (República Oriental
del Uruguay).
Los hechos en esta causa son que Compte contrato con Ibarra y Cía., el transporte de una carga
de azafrán que condujo el buque español San Agustín del cual los fletadores son los demandados,
arribado al puerto de Buenos Aires el 17 de diciembre de 1931. Cuando el barco se encontraba en
puerto, debido a la negligencia del capitán y su tripulación, quedaron abiertas las bodegas, y gente
extraña robo 57 kg de azafrán en rama, consignados a sus mandantes. El delincuente fue
descubierto cuando abandonaba el barco, y arrojo el producto de su robo al agua, por lo que la
mercadería quedo completamente inutilizada.
En el caso SASTRE, TOMAS C/ BIBILONI FILIBERTO N. Y OTRO, las normas cuya aplicación al caso
se discuten son:
- El Art. 56 del Tratado de Derecho Civil Internacional de Montevideo (1940) que establece que
“las acciones personales deben entablarse ante los jueces del lugar a cuya ley está sujeto el acto
jurídico materia del juicio. Podrán entablarse igualmente ante los jueces del domicilio del
demandado. Se permite la prorroga territorial de la jurisdicción, si, después de promovida la
acción, el demandado la admite voluntariamente, siempre que se trate de acciones referentes a
derechos personales patrimoniales. La voluntad del demandado debe expresarse en forma positiva
y no ficta.”
- El Art. 43 del mismo Tratado, que establece que “las obligaciones que nacen sin convención se
rigen por la ley del lugar en donde se produjo el hecho lícito o ilícito de que proceden y, en su caso,
por la ley que regula las relaciones jurídicas a que responden.”
En el caso COMPTE C/ IBARRA Y CIA las normas que se discuten para aplicar al caso son:
- El Art. 1091 del Código de Comercio, que establece que “el contrato de fletamento de un
buque extranjero que haya de tener ejecución en la Republica, debe ser juzgado por las reglas
establecidas en este Código, ya haya sido estipulado dentro o fuera de la Republica “.
Si la regulación se deja, por completa, en manos de los particulares, el código argentino tendría
solo carácter de ley supletoria, y habría desaparecido la facultad del Congreso para dictar normas
obligatorias al respecto: Las compañías navieras podrían prescindir cuando les plazca, de nuestra
jurisdicción con solo imprimir entre las múltiples cláusulas del conocimiento, alguna semejante a la
que aparece, finaliza diciendo el Procurador General.
6.EXPONGA COMO SE RESOLVIERON CADA UNO DE LOS CASOS Y CON QUE FUNDAMENTO.
El caso SASTRE C/ BIBILONI fue resuelto por la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires
declarando procedente el recurso extraordinario interpuesto por el actor, revocando el
pronunciamiento de la Sala Primera de la Cámara Primera de Apelación de La Plata y declaro la
competencia del juez interviniente para entender en la causa, por el cobro de daños y perjuicios
resultantes de un accidente de tránsito ocurrido en la localidad de Punta del Este, República
Oriental del Uruguay, en virtud de que los demandados tienen su domicilio en la República
Argentina. Establece en los considerandos, que, con arreglo a lo que dispone el Art. 56 del Tratado
de Derecho Civil Internacional de Montevideo de 1940, las acciones personales pueden entablarse
ante los jueces del lugar a cuya ley está sujeto el acto, o igualmente, según dispone el segundo
párrafo, ante los jueces del domicilio del demandado. El ejercicio de tal opción por el actor en el
proceso no se subordina a que el demandado admita voluntariamente ser sometido a esa
jurisdicción, solo requiere su consentimiento, cuando se trata de la “prorroga territorial” o sea,
cuando la causa se promueve ante jueces distintos a los indicados en los dos primeros párrafos del
Articulo 56. Establece, además, que esta conclusión no obsta lo dispuesto en el Art. 43 del Tratado,
ya que él mismo se refiere a la ley aplicable al caso, lo cual está fuera de la controversia, y no al
tribunal que debe entender.
El caso COMPTE C/ IBARRA Y CIA fue resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación
revocando la resolución recurrida y declarando a la justicia nacional competente para juzgar el
caso. La Corte, reafirma el carácter privativo, excluyente e improrrogable de los tribunales
nacionales en materia de fletamento, estadías y, en general, sobre todo hecho o contrato
concerniente a la navegación y comercio marítimo. El Art. 1.091 (legislación contemporánea al
fallo) del Código de Comercio, establece que “el contrato de fletamento de un buque extranjero
que haya de tener ejecución en la Republica, debe ser juzgado por las reglas establecidas en este
Código, ya haya sido estipulado dentro o fuera de la Republica “. No da carácter potestativo al
acreedor la elección del juez nacional, lo establece terminantemente y sin excepciones. La
jurisdicción es de orden público.
- Acciones reales sobre bienes inmuebles situados en la Argentina: El CCYC atribuye con
exclusividad a los jueces argentinos el conocimiento de las acciones reales sobre bienes inmuebles
situados en el país.
Artículo 2609. Jurisdicción exclusiva: “Sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales, los jueces
argentinos son exclusivamente competentes para conocer en las siguientes causas:
Esta norma se complementa con el Articulo 2664. Jurisdicción. Acciones reales sobre inmuebles:
“Los jueces del Estado en que están situados los inmuebles son competentes para entender en las
acciones reales sobre dichos bienes.”
-Acciones sobre validez, nulidad, disolución de sociedades o de acciones contra las decisiones
de sus órganos, en el caso de sociedades cuyos domicilios se hallen en la Argentina o cumplan en
la Argentina su principal objeto. El juez argentino del lugar donde se halla el domicilio de la
sociedad, es el juez más próximo o mejor situado para conocer con exclusividad de las demandas
que tiendan a obtener la declaración de nulidad de dicha sociedad, o su disolución, o las que se
dirijan contra las decisiones adoptadas por los órganos de la sociedad, con exclusión de cualquier
otro jue de otro Estado. Lo mismo cuando el objeto principal de la sociedad se cumpla en la
Argentina.
Articulo 2635.-Jurisdicción. En caso de niños con domicilio en la República, los jueces argentinos
son exclusivamente competentes para la declaración en situación de adoptabilidad, la decisión de
la guarda con fines de adopción y para el otorgamiento de una adopción.
Para la anulación o revocación de una adopción son competentes los jueces del lugar del
otorgamiento o los del domicilio del adoptado.
-El foro elegido por las partes. Si las partes han pactado la jurisdicción de los jueces de un estado
determinado, ello implica que las acciones solamente podrán promoverse ante ellos.
Artículo 2606. Carácter exclusivo de la elección de foro. El juez elegido por las partes tiene
competencia exclusiva, excepto que ellas decidan expresamente lo contrario.
Artículo 2607. Prórroga expresa o tácita. La prórroga de jurisdicción es operativa si surge de
convenio escrito mediante el cual los interesados manifiestan su decisión de someterse a la
competencia del juez o árbitro ante quien acuden. Se admite también todo medio de comunicación
que permita establecer la prueba por un texto. Asimismo, opera la prórroga, para el actor, por el
hecho de entablar la demanda y, con respecto al demandado, cuando la conteste, deje de hacerlo
u oponga excepciones previas sin articular la declinatoria.
Artículo 2609.Jurisdiccion exclusiva. Sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales, los jueces
argentinos son exclusivamente competentes para conocer en las siguientes causas:
Sin perjuicio de lo dispuesto por los tratados internacionales y por el artículo 12, inciso 4, de la Ley
48, exceptúase la competencia territorial en asuntos exclusivamente patrimoniales, que podrá ser
prorrogada de conformidad de partes. Si estos asuntos son de índole internacional, la prórroga
podrá admitirse aún a favor de jueces extranjeros o de árbitros que actúen fuera de la República,
salvo en los casos en que los tribunales argentinos tienen jurisdicción exclusiva o cuando la
prórroga está prohibida por Ley.
Art. 2° - La prórroga se operará si surgiere de convenio escrito mediante el cual los interesados
manifiesten explícitamente su decisión de someterse a la competencia del juez a quien acuden.
Asimismo, para el actor, por el hecho de entablar la demanda; y respecto del demandado, cuando
la contestare, dejare de hacerlo u opusiere excepciones previas sin articular la declinatoria.
No procede la prórroga de jurisdicción en los casos en que los tribunales argentinos tienen
jurisdicción exclusiva o cuando la prórroga está prohibida por ley.
El TDCM 1940, permite la prórroga de jurisdicción en el Art. 56: “las acciones personales deben
entablarse ante los jueces del lugar a cuya ley está sujeto el acto jurídico materia del juicio. Podrán
entablarse igualmente ante los jueces del domicilio del demandado. Se permite la prorroga
territorial de la jurisdicción, si, después de promovida la acción, el demandado la admite
voluntariamente, siempre que se trate de acciones referentes a derechos personales patrimoniales.
La voluntad del demandado debe expresarse en forma positiva y no ficta.”
En el tercer párrafo, se permite que la demanda sea interpuesta ante un juez distinto a los que
están investidos de jurisdicción internacional conforme a los párrafos 1° y 2°- bajo los siguientes
requisitos: