Está en la página 1de 40

Al b a Ch oq u e Por r as

LA IMAGEN DEL FELINO EN EL


ARTE DEL ANTIGUO PERÚ

FUNDACIÓN
SAN MARCOS
La Imagen del Felino en el Arte del Antiguo Perú
Lic. Alba Choque Porras

1era. Edición
Noviembre 2009

Con el auspicio de la Fundación San Marcos

FUNDACIÓN
SAN MARCOS
Para el Desarrollo de la Ciencia y la Cultura
Organización No Lucrat iva Con Personería De Derecho Privado Para El Desarrollo Cient íf ico
Y Cult ural De La Universidad Nacional Mayor De San Marcos Y De Ot ros Invest igadores

ht t p: / / www. f undacionsanmarcos. edu. pe


ht t p: / / f undacionsanmarcos. blogspot . com
Av. Germán Amézaga s/ n. Edif icio de la Bibliot eca Cent ral. Segundo piso.
Of icina 210. Ciudad Universit aria, Lima 1- Perú.
Tel: 452-6053/ 6197000 (7655)
Email: f undacionsm@unmsm. edu. pe

Edit ora: Fundación San Marcos


Coordinación de la edición: Diego Cánovas
Diagramación y diseño del libro: Alba Choque Porras
Cuidado lingüíst ico: Ursula Velezmoro

Fot ograf ía de carát ula y cont racarát ula: Pet er Isot alo.
Imagen de f elino degollador, cult ura Moche, Museo Army de Est ocolmo

Fot ograf ías y dibuj os de int erior: Alba Choque Porras, Federico Kauf f mann Doig, Diego Cánovas, Marco
Ant onio Salazar, Gori Tumi Echevarría, César Ast uhuamán, Daniel Giannoni, Wilf redo Loayza, Cirilo
Huapaya, Pedro Roj as Ponce, Pablo Carrera, John Rowe, Enrique Vergara, Jill Seagard, Museo Larco,
MNAAHP, Museo Voelkerkunde, Museo Nacional de Sicán, Museo Nacional del Indio Americano, Evarist o
Chumpit az, Crist óbal Campana, Inst it ut o de Art e de Chicago, Museo Et nológico Berlín-Dahlem,
Giancarlo Ligabue, Giorgio Riet t i, Dorot hy Menzel.

Hecho el Depósit o Legal en la Bibliot eca Nacional del Perú Nº 2009-14518


ISBN: 976-612-45645-0-5

Impreso en Lima – Perú


En los Talleres Gráf icos de Alej os Ayast a Erika de Lourdes
RUC Nº: 10410710388
Av. Bolivia Nro. 148 Int . 2122, Lima 1.

© Alba Choque Porras


Prohibida su reproducción parcial o t ot al sin la aut orización previa de la aut ora.
Teléf onos: 4729150 / 997220376 / Email: bendecida2102 @gmail. com
Agradecimiento Especial

Sr. Giorgio Rietti


Invest igador y Est udioso de la Cult ura Peruana

Dr. Federico Kauffmann Doig


Arqueólogo e Hist oriador

Mi agr adeci mi ent o especi al a l as per sonas e i nst i t uci ones que hi ci er on posi bl e con su
apoyo, col abor aci ón y al i ent o l a pr esent e publ i caci ón:

A l a Uni ver si dad Naci onal Mayor de San Mar cos, en l a f i gur a del señor r ect or doct or Lui s
Fer nando Izqui er do Vásquez; a l a Fundaci ón San Mar cos, doct or Fer nando Quevedo
Ganoza (pr esi dent e) y l i cenci ada El i zabet h Canal es Aybar (di r ect or a ej ecut i va); a l a
decana de l a Facul t ad de Let r as y Ci enci as Humanas de l a UNMSM, doct or a Mar t ha
Bar r i ga Tel l o; a mi s maest r os de l a Escuel a Académi co Pr of esi onal de Ar t e de l a UNMSM,
magíst er Adel a Pi no, l i cenci ada Sar a Acevedo, l i cenci ada Hi l da Bar ent zen, l i cenci ada
Pat r i ci a Vict or i o, doct or a Nanda Leonar di ni , doct or Ri car do Est r abi di s, doct or Jai me
Mar i aza, ar qui t ect o Mar t ín Fabbr í, l i cenci ado Lui s Ramír ez, l i cenci ada Mi hael a
Radul escu.

A l os hi st or i ador es de ar t e; Raúl Ri ver a Escobar, Zoi l a Quevedo, Mar co Iván Cabr er a,


Li di a Ascenci ón, Leopol do Li t uma y Di ego Cánovas. A l os ar queól ogos Gor i Tumi
Echevar r ía y César Ast uhuamán. A l os ar t i st as pl ást i cos; Abel Sal azar, Mi guel Br enner,
Judi t h Ayal a, Mar co Ant oni o Sal azar y Román Al var ado Cano. Mi gr at i t ud por su apoyo a
Janet Mont or o, Ur sul a Vel ezmor o, Jor ge Pi ment el , Dui l i o Gi annat t asi o, Toni Col l , Fel i pe
Pachón, Juan Sánchez Casal l i gl l a, Andr é Mar t i n, Don Boswel l , Samuel Gómez, Kar l a
Vel ezmor o, Angél i ca Agui l ar, Ri car do Cuya, Denni s Sol or zano, Fabi ol a Concha. A mi
f ami l i a, mi s quer i dos padr es Aur el i o Choque y Gl adys Por r as, mi s her manas Janet h,
Rosemar i e y Sophía.

Al Museo Naci onal del Indi o Amer i cano (Washi ngt on), Museo Br ookl yn (Nueva Yor k),
Museo Met r opol i t ano de Ar t e (Nueva Yor k), Museo de Amér i ca (Madr i d), Ar my Museum
(Est ocol mo), Museo Ar queol ógi co Raf ael Lar co Her r er a, Museo Enr i co Pol i , Museo
Naci onal de Ar queol ogía, Ant r opol ogía e Hi st or i a del Per ú (MNAAHP), Museo Naci onal de
Chavín, Museo Ar queol ógi co José Cassi nel l i (Tr uj i l l o), Museo Inka (Cusco), Museo
Naci onal de Si cán (Lambayeque) , Museo de Si t i o Huaca El Dr agón (Tr uj i l l o), Museo
Voel ker kunde (Ber l ín), Inst it ut o de Art e de Chicago, Museo Et nológico Dahlem(Berlín).
Sumario

Prologo 11
Int roducción 13

I PARTE
LA PRESENCIA DEL FELINO EN EL ANTIGUO PERÚ 17

El f elino en la religión del Ant iguo Perú 19


Una religión t ot émica 20
El f elino y el cult o al agua 21
La religión como cohesionador social 22
La especialización del t rabaj o art íst ico 22
El art ist a andino y la creación 24
La deidad f elina 26
Tipos de f elinos represent ados 27
El ot orongo o j aguar 27
El puma 28
El t igrillo 30
El gat o mont és andino 31
Signif icado del t érmino ot orongo 31
Choquechi nchay, el f elino de oro 32
Cahua o Qoa 36
Il l apa 36
El f elino que se conviert e en Sol 39
El Felino-Solar en la Placa de Echenique 41

II PARTE
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO DE LA IMAGEN DEL FELINO 43

Represent aciones del Felino en las cult uras del Ant iguo Perú 45
Las primeras manif est aciones del Felino 46
El Felino en el art e del Periodo Format ivo 48
Las cabezas cercenadas y el Felino 58
Un Felino decapit ador 60
Un Felino menos agresivo 62
El Felino, ser subt erráneo 64
Felinos arco iris 66
Paramonga 67
Felinos en la cerámica de Casma 68
Los f elinos de Cut imbo 69
Los Incas adoraron t ambién al Felino 70
Ancest ros y j aguares 70
Ciudad con f orma de puma 71
Pumas en Ollant ayt ambo 74
Arquit ect ura con f elinos 74
La Piedra de Saihuit e 75
Felinos en el art e peruano de t ransición al art e virreinal 76
El Felino símbolo del poder real 76
De Felino Volador a Sant iago Mat aindios y arcángeles arcabuceros 78
Análisis plást ico de la f igura del f elino 80
De la f iguración a la abst racción 80
El cuerpo de la deidad f elina 80
La cabeza 80
La boca 82
Las mandíbulas 82
El oj o 82
El cuerpo 84
La piel y manchas del f elino 84
La cola del f elino 84
Las garras del f elino 85
Algunos t ipos de represent aciones plást icas del f elino 86
Sacerdot es y chamanes 86
Felinos voladores 86
Felinos nat uralist as 86
Felinos t ipo serpient e 87
Felinos t ipo arco iris 89
A manera de conclusión 90

Cuadro cronológico de las cult uras en el Ant iguo Perú 91

Bibliograf ía 92
Prólogo

Las religiones prehispánicas mant uvieron como propósit o cent ral de sus rit os,
incluso en su f ase de mayor desarrollo económico-social, obt ener la prot ección de
los poderes sobrenat urales para el logro de una adecuada producción de
aliment os. Por eso los dioses supremos de la ant igüedad peruana f ueron
básicament e divinidades vinculadas al sust ent o: Il l apa el dios del agua y
Pachamama la diosa de la t ierra f ert ilizada por él .

Est as dos deidades, f inalment e, cobran su verdadero sit ial en el universo de


las invest igaciones hist óricas recient es, en est e caso la aut ora, la licenciada Alba
Choque Porras, ha seleccionado como ent e cent ral de la present e invest igación a
Qhoa, Choquechi nchay, Il l apa o como quiera que sea el nombre de la import ant e
deidad f elina del Ant iguo Perú, que no debe considerarse como el product o de una
f ábula invent ada merament e para azuzar la imaginación o simplement e con miras
a ent ret ener a una población agraria, como f ue la sociedad andina. Por el
cont rario, est imamos que la imagen del f elino represent a una af loración del
pensamient o del hombre peruano, en respuest a a las caract eríst icas que exhibe la
nat uraleza del t errit orio andino, hart o limit ado en t ierras apt as para el cult ivo y
cast igado permanent ement e por inclemencias at mosf éricas devast adoras de los
campos, como son los periodos de sequía, los desbordes aluviales por exceso
pluvial o las granizadas que por igual dest ruyen las sement eras.

Debo ponderar que paralelament e a la obligada puest a en práct ica de variadas


e ingeniosas t écnicas agrarias, el hombre andino, t ambién, debió realizar grandes
avances en el campo de la religiosidad, para que, a modo de una “ t écnica agraria”
más, y después que eran vanos sus esf uerzos de laboriosidad, est a sirviera de
apoyo para producir los aliment os suf icient es demandados por la crecient e
población. Aquí debe hallarse la respuest a a la acusada espirit ualidad que
caract eriza a la civilización peruana ancest ral, que de acuerdo con diversos
est udios es la más ampulosa en cuant o a rit os y ceremonias.

11
Al b a Ch oq u e Por r a s

Mediant e conj uros y acciones de magia, el hombre t enía la cert eza de que
llegaba a manipular en su provecho aquel poder sobrenat ural del que dependían
las t emidas cat ást rof es at mosf éricas, especialment e aquellas t raducidas en
sequías prolongadas, que hacían peligrar la exist encia por f alt a de aliment os. En
est e cont ext o, y desde los albores mismos de la civilización ancest ral peruana,
hace más de cuat ro mil años debió nacer el mit o del f elino volador, est e ser
f ant ást ico que es vist o t odavía hoy en el f irmament o por quienes t rabaj an la
t ierra, que se eleva de los manant iales cuando el cielo se cubre de nubes y se
producen las t empest ades. Qhoa, el f elino volador, vendría a ser un acólit o de la
una f uerza suprema que cont rolaba los f enómenos at mosf éricos, mat erializado
en los Apus.

Las diversas manif est aciones art íst icas sirvieron para acercarnos a est e
panorama; pero durant e décadas el est udio y las int erpret aciones de las f uent es
direct as dent ro del art e prehispánico est uvieron dirigidas solo por arqueólogos e
hist oriadores de las Ciencias Sociales. La carencia de prof esionales dedicados a la
hist oria del art e que abrazaran con sensat ez las manif est aciones de las art es
peruanas ant iguas era evident e. Es ciert o que el t rabaj o de la arqueología y la
hist oria del art e en el periodo del Ant iguo Perú se hallen est rechament e
vinculados, puest o que ambas dirigen su mirada al est udio de la pieza rit ual y a la
int erpret ación iconográf ica de las mismas. Sin embargo, las miradas son
dif erent es, los enf oques en t odo caso deben ser complement arios.

La i magen del f el i no en el ar t e del Ant i guo Per ú , de la licenciada Alba Choque


Porras, marca por vez primera una mirada det enida y específ ica sobre est e ser
sobrenat ural vinculado al cult o al agua. Incluyendo un examen iconográf ico
visual, análisis del diseño y de gran valor hist órico, con un debido rigor académico
en sus plant eamient os. Est e libro se sust ent a a base de imágenes; de piezas
lít icas; de t ext iles; de cerámica; arquit ect ura; et c. , que son un complement o
indispensable a la hora de realizar un examen hist órico-art íst ico. En la primera
part e, la aut ora nos int roduce en la visión de la religión que predominó en el
mundo del Perú prehispánico, más adelant e est ablece por primera vez el mét odo
y el proceso art íst ico que realizara el peruano ancest ral para arribar a la creación

12
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

de la pieza de art e. También nos acerca a la f isonomía y comport amient o de la


f auna f elina que f ue f uent e de emulación del art e del Ant iguo Perú, y así poder
comprender mej or el porqué de las diversas denominaciones divinas que t uvo el
f elino en el mundo andino.

La segunda part e del libro es un análisis iconográf ico de la evolución de la


imagen del f elino a lo largo de las variadas cult uras que poblaron el Perú desde
t iempos remot os, la aut ora explora y analiza obj et os emblemát icos y ot ros que no
se habían t omado en consideración en el pasado, para respaldar su hipót esis
general, descubriendo nuevas post uras y relaciones, respect o al f elino que la
lleva hast a el periodo virreinal, donde cont inúa manif est ándose baj o ot ras f ormas
la divinidad f elina. A su vez, result a int eresant e el análisis desart iculado que
realiza de las part es del cuerpo del f elino; como los t ipos de personaj es y
variant es plást icas que t omó la deidad para explicar sus poderes sobrenat urales.

Por t odo ello, saludo est e análisis y t rabaj o concienzudo realizado por la
licenciada Alba Choque Porras, hist oriadora del art e, f ormada en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, sobre la deidad f elina que nos at añe. Sobresale en
su invest igación su volunt ad de dej ar at rás parámet ros de int erpret ación
est ablecidos por largos periodos de t iempo, proponiendo y sust ent ando nuevas
visiones de acuerdo con los nuevos t est imonios encont rados y relaciones a base de
ot ras f uent es olvidadas, ent re las que sobresale su int erpret ación de la deidad
como f elino-solar.

Puede el lect or est ar seguro de que no t iene un libro con dat os aislados ni un
compendio de inf ormes ya publicados, sino una obra original de nuevas
propuest as, que a t odas luces se ve como un prolongado esf uerzo de invest igación
que ha permit ido most rarnos una nueva perspect iva de la hist oria del art e
peruano.

FEDERICO KAUFFMANN DOIG

13
Introducción

La primera vez que escuché hablar sobre el f elino como una divinidad de los
incas y del mundo andino f ue cuando t enía ocho años, en una serie de
conversaciones con mi t ía abuela Dolores Choque, muj er cusqueña que vivía en
Lima, quien compart ió conmigo algunos relat os de nuest ros ant epasados del
Cusco y de varias práct icas religiosas de t iempos pasados. También, mi padre
Aurelio Choque nos coment ó a mis hermanas y a mí durant e nuest ras inf ancias
varias hist orias de f elinos sobrenat urales a manera de cuent os f ant ást icos, en
donde los f elinos eran indest ruct ibles y aparecían cuando caía el t rueno y llovía
f uert e en Urcos, la t ierra de mi f amilia pat erna.

Todas est as hist orias f ueron para mí, durant e la niñez, hist orias o f ábulas
hermosas sin saber que años después cobrarían vida en est e libro. La i magen del
f el i no en el ar t e del Ant i guo Per ú no es un libro de leyendas, es el result ado de
una invest igación hist órico-art íst ica que se inició en 2003, en las aulas de la
Escuela Académico Prof esional de Art e de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, ahí volví a encont rar a mi Choquechi nchay, a mi Qhoa, a mi Il l apa,
durant e la cát edra de Art e del Perú Ant iguo de la licenciada Pat ricia Vict orio. En
aquella oport unidad, nos solicit ó la ident if icación de alguna f igura recurrent e a
t ravés de las diversas cult uras del art e prehispánico: yo elegí al f elino. Tiempo
después ret omaría el t ema cuando encont ré más represent aciones de f elinos en la
cát edra de Art e Popular del Perú de la doct ora Sara Acevedo, en una invest igación
sobre queros incas y queros del art e de t ransición, ot ra vez el f elino, como
ot orongo y puma relacionados a los rit os de f ert ilidad. La gran sensibilidad hacia
el art e de nuest ros pueblos de part e de nuest ra maest ra “ Sarit a” empuj ó aún más
mi ánimo de cont inuar con mi invest igación acerca del f elino, a t ravés de las
dif erent es cult uras ant iguas del Perú. Me pregunt aba ¿si est e ser mít ico había
sobrevivido a la conquist a a t ravés del art e, por qué no se le daba su j ust o lugar y
una punt ual invest igación?

14
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

Es así como comienza est e camino por descubrir los mist erios ocult os sobre el
f elino en el art e del Ant iguo Perú. En est e bat allar encont raba mayorment e
est udios realizados por arqueólogos, a varios de ellos agradezco su gent il
colaboración, especialment e al doct or Federico Kauf f mann Doig, eminent e
arqueólogo e hist oriador peruano que desde hacía años empuj aba como uno de los
mot ores de sus invest igaciones la f igura del f elino volador vinculado al dios del
agua y a Il l apa el dios del rayo. Fue él quien alent ó el proseguir de est e libro y a
quien agradezco los coment arios y prólogo a est a publicación.

La i magen del f el i no en el ar t e del Ant i guo Per ú analiza la evolución de la


imagen del f elino a t ravés de las diversas sociedades y cult uras que poblaron
nuest ro país desde hace más de cuat ro mil años hast a el inicio del periodo
virreinal, analizando y explicando el porqué del origen del cult o al j aguar u
ot orongo, al puma, al t igrillo, al gat o mont és y ot ros “ gat os” que poblaron la
f auna e imaginario del peruano ancest ral; y del t raslado de su f igura a la religión y
a la obra de art e realizada para narrar y explicar los poderes sobrenat urales de
est a deidad.

Habría que punt ualizar que, durant e muchas décadas, se veía en las piezas
ant iguas o “ huacos” un caráct er solo document al e hist órico; y a sus ej ecut ores,
como simples reproduct ores art esanos. Tales conclusiones mant uvieron
post ergado el correct o sit ial del art ist a del ant iguo Perú y de las piezas product o
de su creación. En la selección de obj et os art íst icos para est e libro se puede
apreciar t oda la maest ría t écnica, composición, uso del color, diseño, f act ura
ext erna de cada una de las piezas; ello sumado al modo de represent ación del
f elino, que va del nat uralismo y simbolismo a la abst racción f igurat iva y hast a la
abst racción t ot al de la imagen. Vemos aquí cómo el art ist a peruano ancest ral, sin
necesidad de inf luencias f oráneas, supo plasmar con los recursos locales el
pensamient o mágico-religioso de cada una de sus cult uras con un enf oque
sint ét ico, adecuándolo a los diversos soport es plást icos. Por ej emplo, en una sola
cara de una cerámica, debía cont ar muchas veces una gran y larga hist oria, como
el caso de las represent aciones del art e moche, en ot ros casos reduj o a su mínima

15
Al b a Ch oq u e Por r a s

expresión a base de líneas y f iguras geomét ricas la f igura del f elino, como ocurrió
en el art e t ext il huari, solo para cit ar algunos casos.

Finalment e, La i magen del f el i no en el ar t e del Ant i guo Per ú es un libro que


analiza una part e de la hist oria del art e peruano, t eniendo como f in demost rar
que la imagen del f elino est uvo present e como divinidad propia y como f usión con
ot ras deidades desde t iempos inmemoriales, el f elino f ue símbolo de poder,
vinculado a la f ert ilidad, ancest ro t ot émico, dios benef act or y cast igador, según
su cont rol de las f uerzas de la nat uraleza. El ant iguo peruano analizó su
comport amient o y t rat ó de imit arlo como su ált er ego. Todo ello se t rasladó y
quedó ref lej ado en el art e peruano. El f elino f ue una de las deidades principales
del repert orio religioso andino, en el cual t ambién se hallaban el Sol, la
Pachamama o diosa t ierra, la serpient e y el cóndor. Las diversas invest igaciones
señalan cada vez más una ampliación hacia una religión polit eíst a de varias
divinidades en el Ant iguo Perú, y es la misión de la hist oria del art e de nuest ro país
coadyuvar a su j ust a int erpret ación y al reconocimient o de los art ist as ancest rales
que nos han legado un t esoro invalorable de cult ura, religión y art e de su t iempo.

ALBA CHOQUE PORRAS

16
I PARTE

LA PRESENCIA DEL FELINO EN


EL ANTIGUO PERÚ
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

El felino en la religión del Antiguo Perú

En los pueblos del Perú


Ant iguo, el hombre divinizó
el poder devast ador de los
f enómenos nat urales, y al
mismo t iempo les dio un
car áct er ani mi st a, cr eían
que los f enómenos t elúricos,
j unt o a l as m o n t añ as,
lagunas, ríos, árboles, et c. ,
poseían una f uerza sobrena-
t ural, y que ciert os animales
com o el f el i no p o d í an
Un cham án porta felinos voladores con el fin de controlar la lluvia,
representada por num erosos círculos; un felino arco iris tiene el cont rarrest ar o dominar las
poder de brindarla. (Dibujo Federico Kauffm ann Doig)
f uerzas de la nat uraleza. Así,
t oda la nat uraleza est uvo personif icada a base de f ormas y expresiones,
personaj es que int eract úan en la vida real, y cuyos act os se ent remezclan con los
hechos cot idianos de los hombres.

Est a concepción animist a se origina en la prof unda relación que el peruano


ancest ral est ablece con su ent orno nat ural. Desde que aprendió a observar a la
nat uraleza y t odo lo que ocurre en ella, encont ró el modo de f ormular los
principios y relaciones que f orman los conocimient os y t radiciones cult urales que
t ut elan la vida de sus pueblos.

Los dioses andinos son seres celest iales luminosos, animales o criat uras
sobrenat urales que disponen de la conducción del medio ambient e; desde el cielo
se t rasladan a la t ierra y ej ercen sus act ividades direct ament e, localizándose y
surgiendo de una mont aña, lago o cordillera, o por medio de apariciones cuando
se les invoca; e indirect ament e por medio de sus agent es especiales para ponerse
en relación con los seres t errest res y realizar su labor creadora.

19
Al b a Ch oq u e Por r a s

Una religión totémica

El result ado es el inicio de una religión


t ot émica híbrida de animales cost eros,
serranos y amazónicos, a los que se asocian
plant as y element os del paisaj e con una
clara f unción agrícola y de f ert ilidad, es así
como surge la f igura mít ica del f elino, ya
sea como j aguar, puma, t igrillo o gat o
mont és; la caract eríst ica de est os f elinos es
que son animales act ivos durant e el
at ardecer y la noche, de gran agilidad. El
ot orongo o j aguar es el más grande ent re
Felino antropom orfo, con atributos de ave y
ellos y j unt o con el t igrillo t ienen como serpiente. Portada Tem plo Tardío Chavín de
Huántar (Dibujo: John Rowe).
hábit at la f orest a amazónica. El puma y el
gat o mont és abundan en las alt uras. Ellos van a recibir diversos nombres dent ro
del imaginario andino: Qhoa, Il l apa, Choquechi nchay, Oscol l o y ot ros, de acuerdo
con su f unción mágico-religiosa y procedencia.

Junt o al f elino, ot ras dos f iguras van a venir a complet ar el paquet e


iconográf ico esencial del pensamient o religioso andino, serán el cóndor o un
águila y la represent ación de la serpient e o amar u . Est a t rilogía t ot émica se va a
expresar a part ir de una iconograf ía nat uralist a que ut iliza concept os de
int egración y sust it ución de element os para elaborar unos seres más poderosos y
con esencias sobrenat urales, que exceden a aquellas que les corresponden en el
mundo real. Con el t iempo, est e caráct er nat uralist a dará paso a una est ilización
de las f ormas, hast a arribar a una represent ación simbólica abst ract a y ret omar
nuevament e el nat uralismo.

Al volver a est a t rilogía, el cóndor va a gobernar los aires; el f elino, la t ierra; y


la serpient e, el subsuelo. Sin embargo, va a haber una const ant e f usión visual de
est as t res divinidades, unos cogen el at ribut o del ot ro para pasar de la t ierra al
aire, del subsuelo al mundo t errenal. Pero será la represent ación del f elino la que

20
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

acapare gran part e de las imágenes del art e del Perú Ant iguo, hay una f elinización
–considero– debido a que la máxima represent ación de la f uerza f ísica va a radicar
en su f igura, t enemos así el f elino
convert ido en símbolo de poder.

El felino y el culto al agua

Se ha vinculado el cult o del


agua con la f unción de asegurar
la producción de aliment os y la
so b r e v i v e n c i a. Lo s an i m al e s Felino m ítico, relieve en piedra, Tem plo Chavín de
Huántar (Dibujo: Alba Choque).
vinculados a las propiedades del agua
1
devinieron en seres mít icos . Tal es el caso del f elino vinculado a la f ert ilidad y al
cult o al agua. Los pobladores andinos creen desde t iempos ancest rales que un
2
f elino volador orina y f ert iliza los campos , y ello ha quedado represent ado en el
art e de dif erent es cult uras peruanas ant iguas, baj o diversas modalidades, t ant o
de cont enido explícit o como simbólico.

En la región andina, el f enómeno met ereológico: t empest ad, rayo, t rueno o


relámpago, que bruscament e produce las t inieblas y dest ruye en f orma
mist eriosa, es causa de preocupación en los habit ant es, que consideran est a
cualidad como at ribut o o poder de las divinidades principales que residen en el
f irmament o; y est os f enómenos nat urales se f usionan en la imagen del f elino en su
versión alada ya mencionada, de su boca salen sonidos como el t rueno; de sus
oj os, rayos; sus alas provocan las t empest ades, et c. Levi-St rauss dist inguía en el
pensamient o mít ico sudamericano est as dos concepciones acerca del agua: un
3
agua creadora de origen celest e, y ot ra dest ruct ora que se asocia a lo t errest re .

1CARRIÓN CACHOT, Rebeca, en su libro La r el i gi ón en el ant i guo Per ú es la que va a t rat ar por primera vez est e t ema y va
a dar sent ido a las represent aciones de ciert os animales en monument os y cerámica ant igua. Carrión Cachot . 2005
(1959).
2 CANÉ, Ralph E. “ Problemas arqueológicos e iconográf icos-Enf oques nuevos” . En: Bol et ín de Li ma: Edit orial Los Pinos,

1985, Año 7, Nº 7, Pág. 38-44.


3 LÉVI-STRAUSS, Claude. Mitológica. México: Fondo de Cultura Económica. 2005, Pág. 189.

21
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

Moche. Felinos voladores, las alas son spondylus. Tam bor Nasca. Cham án con felino m ítico en el traje.
Museo Cassinelli / Foto: Alba Choque Museo Larco / Foto: Diego Cánovas

Pum a. Moche / Foto: cortesía Museo Voelkerkunde


Al b a Ch oq u e Por r a s

art ef act os, creándose una división social del t rabaj o, y de los servicios. Es decir, la
exist encia de sacerdot es y art esanos dependía de los excedent es de la producción
logrados por los campesinos, a part ir de los cuales t ambién se crearon post eriores
divisiones de t rabaj o, t ales como el int ercambio de product os agrícolas por
5
product os manuf act urados hechos por los art esanos, la minería, ent re ot ros .

El artista andino y la creación

Es innegable la especialización de una minoría dedicada a las labores


art íst icas, que debió est ar en un nivel int ermedio en la est ruct ura social. Debido
al volumen y calidad de su producción, debieron exist ir art ist as y art esanos de
dedicación t ot al a sus t areas, puest o que sus obras eran dirigidas para el consumo
local y para el int ercambio.

Coexist ieron pues product ores y dirigent es-creadores, los primeros dedicados
a repet ir modelos est ablecidos y creados por los segundos; pero ambos
supervisados por la cast a sacerdot al, sin que est o signif ique que no surj an algunas
variant es del art ist a prehispánico y, por t ant o, comiencen a cambiar los mot ivos
en el art e, que post eriorment e pudieran devenir en un est ilo. Dado que la pieza
art íst ica del Ant iguo Perú no t uvo como f in ser obj et o de cont emplación, dichas
creaciones vienen a ser obras de cult o plást icas, art e compromet ido con un
pensamient o ideológico; cuyo proceso habría pasado por los siguient es pasos:

1. La concepción y creencia del art ist a andino de una cosmovisión


part icular, orient ada e inst aurada por una clase sacerdot al.
2. Observación y aprehensión de la nat uraleza, de su f lora y f auna que
const it uyen su mundo religioso. El art ist a visualiza las pot encialidades y
c ar ac t e r í st i c as d e l c o m p o r t am i e n t o de l o s se r e s r e al e s,
sobredimensionando muchas veces dichas posibilidades.
3. El t raslado de ese pensamient o mágico-religioso a una proyección visual,
que represent ará lo que el mit o narraba.

5 Lumbreras usó su conocimient o del pant eón andino para explicar el f uncionamient o de la sociedad del Ant iguo Perú,
t eniendo como base f undament al la cult ura mat erial, a t ravés de las represent aciones art íst icas. LUMBRERAS, Luis
Guillermo. Vi si ón ar queol ógi ca del Per ú Mi l enar i o. Lima, Milla Bat res, 1974. Pág. 99 y ss.

24
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

4. Post eriores ensayos hast a llegar al diseño f inal o represent ación


nat uralist a, de acuerdo con el est ilo de cada cult ura. En algunos casos la
imagen o diseño puede ser realizada t ambién de f orma rápida.
5. Supervisión de la nueva represent ación por el sacerdot e local.
6. Traslado y adecuación de la imagen a un soport e mat erial y a un genero
plást ico.
Vemos cómo, en est e proceso, el art ist a andino ha resuelt o la represent ación
f ormal imaginándose el mit o, t rasladando los íconos que va creando a un soport e
de manera simbólica o de f orma esquemát ica, con pocas imágenes debe
represent ar las hist orias mít icas, o las deidades sobrenat urales. La imagen va a
ser el result ado de un pensamient o religioso; pero en ese proceso se halla la
cualidad creadora de represent ación, que part e de un est ilo ya def inido por su
propia cult ura. Es decir, “ los íconos no narran el mit o, sino son consecuencia de
6
ello, es el art e que a t ravés de convenciones codif ica el mit o” .

Representaciones de felinos en pirograbados de calabazas. Cultura


Chachapoyas. Museo de Leym ebam ba. Dibujo: Enrique Vergara

“ La r el i gi ón en l os puebl os pr ecol ombi nos de Amér i ca const i t uye el f undament o


bási co de el abor aci ón de su cul t ur a, i nf l uyendo en l a f or maci ón de l a vi da soci al ,
7
económi ca e i nt el ect ual de l os i ndi os” .

6
Vargas Torreblanca, David. A pr opósi t o de l as Int er pr et aci ones del ar t e del Ant i guo Per ú .
ht t p: / / www. arqueologiadelperu. com. ar/ hist oria_art e_03. ht m
7
CARRIÓN CACHOT, Rebeca. La r el i gi ón en el ant i guo Per ú . INC, Lima 2005 (1959), Pág. 15.

25
Al b a Ch oq u e Por r a s

La deidad felina

Los grandes f elinos del área andina, especialment e el j aguar y el puma, f ueron
mit if icados por las cult uras prehispánicas, como máxima expresión de poder
sobre la t ierra y, como se verá más adelant e, sobre los cielos y el mundo
inf rahumano. Asimismo, las deidades f elínicas est uvieron asociadas con el mundo
de las lluvias en los andes y la cost a, y –en el caso del j aguar u ot orongo– a la t ierra
húmeda de la selva. Est e don de generar el agua t an ansiada y necesaria para la
f ert ilidad y producción de las t ierras lo conviert e en un símbolo direct o de la unión
de f uerzas necesarias para la cont inuidad y generación de la vida.

Ya hemos señalado que las sociedades agrícolas de los andes t uvieron un


liderazgo polít ico-religioso, en ellas se aprecia una clara y est rat égica asociación
de los líderes con la simbología del f elino. Y será desde los albores de la
civilización peruana que surj an las primeras iconograf ías del poder del f elino,
sobre t odo sus grandes colmillos, que serán emblemas de poder y aparecerán
relacionados a los personaj es de
alt o rango, seres sobrenat urales,
dioses, chamanes y ancest ros.

El hombre del Ant iguo Perú


dent ro de su observación de la
nat uraleza ubicó en la más alt a
p o si c i ó n de depr edaci ón y
agresividad al ot orongo y al puma,
ref lexionando sobre sus habilidades
mimet izó ciert as caract eríst icas de
la conduct a espacial y social de
est os animales, t al como pudo
haberse benef iciado y apropiado de
ciert os rasgos cult urales de ot ros
grupos humanos. Los grandes y Felino antroporm izado. Algunos investigadores indican
que es un cham án por el cactus que porta. Relieve Chavín
pequeños f elinos pudieron haber de Huántar. Dibujo: Alba Choque

26
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

sido element os didáct icos de la observación para el hombre del Ant iguo Perú, con
el propósit o de relacionar, organizar y simbolizar sus propias experiencias
sociales.
Pero t ambién est os f elinos eran capt urados y domest icados para ser
dest inados como animales de compañía, puest o que eran la represent ación del
poder y de la prot ección, incluso, algunos j aguares y pumas act uaban como
guardianes simbólicos de t emplos. El cronist a Girolamo Benzoni, ref iriéndose a un
t emplo de la cost a nort e del Perú, manif iest a: “ Ent ró a la f ort aleza (de Tumbes),
en cuyo int erior había un t emplo dedicado al Sol y, al verlo t an ricament e
exornado, se quedó t an maravillado que le parecía un sueño. Vio en la puert a unos
animales que parecían leones y dos t igres, los cuales no le causaron molest ia
8
alguna ” .

Tipos de felinos representados

Para ident if icar los t ipos de f elinos que f ueron represent ados en el art e del
Ant iguo Perú, es necesario conocer los que pert enecieron a la f auna exist ent e de
9
esos t iempos .

El otorongo o j aguar
Nombre científico: Pant her a onca. Familia: Fel i dae.
Nombres comunes: Jaguar, t igre; ot or ongo en lengua quechua.

El ot orongo o j aguar es el mayor f elino de América, vive solit ario en los bosques
húmedos y zonas pant anosas de América del Sur y Cent ral; aunque algunos,
t ambién, se encuent ran en bosques secos, como los ot orongos de los Cerros de
Amot ape en Tumbes. Solo se reúne con ot ros especímenes durant e el celo. El
ot orongo puede medir hast a dos met ros de largo, de los cuales set ent a
cent ímet ros corresponden a la cola, su alzada es de novent a cent ímet ros, y llega
a alcanzar los 180 kilos. Los j aguares son generalment e de color caf é amarilloso,
con manchas negras, llamadas roset as; pero pueden t ambién ser negros con

8
BENZONI, Girolamo. Hi st or i a del Nuevo Mundo. Edición de Manuel Carrera Díaz. Madrid: Alianza Edit orial, 1989. Pág.
214.
9
Agradezco la colaboración del licenciado en Biología Dennis Solórzano Villa, quien t uvo la gent ileza de f amiliarizarme
con el comport amient o y caract eríst icas en general de la f auna f elina del Ant iguo Perú.

27
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

El felino que se convierte en Sol

A lo largo de la iconograf ía del art e


del Perú Ant iguo no se ha encont rado
de manera f ehacient e la represen-
t ación art íst ica del Sol como divinidad.
En las ant iguas cult uras del Nort e en la
época del Int ermedio Tardío lo poco
que exist e ref erent e a la imagen del Sol
est á asociado a círculos con resplan-
dores o rayos f ormados por cabezas de
f elinos, t al como se ve en Sicán en la
Detalle. Pintura Mural Huaca Las Ventanas, Sicán.
Huaca de las Vent anas (Bat án Grande). Divinidad solar con cabezas felínicas a m anera de
rayos. Dib. C. Sam illan. Museo Sicán.
En ci er t as mi t ol ogías ant i guas
“ durant e el crepúsculo, la cansada
esf era solar se sumerge en el mundo
subt erráneo. En la noche, el Sol-Jaguar
at raviesa el f río y peligroso reino de
amenazant es f uerzas t ect ónicas. El
f elino solar viaj a dent ro de la t ierra,
bat alla cont ra las pot encias de la
noche que encuent ra a su paso y,
venciendo est os obst áculos, emerge
como brillant e luz vict oriosa. El Sol
mut ado en j aguar viaj a por las aguas
del mundo de adent ro y emerge como
30
Ornam ento de pectoral Moche. Rostro felínico tipo
cazador o Choquechinchay” . disco solar. Museo Larco. Foto: Diego Cánovas.

Baj o est a premisa, el simbolismo del ot orongo o j aguar va a alt ernar dos
niveles: el de la noche y la oscuridad, relacionado al mismo t iempo con lo

30
SÁNCHEZ GARRAFA, Rodolf o. Apus de l os Cuat r o Suyos: const r ucci ón del mundo en l os ci cl os mi t ol ógi cos de l as
dei dades mont aña. Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Tesis para opt ar el Grado de: Doct or en Ciencias
Sociales, especialidad de Ant ropología. Pág. 120.

39
Al b a Ch oq u e Por r a s

el mundo inf rahumano, lo que viene de baj o la t ierra que genera nuevos f rut os y
vida. El j aguar se conviert e así en guardián y signo desde donde nace la riqueza
del suelo; es decir, ello marca su est recha relación con la f ert ilidad. En un segundo
nivel, el j aguar se t ransf orma en Sol, en la luz que alumbra al habit ant e del mundo
ant iguo, y al mismo t iempo es quien gobierna los cielos. Vemos cómo el f elino va
ser el principio y el f in de una dualidad que marcará la sabiduría del pensamient o
del peruano ancest ral.

En t iempos de los incas, t ampoco hay rest os de represent aciones del Sol. Va a
ser después de la conquist a cuando aparecerán en las crónicas (como la de
Guamán Poma de Ayala) y en el art e de t ransición
(sobre t odo en los queros) la presencia f ísica del
Sol de manera nat uralist a.

“ Los gobernant es manipularon el concept o de


est a divinidad y se erigieron, a t ravés de su mit o
de origen, en hij os del Sol, adquiriendo así una
esencia dif erent e del rest o de la comunidad
humana. Sin embargo, el Sol no había sido la
d i v i n i d ad m ás i m p o r t an t e en t i em pos
preincaicos, ni siquiera lo f ue en los moment os
iniciales de la hist oria inca, hubo de ser en
t iempo del noveno gobernant e, cuando culminara su f unción como cult o de
31
Est ado y, con el imperio, su imposición a t odos los rincones del Tawant insuyo” .

La cit a se ref iere a Pachacut ec, el gran ref ormador e iniciador de la gran
expansión del Tahuant insuyo, quien alrededor de 1438 venciera a los chancas e
inst it uyó of icialment e el cult o al Sol en t odo el Imperio Inca. Ant es de su vict oria
sobre los chancas, Pachacut ec t uvo una aparición del Sol, según un relat o cit ado
por el cronist a cusqueño Crist óbal de Molina (1576), quien menciona que en la
f uent e llamada Susurpuquio en Cusco, Pachacut ec vio caer un espej o dent ro del

31CIUDAD RUIZ, Andrés. “ Cosmovisión e ideología en los andes prehispánicos” . En: Cat ál ogo Per ú Indígena y Vi r r ei nal ,
Exhi bi ci ón en el Museu Naci onal d'Ar t de Cat al unya, Bar cel ona, Mayo- Agost o 2004, y Bibliot eca Nacional, Madrid,
Oct ubre 2004 - Enero 2005. España. Sociedad est at al para la acción cult ural ext erior, Pág. 59.

40
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

cual podía verse la f igura de un indio, que era la imagen del Sol que le auguraba la
vict oria sobre los chancas y que él se haría cargo de muchas naciones. Est e ser
sobrenat ural que vio “ Salíale la cabeza de un león, por ent re las piernas y en las
32
espaldas ot ro león, los brazos del cual parecían abrazar el un hombro y el ot ro” .

Del relat o de Molina se desprende que la imagen del Sol, de la visión o sueño de
Pachacut ec, era un ser ant ropomórf ico f elínico. Est e personaj e t iene mucho en
común con diversas deidades del Art e del Perú Ant iguo ant erior a la época de los
incas, como se verá en los diversos análisis más adelant e.

El Felino-Solar en la Placa
de Echenique

La asociación ent re la
f igura del f elino y el Sol se
apr eci a en la l l amada
Placa o Sol de Echenique,
obj et o ceremonial prove-
ni ent e de la cul t ur a
33
Pukara . Por muchos años
se ha creído que es la
represent ación del Sol de
los incas, dado que la
imagen ha sido t rasladada
a t ravés del dibuj o a
di ver sas publ i caci ones, Felino Solar. Foto: cortesía Museo Nacional del Indio Am ericano,
Sm ithsonian Institution [034875]
donde se ha dist orsionado su
exact a f orma y se le ha procurado darle mayor apariencia de disco solar, que la
que en realidad present a. Est a pieza es una lámina de oro repuj ada que f uera un

32MOLINA, Crist óbal. “ Fábulas y rit os de los incas” . En: Las cr óni cas de l os Mol i nas, Colección Los pequeños grandes

libros de la hist oria americana. Lima, Librería e imprent a Miranda, 1943 [ 1575] serie I, t omo IV, Pág. 584.
33 Agradezco la colaboración del Museo Nacional del Indio Americano, que t uvo la gent ileza de enviarme la imagen y la
f icha de cat alogación de la Placa de Echenique, debo coment ar que en ella aparece est e obj et o como inca; sin embargo,
es de consenso ent re los hist oriadores y arqueólogos que es una pieza Pukara.

41
Al b a Ch oq u e Por r a s

pect oral de pecho, de 13. 3 cm de alt ura, la cual hoy se encuent ra en el Museo
34
Nacional del Indio Americano de Nueva York .

Por su f orma semi circular y el mat erial ut ilizado en su const it ución, se le


conf undió con la imagen del Sol. Sin embargo, si se observa det enidament e, en
realidad es la represent ación de un f elino solar. Est a pieza present a un rost ro en el
cent ro de la composición, es un rost ro f elinizado, de oj os salt ones, hocico, de una
boca larga y grande que dej a apreciar los dient es de la divinidad; ent re los que
sobresalen colmillos hacia arriba y hacia abaj o, es más en la quij ada, baj o la boca,
se present a ot ra serie de colmillos que remarca el caráct er f iero que el art ist a le
t rat ó de imprimir a est a deidad. La acent uación de los dient es f ue una const ant e
en la represent ación del f elino en el art e del Ant iguo Perú. Alrededor del rost ro
del f elino, una f ranj a circular dej a ent rever la presencia de cabezas cercenadas,
las cuales t ambién se hallan present e baj o los oj os del personaj e, son element os
const ant es de la iconograf ía f elínica, como se verá más adelant e. Asimismo, se
hallan en dicha f ranj a ot ros element os siderales, est rellas, la Luna y posibles
const elaciones. Recordemos que el Choquechi nchay era el f elino sideral asociado
a las Pléyades y ot ras est rellas.

34
Est e obj et o f ue obsequiado al president e peruano José Ruf ino Echenique en 1853; luego f ue heredado por su hij a, que
lo vendió en 1913 al doct or Edward Gaf f ron, f ísico y of t almólogo alemán que t rabaj ó en Perú a part ir de 1880 hast a cerca
de 1912, y que acumuló una colección enorme de ant igüedades peruanas; después f ue comprado por George Heye el
mismo año, para luego pasar a f ormar part e de la colección del Museo Nacional Indio Americano de Nueva York en 1913.
En la act ualidad, su imagen es el símbolo y escudo de la ciudad del Cusco.

42
II PARTE

ANÁLISIS ICONOGRÁFICO DE
LA IMAGEN DEL FELINO
Lucha entre un cham án y la deidad felina por el control de las fuerzas de la naturaleza. El cham án porta representaciones de felinos en su cuerpo que
le otorgan parte del poder sobrenatural que encarna el felino. La divinidad se presenta a m anera antropom orfa a la izquierda, portando una cabeza
cercenada, en la otra m ano un tum i o cuchillo, m ostrando los dientes y la lengua en señal de ferocidad. La im agen señala el triunfo del sacerdote
andino que coge de los cabellos-serpientes al felino para hacerlo subir volando al firm am ento y de esta m anera estabilizar el orden natural
atm osférico. Redibujado por Alba Choque del tex to The deit y of sky: one way t o int er pr et t he m oche iconogr aphy, de Tarm o Kulm ar. Electronic
journal of folklore, Estonian folklore institute, abril 1999, volum en 10, Pág. 63.
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

Representaciones del Felino en las culturas del Antiguo Perú

Por más de cuat ro mil años, ant es de la llegada del hombre europeo a t ierras
donde se gest ó la civilización del Ant iguo Perú, diversas expresiones art íst icas se
desarrollaron para explicar al poblador ancest ral los mit os, leyendas e hist orias,
en los cuales se sust ent aba la explicación del mundo en el cual residía. El art e en
el Ant iguo Perú se convirt ió en un medio de comunicación visual, donde a t ravés
de la imagen y el símbolo se t rasmit ieron ideas y concept os, ideas religiosas y por
ende polít icas de una élit e t eocrát ica.

Cada cult ura, cada civilización o sociedad organizada manif est ó sus pensa-
mient os a t ravés de la f orma plást ica, baj o diversas expresiones lít icas, t ext iles,
en cerámica, ebanist ería, pint ura, grabado, orf ebrería, arquit ect ura, et c.

Durant e t odo ese t iempo, un símbolo plást ico universal se mant uvo present e,
f usionándose con ot ros, t ransf ormándose poco a poco de acuerdo con los est ilos
que marcaron las dif erent es cult uras del Perú Ant iguo. Fue el Felino, imagen y
deidad que acaparó la at ención en el art e y que se mant uvo vigent e como símbolo
de poder, de f ert ilidad, de int eligencia, organización polít ica, t ót em sagrado y
t emido. Los art ist as prehispánicos t enían un prof undo conocimient o de la
conduct a del Jaguar, el Puma y de los ot ros “ gat os” que adoraron, lo cual
expresaron de acuerdo con el pensamient o religioso vigent e. Los dif erent es t ipos
de represent ar al f elino deben ser ent endidos como dif erent es est ilos, sería el
int ercambio mat erial de piezas rit uales ornament ales ent re dif erent es naciones y
pueblos, lo que llevaría no solo a la evolución de su represent ación, sino muchas
veces incluso a variar su post ura religiosa. De pront o veremos cómo el hombre le
va añadiendo a la imagen del f elino nuevas posibilidades, lo va dot ando de nuevas
caract eríst icas, lo va conf ront ando con la nat uraleza y lo relaciona con sus penas
y alegrías, con sus amenazas y prot ecciones, sus prosperidades y desgracias. El
mit o se convirt ió en art e; y el Felino, en el dios mágico de los hombres.

Analizaré ahora algunas piezas seleccionadas con el f in de ilust rar el proceso y


evolución de la imagen del Felino en el art e del Ant iguo Perú.

45
Al b a Ch oq u e Por r a s

Las primeras manifestaciones del Felino

El primer lugar donde se rast reó la


imagen de un Felino f ue en la Huaca
Pr i et a ( val l e de Chi cam a, La
Li b e r t ad ) , una soc i e d ad que
pert eneció al periodo Precerámico.
35
Fue allí en 1946, cuando Junios Bird
halló un conocido t ej ido de algodón
con la represent ación de un cóndor,
en cuyo int erior se aprecia una
Tejido de Huaca Prieta. Nótese el felino con cuerpo de serpient e enroscada en su vient re
serpiente, en el centro. Dibujo: Alba Choque.
que t ermina en cabeza de f elino. Est e
t ej ido es una f ibra de algodón ent relazado sin uso t odavía del t elar, que dat a del
2500 a. C. Desde esos t iempos ya se aprecia un hábil manej o de mot ivos
decorat ivos que ref lej an los inicios de la mit ología andina t ot émica mencionada.
El Felino en est a imagen es el corazón y el inicio de la vida de las ot ras dos
deidades. Asimismo, es el inicio de un diseño morf ológico mít ico-religioso en el
Ant iguo Perú.

También en Huaca Priet a se encont ró


una calabaza con decoración incisa (2500
a. C. ). El mat e muest ra el rost ro est ilizado
de un f elino cuyos rasgos van a asumir aquí
f ormas rect angulares y est án marcados por
una f uert e simet ría. Dest aca la presencia
de grandes oj os que present an en su
int erior pupilas concént ricas, arriba se Calabaza hallada en Huaca Prieta con incisiones
de rostro felínico. Ilustración: Alba Choque.
observan las orej as que no se unen a la
cabeza direct ament e, compuest as cada una por dos rect ángulos con pat rón t ipo
red. Baj o los oj os aparece una gran boca abiert a, cuya ligera redondez hacia los

35 KAUFFMANN DOIG, Federico. Ob. Cit . Pág. 123.

46
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

El pet roglif o de Chect a que analizamos aquí es la represent ación f igurat iva de
un f elino, de rost ro semirect angular, orej as levant adas hacia los lados superiores
de la cabeza, t ipo posición de alert a. Los oj os grandes que posee debieron ser
enf at izados por su ej ecut or para t rat ar de imit ar los oj os salt ones de f elinos y
pumas. La boca est a const it uida por un t razo semicircular hacia arriba llegando
casi a la base de los oj os, si uno mira de f rent e a un puma por ej emplo pareciera
que sonríe cuando en general es su gest o nat ural, ello conj unt ament e con la ot ra
curva hacia baj o indican el int ent o del hombre de est e periodo por t rat ar de
realizar un dibuj o nat uralist a. De la part e baj a de la cabeza emergen una serie de
ext remidades inf eriores. La zona superior, sobre la cabeza del f elino result a
int eresant e, dos f ormaciones semicurvas hacia los lados y ot ra en el cent ro hacia
arriba sugieren la presencia de veget ación que nace de est a divinidad,
vinculándola a un rit o o cult o de f ert ilidad.

Felino de Checta. El análisis del arqueólogo Gori Tum i Echevarria, de la Asociación Peruana de Arte Rupestre
(APAR), perm ite situar la cronología de este petroglifo alrededor de 1000 a.C., Fase 3 de Checta, relacionado a
la época de Chavín. Foto: Gori Tum i Echevarría.

51
Al b a Ch oq u e Por r a s

Felinos en la cerámica de Casma

Dibujo: Cirilo Huapaya

46
De ot ra part e, en un dibuj o correspondient e a cerámica de Casma , se aprecia a
dos divinidades copulando, que parecen est ar f lot ando o volando. Sobre ellos un arco
rodea la escena principal, el arco present a una serie de signos escalonados o andenes
que son la represent ación de la Pachamama o madre t ierra, lo int eresant e es que a
est e encuent ro amat orio asist en numerosos pequeños f elinos, recordemos que el
f elino es símbolo de la f ert ilidad; es más, de la unión copular de la parej a brot an de
los genit ales f emeninos de la deidad, una serie de serpient es con cabezas de f elinos,
y ot ros f elinos van recogiendo o cosechando los f rut os de las plant as que emergen de
la deidad masculina. Los f elinos menores simbolizaban servidores o mensaj eros de la
divinidad mayor; ent onces, son int ermediarios t errest res con la divinidad mayor.

46El dibuj o f ue realizado por Cirilo Huapaya Manco para ilust rar la obra de la doct ora Rebeca Carrión Cachot t it ulada La

r el i gi ón en el Ant i guo Per ú .

68
Fot os: Gi or g i o Ri et t i

LOS FELINOS DE CUTIMBO


A veint e minut os del sur de Puno, a 4 500 msnm, se halla
Cut imbo, uno de los rest os arqueológicos más import ant es
de la Nación Aymará. Son chullpas o t umbas que a la
dist ancia se imponen como hit os inmort ales dominando la
semblanza del paisaj e. En oct ubre del 2007, el invest igador
it aliano y est udioso de la cult ura peruana Giorgio Riet t i
encabezó una expedición para analizar imágenes f elinas
asociadas a la arquit ect ura de las t umbas de Cut imbo, a la
cual se sumó la aut ora de est e libro. En est e sit io en una
t umba de t ipo circular a la ent rada de la misma se reconoció
la primera imagen a ser analizada, se t rat a sin duda de la
f igura de un puma, de cort e nat uralist a, es un relieve muy
plást ico de f ormas ondulant es sobre la maciza piedra que
conf orma la t umba. El art ist a andino realizó el diseño de la
deidad t ot émica de perf il en act it ud de avance, con la cola
levant ada, most rando a su vez el genit al del animal, como
símbolo de la f ert ilidad que es uno de sus at ribut os. Ot ra de
los imágenes de nuest ra indagación se cent ró en un f elino
esculpido sobre una roca adyacent e, f rent e a la t umba
principal, t ambién de cort e nat uralist a cuyas ext remidades
delant eras son de t ipo expresionist a por la sobredimensión
de las garras que su creador enf at izó. A t odas vist as son
f elinos t ipo guardianes, prot ect ores de ant epasados.
69
Al b a Ch oq u e Por r a s

Los Incas adoraron también al felino

Los Incas t enían al f elino como su padre


f undador, de ello dan cuent a varias crónicas en
relación a los indios del Ant isuyo (era part e de la
región de la selva cerca al Cusco, dent ro del
Tahuant insuyo). Felipe Guamán Poma de Ayala
menciona en su Pr i mer nueva cor oni ca y buen
gobi er no que los incas: “ Adoraban al t igre
ot orongo, dicen que le enseñó el Inga, que el
mismo se había t ornado ot orongo, y así le dio est a
ley, y sacrif icaban con sebo quemado de culebra, y
maíz, y coca, y pluma de páj aros de los Andes, los
queman y adoran con ella a los ot orongos, Y de los
de la mont aña no t ienen ídolo ninguno, sino que
adoran al t igre, ot orongo, y al amaro, culebra,
serpient e, con t emoridad adoran, que no porque
sea uaca, ídolo, sino porque son f eroces animales
que come gent e, que piensa que con adorar que no
le comerá. Y no le llaman ot orongo con el miedo,
sino Achachi yaya, al amaro le llaman Cápac apo
Amaro; y así el Inga quiso llamarse Ot orongo
Achachi Inga Amaro Inga. [ el Inka j aguar, el Inka
47
serpient e] ” . Vemos aquí que al ot orongo le
l l amaban t ambi én achachi yaya o ancest r o
progenit or.

Ancestros y j aguares
En el t ot emismo, se ent iende como el principio u origen de un det erminado
grupo humano, que se cree descendient e de ese t ót em, animal, veget al u obj et o
inanimado. Anne Marie Hocquenghem, cit ando un t rabaj o suyo, dice: “ Las

47
GUAMÁN POMA DE AYALA, Felipe. Nueva cor óni ca y buen gobi er no. Lima, Fondo de Cult ura Económica, 1993, Pág. 202.

70
La Im agen del Felino en el Ar t e del Ant iguo Per ú

inf ormaciones et nológicas sobre la Amazonía indican una relación ent re los
ancest ros y los j aguares, que t ienen en común el poder del cual part icipan las
'nat uralezas f uert es', los j ef es y los chamanes. Parece clarament e que, para los
indígenas, los ancest ros así como los j ef es y los chamanes son en part e j aguares.
En est e sist ema de pensamient o simbólico, exist e una relación met onímica ent re
l os ant epasados m ít i cos y l os
48
j aguares” .

Ciudad con forma de puma


Como se sabe, el Cusco, la capi-
t al del Tahuant insuyo, adopt ó en la
época del inca Pachacut ec la f orma
de una ci udad puma par a así
simbolizar a la ciudad más f uert e y
poderosa de los Andes; es decir, su
49
capit al polít ica . El plano del Cusco
ant iguo t iene f orma de puma, con la
pl aza cent ral Huacaypat a en la
posición que ocuparía el pecho del
animal. La cabeza del f elino est aría
ubicada en la coli na donde se
encuent ra el cent ro arqueológico de
Plano del Cusco por George Squier (1877)
Sacsayhuamán. Los incas realizaron
el diseño urbaníst ico de su ciudad a base de la f igura de la deidad la cual ellos se
creían descendient es.
Pero t ambién, el plano de la ciudad del Cusco manif iest a las ideas y
percepción del mundo celest ial que t enían los amaut as o maest ros incas; de
acuerdo con est a concepción simbólica, t odas las f ormas visibles del cielo que
t enían un papel import ant e en la vida de los pueblos, est án represent adas en la

48 HOCQUENGHEM, Ann Marie. Iconogr af ía Mochi ca. Lima, Fondo Edit orial de la Universidad Cat ólica del Perú, 1987, Pág.
204.
49 La idea de
que Cusco f ue const ruida con la f orma de puma ha sido acept ada por diversos aut ores, como: August o Calvo,
1980; Gaspirini y Margolies 1980: 40-45; Kauf f mann Doig 1978: 660.

71
Al b a Ch oq u e Por r a s

t ierra. Est e esf uerzo por imit ar el mundo sideral obedecía a la creencia de que la
imit ación de los obj et os celest es producía armonía con el obj et o imit ado, y de
est a f orma se obt enía su prot ección. Así, el Cusco, represent ado por un f elino, el
puma, t ót em de la ciudad, represent a la const elación del Choquechi nchay, el
f elino relampagueant e, que con sus ocasionales apariciones por el Noroest e
marca el inicio del solst icio de verano, y según la t radición inca t ambién es
causant e de los eclipses de luna.

Las leyendas del origen de la f undación del Cusco mencionan que una primera
parej a divina salió del lago Tit icaca, ellos f ueron Manco Cápac y Mama Ocllo,
quienes t enían el encargo de su padre el Sol de f undar la capit al de su f ut uro
imperio. Ahora, el lago Tit icaca t iene f orma de f elino, y su nombre t iene un
prof undo signif icado en la mit ología local, deriva del vocablo aymara Ti t i que
signif ica gat o o f elino y Caca, vocablo quechua para ref erirse a la “ roca sagrada”
que se encuent ra en la Isla del Sol, lugar desde donde habría salido la parej a
f undadora de los incas, t odo j unt o sería: “ roca del f elino” . Se observa
nuevament e una conexión solar con la imagen del f elino. Ent onces podría decirse
que los incas son hij os del Sol o de un dios Felino de conexión o simbolismo solar.

Respect o a las represent aciones del f elino en la cult ura Inca, est as serán
bast ant e nat uralist as, como se aprecia en modelos de cerámica, escult ura y
t ext ilería inca, siempre persist iendo el énf asis del art ist a por most rar los dient es
del animal.
Uno de los más import ant es legados art íst icos de los incas serán los t ej idos,
dot ados de una excelent e t écnica y composición en sus diseños. Fueron
element os valiosos que t uvieron un papel f undament al en el sist ema de
producción y dist ribución inca, así como f uent e de document ación a t ravés de los
t ocapus, que f ueron diseños geomét ricos que expresaban su cosmovisión, su
sent ido del espacio, sus divisiones y su hist oria. Los t ej idos con diseño eran
dest inados sobre t odo a los nobles y como t ribut o a la religión. Eran símbolos de
nivel social, de ahí la import ancia del diseño que se realizará en su const it ución.
Se han encont rado uncus incas que llevan en la part e superior represent aciones
de ot orongos y pumas de t ipo f igurat ivo, est a disposición de la imagen del f elino
en el t raj e que debía usar un inca noble señala un caráct er eminent ement e
72
Al b a Ch oq u e Por r a s

Análisis Plástico de la figura del felino

Hemos vist o que la represent ación del f elino f ue una imagen recurrent e y
hast a obsesiva represent ada en variadas y múlt iples sint axis dent ro del repert orio
del art e del Perú Ant iguo. Su imagen t uvo una coherencia f ormal sobre la base del
uso de element os morf ológicos primarios, poseedores de ciert a semej anza o que
present an det alles similares, t ales como el uso de element os primarios f ormales,
como la presencia de cabezas, garras, dient es, manchas, et c.
Sin embargo, los int ercambios cult urales, los mit os, leyendas y las ideas
religiosas hicieron que la imagen del f elino suf riera variadas modif icaciones, lo
cual t ambién repercut ió en su carga ideográf ica.

De la figuración a la abstracción
La imagen del f elino en el art e del Perú siguió varios caminos plást icos,
represent ado de manera nat uralist a, f igurat iva, simbólica, abst ract a y abst ract a
geomét rica. La const rucción de la f igura del f elino en cada cult ura pasó en
muchos casos por est e abanico de posibilidades de ej ecución, en algunos casos se
realizó la represent ación f igurat iva y abst ract a dent ro de una misma cult ura,
según el propósit o que se buscase.

Fue sin duda la cult ura Huari la que arribó al grado máximo de abst racción
simbólica con sus bellos t ext iles que siguen asombrando hast a la act ualidad, y que
–en mi opinión personal– supera muchas veces la búsqueda de la composición
abst ract a de las de f ormas nat uralist as y puras.

El cuerpo de la deidad felina

La cabeza
Va a const it uirse en la más clara represent ación del f elino, es el t ema que más se
present a y en f ormas variadas. Exist ió una relación ent re la cabeza y los act os de
creación, la prolif eración de f rut os o animales se halla vinculada a la cabeza de
los dioses, t al como hemos vist o en Chavín, en el Obelisco Tello.
De la cabeza del f elino suelen brot ar rayos, agua y granizo en f orma de volut as. Se
añaden cabezas en las pat as, a veces cabezas cont iguas y en el cuerpo de las
80
Al b a Ch oq u e Por r a s

A manera de conclusión

Como hemos vist o, la f igura del Felino en el art e de las cult uras del Perú
Ant iguo es evident e y la encont ramos en la mayoría de las manif est aciones
cult urales como: t ej idos, cerámicas, t rabaj os en met al, lít ica, arquit ect ura, et c.
Es indiscut ible que no se t rat a de simples f ormas decorat ivas, su f igura t uvo un
valor simbólico y religioso def inido: símbolo de poder, de f ecundidad y f ert ilidad
de la t ierra. De ot ro lado, t ambién represent ó a un ser supremo t errenal,
subt erráneo y aéreo vinculado a la est rat egia, la f uerza, la int eligencia, al
gobierno polít ico, padre f undador de t odas las cosas. Las élit es gobernant es
manipularon el concept o de est a divinidad y se erigieron, a t ravés de su mit o como
f orma de cohesionar a sus pueblos, baj o la amenaza de una deidad f eroz; pero al
mismo t iempo benef act ora que cont rolaba con su imagen las f uerzas de la
nat uraleza y al mismo t iempo la vida del hombre en el Ant iguo Perú.

El Felino f ue en un inicio una de las deidades o t ót em más import ant es; pero
con el paso del t iempo se f ue f usionando con ot ros seres mít icos o mej or dicho las
ot ras divinidades necesit aron de él para acrecent ar y reaf irmar su poder.

Al poblador del Ant iguo Perú, el Felino debió parecerle un ser magnánimo y
t erroríf ico, invencible y audaz, un ser mít ico que siempre inspiró respet o a t ravés
del t iempo. La hist oria del art e peruano aún le reserva un espacio más amplio por
analizar y narrar sobre él, quedan ot ras relaciones y t emas por prof undizar acerca
de est a divinidad, los cuales serán part e de un próximo capít ulo de La i magen del
f el i no en el ar t e del Ant i guo Per ú .

90
Bibliograf ía

ACEVEDO, Ricardo. “ El dios más ant iguo de América, t ambién, f ue adorado en Chile
precolombino” . En: La Ter cer a, Sant iago de Chile, 19 de abril de 2003.

ACOSTA, José de. Hist oria nat ur al y mor al de l as Indi as en l as que se t r at an l as cosas
not abl es del ci el o y el ement os, met al es, pl ant as, y ani mal es del l as. México: Fondo de
Cult ura Económica, 1962.

BENZONI, Girolamo. Hi st or i a del Nuevo Mundo. Edición de Manuel Carrera Díaz. Madrid:
Alianza Edit orial, 1989.

BERTONIO, Ludovico. Vocabul ar i o de l a l engua aymar a. Cochabamba: Ediciones CERES


[ 1612] 1984.

CALANCHA, Ant onio de la. Cr óni ca mor al i zada de Ant oni o de l a Cal ancha. S. n. , Volumen III,
Lima: UNMSM, 1982.

CANÉ, Ralph E. “ Problemas arqueológicos e iconográf icos-Enf oques nuevos” . En: Bol et ín
de Li ma: Edit orial Los Pinos, 1985.

CAMPANA, Crist óbal. Ar t e Chavín. Lima: Universidad Nacional Federico Villareal, 1995.

CARRIÓN CACHOT, Rebeca. La r el i gi ón en el ant i guo Per ú . Lima: INC, 2005 (1959).

CERRÓN PALOMINO, Rodolf o. Di cci onar i o quechua. Lima: Inst it ut o de Est udios Peruanos
(IEP), 1976.

CIUDAD RUIZ, Andrés. “ Cosmovisión e ideología en los andes prehispánicos” . En: Cat ál ogo
Per ú Indígena y Vi r r ei nal , Exhi bi ci ón en el Museu Naci onal d'Ar t de Cat al unya, Bar cel ona,
Mayo-Agost o 2004, y Bibliot eca Nacional, Madrid, Oct ubre 2004 - Enero 2005. España.
Sociedad est at al para la acción cult ural ext erior, 2005.

COBO, Bernabé. Hi st or i a del Nuevo Mundo. Madrid: Bibliot eca de Aut ores Españoles,
[ 1653] 1956.

ECHEVARRÍA LOPEZ, Gori Tumi. "Chect a, una propuest a sobre su cronología y secuencia, II"
Lima, Manuscrit o. 2009.

ENGEL, Lieselot t e. “ La aparición del Sol al j oven inca Pachacut ec en la f uent e


Susurpuquio” . En: Revi st a español a de ant r opol ogía amer i cana, Madrid, 1970.

ESTETE, Miguel de. Not i ci as del Per ú [ 1535] . Lima: Edit ores Técnicos Asociados (ETA),
Bibliot eca Peruana, 1968.

GARCILAZO DE LA VEGA, Inca. Coment ar i os r eal es de l os i ncas I. México: Fondo de Cult ura
Económica, 1991.

92

También podría gustarte